viernes, 23 de mayo de 2025

¿Qué pasará ahora?

- ¡ Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaa! Prepárate, nena que, cuando te cojan las huestes del señor Li te usarán como relleno de los rollitos de primavera. - ¿A mí? ¿por qué? - Lo he encontrado delante de su tienda y me ha hablado de lo buenísimo que fue lo que comió ayer aquí. Se le hacía la boca agua - Me alegro... pero no comprendo lo de los rollitos de primavera...

- Después de tanto alabar el nuevo plato, va y me pide la receta... - ¡No se la daría! ... Bueno, puse excusas para no tener que hacerlo... - Además, no tiene derecho porque no es suya, sino de la tribu de Pepe el jibarizado. - Ya... pero cuando te imaginas formando parte del relleno de los rollitos de Primavera, te importa un bledo a quién pertenecen y la lengua se desata. - ¡La madre que la parió! 

Esa tarde la Cotilla no fue de trapicheo. Permaneció encerrada en su cuarto hasta bien entrada la noche. Pascualita montaba guardia cerca de la cocina. Sabía que la Cotilla era una aprovechada que no tenía problemas para cambiar de camisa y no quería que se quedara con las cucarachas que pudiera haber en casa. ¡Esos bichos serían para mi o de nadie! A la sirena, cuando se pone trágica,  no hay quien la tosa.

De repente se abrió la cristalera y una ingente procesión de bolas de polvo, bajaron marcando el paso, pasando del balcón al árbol de la calle y de allí al suelo... salvo los que se comió el platanero que nunca está saciado.

 

 

 

 

 

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