martes, 13 de mayo de 2025

¡A por los puntos!

La abuela y Andresito han recuperado la vida social que tanto les gusta y no hay quien los pille en su casa: - Estáis todos los días de picos pardos. Me estáis dando envidia. - "Pues, ponte las pilas y busca, de una vez, al padre de mi bisnieto. Después podrás hacer de tu capa, un sayo" - Es que ya le estoy cogiendo manía al padre ese y aún no le conozco.

Pascualita saltó de la pila de lavar del comedor al cuadro de la Santa Cena. Por lo visto había quedado con Pepe el jibarizado para encontrarse allí. Mi primer abuelito está de correveidile de los personajes que necesitan comunicarse y yo no los entiendo. De paso luce, como siempre, sudarios espectaculares.

- Disfrutas con ello ¿eh? - Se está convirtiendo en un placer. Me entero de cosas que no sabía. Además, como es una buena obra, los mandamases del Más Allá me han dicho que eso me da puntos para una Vespa. - ¿Una vespa? ¿Una moto que se llama vespa? - Sí, nena. Como la que tenía cuando vivía. - ¡Que chulada! No sabía que las almas ibais motorizadas. - Yo tampoco.

Llevé a Pepe el jibarizado hasta el aparador junto a la sirena y juntos montaron tal guirigay que despertaron a los comensales de la Santa Cena: - ¡¿Qué es una vespa¿! ¿Se come? (preguntó Pascualita, lo que despertó el hambre de todos. Ya se sabe que las primeras semanas de ayuno son las peores ) - Nooooo 

 

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