- Bueno, ya estamos en el año 2025 de nuestra era. ¿Y ahora qué? Venga Pascualita, tu eres la experta en años, siglos, milenios y vete tú a saber qué más. Solo nos faltan los Reyes Magos y ¡listos! A empezar, de nuevo, el ciclo de la vida: guardar la vajilla buena para Fiestas de Navidad venideras. Cambiar regalos repetidos...
Hasta que, por fin sea Santa Rutina, ora pro nobis
. Pascualita no se dio por aludida. Bostezó y con su estilo innato, se lanzó de cabeza a la pila de lavar del comedor sin que ni una sola gota de agua salpicara el suelo. Fue ovacionada por todos los personajes de casa.
De la cocina llegó la voz de Pepe el jibarizado: OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO (¡Estoy encantadísimo, de lucir este pompón de colorines que la nena ha colgado de una anilla de servidor, el llavero. ¡Con él estoy más bonito que un San Luis!) También fue aplaudido por el respetable.
Mientras, me senté en el sofá de la salita a esperar a que se levantara el telón del Concierto de Año Nuevo. Cuando el Danubio Azul pasó a mi lado, me dejé llevar por su corriente depositándome, suavemente, junto al espíritu del nuevo año.
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