miércoles, 24 de abril de 2013

Durante el desayuno hemos comentado con Pascualita ( Ya se que esto suena a que hemos perdido la chaveta  pero solo es la fuerza de la costumbre) lo bien que lo pasamos en la Feria del Libro. Daba gusto pasear por la ciudad y contemplar como la cultura iba a la gente desde cualquier calle o plaza. Y la gente respondía llenando las paradas repletas de libros.

- "Ay, Pascualita, se me llenaron los ojos de lágrimas al ver el espectáculo. ¡Que bonito!... Ahora solo espero que, además de comprar libros, también los lean... ¿No sabes qué es un libro? Por ejemplo... este te gustará porque tiene mucho colorido. Ya sé que no habla de ti sino de dos perros que se llaman Atlas (un afgano ¿tampoco sabes lo que es un afgano? ¡¿Pero qué os enseñan en vuestras escuelas submarinas?!) y Axis, un mil leches (te lo explicaré otro día)"

Y la abuela, que está enamorada de ésta Saga  (y aunque no lo diga porque se va a casar pronto, también de  Pau, su autor) le ha contado todo lo que Pascualita ha querido saber sobre el tema (o lo que la abuela ha supuesto que la sirena quería saber sobre el tema) y para no tener que repetirse, a colocado a Pepe, la cabeza jibarizada, a su lado.

Casi a la hora de comer ha llegado la Cotilla - ¡Avemarapurísimaaaaaaaaaaaaa! ¡Mirad que montón de libros traigo!- ¡No me puedo creer que se haya gastado su exigua paga en libros! - Haces bien en no creerlo porque no me he gastado un euro en ellos jijijijijijijijij... ¡Los he afano! - ¡Abuela, échala de casa! - ¿Qué he hecho? Que picajosa es esta nieta tuya ... Toma (le dijo a la abuela) mi regalo de boda: El manual de la buena esposa. Como hace tanto tiempo que enviudaste... - ¡Con su ayuda! (repliqué, furiosa) - este libro te refrescará la memoria. - (yo insistía) Espero que no venga en él la receta de su mejunje asesina-maridos. - ¡Que cruz tienes con ella.!

Sentadas ante la botella de chinchón, la abuela preguntó - "¿No cogiste ninguno de la Saga de Atlas y Axis?" - Lo intenté pero ya se habían terminado... ¿por qué? - "Para regalárselo a Andresito" - Dale el tuyo -"¡Ni hablar! Lo mio es mío y lo suyo... también. ¿No ves que vamos a hacer separación de bienes?". - Esta tarde voy a regalarle un libro al cura con el que me confesé. Se titula Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente. - ¿Tendrá cara de volver por allí? - ¡Claro!. Es uno de mis puestos de trabajo y con lo mal que están las cosas, no puedo dejarlo... ¿Qué. Nos tomamos otra copita?

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