domingo, 30 de noviembre de 2014

Pascualita y yo boqueamos... ¿por qué? Ella porque es un ¿pez?. Yo porque me siento pez. Llueve y llueve y vuelve a llover... Creo que me ha salido un villancico y por el picor que tengo en el cuerpo, pronto me saldrán escamas y tendré que trasladarme a vivir a la bañera, porque yo soy de agua dulce.

He encontrado a Pascualita languideciendo al borde del water. ¿Habrá llegado al final de su ciclo vital? No sé la edad que tiene pero, seguro que cuando nació aún no exisitían los dinosaurios. Preocupada, decidí llamara a la abuela para ver qué podíamos hacer. Así que fui a comprarme la ensaimada y preparé una sola taza de cola cao: la mía. Repasé el periódico de arriba abajo mientras desayunaba, recogí la cocina y llamé a la abuela. Contestó el mayordomo. - ¿Quién es, por favour? - No te hagas el tonto, Unitetillo, que me conoces de sobra. Dile a la abuela que se ponga, plis. - Dejó de lado su tono arrogante, por otro, sibilino y amenazador. - ¿Pepe ser pariente mio o nou? - ¿Qué pasa si digo que no? - No hablar con señora abuela. - ¿Y si digo que sí? - Hablar, en seguida con señora. - ¡Eres un chantajista de tres al cuarto! - ¿Ser sí... o ser no? (su tono era tranquilo) - Vale. Sí. Pepe es tu antepasado. - Un minuto después se puso la abuela - "¿Qué quieres a éstas horas, alma de cántaro?"

En un plís, plás, el rolls royce aparcó en la parada del autobús. Sin siquiera mirarme, la abuela pasó a ver a Pascualita. Geoooorge, que la seguía, se me acercó para decirme - Luego yo llevarme mi pariente. - ¡Y un pimiento!

 - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaa! Pimientos ¿asados? ¡Hum, placer de dioses. Con sardinas y huevos fritos. Me apunto. - Usted va a pasar de Cotilla a Miss Colesterol... ¿Quién ha hablado aquí de sardinas y huevos? - ¡Hay, no digas esa palabra que me recuerda la fortuna que hemos dejado de ganar, ¡¿Cómo pudiste tirar la reliquia a la basura (esa fue la excusa que di) ¡No se puede ser más tonta! - Estaba distraída quitándo el polvo y, sin querer, la recogí con la mano y de allí, al cubo de basura. - ¡Calla, calla que pareces Monago que, cada vez que miente sube el pan. ¿Tan difícil es decir la verdad? - ESA es la verdad. Te lo juro por la antena parabólica que no tengo (dije, poniendo carita de pena y la voz llorosa del presidente de Extremadura¡Pero si no has limpiado el polvo desde que Anibal cruzó los Pirineos a lomo de elefantes!

Mientras la abuela trataba de averiguar qué le pasaba a Pascualita, Geoooorge acariciaba la cabeza de Pepe y le susurraba palabras en inglés - Háblale en cristiano ¿No ves que no te entiende? - El ser inglés (dijo con orgullo) - Dirás ELLA. - "¿Quién es ella?" - ¡Pepe. El hombre al que le cortaron la reliquia! - La abuela entró mandando - "Cámbiale el agua a Pascualita que está contaminada: Ya no sabe a mar" - Mientras solucionaba el problema, la Momia se acercó sonriente y dijo - Que buena idea la de poner un water aquí, nena. Así no tengo que andar hasta el cuarto de baño para orinar... - ¿Lo usa usted mucho? ... Cada media hora, más o menos. - La abuela corrió a hacer gárgaras con chinchón.

sábado, 29 de noviembre de 2014

El retrato del santo Mandinga, echo cuando aún era un bala perdida, está sobre el aparador y a su lado he colocado a Pepe. Cada vez que paso por allí les echo una ojeada para ver si encuentro parecido entre el señor de la pintura y la cabeza jivarizada... De momento no lo he encontrado.

La Momia está encantada de que nos guste tanto su antepasado que hasta le hemos puesto un altar, con velas y todo. Lo que no acaba de entender es porque he trasladado la lupa de la reliquia al aparador. A ella no le gusta Pepe. Dice que está fuera de lugar poner un llavero junto a una obra de arte. - Es cuestión de gustos abuelastra. Nuestra tendencia artística no coincide. Eso es todo... ¿Notas algún parecido entre ambos... por mínimo que sea? - ¿Entre el santo y este mamarracho de los chinos? No, hija. Es imposible. Sus caminos, en la vida, fueron diametralmente opuestos - ¿Acaso sabes cual era el trabajo del hombre que perdió la cabeza?... ¿Tal vez fuera un misionero? - ¡Que disparate! Mira sus ojos. Son achinados. - Lo parecen... Lleva el pelo muy tirante... - Anda, dame un chinchón y  deja de decir tonterías.
- ¡Abuelastra!

Geoooorge viene por casa cada vez que tiene un rato libre. Se apoya en el aparador y observa las dos caras. El tampoco ve ninguna semejanza, así que no ha perdido la ilusión de que Pepe sea su pariente lejano . Mientras, la Cotilla, está cada vez está más contenta con nuestro santo. - Verás como te oiga la Momia que dices "nuestro" - Estoy tan contenta con él. Tengo para llegar a fin de mes y comprar turrones y mazapanes para Navidad. - Pues ya está repartiendo porque yo pongo la casa, aguanto las molestias de los pergrinos y aún no he visto un euro. - Es que el negocio se me ocurrió a mi. Y las velas las traen los devotos porque yo lo he dicho... A ti lo único que se te ha ocurrido es decir que la porquería esa de Pepe es lo mismo que la reliquia ¡¿Tu estás tonta?! Cállate. No des tres cuartos al pregonero, boba de Coria, ¿no ves que nos las van a robar porque pensarán que con una nos basta? - ¿Para qué? - Para lo mismo que lo que nosotras ¡Para hacer negocio!

Ultimamente, el teléfono no para de sonar. Suelen ser creyentes para dar testimonio de que el santo ha echo un milagro. Una mujer, muy emocionada, me dijo - El santo Milagrero ha conseguido que me visite el oculista 6 meses antes de lo que me habían dicho. Con lo difícil que es esto. - Y eso ¿cuándo será? - A mediados del 2016. De la otra manera, era a finales ¡que agradecida estoy!.

Una tarde pensé en Pascualita. Ella era amiga de Pepe. Su mejor amiga diría yo... ¿Reconocería ambas reliquias como pertenecientes al mismo cuerpo? Sería como cotejar el ADN. Me llevé a ambos a la salita y los coloqué junto a la reliquia... Si los trozos pertenecían a la misma persona, Pascualita les haría el mismo caso... Al cabo de un buen rato, la sirena reptó hasta la cabeza jivarizada y le dio unos mordisquitos, luego la empujó con violencia y la tiró al suelo. Se asomó al borde del altar y vio como su amigo rebotaba unas cuantas veces antes de quedar bajo el sofá. Entonces se acercó a la reliquia, la miró y moviéndose a la velocidad del rayo, se la zampó - ¡Noooooooooooooooo! - Grité. - ¡Noooooooooooooooooooooo! - gritó la abuelastra, que me había seguido. - ¡¡¡Nooooooooooooo!!! gritó la Cotilla al llegar a casa y ver que su Gallina de los huevos de oro había desaparecido.

viernes, 28 de noviembre de 2014

Alucino en colores. El señor Li ha venido dispuesto a comprarme la "leliquia" que tenemos bajo una lupa. Cuando le he dicho que no puedo vendérsela se ha enfadado el hombre. Me ha dicho que ya "no sel mi amigo polque yo quielo vendel-la al mejol postol" Y a montado en cólera, dando gritos en chino y acordándose de mis antepasados. Antes de irse, se ha vuelto hacia mí con el puño cerrado y ha gritado ¡¡¡VOLVELÉ!!! cosa que me ha dejado intrigada... ¿volverá solo o con la mafia china?...

La Momia se pasa el dia mirando a Pascualita nadar tranquilamente en el water. - Nunca había visto un pescadito como éste. ¿Es un híbrido? - ¿Qué quieres decir, abuelastra? - Si los científicos han echo cruces entre peces y... ¿tritones? por ejemplo. Este debió salirles mal porque, aunque es gracioso, es un bicho muy feo... feísimo diría yo ¿no crees? - Estoy de acuerdo contigo pero, mejor no opines de estas cosas delante de él (nunca le dije que era sirena) Es sensible a las críticas negativas y saca el genio a pasear. - No me digas que esta cosita tiene genio... ¿qué hace?... ¿muerde? jajajajajaja Que chistosa eres. - No es un chiste... - Pues a mi no me ha mordido y eso que he estado jugando con ella toda la mañana. - ¿Ah, sí? - ¿Le pasará algo si la cojo un poquito? - A ella no, pero a tí, es posible. - Si he podido lidiar con mi difunto marido, podré hacerlo con este pececito. - Antes de que pudiera impedirlo, cogió a Pascualita y le dio un besito. No quise mirar para no ver el destrozo que haría la sirena en la cara de la anciana. Esperé a oír sus gritos de dolor pero... no ocurrió nada. - ¿Tiene nombre este angelito? - Pascualita.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaa! - Arranqué a la sirena de las manos de la Momia y la lancé al water sin ningún miramiento. Luego musité a mi abuelastra (a la Cotilla, ni mu) - ¡Esto es un éxito! La reliquia funciona mejor de lo esperado. - ¿De quién habla, nena? - De San Mandinga, abuelastra. - Sí, es muy milagroso. Siempre lo ha sido. Y eso que cuando vivía fue un mal hombre. Se decía, por aquel entonces, que por donde pasaba dejaba olor a azúfre porque era discípulo aplicado del Demonio. - ¡Caray! - Según documentos que figuran en nuestros archivos, mi antepasado marchó a tierra de negros (¡Aquí di un respingo!) para vigilar su floreciente negocio de trata de esclavos... - ¡Que me dices! Menudo hijo de su madre. - Eran otros tiempos, nena. - Ya, ya. - La cuestión es que hubo una revuelta y lo mataron. Se dijo que fueron unos indios, los jíbaros, expertos en reducir cabezas... Nunca he creído en esa patraña porque ¿cómo lo hacían? ¿Cociéndola muchas horas en la olla exprés? jejejejejejeje ¡Si no había!... El caso es que lo más grande que nos llegó de él fue este trocito de... vamos, de... en fin, de lo que ya sabéis. - Del pene (soltó la Cotilla) y la Momia se puso roja como un tomate - Una señora nunca dice estas cosas (la recriminó)

Nos tomamos unas cuantas copas de chinchón e hice partícipe también a Pascualita... ¿Sería posible que tuvieramos en casa, dos trozos del cuerpo de aquel mal hombre?... - ¿Tenéis algún retrato? - Pues... sí. Hay una pintura que le hicieron antes de partir en el que sería su último viaje... Está en la Torre del Paseo Marítimo, junto a la biblioteca... ¿Te gustaría verlo? - Un minuto después llamaba a mi abuela. Y diez minutos más tarde, el rolls royce aparcó en la parada del autobús.La abuela entró en casa como el caballo de Atila, seguida de Geooooooge con un objeto en la mano. - "¡Nena, trae a Pepe!" 


jueves, 27 de noviembre de 2014

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaa! Levantate que tenemos que hablar... Y de paso prepara el desayuno que traigo croasanes del contenedor. Fresquitos. - ¡Están helados! - Claro, en la calle hace frío, alma de cántaro. - No grite que la Momia duerme. - Huy, no me acordaba, como ni pía ni muge...¡Escucha!... - Agucé los oídos... - Bonito ¿eh? Son los creyentes que vienen a venerar a San Mandinga. - ¿A dónde "vienen"?... ¡¿Aquí?!

Me asomé al balcón. Una larga procesión de desarrapados doblaba, la esquina. Traían velas encendidas (entre otras cosas porque era de noche) y cantaban una especie de mantra. La gente se asomaba a las ventanas a ver qué pasaba - ¡Gamberros! ... ¡A dormir la mona a otro sitio!... ¡Llama a la policía, Mariano!... ¡No me llames Mariano, a ver si se van a aconfundir y la liamos!...

- Cotilla ¿viene a mi casa? - A pedir un milagro. - ¡Qué milagro ni que leches! ¡Que se vayan ahora mismo! - Corrí a buscar a Pascualita. La sirena dormía plácidamente y no hay nada que la ponga de peor humor que ser despertada bruscamente. Y eso era lo que yo necesitaba. Que fuera una fiera corrupia y no dejara que nadie entrara en casa.

Al volver a la salita, una riada de personas enfervorecidas venían pasillo adelante guiados por la Cotilla que las dejaba entrar, previo pago de ¡cinco euros! - ¿Pero qué hace? - Les garantizo que sus deseos serán escuchados y eso vale algo ¿no te parece? - Lo que me parece es que nos van a linchar. - Mientras Pascualita se debatía por soltarse de mi mano, protegida por el guante de acero, algunas personas se me acercaron pensando que era la reliquia. - ¡No, no! Está allí. Bajo la lupa...

Una hora después de que la gente se hubiese ido, aún discutía con los vecinos de la escalera a los que los mantras no habían dejado dormir - ¡Y que sepas que hemos llamado a la policía! - gritaron algunos.
Casualmente, Bedulio estaba de guardia esta noche y llegó reticente y con cara de pocos amigos. - Dicen que has montado una iglesia paralela... ¿no será verdad? - ¡Claro que es verdad! (saltó la Cotilla) Tenemos una reliquia y hay que aprovecharla. De momento ya ha echo el milagro de que pueda llegar a fin de mes sin apuros.

Cerré la puerta porque los vecinos se volvían a alborotar. - ¿Tenéis una reliquia?... ¿no será... tu abuelito? - No. Él es un fantasma. - El corpachón de Bedulio se estremeció. - Mírala. Está en la salita bajo una lupa. - A mi estas cosas no me gustan... - ¡Mírala, hombre, que  no muerde! - Permaneció inclinado sobre la lupa tanto tiempo que creí que se había dormido de pie. - ¿Qué es "eso"? - Una rebanada del pene de San Mandinga. - El estemecimiento del Municipal fue más agudo - ¿Le habéis... ¡glub!... Habéis sido... capaces ... ¡glub, glub!... Con un ... cuchillo... - Bedulio inició una extraña danza con las piernas muy juntas, balanceándose de izquierda a derecha y doblando las rodillas. Luego dió saltitos y comprendí lo que le pasaba - El cuarto de baño está por allí... Cuidado con la tapa del wáter. Tiene los tornillos flojos y a veces se cae. No te vaya a pillar - Se quedó quieto,. con los ojos cerrados y la respiración entrecortada. Y cuando una vocecita sonó a su espalda, preguntó - ¿Qui...qui...én... es? - La Momia. (respondí)  - Desde entonces no he vuelto a verle.

miércoles, 26 de noviembre de 2014

Me he levantado temprano para acondicionar la habitación que fue de la abuela, para la Momia. Y de paso  deshacerme de toda la parafernalia del dichoso altar de los Amigos de lo Ajeno. Ahora la salita parece más grande. Luego iré a la tienda de los chinos del señor Li a comprar cosas para montar el altar del santo Mandinga. Pero primero hablaré con Pascualita. Es mejor consultar las cosas porque del intercambio de ideas surge la inspiración... Creo que también pediré la opinión de Pepe. Ha recorrido mucho mundo y visto muchas cosas... Quizá la idea buena salga de él.

Después de desayunar y cansarme de hablar intentando que mis ¿amigos? entraran en la conversación, lo único que he sacado en claro es que lo del altar al santo les importa un pimiento... No pensé yo que fueran ateos. Y casualmente, los dos... ¿Se conocen de antes de entrar ambos en mi casa?... ¿Se traerán algo entre manos contra mi?... Es una idea inquietante... ¿Por qué no me habla Pepe? Ya sé que tiene el cuello cortado y la boca cosida pero, como dice el refrán, quién quiere, puede... ¿Será el pequeño Nicolás camuflado? Si, son dos pero, con éste tío, nunca se sabe...

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaa! ¡Aaaaaaaaaahhhhhhhhhhhh! ¿Qué has echo con mis gurús? - Si se refiere a las fotos, aquí están. Al resto le he dado puerta. Bueno, me he quedado algunas velas poco usadas que aprovecharé para el nuevo altar. Cotilla, desde hoy, en ésta casa, habrá una santa reliquia de verdad y no de pacotilla como todo lo suyo. - ¿La has robado? - No. Vendrá con la Momia. - ¿Andando? - ¿Andando, quién? - La reliquia. - ¡Como va a caminar una rebanadita de pene ! jajajajajajaja - ¿Tú te escuchas? Cuando tu abuela y yo te decimos que estás mustia y falta de riego, no nos escuchas. ¡Y ahora tienes alucinaciones erótico-festivas!

Me fui a ver al señor Li mientras la Cotilla seguía con el tema. A mediodía, cuando el rolls royce aparcó en la parada del autobús y Geooorge subió a mi abuelastra en brazos hasta la salita, una tela adamasquinada cubría un pequeño palé que me dio el señor Li al ver que no estaba dispuesta a gastarme más allá de 5 euros en una mesita, dos metros de damasco, dos candelabros de cristal y poco más. Al despedirme me dijo : Hale, con esto vas que xutas. Y cerró con un portazo, .

Pasé de la Momia y concentré toda mi atención en la reliquia de San Mandinga - ¿Dónde ésta. Dónde está? - apremié al Unitetillo que, con su flema británica, sacó del bolsillo una botellita de cristal de unos 10 centímetros de largo y con mucha parsimonia, la puso sobre el "altar" - ¿Esto que es? - Geliquia. - ¡¡¡¿Esto?!!!

La Momia estaba encantada con el resultado del altar. - A quedado precioso... Y ese detalle final me ha emocionado, nena. -

La Cotilla, que no ha cejado en su empeño de encontrar una lupa en la basura para poder ver su menguada pensión, por fin la encontró. Hoy mismo. En cuanto la vi, se la compré. - Tu tramas algo (me dijo) - Coloqué la lupa sobre la botellita y entonces vimos la reliquia con toda claridad. - Que desilusión (dijo la abuelastra) Nadie diría que esto es... lo que es. - Pero lo que cuenta es que lo es (dije sin estar muy segura de lo que decía). - Sí... Tienes razón... Vamos a rezarle el rosario. - La Cotilla y yo, al alimón y sin haberlo planeado, dijimos - ¡Primero habrá que bendecirla! - La abuela, que entraba en ese momento, gritó - "¡Niña, trae el chinchón!"

martes, 25 de noviembre de 2014

El abuelito ha venido a traerme un regalo porque, está convencido de que su madre ha mejorado tanto, gracias a mi. - No sé que le dijiste... (aquí se sorbió los mocos)... ni siquiera sé si le dijiste algo... ejem... pero el caso es que está mucho mejor... Y no ha echo falta poner la relíquia junto a la... (volvió a sorber mientras se enjugaba un lagrimón) cama... - ¿Qué relíquia? - La de san Mandinga... ejem, ejem... Un pariente nuestro nacido en la Edad Media...

- Tómate un chinchón, abuelito y te levantará el ánimo... Así que tenemos un santo en la familia. ¿Es milagroso? - Tiene fama de serlo. - Si se lo pedimos ¿puede tocarnos el Gordo de Navidad? - Claro que no. San Mandinga trata cosas serias. - ¿Y no te parece serio que te toque el Gordo? - Mi madre quiere venirse a vivir contigo. - ¡¿La Momia?! ... Vale, pero con la condición de que traigas también la reliquia... Por cierto ¿de qué parte del cuerpo se trata? - Del pene. - ¡Jopé! - Tenía fama en toda la tierra conocida de aquel entonces. - ¡Que me dices! - Había largas colas de gentes que llegaban a su cueva... - ¿Era un anacoreta? - Que yo sepa, no. Según cuentan las crónicas, las casas estaban muy caras, había mucha especulación y él recibía el pago a su trabajo, en especias, lo más económico que encontró fue una cueva - ¿Y en qué consistía su trabajo? - En aquellos tiempos eran mucho de tocar... - ¡Calla, calla. No sigas! - y milagrosamente, al crecer su fama de milagrero, creció también su apéndice. Dicen que era algo descomunal aunque, a nosotros nos llegó muy disminuído. Apenas es como un cacahuete. - ¡Que desilusión, abuelito! - Cuando lo mataron, cortaron el pene en plan chorizo y lo repartiron por villas y aldeas a fin de que todo el mundo quedara contento.- ¿Quién lo mató? - Sus acólitos que comprendieron que el hombre, al ser tan longevo, se cargaría el negocio por cansino. - ¿Por eso tuvieron que matarlo? . Por eso y porque vivo no se dejaba cortar nada.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaa! Hola, Andresito ¿Ya se ha muerto la Momia?... Bueno, todo se andará y cuando ocurra, llámame que tengo unas croquetas muy buenas para el velatorio. Las congelaré - ¿Vienes del supermercado? - No. De su contenedor. 


lunes, 24 de noviembre de 2014

Esta vez parece que va en serio y me quedaré sin abuelastra. Ella quería batir el record alcanzado (y nunca superado) de Matusalem. Quería llegar al año 3.000 pero me temo que no va a poder ser. De madrugada me ha llamado la abuela para decirme que se llevaban a su suegra a Urgencias. - "Si quieres verla con vida ¡corre! o no llegarás a tiempo"

No le hice caso y más a esas horas en las que solo me apetecía dormir ¿Es que mi abuela solo sabe darme recados de noche? Así que di media vuelta y no me he despertado hasta casi las 9 de la mañana. Y he desayunado con Pascualita para no perder la costumbre. La sirena ha descubierto que le gusta la miel porque, el otro día saltó dentro del tarro, que estaba lleno y se puso las botas. La saqué cogiéndola de los pelo-algas tan pringosos que me daban grima. Y encima se enfadó conmigo porque estaba tan ricamente comiendo a dos carrillos. Tuve que ponerme el guante de acero para bañarla.

Hubo miel y agua por toda la cocina mientras ella intentaba librarse de mi y yo de sus dentelladas. No hacía más que gritarle que se estuviera quieta. De buen grado le hubiese dado un revés mandándola de cabeza al water pero no me atreví, por si fallaba y embadurnaba también el comedor. Desde ese día le unto una tostada colmada de miel y se reboza en ella. Luego salta a su taza de cola cao y allí termina de hacer su primera guarrería del día.

En la mesa pongo un hule y un periódico extendido en el suelo para que salpique a gusto y no manche nada más pero no siempre lo consigo, sobre todo cuando le da por reptar a lo alto del frutero y se tira de cabeza en la taza. De todas maneras, no hay mal que por bien no venga. Ahora las moscas, que están pesadísimas, se concentran sobre el water a beber el agua de mar que de salada ya debe tener poco.

Finalmente he ido al hospital. He sido recibida con una bronca monumental por los abuelitos. Luego he pasado a ver a la Momia. Parecía un pulpo con los tentáculos enchufados a unas máquinas - ¡Jopé! Menuda puesta en escena, abuelastra... ¿Estás de coña, verdad? - No... hija.... Y tengo un ... disgusto muy grande... (a penas le salía la voz) ¿Por qué Messi... ha batido un ... record y yo... no voy a ... poder? - El suyo era más fácil. Pero no desesperes, solo te faltan 986 años para conseguir el tuyo. - ¿Crees que... lo conseguiré...? - ¿Apostamos? - jejeje... ayayayayayay... ¿cinco mil... euros? - No. La Torre del Paseo Marítimo contra un tetrabrik de caldo de cocido. - Jejejejejeje... ¡Que ... jodía ... ayayayayaya... Ahora ... no puedo morirme... porque no... me gusta... ese ...caldo.

Al día siguiente salió del hospital.

domingo, 23 de noviembre de 2014

"Milagrosamente" la bisabuelastra ha mejorado. El cura jura que ha sido por recibir los santos óleos. Andresito que por haber podido echarme en cara su enfado. El Médico piensa que es una situación digna de estudio. Geooooorge no deja de repetir : ¡Milagrou! La abuela está segura que en su curación tuvo mucho que ver la "medicina" que tomó - Si era agua, mujer... Se la dio la niña. - Yo no decía nada y reía al pensar en lo cachonda que era la Momia a pesar de sus muchos años.

- "¡Nena, venimos a comer mi suegra y yo!" - ¿Y el abuelito? - "Está castigado" - Tuve que esperar que llegaran a casa para enterarme del por qué del castigo. - "Le propuse celebrar que su madre está muchísimo mejor, en El Funeral, con todos los amigos y frunció el ceño - Tendríamos que ir muy pronto. No quiero que le de el relente. - "Pero si apenas pisará la calle. ¿Y qué es pronto para ti?" - Llegar a las 4 y marcharnos a las 6. - "¿De la madrugada?" - ¡Ni loco! De la tarde.- Quiero ir al Funeral con todas las consecuencia (se quejó la Momia a su hijo)

Yo estaba preocupada porque llevaba toda la mañana sin encontrar a Pascualita. Había desaparecido del water-acuario y ya no sabía dónde buscar, de  modo que, aunque escuchaba la charla de mis abuelas, en realidad no les hacía mucho caso. ¿Dónde se habría metido la dichosa siena? En un aparte se lo comenté a la abuela - Cuidado dónde pisas que no sé dónde está.

- ¡Avemariapurisimaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! - La Momia aplaudió - ¡Esta mujer es puntual como un reloj¡ - ¿Tienes hambre, abuelastra? - Me comería un buey pero tomaré algo más ligero porque ésta noche quiero bailar hasta la hora de cierre. - ¿Te dejará Andresito? - No le queda más remedio porque el testamento lo tengo yo... ¿Por qué no vienes con nosotras? - A la hora del postre, al coger una naranja del frutero toqué una cosa viscosa - ¡Aaaaaaahhh! - "¿Qué pasa? - Acabo de .. ver a... a..." - Nena, te hace falta un novio que te alegre las pajarillas. Vente con nosotras y haber si pillas uno que esté bueno... Anda, trae el chinchón y le daremos un tiento - ¿Antes de comer?

La abuela fue a por el broche donde colocaba a Pascualita de adorno. La sirena, como sabía que si se sentaba allí, salían a la calle, reptó y se colocó de forma adecuada. Después del café y unas cuantas copas más, dormimos una siesta digna de un Rey. Luego nos arreglamos, abusando de polvos, rimel y coloretes porque nos sentíamos encantadas de habernos conocido. El rojo pasión en los labios fue lo que nos distinguió de las demás mujeres de la cafetería. - Nadie lo lleva como vosotras (suspiró Conchi en cuanto nos vio entrar) Yo pensaba que para la Momia era excesivo pero, si le gustaba, yo no tenía nada que objetar.

Cuando empezó la música solo quedaron sentados los que apenas caminaban, pero no se quedaron quietos e hicieron lo que pudieron moviendo las sillas de ruedas por el local. Unas horas después, subieron a la Momia a la barra del bar y bailaba en plan Coyote junto con otras mujeres desenfrenadas, cuando entró Andresito y a punto estuvo de caerse al verla. Otro tanto me ocurrió a mi cuando me fijé que quién llevaba prendido en el escote el broche con Pascualita encorporada ¡la Momia! Dudé un segundo sin saber qué hacer. Luego decidí que ambas se lo estaban pasando bomba y seguí bailando y disfrutando de una abuelastra tan lanzada..

sábado, 22 de noviembre de 2014

Cuatro de la madrugada. Sueño que suena el teléfono. Cuatro y cuarto de la madrugada. Intuyo que el teléfono suena de verdad. Cuatro y media de la madrugada. Salto como un resorte de la cama por culpa de un chorro de agua fría que me empapa. Grito.

- ¡Coge el teléfono, jodía, que no me deja dormir! - ¡Cotilla! ¿qué hace en mi casa? - ¡Descuélga de una vez! - ¿Me ha tirado una jarra de agua? - ¡Y te tiraré la jarra a la cabeza si no me haces caso! - Tiritando, fui hasta la salita y descolgué. - "¿Dónde demonios estabas?" - Durmiendo... ¿Abuela? - "¿No esperarías  que fuera tu novio?" - No tengo... - "¡Que cruz tengo contigo!... Casi matas a mi suegra. Ahora mismo le están dando la extremaunción"

La tiritera se acrecentó y la Cotilla me quitó el teléfono. - ¿Qué le has dicho a tu nieta para que esté bailando la yenka?... ¿Se muere? Pobrecilla... Oye, pues me pido el abrigo de visón, los botines de charol que llevaba ayer, las joyas que vayan a juego... Ya sé que no ha muerto, pero no está de más dejar las cosas claras...

La abuela me ordenó que fuera a la Torre del Paseo Marítimo, ipso facto. - Mándame a Geoooorge. - "¿No tienes tarjeta ciudadana? Pues coge el bus" - Aterida de frío, somnolienta y más cabreada que un mono, llegue a casa de mis abuelitos. Al entrar encontre un ambiente de hostilidad hacia mi, desde Andresito al cura, pasando por Geooooorge, el Médico y la abuela. Me miré de reojo en un espejo por si seguía con las legañas puestas y eso les desagradara. Luego pensé que quizá nos les cayó bien que mi abuelastra me regalara uno de sus rosario... Carraspeé y dije: - No he desayunado.

La hostilidad creció. - "¡Egoísta!" (dijo la abuela) - ¿Qué pasa?... - Andresito, con ojos llorosos, me recriminó el disgusto que le había dado a su madre, la Momia, al insinuarle que tenía amantes. El cura se persignó, murmuró una oración y dijo - La Señora es un alma de Dios. Una persona intachable y piadosa... - ¿Y que tiene que ver eso con tener unos ratitos de esparcimiento jaranero? (solté sin pensar y ya me estaba arrepintiendo antes de acabar la frase)... Además, lo dijo la abuela (remaché) - "¡No levantes falsos testimonios, condenada!" (gritó con voz de profeta apocaliptico)

El Médico me dijo - Incomprensiblemente, mi abuelita quiere hablar contigo. - Con el alma en vilo, entré en la habitación. La luz era ténue. Sobre la lamparita de noche habían puesto un fino pañuelo de seda rojo. La Momia pidió que me acercara y me habló al oído. - ¿A qué parece un cabaret? - La miré sorprendida. - No me pasa nada. Pero, de vez en cuando finjo que me muero para tenerlos a todos al retortero la noche entera. Con todo lo que heredarán de mi, bien puedo divertirme un rato jejejejeje - ¡Que jodía, abuelastra! - ¿Cómo supiste lo de mis amantes? - Lo dijo la abuela... - ¡Que tuna es mi nuera! Me cae bien... Dame un poco de agua... de esa no, que es agua... De la jarrita. Es chinchón jijijiijiji... ¿Brindamos? - ¡Naturaca, Momia!

viernes, 21 de noviembre de 2014

Con toda la ceremonia y el concierto de pitadas habitual, ha llegado la abuela a mi casa. En este caso ha entrada precedida por su suegra, la Momia que venía entusiasmada y elegantisima. Superaba en plumas, abalorios y brillos, a la abuela.

Las pestañas, milagrosamente, habían crecido dos centímetros por lo menos desde la última vez que la vi. La cara aparecía planchada, sin arrugas y sus labios, rosa chicle, aparecían jugosos. Andaba apoyándose en Geooorge, creo que para no perder la vertical a causa del taconazo de sus botines de charol. No pude por menos que exclamar: - ¡Abuelastra, estás estupenda! - ¿Verdad que me ha quedado muy bien la restauración que me han echo? - ¿Has ido a Lourdes? (dije entusiasmada) - ¡No! Al mismo milagrero que la vicepresidenta del Gobierno de Zapatero, María Teresa Fernández de la Vega.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaa! (la Cotilla se calló en seco)... ¿Quién es esta... ¿La Momia? - Os invito a celebrar mi supervivencia... - ¿Eso quiere decir: a comer? - Y lo que se tercie (dijo la abuelastra, encantada)
- ¿Qué dices que celebramos? - Ha muerto la Duquesa de Alba... y era más joven que yo jejejejejeje - Más que usted lo es cualquiera (dijo la Cotilla en plan piropo) - Presumía de sus muchísimos títulos y yo de mis años. Cuando se lo comentaba me decía: ya te cogeré pero le ha salido el tiro por la culata... En lo único que me ganó fue en maridos. Eso tengo que reconocerlo. - "No puedo entender como, en una vida tan larga como la suya, solo tuvo uno" - Por pereza. Hasta que no me hice mayor no me gustaba cambiar nada de sitio. Luego sí. Y ahora no paro... No cambio a mi hijo porque ya me he acostumbrado a verlo jijijiiji... Hay otra cosa en la que le gané jijijijiji... Ay, me da reparo decirlo jijijijijijijiji... - "Venga, suéltalo, suegra" - No sé, no sé... ¿Me prometes que no se lo dirás a Andresito? Le daría un patatús si se enterara. - "Lo prometo... ¿No me digas que es lo que me imagino?" - Pues, síiiiiiiiiiii jijijijiji... ¡Me estoy poniendo colorada! - La Cotilla y yo la mirábamos atónitas. - ¿De qué habláis?

- "¡Enhorabuena, suegra!" - ¿Qué pasa, abuela? - "¡La Momia ha tenido más que la Duquesa!" - ¿Millones? - "¡Amantes!" - Y todavía tengo (su sonotone acababa las pilas y no escuchó bien a la abuela) Te voy a regalar uno (me dijo) - "¡Nena, por fin tendrás un bisnietoooooooo!" - No sé que decir... ¿Tiene muchos años ese amante? (no las tenía todas conmigo) - ¿Que amante? - El que vas a regalarme. - La mujer quedó petrificada - Nena, yo no hago estas cochinadas - Su expresión ahora era seria. - Lo necesitas más de lo que creía. Toma, pecadora- Y depositó en mi mano un rosario de coral que tenía la pinta de ser muy antiguo.

Mientras la Cotilla corría a por el chinchón, la abuela indagó: - "Así que, a lo que tu ganabas a la Duquesa era coleccionando rosarios..." - Si. Tengo miles... Andresito no quiere que gaste dinero en esas cosas. Dice que despilfarro el dinero... pero no puedo contenerme: rosario que veo, rosario que compro.



jueves, 20 de noviembre de 2014

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaa! ¿Ha venido tu abuela? - Ni está ni se la espera. - Cuidado con faltarle que ahora es bruja jejejejejeje... - Brujas son las dos. Tendría que denunciarlas. - ¿Se lo contarías a Bedulio? jajajajajaja Saldría corriendo y no pararía hasta cruzar los Pirineos. - ¿Me ha despertado para nada? - Para nada, no, alma de cántaro. Para preguntarte si está tu abuela. - ¡Lárguese de una vez! - Díle que tengo parte de la mercancía que me encargó.

A la hora del desayuno senté a Pascualita sobre el frutero y le conté lo que la abuela había echo conmigo mediante el vudú. Y aunque estoy segura de que no se entera de nada, la sirena hizo la señal de OK con sus deditos. - ¿Qué quieres decir con ésto?... ¿Qué te parece bien?... ¿Te gusta que sea una bruja?... ¿Quieres que te lo haga a ti?... ¿Quiéres que te enseñe? ... No sé si sería buena idea... ¿Cómo son los seres que viven en tu hábitat: liberales, conservadores, fanáticos religiosos, pasotas... Es que depende de las tendencias de la mayoría, convendrá o no, que aprendas esas cosas para cuando vuelvas a tu hábitat, Pascualita.

La sirena me miraba fijamente, sin parpadear, con sus pelos de alga tiesos y esmirriados sobre la cabeza. Supuse que debía aclararle los conceptos. - Si en la Edad Media, a la abuela se le hubiese ocurrido hacer vudú, la hubiesen quemado en la hoguera... (se puso bizca) ¿No sabes qué es una hoguera? Pues como una falla valenciana, solo que los ninots eran personas de verdad... Claro que a ti, en el fondo del mar, que te vayan dando hogueras... - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaa! ¿Ha venido tu abuela? - Pascualita pasó volando, por detrás de la Cotilla, cuando la lancé hacia el water del comedor.

- ¿Qué lios se trae con la abuela? - Se sentó a la mesa de la cocina a esperar que le pusiera el desayuno y cómo me interesaba que me contara lo que pasaba, lo hice. - Se te han quemado las tostadas (gruñó) Que poco provecho vamos a sacar de ti. Hazme otras. - Las venas de la cabeza me latían con fuerza y todo lo veía rojo. Solo matándola me libraría de la congestión que me oprimía pero, contra todo razonamiento, hice más tostadas. - ¿Trae la mercancía? (dije acordándome de sus palabras del amanecer) - Me miró perpleja
- ¿Estás en el ajo? (preguntó par asegurarse) - Desde el primer momento ... Enséñemela. - Sobre la mesa del comedor  dejó una bolsa de basura - ¿Qué contiene? - Pero ¿no estabas en el ajo? - Tengo mala memoria - Las uñas y los pelos que me encargó para sus ensayos de vudú. - Se me revolvió el estómago. - ¿De quién son? - Yo qué sé. Me he limitado a recoger la basura de una peluquería unisex.

Al entrar, la abuela se dirigió a la Cotilla - "¿Tienes la mercancía? Por mi parte debo decirte que tengo a Geooooorge en mis manos. Tengo pelos y uñas suyas. Incluso un kleneex sucio" - ¡Puag! ¿Por qué? - "Los fluídos corporales también valen para mis entrenamientos" - ¿Y si matas a alguien, abuela? - "Eso no sucederá... pero si sucediera ¡¡¡Me darían diploma y banda en mi escuela de vudú!!!"

miércoles, 19 de noviembre de 2014

- "Nenaaaa... nenaaaaaaaaaaaaaaaa..." - ¿Hummm?... zzzzzzzzzzzzzzzzzzzz. - "¿No estás bieeeeeen?" - Noooo zzzzzzzzzzz - "Jijijijijijiji... ¿En serio?" - Sí, abuela. Déjame dormir que estoy fatal zzzzzzzzzzz. - "Te duele la garganta?" - Si... - "jijijijijijijo... ¿Y la cabeza?" - Sí... - "¿Toda? Con lo cabezona que eres necesitarás una tortilla de aspirinas jajajajajaja... ejem. ¿Tienes fiebre?" - ¡Sí. Tengo fiebre y tiritonas. Estoy fatal. Me mueroooooooo. Se me han acabado los kleneex y cuando creo que ya he agotado todas las existencias de mocos, resulta que sigo echando. - "¡Estupendo! jajajajajajaja" - Y por lo visto, tengo visiones y oigo a mi abuela riéndose de mis desgracias. - "No es una visión. Estoy aquí, contigo, porque ayer no te ví y le he dicho a Geooorge - "Vamos a ver lo que le pasa a la pazguata de mi nieta jejejejejejeje ¡Y te pasaba algo!" - Estaba en la cama luchando por mi vida... ¿A qué vienen esas risas?

- "¡Estoy felíz porque mi método ha funcionado! Me estoy preparando por si tengo que mandar a tu abuelito al otro mundo. Esta vez no usaré el mejunge de la Cotilla porque las ciencias han adelantado mucho y podrían descubrirme. Tendré que usar un método incoloro, inoloro e insípido..." - ¿Te lo cargarás con agua? - "Es un modo de hablar, boba de Coria... Le haré vudú. Conozco a una santera cubana, que se fuma unos puros como de aquí allí. Como ahora soy rica, le compro los mejores del mercado y la tengo contenta. Por eso se ofreció a enseñarme a hacer magia negra" (Me estaba temiendo lo peor)- ¿Has echo magia negra conmigo? - "¿A qué ha sido guay? No pensé que hubiera aprendido tan deprisa. Lo único que llevo mal es fumar esos coíbas y lo de rebanarle el pescuezo a un pollo ¿qué ya me dirás tú que culpa tiene el pobre? He solucionado el problema contratando un carnicero porque con Geoooooorge ha sido imposible. Se ha negado en redondo y me ha llamado toricista el tío. Y yo a él zorrista. Vamos, hombre, con la parafernalia que montan en su país para cazar un triste zorro. Amenacé con extraditarlo. Dije que pondría en pie a la ciudad para que saliésemos todos, de manifestación, con pancartas, pitos y sirenas a reivindicar Gibrarltar español. Pero se limitó a tomarse un té con pastas, dedo meñique en alto" - Me das miedo, abuela.

- "No sabía con quien practicar mis recién estrenadas artes de brujería cuando, un día que estuve aquí y gracias a lo guarra que eres, encontré encima del lavabo, tus uñas cortadas. Y bastantes pelos en el peine. Me los llevé he hice la prueba que, como has comprobado en tus carnes, funciona" - ¿Por qué no empezaste con Andresito? - "¿Y si hubiese salido mal? No, no. Es mi marido... y aguantaré un poco, a ver si el solo soluciona el problema" - ¿Quieres que se muera en paz? - "Si no tarda mucho, si" - Abuela ¡Te odioooo!


lunes, 17 de noviembre de 2014



- "Vamos a El Funeral. Mª Carmen Alcázar presenta su libro: Galatzó. Con portada de Pau..." - ¡Ah, sí! fui una vez de excursión y... - "No es de excursiones" - ¿El qué? - "¡El libro!" - Pero allí se va de excursión... ¿no? ... ¿Por qué viene Pascualita? - "Para que, si un día vuelve a su hábitat, sepa como se hace la presentación de un libro" - ¿Y tengo que llevar yo el termo de los chinos colgado al cuello...? - "Qué cruz tengo contigo"

Lo que pasó después rozó el esperpento. La cafetería estaba de bote en bote. Había bastante gente pero la mayoría del aforo eran clientes habituales que, en cuanto vieron a la abuela, levantaron los brazos haciendo aspavientos para saludarla. Me di cuenta de que llegábamos tarde porque la autora estaba, en ese momento contestando a las preguntas del presentador. Se la veía tensa y concentrada en lo que tenía que decir y la actitud de la abuela, que se paseaba entre las filas de sillas repartiendo besos, saludando a unos y a otros con la misma gracia que la Reina de Inglaterra, no ayudaba a calmarla. Por último alguien le dijo que se sentara a lo que ella respondió con un claro: ¡Grosero!

Se había echo el silencio, que ella interpretó a su manera y dirigiéndose a la autora, que se sujetaba las gafas, caídas a causa del sudor que le recorría la cara, dijo: "Puede empezar el acto" - La clá de El Funeral aplaudió con ganas mientras Conchi, su querida amiga, dejaba oir Paquito el chocolatero a través de su móvil.

Para rematar la faena, mi vecino de silla agarró el termo de los chinos diciendo: Estoy sediento. Y antes de que pudiera evitarlo, se tomó dos tragos de agua de mar, que le supieron a rayos, al tiempo que Pascualita, que entró de cabeza en la boca del pobre hombre, al encontrarse con la carne blanda de la lengua, la mordió sin compasión. Y se armó el belén. Todo fueron carreras, gritos, sillas caídas, lloros, saltos, risas de los que creían que todo formaba parte del espectáculo... Y ahí estaba Mª Carmen, impávida, poniendo al tiempo buena cara, contestando a las preguntas de Pau, tan concentrado en su papel de entrevistador, que no se enteraba de nada.

Finalmente, todo terminó bien porque de lo que se trataba era de vender libros y las colas para recibir una dedicatoria, fueron largas, aunque bifurcadas: la más larga para la autora. La otra para el dibujante y la más jaranera, para la abuela que había triunfado con su "espectáculo" Nadie se aburrió.

domingo, 16 de noviembre de 2014

- "Nena, se  ha muerto Rodrigo" - Di un respingo cuando la abuela me dio la noticia de sopetón. - ¡Ay. No me digas!... ¿Qué Rodrigo?... ¿Rato? - "¿Qué rato?" - Has dicho que se ha muerto. - "Sí, pero no hace un rato. Hace más" - La abuela se me quedó mirando con los ojos entornados, como hace siempre que quiere reirse de mi - "No tienes ni idea de quién te hablo" - ¿Cómo que no?... El ministro... ¿no? -  "Que duro es ser tu abuela"

Luego me explicó que el tal Rodrigo había sido uno de los primeros pretendientes que tuvo cuando empezó a frecuentar la cafetería El Funeral - "Era guapo (suspiró) con un bigotito estilo Robin Hood que le daba apariencia de don Juan. A mi me encandiló en seguida" - ¿Os hicísteis novios? - "Faltó poco. Menos mal que acabé descubriendo que era un encantador embaucador con las mujeres. Me dijo que tenía coche y no era verdad... Claro que, entonces no sabía la guasa que se gastaba Rodrigo jejejejejeje  Que tenía coche me dijo ¡ja! ¡Tenía un tacataca!... Cuando me enteré quise estangularlo lentamente pero, al ver su cara compungida, absolutamente falsa, me eché a reír. Tendría que apechugar con las bromas que quisieran hacerme los compañeros cuando se enteraran que el coche del que yo tanto presumía sin haberlo visto, siquiera, no existía",

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaa! La gente está mal de la cabeza ¡Muy mal! Han atacado a Greenpeace. Estas cosas me cabrean mucho porque son pacifistas. Solo luchan con su valor, manifestaciones, recogida de firmas, pancartas, sentadas. - "¿Han sido piratas somalís?" - Ha sido el ejército. - "¿Somalí?" - ¡El nuestro! Parecía una película de aventuras, con las lanchas enemigas pasando sobre los activistas hasta que,  finalmente, se han cobrado una baja. - "¿Por qué no me has avisado? Te hubiese acompañado al cine"

Andresito vino a buscar a su mujer. - Te invito a comer, guapa. - "¡Huy! Me va a pedir algo jejejejeje" - No seas mal pensada... Vamos a tomar Palma jajajajaja hasta que nos den las tantas - "Muy animado te veo.. Aquí hay gato encerrado" - Entonces la abuela se dio una palmada en la frente - "Tu no quieres que yo vea la tele porque los tuyos han vuelto a meter la pata hasta el corvejón. El ejército que pagamos todos, ha atacado a personas que defienden la Naturaleza...
Y defienden a Repsol, que es una compañía particular que hará prospecciones, ganará su buenos euros, estropeará las playas y nosotros tendremos, encima, que pagar las facturas del gas como un Monago cualquiera. ¡Niña, trae el chinchón!" - ¿Para brindar? - "Para quitarme el mal gusto de boca"

sábado, 15 de noviembre de 2014

- "Nena ¿los políticos son tontos?" - No conozco a ninguno, así que no te lo puedo... ¡¡¡Son las 3 de la madrugada!!! - "La hora no importa. Responde a la pregunta" - ¿Qué pregunta? - "¿Estás sorda?" - ¡No! Ya te he contestado. Buenas noches zzzzzzzzzzzzzzzz

Un rato después me senté en la cama, totalmente espabilada. Intenté dormir de nuevo pero solo conseguí dar vueltas y más vueltas en la cama hasta que la sábana de arriba pasó a ser la de abajo y viceversa. Finalmente, me levanté y fui a buscar a Pascualita para que me hiciera compañía mientras me tomaba un vaso de leche caliente. Pero a la sirena no le sentó nada bien que la molestara en pleno sueño y me atacó con su dentadura de tiburón por bandera. Afortunadamente, pude esquivarla porque estaba desveladísima. - Eso tendría que hacerle yo a la abuela. Morderla hasta el tuétano cuando me despierta a éstas horas (me dije a mí misma porque no tenía con quien hablar)

A las 8 en punto, hacía a penas media hora que había caído en un sueño profundo, fui zarandeada sin ningún miramiento por mi querida abuela. - "¡Despierta, que la Cotilla ha traído ensaimadas del contenedor del súper!" - Acudí a la cocina en plan zombi legañoso y mojé en el cola cao lo que creía que era una ensaimada, tan dura que casi me rompe un diente. Las risas de las dos amigas me molestaron - ¿De que año son las ensaimadas? - De ayer jajajajajajaja - Me extraña. - Es que tu estás comiendo galletas para perros jajajajajajaja ¿Están buenas? jajajajajaja.

Ya más calmadas, la abuela me preguntó si creía que los políticos son tontos - ¡Y yo qué sé! - Lo son (contestó la Cotilla) y no saben ni mentir. El Monago ese no para de poner parches a su primer discurso y cada vez se lía más. Me pregunto qué piensa su mujer de todo ésto, porque le ha tocado hacer un triste papel en ésta historia. Espero que lo haya cesado como marido después de haberle puesto las peras a cuartos o no tiene dignidad.

- "Cada casa es un mundo... Aunque no está de más tener preparado un mejunje por si hay que dar un escarmiento al pariente" - Y evitarse cornamentas no deseadas. Aunque se te vaya la mano como nos pasó a nosotras jejejejejeje - "Ya lo dice el refrán: a grandes males, grandes remedios"

Cada vez que sacan el tema de mi primer abuelito, no puedo evitar escandalizarme. - Tendría que denunciaros. - "¿Por mandarlo a Mejor Vida? jijijijijijijiji Pero si estará tan ricamente allí" - Llamaron a la puerta y allí estaba el Municipal, sudoroso y pálido. - ¿Qué pasa, Bedulio? - Lo he oído todo por vuestra manía de hablar a gritos. - "A qué te refieres, amigo" (la voz melosa de la abuela le puso los pelos de punta y retrocedió unos pasos hacia la escalera ) - La Cotilla fue más rápida y cerró la puerta de golpe dejando al Municipal entre la pared y las dos amigas. Les gustan las situaciones arriesgadas, por eso la abuela preguntó - "¿Quieres unas croquetas... con un mejunje de mi invención?" - No, gracias. Es... (tragó saliva) estoy de... guardia. - "No se lo diremos a nadie" - El sudor le corría cuello abajo mojándole la camisa. - En comisaría saben... que estoy... aquí. - "Pasa al comedor y estaremos más cómodos" - ¿Para qué...? - "¿No quieres un chinchón?" - El Municipal, que tragaba saliva sin parar, miró el wáter y la abuela, que se había dado cuenta, le apretó las tuercas. - "Piensas que es un sitio inadecuado para poner un inodoro ¿verdad?" - No... Dios me libre de.... criticar... - "Es para mi primer marido. Cuando viene a vernos le gusta sentarse ahí y hacerse la idea de que aún está vivo" - Bedulio respiraba con dificultad. Estaba al borde del infarto. Y entonces a Pascualita se le ocurrió ponerse a dar saltos mortales, salpicándonos a todos. Bedulio se desplomó cuan largo era, a nuestros pies. Al volver en sí le bizquearon los ojos pero, en cuanto tomó conciencia de lo que había pasado, corrió hacia la salida. La abuela le gritó - "¿No te despides de mi primer marido?" - Por toda respuesta oímos un portazo que hizo temblar las paredes.

viernes, 14 de noviembre de 2014

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaa! Mira lo que traigo: papeles. Había montones de folios en un contenedor de basura y me he traído los más presentables. - ¿Y ese carrito de la compra? - Lo necesitaba para transportar todo ésto. No tienes ni idea de lo mucho que pesa el papel. - ¿También estaba en el contenedor? - No. Lo llevaba una mujer que hablaba por los codos con una amiga y se lo he cogido. - Sin permiso, claro. - Me pareció de mala educación interrumpirla.

_ ¿Qué hará con el papel? ¿venderlo para llegar a fin de mes? - No. Le sacaré más provecho. Escribiré una novela. Editarán miles de ejemplares, se venderán y me haré rica. - ¿Me regalará uno? - Te lo dedicaré una vez que lo hayas comprado. - ¡¿Qué?! ¿Tendré que comprarlo? ¡Valiente egoísta! Se pasa los días comiendo de gorra en mi casa y ahora resulta que no piensa regalarme la novela ¡Ya se está marchando al comedor social!

- "Te  he oído desde la calle. ¿Estás echando a mi amiga a la calle?" - La abuela había aparecido de repente y me asusté. - ¿De dónde sales? No oigo el pito de los coches. - "He venido a pie porque tengo que hacer ejercicio. He visto un vestido de lentejuelas, verde loro y me lo voy a comprar para Navidad. Es entallado, con un escote atrás, que va desde la nuca hasta el final de la espalda. Una maravilla. Y tengo que caber en él... ¿De dónde has sacado tantos folios?" - Son para escribir una novela y salir de pobre de una vez. - ¿Quién la escribirá? - Yo. - ¡Y no piensa regalarme un libro. Quiere que lo compre! - "¿Qué libro? - El que escriba. - "Cada vez que abres la boca me lo confirmas" - ¿El qué? - "Que cada día que pasa eres más tonta ¡Pero si no lo ha escrito y ni siquiera sabe de qué irá el argumento, alma de cántaro!"

- Sí que lo sé (a la Cotilla se la notaba ofendida) Tratará sobre... humm... estoooooo... el chinchón... - "Nena, trae la botella ¿no ves que necesita inspiración?" - Después de tres copas la historia se le representó más nítida. - El tema será... la vida de un chino que ni es chino ni es nada porque nació aquí y no habla ni media palabra de chino... Habla mallorquín jajajajajaja y en vez de decir Cuento Chino dice Cuento Mallorquín... Le gusta el chinchón... Y el fútbol porque no se perdía ningún episodio de Oliver y Wengi. Es hincha del Baleares y no sufre cuando pierden porque, como buen chino, es filósofo y suelta paridas continuamente... Nena, pónme otra copita a ver si se espabila la musa...¡hip!

Para que no se le fuera de la cabeza lo que nos había dicho, cogió un folio y lo escribió. Quedé alucinada al verla mojar con saliva la punta del bolígrafo. Una hora y media después dio por terminado el apunte. - Quiero ser la primera en leerlo - Y le arranqué el papel de las manos. - Piensa que hay que perfilarlo un poco (fue la primera vez que no la vi muy segura de sí misma) - Después de echarle una ojeada, dije: - Creí que lo escribiría en castellano o en catalán. Nunca en arameo. - "Trae aquí el papel ¿a ver si ahora resultará que no sabes leer? (se enfadó la abuela) Aquí dice: El jico era zino pero no. No javlava zino niná y le justava er jubol balearesporqueera ajuly blanqo el yersei... ¿Esto qué es? ¡No entiendo nada!" - Cuanta incultura siento a mi al rededor (dijo la Cotilla en plan pedante) Me voy a donde se entienda la profundidad de mi prosa. - "Sí, anda, ves. Y buscad bien porque debe estar muuuuuuuuuy profunda"

miércoles, 12 de noviembre de 2014

- "¡Corre. Cierra la puerta que viene Andresito!" - Di tal portazo que las paredes se quedaron temblando - "¡Espera que también viene Geoooorge!" - ¿Cómo quedamos? - "Déjale que entre y vuelve a cerrar" - Un Geooorge con la nariz roja y los ojos bizcos a causa del golpe recibido, me hizo reír a carcajadas - Mi no ver gracia (refunfuñó) - Que poca correa tienes, hijo jajajajajajaja.

- "Hemos venido corriendo porque Andresito a vuelto a las andadas. Ha habido otra redada y han caído muchos de su cuerda. Teme que haya vuelto la Inquisición y les hagan desfilar con los sambenitos puestos" - ¿Tiene intención de refugiarse de nuevo aquí? - "De intención, nada. Viene a quedarse. Tardará un poco porque le he cogido el rolls royce para avisarte de la que se te viene encima" - ¿Por qué no se va con su hijo? - "Porque te ha cogido cariño" - ¿Seguro que es por eso? - "Y también porque, en una casa obrera cómo ésta, a nadie se le ocurrirá buscar a un potentado" - Eso ya me lo creo más.

Llamaron a la puerta y me negué a abrir hasta que un vozarrón dijo desde el otro lado: - ¡¡¡POLICÍA. ABRAN!!! - ¿No decías que no le buscarían aquí? - Mientras los agentes registraban mi casa, llegó Andresito sin apenas aliento - ¡Vete que te están buscando! (le susurré nerviosa) - Entonces llegó la Cotilla - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaa! ¡Cuanta gente! ¿Se quedan todos a comer? - Son policías que están haciendo su trabajo. - ¿Te ha denunciado el vecino de arriba por hacer ruído? - No (la Cotilla me estaba poniendo de los nervios porque lo dijo mirando a uno de los policías) - ¿Buscan a Andresito? Ha entrado en el trastero de la terraza, agentes. - ¿Quién? (dijo el que mandaba el grupo? - El corrupto que buscan - ¡¡¡COTILLA!!!

Pero nadie fue a mirar en el trastero. Entonces la abuela, enfrentándose a su amiga, le hizo el gesto de cortarle el cuello. - ¡¡¡Me quiere matar, agentes!!! - Señora, déjenos en paz. - Pero... pero... apenas me pagan pensión para que ustedes cobren un buen sueldo ¡Y se quedan tan panchos mientras me amenazan de muerte delante de sus narices! ¡Justicia. Quiero justicia! - Tenga, Cotilla, un chinchón ¡y cállese!

- Aquí hay algo raro, sargento. Un water en el comedor. - Ya lo he visto. Pero no podemos detener a nadie por tener mal gusto decorando su casa. -¡Venga a la salita, sargento! - El policía contemplaba boquiabierto el altar de los Amigos de lo Ajeno. Se dirigió a mi: - ¿Qué hace ésta mamarrachada aquí? - No tuve tiempo de decir que no era mio porque, la vecina saltó como un tigre de Bengala hacia el hombre, que no se esperaba un ataque y menos que un vejestorio semejante - ¡Primero no me defiende y ahora insulta a mis gurús! Déme el número de placa que le voy a meter un puro que se caga!

Se la llevaron detenida y esposada. Salimos al balcón. Al vernos gritó: ¡No tengáis prisa en pagar la fianza, que allí comeré gratis! - Luego supimos que los policías habían recibido un soplo de que, en un piso de la finca, vendían drogas.

Durante un rato comentamos las incidencias que acabábamos de vivir y solo caí en la cuenta de que Andresito se quedaba en casa cuando me percaté de que estaba a mi lado en el balcón mientras despedíamos a la abuela y Geooooorge, que se iban camino de la Torre del Paseo Marítimo... ¡¡¡SOCORROOOOOOOOO!!!

martes, 11 de noviembre de 2014

La tarde se ha ido oscureciendo mientras las nubes, cada vez más negras, amenazaban lluvia. Y como no me gusta pasar las tormentas en soledad, he cogido a Pascualita y me la he llevado al sofá. Me he acurrucado echa un ovillo y nos hemos tapado con una mantita suave... Entonces he pensado que podríamos tomarnos un cola cao caliente. Así que he dejado a la sirena en el sofá y he ido a prepararlo... luego he vuelto a la posición de ovillo delante de la tele... Pascualita ha saltado, de repente, cayendo dentro del vaso y poniéndolo todo perdido - ¡Jopé, con el bicharraco!

He vuelto a dejarla en el sofá. Me he llevado la manta para quitarle las manchas. He cogido una bandeja y una nueva mantita que he tirado sobre Pascualita para que no siguiera saltando... entonces se me  ha antojado pan tostado y de paso, hacer pipí.... Así me he pasado un buen rato, yendo y viniendo del sofá a la cocina, al baño, a la cocina, al sofá, a la cocina... por fin me he sentado en el sofá... y he vuelto a levantarme porque no encontraba el mando de la tele. Estaba bajo la mantita, junto con la sirena que empezaba a estar de un humor de perros.

Hemos merendado en una paz tensa. Mientras Pascualita ha tenido para comer, todo ha ido bien pero al acabar ha recordado que estaba enfadada y ha saltado hacia mi con los dientecitos de tiburón por delante ¡Que rencorosa y desagradecida es! Menos mal que la sé torear y ha pasado sobre el sofá yendo a estrellarse contra la pared. ¡Que risa me ha entrado! Por poco se queda mellada de por vida. Hubiese sido un espectáculo siniestro con lo fea que es.

Mis risas no han mejorado su humor y ha vuelto al ataque pero yo tenía preparado el periódico y he echo un saque como los de Nadal. Esta vez ha ido a parar al pasillo que lleva a la calle. Yo reía a carcajadas cuando he oído abrirse la puerta. - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaaa! (menos mal que la Cotilla se anuncia y pude coger a la sirena con la manta e hice un lio con ella) - La vecina traía la cara roja y los ojos chispeantes - ¡Necesito un famoso! Me da igual que sea torero, cantante... lo que sea, pero famoso. - ¿Y esoooooo? - Para llegar olgadamente a fin de mes. Y que me eche un polvo glorioso con resultado de niño,  para que pueda vivir del cuento como hacen otras. - Viviría usted como una reina. - Si con lo tonta que eres ves que tengo razón, es que el plan es bueno- - (Pasé por alto el insulto y me tiré a fondo) - Mejor que el de las que van estrujando el jugo a sus hijos por los platós porque lo suyo sería ¡un milagro!

- ¿Por qué lo dices? - Porque es más vieja que la tos y lo de tener hijos hace tiempo que pasó a la Historia? - Cosas más raras se han visto (contestó la Cotilla poniéndose chula) Mira lo de la paloma que dejó preñada a la chica, sin ir más lejos. Que ya era raro aunque, en aquellos tiempos, vete tu a saber pero ¡es que, encima, era hembra el animalito! - Si superase eso, Cotilla,  podría echarse a la bartola hasta el fin de sus día y comeríamos en su casa todos los días. - ¡Ni hablar del peluquín! No me gusta la gente aprovechada y tu lo eres. - ¡Que egoísta! Me dio tanta rabia que, sin pensarlo, le pasé la manta con Pascualita dentro. - ¡Ponga ésto en su sitio y ganese el café de la tarde por lo menos! - Enfurruñada, estrujó la manta contra su pecho y empezaron sus gritos gritos, las carreras y los hinchazones... Que bonita es la venganza (me dije) y me serví una copa de chinchón para celebrarla.

lunes, 10 de noviembre de 2014

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaa! ¿Cómo está tu abuelito? - Mejor. Creo que hoy le darán el alta. - Vaya, que mala suerte. - Querrá decir, BUENA. - ¿Dónde está la buena suerte de tu abuela? Si hubiese enviudado heedaría los bienes de su marido y como viuda rica y todavía de buen ver, tendría un montón de moscones a su al rededor, riquísimos ¡Eso es suerte! Incluso a ti y a mi nos hubiese ido bien porque podríamos aspirar a quedarnos con alguno de los que desechara ella. - Fui a protestar pero la Cotilla no me dejó. - Metete en la cabeza que ya tienes una edad y estás a punto de que se te pase el arroz, así que no vayas haciéndole ascos a nada, sobre todo si ese "nada" tiene la cartera llena.

Que poco romántica es ésta mujer... aunque, en el fondo, tiene razón. - Se abrió la puerta de la calle y entró Geooorge con el abuelito en brazos, seguidos de la abuela con cara de pocos amigos. La Cotilla me comentó en voz baja - ¿Qué te decía yo? Le ha sentado mal no quedarse viuda.

El mayordomo fue a depositar a Andresito en el sofá de la salita pero le grité: - ¡Noooooooooo! que luego no cabremos todos a la hora de la siesta. Ponlo en la cama de la abuela - Allí estaré solo (se quejó el enfermo pero no le hicimos mucho caso) - "Geooooorge, ves a comprar unos pollos al ast y comeremos aquí" - Yo no quiero pollo (protestó Andresito desde su cuarto) - "Valeeeeeee" - Que abuelito más tiquismiquis tengo... ¿qué comerá? - "Pollo al ast" - Pero si ha dicho... - "Que diga  misa"

- "¿Habéis la historia del presidente de Extremadura? Demuestra que se coje antes a un mentiroso que a un cojo,  Monagro se echó novia en Canarias y la visitó treina y tantas veces en su isla" - Se dejaría un pico en viajes. "Se supone pero, como lo pagó de su dinero, allá penas" - ¿Seguro que lo pagó de su bolsillo? No acabo de creérmelo - "Mujer de poca fe. Dijo que no estaba en política por dinero" - Será el único. - "La cosa se salió de madre porque la oposición quiso ver las facturas y en lugar de enseñarlas dijo que devolvería el dinero" - ¿Qué dinero? - "El de los billetes" - ¿No dices que estaban pagados? - "No lo digo yo sino él" - ¿Tu entiendes algo? - "Saco conjeturas" - Hablando de sacar, saca el chinchón y le damos unos tientos. - Después de tromarnos dos copitas cada una, la abuela retomó su historia. - "Pienso que ha querido ser más chulo que un ochoy habrá dicho ¿no me creéis? Pues ahora vuelvo a pagar los viajes a Canarias. - Todo un personaje. - "Eso parece" - Yo más bien creo que es tonto (dijo la Cotilla) - ¡Ya estamos! en cuanto alguien hace algo distinto, es tonto. - Pues a mi me parece que el tal Monagro es de su gremio, Cotilla. - ¿Del club de los amigos de lo Ajeno?- "A ver si no"

El abuelito comió pollo y se quedó en cama. En justa venganza, no dejó de quejarse todo el tiempo hasta que la abuela, cansada de oírlo, se asomó al cuarto con la cartera de su marido en la mano y le dijo: - ¡"Esto es un atraco! O te callas o te la límpio mientras sigo comprándome cosas" - Pasamos una tarde muy trnquilas.

domingo, 9 de noviembre de 2014

Esta madrugada han ingresado a Andresito en urgencia. Le ha dado un telele de mucho cuidado. La abuela me ha llamado, asustada, para que la acompañara al hospital - ¿A éstas horas? - Que manía tiene la gente de despertarme cuando estoy en el mejor de los sueños ¡Y para ir al hospital! Ni que yo fuera médico. - ¿Qué pinto allí? ¿No te basta con las enfermeras que habrá de guardia? ... Vale, ya voy. - Reconozco que la amenaza de quedar desheredada ha influido en mi decisión de acudir a la cabecera del enfermo.

Aún no habían sacado al abuelito cuando llegué al hospital y aproveché para echar una cabezada porque el sueño me podía. - Un fuerte codazo en las cosquilla hizo que me sentara bien recta, guardando la compostura. Un médico se estaba acercando. Traía el semblante muy serio y nos temimos lo peor - "¿Ya soy viuda, doctor?" - preguntó la abuela. - No, pero ha faltado el canto de un duro. - "Gracias a Dios porque no he traído ropa adecuada" - ¿Qué ha pasado para que su marido llegara aquí gravísimo? - "¿Qué quiere que le diga?... Tal vez se deba a la sorpresa que le di. Era nuestro aniversario de boda y me hizo un regalo digno de una reina... La tarjeta de crédito recibió un buen arreón pero valió la pena porque no tiene ni idea de cómo me sienta todo... Yo soy muuuuuuuy agradecida, doctor y se lo demostré a mi marido con una noche loca, frenética... hasta le pedí que hiciera el salto del tigre desde lo alto del armario, pero como es empotrado, se subió a una escalera de mano y se tiró en plancha sobre la cama. No estuvo muy afortunado en la puntería y se dio un costalazo contra el suelo.

Bufaba como un toro ante un capote. La sangre corría por sus venas como un caballo de carreras desbocado debido, supongo, a las tres o cuatro pastillitas azules que se tomó con whisky para que hicieran más efecto" - El médico la miró atónito. - ¿Abusa de la viagra su marido? - "Nunca usamos esta palabra. viagra, porque es denigrante para él y no quiero que se sienta como un trasto viejo que solo funciona a base de pilas alcalinas, así que las llamamos "pastillitas azules" - Cuántas toma al mes - "¡Huy, yo que sé! un montón porque mi Andresito es hombre de misa diaria... Ya me entiende" - El médico no sé, pero yo no entendí nada. - No sabía que el abuelito era tan religioso ¿Y qué tienen que ver las pastillas azules con el ir a misa? Tengo entendido que son más propias para ir a la cama que a la iglesia. - "Perdónela, doctor, porque ya nació así de tonta ésta nieta mía"

Nunca había visto a la abuela ponerse firmes delante de un hombre, por eso me sorprendí viéndola en actitud sumisa mientras el médico le echaba una bronca de campeonato. Luego, sin esperar a ver a Andresito, dejamos la clínica para ir al ambulatorio donde trabaja el Médico (hijo de Andresito) - "¡Quiero una segunda opinión profesional, nene! (gritó la abuela en cuanto lo vio) Mira éste informe ¡Tu padre no podrá hacer nada, N A D A! ¡Ni alcohol, ni sexo ni rock and roll! ¿Qué nos queda entonces, morirnos? ¡Ni hablar! Yo aún soy joven. No puedo enterrar mi vida, lo diga quien lo diga. El tren de la juventud solo pasa una vez y no pienso desaprovecharlo" - Cuando la abuela se pone melodramática no hay quién la aguante. - Te recuerdo que estás en el humbral de los 90 años... - "¿Quién te ha dado vela en éste entierro, majadera... Creo que ésta noche tomaré un chinchón con Manolo Urbina... el banquero jejejejejeje Acabo de darme cuenta de que tenemos más cosas en común de lo que muchos creen"                                          

sábado, 8 de noviembre de 2014

La abuela ha entrado en casa seguida del mayordomo que cargaba un montón de bolsas de las mejores, y más caras, tiendas de Palma. - Parece que has tirado la casa por la ventana... ¿qué pasa? - "Luego te lo cuento. Primero mira las maravillas que he comprado. Tirar de tarjeta sin pasar pena me provoca orgasmos en serie"  - ¡Abuela, que está el Unitetillo presente! - "¿Acaso las inglesas no tienen orgasmos?" - ¡No digas más esa palabra que me da vergüenza! - "Pero si no sabes lo que es eso, alma cándida"

Abrió las bolsas y sacó faldas, vestidos, complementos, abrigos, zapatos de tacones imposibles... Por último me enseñó un anillo con un gran zafíro rodeado de diamantes. - ¡Un momento! ¿Dónde he visto este anillo? - "Te lo estoy enseñando" - Me suena... me suena... ¡El de Lady Di! Si fueras la Cotilla diría que lo has "cogido prestado"... Y siendo tú, también. ¿De dónde lo has cogido? - "De la vitrina de la joyería" - Di mejor de la embajada inglesa. - "Si quieres que lo diga, lo digo pero nunca he pisado esa casa. Me lo ha regalado Andresito... Todo me lo ha regalado mi maridito... aunque él no lo sabe" - ¿Te has gastado una fortuna sin consultarle? - "Los regalos son sorpresas" - Menuda la que se llevará el pobre.

¿A santo de qué son los regalos? - "Es nuestro aniversario de boda" - ¿Ya? - "Y como seguramente no se acordará... " - Porque no es la fecha (remaché yo) - ...me ha adelantado y evito que tengamos bronca cuando nos veamos... No me has dicho si te gusta todo ésto" - Me encanta pero me parece demasiado por un solo aniversario. - "De eso nada. Son 69... por cierto, nuestro número favorito" - ¿Os tocó la lotería con él? - "¿Es que te lo tengo que explicar todo, boba de Coria?"

- ¿Cómo que 69? Os casáteis el año pasado. - "Suma los años que estuve casada con tu primer abuelito, más el tiempo "vacío" entre una boda y otra, más los años de tonteo con Andresito y éste de matrimonio con él. Total: 69"

Mientras la abuela se contoneaba por la casa como una Naomi Campell blanca (y arrugada, ahora que no me oye) y cambiándose contínuamente para que yo viera como le sentaba la ropa, llegó Andresito. Y no lo vi bien. Estaba desencajado, tembloroso, pálido y con un sudor frío que le recorría el cuerpo de la cabeza a los pies. - ¿Está... está... tu... mi mu... mujer? - ¿La abuela? Haciendo un desfile de modelos por el comedor.

Cuando vio a su marido, de un salto se colgó de su cuello, pasando las piernas en torno a la cintura de Andresito, como si fuese una niña. Los afilados tacones apuntaban, directamente, a los riñones del hombre que se tambaleó y tuvo que sujetarse a la mesa - "¡Gracias, cariñoooooooooo. Graciaaaaaaaaaaaas! Nadie tiene un marido como el míooooooooooooooo! Mira que bien me sienta todo. Como un guante. Menuda suerte has tenido casándote conmigo. Todos tus amigos me desean locamente pero solo tú, amor mío, me tienes en exclusiva ¡¡¡MUAAAAAAAAAAAAAAAA!!! Anda, vámonos a casa que te voy a agredecer estos regalos como solo yo sé hacer"

Se fueron, pero antes tuve que darle unas cuantas copas de chinchón a Andresito para que se recuperara del soponcio que le dio al ver la tarjeta del banco ¡seca!

viernes, 7 de noviembre de 2014

Para cambiar de ambiente y estar cerca del mar aprovechando el día soleado, he ido a la Torre del Paseo Marítimo a comer. Andresito me ha saludado tan cariñoso como siempre pero yo he tenido que disimular. Soy rencorosa como Pascualita... ¿seremos familia? - Abuela ¿algún familiar tuyo fue pescador? - "Pues... Sí. Creo que mi tatarabuelo, Crucificado... ¿por qué?" - Por curiosidad... ¿Tuvo amores en cada puerto? - "Posiblemente, aunque por poco tiempo porque un día les pilló una galerna y el barco se fue a pique" -  Entonces  mi razonamiento no va desencaminado. - "No sabía que razonaras ¡Menudo descubrimiento!... ¿Me lo vas a contar?" - A veces me sorprendo cuando veo lo parecidas que somos Pascualita y yo... - "¿En qué? será en lo fea porque nadando no llegas ni a la esquina"

- Te hablo en serio. - "Yo también..."  - Tengo defectos que también tiene ella. - "Es verdad. Eres rencorosa y envidiosa" - Quizá la culpa sea de tu bisabuelo ( las finas cejas de la abuela se levantaron por el asombro) Tal vez, en el fondo del mar conoció a una antepasada de Pascualita, se enamoraron y tuvieron descendencia. Por eso ahora, Pascualita y yo compartimos estos defectos. - "Imposible que seáis familia. La sirena es todo eso pero de tonta no tiene un pelo y tu tienes una cabellera larguísima" - ¿Me estás llamando tonta? - "Con todas las letras. Mi bisabuelo no tenía branquias" - ¿Cómo lo sabes? - "Ni aguantaba un minuto bajo el agua." - ¿Estabas allí para dar fe? - "Ni tuvo amores con una sirena, alma de cántaro" - No lo sabes. - "¡Eso se hubiese contado en familia!" - Sería el secreto mejor guardado... Del mismo modo que Geoooorge sabe que Pepe es familiar suyo, yo sé que Pascualita lo es mía. ¡Escucho la llamada de la sangre!

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaa! - Esta mujer está hasta en la sopa. ¿Qué hace aquí? - He ido a tu casa y el vecino de arriba me ha dicho que estarías aquí... Yo me apunto a lo de la sangre. - "¿Te has echo donante? Tus transfusiones serán de chinchón" - ¡Ni hablar de pincharme! Lo que quiero es un plato de frito mallorquín con sangre. Hum, se me hace la boca agua. - La abuela, solícita con su amiga, mandó a Geooorge a la compra.

Cogí un poco de sangre antes de que la frieran y la guardé en una servilleta. En un momento en que todos hablábamos a la vez y nadie estaba pendiente de nadie, le pasé un poco a Pascualita, que estaba en el termo de los chinos, colgado de mi cuello. El sabor debió recodarle tiempos mejores en los que nadaba libre en el mar y tenía que cazar para poder comer. Dio una voltereta sin que pudiera evitarlo y cayó en el plato del frito. La sangre encendió su espíritu cazador . Había vuelto a sus raíces y ahora, lo sabía, conquistaría el mundo.

Solo la abuela y yo sabíamos que el torbellino que esparcía la comida por todo, era una sirena loca y neurasténica, que se creía Alejandro Magno. Andresito, asustado, llamó al mayordomo que cuando vio el jaleo pensó que se enfrentaba al Demonio de Tasmania y salió del comedor a paso de carga. Entonces el abuelito lanzó su servilleta sobre el extraño fenómeno que paró en seco su ataque. Luego alargó la mano y cogió al "bicho" envuelto en la servilleta. Antes de que pudiera abrirla, los dientecitos de tiburón se clavaron en sus dedos y el abuelito aulló de dolor. Mientras Geooorge se lo llevaba al ambulatorio donde trabaja el Médico, la Cotilla juntó todo el frito esparcido por el comedor y se sentó a comer. - ¿No le afecta lo que ha pasado? (pregunté) - ¡Ya lo creo! Ahora me toca más cantidad jejejejeje.


 


jueves, 6 de noviembre de 2014

Estábamos la abuela, la Cotilla y yo tomando chocolate caliente con buñuelos y manteníendo una conversación agradable, amena y tranquila. La abuela nos contaba que está preocupada por si un día se cruza con el ex Presidente Matas en la calle. - "En ese caso, me meteré por la primera bocacalle que encuentre, para no saludarlo, pero Andresito me ha dicho que no cree que venga por aquí, " - Pues yo lo pararía y le preguntaría por el palacete - "Ya no lo tiene" - ¿Ah, no?... Se habrá llevado la escobilla del water, con lo cara que le costó - NOS COSTÓ (repliqué) - Ya está tu nieta tirándose faroles... Vamos a ver ¿cuándo has tenido tu un billete de 500 euros, boba de Coria?

- Pues yo le pediría que me presentara a sus amigos por si un día los necesito si me cogen "limpiando" los cepillos de las iglesias. - Esta gente no mueve un dedo por algo tan insignificante, Cotilla. Y no creo que fuera a la cárcel por tan poca cosa - ¡¿Poca cosa?! este mes pasado gané 200 euros y el que viene iré a ver a los curas a pedirles el aguinaldo - ¡Encima! ¿Y qué les dirá? ¿Su ladrona oficial le felicita a usted las Pascuas? - Claro. Con buena educación se consiguen las cosas. - "Recuerdo que allá por los años cincuenta, el cartero, el basurero, el sereno, el guardia municipal y no sé que gremios más, regalaban una postal que llevaba dibujado a un hombre ejerciendo su oficio y a cambio, se les daba un aguinaldo" - Si funcionó entonces, por qué no ahora. (razonó la Cotilla) - "Porque era la posguerra y había muy poco que comer" - Ahora es la crisis y hay muy poco que comer (dije para que vieran que no hay tanta diferencia entre el pasado y el presente) - Geooorge podría hacer lo mismo y se sacaría unos euros extras.

La Cotilla se dio cuenta de que había tenido una idea genial y corrió al balcón llamando a gritos al Uniteillo - ¡Sube, corre! - Un asustado Geooooorge se plantó en el comedor en un abrir y cerrar de ojos. Se calmó cuando le explicamos de qué iba el asunto y dijo que se pondría, rápidamente, manos a la obra... y se pasó la tarde haciendo bocetos de cómo quería que quedara el original: Siempre a borde del rolls royce, con una sonrisa Profident, aparecía con distintos uniformes (No sabía por cual decidirse. Unas veces iba de Guardia Real. Otros de palafrenero de la carroza de su Majestad... Todo resultaba muy pomposo) - ¿Por qué no te dibujas, simplemente, como un chófer? - Estos uniformes ser bonitous. Y yo querer que sepan que soy brithis. - ¡Ya ves tú que cosa! Si fueras un oso polar conduciendo un rolls sería algo digno de ver, pero que un inglés conduzca un coche inglés no sé yo dónde está la originalidad - ¿Y a quién darás las postales? - A chóferes de bus y a vecinos con coche. Ellos siempre contentos de verme ¡Tocar claxón! - "¡Anda, tómate un chinchón, alma de cántaro! Tocan las bocinas, no por tí, sin porque se acuerdan de tu santa madre"

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Estaba en mi clase de natación cuando vi a la abuela en bikini, gorro y gafas, sentada en la grada esperando su turno para entrar en la piscina. La saludé con la mano - ¡No sabías que ibas a venir! - Se hizo la loca mirando para otro lado. - ¡Abuela. Estoy aquí! - Se puso a hablar con una compañera que acabó dándose cuenta de que la llamaba. Solo entonces y a regañadientes, me miró, pero solo de pasada y la vi negar con la cabeza. Insistí, mosqueada, hasta que no le quedó más remedio que acercarse al borde de la piscina. - ¿Qué pasa, abuela? - "No me llames abuela, que me avegüenzas"

 Me sentí ofendida - "Llevo un rato viéndo como te ahogas. Tragas tanta agua que tendrán que rellenar la piscina de nuevo. Pareces un pato mareado y encima te hinchas a patalear y no te mueves del sitio mientras el resto de las nadadoras van y vienen como cohetes ¿No me dirás que no es para estar avengonzada?" - Visto así... pero tendrías que apoyarme moralmente, darme ánimos. Decirme que no lo hago tan mal ¡Que soy tu única nieta! - "No me lo recuerdes"

Al terminar mi clase encontré a Geooorge, con el rolls roice aparcado en un vado, esperando a la abuela. Llovía a cántaros y le pedí que me llevara a casa pero un mayordomo inglés es un perro fiel y como no tenía permiso de su señora, ni siquiera parpadeó cuando me dijo que NO. - Entonces déjame entrar o acabaré calada hasta los huesos. - NO. - ¡Oye, bonito de cara, ya estás abriendo la puerta si no quieres quedarte sin la otra tetilla! (le grité, pero mis palabras quedaron ahogadas por el ruído de la lluvia)

Como no había nada que hacer y ya parecía una sopa, preferí mojarme un poco más a seguir implorando y me marché andando hasta casa. Allí me sequé y cambié de ropa, luego tomé un cola cao calentito y una aspirina para quitarme la tiritona, mientras le contaba a Pascualita lo que me acaba de ocurrir. La jaleo de cohes debajo de casa me anunció que había llegado la abuela. En cuanto entró le salté a la yugular - ¡Me estoy poniendo enferma por culpa del desgraciado de Geoooorge! ¡Dale una patada en el culo y mándalo a tomar té a su tierra! - La abuela me ignoró y se dirigió a Pascualita - "Hola, bonita ¿Quiéres que demos un paseito en mi coche y verás llover?" - Metió a la sirena en la cantinplora de los chinos y se fueron hacia la puerta. No me lo podía creer - ¿Por qué ella puede ir en el coche y yo no? ¡¡¡¿Por qué?!!! - "Porque ella sabe nadar" - Y desaparecieron tras la puerta del ascensor.

martes, 4 de noviembre de 2014

Una voz cascada ha contestado a mi pregunta escueta - ¿Sí? - cuando he cogido el teléfono. Al principio todo era carraspeos y chirridos. - ¿Oiga?... ¿Quién es? - No lograba entender nada. - ¿Sabes lo que te digo? ¡para tu madre, por si acaso! - Y colgué. Unos minutos después llamó la abuela - "¿A ti no te enseñaron modales en una escuela de pago, verdad?" - Ya sabes que no. - "¿Entonces porque le pierdes el respeto a tu bisabuelastra?. Primero la insultas y luego le das con el teléfono en las narices" - ¿Carraspea? - "Claro. Su garganta es tan vieja como ella, boba de Coria"

La Momia llamaba para invitarnos a comer... en mi casa. Quería celebrar algo con nosotras - ¿Y por qué no lo haces en la Torre del Paseo Marítimo? - Porque allí está Andresito. - Fue un buen argumento para mi. Preparé la mesa con el hule menos manchado y tapé las manchas con vasos, el salero, la cesta del pan... Me admiro a mí misma de lo eficáz que soy resolviendo problemas caseros.

A la hora convenida empezó el concierto de claxons debajo de casa. - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaa! Ya están aquí... ¿Dónde has puesto el water? (dijo la Cotilla girando en redondo) - En la salita. - Si no tuvieras la manía de llenarlo de agua podría servir de asiento para las visitas. - Geooorge entró cargado de bolsas y fue directo a la cocina. En un momento preparó ensaladas, entrantes y puso una mesa que era un primor. Para ello quitó el hule y los tratos estratégicamente colocados. Me miró con desprecio y tendió un mantel de hilo egipcio, blanco como la  nieve. Colocó cristalería de Murano, cubiertos de plata vieja y vajilla de la Cartuja de Sevilla... Y ahora ¿quién comía allí? ¿seríamos decapitadas, ipso facto, si hacíamos una mancha?

La comida fue exquisita desde el principio al final. Y me chupé los dedos, una y otra vez... porque no me atrevía a manchar la servilleta. Y bebimos champañ y solo champañ. Cuando después de varios intentos, la Momia consiguió ponerse en pie, el inglés le aguantó la copa mientras y ella habló : - Hace 92 años, yo era  un pimpollo que paseaba entre restos faraónicos dispuesta a ser de las primeras personas en ver el contenido de la tumba, recién descubierta, de Tutankamón... - La Cotilla me cuchicheó - ¿Al final cuántos años tiene ésta mujer? - Ni se sabe.

- Cuando Carter abrió el agujero en la pared y cogió la vela para ver qué había dentro, le di una patada en la espinilla, le quité la vela y fui yo quién la introdujo en la tumba. Y también quién  respondió a la pregunta de " ¿Qué ve?" de  Lord Carnarvon ¡Cosas maravillosas! exclamé emcionada. Ahí pude pasar a la Historia pero el Lord no se enteró de que fui yo quien respondio gracias a que llevaba una buena cogorza de brandy. Pero Carter, que siempe fue un envidioso machista, dijo que esa frase histórica la había dicho él, que para eso era el arqueólogo. - ¡Vaya! Hiciste bien en darle la patada, abuelita. (dije entusiasmada)  - Ahora brindaremos por aquel gran día... a pesar de que no pasé a la Historia - Brindamos y aplaudimos a la Momia hasta que no quedó ni gota de champañ. Estábamos felices y con una cogorza tan grande como la de Lord Carnarvon 92 años atrás.

lunes, 3 de noviembre de 2014


Me he paseado en bragas por casa. He mojado ensaimadas de anteayer en el cola cao. Me lo he bebido sorbiendo tan ruidosamente que el vecino de arriba a dado golpes con la escoba.  Me he chupado los dedos hasta el codo ¡Que rico estaba todo sin el abuelito al lado en plan inquisidor!

A mediodía, al poner la mesa para dos (a la Cotilla no me la quito de encima ni con agua caliente) he tirado los cubierto desde un metro de distancia y han caído como les ha dado la gana. La vecina ha intentado corregir sus posiciones pero no le ha dejado - Como los coloque,  no come. Estoy haciendo un acto de rebeldía y libertad. - Cómo quieras, pero los que han caído al suelo son los tuyos.

Cuando estaba la sopa de tetrabic en los platos, han llamado a la puerta. - Será algún moscardón que viene al olor de la sopa casera (dijo la Cotilla y me pareció notar un deje de guasa en esa frase) - Era el Municipal - Qué pasa, Bedulio ¿Tienes hambre? - ¿Ha cocinado tu abuela? - Servidora. - Entonces, no... he desayunado a los 8 de la mañana y aún estoy lleno. - Muy sutil por tu parte (¿notó el rencor en mi voz?) - Traigo más multas para tu abuela - Envíaselas a ella. - Es que... me dejaste preocupado cuando dijiste que tu abuelito estaba aquí como refugiado de la Justicia... He mirado sus antecedentes y no tiene... ¿Por qué le busca la Justicia? - No le busca. Ha sido "por si le buscaban" que se refugió aquí. - Eso es una tontería. Si fuera la Pantoja lo entendería... Lo que no entiendo es qué hace este water en el comedor. - Bedulio, me importa un bledo que no lo entiendas. - No me cuesta nada colocártelo dónde quieras. - Y sin encomendarse ni a Dios ni al Diablo, levantó el inodoro y se le derramó toda el agua encima, junto con los complementos de algas y demás cosas.

La primera reacción fue partirnos de risa. La Cotilla, que se estaba comiendo mi sopa porque ya había acabado la suya, se atragantaba. Cuando me sequé las lágrimas y miré a Bedulio a la cara, le vi pálido como la cera, con los ojos desorbitados y la boca abierta como si le faltara el aire - Algo se... mueve en ... mi... pecho... - ¡Que bonita declaración de amor, Bedulio! (dije emocionada) - Está... frío... - ¿Entonces no es el corazón que late desbocado por mi, pecho lobo? - Jajajajajaja ¡Como te descuides ésta te convierte en padre! (gritó la Cotilla) - Entonces vi la silueta de Pascualita a través de la camisa mojada del Municipal. Reptaba hacia la axila del hombre. No sabía que hacer. La sirena no debía llegar allí. Y dije - ¡¡¡Fiiiiiiirmes!!! - Y Bedulio se cuadró.

Le ayudé a quitarse la camisa mojada y coger de paso a Pascualita. Afortunadamente no había mordido a nadie. Probablemente dormía y no supo reaccionar cuando salió disparada de su "acuario" Saqué el chinchón para entretener a los "invitados" mientras metía a Pascualita en un taper con agua, en un armario de la cocina.

domingo, 2 de noviembre de 2014

Geoooorge aparcó el rolls royce en la parada del bús, más por costumbre que por fastidiar. Al fin y al cabo es domingo y no hay tanta frecuencia de autobuses. Cuando le hizo notar que había bastantes sitios libres en la calle, contestó que, como buen inglés, era dado a seguir las tradiciones.  - La rutina ser buena para no caer en la anarquía, así la vida siguir su cursou tranquilamente. - Pero tu has roto la tradición de los chóferes que, desde  hace años aparcan en su parada para no estorbar a los demás coches y ahora la anarquía la tienen ellos. - A mi solo importar MI tradición... ¿Poder tomar té? - Sigue la tradición y háztelo tu, bonito.

En la mesa de la cocina, las ensaimadas recién echas esparcían un olor tan apetitoso que no tardamos en dar buena cuenta de ellas. Guardé un trocito para Pascualita que no pudo desayunar con nosotros porque estaba Andresito... ¡Si es que nos tiene revolucionado el gallinero este abuelito mío! En cuanto vio a la abuela le preguntó, ansioso, si la habían seguido - "¿En serio? ¡que ilusión!" - Es una pregunta que te hago, querida. No una afirmación. - "Vaya. Me había echo ilusiones... Ni idea... Matas a salido de la cárcel ¿lo sabías?" - Estando la Cotilla por aquí, nos enteramos de todo. - "¿Qué hago si me lo encuentro por la calle?... ¿lo saludo cómo si tal cosa?" - ¿Lo conoces? ¿De qué? (Andresito estaba celoso) - "De la tele y los diarios... ¿De qué va a ser? Yo no tenía ni la fotocopia de un billete de 500 euros para alternar con él. Se los había quedado todos él

Llamaron a la puerta y me encontré con el Municipal, uniformado y con un sobre en la mano - ¿Vive aquí tu nuevo abuelo? - Vivir, no. Lo tengo refugiado de la Justicia. - Pues dale esto. (y me alargó el sobre) - ¡Ni hablar! No pienso cooperar para que lo metan en la cárcel. - ¿Qué ha echo? (preguntó, curioso, Bedulio) - ¡Yo qué sé! pero, como es rico... y a saber cómo ha logrado su fortuna porque no se lo he preguntado... - Son multas por mal aparcamiento de tu abuela... Por cierto  ¿hay rosquillas? No las he probado más buenas. - Lo siento mucho pero, desde que es rica, la abuela ha echo muy pocas veces. - Lo que hace tener dinero. Lo adultera todo - ¡Oye. Adúltera lo será tu madre! - Y le cerré la puerta en las narices.

- Avemariapurísima (dijo, con sordina, la Cotilla al entrar en casa) - "¿Estás afónica?" - Es por tu marido. No quiero que me eche más broncas. - De eso quería hablarte, abuela. Nos tiene a golpe de pito: eso no se hace, esto no se dice... ¡Esto no es vida! - Andresito entró en la cocina con el ceño fruncido - Nena ¿Cuándo quitarás el dichoso water del comedor? ¿Piensas tenerlo de florero?... ¡Geooooooge! coja el water y llévelo junto a los contenedores de basura. - ¡Nooooooooooo! (grité)

La Cotilla se acercó a la abuela - Igualito, igualito que tu primer marido... Esto terminará maaaaaaaal como no te lo lleves de aquí. Tengo preparado el "mejunje". En cuanto digas se lo echo en el café con leche... - La abuela quedó pensativa un instante. - "Todavía tengo que aclarar cosas de su testamento... Cariño, vámonos a casa que la cama sin ti, está muy fría" - ¿Y si me detienen? - "Pero si no has echo nada, alma de cántaro... Pasaremos primero por El Funeral. Quiero enseñarte el sitio que he elegido para tu foto en la pared de los Finados jejejejeje"

sábado, 1 de noviembre de 2014

Me he pasado media noche dando vueltas en la cama a causa del enfado que cogí contra todo bicho viviente de esta casa. Bien que me tomaron el pelo, sobre todo Pascualita que me lo dejó echo unos zorros. Cuando he conseguido dormirme clareaba el día y el abuelito, que las únicas órdenes que acata son las que le da su estómago cuando tiene hambre, me ha despertado a las 8 de la mañana (que hace una semana eran la ¡¡¡7!!!)

Una auténtica zombi caminaba por el pasillo hacia la cocina. Yo. Ojerosa, legañosa, con pelos de piojosa y todo cuanto terminado en OSA se os ocurra. Carraspeé repetidamente antes de poder articular palabra y preguntarle a Andresito si había comprado las ensaimadas. Levantó las cejas expresando su asombro - ¿Yoooooooooooo? ... Para eso tengo mayordomo, nena. - Carraspeé de nuevo - Hum... ejem... ¿Has mandado a Geooooorge a la panadería? - Nuevo levantamiento de cejas - No. De esas cosas se encarga tu abuela. - ¿Vendrá a desayunar con nosotros? - Lo dudo. No conviene levantar la liebre. - ¿Qué pinta una liebre acostada con las ensaimadas? - No quiero que nadie sepa que estoy exiliado aquí. -¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaa! Huy, perdón (dijo la Cotilla al ver al abuelito) Traigo ensaimadas.

Al abuelito le salió la vena de gourmet que lleva dentro. Las olió y espachurró - No son frescas (el tono sonó altanero) - La Cotilla le replicó que, cuando fue a buscarlas estaban muy frescas porque les había caí... (aquí se tragó el resto de la frase debido a la patada en la espinilla que le propiné por debajo de la mesa)  - ¿Frescas? lo lógico era que estuvieran calientes, recién sacadas del horno. - Los ojos de la vecina se conviertieron en una fina línea por la que asomaba la maldad cuando me miró. - Es que no estaban en el horno sino en el cont... ¡Ay, jopé ya! (mi segunda patada también la cogió de sorpresa) - Te agradecería mucho que acabaras las frases porque no acabo de entenderte y, por favor, contén tus malos modales en la mesa. - Entonces la vecina dijo algo que me heló la sangre - No sabes cómo me recuerdas al primer marido de tu esposa jejejejejeje (¿Era necesaria aquella risa sarcástica?) -  Le auguraba un corto futuro a mi abuelito. Por otra parte, cada vez tenía más claro que la razón asistió a la abuela y a su amiga, cuando se llevaron por delante al otro.

- Matas ha salido de la cárcel. - ¿Está segura, Cotilla? - Lo que yo te diga va a misa. - Pero si ha sido visto y no visto... - El abuelito esbozó una sonrisa mientras mojaba la ensaimada enfriada por el relente de la noche... según la frase que no pudo acabar la Cotilla. - ¿Estás contento, abuelito, de que ya esté fuera el ex presidente? - Siempre he pensado que se había echo una injusticia con él. - ¿Y con Munar? - No era de mi partido así que, ajo y agua. (Vaya, vaya- pensé.- Estás haciendo méritos, Andresito) - Si yo estuviera en tu pellejo (le dije, inocentemente) no estaría tan contento. - ¿Por qué? - Porque ha quedado una celda libre y querrán llenarla... (disfruté viendo al viejo tirano, estremeciéndose) - ¡Cotilla, saca el chinchón que parece que hace frío! - Me miró, extrañada pero, tratándose del chinchón, no puso ninguna objeción.