miércoles, 31 de octubre de 2012

Hummm... huele a caldito  - ¡Abuela! ¿puedo probar a ver si está bien de sal? - "Ni se te ocurra acercarte a la olla ¡traidora!" - Está visto que me quedo sin caldo... ¿Podré comerlo mañana si sobra? - "Si sobra lo congelaré. Con tanto recorte no puedo tirar nada" - No he hablado de tirar sino de comer. - "Te he oído perfectamente"

¿Nunca me vas a perdonar que votara a los Pinochos? - "Tu lo has dicho" - Te juro que no lo haré más... La próxima vez me dices que papeleta quieres que coja... - "¡Eres tonta hasta decir basta! ¿Qué clase de democracia es esa? Votarás a quién quieras, faltaría más" - Eso fue lo que hice y mira cómo te has puesto - "Porque mienten más que hablan. ¿Es que no los has oído?" - Los demás harán lo mismo, digo yo - (dije sin pensar) - "Y lo que yo digo es que no comerás mis guisos hasta nueva orden" - Y eso ¿cuándo será? - "¿Te acuerdas de Hermano Lobo? Huuuuuuuuuuuuuuuuuuuy"

 Así que me he pasado por una pastelería a comprar un rosario, por lo menos me endulzaré el día de fiesta con los bombones, panallets y las frutas escarchadas. Y mira que me ha costado trabajo encontrar un rosario tradicional. De nubes y tonterías de esas los hay a montones pero yo prefiero esos panellets de   almendra y todo lo demás. Al volver a casa estaba allí la Cotilla - ¿Traes pasteles? ¡Ya tenemos postre! - Es un rosario y no pienso darle ni tanto así. - "La patena es para mí" (la abuela estaba muy crecida) - Si no como sopa, no. - Podríais negociar... es que la patena me gusta mucho. - "Siempre ha sido para mí" - Ahora hay condiciones.

Puse el rosario a buen recaudo en mi cuarto. No me fío de ellas. Cuando volví a casa fui a buscarlo, no podía esperar más a comerme esos dulces pero... ¡no estaba! Y la abuela tampoco. Debía estar en el Funeral como todos los días. Revolví la casa entera buscándolo. Entonces me fijé en Pascualita que , sentada sobre su "acuario" se chupaba los dedos. En la cara llevaba miguitas sospechosas que podían ser de ¡panallets! Sobre la arena del fondo reposaba un trocito de patena. Cuando intenté cogerla, la sirena sacó sus dientecitos de tiburón a pasear.

Esperé a que la abuela volviera para cantarle las cuarenta - "¡Ha sido muy divertido! La Cotilla (que cada vez es más experta como ladrona) ha abierto tu puerta en un abrir y cerrar de ojos. Ha cogido el rosario ¡para llevárselo a su casa! Entonces hemos forcejeado, cada una tirando del dulce que más nos gusta. Yo lo he hecho de la patena hasta que se ha roto y un trocito ha caído en el acuario. La Cotilla y yo nos hemos enfadado y la he mandado a su casa" - ¿Y el resto del rosario? - "Nos lo hemos comido en el Funeral. Total, ya estaba roto" - Y que voy a comer mañana... ¿sopita? - "¡Ni hablar! pan tostado y vas que chutas".

martes, 30 de octubre de 2012

La abuela está contenta. Se ve que ha desayunado bien y tiene ganas de hablar, así que Pascualita está sobre la tarrina de mantequilla y Pepe sobre el bote de confitura y ambos la escuchan sin parpadear - "Hace  unos años el Presidente que despilfarraba nuestro dinero a manos llenas, estaba rodeado de gente que babeaba por una sonrisa suya. Ahora, esos mismos huyen despavoridos cuando se les dice "sales en una foto con ¡El President Matas! ¡¡¡Tachán!!!

No se sabe muy bien por qué perdió sus últimas elecciones.  Si fue porque ya se le estaba viendo el plumero o por la decepción de sus votantes al comparar la realidad (de él y a las dos correligionarias que se presentaban para Alcaldesa y Presidenta del Consell) con sus fotografías en los enormes cartelones que colgaban de las fachadas de algunas fincas. Estaban tan retocados que parecían candidatos americanos y claro, aquí solo votamos a "lo nostro"

Ahora que está imputado (y más que lo estará) plantan cara al Ex para que diga que a ellos no los conoce ni de vista" - Abuela, hablando de ver (debo congraciarme con ella)... he visto al Juez Carrau. - "¿Me estás haciendo la pelota? - "No, no. Te lo juro por... ¡estos dos! (y señalé a la sirena y a Pepe) - "Me encanta este hombre pero no voy a hacerte de comer" - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaa! ¡Estoy que no estoy! - "Pues a ver si te aclaras" - El cerco se está cerrando y van a venir a por mi... ¡no quiero ir a la cárcel! - Seguro que el párroco la ha pillado "limpiando" el cepillo de la iglesia. - Cruzaba la Puerta de Sant Antoni cuando le he visto venir en su bici directamente hacia mí. - ¿Era un pájaro, un avión...? - ¡Que cruz tienes con tu nieta. Mira que es tonta! .  El Juez Carrau. Me he metido en el primer autobús que he encontrado y me ha llevado al 5º pino, menos mal que es gratis... ¿No lo entendéis? ¡Yo estuve al lado de Matas el día que inauguró el Metro-Piscina! - ¿Qué hacías allí? - Intentar pegar la gorra. Si hay celebración hay condumio. ¿Habré salido en las fotos? Esta noche no podré dormir... - Si va a la cárcel comerá a costa de todos nosotros. - ¿Por la patilla? - Pues sí - ... No se si ir a entregarme ya... ¿Que tienes de comer? - "Macarrones con salsa de carne y..." - Vaya, mujer, que ya me comeré yo lo suyo. - Mejor voy después que los macarrones de tu abuela están de muerte. - Otra vez de bocadillo aunque luego cuando no me vean, rebañaré la cazuela.

lunes, 29 de octubre de 2012

¡Esto no puede estar pasándome a mí! ¡Me han rebajado el sueldo y me quedo sin la paga de Navidad! ¿Por qué? ¡No me hagáis esto que yo siempre os he votado! aunque a la abuela le decía que lo hacía a los de la competencia porque sino me echa de casa. ¡Y ahora voy a sufrir los recortes como los demás! Tendré que decírselo a la abuela con delicadeza, más que nada por su edad.

- Abuela ¿a ver que te parece el programa para éstas Navidades?... En Nochebuena, para picar: pan tostado con margarina y media aceituna (todo pequeñito), después caldo de sobre con picatostes del mismo pan que habremos tostado. De segundo, sardinas en aceite con lechuga y acompañadas de pan frito. De postre manzanas al horno y después nos vamos a la Misa del Gallo... - "¿Te has echado un novio panadero? Mi menú es mejor así que prepárate para ir soltando la mosca poco a poco porque voy a empezar a comprar y guardar para esos días... Ah, y después nos vamos al Funeral. Habrá baile, bebida, turrones y más tarde, chocolate caliente con ensaimadas" - No va a poder ser... porque... me han hecho recortes - "¿Dónde?" - En la nómina...- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaa! ¿Ya te han dado la nómina? entonces podrías hacerme un préstamo... - ¿A fondo perdido? - Mujer, si te pones así... ¡Vale! - Me puse a llorar a moco tendido. Estaba asustada, enfadada, cabreada como todo el País (salvo excepciones) También a mí me tocaba pagar los platos que habían roto otros y por lo visto la vajilla era de las finas.

- "¡Deja de llorar que lo pondrás todo perdido. ¿Estás segura de haber entendido bien lo que te han dicho? Tu llevas mucho tiempo en la empresa ¿cómo te van a hacer una faena así?" - Pues puedo darme con un canto en los dientes porque peor están los que han sido despedidos. - Durante un rato, la abuela, despotricó contra todo lo Institucional. Tuvo recuerdos para todos los familiares directos de los que nos gobiernan, es decir, madres, padres, etc. Prudentemente, me coloqué lo más lejos posible del "acuario" porque los gritos podían despertar a Pascualita y como no sabe diferenciar si la abuela me grita a mí o al Lucero del Alba, no quiero llevarme uno de sus famosos chorritos de agua envenenada. La perorata acabó con una sentencia - "¡Y menos mal que no les votaste!"

Algo vio la abuela en mi cara que me delató y entonces sí que temí por mi integridad física. Me arreó dos escobazos que me dejaron la espalda como un acordeón. Corrí por la casa, gritando y pidiendo que me dejara en paz. Que no lo volvería a hacer más pero no me valió de nada. ¿De dónde sacará tanta energía? y encima tenía la ayuda de la Cotilla que iba por delante poniéndome trabas: una silla, una puerta, una maceta... lo que le venía a mano.

Finalmente llegó la calma, sobre todo porque las dos viejas acabaron cansándose de correr. Creo que no voy a poder moverme en unos días. Y ahora, si quiero comer, me lo tendré que hacer yo "hasta nueva orden" , eso sí, ellas dos se pondrán como el Kiko. Espero que la abuela me permita tomar una copita de chinchón para ayudarme a pasar el disgusto. Ahora soy el último mono de la casa. Pascualita me mira y hace la señal de OK. Incluso Pepe, con su boca cosida, parece reírse de mí. ¡Vaya día que llevo!




sábado, 27 de octubre de 2012

La abuela ha quitado el cerrojo. Dice que no parece que estemos en nuestra casa si no oye gritar a la Cotilla. Por supuesto hemos tenido un dos de mayo. Parecíamos dos fuerzas de la naturaleza enfrentadas. Ella decía que sí y yo que no y cuando la cosa parecía que iba a quedar en empate, Pascualita ha "ejercido" su voto lanzándome un chorrito de agua en el ojo ¡La madre que la parió!

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaa! ¡Ay, que gusto da entrar así en esta casa! - Pues es igual que la suya, Podría usarla de vez en cuando. - Que mala sombra tiene tu nieta. Se nota que hace tiempo que no la riegan. Por cierto, me he encontrado con el Municipal y se ha cambiado de acera, ni me ha saludado ¡Que mala educación tienen los jóvenes de hoy en día! - ¡Pero si tiene casi 60 años! - "Está mosca porque no pude convencer al Jefe de que la culpa de la borrachera que cogieron el otro día, era mía. ¡No me dejó hablar!. Me dio tanta rabia no poder defenderles que acabé abriendo el termo" - ¿Para qué? - "Pues... lo abrí para..." - ¡Para soltar un alma en pena que encontramos rondando por la casa! - "¡Eso!.. No veas que estropicio le hizo en la cara" - La Cotilla se santiguo rápidamente - ¿Seguro que no hay más? Dame las botellas de plástico que tengas vacías y volveré dentro de un rato. Me pasaré por la parroquia y robaré unos litros de agua bendita, luego los tiraré por toda la casa para que no quede ni una.

Harta de la fregona, después de comer me senté en el sofá a descansar. Menos mal que se había acabado el agua bendita. Mientras yo fregaba por aquí la abuela le decía a su amiga - "¡Está aquí! - y allá que iba la Cotilla con la botella y venga tirar agua. - "¡Ahora aquí!... ¡Y aquí!... ¡Y en aquel rincón" - Hasta que no he fregado toda la casa no ha parado. Empiezo a sospechar que lo ha hecho a posta.  

viernes, 26 de octubre de 2012

La abuela está como una cabra. Todo el mundo, menos ella, sabe que es así y encima, lo demuestra. Anoche llegó del Funeral bastante contenta.¿Para qué andarnos con paños calientes? ¡muy contenta!. Me despertó, a las horas brujas de la noche, el "encantador" sonido de una vuvucela junto a mi oreja. Pegué tal salto de la cama que batí todos los records, habidos y por haber. ¡Que susto me dio la jodía!

¡Por fin, después de meses de sequía, habían ganado (ella y Maricamen) a sus oponentes masculinos (Juanantonio y Salu)!. Andresito se negó, desde el primer día, a jugar contra su novia porque no quería poner su relación en peligro.  Llevan tiempo jugando al pinacle y han sido incapaces de ganarles hasta hoy. Estaban hartas de tanta humillación y cachondeo y han dejado correr la alegría y el chinchón (que han pagado, como no podía ser de otro modo, ellos, no en vano las dos amigas se han declarado insolventes)

La que se montó en el Funeral debió ser de tres pares de narices. Pidieron, a gritos, que quedara anotado en el calendario, con letras rojas, su victoria y que la hoja del mes fuera enmarcada y colgada en la pared opuesta a la de los Finados. Y se cantó y se bailó hasta las tantas. En cuanto sonaron las vuvucelas, los vecinos llamaron a la policía. No estaban dispuestos a sufrir otro empacho de ese sonido insoportable. Ya les bastó con el Mundial.

Uno de los policías era el Municipal que, en cuanto vio a la abuela, dio medio vuelta dispuesto a volver al coche patrulla. Le tiene pánico porque, estando ella, nunca sabe de dónde le vendrán los tiros. Fue su compañero quien logró calmarlo, aunque siempre lo llevó detrás. La abuela los invitó a que se unieran a la juerga, cosa que fue coreada por el resto de jubilad@s. Ya se sabe que los abuelos son muy cariñosos e insistentes, sobre todo las abuelas y allí había muchas. Al final, cuando llegó la Policía Nacional (requerida por los vecinos que seguían sin poder dormir) el Municipal y su compañero estaban bailando como posesos. Cuando se los llevaban detenidos, la abuela quiso telefonear al Jefe - Mejor... hip... no despertarle - dijo el hombre, muerto de risa  gracias a los efectos del chinchón. Y quedaron que, al día siguiente, ella iría a hablar con él. - ¡Lleve el arma... hip... de destrucción masiva jajajajajaja!

Ahora está en Comisaría tratando de arreglar el desaguisado. Y aunque he insistido en que no lo hiciera, se la llevado a Pascualita en el termo de los chinos - "Por si acaso" - ha dicho. Iba muy en su estilo: minifalda, leggins, blusa de lentejuelas y taconazo con plataforma. Todo negro. Le gusta cumplir su palabra. Cuándo le he preguntado el porqué de tanto arreglo me ha dicho - "Por si me encuentro con el Juez Carrau... ¡Ay!" - Que Dios le coja confesado si se encuentra con ella.

jueves, 25 de octubre de 2012

De buena mañana ha venido la Cotilla - Ayer me pareció oir a tu abuela... - Veo que le funciona el oído. Pase. - No... Dile que salga. No me fío de los espíritus... saben que fui yo quien los quiso eliminar y es posible que vuelvan a atacarme. - Sí, es posible... ¡¡¡Abuela!!! te buscan.

No ha habido manera de hacerla entrar, eso sí, sin comer no se va a quedar. - A mediodía pasaré a buscar mi ración. Toma, un taper. - "¿No los tienes más grandes?" - Así tendré para la cena... (Se quedó mirando a la abuela con los ojos muy abiertos) Tienes un... un alma en pena en ... el pelo (antes de salir corriendo, gritó) ¡Déjame el taper, lleno, en la puerta. Ya lo recogeré!

Me preocupaba que la abuela se pasee con Pascualita sobre la cabeza porque, a veces, se despista y nos pone en peligro. Y eso es lo que ha pasado hoy. Ha salido, con la sirena por montera, al balcón. Le encanta fisgar todo lo que ocurre en la calle y luego se entretiene con las macetas que tiene allí. Se concentra en lo que hace y se le va el santo al cielo.

Mientras quitaba unas hojas secas, agachada, ha venido un gorrión a posarse sobre la barandilla y acto seguido a cazado a Pascualita. La "merienda" ha resultado ser muy pesada para él. La abuela se ha dado cuenta del robo por el tirón que le ha dado la sirena al agarrarse con fuerza al pelo. A un palmo de su nariz, el pájaro aleteaba con el afán de irse al nido pero un trapo del polvo ha caído sobre él que, asustado, ha abierto la boca soltando su presa. La abuela, que no ha visto caer a Pascualita, ha tenido un duelo a muerte con el pájaro que, finalmente, ha podido desprenderse y salir volando. Al oir los gritos que daba - "¡Se la lleva. Se la lleva!" - he acudido y me ha dado tiempo de ver que se iba de vacío. ¿Dónde estaba la sirena? - ¡Nos vas a buscar la ruina con esa manía de llevártela a todas partes! (le dije, rabiosa, mientras ella gritaba a pleno pulmón) - "¡¡¡Pascualita, Pascualita!!!" - Un hombre que pasaba por la acera le preguntó, preocupado - ¿Ha perdido a su nieta, señora? - "Algo más valioso" - contestó la tía.

Los gritos de la abuela no nos habían dejado escuchar los de la Cotilla que estaba en la entrada de la finca hecha un mar de lágrimas y temblando como un conejo. Al oírla bajé a toda pastilla. Como si fuera un pendiente, Pascualita se sujetaba con los dientes a la oreja de la vecina. La arranqué de un tirón seco y la metí en mi escote. Subimos a casa y la abuela, que se olió el percal, nos esperaba con la botella de chinchón en la mano - "Pasa, mujer y celebraremos que ya no hay ánimas. La última te ha atacado cuando salía de casa" - ¿Estás segura? - "Al cien por cien nunca se puede estar... anda, bebe"

miércoles, 24 de octubre de 2012

Todo lo bueno se termina y algunas veces antes de hora. Al volver del trabajo he encontrado a la abuela en casa. - ¿No teníais que estar una semana de crucero? - "Sí, hija pero nos han echado" - ¿Qué has hecho? - "Nada especial pero se ve que el capitán nos cogió ojeriza. Aunque es mejor así porque ya estaba hasta las narices de tanto balanceo, fiestecita y paseos en rebaño... Lo peor es que Andresito se ha enfadado y ahora estamos de morros... ¡Hay que ver que suceptibles son los hombres, en seguida se ofenden!"

Estuvo un buen rato con Pascualita, observándola y haciéndole toda clase de carantoñas, luego se sentó a mi lado. - "¿Qué le has hecho a la sirena?" - (¡Glug! es una bruja. ¡Lo sabe todo!) Te añoraba... ¿Cómo sabes lo que le he hecho? - "Porque se le he preguntado. He hecho la señal de OK con los dos dedos y ella a bajado, tristemente, la cabeza. ¡A ver si te crees que es tan tonta como tú que en seguida te has descubierto!"

Después de la bronca vino la calma y mientras saboreábamos una copita de chinchón me contó lo que había sucedido. - "Las primeras noches Andresito se portó como un tigre de bengala en la cama. Pensé que era, a parte de mi innegable sexi,  por la brisa del mar pero una mañana descubrí la dichosa pastilla azul. Revolví su equipaje hasta dar con el suministro que traía para el viaje. Subí a la cubierta donde me esperaba y después de ponerlo a parir, tiré por la borda todas las pastilla. El, lloroso y avergonzado (no por tomarlas, sino por la gente que teníamos al rededor) me suplicó que no lo hiciera pero no me ablandó. En cambio él, a partir de entonces, si que se ablando y el orgulloso tigre se convirtió en una birria de gatito. ¿Dónde se ha visto un crucero sin sexo? en las películas, no, desde luego. Así que empecé a aburrirme. Andresito no quería salir del camarote para que no se rieran de él y yo no quería estar allí dentro si no había nada que hacer. Una tarde pedí que me enseñaran el puente de mando y una vez allí cogí el micrófono y grité. ¡¡¡Fuego a bordo!!! La que se armó. Las cubiertas se llenaron de gentes que gritaban y corrían. Fue divertidísimo, aunque pude ver poca cosa. Esos oficiales no tienen sentido del humor y me encerraron como si fuera un ladrón. Un tiempo después, a Andresito y a mí nos bajaron a un puerto y nos entregaron al cónsul español. Andresito dice que nunca un viaje le había salido tan caro porque, ahora tiene que pagar la multa que me pusieron" - ¿El? - "Yo soy insolvente... además acordamos que diríamos que tengo alzheimer. Funcionó y no me metieron en la cárcel pero la multa por el estropicio que hicieron los pasajeros por culpa mía, hay que pagarla... Jajajajajaja ¡Que cara puso cuando se lo dijeron jajajajaja"



martes, 23 de octubre de 2012

Siguiendo la costumbre de la abuela, pongo a Pascualita sobre el azucarero mientras desayuno y le cuento las cosas que ocurren por aquí. Al rato empieza a bostezar y poco después, apoyada en la cucharilla, se queda dormida. Tiene una manera muy "sutil" de decirme que soy un plomo como narradora... He llegado a pensar si seré buena para algo... Según el Médico, soy la mejor dando patadas en la espinilla. Menos mal, no es mucho el consuelo pero algo es algo.

De todas maneras, yo persevero y sigo con mis historias. Esta mañana, sin ir más lejos, he querido analizar con ella por qué un pobre, si es juzgado y condenado a la cárcel, entra directamente en ella y un rico, conocido y expolítico, se pasea tan campante por Palma teniendo dos condenas firmes. Son cosas curiosas, al menos para mí porque la sardina ni se inmuta. Ni siquiera lo ha hecho con la historia de la farmacia de Boquita de Piñón. ¿Puede tenerla y seguir  siendo President? ¿Es patrimonio o negocio? ¿Por qué la de otros es incompatible con cargo público y la suya, parece ser que no? después de unas cuantas preguntas más, Pascualita ha dado un salto mortal zambulléndose en su pecera. Inmediatamente me he puesto las gafas de sol. Esta maniobra, conmigo al lado, es para tirarme un chorrito de agua envenenada al ojo. Es su manera de decir que está harta de oírme.

Me aburro sin tener nadie con quién discutir, así que con la única que puedo entretenerme es con la sirena. Me he acercado a ella mientras estaba sentada en el borde de la pecera. La mano con el guante de acero llevaba un espejo jejejejeje... Una vez se vio y montó la de San Quintin. ¡Y ésta vez también! Las algas que tiene por pelo, se han erizado; la mandíbula de tiburón a salido a pasear; con un golpe de la cola se ha impulsado sobre el "monstruo" que tenía delante, dispuesta a convertirlo en hamburguesa de pescado... pero ha chocado contra el espejo y se ha caído al agua. Atontada por el golpe, a vuelto al ataque, una y otra vez hasta terminar agotada. ¡Que ataque de risa me ha dado!

A las cinco de la tarde ya estaba hasta las narices de andar por casa con las gafas de sol puestas. Entonces han llamado a la puerta. El Municipal ha venido a decirme que tengo otra denuncia de la Cotilla. Le he invitado a pasar y lo ha hecho a regañadientes. Ibamos a tomar café en el comedor, cuando al hombre se le ha ocurrido levantar el espejo que yo había dejado sobre la mesa sin querer. Pascualita estaba escondida entre las algas de la pecera y en algún momento debió verse de nuevo porque salió del agua como un rayo y fue a caer cerca de la mano del Municipal que sujetaba el espejo. Aterrorizado (porque de mi casa espera cualquier cosa) a punto a estado de chocar con la lámpara del techo del salto que ha dado. Su café se ha derramado sobre el pantalón del uniforme. Estaba muy caliente. Quemaba. Al llegar a la puerta de la calle ya iba cojo. Creo que la quemadura le ha afectado las partes sensible de la entrepierna.

Ahora vuelvo a estar aburrida pero no me atrevo a seguir pinchando a Pascualita...No quiero tentar a la suerte.

¡

lunes, 22 de octubre de 2012

A mediodía ha venido la Cotilla - ¿No vendrá a comer, verdad? - ¡Claro! como siempre. - Pero si no le gusta como cocino (no me gusta ni a mí) y encima, me lo ha echado en cara. - Ya sabes cómo soy. Tengo el genio corto pero nunca lo he dicho en serio... ¿Qué has preparado hoy? - Sopa de pescado y sardinas fritas de segundo - ¿Y pescadilla al caramelo de segundo? jejejejejeje - ¿Qué pasa, no le gusta el menú? (empecé a enfadarme) - ¡Oh, sí! Hablaba en broma mujer... ¿voy poniendo la mesa?

¡Que asco de sopa me ha salido! No tenía ni idea de que había de limpiar el pescado y lo he metido en la olla con tripas y escamas. ¿Por qué no llevarán un folleto para su manejo? Sin embargo, la Cotilla se lo ha comido todo, incluso las sardinas, que tampoco he limpiado.

Si no me lo he podido comer yo que soy la que lo ha preparado, no me explico lo de la vecina. Una de dos, tenía mucha hambre... o quiere algo de mí. Ahora está en el baño y se oyen ruidos sospechosos... embarazada no puede estar porque ya hace siglos que se le pasó el arroz, así que los vómitos serán por otra cosa... Prepararé el chinchón y cuando se haya bebido media botella, la sonsacaré.

Ahora no sé si era ella o yo... hip... quién debía beberse media botella.... La interrogaré antes de que... hip... me duerma... ¿Tiene usted que... decirme algo? - Que me quedo a vivir aquí. - ¿Aquí es... ¡aquí!?... hip - Ahora bajaré mis cosas y así no estarás sola. - No, si sola no estoy... hip... está Pasc... quiero decir... hip... Pepe. - ¿Pascual es amante tuyo y de tu abuela? ¡Esto es mejor que una novela colombiana! - No, no, no. Pepe es jí... jivaro. - Ahora que sé vuestro secreto estáis en mis manos. A partir de mañana guisaré yo. Quitarás el cerrojo para que pueda entrar como siempre,o sea, cuando me de la gana y pórtate bien o me instalaré en tu cuarto que es más grande. - ¡Que tonterías... hip ... dice ésta mujer jajajajaja!... ¿La hecha un juez de suuuuu casa? - No. Me voy porque no quiero pagar el alquiler y como tenéis sitio, me quedo aquí.

Incluso con las brumas del alcohol nublandome el entendimiento, me di cuenta de que la Cotilla no jugaba limpio. Poco después sonó el teléfono. Era la abuela que, como todos los días, llamaba para preguntar por Pascualita e interesarse por cómo iban las cosas. Le expliqué lo que había pasado y ella me dio la solución a los problemas que se avecinaban. Para entonces la Cotilla dormía a pierna suelta delante de la tele.

Fui a buscar el guante de acero, cogí a Pascualita que estaba durmiendo tan ricamente y la dejé caer en el escote de la vecina. El escalofrío que recorrió su cuerpo la despertó y se llevó, de golpe, las manos al pecho. Inmediatamente la sirena se defendió. Lo supe porque la Cotilla dio un salto, inadecuado para su edad. Se sacudió el vestido con fuerza (cosa que no debe hacerse nunca si se tiene a una sirena rabiosa agarrada al pezón con sus dientes de tiburón). Los gritos y alaridos, los saltos y cabriolas, pataleos y zapateados, me entretuvieron un rato. Finalmente, para que Pascualita no sufriera daño alguno, la cogí dando un tirón y la devolví a su "acuario". Mientras la Cotilla subía de dos en dos los peldaños camino de su piso, la oí gritar: ¡No volveré hasta que hayan desaparecido todos los espíritus de ésta maldita casa!  

domingo, 21 de octubre de 2012

Es tanta la tranquilidad que se respira en casa desde que se fue la abuela que ayer me pasé el día durmiendo, primero en la cama hasta las tantas, después y sucesivamente, en el sofá antes de comer, después de comer,  a media tarde, después de merendar, viendo la película de la noche ¿cual era? y antes de irme a la cama.

Pascualita y yo hemos compartido la ensaimada. Tenemos que llevarnos bien ahora que vamos a estar solas una semana por lo menos. También le he ofrecido un poco a Pepe pero el pobre ni se inmuta. Pienso que es tímido, además, aún debe estar traumatizado por el trasteo al que le sometió la Cotilla... Por cierto, desde que se fue la abuela no la he vuelto a ver, aunque es probable que ayer llamara a casa (he puesto un pestillo para que no pueda entrar con su llave jejejeje) Cuando duermo no hay ruido que me despierte.

Ahora me dedico, entre otras cosas, a ver u oír, los informativos de televisión y radio por si dicen algo de un naufragio en el Mediterráneo... No me fío de la abuela, es capaz de cualquier cosa por salir en la tele... Como no me ha dejado nada preparado tengo que hacerme de comer...  Haré una paellita.

El arroz me ha sentado como un tiro. Tendría que haber sospechado algo al verlo tan aceitoso, incluso he mojado pan. Al final será verdad que Pascualita es muy lista porque no ha querido ni probarlo y eso que le encanta el que hace la abuela. Como no están los tiempos para tirar nada, le dejaré lo que ha sobrado a la Cotilla, tiene el estómago acorazado así que se lo comerá todo. Están llamando a la puerta y es la hora del chinchón, debe ser ella.

¡Sí era ella y no, no ha querido mi arroz! Ha dicho que no tiene perro al que dárselo. ¡Ay, abuela! ¿Por qué me has abandonado sin dejarme el congelador lleno de tu comida?
 

viernes, 19 de octubre de 2012

- "Tengo el presentimiento de que esta semana en la que se ha hablado tanto de dinero, me tocará la Primitiva, así que me he agenciado un carrito de Mercadona" - ¿Qué tendrá que ver la velocidad con el tocino? - "No me puedo quitar de la cabeza aquel carrito de los chinos lleno de billetes de banco" - ¿Dónde están los tuyos? - "Me tienen que tocar mañana" - Ya.Y mientras tanto el puñetero carrito está estorbando en el comedor?

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaa! ¡Ya he encontrado la solución a mis males! - ¿La van a meter en la cárcel? - ¡Voy a pedir un rescate a ese banco al que ha acudido el Govern! Si a ellos les van a dar 300 y pico de millones, con más razón me darán a mi 1 millón - "¿Y cuándo podrás devolverlo?" - ¡Nunca! total, me quedan dos telediarios pero, mientras tanto, que me quiten lo bailao. - "¿Dónde hay que firmar? Me apunto, además ya tengo el carrito para hacer la foto a los billetes" - Ahora que voy a ser millonaria ¿me dejarás que me quede en tu casa cuando me desahucien? - "A una millonaria nadie la hecha" - Ya, pero... - ¡Ni millonaria, ni leches (salté yo) Aquí no se queda! - ¡Ni un euro mío vas a ver! - Milagro sería porque no lo he visto nunca. - ¡Que cruz tienes con esta nieta!

He acompañado a la abuela y a Andresito al barco.  Al final el equipaje han sido 5 maletas bien colmadas, de ella y una maletita de él. Pascualita se ha quedado conmigo pero lo mío me ha costado. He tenido que prometerle a la abuela que iríamos las dos a despedirlos. La llevaba el termo colgado del cuello y creí que con eso se daría por satisfecha, pues no. Hasta que no ha sacado a la sirena para llenarla de mocos y babas mientras lloraba como si se fuera a Marte, no ha parado. Andresito, extrañado de que me hiciera tanto caso,  ha venido a ver lo que pasaba. La abuela no lo ha visto pero yo sí y he intentado coger a Pascualita. Entonces hemos protagonizado un amago de lucha que ha terminado cuando Andresito le ha dicho cerca del oído: - ¿Nos vamos? - No lo esperaba tan cerca y del susto ha dado un respingo y la sirena se ha escurrido de nuestras manos. La he visto volar y he corrido siguiendo su trayectoria. Ha caído, justo, entre los ojos de un señor vestido de capitán de barco. Me he lanzado contra él y he arrancado, literalmente, a Pascualita de sus carnes. Ni qué decir tiene el destrozo, mínimo eso sí, que le hemos causado.

Mientras los alaridos del pobre hombre sembraban de confusión la cubierta, el barco, que debía salir del puerto, iba ahora hacia adelante, ahora hacia atrás porque los marinos no entendían sus órdenes. En cuanto el barco ha enfilado hacia alta mar, los pasajeros han aplaudido a rabiar a los confundidos trabajadores que han agradecido el detalle saludando gorra en mano. Mientras tanto al Capitán "alguien" le había "enchufado" una botella de chinchón como remedio contra los ataques indiscriminados de Pascualita.

jueves, 18 de octubre de 2012

Las maletas están llenas a reventar, tanto que mucho me temo que, en el momento menos pensado, salte un cierre y la ropa se desparrame por toda la habitación. Pero a la abuela hace el mismo caso que si oyera llover. Llevamos toda la mañana discutiendo sobre la conveniencia o no de llevar a Pascualita de viaje y discretas como somos, se ha enterado todo el vecindario de que tenemos una controversia.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaa! - "¡Como toques algo te deslomo!" - Vaya recibimiento. ¿Cuándo he tocado yo algo? - "¿Te enseño la lista?" - ¿Qué le has hecho a tu abuela que la tienes de tan mal humor? No ves que luego pago yo los platos rotos... Alégrame el día (dijo a su amiga) ¿qué comemos hoy? - ¡Que cara más dura! - "Tengo dos menús. Uno para nosotras y otro para ti" - ¡Vaya, cuanto honor! ¿Qué comeré yo? - "Sopa de cabezas de jíbaro. De segundo: cabezas de jíbaro al horno y de tercero cabezas de jíbaro al caramelo" - ¿Tantas cabezas le has comprado al señor Li?... ¿eso estará bueno? porque la de Pepe da un poco de asquito. - "¿Por eso lo vendiste al chino? ¿Cuánto te dio por ella?" - Poca cosa y eso que insistí mucho... 3 euros creo. - "¡Gentuza! ¡No se vende a un amigo!" - Pepe no es mi amigo así que... Hablando de otra cosa...tendrás que hacerme un hueco en tu casa porque un día de estos vienen a embargarme. - ¡Por encima de mi cadáver! (grité) - "Hablaremos cuando vuelva del crucero" - ¡Para entonces ya estaré en la calle! - "Píntate la raya de los ojos larga y pasarás por china y así el señor Li podrá emplearte en su tienda" -  No quiere verme ni en pintura y yo sé por qué... es un racista. - "A quién tiene manía, a los blancos o a los negros porque tú, querida, jijijijiji... eres bastante renegrida" - ¿Qué puedo hacer? - "Pagar a la casera" - Los del bingo son unos cretinos y no me dan los cartones buenos.- "Hasta mi vuelta solo puedo ofrecerte un poco de chinchón... ¿Hace?" - ¡Hace!... ¿pueden ser dos poquitos?

miércoles, 17 de octubre de 2012

Peligra el crucero desde que la abuela vio en televisión el carrito de Mercadona lleno de fajos de billetes que la policía sacó de la redada en comercios chinos. Los ojos le hicieron chirivitas. "¿El señor Li tendrá una cantidad parecida guardada en su caja fuerte?... Menudo dilema porque, si se iba con Andresito tendría crucero y Torre en el Paseo Marítimo pero si se fuera con el chino tendría todos los cruceros que quisiera y una Torre en cada ciudad que le diera la gana... ¡En mala hora sacaron ese dineral en la tele!. Ahora la cantinela es otra, ayer decía ¿qué me pongo? y hoy dice ¿con quién me quedo?. Cuando le eché en cara que era una egoísta dijo que lo hacía por mí - ¿? - "Imaginate la herencia que dejaría" - ¿A mí o a Pascualita? - "Mitad y mitad" - Y si ella muere antes que yo ¿podré quedarme su parte? - "¿Piensas matarla?" - ¿Para que quiere un pastón una sirena? - "¡Eres una egoísta! ¡Te desheredo!"  - ¿Se lo dejarás todo a ella? ¡Lo mismo me la como frita con patatas y me gasto todo su dinero en chinchón! - "¡No te atreverás!" - ¿Quieres apostar?

La llamada del timbre de la puerta zanjó la acalorada discusión. Era Andresito - Se os oye desde la calle ¿De qué discutíais? - " De hipótesis" .

La cómoda de la abuela es una versión en pequeño del alumbrao de la Feria de Sevilla. En el centro hay una estampita de Santa Bárbara y la ha rodeado de candelitas. Como es la abogada de salvar a la gente de las tormentas, dice que la quiere tener contenta por, si se decide por el crucero, tener buena mar. Así está desde que embarrancaron dos barcos en Ibiza. - "¿No podríamos atrasar el viaje, cariño?" - Ya está pagado - "Pues... ¿por qué no te vas con la Cotilla?" - ¿Ya has probado el chinchón? ¿Qué pasa? - Se quiere ir con el chino (dije riendo y sin mala fe) - ¿Con el sinvergüenza que quiso revenderte a Pepe? ¡Es a él a quién tendrías que ofrecerle a tu amiga! - "¡No! ¿Y si tiene un carro lleno de fajos de dinero?" - ¡Irá a la cárcel y la Cotilla con él! - "¿Ah, sí?... jejejejeje... pues mira, no me parece mala idea...Anda, guapo, dame un besito y ayúdame a cerrar la quinta maleta..." - ¡¡¡Quéééééé!!! - "Bésame y calla, tontito mío" - ¡Hala! ya lo tiene otra vez en el bote. ¡Que arte tiene mi abuela!

martes, 16 de octubre de 2012

Andresito le ha propuesto a la abuela hacer un crucero por el Mediterráneo y se le ha metido la locura en el cuerpo. Por todo hay ropa suya, de verano, invierno y entretiempo - "¡¡¡Que me llevo, que me llevo!!!" - es la frase más oída en casa.  Para sentarnos en las sillas o las butacas tenemos que apartar ropa. Para buscar una revista, hay que apartar ropa y en su cuarto, no digamos, tiene que apartar ropa para encontrar la cama.

Luego está el tema de las maletas. Esta mujer siempre hace lo mismo, se lleva el armario entero y luego no usa ni la cuarta parte. Andresito se lo ha recalcado una y otra vez: En el barco, además del equipaje tuyo, tienen que caber los de los quinientos pasajeros restantes. Ella le dice que sí para que se calle pero, de momento, ya tiene tres maletas llenas a tope y va por la cuarta.

Esta mañana dijo que iría a ver al señor Li y ha vuelto cargada de bañadores y bikinis... ah, y de una invitación de su amigo para irse juntos a China. ¡Yo no sé que les da! - Procura que no se entere tu novio porque puedes quedarte sin crucero - "No pienso decírselo pero, para cuatro días que me quedan de estar en el convento, no seré yo quien le pongas puertas al campo y si no le gusta que vaya con Li, que me lleve él." - Otra cosa que ha comprado son ovillos de lana de diferentes colores para hacer fundas nuevas al termo de Pascualita - "No puedo estar tantos días sin ella. También he comprado biodraminas y si se marea le daré un trocito de pastilla" - ¿Cómo se va a marear en el mar una sirena? Lo que hará, será aprovechar un descuido tuyo para saltar por la borda.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaa! - La Cotilla está más mansa después del enfado de la abuela, sin embargo, sigue intentando sacar euros de las piedras porque está a dos velas - Al Pinocho mayor del Reino le votará su padre la próxima vez. Dijo que al día siguiente de ganar las elecciones se nos habrían acabado los problemas ¡y cada día son más gordos! Este monta un circo y le crecen los enanos - Cuando se va, la abuela hace un repaso por la casa para ver si se ha llevado algo, claro que ahora, con tanta ropa es difícil saberlo. Sin embargo he tenido un presentimiento que, al rato se ha confirmado: ¡Pepe no está!  Hemos puesto la casa patas arriba pero la cabeza jibarizada no ha salido - ¡Se la ha llevado! - La abuela se ha echado a la calle en su busca y ha vuelto a la hora de arreglarse para ir al Funeral. Ya pueden caer chuzos de punta que ella es fiel a sus vicios.

No podía dormir pensando dónde estaría el pobre Pepe. Pascualita, sentada en el borde del "acuario" me miraba pensativa mientras yo le explicaba lo que había pasado. Era tarde cuando volvió la abuela, un poco pasada de rosca - "¡Hola, gente... hip ... ¡Aquí está Pepe!... lo he reses... rescatadoooo... de la tienda de los chiiiii... chinossss. La Cotilla se lo había vendidoooo... al señor Li y éste ha querido vendérmelo a miiiiiii jejejejeje... hip... diciendo que haría jueg... juego con... hip... el que tenemos nosotras. Le he dichoooo... hip... tararí que te ví jajajaja He cogido a Peeeeepe  y he salido corriendo... hip... y en el Funeral hemos celebrado su rescaaaaate... Buenas nooooches".

lunes, 15 de octubre de 2012

Si de algo está orgullosa la abuela es de sus macetas. Tiene un montón y las mima casi tanto como  a Pascualita. La terraza y el balcón parecen jardines que son la admiración del barrio y alguna vez, en las fiestas patronales, ha ganado un concurso floral. Muchos son los días en que, llevando a la sirena en una mano, la pasea enseñándole las flores, quitando hojas secas, contándole cómo, dónde y cuándo consiguió tal planta. - "Cuándo estés de nuevo en tu hábitat debes cuidar las algas y combinarlas por colores, verás que bonito te quedará el sitio dónde vivas" - No creo que pueda hacer nada de todo eso, abuela. Vive en lo más profundo del mar y allí todo es oscuridad. - "¡Ya salió la lista! Si fuera así no tendría ojos! ¿Para que los quieren si no los necesitan? A ver si miras los programas de la 2 y te enteras de cosas útiles en vez de las tonterías de la Esteban y compañía ¡Analfabeta!"  

Llegó la hora de comer  y la Cotilla no apareció. Pensé que, a pesar de todo, el día no iba a ser tan malo. Pero la abuela estaba inquieta - ¡Come, mujer, y deja de preocuparte! - "Voy a subir a su casa, a lo mejor está enferma o... bueno..." - Sería una magnífica noticia jejejejeje - "De verdad, que  no sé a quién has salido... A tu abuelo" - ¿Pero si hace poco dijiste que te la ibas a cargar? - "¿Y qué si lo dije' no es lo mismo que se muera por ella sola a que la mate yo" - Claro, no se disfruta igual. - Sin hacerme el menor caso, subió al piso de la vecina.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaa! - ¡Vaya, hombre. Bicho malo nunca muere... ¿Ha visto a mi abuela? ... acaba de subir a su casa. - ¿Para qué? (se asustó) - Por si estaba usted enferma. - ¿Por qué? - Como no ha venido a comer... - He comido de menú en el bar de la esquina. - ¿Y ha pagado? (¡menuda sorpresa!)  ¿El gran Pinocho le ha subido la pensión? - No, que yo sepa. Es que tengo entre manos un negocio que va viento en popa y encima, todo son ganancias porque no tengo que invertir ni un euro. - ¡Todos los tontos tienen suerte!

Cuando la abuela bajó, la Cotilla acababa de irse. - "Me he hartado de llamar... ¿Crees que debo llamar a la policía?" - No sufras por ella. Tiene montado un negocio que le ocupa tiempo y le da dinerito, por eso  no ha venido a comer. - "¿De qué?" - Ah, ni se sabe.

Por la tarde la abuela se marchó, como de costumbre, al Funeral. A los cinco minutos volvió a entrar en casa llevando del moño a la Cotilla. A causa del escándalo que montaban salieron a la escalera todos los vecinos de la finca - "¡¡¡Te mato!!!" -  ¿Qué pasa?... ¿A dónde la llevas?... ¡No, abuela, no grites aquí! -  Una flecha plateada salió disparada del "acuario" rosa y se enganchó con uñas y dientes en la nariz de la Cotilla, entre ceja y ceja. Los gritos se oían por toda la calle. Uno de los que los oyó fue el Municipal que estaba haciendo su ronda. Después contaron los que lo vieron, que corrió a esconderse detrás de los contenedores de basura. 

Cuando se calmaron las cosas, la abuela me contó que encontró a la Cotilla ¡vendiendo sus macetas a precio de saldo! Y luego a ella la convenció de que fue atacada por una de las animas que no logró echar cuando hizo "limpieza" de casa- "Se ha vengado" (le dijo rencorosa) -. Pascualita miró a la abuela e hizo la señal de OK, pero La Cotilla no pudo verla porque la hinchazón le impedía abrir los ojos.


domingo, 14 de octubre de 2012

Estas las aguas revueltas en casa. La abuela sigue empeñada en cargarse a la Cotilla. La cosa empieza a ser preocupante y pensado que convendría poner al Municipal en antecedentes, así que esta mañana me he hecho la encontradiza con él y le he puesto al corriente de mis temores - Mire, lo que me cuenta es muy interesante (me ha dicho) pero no creo que sea para tanto... en fin, que no veo yo ningún peligro... no me parece que debamos preocuparnos... no sé... - Lo que estoy viendo es que tiene usted más miedo que once viejas ¿No le da vergüenza?  - ¡Pues no,  no me da! Cada vez que salgo de su casa tengo que ir al psicólogo y me paso meses sin dormir bien.

Fui a ver a Blas. Esta de capa caída porque la venta de coquetas ha bajado. Le he explicado lo que ocurre en casa y ha hecho caso omiso - Dile a tu abuela que me mate a mí. Todas las noches sueño con tijeras, grandes, medianas, pequeñas y algunas, enormes como una catedral. Y recortan croquetas y más croquetas que se escapan de mis manos para caer bajo el filo de las tijeras. Mis bolsillos menguan, se vuelven tan pequeñitos que no cabe en ellos ni una moneda de euro. Entonces me despierto y ya no puedo volver a dormir. Estoy que me caigo y solo tengo ganas de desaparecer. Dile que no se ensañe con la Cotilla, que me elija a mi

Menudo panorama. Estoy por dejar que la abuela se divierta y haga picadillo a la vecina. Antes recurriré a Andresito, él la convencerá... aunque siempre es ella la que  le convence... No se si sacaré algo en claro que me ayude a salvar a la abuela de la cárcel, aunque... bien mirado, a ella le encantaría estar en boca de todos, ser portada de periódicos y  revistas;  salir en el telediario de la uno y sobre todo, escuchar a Belen Esteban defendiéndola a grito pelado ¡¡¡Yo, por mi Pascualita Ma-to!!!

¿Tengo derecho a privar a la abuela de todas esas cosas? ¿De una fama, corta eso sí, pero fama al fin y al cabo? No lo sé. A ver qué me dice su novio - ¿Se quiere cargar a la Cotilla? ¿lo dices en serio? ¡Ya era hora! Nunca pensé que tuviera tanto aguante. Ahora mismo voy a llamarla y dale todo mi apoyo.

¡Pues vaya ayuda! Al final tendré que ser yo quien ponga un poco de cordura en todo esto.

Al llegar a casa me sorprendió el silencio. La Cotilla estaba tirada sobre el sofá de la salita, boca abajo. Su brazo izquierdo colgaba lacio. La abuela se servía una copa de chinchón. Parecía nerviosa - ¡Abuela! ¿Qué has hecho? - "Recoger la cocina" - ¿Tanta sangre había? - "No, pero sí trastos por todo. No veas como se movía" - Entrégate y di que no recuerdas nada - "¿Has bebido?" - No, pero lo necesito... Abuela, te... te... (¡caray, como me costaba decirlo!) te quiero. - "Lo sabía. ¡has bebido! Y mientras he tenido que apañármelas sola, como siempre" - ¿Qué... qué ha pasado? - "La Cotilla y yo hemos discutido sobre quién es mejor, Julio Iglesias o su hijo Enrique. Nos hemos acalorado, le he gritado y Pascualita le ha tirado un chorrito de agua envenada al ojo. Ahora duerme la mona y como no he tenido fuerzas para llevarla a su casa la he dejado en el sofá" - Ah, sí (¿por qué me siento desilusionada?)    

sábado, 13 de octubre de 2012

Desde que permaneció un buen rato sumergida en agua dulce, peor todavía ¡en agua del grifo! Pascualita no levanta cabeza. Me da grima verla con ese color cadavérico de siempre, acentuado. La abuela la mima todo el tiempo, aunque lo correcto sería decir que la ceba, hoy por ejemplo, le ha dado paella para comer y como ese bicho es un saco sin fondo, se la ha comido.

Creo que está cogiendo unos gramos de más. Tendré que hablar con el médico para que me diga que es lo que se le da de comer a un ahogado. Lo malo que es me pedirá explicaciones. Ya se me ocurrirá algo.

La que está de capa caída en esta casa es la Cotila. A perdido la protección de la abuela, que maquina una venganza tras otra, para mandarla al otro mundo, por más que le digo que la vecina  no quiso cargarse a la sirena ¡si no sabe que existe! pero es muy tozuda y se le ha metido, entre ceja y ceja, que la vecina sabe más de lo que parece.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaa! ... Vengo cargada de paragüas. No os podéis hacer una idea de cuantos he encontrado en solo un ratito que me he paseado por Palma. En cuanto sale un rayo de sol se olvidan de ellos... - ¿Los ha robado? - ¡Niña, esa boca! Simplemente los he cogido y como estamos en alerta amarilla, en cuanto se nuble volveré a salir a la calle con ellos y en cuanto caigan las primeras gotas venderé un montón. Es que sino me espabilo no llego a fin de mes.

- "Esa manía tuya de tener las manos tan largas te llevará a la perdición" - ¡Huy! ¿Tienes un mal día?... No, creo que es otra cosa... es que te estás volviendo vieja, amiga. - Mal asunto recordarle a la abuela estas cosas, menos mal que Pascualita está de capa caída que sino se la tira a la cara - Beberé un vaso de agua y me iré a poner en marcha mi negocio ambulante - "¡No toques nada! Ya te la daré yo!" - Se fueron a la cocina, una enfadada y la otra mosqueada. Volvían hacia el comedor cuando la Cotilla, que todo lo mira, vio a Pascualita nadando lentamente en su "acuario" - ¡Anda. Otra gamba gorda! Se lo diré al señor Li, verás que contento se pondrá, con las ganas que tiene de comerlas. Si te regala algo, ya sabes, nos lo repartimos. - "Lo que te voy a repartir es un sopapo como digas algo de la gamba. ¡Es  mía! ¿Te enteras? y ahora ¡Puerta!" - La Cotilla salió a la carrera y al verme dijo - ¡Pandilla de egoístas!... luego pasaré a por un plato de arroz.

viernes, 12 de octubre de 2012

- ¡Menudo chaparrón me ha caído encima! Era como si se hubieran abierto los cielos. -  ¿Ha aprovechado para ducharse? Buena falta le hace. - Cada día es más deslenguada esta nieta tuya ¡Para que lo sepas, me duché la última semana de septiembre! Si todos hicieran como yo no habría restricciones de agua. - Aún tendremos que estarle agradecidas...

- "Esta mañana no has dado el grito de todos los días? ¿Eso quiere decir que has dejado de lado la idea de entrar a robar los cepillos de las iglesias?" - ¡Que va! Es algo que siempre tengo presente  y si algún día voy justa de presupuesto, lo pongo en práctica. Lo que pasa es que, debido al remojón siento un poco de carraspera y no quiero forzar las cuerdas vocales - Fuércelas, mujer y denos una alegría.

- Este cacharro está lleno de agua.. lo vaciaré y podréis ponerlo bajo la gotera si vuelve a llover - Y sin encomendarse ni a Dios ni al Diablo, cogió la pecera (en la que, afortunadamente, Pascualita no estaba) y tiró el agua a la calle luego se lo llevó a la cocina

- Abuela, un día la mataré o ella acabará con mis nervios - ¿A qué viene tener una pecera vacía en el centro del aparador? Sois rara hasta decir basta ... Bueno, me voy a ver si saco unos euros a la salida de  misa de la Catedral. Hoy es fiesta y van las autoridades... Pero a la hora de comer estaré aquí como un clavo.

A la hora de prepara la comida la Abuela cogió a Pascualita del "acuario" y la metió en la pecera y se la llevó a la cocina. La oí hablar con la sirena un buen rato hasta que, de repente, un grito desgarrador me sacó de mi somnolencia. Corrí a la cocina y me encontré a Pascualita flotando en el agua, lacia y con un color más feo que de costumbre - "¡Se ha muerto! ¡Se ha muerto!" - La saqué del agua y le hice el boca a boca sin pensar en ls consecuencias que tendría para mi boca un buen mordisco del bicho - "Ay, Dios mío, sálvala, por favor" - clamaba la abuela. Poco a poco Pascualita fue volviendo en sí. La abuela la acunó durante un rato,  más contenta que unas castañuelas. Una intuición me llevó a probar el agua de la pecera.

Mientras tomábamos el café después de comer y la Cotilla nos contaba lo poco que le había cundido el viaje hasta la Catedral, dejé caer una pregunta que no venía a cuento. - Después de vaciar la pecera ¿volvió a llenarla con agua del grifo? - ¡Claro! . Ya que no tiene pez, por lo menos que tenga agua - Instintivamente, la abuela arrebató la botella de chinchón de la mesa diciendo - Pues lo que es hoy ¡tú no bebes!

jueves, 11 de octubre de 2012


Estaba la abuela intentando convencer a Andresito para ir a la playa,  aunque le estaba resultando duro de pelar porque él decía que ya no era época de remojones, que ya había pasado el tiempo de tener la barriga en remojo para las personas de su edad - "¡¿Qué edad?!"  - se encampanó ella y colgó el teléfono con tanto genio que a punto estuvo de hacerlo añicos. Después se pasó media mañana, hablando con Pascualita, poniéndolo a parir. Hice lo que nunca hay que hacer cuando se tiene una abuela como la mía: inmiscuirme.

- ¿No crees que tu novio tiene algo de razón? El piensa que 85 años son muchos y hay que cuidarse de los catarros y del dolor de huesos... - "Esos consejos están bien para él que es un carcamal de 87 años pero no para mí, que estoy en la flor de la vida... Además ¿a ti quién te ha dado vela en este entierro? ¿me meto yo contigo cuando veo que se te está pasando el arroz y sigues sin darme un biznieto?" - Pues... - "¡Y deja de meterte con Andresito, que, en cuanto me insinúo se pone como una moto, cosa que no les pasa a los meapilas con los que sales tú!" - Abuela, no grites que Pascualita empieza a mirarme con malos ojos...

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaa!  ¡Ay, tengo un disgusto tan grande que puede que me lleve a la tumba! - ¡Por fin una buena noticia (dije con muy mala uva, lo reconozco) - He dicho "puede" boba de Coria... (Se dirigió a la abuela) ¿Crees que soy un mal bicho? - "Sí" - ¿Envidiosa, cicatera, acusona, egoísta, pesetera, lameculos y no sé cuantas cosas desagradable más? - "Sí" - ¡Lo sabía, lo sabía! Y me doy cuenta ahora de que, con todos estos "valores", hubiese podido hacer una carrera frúctifera en la política y ahora no estaría pasándolas canutas para llegar a fin de mes con esa birria de paga que me da el Gobierno... ¡Nena, saca el chinchón, a ver si me calmo!  ¡Fíjate lo que dice el Diario! Da igual que estés en la cárcel e inhabilitado para trabajar de empleado público.  El expolítico Miquel Nadal está de vacaciones forzosas, que le pagamos todos y va a recibir del Consell 1.150 euros  porque fue un alto cargo del govern. ¡Que tontas hemos sido!    

A la abuela los ojos se le pusieron como platos - "¡Trae acá el chinchón! O me emborracho o saco el trabuco" - ¡Que cogorza hemos cogido!

miércoles, 10 de octubre de 2012

- "¡Que graciosos son nuestros políticos! Ya sé que los ponemos a caldo día sí y día también, pero cuando van finos, justo es reconocérselo" - Quién te ha visto y quién te ve... ¿Qué ha pasado? - "¡Ay! jajajajaja ... espera que me siente. Mira jijijijiji, es que no puedo parar de reir jajajajajaja... Trae a Pascualita, ya verás que bien se lo pasa" - Ni hablar. Cógela tú que no me fío ni un pelo.

La sirena presidía la mesa de la cocina subida sobre los plátanos del frutero y mientras, la abuela bebió agua para calmar la risa floja. - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! - ¡Cotilla, llegas a punto de oir una cosa de nuestros políticos!" - ¡Serán tuyos! Yo prefiero tenerlos, cuanto más lejos, mejor. - Venga, abuela, que me tengo que ir... - ¿Eso es un plátano? (dijo la vecina mirando fijamente a Pascualita que se había quedado quieta en cuanto entró la Cotilla) - "Una variedad rara, me han dicho" - ¡Me encanta probar cosas nuevas! - ¡Quieta! (grité) es para mí - Ya salió la egoísta... ¡Que cruz tienes con esta nieta! - "¡Callaros de una vez!... resulta que los Yayo flautas repartieron hojas informativas de lo que consideran ¡con razón! que va mal. Ya sabéis: sanidad, educación, etc. y... Ahora vienen lo bueno... ¡Los de Medio Ambiente los quieren sancionar!jajajajajaja" - ¿Dónde está la gracia? -"Pues que no es verdad jajajaja... No me hubiera hecho gracia si fueran los Santos Inocentes. Lo divertido es que, al ser un día normal, te pilla desprevenida y te lo crees jajajajaja....¿No lo pilláis? Los políticos, a pesar de la crisis, tienen sentido del humor... jaj... ¿o no?"

Después de cuatro copas de chinchón (a las que nos hemos sumado todas) la abuela está más calmada pero hace un rato gritaba que quería tomar el Palacio de Invierno. - ". Si por repartir unas hojas se ha dañado el Medio Ambiente ¿Qué pasará cuando quemen la basura europea?" - ¡Nada, porque la promocionan ellos, con Boquita de Piñón al frente!... "¿A dónde vas, Cotilla?" - A comerme el plátano antes de que tengáis que tirarlo.-  Unos segundos después, un grito desgarrador resonó en toda la casa.

martes, 9 de octubre de 2012

Estaba ansiosa por que la abuela volviera de la compra. Tenía una visita que la esperaba desde hacía dos horas y estas cosas me apuran porque, en estos casos,  no sé de que hablar. Cansado de estar sentado, el visitante se acercó al "acuario" de Pascualita ; creí que le daría una ojeada pero no, parecía un inspector de Haciendo dando un buen repaso hasta dar con el fraude. Pero en este caso, no encontró nada que le llamara la atención. La sirena es más lista que el hambre y sabe que no debe mostrarse en público, por eso permaneció escondida dentro del barco hundido hasta que la abuela entró en casa, cargada con carrito y bolsas.

- "!Señor Li! ¿Qué hace por aquí!" - Galante, el hombre corrió a ayudar a mi abuela, cosa que le agradecí porque no estaba yo por la labor. Pascualita no perdió el tiempo, salió como una flecha a la superficie y le tiró un chorrito de agua envenenada pero el señor Li se estaba alejando y solo mojó el suelo. Esperó un poco hasta que viendo que se acercaba, repitió la operación pero, esta vez, tampoco atinó el tiro.  Enseñó la dentadura de tiburón en un intento de asustar a su enemigo y volvió a su escondrijo.

- Yo tlael-le un legalo pala usted... ¿gustal pato? - "Pues... sí. Son muy simpáticos. Sin ir más lejos, el Pato Donald me hace reír mucho" - El señor Li abrió un cesto que llevaba - ¡Milal, el pato! - "¿Qué voy a hacer con esto? ¡si está vivo! ¡Toma! (me dijo a mí) - ¿Desde cuando me dan miedo los patos? ¡Desde el momento en que la abuela me lo tiró a la cara! El animal, libre por fin, emprendió un pequeño vuelo y acabó en el  "acuario" - ¡Quita, bicho! ¡¡¡Abuela, está metiendo la cabeza en el agua!!! - ¡Yo cogel. No asustal!
- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaaa! ... ¿qué pasa aquí? ¿Eso es un ....pato?... ¿Vas a hacer pato a la naranja? -¡Ella no comel¡ - gritó el señor le señalando a la Cotilla con el dedo. Mientras tanto, el bicho seguía a lo suyo y no paró hasta conseguir tener a Pascualita en su pico. El señor Li miró entusiasmado a la abuela. - ¡Acoldalse de mi ¿veldad, Abuela? ¡Tenel pecela pala gambas glandes que a mi gustal. Abuela, sel fantástico! - "¡Que no soy su abuela, coñe!" (y a mí me gritó) "¡Coge a ese bicho del cuello antes de que se la trague!" - ¡Me picará! - "Como si te deja tuerta!"

Finalmente fue la Cotilla quién resolvió el problema atizándole un escobazo al pato que cayó grogui al suelo. Recogí, rápidamente a Pascualita y la metí en mi escote. - ¿Pol qué metel gamba golda ahí? dijo el señor Li mientras sus ojillos se achinaban más que nunca. - "Es... es un nuevo método de... engorde" - El chino se quedó a cuadros - ¿Nieta alimental gamba a sus pechos?... ¡Oooooohhhhhh, dioses...¿cuándo podel probal yo? - No acaba yo de entenderle - ¿Qué es lo que dice que quiere probar este tío?

Al quedarnos solas, nos quitamos el sofocón con unos chinchones. La abuela había explicado al señor Li que nosotras éramos vegetarianas y lo mejor que podía hacer era volverse con el pato por donde había venido. Eso sí, le agradeció infinito, el detalle que había tenido. - Las dos viejas, recordando el episodio, se partían de risa - Buen trabajo le has buscado a tu nieta ¡amamantar gambas! jajajajajaja

lunes, 8 de octubre de 2012

Tengo un empacho como una Catedral. Hoy voy a estar a líquidos y espero que nadie me nombre la pizza porque no respondo de mí. La abuela, sin embargo, está como una rosa... verde. Lleva el pelo, las uñas, los párpados y los labios, verdes. Esta mañana, al verla, pensé que no me había despertado y sufría una pesadilla. Me gustaba más de rubia platino, como antes, ahora es inquietante verla así. - ¿Qué opina Andresito de tu cambio? - "Que no dejo de sorprenderle... jijiji y le gusta"

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! ¡Joer! ¿No te estás pasando con el verde? - "Me pondría la ropa igual pero no puedo por la promesa que hice de ir de luto hasta que el País saliera de la crisis".- O sea, para cuando los americanos abran un supermercado en Marte, más o menos... ¡Vaya, me he dejado la lista de la compra en casa! - ¿Qué compra, si come aquí cada día? - ¿Crees que me lo dais todo? No, hija. Esto es un toma y daca: os doy mi compañía a cambio de un poco de comida... así nadie sale perdiendo...Ahora no recuerdo que es lo que necesito... (dijo mirando a la abuela) ¡Ah, sí! pimientos verdes, judías verdes... col... perejil y apio... espinacas... ¡Oye! es una suerte que te hayas cambiado el look, me sirve para pensar en la verdura... alcachofas... - ¿Para que quiere todo esto? - Se lo llevo a una gente que está muy necesitada. Ya no cobran nada de nada.... - O sea, ¿tiene dinero? - Muy poquito... la mitad de las cosas que he dicho no las podré comprar... - ¡Que jeta tiene! ¡Abuela, a esta mujer que le dé de comer su tía! - Por supuesto, comió en casa.

Después de la siesta, la abuela se arregló para ir al Funeral. Al salir del baño creí ver una aparición. Se había puesto un maquillaje pálido, se acentuó las ojeras con polvos violetas y todo lo demás era verde. - ¿No saldrás así a la calle? - "¡Claro! Voy en consonancia con el nombre de la cafetería. Celebraremos su 25 aniversario" - ¿Y tienes que ir de muerta? - Naturalmente. Seré el alma de la fiesta ya que, si no hay muerto, no  hay Funeral jajajajajaja ¡Hale! me voy, que para dos telediarios que me quedan, quiero disfrutar a tope. - Metió a Pascualita en el termo, forrado para la ocasión con una caja imitando un pequeño ataúd - ¡No te la lleves! - "¡No seas egoísta! ¿No ves que está encantada? ¡Causaremos sensación!" -  Eso es lo que me preocupa.
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domingo, 7 de octubre de 2012

La abuela me ha estropeado el desayuno. En cuanto me ha visto salir, somnolienta, del cuarto de baño, me ha soltado: "Me voy a la peluquería" - ¿Qué peluquería? Hoy es domingo. - "La de los chinos" - ¿Te vas a pasar todo el día allí? - "El día no, pero la mañana, puede. Voy a cambiarme el look... En el horno he dejado dos pizzas preparadas. Media hora antes de comer, lo enciendes... ¡Cuidadito con quemarlas!.

- ¡Que injusto! Se supone que los domingos no hay que hacer nada, salvo comer la paella ¡no pizza! Pensaba tirarme a la bartola en el sofá y dormitar plácidamente hasta que me despertara el aroma del arroz... ¡Y ahora la abuela me ha desbaratado los planes!... ¡Pues yo no me quedo sin hacer lo que se me viene en gana! - Así que encendí el horno. Cuanto antes empezara, antes terminaría.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! - ¡Que susto, Cotilla! con lo a gusto que dormía - Desde mi casa se huele a quemado... ¿No me digas que se quema mi comida? - ¡Y la mía! Me he quedado un momento traspuesta  y ... ¡La abuela me mata! - ¡Y yo!

Una hora más tarde llegó la abuela. La Cotilla y yo la miramos estupefactas - Perdone, ¿quién es usted? - "¡¿Qué ha pasado con las pizzas?!" - ¿Qué ha pasado con tu pelo? - El pelo de la abuela era verde, igual que el maquillaje  - Es el color de la esperanza, que buena falta nos hace... Vamos a comer que estoy muerta de hambre - Al abrir el horno chilló - "¡¿Qué es esto?1" - Pizza deshidratada...una nueva especialidad...

Dos horas más tarde, la abuela y la Cotilla, llegaron a casa. Habían comido de menú en el restaurante de la esquina. Repantingadas en las butacas, dieron un buen tiento a la botella de chinchón - ¿Y el bicho que había? - "Se fundió con el alcohol" - Abuela... no quiero más... - "¡No te levantarás de la mesa hasta que no te acabes las pizzas deshidratadas!"


sábado, 6 de octubre de 2012

- "¿Has visto la carilla de no haber roto nunca un plato que tiene el chico de los explosivos?" - ¿Que hay de raro en ello? normalmente, la gente no lleva escrito en la frente lo que piensa o lo que es. - "Ya. Pero, al leer lo que se decía de él, me lo imaginé más fornido y sin embargo es un saco de huesos" - Pienso en su familia, les ha caído en suerte una buena pieza. - "La que también es digna de compasión es la familia del cabestro ese que ha dicho que las leyes y las mujeres están para violarlas  ¡Es que es para mear y no echar gota! Solo espero que no salga una mandamás de su partido, alabando el "sacrificio" que ha hecho al dimitir.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaa! ¿Habláis del cabestro?... menudo fantasmón. Su mayor fantasía debe ser estar rodeado de mujeres que le den palos hasta en el carnet de identidad. Seguro que en su casa no pía jejejeje

 Así se han tirado más de una hora, explayándose a costa de los dos sinvergüenzas de la semana. - "Ya te dije yo que, de un tiempo a esta parte, resonaban las botas alemanas marcando el paso de la oca" - Ay, no seas agorera... Venga, vamos a picar un poco. (¿por qué se ha cambiado la letra?) Niña, saca un vinito... - ¿No traerá los huevos rellenos de anoche? - ¡Claro! al final no se chafaron todos. - ¿Alguien cree que fueron a la basura? ¡No están los tiempos para tirar nada!

Después de comer y tomarnos el café, nos entró la modorra, la Cotilla fue la primera en dormirse. En cuanto la oyó roncar, la abuela fue a por Pascualita, la sujetó con la mano que puso sobre su pecho y al minuto, dormían las dos. Naturalmente me quedé sin siesta reparadora. No podía permitir que la sirena quedara sin vigilancia estando allí la vecina. Debo confesar que di alguna cabezada porque, al despertar bruscamente de una, vi a la Cotilla aproximándose a la abuela. Instintivamente, le hice la zancadilla y cayó cuan larga era (que es poco). El ruido despertó a la abuela que, asustada, soltó lo que tenía en la mano. Pasó todo tan deprisa que solo me dio tiempo a ver como Pascualita, después de volar por los aires, entró limpiamente por la boca de la botella de chinchón zambulléndose en él... Debió encoger mucho la barriga y el trasero porque sino, no pasa, pero pasó. 

La Cotilla, bizqueando, se hacía cruces de qué podía ser ese bicho. La abuela encontró una explicación lógica - "¿No nos imitan los chinos? Pues ahora los imitamos nosotros, solo que en lugar de un dragón meten un... una...sardina"

Hasta que no se fue la Cotilla no pude sacar a la sirena. Tenía un coma etílico como un castillo. Consulté con el Médico para enterarme del tratamiento a seguir y poco a poco, Pascualita fue volviendo a la vida. Luego me tocó pagarle al Médico la consulta urgente que le había hecho. Tampoco está mal tener de vez en cuando una sesión sadomasoquista en la que quien pega eres tú jajajajaja,

viernes, 5 de octubre de 2012

- "¡El mundo está como un ganado de cabras, Pascualita!" Menos mal que a mi me quedan dos telediarios y no veré la explosión. ¡Jamás imaginé que los suecos tiraran por la borda décadas de libertad e igualdad entre hombres y mujeres por no ofender a cabestros incapaces de asumir que todos somos iguales iguales ante la ley! Y para remate aquí tenemos a un Supergaitas dispuesto a ponerse la Universidad por montera con tal de dar rienda suelta a la amalgama de ideas descabelladas y asesinas que habitan en su cabeza. ¡Que luego no diga que escuchaba voces porque, si fuera hijo mío, le daría tal colleja que haría palmas con las orejas!"

- Abuela ¿A que vienen esos gritos? Se oyen desde la calle.- "¡Pues que me oigan! ¿No ves que estoy enfadada?" - Si es por lo del desalmado ese, estate tranquila que ya está detenido. - "Ahí la policía se merece un diez porque ha estado a lo que realmente importa, evitar muertes y no como otros que lo único que saben es encender ánimos y dar porrazos" - !Avemariapurísimaaaaaaaaaaaa! ¿Ya está metiéndote con tu abuela? ¡Que cruz tienen contigo, la pobre! - ¡Oiga, que no he hecho nada! - Ese es el mal jejejejejeje...¿a qué sí? (hablaba con la abuela).que nunca haces nada. ¿Qué te cuesta echarte un meneíto, o dos si hace falta y le das un bisnieto? - Cambié de conversación... - ¿Vais a ir al cumpleaños que se celebra en el Funeral? - "¿De quién?" - ¡No importa. Nos pondremos las botas!

Era tarde cuando regresamos a casa. Llevábamos más de tres horas retenidas en la Comisaría. - ¡Que vergüenza! ¿Por que metió casi toda la ensaladilla en el bolso, Cotilla? - Iba a sobrar - ¿Y los huevos rellenos? - Para hacer una picadita mañana antes de la comida. - ¿Y no tenía otra cosa con la que arrearle al que le metió mano, que con un bolso que tiene roto el cierre? ¡Lo ha puesto perdido! - Debió ser el efecto del chinchón porque nunca le hago ascos a una fiestecita jejejeje - ¡Cotilla, me tiene harta! - ¿Y tú, abuela, ¿por qué quemaste a Rosa Maria? - "Jejejeje, eso ha sido gracioso... ¿no digas que no?... estaba segura de que llevaba peluca ¡Y tenia razón! Anda que no se la ha quitado rápida en cuanto ha sentido el calorcito. Tú tampoco te has quedado corta" - ¡Os querían linchar! ¿Qué iba a hacer? - Le dije al inspector que, la mayoría de las heridas y conjuntivitis, eran culpa de un alma en pena de tu casa, que nos había seguido al Funeral. Se lo tuve que repetir varias veces y al final, quiso mandarme al Manicomio. - "Pero ha sido una buena fiesta. Nos hemos reído mucho ¿a qué sí?... Ahora que no nos oye nadie os diré que la del cumple no tiene la edad que dice ¡Si se le nota a la legua que se ha arreglado la cara!" - ¡Debe tener el ombligo en la garganta del estirón que le han dado jajajajajaja! - "Los ochenta ya se los dejó atrás hace tiempo" - ¡Y los noventa! ¡Menudo ojo clínico tengo yo para estas cosas de la edad! ¿Brindamos por ella? - ¡¡¡Felicidades, vieja pelleja!!!

jueves, 4 de octubre de 2012

- "En Madrid no nos quieren" - En Madrid si, los que no nos quieren son los que trabajan en el Congreso y hacen de su capa un sayo. - "Tienes razón. El pueblo madrileño tiene que aguantar mucho: que si manifestaciones por aquí o por allá de gentes de fuera; cortes de calles; desvíos, etc. pero se echa a la calle como el primero para pedir la dimisión del Gobierno; recibe a los mineros con cariño, cosa que no hacen los mandamases, la mayoría de los cuales no han nacido en Madrid... ¡Es que hoy no sé lo que me digo!" - ¿Estás cansada? - "No. Asombrada y cabreada por el poco dinero que nos manda el Gobierno y con los puñeteros suecos" - Tampoco vayas a meterlos a todos dentro del mismo saco. - "¡Es que eso de borrar a las mujeres del catálogo de Ikea en Arabia Saudí es de juzgado de guardia!" - La abuela se va embalando a medida que se escucha, lo cual empieza a representar un peligro para mí porque estamos cerca del "acuario" de Pascualita. De momento, duerme.

- "¿Por qué el Gobierno da tan poco dinero a estas Islas si somos de los que más contribuímos al Estado? ¡Aquí, todos moros o todos cristianos! ¡Luego se extrañan si queremos la independencia!" - Abuela, no grites. Aquí nadie ha pedido eso... han sido los catalanes - "Al menos ellos tienen un President que, aunque haga de tripas corazón, los defiende pero aquí... Boquita de Piñón sacó pecho ante sus súbditos y todos pensamos: Tararí que te vi. Porque, a ver ¿a qué ha ido a los Madriles? ¿A decir si wuana? ¡Eso puede decirlo desde su despacho y nos ahorramos los gastos que ha originado el salir en la foto! ¡Qué el Pinocho Mayor del Reino le de un ministerio de una vez y le ponga piso en la Capital!

Con tanto grito Pascualita se despertó... - Cuidado, abuela, que no parece muy contenta - "Por que se ha enterado de lo que han hecho los suecos. ¡Peseteros, más que peseteros! Pues como todas las mujeres del mundo donde tienen tienda esta gente, dejáramos de comprar en solidaridad con las mujeres saudíes, otro gallo les cantaría..." - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaa! ¡Me he pasado por Ikea y mirad qué traigo: unos vasitos para el chinchón... es que las copas que tienes son muy pequeñas. - "¡Que poca vergüenza tienes! ¡No tendrías que haber comprado allí!... ¿esto no son tazas para chocolate?" - ¿Quién ha hablado de comprar?... Estaba al final de una caja y en un descuido del comprador y la cajera, las he echado en el bolso. - ¡Pero que cara tiene! - "¡Déjala, tiquismiquis, que ya estaban pagadas!" - ¿Por qué no las estrenamos? - "Ahora mismo, a ver si se me pasa el enfado."

miércoles, 3 de octubre de 2012

¿Has visto la noticia, abuela? ... en los catálogos de Ikea de un país árabe, han suprimido a las mujeres. - "¿Los suecos? Ya estás diciendo tonterías de buena mañana" - Lo vi en la tele... - "Que no puede ser. Que los suecos son personas muy liberales... Pregunta a los que, en los años 60 eran "picadors" de suecas. Se ponian las botas con ellas o eso, al menos, era lo que contaban" - Ya, pero el negocio es el negocio y si allí la mujer es un cero a la izquierda se la quita del catálogo y ya está. - "Sigo pensando que te has confundido... - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaaa! ¿Ya estás lista? (preguntó a la abuela) - "Si. Anda. dile a mi nieta como se las gastaban las suecas en Mallorca" - ¡Uf!, eran el no va más del aperturismo y los chicos perdían el culo por ir con ellas. Se podía tener novia formal pero, en cuanto oscurecía, la dejaban en su casa y corrían a arreglarse para ir "de pica" con las extranjeras... ¿Por qué quiere saber esto? ¿Va a practicar el amor libre? - De las suecas no hablo pero los suecos se han vendido a los petrodólares, por lo menos los de Ikea. - ¿Por? - "¡Anda, déjalo, ya te lo contaré por el camino"

Se han ido andando hasta la Catedral por un reportaje que venía en el Diario. - "Subiremos casi 200 escalones, hasta el Rosetón, Cotilla, vente preparada para la escalada ¡Que ilusión me hace!" - Y así iban, solo les faltó el traje de neopreno - ¿Dónde vais con las mochilas? - "Por si nos da el hambre durante el ascenso. Llevo bocadillos y agua" - Y yo unas chirucas de recambio, por si acaso. - El termo déjalo en casa. Cuanto más ligera vayas de peso, mejor. - "Se viene conmigo y no hay más que hablar" - Tiene razón la chica. Son ganas de cargar peso. - "Lo llevo porque me hace contrapeso ... ¡Y no hay más que hablar!"

Casi dos horas después, han vuelto. Con malas caras y jurando en arameo. - "¡Era mentira! Nos han dicho que los del Diario se equivocaron. Imagínate el papelón que hemos echo vestidas así y sudando la gota gorda. ¡Hasta los turistas nos han sacado fotos!" - Lo mejor ha sido cuando algunos nos han tirado una monedas ¡Como nos habíamos quedado de piedra, pensarían que éramos estatuas vivientes! - Entonces jejejejeje el viaje no ha sido en balde jajajajajaja - "¡Ni se te ocurra reírte de nosotras!" - Voy a devolver el traje y las botas, no sea cosa que me lo manche comiendo... ¡No os bebáis todo el chinchón que vuelvo en seguida!

martes, 2 de octubre de 2012

Hay un nuevo municipal rondando el barrio. Me temo que nuestro amigo vuelva a estar de baja por culpa nuestra... es que es muy aprensivo con todo lo que sea paranormal. La abuela ha dicho que luego se pasará por el cuartel para preguntar por él pero creo que intentaré disuadirla, empezamos a ser demasiado conocidas por allí, además está el asunto de la última denuncia que nos puso el Juan Lanas del vecino...Pobre de él cuando la abuela se entere de quién es.

A Pascualita se la ve más tranquila desde que ha llevado a cabo su venganza con la Cotilla. Se pasa el día languideciendo sobre el banco de arena del fondo de su "acuario". No creo que eso sea bueno para ella porque es muy propensa a engordar y luego no cabe en el termo de los chinos. La abuela, que es muy tozuda, a veces la ha metido a presión, pero como patina, al ratito ha saltado como un tapón de cava y se ha empotrado en el techo. Cuando eso ocurre hay que dejarla tranquila unos cuantos días porque muerde. También funciona, para apaciguarla, echar un poco de chinchón en su agua. Es mano de santo.

Esta tarde la abuela y la Cotilla han empezado un curso de ball de bot que se ha organizado en una sala del Funeral. Yo les propuse el taichi, más que nada por la edad que tienen, ya no están para pasarse una hora dando saltos entre boleros y jotas. Pues las he ofendido y dicen que no tiene nada que ver lo que pone el DNI con su verdadera edad. Hace unos años, la abuela falsificó el carnet quitándose 30 años de una tacada, hasta hizo uno fotocopia del engendro. Le valió una bronca y una multa que tuvo que pagar religiosamente. Desde entonces solo enseña la fotocopia, aunque lleva encima el DNI por si las moscas.

- "Hooo... laaa..." - Ave...mar... - Han vuelto derrengadas de la clase. Sudadas como un pollo, acalambradas, con la respiración entrecortada y un pito en los pulmones que parece la Orquesta Sinfónica. Agarrándose a los muebles, han conseguido llegar hasta la salita y se han derrumbado en las butacas - "Un... aaaayyyyy... un chi... ¡ufff! ... un chinchón" - Y a... aaaaa... a miii... aaaayyyy... - Les llevé el chinchón antes de que exhalaran el último suspiro. - ¿Qué? ¿pasado mañana otra vez? - "Tenemos los ovarios como una catedral. Si decimos que vamos, vamos" - A mi me sale gratis - ¿Y eso? - "Yo había contado la "limpieza" que hizo en casa y amenazó, después de llorar un rato sin conmover el corazón del administrador de la cafetería, con hacer lo mismo en el local porque, dijo, había mucha energía negativa. Tan decidida la vieron que prefirieron unirse a ella en lugar de tenerla como enemiga" - ¿Y tú por qué pagas? - Porque lo pagas tú, boba de Coria jajajajajaja ... ¡¡¡Eh, no te lleves el chinchón!!!".


lunes, 1 de octubre de 2012

Ha venido el Municipal que, aunque ojeroso, sigue trabajando, no están los tiempos para quejarse. El hombre no las tenía toda consigo porque me ha costado mucho que entrara en casa. Que aprensivo es. - "¿Otra vez por aquí?" - Si no le va bien ya volveré en otro momento... Es por una denuncia que les puso un vecino... dice que volaron trastos del balcón a la calle. - "Los tiré yo. Y poco faltó para que la Cotilla siguiera el mismo camino... Se empeñó en limpiar la casa de alma, del Purgatorio digo yo que serán y me ha dejado el comedor hecho un desastre..." - Perdone pero no... no hace falta que me dé detalles... Mis nervios, sabe. - "Antes te tomarás un cafelito jejejeje" - No le quedó más remedio que sentarse con nosotras.

Sobre la mesa estaba Pepe. El pobre se libró del conato de incendio pero se chamuscó. Está más feo que antes, incluso a mí me daba grima. Pienso que fue su visión lo que cerró la garganta del Municipal que fue incapaz de tomar un trago de café, aunque la abuela no lo interpretó así - "¿Lo sientes por Pepe, verdad? Es triste lo suyo, normalmente la gente se muere una vez pero él ha estado a punto de hacerlo dos... Y el caso es que, después de tanto jaleo, aún deben quedar fantasmas porque no le di tiempo a que terminara el trabajo" - Me temo que ... si bebo el café... tendré todo el día el baile de San Vito... Me voy a... - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaa! ¡Venga, despejando, que es gerundio! ¡Hombreeeeeee, mira quién está aquííííí! - ¿No puede hablar sin gritar?

Al oír a la Cotilla, Pascualita salió a flote, se la tiene jurada desde que la tiró, con "acuario" y todo, sobre las llamas. - Ahora vendrá Blas y entre los dos arreglaremos el comedor, aunque es una pena porque, ya que está medio bendecido, podría seguir con el ritual y acabar de una vez con los malos espíritus... - Sí, le quedó muy bien aquella oración del Aserejé. Los fantasmas aún deben estar bailando. - Menos mal que reconoces mis méritos, bonita.

Por el rabillo del ojo vi a Pascualita dar un triple salto mortal de espalda y entrar en el agua como una ballena en pleno ritual de apareamiento. ¡¡¡Chof!!! - ¡Aquí hay uno. En el agua! - "¡Ni se te ocurra acercarte a ella!" - ¡No puedo dejar el trabajo a medias! - "¡Que no!" - ¡Yo me voy...yo me...! - Un alarido interrumpió al pobre Municipal que corrió escaleras abajo como si le persiguiera una legión de demonios.

La Cotilla se retorcía de dolor. El chorrito de agua envenenada, una vez más, había dado en el blanco. La abuela se enfadó con Pascualita - "¡Podrías haber esperado a que limpiara el comedor, boba! Ahora tendré que ayudar yo a Blas porque lo que es ésta..." - "Esta" o sea yo, tomé las de Villadiego y no regresé hasta la noche, cuando el comedor ya estuvo limpio, pintado y cada cosa en su lugar.