jueves, 31 de mayo de 2018

Moción de censura.

Era temprano cuando el rolls royce de los abuelitos ha aparcado en la parada del bus bloqueándola como siempre. Ya se sabe cómo son los ingleses con las tradiciones y Geoooorge es de pura cepa. Subieron los tres a casa precedidos por el riquísimo aroma de las ensaimadas recién salidas del horno. Yo les esperaba con los cola caos hechos y calentitos. Ni que decir tiene que nos pusimos como el Kiko ¡menudo desayuno!

Solo entonces, una vez saciada el hambre, me di cuenta de que los abuelitos venían de punta en blanco. - ¿Váis de boda? - "No sé cómo tienes el valor de hablar de bodas cuando no eres capáz de  tener la tuya y darme ya, de una vez, un bisnieto" - La abuela nunca da puntada sin hilo.

Sin decir palabra, Andresito entró en la salita, encendió la tele y se repantingó en una de las butacas del tresillo, dispuesto a seguir, de pe a pa, la Moción de Censura contra su Partido y los Pinochos Mayores del Reino. - "¿Esto va a durar mucho?" - ¿Por qué? - "Quiero ver a Arguiñano..."

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaa! Hummm... Aquí huéle a ensaimada ¡¿Me habréis dejado varias?! - "Una. Y date con un canto en los dientes" - ¡Necesito más para venderlas o no llegaré a fin de mes! ¡Vuelvo a ser una jubilada pobre! El Govern no me permite alquilar el piso a turistas... - ¡Bien hecho! (grité) ¿Y qué haré ahora? - ¡Véndalo! - ¡No! Es mi cobijo para la vejez. - ¿Qué vejez? (pregunté) ¿la 2ª, la 3ª...? Usted debe ir ya por la 6ª - ¡Has oído a tu nieta. Me ha llamado VIEJA! ¡A mi, que soy unas horas más joven que tú!

Salí corriendo a atrincherarme en la cocina para escapar de los pescozones de la abuela pero ella ni se inmutó. Me asomé a la salita mientras la Cotilla, babeando, decía: - ¡Esto es un hombre! Mi gurú, Luis Barcenas, sí que sabe ganarse a una mujer. No quiere que la suya entre en la cárcel. ¡La quiere libre! cuidando a su niño... - "¿Niño? ¿Qué niño si ya tiene barba?" - Y han pagado la fianza . Pobre familia, habrán tenido que rascar de aquí y de allá para juntar los euros que pedía el juez... ¡¿Es que el juez no tiene familia?! - "Supongo que sí, pero será honrada"

Saqué a Pascualita del acuario, la metí en mi escote y me senté en la salita con los demás. La Cotilla siguió lloriqueando por su admirado Bárcenas mientras el abuelito, a duras penas podía escuchar lo que decían en la tele y ¡DE REPENTE! sentí que me estallaba la cabeza: dos buenos pescozones de la abuela, a toro pasado, hicieron que mi cabeza rebotara una y otra vez contra la mesita de centro hasta romper el cristal. - "Que a gusto se queda una después de impartir justicia. (dijo, satisfecha, la abuela) Anda, trae el chinchón y brindaremos por ello" - ¡Encima tuve que ir yo a buscarlo!

miércoles, 30 de mayo de 2018

La abuela se delata.

Creo que mi primer abuelito, que tanto asusta al pobre Bedulio y que hasta ahora solo era fruto de mi imaginación, ha tomado posesión de mi casa como si fuera la suya. Se lo he contado a la abuela.

- "¿En qué te basas para decir ésto?" - A ratos huelo a Varón Dandy, la colonia y loción de hombre que hizo furor en los años cincuenta-sesenta del siglo XX. - La abuela puso los ojos en blancos al oírme y entró en éxtasis - "¡Ooooooooooooooh, cómo me ponía aquel oloooooooorrrrr!" - ¿Cómo? - "¡Como una bestia parda! Hummmm, pobre del hombre que se acercaba a mi con el aroma de esa loción envolviendo su cuerpo... Inmediatamente se convertía en mi presa. Así cayeron rendidos a mis pies todos los novios que tuvo la Cotilla" - Cualquiera que te escuche pensará que eras una mantis religiosa... - "¡Exactamente. Eso era. Me aprovechaba de ellos y después, si te he visto, no me acuerdo!"

- ¿Así que Varón Dandy fue, en cierto modo, cómplice tuyo para cargarte al abuelito primero? - "¿Crees que me lo comí como hace la mantis con sus machos? jejejejejeje... ¡Pues, sí. Al horno, con patatas y pimientos!" - ¡¡¡Abuela!!! - "Estábamos en crisis. Siempre hemos estado en crisis y cansada de comer sardinas." - ¡¡¡No sigas. Es demasiado horrible!!! - "No creas. Lo cebé durante unos meses y estuvo buenísimo asado en su propia grasa y con un buen chorreón de jerez seco" - ¡Aaaahhhhg, no me lo puedo creer! Pensaba que Pepe, la cabeza jivarizada, pudo haber sido un canibal, pero ¡TU!... - "Ya estás discriminando. ¿Por qué el sí pudo? ¿por qué fue un hombre? ¡Pues yo soy una mujer y me comí a mi marido y después me chupé los dedos!"

No quise saber nada más. Corrí escaleras abajo y ya en la calle, seguí corriendo hasta llegar, sofocadísima, al cuartel de los Municipales. Busqué a Bedulio. - ¡Vengo a denunciar a mi abuela! ¡Es una canibal! ¡Se comió a mi primer abuelito con patatas!

Después de un buen rato de cachondeo a mi costa por parte de toda la plantilla municipal, me fui de allí enfadadísima. - ¡Os presento un caso de asesinato resuelto ¿y me lo pagáis así? ¡Anda y que os zurzan!

Anochecía cuando regresé a casa. Al entrar solo escuché los ¡chof! que hacía Pascualita al saltar, una y otra vez, en el acuario y encharcando el comedor. Pepe seguía en su estantería de la cocina tan tranquilo como siempre.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaa! jajajajajajajajaja Aaaaaaaaaaayyyyyyyyyyyyyyy ¡me duele todo el cuerpo de reír! - Menos mal que alguien ríe en ésta casa... ¿Qué ha pasado? - Me he encontrado con tu abuela jajajajajajaja.

Aún sigo pensando dónde está la gracia.

martes, 29 de mayo de 2018

Depresión.

La abuela ha venido hecha un pimpollo... llena de colorines, estrellas, corazones y huevos fritos. - No sé si vas atrasada o adelantada para el Carnaval... - "¿A qué viene tu sesudo comentario? Lo que me ves lucir, con mi elegancia innata, es un modelo exclusivo de Agatha Ruíz de la Prada." - Estoy impactada, abuela. - "Lógico. Impáctate más: aquí está la etiqueta con el precio" - ¡Ostras, Pedrín! -

Solté la etiqueta como si me hubiese mordido una serpiente - ¿Quiéres que la quite? (acerté a decir a pesar de la conmoción cerebral que me dio) - "¿La etiqueta? ¡Ni hablar! Estos modelitos son multifuncionales. Todo lo que le pongas o cuelgues en ellos los revalorizan. Y no se notan" - ¿Vas de boda? - "A la playa" - ¿Con esos zapatos de grandes plataformas? Caerás de bruces y dejarás los dientes clavados en la arena. - "Eso es lo que te pasaría a ti pero yo soy yo, boba de Coria" - 

Cuando la abuela tiene el ego subido no hay quién la aguante. - "Las playas están siendo "visitadas" por seres extraterrestres. Sus naves espaciales amerizaron en alta mar y los tripulantes, provistos de escafandras especiales contra nuestro aire, se dejan llevar por las corrientes marinas que los transportan hasta las playa. Son robots de diseño. Y los terráqueos, que a divertirse no nos gana nadie en toda la galaxia, hemos inventado el juego llamado: Encuentra la Carabela Portuguesa"

Estoy segura de que mis ojos bizquearon ante tamaña información. - ¿Abuela...? - "Dice el refrán: dónde fueres, haz lo que vieres. Y eso hago yo. Si desde lejanísimas tierras nos envían objetos de diseño, no iba yo a ser menos. Buscaré una de esas carabelas y cuando me grabe para mandar mi imagen a sus jefes, veran una magnífica representación de una mujer elegante, muy elegante y a la vez, supermoderna" - ¿Abuela...? ¿Estás bien...? Si encuentras uno de esos bichos ¿qué harás con él? - "Llevármelo a casa" - Me lo temía... - "Seré la primera persona de mi barrio millonetis en tener un robot sideral." - ¿Abuela...? - "¡¡¡¿QUEEEEEEEEEEEEEEEEE?!!!

¡Que susto! Di un respingo. - ¿Estás bien? (repetí) - "¡¡¡NOOO. NO ESTOY BIEN!!! Ya no aguanto más los llantos de Andresito. ¡No quiere salir a la calle! Está depresivo. El médico le ha prohibido mirar la televisión pero es un cabezón y no hace caso. Y encima tiene alucinaciones: Sale el Presidente y él ve a Pinocho, sale la ministra y él ve a Pinocho, salga quien salga, el no ve españoles, ve ¡PINOCHOOOOOOOOOOOS!"

Nos sentamos a la mesa de la cocina y compartimos una botella de chinchón con Pascualita y Pepe, la cabeza jivarizada. Más tarde, cuando escuchamos: - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaa! ya no quedaba ni una gota. El sermón que nos soltó la Cotilla sobre el Egoísmo nos hizo reír a carcajadas mientras, disimuladamente jejejejejejeje, Pascualita salía despedida por la ventana abierta del comedor y caía en el árbol de la calle, a pesar de que mi intención fue lanzarla al acuario jajajajajaa... ¡hip!...

lunes, 28 de mayo de 2018

Andresito no levanta cabeza.

- "Nena, Andresito vuelve a estar de los nervios." - ¿Sigue llorando? - "Debe ser de lagrimal sensible porque lleva una racha que no me la merezco. Tengo a Geooorge todo el día con la fregona de acá para allá. Aunque si he de serte sincera, nunca ha tenido tanto brillo el suelo de casa como desde que se friega con los charcos de lágrimas que va dejando mi marido" - Paténtalo y te forras. - "¿Y aguantar lloreras día y noches? ¡No, gracias! Ya somos muy ricos"

"Esta mañana, mientras él paseaba por Palma han caído cuatro gotas de lluvia cargadas de barro. Ha sido el pistoletazo de salida para que todo los turistas de cruceros se dirigieran al interior de la ciudad, a cobijarse en tiendas, iglesias... etc.

- "Esta gente baja del barco en tropel, como hacen todos los turistas del mundo, Andresito incluído cuando hemos ido por Europa de vacaciones. Y eso es lo que él se ha encontrado en la calle de Jaime II. Una pared de guiris que venía en sentido contrario al suyo y ha quedado aterrorizado ¡Lo arrollarían y moriría aplastado como un gusano!"

- "Histérico como estaba ha gritado repetidamente - ¡Turistas go home! - a grito pelado. Solo ha podido hacerlo dos veces porque la gente le ha pasado por encima como una apisonadora. Un poco más y tiene que venir los barrenderos a recogerlo con la pala y la escoba,

Arrastrándose como ha podido ha llegado hasta los pies del Municipal que hacía la ronda cerca del Ayuntamiento. - "¡Bedulio, cierra las puertas de la ciudad, que nos invaden!"- ¿Quién, señor? -¡¡¡ Los habitantes de Guirilándia!

El Municipal lo trasladó al Manicomio donde, tras una sección de elctrochocks, fue llevada a casa de la nieta con la esperanza de que se repusiera. Allí le dieron un tratamiento de chinchón on the rocks y que ha sido mano de santo... Eso si, camina de lado debido a una mordedura en la entrepierna que le mantiene toda la zona con una hinchazón de caballo... siguen sin saber a qué es debido...

domingo, 27 de mayo de 2018

¡La Nieta es famosa!





- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaa! ¡Has salido en la portada de los periódicos, boba de Coria!

 - Sonó el teléfono. - "¡Nenaaaaaaaaaa, Andresito no levanta cabeza y hoy apareces tú en la portada de toda la prensa, para hundirlo más aún! Bonita manera de postularte para conseguir la Torre del Paseo Marítimo el día de mañana"

Llamaron a la puerta. Era Bedulio. - Toma, para que luego digas que no te regalo nada ¡una multa por escándalo público! - dió media vuelta, se metió en el ascensor y se marchó.

Al principio no quise ver la foto pero después de cuatro o cinco chinchones, tomados durante la charla con la Cotilla, le eché un vistazo y ¡oye, había quedado muy bien! - La recortaré y la pondré en un marco y la colgaré en el comedor. - Estás mejor que en la foto del DNI (dijo la vecina) Todos salimos con cara de reos.

La Cotilla estaba empeñada en asociarse conmigo y montar una pelea o dos en el mercado, a la semana. - Te daré una cuarta parte de las ganancias que saque de la venta de los pescados y mariscos que caigan en mi cesta. - ¡Un cuarto! ¡La que se partiría la cara sería yo! ¡¡¡Quiero la mitad o no hay trato!!! - Entonces ¿aceptas? - Estaba hablando hipotéticamente...

La noticia hablaba, además de la pelea, de los heridos que hubo ¡un montón! y que evolucionaban muy lentamente, de las raras heridas causadas por ... ¿un pescado? ¿una gamba? ¿una mosca rara?... ¿Qué animal o cosa es la que provoca esos dolorosos y descomunales hinchazones? Las señales de dientes son idénticas a las de un tiburón, en éste caso, mini tiburón.

En Sanidad ha salido adelante una moción para pedirle a Iker Jiménez que venga al mercado a investigar este Misterio porque ningún pescadero admite tener tiburoncitos de ese tamaño a la venta. Los inspectores de Trabajo les han recordado el eslogan: - Pezqueñines, no, ¡Gracias! Debes dejarlos creceeeeeeeeer.

La Cotilla se ha llevado todas las sardinas que nos sobraron a Pascualita y a mi. Creo que la sirena no volverá a comerlas hasta que las ranas críen pelo ¡Menudo empacho tuvo! - ¡Oiga, deje algunas! - No puedo, las tengo comprometidas. - ¡Pero si son mías! - Ya no.








sábado, 26 de mayo de 2018

Un día de mercado.

Me he pasado por el mercado a comprar sardinas. - ¿Son frescas? (le he preguntado a a pescadera) - ¡Fresquísimas! Todavía saltan. - Y mientras hablaba iba metiendo sardinas en una bolsa de plástico. - ¡Oiga, solo quiero cuatro! - Ah, vale. Cogeré una bolsa más grande, no se preocupe. - ¡No, no, noooooo Que son para mí sola! - Pues tiene usted un tipito muy mono para comer tanto. -

La mujer seguía a lo suyo. Pesó la bolsa - Pasa un poquito de los cuatro kilos... ¿se lo dejo así? - ¡Me da igual porque no voy a llevarme nada! - ¡¿Cómo dice?! ¿Se está riendo de mi? ¡Llamad al municipal que aquí hay una graciosa que solo viene a hacerme perder el tiempo! - ¡Usted es una aprovechada! - ¡Tenga sus sardinas! ¡Son quince euros! - ¡¡¡Métaselas dónde le quepan, sorda!!!

Mientras la discusión se generalizaba entre compradores y vendedores, el termo de los chinos, que llevaba colgado del cuello, empezó a moverse. Pascualita no quería perderse el sarao.

El municipal que estaba de guardia ese día no era otro de que Bedulio. En cuanto me vio en el epicentro del jaleo dijo - Debí suponer que eras tu la del follón. - ¡Oye, que yo no he empezado la cosa!. ¡Ha sido la sorda ésta! - ¡¿Sorda yo?! Como salga de la parada te arranco los pelos, desgraciada! - ¡Atrévete si tienes ovarios! - ¡¡¡Señoraaaaas, calmaaaaaa, calmaaaaaaaaaa!!!

La pescadera apoyó una mano en la piedra del mostrador y saltó olímpicamente. Al quedar a mi lado me cogió del pelo y ahí nos enzarzamos las dos. - ¡¡¡Te vas a llevar las sardinas como que me llamo Catalinaaaaaaaa!!! - Bedulio y algunos de los pescaderos intentaron separarnos pero se llevaron una tanda de patadas en las espinillas que se les saltaron las lágrimas.

Era tal la muchedumbre que nos rodeaba que muchos aprovecharon para echar pescados y mariscos a sus cestas sin que nadie las viera. Una de ellas, como supe después, fue la Cotilla: tres langostas, gambas, ostras y gallos que vendió más tarde a la hora de sus trapicheos.

De repente un grito estremecedor nos paralizó a todos. Todavía con las manos llenas de pelos, la pescadera y yo nos miramos atónitas. Nadie, salvo yo, supe a qué se debía ¡¡¡Pascualita hacía de las suyas!!!

No se salvó ni Bedulio. Tuvieron que acudir las ambulancias a llevarse gente con hinchazones descomunales en partes de sus anatomías. Narices, orejas, caras, manos, pechos, nalgas, entrepiernas (estos lo pasaron peor porque tardaron días en poder caminar bien) etc. etc. - Nadie se explicaba qué había ocurrido. Alguien gritó: ¡¡¡ANTRAX!!! Y hubo desbandada general.

Mientras yo buscaba, frenética, a la sirena, la pescadera se me acercó con la bolsa de sardinas. - Anda, dáme cinco euros y te las llevas todas. - Y ahí estaba Pascualita. Comiéndo sardinas. Las metí en la cesta y me paré a comprar pimientos y tomates para la buena ensalada. Al llegar a casa la tripa de la sirena soportaba casi un kilo de sardinas. No podía más pero, la egoísta, me enseñó los dientes de tiburón cuando le quité el paquete.


viernes, 25 de mayo de 2018

¡Vergüenza!

- "Nena, cuando vayas al súper compra kleenex. Veinticuatro docenas por lo menos." - ¿Vas empapelar la casa con pañuelos de papel? - "Son para Andresito. ¡Que hartura de hombre! Si llego a saber la de horas que puede pasarse llorando éste hombre ¡a buenas horas me hubiese casado con él!" - ¿Tan mala vida le das a mi pobre abuelito? ¡Contente un poco, pobrecillo! - "No es por eso, aunque me están entrando ganas de tirarlo de cabeza al mar desde lo alto de la Torre del Paseo Marítimo, para ver si se calla de una vez"

- "Andresito, ante las sentencias del Caso Gurtel, ha sentido caer sobre sus espaldas la desfachatez de los jerifaltes de su Partido y se muere de vergüenza. Estoy harta de decirle que él no tiene la culpa. Que no ha hecho nada malo ¡Y venga llorar!" - Aayyyyyyyyy, que amoroso... - "¡Empalagoso!. Fíjate que su madre, esta mañana, le ha arreado dos tortas que han resonado en toda la casa, mientras le decía: ¡Toma, ahora sabrás por qué lloras! Le he explicado que ya lo sabía pero, como se le va un poco la olla, dice que eso es un buen remedio para acabar con la llorera. - Cuándo era más pequeñito yo arreglaba así éstas cosas. - ¿Y ha funcionado? - "Pues sí. Supongo que habrá sido debido a la sorpresa"

- "Prepara cola caos que vengo a desayunar contigo. Mientras, Geoooorge se ocupará de secar los charcos de lágrimas del suelo"

Mientras dábamos buena cuenta de las ensaimadas, la abuela, Pascualita y yo, comentábamos la actualidad. La sirena, según su libre albedrío, hacía la señal de OK a lo que hablábamos... o no. - Pensé que vendría el abuelito. - "Vendrá luego. Ha ido a darse de baja del Partido. Solo así podrá mirar a la gente a la cara, dice"

Andresito llegó, aliviado. - ¡Me siento un hombre libre! ¿Hay ensaimadas para mi? - "¡Claro!" - Pero de claro, nada. Pascualita, mientras nosotras arreglábamos el mundo, dio buena cuenta de las que quedaban. Solo se salvaron algunos trozos. Esa fue la gota que desbordó, de nuevo, el vaso del abuelito. - ¡Hasta mi familia pasa de mi! ¡¡¡BUAAAAAAAAAAAAA!!! - Y gruesos lagrimones corrieron mejillas ajadas abajo, llenando el suelo de la cocina de charcos en los que se mezclaban las lágrimas con los mocos.

Nosotras nos vimos impotentes porque no podíamos decirle quién había sido la tragona y quedamos fatal. El, sintiéndose menospreciado, no aflojaba en su llorera y la abuela, harta de oírlo, le aplicó (yo diría que encantada) la receta de la Momia: dos tortas bien dadas. Y fue mano de santo.

jueves, 24 de mayo de 2018

Como en la película de Berlanga: ¡¡¡TODOS A LA CARCEL!!!

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaa! - ¿Dónde va con ese cargamento de cirios, Cotilla! - ¡A ponerle una capilla a mi gurú! - Le hará falta algo más que una capillita para salir del atolladero en el que se metió, junto a sus demás compinches, él solito en nombre de la Avaricia. - Bueno, no te encampanes tanto que esto no fue así. El es un artista y durante años mantuvo la ilusión de que su Partido no tenía contabilidad en B ¿A ver qué Mago aguanta tanto tiempo una ilusión? ¡Se merece un altar como la copa de un pino!

- No sé a qué viene tanta fiesta cuando lo han condenado a más de treinta años de prisión. - ¡A que podré ir a verle cuando quiera! ¡Ojalá lo metan en la cárcel de Palma ¡Me hace tanta ilusión!

- No es usted más tonta porque no se entrena. - ¡Chist, te estás pasando tres pueblos! - ¿Cómo van a mandar a Luis Bárcenas a Palma? Le pilla lejos de su casa. - ¡Me lo traerán para que pueda servirle como se merece! - Cotilla, iba a celebrar que los han condenado por robar a manos llenas con el País en plena crisis pero ya lo haré cuando usted no esté. - ¿Y eso por qué? - Porque le sienta mal el chinchón.

La abuela se presentó cuando estábamos en lo más álgido de la discusión. - "¡Vaya día que llevo! He dejado a Andresito llorando como una Magdalena" - Se habrá enterado de tu lío con Pascual... (la Cotilla ya se veía dueña y señora de la Torre del Paseo Marítimo, una vez divorciados los abuelitos y casada ella luego con Andresito) -"¡Peor que eso! Llora de vergüenza. Su Partido ha sido condenado por corrupto. El, que es de alta alcurnia, jamás pudo imaginar que le ocurriera algo así. Que acabaría sus días en el cadalso, siendo abucheado, escupido, escarnecido, por el pueblo soberano" - ¿El abuelito será llevado al cadalso? - "Tu abuelito se ha vuelto majareta y se cree María Antonieta. Y en un arranque de impotencia, me ha prohibido que le nombre al Partido jejejejejejeje ¡que pardillo! Me he pasado la mañana hablándole de Pepe, la cabeza jivarizada: Pepe para arriba, Pepe para abajo... Y gritaba: ¡Y el gritaba, por favor, llámale José! jajajajajaja"


miércoles, 23 de mayo de 2018

¡Menuda suerte! según la Cotilla.

¡Pascualita me ha mordido en la mano derecha! Y ahora está hinchada como un globo y grande como las del cíclope Polifemo ¡Y duele muuuuuuucho! Maldito bicho ¿A ver qué hago yo ahora? ¡No puedo trabajar, ni abrocharme el sostén, ni nada de nada... ¡snif, snif!

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaa! ¡Ostras, menuda manopla! Veo que tu primer abuelo se ha ensañado conmigo... Ojalá me he lo hubiera hecho a mi. - Le aseguro que no es nada agradable 'no puedo hacer nada! Es cierto que no está echa la miel para la boca del asno. - ¿Me está llamando borrica? - ¡Claro! tienes una oportunidad de oro en tu mano y no la sabes aprovechar. - Ay, Cotilla, no me maree.

La abuela vino cargada de ensaimadas. "Vamos a desayunar... ¿Qué te ha pasado?" - El ánima de tu primer marido le ha hecho un regalo a su nieta pero como es tan gansa, no le saca el provecho. - "¿Y qué quieres que te diga, Cotilla, ¿de dónde no hay no se puede sacar. ¡Que cruz tengo con ésta nieta!

Yo no soltaba la botella de chinchón porque era lo único que me daba alivio. La mano me dolía horrores y ya estaba cansada de saltar, gritar, llorar, etc. etc. y me dedique a interrogar a las dos vejestorias. - ¿Cómo puedo sacarle provecho a esta desgracia que me han infringido.

- Es algo que tendría que salir de ti. Tomar la iniciativa. Poner las meninges a trabajar pero veo que tendremos que llevar nosotras la iniciativa. Vamos a la puerta de la iglesia de San Miguel, extiende el brazo y abre la mano. ¡Ahí cabe el tesoro de Alí Babá! Después solo se trata de la gracia y salero de cada uno para aumentar el capital. ¡Nos vamos a forrar! (gritó la Cotilla) - "¿Y yo?" - Tu abuela y yo somos las socias capitalistas. - ¿Desde cuándo? - "Desde ahora mismo" - ¿Cobraré algo? - No creo. estamos en crisis.

martes, 22 de mayo de 2018

La portuguesa está aquí.

Cuando he ido a comprar el pan he visto pasar unos coches de los municipales con las sirenas a todo meter. En uno de ellos iba Bedulio. Pensé que iban de redada a Son Banya ¡otra vez!

En la puerta de la panadería la Cotilla ofrecia magdalenas a bajo precio y se las quitaban de las manos. La panadera salió echa un furia, le pegó una patada a la cesta que llevaba la mercancía y los paquetes se esparcieron por toda la calle. - ¡Largo de aquí o llamo a un guardia, asquerosa! - Pero la Cotilla no la escuchaba porque corría tras unos críos que habían arramblado con las magdalenas. -¡Ladrones, ladroneeeeeeeeeeeees! (gritaba como una posesa)

Se sentó en el bordillo de la acera. Estaba al borde del colapso y más enfadada que un mono. - ¿Por qué no los has perseguido, boba de Coria? ¡Me han robado delante de tus narices! - No le han robado nada. ¿A que eran del contenedor del súper? - ¿Y qué? Me he tenido que pelear con otros jubilados para cogerlas. ¿Y ahora qué vendo?... ¡Vamos a tu casa a ver que tienes! - ¡¡¡Ni hablar!!!

El episodio me había alterado y pensé que dando un paseo junto al mar templaría los nervios y me llevé a Pascualita. El aroma del mar despierta todos los sentidos de la sirena e intenta escaparse, saltar a la arena, llegar al agua y perderse en las profundidades pero no puede ser. Podría ser atrapada por una gaviota, comida por una tortuga o peces grandes siempre dispuestos a comerse al chico. Por otra parte, la abuela me mataría, me haría rodajitas y serviría de comida a los cisnes del estanque del Huerto del Rey. Así que se tuvo que contentar con oler y ver.

En la playa me encontré con los municipales y me acerqué a Bedulio. - ¿No estábais en son Banya? - No. Nuestro objetivo está aquí... por aquí... Bueno, eso nos ha dicho el ciudadano que ha llamado a la centralita. - ¿Y qué es lo que ha dicho? - Ha preguntado ¿Cuántas son las carabelas y cómo se llaman? ¿Tú lo sabes? - ¿Yo? Cómo voy a saberlo. Debe haber miles.

Me miró y dijo: - Tu abuela tiene razón. Cada día eres más tonta. Me refiero a las de Colón ¿o vas a decirme ahora que no sabes quién es? - Como no me des más pistas... -El señor Cristobal. - ... ¡Aaaaah! ¿ese que tenía tres? ¿La Pinta, la Niña y la Santa María? - ¡Ese mismo! Pues ahora hay cuatro: ¡la Portuguesa! La carabela portuguesa que ha aparecido por ésta playa. - ¿Es lo que habéis venido a buscar? ¿es que no la ha pagado? ¡Si es que el mundo está lleno de corruptos! - Es una medusa. - ¿?... ¿No es un barco? - Una medusa. - ¿Y todo éste despliegue por una medusa? - De paso hacemos practicas. - ¿Deteniendo a una medusa? ¡Anda ya! ¿Y quién le pondrá las esposas? porque éstos bichos pican... ¡Bedulio, tío, explícamelo!

lunes, 21 de mayo de 2018

Resaca del bodorrio.

Nuestra vida a retomado la rutina después del casorio principesco. El que todavía está un poco afectado es Geooorge. Dice que tiene sentimientos encontrados porque, como buen inglés, los cambios de protocolo lo descolocan un poco. - Pues verás cuando os implanten el brexit. Cambiarás tanto que dejarás de ser europeo jajajajajajaja - "¡Deja en paz a mi mayordomo, leñe. Mira que te gusta dar la vara a la gente! El pobre pensó que los príncipes darían una vuelta en carruaje por Londres pero se ve que les quedaba a trasmano y se pasearon por el campo" -

- Oh y al señorito no le gustó. Vaya por Dios. Pero ¿a qué te gustó el reverendo americano? jejejejejeje - Cuando me miró de sus ojos saltaban chispas. - ¡No, no. Mi no gustar! - Que rancio eres, jodío. Pues bien gracioso que era. Un artista nato. - ¡Mover to mach! - Anda, tómate el te y calla.

Me paré en la tienda del señor Li. Todavía estaba conmocionado - No podel entendel como novia lleval tan poca lopa en su boda. - ¿Lopa? - Sí. Vestido. Solo uno. - Creo que después se puso otro más cómodo. - ¿Más aún? sel velguenza. Novia tenel que llevar veinte kimonos, uno encima de otlo. - Pero no es japonesa, señor Li y usted tampoco. - ¡¿Y que!? Sel celemonia pleciosa... - ¿Cuántos kimonos llevaba su mujer cuando se casaron? - Solo tles. No tenel dinelo entonces...

Está visto que nunca llueve a gusto de todos. - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaa! Vengo reventada de tanto trabajar. - ¿Ha "limpiado" muchos cepillos de buena mañana? - No he tenido tiempo de ir. Se me ocurrió copiar el traje de novia de Meghan y me los quitan de las manos. - ¿Usted los coses? - No. Los pego. Son de papel. Ya le hemos cogido el tranquillo unas cuantas pensionistas y en una hora hacemos unos cuantos. - ¿A cuánto los vende? - A cincuenta euros. ¿Quiéres uno? - Cotilla, no empecemos. 

La abuela ha traído un paquetito. - "Es para Pascualita" - Sacó un mini vestido de novia, clavadito al de Meghan y se lo puso a la sirena. - "¡¡¡Dios mío, que cosita más guapaaaaaaaaa!!! Ya quisiera el Príncipe tener una novia como tu, estrellita de los siete mares." - Todo esto me preocupó - Abuela ¿estás bien? Es muy pronto para beber chinchón a solas... - "No lo he hecho" - Entonces pídele a Santa Rita que te conserve el oído porque la vista ya la tienes perdida ¿Guapa Pascualita? ¡¡¡Amos,. anda!!!

domingo, 20 de mayo de 2018

La boda real.

Si hay una cosa que pone a todos de acuerdo es una boda real. Ese día se desayuna fuerte, se va la baño unos minutos antes de que empiece la retransmisión de la tele y luego ya nadie se mueve de su sitio hasta tragarse todo lo que nos quieran enseñar. ¡Hay, que nervios!

Esta madrugada la Cotilla ha llegado antes a casa. - ¿Ha pasado algo? - Que yo sepa, no... - Ha terminado pronto los trapicheos. - ¡Claro! Me voy a dormir en seguida para estar espabilada y lozana para ver la boda.

A las seis y media de la madrugada entraron los abuelitos, la Momia y Geooorge, emocionadísimo y cargado con una gran bandeja de ensaimada calentitas. - "Hemos venido un poco pronto para no perdernos detalle de la boda. Además Geooorge está hecho un manojo de nervios ¡Se casa su príncipe! No es para menos.

A las ocho de la mañana vino Bedulio. - ¿Puedo ver la boda aquí? - ¿Es que no tienes casa? - Sí pero allí no se verá porque mi mujer es republicana y no va de eso.

A las diez y media llegó el señor Li. - ¿Tu vel boda? - Sí, pero... - Yo también. Y vel aquí. En tienda no podel. No habel televisol.

Durante todas estas horas la actividad de mi casa era frenética. Todo debía estar listo para luego no hacer nada. Desayunamos copiosamente, recogimos la casa mientras Geooorge preparaba mini bocadillos de pan bimbo y una comida típicamente inglesa.

En el reloj del comedor faltaba UN MINUTO para que comenzara el Programa-Especial-Boda-Real cuando todos, al mismo momento, tuvimos ganas de mear. ¡Y solo tengo un baño! Bedulio, como autoridad que es, gritó: - ¡Los hombres al fregadero!

Nosotras corrimos al cuarto de baño. Cuando, por fin y batiendo records, nos sentamos en la salita, la Momia dijo que el suelo del pasillo y del baño "nadaban" - Habrá que fregarlo (dijo) - ¡¡¡AHORA NO!!! ( gritamos al unísono las "chicas")

La BBC estuvo bien, como siempre y disfrutamos viendo y criticando a sultanita y menganita. La entrada en solitario de una novia feminista fue lo nunca visto. Y el sermón hollywoodiense del pater afroamericano, no dejó impasible a nadie, salvo a la Reina

Lástima del gallinero que se formó en el plató de TVE. No se enteraban de quién era quién. ¿Que clase de monitores les ponen a ésta gente? Tenían que entornar los ojos para ver bien y ni aún así, no daban una.

El frío y flemático Geooorge, se emocionó varias veces durante a ceremonia. Le vi llevándose un pañuelo a los ojos mientras sorbía los mocos.

La Reina Isabel, de 92 años y su marido, Felipe, de 96 han adquirido la categoría de esfinges. El, apergaminado. Ella, vestida de verde manzana. Allí los colocaron y allí se quedaron hasta que se los llevaron a comer bocadillos de pepino y a beber ginebra, como está mandado.



sábado, 19 de mayo de 2018

Beso de tornillo.


Andresito me ha pedido permiso para exiliarse unos días en casa. - ¿Cómo un Puigdemont cualquiera? (le pregunté) - ¡Lagarto, lagarto, nena. Ni me lo mientes! - ¿Que os pasa ahora? - Tu abuela y yo tenemos discrepancias a cuenta del chalet podemita. Y si seguimos juntos una hora más, pido el divorcio. - Vale, puedes venir. Todo sea porque la Torre del Paseo Marítimo sea para mi el día de mañana.

Geooorge aparcó el rolls royce en la parada del bus y subió una maleta grande y llena, seguido del abuelito. A pesar del concierto de pitos que se formó en la calle a cuenta del atasco que había formado el inglés, éste, como buen mayordomo, iba colocando con parsimonia y maestría, la ropa de su señor en los cajones del armario del antiguo cuarto de la abuela.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaa. ¿Qué hace aquí Andresito? (quiso saber la Cotilla) - Se quedará unos días. - ¡Si es que tendría que haberse casado conmigo! Ahora sería rica y no una pobre jubilada que no llega a fin de mes. - ¿Con lo que gana con el alquiler turístico tampoco? - Bueno, sí. Pero no todo es oro lo que reluce. No sabes el sufrimiento que es tener la espada de Damócles de Hacienda, pendiendo sobre la cabeza... - Si no fuera una tramposa... - ¡Esa boca, niña!

La abuela llamó. - "¿Ha venido Andresito?" - No (mentí) - "¿Cómo que no?" - Se habrá hospedado en el Ritz... - Noté su desconcierto. - ... "¿En Palma hay... un hotel Ritz?" - A mi que me registren. - "¡Sigue entrenándote y te darán el Máster a la más tonta del Universo! ¡Dile a mi marido que se ponga!" - No puede. Está pelando la pava con la Cotilla... - "¿Tú quieres morir jóven? ¡pues tienes todos los números!"

En un cuarto de hora, la abuela entró en casa pisando fuerte con sus tacones de once centímetros y un movimiento de caderas que mareaba. - "¡¡¡ANDRESITOOOOOOO!!!" - El abuelito salió corriendo de la cocina, donde se estaba comiendo un bocadillo de sobrasada , al escuchar "la llamada de la selva" Sin encomendarse ni a dios ni al diablo, la abuela le plantó un beso de tornillo que por poco acaba con él ya que tenía la boca llena y se atragantó. Mientras tosía como un descosido tratando de recuperar el aliento y tragarse el bocado, la abuela saboreó el trozo de bocadillo que se le quedó enredado en las muelas postizas y me preguntó - "¿Lo has comprado en el mercado?" - ¡El abuelito se ahoga! - "¡Está buena! Cómprame una cuando vayas. Ya te la pagaré" - ¡Cómo siempre!

A todo ésto, Geoooorge, llamaba a la ambulancia porque el color escarlata de la cara del abuelito no le gustó nada.

viernes, 18 de mayo de 2018

¡Y a mi que me zurzan!

Me he encontrado con Bedulio el Municipal y si no lo saludo, pasa por mi lado sin verme. - ¿Ya no me saludas? - ¿Eh?... Perdona pero no te había visto... Estoy confundido con lo que está pasando en el cuartel. - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaa! ¡cuenta, cuenta! - ¡Cotilla! ¿de dónde sale usted?

- Vengo del cuartel de los municipales para ver si los clientes que les he mandado están cómodos. - ¿A quién ha denunciado? - A nadie. - Bedulio la miró sin verla, concentrado en sus pensamientos. Y de pronto se le iluminó la cara con la luz del entendimiento. - ¿Usted nos ha mandado turistas? ¿Les ha alquilado las celdas? - ¡Sí! Los encontré en la calle, arrastrando sus maletas y sin saber dónde ir porque el piso que alquilaron por internet está hecho un desastre. Un día escuché decir a un municipal, que era una pena no poder sacarse un sobresueldo alquilando las celdas. Me pareció una idea genial.

- ¡Pero no se pueden quedar allí! ¿Dónde meteremos a los detenidos? - Ah, ¿no querrás que te resuelva los problemas? Vengo de darle la parte correspondiente de la ganancia al que tuvo la idea y no me ha puesto ninguna pega. Está encantado y los turistas también.

- Si se entera el jefe nos capará sin anestesia. - ¡No será para tanto, hombre! Piensa en lo feo que hace ver celdas vacías mientras hay turistas vagando por nuestras calles. Ellos son el motor de nuestra economía. No podemos arriesgarnos a una mala propaganda turística ¡Mataríamos a la gallina de los huevos de oro! - Visto así...

Les dejé mientras la rabia contenida amenazaba con desbordarse. Tiene razón la abuela cuando me llama boba de Coria ¡y de Palma también! digo yo. Soy la única persona de mi ciudad que no saca provecho del alquiler turístico y encima, tengo que aguantar a los avariciosos de mi familia en casa porque han alquilado las suyas.

En casa, aprovechando que no había nadie, preparé unos cola caos. Pascualita me lo agradeció tirándose de cabeza a la taza desde lo alto de las manzanas del frutero. Repitió los lanzamientos, con tirabuzones incluídos, hasta que todo el cola cao de la taza pasó a la mesa, al suelo y a la pared. Solo entonces se lanzó a por el mío.

De repente la puerta de a calle se abrió. Sin pensarlo, cogi a Pascualita por la cola, y haciendo molinete con el brazo, la lancé desde el otro lado del comedor al acuario. Con las prisas por ocultarla no calculé bien la distancia y chocó contra el espejo del aparador. Quedó un poco conmocionada por el golpe y al incorporarse y verse, no se reconoció ¡y atacó a su otro yo ¡No me extraña! Hay que ver lo fea que se pone cuando bizquea. La metí sin contemplaciones en el agua salada y se ocultó entre las algas del fondo.

Los abuelitos han entrado en el comedor más contentos que unas Pascuas mientras blandían la libreta del banco. - "¡Esto marcha. El alquiler semanal es un gran invento!"


jueves, 17 de mayo de 2018

La Avaricia llega al barrio.

La abuela me tiene envidia, pero envidia cochina, de la mala. - Nunca pensé que me dirías eso. Es más bien al revés. Tu vives en pleno Paseo Marítimo, con la bahía de Palma frente a tus balcones y ventanas y yo en un pisito del barrio obrero de Pedro Garau... - "Es cierto que no está hecha la miel para la boca del asno" - Es que no sé a qué viene este ataque de envidia que te ha entrado. - "Porque eres una cazurra como la copa de un pino. Tienes la fortuna delante de tus narices y no la ves. Le he dicho a Andresito que compre un piso por allí pero resulta que los precios están por las nubes. Así que no nos queda más remedio que venirnos a vivir a tu casa" - ¿Perdón? - "Ya puedes ir despejando la salita. La convertiremos en el cuarto de Geoooorge" - ¡¿El inglés también?! - "Naturalmente, es nuestro mayordomo"

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaa! ¿a qué viene esa cara de funeral? - Los abuelitos quieren vivir aquí ¡con Geooorge!... ¿Le han dicho algo de esto? - ¡¡¡¿Con Geoooorge?!!! ¿Y dónde dormiré yo? - Pues... - ¡En mi piso no puedo. Lo alquilo por tropecientos mil euros a la semana. Solo así consigo llegar a fin de mes, pobre de mi... - ¡Cotilla, no me llore o la denuncio a Hacienda! - ¡Mala mujer!

Hablé con Bedulio. - Nuestro barrio se está poniendo de moda ¿No has visto a los guiris arrastrando las maletas por las calles. O paseando por el mercado fotografiando todo como si nunca hubiesen visto una lechuga? ¡Está llegando el dinero al extraradio!

Sentada en la mesa de la cocina, con Pascualita y Pepe como público, les expuse mis sentimientos ante lo que se me avecinaba. - Se acabó nuestra libertad, chicos. La casa será invadida y nuestra vida dará un vuelco. Ya sé que a ti todo te da igual, Pepe, desde que te separaron la cabeza del cuerpo y la dejaron tipo llavero pero, a Pascualita y a mi, nos harán la Pascua.

La puerta de la calle temblaba bajo los porrazos. - ¿Qué pasa, vecinos? -¡¡¡ Queremos linchar a la Cotilla!!! - Tendrá que ser en otro momento porque ahora no está. - ¿Qué clase de gente ha metido en su piso? ¡No podemos ni escuchar la tele! ¡Hay jaleo todo el día!

De repente tuve un pálpito y llamé a la abuela. - ¿Cuándo vengáis a vivir a mi casa qué haréis con la vuestra? - "¡Alquilarla por un pastón a la semana!" - ¿Cuánto? - "No te importa pero te lo diré para que te chinchés: tropetropetropecientosmiles de euros" - ¿Tanto? - "Sí, porque incluye fantasma auténtico" - Titubeé... ¿sería posible?... - ¿El... abuelito? - "¡No, tonta. La Momia"

martes, 15 de mayo de 2018

¡Angelico!

La batalla campal que se organizó en la Plaza de Cort, frente al Ayuntamiento, se vio reflejada en las teles y periódicos de Alemania e Inglaterra. En las fotos se veía a la abuela, icóno de la modernidad decían de ella, dando bolsazos y dejando KO a un montón de mocetones tipo armarios de tres puertas y altos como palmeras.

Nadie se explicaba que una señora tan mayor (eran las palabras que empleaban) tuviera un brazo tan potente. Ese es porque un día se enteró que la Reina de Inglaterra, que no se separa de su bolso, guarda en el un arma para defensa propia. La abuela se quedó con la copla y desde entonces lleva en el suyo una de las piedras, duras y puntiagudas, que forman parte de una escultura montada por el artista sobre una capa de agua en el Parque de las Estaciones y que desde su inauguración los niños y no tan niños, han ido modificando a gusto del consumidor. Ya no la reconoce ni la madre que la parió... y la cobró.

La abuela  ha sido declarada heroína de Mallorca. O como dice una propaganda alemana: de lo mejor de Alemania: ¡Mallorca! Y se quedan tan anchos.

Lo malo es que a un periodista le dio por investigar y llegó hasta la partida de Bautismo de la abuela. Al ver la fecha de nacimiento pensó que se había equivocado de persona. Más tarde supo que había dado en el clavo ¡ronda los cien años!

Este hombre se presentó en casa preguntando por ella. - No está. - Llámela. Tengo un negocio que tratar con ella.

Poco después el rolls roycer aparcó en la parada del bus. Casualmente, antes de subir se encontró con la Cotilla que volvía de uno de sus trapicheos y subieron juntas. El periodista alemán fue al grano. No publicaría la fecha de nacimiento si, a cambio, había un buen puñado de euros para él.

¡Angelico, no sabía dónde se metía! Como arañas hambrientas, las dos amigas rodearon y envolvieron a su víctima con palabras amables, invitaciones a chinchón, lloriqueos más falsos que la ropa que vende en su tienda el señor Li. Pero el tío era duro de pelar y no claudicaba. - ¡Quiero mis euros! (gritaba)

Entonces ellas empezaron a hablar del primer abuelito. De lo fácil que había sido deshacerse de él. - ¡Y de los otros doce! jajajajajaja (la Cotilla sembró dudas en el hombre) - "¡Imagínate éste, que hace trece! ¡Me lo pido!" - ¡No, no. Yo también quiero participar! (gritaba la Cotilla como si estuvieran en una fiesta) - El alemán empezó a preocupar ¿Sería verdad lo que contaban? - Me voy... Mañana quiero la respuesta...

Pero no se fue. - "si sales de aquí rodarás las escaleras porque el veneno ya te hace efecto" - Afortunadamente era un hipocondríaco y de repente, se sintió morir. - ¡SOCORROOOO, SOCORROOOOOO! - Era tal el miedo que sentía que, cuando le lancé a Pascualita y cayó entre sus ojos, no la vio venir. Aquello fue una escabechina porque, por más que yo tiraba de ella para arrancarla de allí, la sirena se agarraba con fuerza a lo primero que encontraba. Y encima, él no paraba de correr al rededor de la mesa del comedor.

¡Una botella entera de chinchón se bebió antes de dormirse! Su cara era una horrible máscara con facciones descomunales ¡y se había quedado sin pelo!

Mientras Pascualita saboreaba los trocitos de carne del pobre periodista, unos colegas de la Cotilla vinieron a por él y se lo llevaron, metido en un saco y con la ayuda de una carretilla de obra, hasta la cercanía del hotel donde se hospedaba.

Al día siguiente, quién salió en las noticias de medio mundo fue él. La foto era repelente. Y sus conciudadanos le afearon que bebiera hasta el coma etílico el día que debía entrevistar a la súper-abuela.    























lunes, 14 de mayo de 2018

¡Un espectáculo!

He encontrado a la abuela por la calle y a punto he estado de no saludarla. Primero porque no la he reconocido. Y segundo, cuando me he dado cuenta de que era ella, me ha dado vergüenza decirle algo para que la gente, que se la quedaba mirando, no me relacionara con ella. Así que me he hecho la loca y he pasado a su lado mirando al otro lado.

- "¡Solo te faltaba ser despistada además de tonta!" - ¿Perdón?... ¿está hablando conmigo, señora? - "Sí, si eres la boba de Coria de mi nieta." - Lo siento pero no tengo por costumbre hablar con desconocidos.

No pude reaccionar a tiempo porque me cogió por sorpresa el pescozón, digno de entrar en el Libro Guinnes de los Récords. Tanto es así que di con la frente en un árbol y al retroceder la cabeza, choqué contra la pared de una casa. Me temo que se movieron hasta los cimientos.

Cómo sería la cosa que hasta le aplaudieron: - ¡Que arte tiene ésta mujer! ¡Hacía tiempo que no veía dar un pescozón como mandan los cánones! ¡Muchos como éste debería repartir usted y otro gallo nos cantaría!... - Y a mi que me zurzan.

¡Cinco cruceros habían atracado en el muelle ésta mañana y la mitad de la gente que llevaban se congregó a nuestro alrededor! La abuela se convirtió en la diva del momento y no hubo turista que no la retratara para llevársela como recuerdo a su País. La abuela llevaba un mini kimono, parecido al que lució la ganadora de Eurovisión, pero lleno de destellos brillantes a causa de las lentejuelas y espejitos que lo adornaban. Mientras las plumas de marabú le daban un aire de vedette de revista. Solo le faltaba cantar: ¡¡¡GRACIAS POR VENIIIIIIIIIIIIR!!!

En lugar de dos moñitos, llevaba los pelos de punta de diferentes colores, pendientes llenos de cascabeles y cuando movía la cabeza, cosa que hacía constantemente, sonaban como si estuviera llegando una calesa con los caballos enjaezados. ¡Un auténtico espectáculo!

Entre el gentío vio a Andresito. Me abrí paso hasta él. - ¿Por qué va así la abuela? - Porque le ha gustado el look de esa cantante... "¡¿Qué pasa?! - Se formó un gran alboroto en la zona donde estaba la abuela. Corrimos hacia allí. Se había montado una batalla campal entre ella, que repartía bolsazos a diestro y siniestro y un grupito de jóvenes que los recibía.

La Cotilla apareció ante nosotros: - ¡Estos no saben lo que han hecho! La han llamado ¡VIEJA! Así, con todas las letras. - Bedulio, junto con otros municipales, llegó para poner paz pero la cosa se había desmadrado y acabaron viniendo los antidisturbios. Lástima no haber traído a Pascualita para poder echarla por ahí. Hubiera disfrutado 


domingo, 13 de mayo de 2018

Resaca festivalera.

Hoy he tenido ensaimada con cola cao para comer porque durante el desayuno, dormía a pierna suelta. Al despertarme no pude moverme. Intenté incorporarme pero, nada. El miedo se instaló en mi cerebro y grité: - ¡¡¡¿QUE ME PASAAAAAAAAAAA?!!!

La cama se movió y una voz tenebrosa dijo - ¡Chisssssssssssst, calla, coñe! - Estaba segura que era el abuelito primero. Tanto aprovecharme de él para asustar a Bedulio terminó por enfadar a su ánima y ahora venía del Más Allá a ponerme las peras a cuartos. - ¡¡¡PERDÓOOOOOON!!! ¡¡¡NO LO HARÉ MAAAAAAAAAAAAAAAAS!!! - Las lágrimas corrían como arroyos desbordados por mis mejillas, empapando sábanas y mantas. - ¡¡¡ABUELITO, POR FAVOOOOOOOR, DEVUÉLVEME EL MOVIMIENTO DE MI CUERPOOOOOOOO!!!

Una voz de mujer murmuró. - Es más sosa que un adoquín y ahora quiere bailar... - A pesar del miedo que me atenazaba, hice un esfuerzo sobrehumano para estirar el brazo y encender la lamparita de la mesilla de noche... ¡Y la luz se hizo!

Sentí un alivio inmenso al saber que no estaba paralítica. Y una rabia furiosa me hizo saltar de la cama, incomodando a lo menos siete personas que dormían en mi cama en las posturas más inverosímiles. Algunas atravesadas sobre mi. Fue un alivio poder mover las extremidades.

Fui hasta la cocina pasando sobre cuerpos dormidos. Miré el reloj, eran más de la una de la tarde. Sentí una sed espantosa, fruto de la resaca que empezaba a darse a conocer.

Escuché ruído en el comedor y me asomé. Uno de los "invitados" a ver el Festival de Eurovisión, amorrado sobre el acuario, bebía agua con ansia, como si acabara de regresar del desierto del Sáhara.

Debido a que mis reflejos estaban embotados o, simplemente, porque no me dio la gana, no puse en sobreaviso al sediento de lo que podía pasarle si la sirena que vivía allí no estaba de humor... ¡Y no lo estaba!

Desde el fondo del acuario, Pascualita salió como impulsada por un cohete espacial. Y le mordió en los morros. Se había agarrado bien con los dientes y tuve que dar un buen tirón para arrancarla de allí. Los labios se hincharon de tal manera que el hombre podía rascárselos a dos palmos de su cara.

Al final fue él quién despertó a la concurrencia con sus gritos, saltos, lloros, mucosidades, lagriméos, etc. etc. etc.... Los "zombis" deambularon por la casa en busca de café. En aquellos momentos a mi solo me importaba una cosa: - "¿Quién ganó Eurovisión? ...


sábado, 12 de mayo de 2018

Esperando Eurovisión.

La abuela, por su cuenta y riesgo, ha decidido que verá el Festival de Eurovisión ¡en mi casa! Como si no hubiera sitio suficiente en la suya. Y ahora estamos como sardinas en lata porque ha invitado a medio barrio suyo, con el pijerío que hay allí. La Cotilla no ha querido ser menos y se ha presentado con una corte de jubilados, todos con el carrito de la compra "por si pillan algo"

Lo que no me esperaba es que, incluso Bedulio, ha traído unos cuantos municipales, chico y chicas, porque "no voy a ser menos que los demás" me ha dicho el hombre. Total, que la que está en desventaja soy yo. Y eso que pensaba ponerme el pijama y comer pipas viendo la tele, repantingada en el sofá de la salita, junto con Pepe y Pascualita, más que nada para hablar con alguien.

Pero está visto que la mujer propone (yo) y Dios (¡la abuela!) dispone.

No voy a negar que ha habido bofetadas por los asientos. Menos mal que Bedulio y compañía han hecho valer su autoridad ... y se han sentado en el sofá, algo apretados pero de eso no se han quejado. Otros "listos" han sido los jubilados que se ha agenciado el resto de sillas y butacas. El pijerío ha tenido que conformarse con sentarse en el suelo, sobre cojines ¡y mi almohada!

Para acallar discusiones y evitar que la sangre llegara al final de la escalera de la finca, la abuela se ha vestido de Masiel y ha cantado, una y otra vez, el Lalalá que la llevó, hace ya años, a conquistar la Gloria eurovisiba.

Todos hemos acabado haciéndole un interminable coro. Incluso algunos vecinos que, camuflándose entre la gente, se han colado en casa. Estos, al menos, traían sus sillas plegables de playa.

Mientras la abuela cantaba y Andresito la miraba encandilado, Geoooorge se ocupaba de llenar las mesas de bebidas y picoteo. No todo he tenido que ponerlo yo. Lo exquisito: caviar ruso e iraní, foigrás de oca genuína, champan francés, etc. etc. ha venido del barrio rico aunque, puedo asegurar esa gente no ha probado nada de eso, ¡buenos son los jubilados a la hora de hacer barricadas en torno a las mesas de las viandas!

El pijerío se ha tenido que conformar con pipas, pistachos, patatillas, ganchitos, agua y bebidas carbónicas que estaban en oferta en el súper. El grupo de municipales no se ha privado de nada que para algo son la autoridad.

Y ahora solo falta saber quién ganará... ¡Que nerviooooooooos!

¡Anda, el señor Li también está aquí!

viernes, 11 de mayo de 2018

Geoooorge está alicaído.

- "Nena, despierta que tengo que decirte algo muy importante" - ¿Humm...? - "¿Duermes?" - Contigo... no puedo... - "Escucha: El pobre Geoooorge está decaído." - ¿En serio me despiertas para ésto? Buenas noches zzzzzzzzzzzzzzzzz - "¡Ni se te ocurra cerrar los ojos! Se trata de mi mayordomo, boba de Coria. ¡Necesita ayuda!" - Pues que se la de Rita la Cantaora. - "¡¡¡EGOISTA!!!"

Cuando la abuela colgó el teléfono pensé que daba por zanjada la discusión pero no fue así. Y aunque yo me dormí de nuevo ella no lo hizo, sino que levantó a su marido y al mayordomo, subieron al rolls royce y se plantaron en mi casa.

Fui zarandeada hasta que mi espíritu, que vagaba libre y feliz por las regiones profundas del Sueño, ascendió hasta la cruda realidad. Les miré, asustada, encontrándome con tres pares de ojos: dos de ellos legañosos y los de la abuela, echando chispas.

- "¡¿No te da vergüenza dejar a éste pobre hombre alicaído, con la moral por los suelos ¡pisándosela! mientras duermes a pierna suelta?!" - ¿Y qué quieres que haga? son horas de dormir... - "¡¡¡Calla, no me cabrees más!!! ¿No sabes que está a un tris de dejar de ser europeo?" - ¡Pues ajo y agua! No haber votado SI al brexit. - "Un fallo lo tiene cualquiera. Entre todos tenemos que ayudarle a levantar cabeza." - ¿Y qué quieres que haga, meterlo en mi cama? - "No estaría mal y así mataríamos dos pájaros de un tiro: él se animaría y yo, por fin, tendría el bisnieto..." - Oh, no hacer faltau tanto sacrificio, madame... - "¡No es ningún sacrificio, Geooorge!" - ¿Alguien piensa pedir mi opinión al respecto? (protesté) - "¡NO!"

Entonces el inglés, sin encomendarse ni a Dios ni al Diablo, soltó - Yo decir sacrificiou mío, madame. - Quedé sin aliento. El abuelito estuvo a punto de abrir la boca pero se lo pensó mejor ante la mirada asesina de la abuela. Fue ella quién la abrió para decir: - "Quién algo quiere, algo le cuesta, inglés"

¡Por poco me caigo de culo al suelo! Salí corriendo mientras gritaba: - ¡¡¡NECESITO LITROS DE CHINCHÓN!!! - No fueron litros pero si media botella lo que bebí antes de volver a mi cuarto con Pascualita, rabiosa, en el bolsillo de mi bata.

Entré en tromba diciendo: ¡¡¡TOMA, INGLES DE LAS NARICES!!! y le tiré la sirena a la cara. El animalito estaba frenética. La había agarrado cuando estaba en lo mejor del sueño y un despertar brusco es una de las cosas que más odia la sirena.

El grito fue desgarrador, como también lo fue cuando la arranqué de la nariz británica. Los saltos, lloros, moqueos, carreras, gritos y lamentos, taladraron el silencio nocturnos. Poco después Bedulio se presentó en casa, reclamado por los vecinos que no podían dormir por el ruído. - ¿Se puede saber que... ? - ¡¡¡El ánima de mi primer abuelito ha atacado a Geooooorge y... !!! - Para entonces, el Municipal ya había llegado a la calle y corría como una liebre calle arriba.

jueves, 10 de mayo de 2018

Una charla en la escuela.

La abuela ha llegado acalorada. - "¡Está visto que no se le puede hacer un favor a nadie!" - ¿Qué ha pasado? - "¡Venía yo con la escopeta cargada y me encuentro a Bedulio con un sobre para mi!" - Estoooo... ¿he hecho algo malo? - "¡No te digo que el sobre era para mi!" - Ya, pero... ¿por qué lo traía aquí en lugar de llevarlo a tu casa? - "¡Porque es un vago! ¿ahora te enteras? ¡No es raro que España vaya como va!" - ¿Por mi culpa?

Puso los brazos en jarras y siguió gritándome: - "¿Es que en éste mundo no hay nada más importante que tú, boba de Coria? Pues sí que te tienes en un alto concepto" 

Llamaron a la puerta. Era una vecina que venía en representación de las demás de la finca. - Vengo a pedirle a tu abuela que te cuente de una vez, lo que le ha pasado porque tenemos que ir a la compra y no puede dejarnos con la miel en los labios.

Encantada al oír éstas palabras, le pidió que entrara y tomara un chinchón con nosotras mientras ella acababa el relato. La vecina se puso dos dedos en la boca y silbó como un carretero. En un santiamén se personaron las representadas, me llenaron la salita y se bebieron mi chinchón. Y encima, exigieron: - ¿No tienes unas patatillas, almendras fritas o aceitunas rellenas? - ¡No! - ¡Menuda anfitriona estás hecha! Así no te casarás nunca.

La abuela prosiguió su relato: - "Una de mis vecinas millonetis me pidió que fuera a la escuela de su niña a contar mi vida como si fuera la suya porque le da mucho corte hablar delante de la gente y su hija se lo había pedido. Lo hice encantada. Pero ni ella ni yo caímos en la cuenta de que nuestras vidas no tienen nada en común. Ella es rica desde la cuna y yo fui una proletaria hasta que apareció Andresito."

- "Les conté que las canicas las hacíamos con el barro que hacíamos escupiendo en la tierra. Ahí creí notar cierta apertura de ojos infantiles. Guardábamos los papeles y las botellas (les dije) para venderlas al trapero y ganarnos unos céntimos. No teníamos uniformes porque eran caros. Cuando conté que nos daban leche en polvo una niña vomitó. La hija de mi vecina."

- "Entonces me di cuenta de lo que pasaba. Todo era nuevo para ellas... y cutre a más no poder. Y me vine arriba.: El esqueleto para la clase de anatomía (no teníamos) lo vendió un trapero al colegio, era su abuelo. Algunas niñas se marearon. Las raspas de las sardinas que comíamos, día sí día también. debíamos llevarlas al colegio para que nos hicieran un caldo con ellas porque tienen fósforo y es bueno para el cerebro. (¡más vomitonas!) A veces, en el barrio, desaparecían perros y gatos. Eran los días en que el caldo era más consistente..." - ¡Abuela, te has pasado siete pueblos!

- "También les conté que la vieja momia que se guardaba en una vitrina, para salvarla de los insectos, andaba por los pasillos del colegio en las noches de tormenta. ¡Las niñas gritaban como posesas y yo me lo estaba pasando en grande! La maestra, sudorosa, me preguntó a que clase de colegio fui - ¡A uno que construyó la República! La pobre se desmayó y con ella, algunas niñas. La de mi vecina, por supuesto. Y ahora la madre me ha puesto un pleito ¡Encima que le he hecho el favor!"

Las vecinas corrieron a sus quehaceres y entre la abuela, Pascualita, que no paraba de hacer la señal de OK con sus deditos palmeados y yo, apuramos lo poco que quedó de chinchón antes de dormir una buena siesta.



miércoles, 9 de mayo de 2018

Despidiendo a Optaciano.

La abuela tiene más cara que espalda y no se inmuta aunque la acusen de haber cometido un crimen.  Desde mi casa salimos camino de El Funeral en el rolls royce con los abuelitos, la Momia (convertida por obra y gracia de la peluquera, en una Marilín Monroe metida en años... en muchos años) Pascualita y yo.

La sirena iba en su termo de los chinos, colgado del cuello de una servidora. - ¡No quiero llevar éste trasto! (protesté) - "Pues no te va a quedar otra porque no hace juego con mi elegante atuendo" (me contestó la abuela) - ¡Tampoco hace juego con el mío! - "¿Quiéres la Torre del Paseo Marítimo el día de mañana?" - ¡Eso es chantaje! - "Puro y duro" (remarcó con un punto de mala leche y un destello en uno de los colmillos.

El Funeral estaba lleno a rebosar. En una mesa cercana a la Pared de los Finados había una mujer mayor, llorosa, que tenía toda la pinta de ser la víuda de Optaciano. Pensé que lo primero que debía hacer, antes incluso de beber la copa de chinchón que tenía en las manos, era darle el pésame.

Me costó acercarme por el gentío. Cuando, finalmente, lo logré vi que, efectivamente, lloraba. Tenía los ojos hinchados y grandes lagrimones corrían por sus arrugadas mejillas. - Pobre mujer, pensé. Lo quería de verdad. - De repente quedé atónita. La mujer lloraba... ¡de risa! ¡La tía estaba encantada de ser el centro de atención! Pensé que el dolor le había trastornado el cerebro, pero no. Estaba conociendo a las amantes de su marido (de chivarlo se encargaba la Cotilla, mientras trasegaban copa tras copa de licor)

La viuda, declarada heredera universal, les iba contando lo que haría con todo ese dineral. - ¡Vivir la vida sin tener que aguantar a nadie! jajajajajajaja - Quitarme las arrugas y dejarme la cara más lisa que el culito de un bebé ¡Aaaaaayyyyyyyyyyyyy, que risaaaaaa!. - Gastar en mi lo que él pensaba gastarse en vosotras jijijijijiji ¡Ya os pasaré las fotos para que veáis lo que os habéis perdido jajajajajaja!...

La Momia suspiraba y me dio pena. - No le hagas caso a esta lagarta. Habla desde el rencor. - ¡Que va! Lo hace desde el sentido común. ¡Eso tendría que haber hecho yo cuando se me murió el marido! Que pena de años perdidos hasta que llegó tu abuela a la familia y me abrió los ojos a un mundo nuevo, a disfrutar de mis cubanitos culito-espingones... ¡Mañana mismo iré a que me quiten las arrugas!

Cuando la foto de Optaciano quedó colgada en la Pared de los Finados brindamos por él y estuvimos bailando hasta el amanecer. El hombre, en lugar de misas, había dejado pagado antes de morirse, una gran juerga para todos sus amigos.




martes, 8 de mayo de 2018

¿La abuela es culpable?

El nombre de Optaciano no se nombra en ésta familia. Hemos corrido un tupido velo sobre éste tema convirtiéndolo en tabú. Ni delante de Pascualita ni de Pepe, aunque sean una cabeza cortada y reducida. Son muy listos y pueden hacerse entender cuando les da la gana. No quiero que Bedulio se de por enterado y se quede con la copla...

La bisabuelastra me telefoneó - ¿Vendrás a la fiesta de El Funeral, nena? -  Aaaayyyy, siento mucho lo de tu novio ¿Cómo llevas su ausencia? - Como si no fuera conmigo porque su familia ha traído una foto de cuando tenía veinte años y estaba en la Guerra de Cuba. - ¿Era guapo? - No se trata de eso sino de que no se parece en nada al Optaciano que conocí. Además, en ese tiempo nunca me hubiera fijado en él porque yo ya estaba casada. - ¿Bailarás? - ¡Claro!

Tenía una pregunta que hacer si quería dormir a pierna suelta. - ¿Sabes cómo murió Optaciano, bisabuelastra? - Estiró la pata y dijo: Hasta aquí he llegado. - ¿Estabas con él en ese momento? - Yo no, tu abuela. - ¿Y... no sospechaste... nada? - Sí, porque era muy lacónico y no solía decir frases tan largas. - ¿Larga? - El, con un ¡Hale, pues...! ya iba que chutaba.

_ ¿Crees que la abuela pudo ayudarle a morir? - ¡Huy, no se hubiese dejado! Menudo era él para sus cosas - Yo le haría la autopsia. - ¿Eres forense? - No, yo...  - ¡Que callado te lo tenías, nena! Estoy muy contenta

No pude sacarle nada más. Dijo que tenía hora en la peluquería y se marchó con su séquito de cubanitos.

Unas cuantas horas más tarde, una mujer rubia platino bajó del rolls royce junto con Andresito y la abuela. Pensé que era el momento de hacer confesar a mi abuela. - La Momia me lo ha contado todo, con pelos y señales... ¡Se lo que hicísteis! - "Estupendo. Hace tantos años ... ¡cuenta, cuenta!"

lunes, 7 de mayo de 2018

Optaciano.



- "Creo que mi suegra se ha enamorado, nena" - ¿Estás segura? - "Pondría la mano en el fuego." - ¿Y quién es él? - "Optaciano" - ¿A qué dedica el tiempo libre? - "Es arquitecto... Oye, ¿te estás riendo de mi?" - ¡Dios  me libre! todavía me duele el último pescozón que me diste. - "Me alegro que lo recuerdes"

- ¿Quién es el señor Optaciano? ¡El nombre se las trae! - "Lo conoció en un viaje, de la cuarta o quinta edad, al que fue la Momia y desde entonces habla con él en sueños" - ¡¿Y que dice?! - "Tus castos oídos no pueden escuchar tanta verdolaga. Es puro frenesí lo que siente por éste hombre" - ¡Caray!... ¿Y él le corresponde? - "Tengo entendido que sí" - ¡Pues hay que casarlos antes de que ocurra lo que suele suceder en éstos casos de amores ardientes!

La abuela me miró como si me descubriera por primera vez, luego dijo: - "Creía que ya  no podías ser más tonta pero, otra vez, me he vuelto a equivocar."

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! ¿A qué vienen éstos gritos? ¿Qué le has hecho a tu abuela, boba de Coria? - ¡Nada! - "Mi suegra está enamorada y ésta nieta mía dice que deben casarse" - ¡No lo quiera Dios! El maromo sería alguien importante en el reparto de la herencia de la Momia el día de mañana. - ¡Es verdad! Debemos hacer lo imposible para que lo olvide. ¡Yo quiero la Torre del Paseo Marítimo!

La abuela sirvió chinchón y luego, mojando el dedo en la botella, lo pasó por el broche donde Pascualita, muy tiesa, se limitó a lamérselo. La operación se repitió varias veces hasta que la sirena se tambaleó a punto del coma etílico. Tampoco nosotras estábamos muy católicas.

La Cotilla, a pesar del fuerte bizqueo causado por la borrachera, se dio cuenta que el broche tenía movimiento. - ¡Tu broche tiene... ¡hip!... brazos! Siempre he ...¡ hip! ... dicho que es... ¡hip!... horrible...

La abuela dio un giro a la conversación, peligrosa, de la Cotilla. - "Optaci... ¡hip! ... ano jejejejejeje... ya no es pro... ¡hip! ... blema. Mañana le rendimos un ... ¡hip! homenjeeeeee en El Fuuuuu... ¡hip! ... neral" - A santo de qué (dije yo de corrido) - "Se colgará su ... ¡hip! ... retrato en la Pared de los ... ¡hip! ... finados"

De repente, la nube de alcohol que coronaba nuestras cabeza desapareció - ¿Se ha muerto? - "Pues sí" ... ¿Sin ayuda? (la Cotilla afinó la pregunta) - "Bueno... ya sabes que a mi me gusta hechar una mano..." - ¡¡¡ABUELA!!!... ¿Al cuello? - "Dejémoslo en "una mano" -  Eso hicimos y pasamos a hablar de lo difícil que lo tiene el Atlético de Baleares para seguir en Tercera División. 






domingo, 6 de mayo de 2018

Vamos de boda.

La abuela me dijo: - "El sábado vamos de boda" - Me resistí como gato panza arriba. No me gustan las bodas, me producen tristeza. Sensación de fracaso. Y lo que es peor, se lo recuerdan a la abuela y me da la matraca durante días.

Le puse mil excusas: que si tengo la gripe aviar;  que si un juanete me impide ponerme los zapatos adecuados.  Que tengo alergia galopante a las tartas nupciales. Etc. etc.... pero nada la ha bajado del burro. - "Son amigos de toda la vida. (sentenció) Sabes que en las bodas se bebe, se baila, se suda, hay quien se despendola y en una de éstas, puede que alguien te tire los tejos" - Los invitados suelen estar casados... - "¿Y?" - ¿Quiéres que rompa un matrimonio por un ligue? - "No montes un drama que no hace falta llegar a tanto. Con que te hagan un bisnieto basta" - ¡Abuela, me está azorando!

Así que me he pasado el día pendiente del tiempo. Por la mañana ha llovido a cántaros y no tenía visos de parar. - Geoooorge, díle a la abuela que se ponga. - Madame no poder. Haber empezado su restauración para estar perfecta in the boda. - ¡Tan pronto! - Madame ser precavidau.

Como además hacía frío me he probado jerseys calentitos, tipo leñador, con botas katiuskas. Los conjuntos no eran nada sexi pero muy apropiados para la tormenta. A mediodía el mayordomo aparcaba el rolls royce en la parada del autobús y me trajo unos zapatitos  tipo sandalia, con tacón de once centímetros. - Madame decir que you poner esto. - ¡Pero si están cayendo chuzos de punta!... ¿Y las muletas? - ¿You toreadora? - Para apoyarme en ellas y no caerme. - You ser nieta de madame... ¿Seguro? - ¡Vete a hacer puñetas, inglés de las narices!

Por la tarde ha salido un tímido sol que ha iluminado la bahía de Palma. A la puerta de la Catedral, envuelta en un anorak, me pasé una hora escuchando la monserga que me soltó la abuela por haberlo traído. - ¡Es que tengo frío! - "¡Para presumir hay que sufrir! ¡Mírame a mi! vestido palabra de honor, superminifaldero..." - El cura no te dejará entrar (murmuré) - "No será inmune a la belleza de mis piernas, boba de Coria... Además, llevo pamela floreada, un chal de cachemira que es un primor. guantes largos naranja fosfi, ya sabes que es uno de mis colores favoritos. Un buen bolso, no esa birria de la tienda del señor Li donde no cabe nada ¿Y si hay que llevarse tus sobras de la cena, dónde las metes? ¡Si es que no eres previsora! ¡Que cruz tengo contigo!"

El cura no se atrevió a llamarle la atención a la abuela. Seguramente la conocía y no estuvo dispuesto a que le montara un pollo frente a las cámaras de televisión que, seguramente, llamaría. Como siempre, la abuela atrajo todas las miradas.

Lo más humillante, después de no haberme comido un rosco durante las horas que duró la celebración, fue cuando me dijo, excitadísima: - "¡El padre de la novia me ha pedido una cita, boba de Coria" - ¡¿Habrás dicho que no?! - "¡A tí te lo voy a contar!"

viernes, 4 de mayo de 2018

Pascualita: ¿autosuficiente en alimentación?

Tengo la cabeza como un bombo a costa de los inquilinos de la abuela y la Cotilla, en el 4º piso de mi edificio. Cada semana cambian de inquilinos y así les cunde el negocio. Pero, si unos eran malos, los siguientes son peor.

Los vecinos no ganamos para aspirinas. Hablamos a gritos porque los extranjeros tienen la música a todo volúmen y las ventanas abiertas y no podemos escuchar la tele. Para remate, había uno en el balcón de casa. Al verlo he gritado ¡¡¡Hay un ladrón en mi casaaaaaaaaaaaaaaaa!!! pero apenas se me oía.

Mientras tanto algo ha caído sobre el árbol rompiendo una rama, luego he visto que hay otras rotas. El maromo del balcón estaba como una cuba, se partía de risa, mientras la sangre le chorreaba por la cara al haberse partido una ceja,  viendo al compañero que había saltado partiéndose la clavícula.

En un momento fueron dos maromos en mi balcón y ¡¡¡PATAPAM!!! otro guiri que cae al árbol y otra rama desgajada. Este no tuvo tanta suerte porque rebotó y dio de bruces en la acera. - Me asomé, con precaución y miré arriba. Otro borracho hacía equilibrios sobre la barandilla de su balcón y ¡se tiró de cabeza al árbol¡ Los guiris estaban haciendo balconin. La madre que los parió!!!

Llamé a Bedulio pero resultó difícil la comunicación. - ¡¡¡Deja de hacer ruíiiiiiiiiiiiido. No sé qué dices!!! - ¡¡¡Que vengas a poner ordeeeeeeen en la fincaaaaaaaa!!! - ¡¡¡Ahora vengo. Verás que multa te pondré por escándalo públicoooooooooooooooo!!!

Poco después me pareció escuchar la sirena del coche patrulla. Me asomé al rellano y vi a Bedulio subir las escaleras, blanco como el papel. - ¡¡¡¿Qué te ha pasadooooooooooooooooo?!!! - Una mujer se ha suicidado tirándose al vacío y por poco me cae encimaaaaaaaaa. - ¡¡¡Están jugandooooooooooooo. Son guiris haciendo balconiiiiiiiin!!!

Esto no puede seguir así. Tengo todas las molestias y ningún beneficio. Así que he ido con Pascualita a la Torre del Paseo Marítimo. Geooorge abrió la puerta y antes de que me diera una negativa, le empuje y entré gritando: - ¡¡¡ABUELAAAAAAAAAAA!!! - Apareció toda emperifollada. - "¿Cómo vas a encontrar novio con esas voces?" - Me puse de rodillas. Las lágrimas corrían por mis mejillas, cayendo al suelo y poniéndolo todo perdido por el rimel que arrastraban - ¡¡¡NUNCA, NUNCA, NUNCA VOLVERÉ A PONER UNA FOTO DE PASCUALITA EN FACEBOOK. LO JUROOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!! Y ahora echa a esos Atilas que habéis metido en casa de la Cotilla, por favor. -

La sonrisa triunfal se le congeló a la abuela. Pascualita había saltado de mi bolsillo a la gruesa alfombra de la sala de estar. La sirena se retorcía como una serpiente a la que le han pisado la cola. La dentadura de tiburón lanzaba dentelladas al aire. - "¿Qué te pasa, bonita? ¡No te mueras!" - Tenías razón, abuela. ¡Está pariendo!

Del cuerpecito de la sirena salieron unos bichitos extraños que fueron engullidos por su  madre, uno detrás de otro. ¡Estábamos horrorizadas! - "¡Nooooooooooooooo. No lo hagas!" - Cuando acabó con todos, eructó y se quedó tan pancha. - Aún estábamos conmocionadas cuando entró Andresito fuera de sí. - ¿Quién se muere?... ¿Quién? - Nadie, abuelito. - ¡Me lo ha dicho Geooorge y él no miente! -
¿Y yo sí? (¡me enfadé!) ¡Pues buscad al muerto entre los dos! Nosotras nos vamos. - ¿La abuela y tú? - NO. ¡Yo sola! - Ves como eres rarita...

jueves, 3 de mayo de 2018

Sobre la cabeza de la nieta pende la espada de Damócles.

La abuela está tan convencida del embarazo de Pascualita que me lo estoy empezando a dudar... aunque no creo que sea del butanero. No puede que el hombre tenga el gusto tan atrofiado como para ligarse a la media sardina con lo fea que es. Yo, sin ir más lejos, estoy muchísimo mejor y nunca me ha tirado los tejos... y si lo ha hecho no me he enterado. Tendré que poner más atención.

Sigo asustada esperando el castigo que, seguramente, está preparando la abuela contra mi por la dichosa foto de Pascualita en el facebook. - ¡Pero si no la conoce nadie! (le razoné pero, que si quieres arroz, Catalina) - "Se reían de ella en mi cara. Decían que era fea ¡Imagínate, fea mi pequeñita. Si es una sirenita de lo más mono que ha parido madre" (se la notaba acongojada y dolida) - ¿Hace tiempo que no vas al oculista, abuela? - "¿Qué insinúas, boba de Coria?" - ¡Nada! Es una pregunta hecha con la debida preocupación de nieta a abuela. - "Más te vale porque me ha parecido que ibas de coña"

Andresito me ha dicho que su mujer está de los nervios. Por las noches tiene un sueño intranquilo y habla. A veces hasta grita y no le deja dormir. - ¿Y qué dice? - ¡La mataréeee! - ¡Ostras! - Se me pusieron los pelos de punta. - ¿Seguro que no dice ¡Te mataré! abuelito? - Seguro, seguro. Es que ésta guerra no va conmigo... ¿Tú sabes a quién se refiere? - ¡¡¡No tengo ni repajolera idea, abuelito!!!

Geoooorge ha llegado de avanzadilla familiar, cargado con los avíos de una paella de marisco. - Luego venir madame and mister. - ¿Para qué? - Puso los ojos en blanco como diciendo: no es más tonta porque no se entrena. - Para paellaaaaa... - ¿Y qué se celebra? - Mi no saber. - Los buenos mayordomos ingleses se enteran de todo lo que se habla en su casa. - Yes. Pero no soltar prendau, boba de Coria.

Cuando el aroma de la paella invadía toda la escalera de la finca, llegó la que faltaba para el duro: - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaa! ¡Que bien huéle! - Y, ni corta ni perezosa, se sentó a la cabecera de la mesa, presidiéndola. - ¡Gracias, amiga! (se dirigía a la abuela) Es un detallazo que celebremos que he alquilado mi piso del 4º durante una semana, a unos guiris que me pagan tropecientos euros por ello. ¡Ahora sí que llegaré a fin de mes!

- ¿Tiene el piso legalizado? - Te importará mucho. - Es la Ley. - Tu abuela lo ha arreglado todo... ¡vamos a comer! - Miré a la abuela. Desde el broche que llevaba en la solapa, Pascualita me enseñaba su dentadura. La abuela sonreía con malicia mientras uno de sus colmillos lanzaba un destello. Ay, ay, ay... aquello no pintaba bien... Entonces soltó uno de sus famosos refranes de modo que pareciera una amenaza en toda regla: - "Donde las dan, las toman, nena"

miércoles, 2 de mayo de 2018

Qué tensión.

Esta madrugada, cuando los abuelitos ya iban de vuelta a su Torre del Paseo Marítimo después de estar varias horas de juerga en El Funeral, la abuela ha ordenado a Geooorge parar el rolls royce debajo de mi balcón y ha subido a casa.

Como yo dormía como una bendita ha necesitado darme varios y enérgicos zarandeos para despertarme. En cuanto he abierto los ojos, desconcertada, ha acercado su dedo índice a mi cara en plan ¡yo te acuso!, diciendo: "¡Tenemos que hablar!" Y se marchó por donde había venido.

Estoy segura que ella a dormido a pierna suelta, en cambio yo he seguido despierta hasta las claras del día. Y por si eso no fuera suficiente tormento, a las seis la Cotilla ha gritado: ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaaa! ¿Todavía estás en la cama? ¡Que cruz tenemos contigo!

Cuando he podido pensar, cosa que ha tardado en suceder, un sudor frío me ha recorrido la espalda...  El dedo acusador de la abuela, plantado frente a mi cara, me ha sonado a amenaza... ¿De qué querrá hablar conmigo?... Huy, huy, huy... Esto no me gusta nada, pero nada, nada.

Pascualita nadaba plácidamente en el acuario. A ella no la había emplazado la abuela para "hablar" y eso me dio coraje. Por eso la cogí desprevenida y sin mucho miramiento. Inmediatamente su dentadura de tiburón saltó hacia adelante pero yo me había puesto el guante de acero y me salvé del mordisco.

La senté en el frutero, preparé dos cola caos y dejé que se desfogara saltando, una y otra vez, dentro de su taza hasta que hubo más cola cao por la cocina que en la taza. Entonces le comenté la extraña visita nocturna. Para tener dos opiniones distintas, sumé a Pepe a la reunión. La cabeza jivarizada ni pía ni muge pero hace bulto, bueno, bultito. Y Pascualita lo compensa con su genio.

_ ¿De que creéis que quiere hablar la abuela? ... ¡Pepe, por Dios, di algo! Ya sé que no te quieres comprometer... y que a una cabeza cortada no se le puede pedir que de un discurso pero, hijo, eres tan soso... - La sirena saltó a mi taza y me puso perdida - ¡¿Estás queriendo decirme algo?! -  Pascualita se señaló a sí misma. Eso era una novedad. - ¿Quién te ha enseñado a hacer ésto? ¡que gracio...! ¡OH, NOOOOOOOOO!

Ese fue el momento que eligió la abuela para entrar en casa. Venía a paso de carga, pasillo adelante: - "¡Solo a una descerebrada se le ocurre poner una foto de Pascualita en el Facebook! (me temblaban las piernas) ¡Fue la atracción de la noche en El Funeral! ¡Toda españa la ha visto, científicos incluídos! Menos mal que la mayoría están fuera de España que si no, ya estarían buscando a la sirena para abrirla en canal y estudiarla! ¡¡¡Eres una irresponsable. Y justo ahora que está embarazada!!!" - No puede... ser, abuela... ¿De quién?... - "¿De quién va a ser, boba de Coria? ¡¡¡DEL BUTANERO!!!

martes, 1 de mayo de 2018

La fiesta del Trabajo.

Como hoy se festeja el Día del Trabajo no pienso dar un palo al agua. No voy ni a vestirme. ¡Nada! Solo he claudicado para prepararme le desayuno porque cuando me levanto tengo un hambre de lobo a dieta.

Tirada en el sofá de la salita he visto llover, salir el sol, volver a llover. Mirando el facebook he visto uno de esos programitas ¿Qué tipo de belleza posees? sin dudarlo he mandado una foto de Pascualita para ver si la mejoraban... Después de unos segundos de expectación, me ha devuelto la foto tal cual estaba al principio. Ni unas malas gafas glamurosas le han puesto ¡claro, con semejantes ojos saltones no habría de su talla!... He dormitado hasta que un trueno me ha tirado del sofá ¡que susto!... Me he mirado al espejo y he dado un respingo. ¡¿Esa soy yo?!... tendría que lavarme la cara y peinarme...

Pero no me ha dado tiempo porque la abuela ha entrado como un elefante en una cacharrería, acompañada de un buen mozo y por su inseparable mayordomo inglés. - "¡Nenaaaaaaaa! sal, que voy a presentarte a un compañero del Sindicato."

Aterrorizada, me he escondido debajo de la mesa camilla. ¡No pueden verme así! y menos el maromo que trae consigo!... ¿Ha dicho que es un "compañero sindicalista"? ¡Pero si es rica!...

Oí que entraban en la cocina - "¡Nenaaaaaaaaaaaaaa! que raro que no esté... bueno, vamos a tomarnos un chinchón para sacudirnos el frío. Geoooorge, vamos al comedor" - ¡Oh, no! ¿Cómo salgo de aquí ahora?

Después de varias copas, la abuela sonsacó al sindicalista: - "¿Tienes novia? ¿tienes hijos? ¿te gustaría tener uno? Mi nieta está dispuesta a tenerlo. ¿In vitro? Pues, no sé. A ver si viene y le preguntamos" - ¡Ni loca voy a salir de la mesa camilla!

Varios ¡CHOF! cambiaron el curso de la conversación. El sindicalista, curioso, preguntó. La abuela contestó lo que le dio la gana: - "Son las tuberías" - ¡Me ha salpicado agua! - "Está lloviendo a cántaros" - La ventana está cerrada. - "Serán las goteras" - ¡Hay un montón de pisos encima de éste! - "Tu no sabes cómo son éstos vecinos" - ¿Por qué no me suelta? - "Vale. ¡Y nos vamos!" - ¡El agua será del acuario! - "Lo mandaré arreglar" - Habrá saltado un pez... ¿dónde está? - "¿Te pregunto yo lo que pasa en tu casa? ¡No! ¿Y sabes por qué? Porque ¡NO ME IMPORTA!" - Perdón. Tampoco hay que ponerse así, mujer. - "¿Otro chinchón?" (la voz de la abuela se había suavizado)

No tardaron en irse...  Espero que la abuela no vea a Pascualita en el facebook o soy nieta muerta.