sábado, 30 de septiembre de 2023

Hola, C

La paella de mariscos salió de rechupete pero no la disfruté como hubiese querido (aunque me comí tres platos de arroz) porque la abuela, que es una temeraria, había colocado a Pascualita en el broche que llevaba prendido en su vestido de verano. 

Tampoco Esmeraldito saboreó a gusto la paella porque estaba atento a algo: - Pascualita está cantando (me dijo mi primer abuelito desde lo alto de la lámpara del comedor) 

 Grité mentalmente, - ¡Dile que se calle! - No le da la gana. Dice que hoy comerá marinero en salsa verde, que hace años que no lo prueba. - ¡Está loca! 

Tenía que hacer algo sin pérdida de tiempo. Y lo hice. - Esmeraldito, vamos a cambiarnos los sitios. - Estoy bien aquí (pobre iluso) - Es que ese es mi sitio (repliqué) - La abuela, que no quería que el hombre se fuera de su lado, dijo - "Ni que estuvieras de antojos, nena"

La sirena abrió un poco la boca dejando ver su terrible dentadura de tiburòn. Empecé a sudar mientras volvía a llenar mi plato. - Tengo el trasero hecho a esa silla y no me siento cómoda. - 

La hermosa cola de sardina se tensaba para dar el gran salto...

El sudor caía al suelo imitando a las cataratas del Niágara y desaguando  por el balcón... Iba a ponerme más arroz cuando llamaron a la puerta: - ¡Bien! (pensé) Llega Bedulio con el bloc de multas... - Nadando por el pasillo llegué a la puerta. La abrí y entró esto: C. - Hola, soy C. Agente secreto en busca y captura de Esmeraldito.

Quedamos patidifusos... Pascualita incluída.

viernes, 29 de septiembre de 2023

La abuela depredadora.

La cara de Esmeraldito se convirtió en una máscara. Nada se movía en ella salvo las aletas de la nariz y sus orejas que, curiosamente, lo hacían en todas direcciones. Su novia (anda que...) se asustó y lo meneó como si agitara un jarabe. - ¡Esmeraldito, vuelve en ti!

No se hizo de rogar y volvió a su estado natural. Después dijo una frase que me heló la sangre: - Quien ha escuchado cantos de sirena, no lo olvidará nunca.

La Cotilla aplaudió, embelesada: - ¿Te das cuenta, nena? ¡Es el Cervantes de la palabra!

 En cuanto pude llamé a la abuela y le conté lo ocurrido pero, de toda esta historia solo se quedó con nombre del hombre: - "¿A qué viene ese nombre? ¿Acaso tiene minas de diamantes? ¿Por qué no se lo has preguntado?... " - ¡Abuela! ¿No ves que descubrirá a Pascualita? 

Colgué el teléfono. Un rato después llamó la abuela para preguntarme si Esmeraldito estaba bueno: - No parece enfermo... - "¡Que si tiene un revolcón, jodía!" - ¡¡¡Abuela. Es el novio de tu amiga!!! - "Que cruz tengo contigo"  -  Esta vez colgó ella.

Pasaron unos días de relativa calma porque la sirena tuvo su celo número tropecientos mil millones y no para quieta.

Una mañana el rolls royce de los abuelitos aparcó en su lugar predilecto: la parada del bus. Poco después entraron en casa la abuela seguida de GreooooorgeBrexit llevando los avíos para una paella de marisco. 

Puse la mesa para seis comensales pero la abuela, mirando de soslayo, dijo: - La Cotilla no está invitada. Andresito tampoco... Y Esmeraldito se sienta a mi vera.

 

 

 

 

jueves, 28 de septiembre de 2023

El canto de la sirena.

 La Cotilla llegó a casa derrengada: - ¿Qué le pasa, mujer? - Que estoy hecha cisco. Cada día me resulta más pesado el trajín del trapicheo. - Es que tiene usted más años que Matusalen y no se da por aludida...- ¡Y encima con novio! - A ver cuando me lo presenta. - Esta misma tarde ¿qué te parece? - Qué iba a decir...

Quedamos que el novio vendría a las siete de la tarde a casa y, desde ese momento, la Cotilla no ha parado de arreglar y colocar cosas para causar buena impresión. Y además, trajo un pez rojo: - Así podremos decir, con razón, que la pila de lavar es, en realidad, un acuario.

Tragué saliva. Aquello era problemático porque Pascualita es un bicho de agua salada y el pececito rojo es de agua dulce. La solución era meter a la sirena en la pecera que guardo en mi cuarto para urgencias como ésta. Ahora bien ¿querrá la medio sardina cambiar de "vivienda" y pasar a un cuchitril? Temo por mi integridad física.

Llegaron las siete y con ellas Esmeraldito Cifuentes, el novio de la Cotilla. Repeinadísimos los cuatro pelos larguísimos que llevaba en plan ensaimada, pegados al cráneo con pegamento Imedio para que no lo despeine ni el huracán de las Azores.

La Cotilla revoloteó a su alrededor diciendo: - Nena, éste es mi Esmeraldito. - Mordiéndome la lengua para no reírme, le tendí la mano para saludarle pero él se había quedado traspuesto escuchando... ¿qué?

- El canto de la sirena (dijo mi primer abuelito desde lo alto de la lámpara del comedor) Y también:  Esmeraldito es merinero de profesión desde que llevaba pañales... Ay, dios.

miércoles, 27 de septiembre de 2023

Otra versión de cómo Pepe llegó a ser jibarizado.

Cuando Pascualita ha visto la nueva botella de chichón que he comprado ha puesto los ojos en blanco y a mi me han temblado las piernas ¡Madre del amor hermoso, que bicho más feooooo! Después me ha dado por pensar que si, en el principio de la Creación, todos eran feísimos es un milagro que el mundo se siguiera desarrollando. 

Ha sido tal la impresión que he tenido que he hablado en voz alta sin darme cuenta y quién se ha quedado con la copla es uno que no tiene orejas... Por no tener , no es más que un cascaron vacío: Pepe el jibarizado: su OOOOOOOOOOOOOOOOOO resonó de parte a parte del barrio y los vecinos salieron a la calle, curiosos. Entonces Pepe el jibarizado empezó a hablar y mi primer abuelito, a traducir:

- Yo era el guerrero más guapo de todos los poblados a la redonda. Todas las mañanas el río me llamaba para que me mirara en él. Así lo hacía y eso lo mantenía tranquilo. Yo le dejaba contemplar mi belleza y él entretenía a los cocodrilos con cuentos de los Hermanos Green.

 Ocurrió que un día me desperté ojeroso y legañoso pero, aún así no había quién me hiciese sombra... o eso creía. El agonías del poblado vecino, envidioso a más no poder, pregonó que si yo ya no lucía como siempre: -  Lo mismo da que nos lo comemos a él que a otro (dijo el muy jodío) - Como era la hora de la merienda y no tenían nada mejor a mano, se me comieron, poniéndome antes perdido de mostaza de Dijon ¡Que manía!

 

martes, 26 de septiembre de 2023

Ay, ay, ay...

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! - La Cotilla se ha tomado a sí misma como La alegría de la huerta y así ha entrado en casa. - ¡Hola, nenaaaaaaa! ¿A qué parezco un rayo de sol? ¡Que bella es la vida cuando el corazón salta de alegría en el pecho!- ¿No le parece que es un poco pronto para estar ya piripi?  - ¡¡¡Tengo novio, nenaaaaa!!! 

-  Echeme el aliento, pero con cuidadito no vaya a rizarme las pestañas con la fuerza del alcohol. - ¡Que no he bebido! Es el amor quien habla por mi boca.

Y así siguió, habla que te habla, hasta que tuvo que poner la lengua en remojo de lo hinchada que estaba, pero antes soltó lo que más temo en éste mundo: - Yo tendré el bisnieto que quiere tu abuela y la Torre del Paseo Marítimo ¡será para mi! 

Quedé paralizada. No reaccioné hasta que vi a Pascualita asomando entre las algas de la pila de lavar y pensé que, si pudiera acercarme a ella sin que la Cotilla me viera, se la tiraría a la cara.

Todo se puso a mi favor porque la vecina se había dormido. Me di cuenta por los ronquidos. Y no perdí tiempo: cogí a Pascualita desprevenida  y antes de que me mordiera, la lancé contra "la Bella Durmiente"... errando el tiro. La sirena se estrelló contra el pecho-tabla y mordió. Poco después, entre gritos, llantos y saltos mortales, la Cotilla lucía un escote exagerado que daba gloria verlo.

Y yo "veía" un bisnieto con la cara de la Cotilla .





 

 

lunes, 25 de septiembre de 2023

Buen consejo.

 Sonó el teléfono: - ¿Digaaaaa? - Y la voz dulce y cascada de mi bisabuelastra sonó en mis oídos. - Hola, nena. Tu abuela me ha comentado que Ramsés II se ha hecho construir una nueva y moderna pirámide, según le dijiste tú. 

¡Vaya (pensé) finalmente la abuela se interesa y comenta las cosas que YO digo! - Pues, si y... - ¿Cuántas, según tú, tiene repartidas por las arenas del desierto?  - Estooo... ¿siete? - Mira, nena. Voy a darte un sabio consejo: No hables de lo que no sabes. - ¡Bisabuelastra!

Menudo jarro de agua fría me llevé. No sabía qué decir. 

Después, en cuestión de segundos pasé del estupor a la rabia y no me pude callar. - ¡Siendo un faraón y riquísimo, tuvo pirámides. Anda que no! - Ramsés y yo fuimos como uña y carne, guapita. No había nada que hiciera que no me comentara y como las pirámides, ya en aquellos tiempos, eran más antiguas que andar palante, dedicó su tiempo libre a hacerse estatuas... - ¿Por qué? - Porque aún no se habían inventado los selfies.

Poco después nos despedimos porque llegó el ánima de mi primer abuelito y como están a partir un piñón, tuvieron un cortejo de lo más explosivo.

domingo, 24 de septiembre de 2023

Mal despertar.

 Esta madrugada Pascualita se ha metido en mi cama, mojada. Y fría, la jodía. Un duro despertar. Mi reacción ha sido la normal en éstos casos: agarrarla por la cola, hacer molinete y lanzarla cuanto más lejos mejor. En éste caso a los pies de la Cotilla que en esos momentos iba al baño.

Dos gritos rasgaron la seda de la noche: el mío cuando la sirena se arrastró por mi barriga y el de la Cotilla, aterrada al creer que se le venía encima el ánima de mi primer abuelito.

También fue normal la reacción de los vecinos: patearon la puerta de casa al grito de ¡¡¡QUEREMOS DORMIR, BOBA DE CORIAAAAAAAA!!!

 Pasado el barullo gracias a la intervención de los Municipales con Bedulio al frente, la paz volvió a la finca a pesar de que algun@s vecino@s reclamaron, insistentemente, que me trasladaran al cuartelillo y tiraran la llave al mar. Cosa que no ocurrió porque pude susurrar al oído de Bedulio que mi primer abuelito estaba subido a la lámpara del comedor dispuesto a defenderme como solo el ánima cabreada de un abuelo puede hacerlo.

Antes de intentar conciliar de nuevo el sueño, y con una taza de cola cao en las manos y Pascualita en mi escote, miré a lo lejos, a través de un pequeño hueco en el skay line del barrio, por donde asomaba una pincelada rosada anunciando el nuevo día. Y solo entonces, con el primer y tímido rayo de sol, pude ver la moderna pirámide del gran Ramsés II

 

sábado, 23 de septiembre de 2023

Ai, Deu meu...

 - Pascualita, no mires por el balcón Y tú, Julio Iglesias de tres al cuarto (le grité al árbol de la calle) ¡Vístete, jodío!

- No puedo. Estoy esperando a que me crezca la nueva corteza, cosa que me preocupa por si el frío llega sin avisar. - Te pasa como a la cigarra del cuento. Se le pasa el tiempo en cantares, juergas y divertimentos y finalmente la pilla el toro del invierno sin nada para comer en la despensa y muere de frío y de hambre... menos cuando lo cuenta Disney.

- No me compares con la cigarra (se quejó el árbol) Yo no zascandileo de acá para allá. - Pecas igualmente porque si tuvieras pies, lo harías. - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! ¿estás ,mirando el árbol, nena? jajajajajajajaja ¡Cuanta hambre atrasada tienes, boba de Coria! - Huy, que mente más suciaaaa, Cotilla No tengo pensamientos impuros ¡nunca!

Lo cierto es que viendo el tronco liso y hercúleo del árbol me entran sudores. Pero es que está de toma pan y moja, lo que no es raro porque se traga todo lo que se le pone a tiro. Ahora tiene una bicicleta que alguien dejó apoyada en él y se ha tragado la mitad. 

La voz del árbol de la calle sonó como canto celestial mientras cantaba el brindis de la Traviatta y me preocupé. - ¡Pascualita, muérdeme! a ver si se me pasa este muermo!

Ahora estoy dolorida, con un tetamen que ya quisieran las vacas del pueblo ¡y sigo pensando en el tronco terso de un platanero!

 

 

viernes, 22 de septiembre de 2023

Orden Real.

 Desde la barandilla del balcón estiré una pierna hacia las ramas del árbol de la calle y ¡hale hop! me subí sin pensar que no llevaba chichonera y desde allí hay una caida de casi tres metros hasta el suelo.

Sonó el teléfono. Era la abuela. - "Acaban de decirme que estás haciendo el indio encima de un árbol" - ¿Quién ha sido el chafardero? - "Se dice el pecado pero no el pecador, nena. Ha sido Casimiro el de las gafas de culo de botella. Quiero que sepas que, si te caes y te matas, no diré que eres mi nieta porque yo tengo un status que cuidar"

Le dije que estaba obedeciendo una Orden Real. Debió quedarse de una pieza porque su voz pasó de ser autoritaria a temerosa: - "¿Fe...li...pe...?" - No. Ramsés. - Se quedó muda. Y mira que es difícil callar a la abuela

Pascualita, que es una interesada, tensó su preciosa cola de sardina y saltó desde la mesa del comedor a mi escote. Después me miró fijamente esperando una explicación. - Me ha pedido que, desde ésta altura, localice el lugar ideal para instalar una moderna pirámide.

A través del teléfono me llegó la voz de la abuela remugando: - "¡La madre que te parió! Ya te dije que no te sienta bien el chinchón a palo seco.

 

jueves, 21 de septiembre de 2023

¡Mosquito!

Tenía en la mano un tornillo con su correspondiente rosca, talla miniatura, hasta que un mosquito trompetero la ha tomado conmigo haciendo vuelos rasantes como si fuese el trompeta del Séptimo de Caballería tocando ¡al ataque!: - ¡¡¡TARARIIIIIIIIIIIII!

Di un manotazo al aire dispuesta a acabar con él y la rosca, pequeñísima, salió volando a saber dónde. 

Abrí la boca y por ella salieron sapos y culebras. - ¡Cómo pica, jodío! - El árbol de la calle puso sus ramas de parapeto para que los pequeños gorriones y las tiernas hojitas, no me escucharan. - ¡Déjales que aprendan para cuando les piquen a ellos! (le grité a don Tiquismiquis)

Como una flecha pasó  Pompilio por mi lado en busca de calcetines para desparejar y me dio tiempo a cogerlo de una oreja. - ¡Busca la rosca y no vengas sin ella o te desorejo! - Ningún comensal de la Santa Cena se asomó al marco del cuadro pero yo sabía que me espiaban. - ¡Lo mismo os digo a vosotros!

Unos suaves aplausos llamaron mi atención. Era Pascualita que, sentada en el borde de la pila de lavar del comedor, se lo estaba pasando en grande viendo como me rascaba, mientras señalaba al mosquito, que hacía la digestión, sobre mi hombro. - Rabiosa, grité: - ¡Cómetelo, Pascualita, CÓMETELOOOOOOOO!

Y rauda como una centella, la medio sardina se lanzó a por mi hombro mientras el mosquito se posaba, tranquilamente, en la lámpara del comedor.

Ahora tengo un hombro que me rio y del de Sansón.

miércoles, 20 de septiembre de 2023

La Cotilla corre.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaa! Ay... vengo derrengada. Llevo ¡media hora corriendo como una descosida.... - ¿Ha hecho una promesa, Cotilla? - No me ha dado... tiempo porque estaba muy concentrada en mi ...trabajo y por poco me pilla. He tenido que salir por pies. - ¿La perseguía la mafia china? 

Me miró, sorprendida: - ¿Por qué? - Usted sabrá. - Pues ahora no caigo... 

El árbol de la calle abrió su boca de madera para decir: - Esta mujer es un fenómeno. Corre que se las pela. ¡Tiene que ir a las Olimpiadas de la Quinta Edad, Cotilla y dejar bien alto el pabellón del barrio! Yo le cantaré We are de champions con mi poderosa voz de tenor. Así, escucha: ¡¡¡WEEEEEEEEEEEEEEE...!!!

Corrí a por una toalla grande de baño y se la metí en la boca. 

Poco a poco, la respiración de la Cotilla volvió a la normalidad y yo volví al ataque: - ¿La ha perseguido un perro? - ¡Ya lo puedes decir nena! - ¿Lo he adivinado? ¡Jupiiii! - ¿He dicho yo que sí? Pues no era un perro sino el sacristán de la iglesia en la que hoy "limpiaba" los cepillos. Ni que los euros fueran suyos, hombre.

El rolls royce de los abuelitos aparcó en su lugar favorito: la parada del bus y en pago, recibió una gran pitada. La abuela subió a casa. Iba espectacular con un sombrerito adornado con plumas de marabú de medio metro de largas. - "¡Hay más plumas en casa, nena?" - Le dije que no y se fueron a El Funeral a celebrar la vida de Eustaquio Pérez y colgar su foto en la Pared de los Finados.-  "Le encantaban las plumas de marabú... Por eso se hizo vedette" - dijo mientras cerraba la puerta de la calle.

 

martes, 19 de septiembre de 2023

A llenar la garrafa.

Se está terminando el agua de mar de la garrafa de Pascualita. Habrá que ir a la playa a llenarla. Este paseo le gusta mucho porque ve la posibilidad de escaparse del termo de los chinos y volver al mar que la vió nacer hace una burrada de millones de años.

Yo la soltaría pero a la abuela le daría un ataque, de asma y de añoranza. Y lo peor sería su venganza. He pensado que mejor dejo a la sirena en casa y me evito problemas. Pero Pascualita ya me ha enseñado los dientes. En la radio dicen que tendremos nubosidad variable. Miro por el balcón y el cielo está azul. ¡Pues vamos a la playa!

Pascualita viaja en el termo de los chinos encantada de la vida. Yo camino a buen paso deseando darme uno de los últimos baños de éste verano.

De repente el cielo se oscurece. Miro a las montañas - ¿Lloverá? Pues no he traído paraguas. -   Sigo mi marcha porque, sí o sí, tengo que llenar la garrafa. Sale un sol esplendoroso. Conmigo viene dos sonrisas: la mía y la de la sirena.

Al llegar a la arena me quedo en bañador. Se levanta un viento fuerte y fresco y estornudo. Pascualita está nerviosa. Lleno la garrafa y al volver junto a mi ropa oigo una escandalera. Una gaviota curiosa quiere comerse a la sirena. Suena un trueno y retumba la tierra. Se oscurece el cielo y San Pedro abre los grifos para que caiga el Diluvio Universal número ni te cuento.

Llego a casa cansada, hecha una sopa bajo una sol resplandeciente y más cabreada que un mono.

La abuela corrió al lado de su amiguita del alma mientras que a mi me caía un rapapolvo por haber llevado a Pascualita bajo la lluvia. - ¡Es agua dulce, boba de Coria! Que cruz tengo contigo...

lunes, 18 de septiembre de 2023

UNA TARDE DE VERANO.

Pascualita y yo hemos dormido la siesta como está mandado pero ha sido descafeinada. Le faltaba la emoción de la Serpiente Multicolor. Y eso que el sueño ha sido profundo. La sirena hasta se ha comido una mosca (espero que yo no) 

Me lo ha dicho Pepe el jibarizado. A él se lo ha contado el comensal de las treinta monedas de la Santa Cena. Por lo visto está pensando en invertir ese dinero en un negocio rentable y ya lleva tiempo preguntando a unos y otros sin decidirse.

Pepe le propuso viajes a su tribu. Son de riesgo, pura aventura y si te comen, te han comido. Ahí está la gracia. Pero no terminó de verlo claro cuando supo que había que ir en avión... porque nunca ha visto ninguno. - La culpa es de la nena (¡claaaaaaro! ¿de quién si no?) que nunca me ha enseñado uno (dicen que dijo) 

El árbol de la calle propone que traslade el cuadro a su copa. - Tendrá buenas vistas de aviones, helicópteros y drones. -  Hay un pero... el que ponen el resto de los comensales con los que el de las treinta monedas no había contado. Dicen que qué se les ha perdido a ellos en la copa del árbol. Si han podido estar tan ricamente más de dos mil años en el cuadro, para qué van a cambiar.

La sirena y yo debemos pasar el "mono" ciclista... Tal vez con doble ración de chinchón of the rocks. Pascualita acaba de levantar ¡TRES deditos! - Ni hablar del peluquín, media sardina, que el precio se ha puesto por las nubes.

 

domingo, 17 de septiembre de 2023

Se acabó la Vuelta a España.

¡Aaaayyyy, estoy de capa caídaaaaaa! Ha terminado la Vuelta Ciclista a Españaaaaa. ¿Cómo voy a dormir ahora esas grandiosas siestas mientras los ciclistas se esfuerzan, sudan, se retuercen sobre las bicis? 

O cabreándome con los pesados seguidores de las banderas con las que parecen querer torear a los cuando van subiendo montañas y apenas tienen resuello.

Y la risa que dan los tíos barrigones corriendo como descosidos delante de los campeones para, a los dos pasos, quedarse sin resuello ¡Y el susto por si se caen y aplastan a algún ciclista!

Pascualita me mira como diciendo: - ¡Otro año igual! que pesada te pones, boba de Coria. 

La abuela llamó quejándose de lo corta que ha sido la Vuelta éste año. -"He mandado a Andresito a quejarse a los mandamases de la Televisión. Diles (le he ordenado) ¡más ciclismo de tres semanas y menos anuncios!" - ¿Le van a hacer caso? - "Ha puesto el parche antes de que salga el grano, el muy jodío. Se escuda en que todo el mundo es nuevo. Ya no los conozco, dice. ¡Pues como vaya yo me conocerán en directo! (le he gritado)"

- O sea, que hasta el año que viene no hay nada que hacer (protesté) - "No me rindo tan pronto. Le he dado un ultimatum: Si quiere juerga-erótico-festiva, aderezada con pastillitas azules, ¡carreras ciclistas de tres semanas al canto!" - ¿Y qué tal? - "De momento ha palidecido"

sábado, 16 de septiembre de 2023

¿Será verdad?

Estaba la abuela en casa cuando le comenté que su ex, mi primer abuelito, está mustio, taciturno, aburrido... - "Entonces está normal. Era un aburrido de tomo y lomo" - ¡Que va! Es dicharachero, alegre, elegantísimo... - ¡Calla, calla! ¿crees que si hubiera sido así como dices, lo habría despachado? ¡ni loca, vamos!"

La miré fijamente: - ¿Eres una asesina, abuela? - "¡Esa boca, niña! En aquellos años no había divorcio. Algo tenía que hacer" - Ya pero, matar... - "Te he dicho que, de eso nada, monada. Simplemente lo mandé a por tabaco a Cuba para quitármelo de encima porque me tenía muerta de aburrimiento" - Pobrecito... Tan lejos, tan solito... - "Solo, no. Se fue con uno al que rondaba la Cotilla" - ¡No me digas!

- ¿No regresó nunca mi primer abuelito? - "Lo intentó pero el Tabaco pudo con él." - ¿Fumaba mucho? - "No, pero para que el Tabaco no le quitara todo el que traía a España, se lo fumó en una noche mientras el Tabaco dormía la mona porque era un gran levantador de codo." 

- ¿Cómo puede el tabaco quitar lo que uno ha comprado si es hierba? ¡Me estás liando! - "El Tabaco fue un famoso gánster de aquellos años del cuplé.Y el que dijo que mi ex había expirado porque sus pulmones no resistieron tantas inspiraciones seguidas." - Entonces no lo mataste tú... ¡Uf!  

La abuela soltó una risa siniestra y Pascualita la imitó. - "Ves como le gustan los cuentos a mi nieta jajajajajaja..."

 

 

 

viernes, 15 de septiembre de 2023

Vamos a dormir.

Pepe el jibarizado lleva desde anoche lanzando su grito: ¡OOOOOOOOOOOOOO!, que lo mismo le sirve para un roto que para un descosido. Y no sé por qué. 

El único que puede ayudarme es mi primer abuelito pero, por más que lo llamo, no acude. Después supe que estaba en una sesión de pruebas de sudarios de alta costura de Cocó Chanel. 

Total, que entre una cosa y otra, no he pegado ojo en toda la noche. Ni nadie porque, para acallar la especie de aullido de Pepe, he puesto la radio, que está en la cocina. Para oírla bien, he subido el volúmen y poco después los vecinos, arremolinados en mi rellano, tocaban a la puerta con una furia desmedida. - ¡¡¡QUEREMOS DORMIR!!!

No me ha quedado otro remedio que llamar a los Municipales. - ¡Orden, señoras y señores! (era la voz de Bedulio la que clamaba en el desierto) Y tú, nena, abre la puerta de una vez. - ¿Estás seguro, Bedulio?... Mi primer abuelito anda por aquí y está de mal humor... - Vale... no le molestes... 

A través de la mirilla le vi darse la vuelta y bajar la escalera como una exhalación. Fue visto y no visto. 

Sin saber qué pensar ante lo que había pasado, los vecinos optaron por marcharse a sus casas y solo entonces, abrí la puerta llevando a Pascualita en mi escote.

Entonces un flash nos deslumbró ¡Nos habían echo una foto! Rápida como el rayo, la sirena saltó a la cabeza del enemigo y medio minuto más tarde estaba monda y lironda. 

Al ir a entrar en casa vi bien al sinvergüenza, aunque sus gritos ya me habían dado una pista de quién era... ¡La Cotilla!

jueves, 14 de septiembre de 2023

Dichoso Pascual...

La abuela ha venido a casa, seguida por GeooorgeBrexit cargado con una olorosa bandeja de ensaimadas recién sacadas del horno. - Hummmm. abuela. Esto huele a gloria bendita. - "Son para mi niña guapa" - ¡Gracias, gracias! - "No hablo de ti sino de mi chiquirritina bonita" 

Una corriente de maldad me subió desde los talones a la cabeza y dije sin pensar en las represalias: - ¿Te refieres a esa cosa con cola de sardina en escabeche? - Hacía tiempo que no recibía un capón de la abuela. ¡Madre mía, que daño! - "Y te quedas sin ensaimada. ¡Se la comerá Pascual... " - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaa! 

La entrada, anunciada, de la Cotilla cerró la boca de la abuela. - Vaya a quién tenemos aquí. A la adúltera de doña Perfecta y sus millones. - Si la envidia fuera tiña... (pensé) - Anda, dile a tu maromo que asome la jeta que ya tengo ganas de echarle la vista encima. 

Por toda respuesta la abuela le dijo a su amiga de toda la vida. - "¿Quiéres una ensaimada. Aún está tibias..." - ¡También! pero lo primero es lo primero- ¡Sal que te vea, Pascual! 

Salté en defensa de mi ensaimada. - No hace ni diez minutos que se ha ido, Cotilla. Cómase usted la del maromo que el que va a Sevilla pierde su silla. - Y sin más que decir, saqué la botella de chinchón, nos repantingamos en el sofá y las butacas de la salita y nos pusimos como el Quico. 

Pascualita participó desde el escote de la abuela. 

GeoooorgeBrexit, sin embargo, tuvo que contentarse con unos cuantos tes: Tenía que conducir.

 

 

miércoles, 13 de septiembre de 2023

La abuela se equivoca.

La casa rezuma envidia cochina por los cuatro costados y todo porque Pascualita y yo hemos estado en Bagdad y los demás no. 

El más enfadado es el árbol de la calle. - ¿Y qué quieres que yo le haga? (le dije) ¿Quién te dijo que plantaras tus reales en el alcorque de la acera? - Lo hicieron los de Parques y Jardines. - Pero no protestaste ¿o sí? - No... - Ah, o sea que tu quieres estar en misa y repicando. Pues, no señor. A eso se le llama ser egoísta. - El árbol se puso colorado, colorado como un tomate.

Otro que también estaba enfadado era mi primer abuelito. - Pero si tu puedes ir cuando quieras. Y encima, llevando el sudario más elegante del mundo. - ¿Y qué se me ha perdido a mi en Bagdad sin ti? - Ver aquel lugar... - ¡Sin mi nieta, no! - Benditos abuelos.

Pascualita tampoco estaba para bromas porque le había gustado eso de volar y quería estar zascandileando por ahí todo el día. - 

La abuela vino a casa y notó que algo le pasaba a su amiga del alma. - "¿Otra vez está con el celo?! - Que yo sepa, no. Pero se ha vuelto una caprichosa de tomo y lomo - "¿Y eso...? ¡¡¡¿QUÉ ES ESOOOOOOO!!!?" (gritó a pleno pulmón) "¡¡¡RATAAAAAAS!!!" y salió de estampida para meterse en el rolls royce donde Geoooorge, que había oído el grito, arrancó sin que tuvieran que darle la órden.

Pero no eran ratas sino siete u ocho pequeñas alfombritas que no paraban de alborotar mientras hacían prácticas de vuelo bajo la atenta mirada de la alfombra-madre.

martes, 12 de septiembre de 2023

El trueque de la Cotilla.

- Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! Menudo negocio he hecho. ¡Me sacarán en los periódicos! - ¿A quién ha robado, Cotilla? - ¡Esa boca, nena! Ha sido un trueque con todas las de la ley ¡Mira! - Metió la mano en el bolso infinito que lleva siempre y sacó una alfombra, de dormitorio, enrollada. - ¡TACHÁN!

Los comensales de la Santa Cena ni se inmutaron. El árbol de la calle, que había cerrado su bocaza de madera para escuchar a la vecina, reanudó su canción: - ¡Tenía una casita pequeñita en Canadaaaaa... - La única que parecía interesada en la diminuta historia de la Cotilla era Pascualita que asomaba la cabeza entre las algas de la pila de lavar del comedor.

Mohína, la vecina, mirándome fijamente, dijo: - No está echa la miel para la boca del asno. - ¿Qué tiene de extraño ésta alfombra? (dije con desdén) - Que se reproduce. - Menudo tiento le ha dado al chinchón, ¿eh, Cotilla? - Es una alfombra mágica, boba de Coria. - No me río porque se me correrá el rimel.

Sacudió la alfombra y cayeron tres o cuatro pequeñas al suelo. Pascualita, abrió de par en par sus ojos de pez y sin pensarlo, se impulsó con su hermosa cola de sardina para caer en mi escote y dar, de paso, un susto a la Cotilla que no vio nada salvo algo que saltaba. Su reacción fue empujarme para salir corriendo. Yp pisé la alfombra sin querer y salimos disparados por el balcón, la alfombra, la sirena y yo. 

Y aquí estamos, camino de Bagdad.

lunes, 11 de septiembre de 2023

La pesadilla.

 ¡Uf!, que mala noche he pasado. Aún no habían puesto las calles ni la Cotilla había vuelto de sus trapicheos, cuando me levanté y corrí al comedor a ver a Pascualita.  Dormía como un lirón en la arena del fondo de la pila de lavar y respiré tranquila al ver que estaba entera y tan fea como siempre.

-  Menos mal que estás bien (dije, sin darme cuenta de que lo hacía en voz alta) - La sirena abrió los ojos y frunció el ceño. - Huy, no te enfades. Ya te dejo en paz - Y me di la vuelta para volver a la cama. - ¡Quieta, parada, nena! ¿qué pasa? - El árbol de la calle, siempre pendiente de todo, me dio el alto.

- Nada, nada... Es que he tenido una pesadilla (me acerqué al balcón y bajé la voz) - ¡Cuenta, cuenta! - En un momento ese CUENTA se convirtió en un mantra coreado por todos los habitantes de la casa.Y no me quedó más remedio que hacerles caso.

- He soñado que un tiburón se comía a Pascualita... - De la cocina llegó el OOOOOOOOOOO de Pepe el jibarizado. 

Luciendo un maravilloso sudario verde esperanza que lanzaba cohetes y tracas, apareció mi primer abuelito para traducir lo dicho por Pepe: ¡A mi también me comieron!

Entonces la sirena, sentada en el borde de  la pila de lavar, se comunicó con mi abuelito telepáticamente: - ¡¿Tiburones a mi?! Me los como en escabeche.

Que chula es la jodía.

 

 

domingo, 10 de septiembre de 2023

Robar está feo.

He reunido a todo el personal de casa en el comedor. - Cristalera, te quiero abierta de par en par para que el árbol de la calle oiga, fuerte y claro, lo que voy a decir.

- Pepe, no quiero oír ni un O tuyo hasta que os cuente lo que ha pasado.

- Comensales de la Santa cena, chitón. 

- Bolas de polvo, dejad de gritar y moveros. Os quiero firmes y atentas. 

- Pompilio, deja en paz los calcetines y atiéndeme.

- Abuelito, ayúdame. Debemos aclarar un robo - Vale. Me pondré un sudario de detective glamuroso de Oscar de la Renta.

- Bedulio, tú como representante de la Ley ayudarás a mi primer abuelito a encontrar al ladrón, o ladrones. - ¡¡¡¿QUÉ?!!! ¡Me largo con viento fresco!

- Cotilla... espero que no sea usted la culpable. - ¡Avemariapurísima! ¿De qué?

- Abuela... snif... Nos han robado... a Pascualita... ¡buuuaaaaaaaaaaa! - "Pero si está en tu escote, boba de Coria"

La historia comenzó cuando me enteré que estaba en Taichung sin yo saberlo.

Tenía dos páginas en el blog, una de ellas a nombre de Mi ¿amiga? Pascualita que, por arte de biribirloque, ha pasado a llamarse Royal big winner ¡Toma del frasco, Carrasco!. Ya no la tengo. ¡Me la han birlado! Y han puesto una Pascualita que es un tiburón, o tiburona, no sé, que es como un dibujo animado. 

¿Tan buenas somos?

Menos mal que Pascualita sigue conmigo.


 

sábado, 9 de septiembre de 2023

Mosquitos.

Pascualita tiene un ojo hinchado como un balón de fútbol. - ¿Qué te ha pasado? ¿Has encontrado la horma de tu zapato? jijijiji... - Pero la sirena no estaba para coñas marineras y me lanzó un buchito de agua envenenada a la cara que, afortunadamente, pude esquivar.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaa! No he dormido en toda la noche por culpa de los mosquitos. Estoy llena de cardenales que me he echo intentando matar a esos chupasangres. No sé de dónde salen tantos... - 

La Cotilla miró en derredor tratando de buscar un culpable. De repente, gritó: - ¡Ahí está la fuente del problema! - Y como un Cristobal Colón cualquiera, estiró el brazo derecho y el dedo índice, señalando la pila de lavar del comedor. - ¡Llamaré a Sanidad! Esto contiene agua estancada aderezada con plantas raras. - Pero, Cotilla, si es una pecera y el agua es de mar...- Más a mi favor. En cuanto cuente que tienes en casa una pila de lavar en plan pecera ¡sin peces! y estorbando en medio del comedor ¡te pondrán una camisa de fuerza!

Antes de que pudiera impedirlo, ya estaba hablando por teléfono. Era como una fuerza de la Naturaleza echando culpas sobre mi espalda. Opté por lo más drástico y sin que sirva de precedente.

Cogí a la sirena, que estaba especialmente horrorosa con el ojo hinchado y se la enseñé con un movimiento rápido para que viera y no viera: ¿Qué es eso? (preguntó con un hilo de voz) - ¡Es el alma de mi primer abuelito y te habrás fijado, que te tiene especial ojeriza! ¡CUELGE ESE TELÉFONO!

No solo colgó, sin que corrió a esconderse en su cuarto bajo llave. Y esa noche no hubo trapicheo.

viernes, 8 de septiembre de 2023

Taichung...

El aire fresco me daba en la cara y tuve que envolverme en la sábana que tenía enrollada a mis pies. Abrí los ojos y sobre mi cabeza brillaban luceros, estrellas, basurilla espacial, la Luna..., lo normal de cada noche salvo que entre el cielo y yo suele estar el techo de mi cuarto y ahora no. 

Intenté encender la lamparita de noche pero no la encontré. - Aquí pasa algo (me dije) - y me levanté de un salto para... ¡caer al vacío!

Grité y grité como nunca. Tropecé con ramas que me salían al paso mientras seguía demostrando al mundo la potencia de mis pulmones: - ¡¡¡AAAAAAAAAAAAAA!!!

Solo entonces me di cuenta de que no estaba sola. Fue cuando Pascualita, harta de mi escandalera, me mordió en los labios y se me pusieron como dos churros de piscina y ahora no puedo hablar. 

Puse mis orejas a trabajar y me pareció que alguien hablaba en chino. - ¿Estoy en la tienda del señor Li? ¡Y con Pascualita! Querrá comérsela el muy jodío.   (pensé)

De repente una voz dijo: - ¡Hola, boba de Colia! ¡Estás en  TAICHUNG. - ¡Jesús! (dije) - Y la voz siguió estornudando: ¡TAICHUNG! - ¡Jesús! - ¡TAICHUNG! - ¡Jesús!... - Hasta que tuve la impresión de que aquello era un diálogo de besugos y me callé.

Al final me he puesto una mascarilla porque tanto estornudo no puede ser bueno.

 

jueves, 7 de septiembre de 2023

Algo es algo.

 La aurora todavía no había dado la primera pincelada en el lienzo del cielo cuando salí al balcón poniendo a parir al árbol de la calle por hacerme creer que tenía un novio. - ¡Este invierno vas a servir de combustible para calentar casas, vejestorio! ¡Los de Parques y Jardines te convertirán en virutas! - Así empecé mi ofensiva a grito pelao

Poco a poco se fueron iluminando ventanas. - ¿Qué pasa? ¿A qué vienen esos gritos? ¡A dormir la mona, tía petarda! ¡Búscate un novio y déjanos dormir en paz, boba de Coria!... 

La tropa de mi casa se revolucionó. - ¡¿Ha llegado el helicóptero?! (preguntó un adormilado árbol de la calle. Le contestó un coro de risas que acabaron por enfurecerme). 

Pascualita saltó, del agua de la pila de lavar a mi escote y por poco me da un infarto. - ¿Tú también te ríes? Vas a ir de cabeza al váter y tiraré de la cadena porque ¡EL MAR TAMBIÉN EMPIEZA AQUÍ, jodía!

Bedulio el municipal se presentó en casa con el bloc de multas en ristre. - Piden los vecinos que te ponga una multa de las que hacen historia. - ¡Pasa (le invité) y repite eso a mi primer abuelito. Esta volando al rededor de la lámpara del comedor. - Antes de acabar la frase Bedulio ya corría camino de su cuartel como si le persiguiera un alma en pena.

Poco después se oyó un ruido de hélices. Era un dron que, al pasar por mi balcón, dejó caer una rosa.

- ¡Nena, nenaaaaaaa! ¡PLAS! ¡PLAS!- Abrí los ojos mientras la Cotilla me iba dando sopapos entre grito y grito. ¡Y allí estaba la rosa!... a punto de ser descuartizada por las dos caras de la cristalera, que luchaban por quedarse con el botín: - ¡¡¡ES MIAAAA!!! - grité y en un arrebato la metí en mi escote, junto a la sirena, que disfrutó lo suyo lamiendo el reguerito de sangre que me causó una espina.

miércoles, 6 de septiembre de 2023

Vaya...

Dado que se me adjudica un novio al que no tengo el gusto de conocer, justo es que le preste atención. Así que ahora me despierto temprano, antes de que pongan las calles y estoy pendiente del ruido del helicóptero. Bueno, pues no lo he oído.

La tropa que vive en mi casa se burla de mi a pesar de que, juran y requetejuran por sus respectivas madres, de que todo lo que me dicen es verdad. Pero ha llegado el momento en que no los creo. Pregunté a los comensales de la Santa Cena: - ¿Cómo es el ruido del helicóptero? - Pues... así: RRRRRRRRRRRRRR. - Otros dijeron que GROOOOOOOOON. Algunos hicieron vibrar los labios en un: - BROOOOOOUMMMM... - En fin, que cada ruido era de su padre o de su madre. - ¡TODO ES MENTIRA! (grité desde el balcón) 

Al poco rato se presentó en casa Bedulio el Municipal: - ¿Vas a dar un mitin? ¿Tienes permiso? - No y no. - ¿De qué vas a hablar? - ¡De nada! ¿Pero aquí no hay libertad de expresión? ... Solo quiero saber quién es el piloto del helicóptero que se ha enamorado de mi. - ¡Yo también! (dijo Bedulio entre risitas)

Entonces escuché un zumbido de moscardón. Y hasta las bolas de polvo gritaron: - ¡Ya está aquí!

Saltando sobre mi cabeza Pascualita lo cazó al vuelo y se dio un festín con él. - ¿Así que eso era "mi novio"? Pues, vaya... - Desilusionada, entré en casa con la lagrimita a punto de rodar por los suelos



 

martes, 5 de septiembre de 2023

Y yo sin enterarme.

 Me lo ha dicho el árbol de la calle como el que no quiere la cosa: - Ya podrías haberte buscado un novio más silencioso, nena.

- ¡Uep! ¿qué novio? (pregunté) - El del helicóptero. Dile que venga a pie, como todos, que lo despierta y luego está de malhumor todo el día. - ¡¿Cómo todos MIS NOVIOS?! Tengo que poner más atención porque ni me había enterado que pasara un helicóptero por casa. Pregunté a los personajes que viven en ella. Todos dijeron que, en mayor o menor grado, habían escuchado el ruído. 

Los comensales de la Santa Cena dijeron que querían conocer a "mi novio" para preguntarle cosas sobre el extraño pájaro. - Pero él dónde va ¿encima del bicho o dentro? - Aquí surgió la polémica: - ¿Cómo va a ir dentro? Para salir lo tendría que parir y es noviO, no noviA, Pepe el jibarizado también dio su opinión desde lo alto de su estantería de la cocina: - OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO - Mi primer abuelito, al que se veía muy divertido con el tema, tradujo la parrafada: - Cómo Pepe también estuvo dentro de la tripa de unos guerrerOs, dejó claro cuál era la otra salida: la retaguardia.

- ¡Aaaaah, claaaaroooooo! - Dijeron todos a coro como si se acabaran de caer de un guindo.

lunes, 4 de septiembre de 2023

¿Cómo quedamos?

Aprovechando que la abuela ha venido a casa he aprovechado para preguntarle: - ¿Qué ha sido de aquellas tormentas de verano, llenas de truenos y relámpagos?  - "Y yo qué sé ¿Me has visto cara de Mujer del Tiempo?" (después sonrió a Pascualita y la medio sardina le correspondió con una mueca horrible ¡Y estaban encantadas!

Como nadie me hacía caso, insistí sobre mi recuerdo de la infancia: - ¡Que miedo me daban aquellos truenos! Y tú, venga rezar a Santa Bárbara y tapar con mantas los espejos para que los rayos no se reflejaran en ellos y se colaran en casa... - "¿Yo hacía eso? ¡¿YOOOO?!" - Sí. ¿Cómo es posible que no te acuerdes? - "Será porque nunca miro atrás ... No es mi estilo."

Y con aires de Reina de Saba, entró en su antiguo cuarto, abrió los cajones del cantarano y estuvo rebuscando en ellos bajo la atenta mirada de la sirena.

En vista de que no encontraba lo que andaba buscando, me preguntó a grito pelado: - ¡HAS METIDO LA MANO EN MIS COSAS, NENAAAAA! - Yo no. Pero de la Cotilla no respondo.

Huy la de sapos y culebras que salieron de su boca centenaria contra su amiga de siempre. Yo estaba encantada y no paraba de arrojar leña al fuego: - Puede que lo que buscas ya no esté aquí porque es la reina del trapicheo...

De repente un grito: - "¡Lo encontré!"

Era un paquete envuelto en papel de periódico más antiguo que andar pa'lante. Al abrirlo se desparramaron sobre la cama un montón de cintas de diversos colores: - ¿De qué son, abuela? - "Trofeos de chicos que me rondaron a mis quince años" (dijo con voz entrecortada por la emoción)

 Conque NUNCA MIRA ATRÁS ¿eh?

 

domingo, 3 de septiembre de 2023

Más fea que Picio.

A la abuela le ha costado varios días quitarse cuanto potingue se echó en la cara para la fiesta en recuerdo de su amiga Eduvigis. Hay que ver lo que gastaría ésta mujer en cosméticos hasta lograr lo que, para ella, era la perfección de su cara.

A raíz de ésto se hizo una reunión en El Funeral. Se llegó a un acuerdo unánime: nadie había visto la cara de ésta mujer. el siguiente acuerdo fue: - ¡Queremos verla!

Había que conseguir una foto suya. Pero ¿cómo? Eduvigis era viuda y no tuvo hijos. Además, esta misma mañana se habían esparcido sus cenizas en la bahía, frente a la Catedral... Parecía una misión imposible la que se habían echado a la espalda los socios de El Funeral.

Poco a poco las conversaciones languidecieron. Se sacaron los juegos de mesa mientras sonaba la música favorita de Eduvigis y empezó el baile.

Todo ésto, junto con el chinchón on the rocks, hizo que las neuronas de todos se fueran activando y alguien recordó una cosa: - ¡Tenemos un montón de fotos que fueron descartadas para colgarlas en la Pared de los Finados! - Una caja de metal de cola cao guardaba "el tesoro" en una estantería de la oficina. Luego surgió una duda: - ¿Cómo la reconoceremos? - ¡Muy fácil! Si no la conocemos, será ella.

Un rato después alguien levantó una fotografía: - ¡Es ésta! - ¡A ver, a ver! ... No es raro que usara tanto potingue ¡Que fea era la jodía!

La única persona que la reconoció no dijo nada. La foto la hizo "para el día de mañana". Esa persona era la abuela. Y la retratada ¡Pascualita!

sábado, 2 de septiembre de 2023

En homenaje a Eduvigis.

Los abuelitos se presentaron en casa. - "Voy a entrar el baño, nena"  (dijo la abuela mientras enfilaba el pasillo hasta el aseo). "No se te ocurra molestarme" - ¿Estás mala? - "No. Pero tenemos que ir a El Funeral y antes debo maquillarme como lo hacía Eduvigis" - Entró y cerró la puerta del baño con llave.

Andresito me explicó que unos minutos antes les habían avisado que esta misma tarde se procedería a colgar, de la Pared de los Finados, la foto Eduvigis Calderón de la Barca. Y vamos con el tiempo justo.

Pero si son las once de la mañana, abuelito. - Sí. Mucho me temo que no lleguemos a tiempo para celebrar la fiesta en su recuerdo como a ella le hubiese gustado. 

No entendía nada. Incluso pregunté si se celebraría en la Conchinchina, que queda un poco a trasmano de Mallorca. - No, nena. Será, como siempre, en El Funeral.

Las horas iban pasando. Llegó la Cotilla y comimos un bote de fabada entre los tres porque la abuela seguía encerrada en el baño.

- ¿No le habrá dado un aire, abuelito? - No creo. Eduvigis siempre iba de punta en blanco. Jamás la vimos con un pelo fuera de su sitio. Y bien maquillada.

Mientras el abuelito hablaba empezamos a sentir la necesidad, cada vez más imperiosa, de ir al váter. Y la abuela sin salir... - ¡Cotilla! (grité) es una emergencia. Vamos al baño de su piso ¡y me pido ser la primera!

Sobre las siete de la tarde, salió del cuarto de baño una abuela irreconocible con kilos de maquillaje encima! Pascualita no la reconoció y asustada, se lanzó contra ella con la dentadura de tiburón por delante.

Eduvigis creía que el maquillaje potenciaba su hermosura pero lo cierto fue que nunca le vieron la cara.

viernes, 1 de septiembre de 2023

Desvelada.

 Llevo unas cuantas noches sin dormir... quiero decir las ocho horas reglamentarias. Duermo siete y media y me desvelo. Y todo por culpa de la abuela que me dijo, C.L.A.R.A.M.E.N.T.E, que se cargó a mi primer abuelito. 

¿Y ahora qué hago yo? ¿Se lo cuento a Bedulio el Municipal? ¿Y si a la abuela no le hace gracia y me deshereda? Con lo que me gusta a mi la Torre del Paseo Marítimo... Que tranquila que vivía yo solo sospechando...

Le pediré consejo a mi primer abuelito. Al fin y al cabo él es uno de los protagonistas de ésta historia.

Así lo hice en cuanto apareció por casa. - ¿Qué tú abuela me mandó al Más allá? ¡Que va, mujer! fui allí por méritos propios! - Con ayuda de la Cotilla... - Me extraña ¡Anda que no se basta la abuela para sacarse las castañas del fuego! - ¿Te considerabas una castaña, abuelito?

Y yo ¿qué puedo considerarme, Pascualita? - La sirena no me quita el ojo de encima y en cuanto ve que voy a preguntarle algo trascendente, se zambulle y se encierra en el barco hundido. 

En vista del "éxito" he puesto el cerebro al ralenti y me he dicho: - Me consideraré la primera cosa que se me venga a la mente... ¡Musaraña!

Pues, vale...