viernes, 31 de marzo de 2023

Menudo cabreo.

En cuanto la Cotilla apareció por la esquina, sus Cosas empezaron a chillar y hacer aspavientos para llamar su atención: - ¡Nos han echado del cuarto! - ¡¿QUEEEEE?! (gritó ella a su vez y echa un basilisco, impuso a sus andares un trotecillo que la llevó, rápidamente, a mi casa).

Después de su ya consabido saludo, la boca de la Cotilla se abrió de nuevo para soltar sapos y culebras por la boca: - ¡No tienes vergüenza!... ¡Mis cosas en el balcón!... ¡Después de toooodo lo que he hecho por ti!... - ¡Te traigo lo mejor del contenedor del súper!... - Caducado (conseguí decir) 

Llevaba un rato queriendo meter baza pero la Cotilla no callaba. Fue Pascualita quién dio fin a tanta retahíla escupiéndole en un ojo un poco de su saliva envenenada. Antes de callarse soltó un: - ¡AAAAAAAAAAAAH! - que hizo temblar el edificio entero. Después llegaron los llantos, saltos, brincos, carreras en torno a la mesa del comedor (ahí aplaudieron los comensales de la Santa Cena, emocionados ante tanta vitalidad) 

Por último cayó derrengada en el sofá de la salita y fue cuando, agarrando la botella de chinchón que le acerqué, dio buena cuenta de ella.

Ahora está en pleno coma etílico. Cuando despierte no recordará nada y yo tendré que comprar otra botella.

jueves, 30 de marzo de 2023

¡Ostras. La Cotilla!

Con las claras del día en mi casa sonó el teléfono. Era Andresito. ¡¿Pero es que en ésta familia no saben llamar a horas normales?! 

Mi segundo abuelito estaba de los nervios: - ¡Nena, te pido asilo familiar! ¡Ayúdame! - Caray, que dramático. - ¡Es que es un drama de tomo y lomo! - ¿Qué te ha hecho mi abuela? -  Reírle las "gracias" a mi madre. Se pasan el día con la música de ritmo sandunguero a todo volúmen. ¡Hasta las paredes tiemblan! - ¿Para quién pides asilo? - Pediría para mi pero en tu casa vive la Cotilla y no la aguanto. Cada vez que la veo me dice que mi mujer tiene un amante llamado Pascual. Vendrá mi madre... ¿te parece bien?

Si quiero que me deje la Torre del Paseo Marítimo en su testamento no me queda otra que decir: sí, wuana.

Poco después, el rolls royce de los abuelitos aparcó en la parada del bus, taponando la calle, como de costumbre y bajaron la bisabuelastra y los cubanitos culitos-respingones sin perder el ritmo de la samba, mientras GeoooorgeBrexit cargaba con un pesado baúl.

Por supuesto la Momia y los cubanitos se instalaron en el antiguo cuarto de la abuela y las cosas de la Cotilla, enfadadísimas, se trasladaron al balcón, bajo amenaza de escobazo, donde pusieron al corriente de su desahucio a todo el que quisiera oírlas. 

Dos horas después, el sonido de la música caribeña se había apoderado de todos los personajes.

Un poco más tarde, atravesando la música, escuché: - ¡Avemariapurisimaaaaaaaaaa!

miércoles, 29 de marzo de 2023

La Momia es feliz.

Me telefoneó la Momia y su voz, un poquito más cascada que antes (no hay que olvidar que mi bisabuelastra es, probablemente, la persona más longeva de la Historia después de Matusalem) y se la notaba contenta e ilusionada:

- ¡Ay, nena, que pena que no te guste mi nieto el Médico porque es tan buena persona...! - A ver, no es que me disguste porque está buenorro pero esa inclinación suya al masoquismo me llega a cansar cuando lo tengo cerca porque, una cosa es darle una patada en la espinilla porque me place y otra estar dando patadas toda una tarde porque disfruta recibiéndolas. - Sé lo que quieres decir, nena. Yo tuve un novio, allá por los finales del siglo XIX, muy besucón y estando con él acababa con la cara chorreando babas...

Me contó que el Médico había estado de viaje_ - ¿Y a qué no sabes qué me ha traído de Cuba? - ¿Unos habanos? - Hay, nena, que obtusa eres... ¡tres cubanitos culito-respingones! ¡Y no veas cómo bailan! Desde entonces no paro de mover las caderas, ayudada con el tacataca porque los años no pasan en balde.

 


 

martes, 28 de marzo de 2023

¡Dichosa abuela!

Cuando la abuela llamó aún no habían puesto las calles. Estaba eufórica y por el ruido de fondo, por la música y el jolgorio, supe que estaba en El Funeral. - ¿Qué hora... es...? - "¡La hora de pasarlo bien! Hoy se ha colgado la foto de Gumersindo en la Pared de los Finados y no hemos parado de bailar reguetón, al que era muy aficionado. Su viuda ha contado chistes con mucha gracia (él siempre lo decía: ¡que gracia tiene mi Juliana contando chascarrillos!) y hemos llorado más que cuando se murió ¡Anda que no hemos hecho visitas al lavabo!"

Media hora después llegó el momento de decirme para qué me llamaba: - "¡Ah, sí! Pues que mañana temprano vendrá la tele a grabarte..." - ¿Perdón? ¿Y me lo dices ahora? ¿Tendré tiempo de ir a la peluquería? - "No" - ¡Pero si llevo unos pelos horribles! - "Mejor. La grabación saldrá en un programa nacional que se llama: ¿Así quieres encontrar novio (o novia)?"

- ¿Por qué se interesan por mi? - "Cuando han preguntado, he levantado el brazo acordándome de ti, diciendo que mi nieta era la persona ideal para ese programa porque, al paso que vas, cuando consigas un padre para mi bisnieto, el niño saldrá con la mili hecha." - Y colgó.

 No he podido dormirme otra vez; o sea que, además de malos pelos, tendré unas ojeras hasta los pies.

 

lunes, 27 de marzo de 2023

Otro negocio de la Cotilla.

Encontré a la Cotilla rebuscando entre mis papeles de la cocina ¡y en mi cartera! - ¿No me estará robando, verdad? - Se sobresaltó e inició un ataque frontal: - ¡Que malhablada eres, jodía! Tu abuela no te lavó la boca con salfumán cuando era hora y así has salido. - ¿Qué hace con la cartera entonces? - Buscar cuentas del supermercado... - Si quiere pagar la mitad estoy dispuesta a cobrar. - ¡No digas tonterías! No ves que soy una pobre pensionista que no llega a fin de mes.

Con voz compungida me explicó que había iniciado otro negocio de los suyos para tratar de reactivar su economía: - Voy a vender blocs de cuentas del súper. Se necesita poca infraestructura: solo cuentas pagadas,y dos grapas para cada bloc. Los venderé a dos euros. - Vaya morro... - ¿Te parece caro? Pues no lo es. Ten en cuenta que las "hojas" serán de distintos tamaños, para listas cortas (de diario) y largas (para la compra de la semana)

Más tarde, tomando unos chinchones a medias con Pascualita, se lo comenté: - ¿Qué te parece la idea? - Como de costumbre no dijo nada. - ¿Sabes lo que me da más rabia? que las cuentas las he pagado yo, venderá muchos blocs ¡y no me dará ni un euro!

La sirena habló luego, telepáticamente, con mi primer abuelito: - ¿Qué te ha dicho la media sardina? (pregunté) - Que no eres más tonta porque no te entrenas.

 

domingo, 26 de marzo de 2023

Llorera.

Cuando, al fin, pude hablar con la abuela sobre la foto de Pascualita, resulta que la quería para hacer una copia para cuando tuviera que colocarla en la Pared de los Finados porque, durante la Pandemia del Covid, murieron bastantes socios y tuvieron que apañar una  pared contígua y hacer las fotos más pequeñas.

- ¿Te estás escuchando, abuela? ¡A Pascualita no puede verla nadie porque es única en el mundo y la meterían en formol para estudiarla por dentro y por fuera! - "¡Anda, pues es verdad! De todas maneras me gustaría tener la foto" - No tengo ni idea de dónde puede estar...

Mi primer abuelito se sentó a mi lado simplemente para hacerme compañía mientras yo me dedicaba a pensar en la dichosa foto. Incluso pregunté a mi neurona si sabía algo de ella y montó un dramón de siete pares de narices - ¡Sola! ¡Estoy sola! ¡Solita en el mundo! ¡Aislada de la sociedad! ¡Soy muuuuuuy desgraciadaaaaaa... ¡buaaaaaaaaaaaaa! ¡¡¡Y encima me preguntas si sé algo de ella!!! ¡Anda que no tienes delito, majadera! - Chiiiiist, sin ofender y menos lobos, Caperucita, que te tengo como a una reina. Todo el sistema neurológico es para ti y ancha es Castilla. - En eso tiene razón mi nieta (le dijo mi abuelito) - ¡Sí, sí, lo reconozco pero... ¡¡¡Estoy taaaaaan solaaaaaaaa!!! 

Entonces dije algo en lo que me vi reflejada y se me encogió el alma: - ¿Me estás pidiendo un Neurono? ¡¿A mi, que soy incapaz de encontrar al futuro padre del bisnieto de mi abuela?!

Estuvimos llorando toda la santa tarde y éramos un montón porque al berrinche se fueron apuntando todos los de casa. Al final tuvimos que parar cuando llegó Bedulio con su bloc de multas: - Por inundar la escalera; montar una catarata del balcón al alcorque del árbol de la calle que casi muere ahogado; por...

 

sábado, 25 de marzo de 2023

Gracias a la Cotilla, tenemos el estómago alicatado.

La abuela me llamó ¡a las seis de la mañana! - "¡Hola, nena! Necesito la foto que le hicimos a Pascualita" - ¿Hummm...? - "¿Duermes? ¿a éstas horas? Espabila y busca la foto." - Supongo que mi contestación fue un rugido de león en celo que la abuela llamó ronquido. - "Dentro de un rato vendré a buscarla."

Algo de la "conversación" debió captar mi neurona porque, mientras desayunaba, la recordé - ¿Para qué querrá la foto? Y, sobretodo ¿dónde estará? - Para buscar respuestas solo tenía que hablar con la abuela, por eso llamé a la Torre del Paseo Marítimo... y no contestó nadie. Entonces llamé a El Funeral y, de nuevo, recibí la callada por respuesta.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaa! ¿Está lista la comida, boba de Coria? - Ay, no, Cotilla. Llevo toda la mañana pensando donde estará al foto de Pascu... a... l ... -¿A que te la ha pedido tu abuela? ¡Si es que no tiene vergüenza1 ¡Pedirle a una nieta la foto de su amante! ¡Esto se lo voy a contar, de pe a pa, a Andresito! ¡Que se entere, de una vez por todas, que su mujer le pone unos cuernos de recórd Guinnes!

- No quería decir Pascual, Cotilla. Me he equivocado. Venga, vamos a comer las albóndigas con tomate del bote que trajo usted ayer. - ¡Hum, están buenas! y eso que, según pone aquí, caducaron anteayer.

Una mosca que chupó la salsa con su trompa solo pudo volar hasta el extremo de la mesa antes de caer muerta... La Cotilla dijo: - Las moscas de hoy en día no son como las de antes que comían de todo y no las partía un rayo. Aaayyy, si Darwin levantara la cabeza y viera cómo degenera la especie, se moriría otra vez... Pásame el pan, nena que esta salsa está muy rica...

 

viernes, 24 de marzo de 2023

Vuelta a la normalidad.

 Hemos respirado aliviados al escuchar cantar las Mañanitas, a pleno pulmón y de madrugada, al árbol de la calle.

Según contó la Cristalera, la Primavera, aburrida porque el árbol no la llevaba a bailar, puso tierra DE por medio y fue a ofrecer su muestrario de alergias a otro barrio. 

Desde la cocina llegó la voz de Pepe el jibarizado preguntando por el estado anímico del árbol. - ¿OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO? - Respiramos aliviados ¡ya podíamos salir al balcón! y los comensales de la Santa Cena me preguntaron si iba a hacer torrijas.

Sobre el cuadro apareció mi primer abuelito y curiosamente, no vestía sudario de alta costura. - ¿Vienes de hacer deporte? (pregunté) - Voy disfrazado del Oráculo de Delfos para anunciar que el árbol de la calle ya no es el mismo. - Hasta la última bola de polvo se personó para verificar la noticia y, por más que lo miramos no vimos diferencia alguna entre el AHORA y el ANTES. 

El municipal Bedulio, junto con unos operarios de Parques y Jardines con una sierra mecánica en las manos, amenazaban al árbol: - ¡Eeeeh! ¿qué hacéis, verdugos? (les grité) - Estamos en pleno interrogatorio, boba de Coria ¡No te metas en eso! 

Pascualita, sintiéndose el Capitán Trueno, saltó de mi escote al cogote de uno de los operarios. Contuve la respiración los dos segundos que tardó la media sardina en dejar pelado y mondado al pobre hombre sin que éste tuviera la más leve sospecha de haber sido atacado por un ser antidiluviano. En un santiamén llegué a su lado, metí a Pasculita en el bolsillo del delantal y escuché a Bedulio decirle al árbol: - ¡TU TE HAS COMIDO LA BICILETA! ¡¡¡CONFIESAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!

 

 

 

 



jueves, 23 de marzo de 2023

La hippy plasta.

Me llamó la abuela: - "Nena ¿te sobran calabazas? Tengo que hacer cabello de ángel para rellenar los robiols porque ya se acerca la Semana Santa" - No he comprado ninguna... - "¡Ni falta que te hace con todas las que te dieron en el colegio! jajajajaja" - ¿Estás de coña? - "Si ¿Y tú ya has encontrado padre para mi bisnieto?"

La voz de la abuela  pasó  de alegre a preocupada: - "¿Te parece bonito estar borracha a las ocho de la mañana?" - ¡Noooo! solo he bebido el cola cao. - "Pues te ha hecho el mismo efecto que unas copas de chinchón" - Acabas de emocionarme, abuela. Nunca te habías preocupado por mi... ¡snif!... - " - ¡Ni ahora tampoco pero sí por el chinchón; a ver si voy a ir a tu casa y no tendrás ni para hacer un chinchón on the rocks"

Mientras la abuela seguía hablando apareció el alma de mi primer abuelito envuelto en un sudario lleno de juegos cuyas fichas sacaban siempre el número adecuado para ganar. Voló rozando el techo del comedor y no pude por menos que admirarlo. Estaba espectacular.

Le pedí que hiciera un sortilegio para que el árbol de la calle, que seguía enamoradísimo de la Primavera a pesar de estar ronco, moqueando, lagrimeando, tosiendo, con fiebre alta, picores de los que no paraba de rascarse por su culpa... en fin, que está echo un asco, la echara de su vera.

- No puedo hacer eso, nena, va contra las normas del Más Allá. - ¡Pues estamos apañados teniendo tan cerca un arma de destrucción masiva como esa hippy desvergonzada.!

Pascualita llamó mi atención dando saltos mortales en la pila de lavar del comedor y dejando el suelo perdido de agua. Iba a reñirla hasta que entendí que los mordiscos que lanzaba al aire querían decir: ¡Deja que me la coma! pero no lo hice por si afectaba al cambio climático...¡O yo que sé!

miércoles, 22 de marzo de 2023

Geoooorge no tiene sentido del humor.

Dado que la Primavera es el equivalente a una cabra loca, lo mejor que puede pasar con ella es que se mantenga a distancia de mi. El árbol de la calle, que sigue coladito por ella, ya tiene encima un montón de alergias y, como no todo va a ser malo, se ha quedado afónico perdido y cuando abre la boca para decir algo, se queda en un amago porque no se le oye.

Pascualita no se pierde detalle de lo que pasa en casa desde la pila de lavar del comedor. A veces hace el gesto elocuente de preguntar ¿se va a quedar ahí todo el día? - ¡Y yo que sé! (le contesto a la medio sardina)

A media mañana vinieron los abuelitos en su rolls royce conduciéndolo el mayordomo inglés, Geooooorge; atacado por varias alergias, a cuál más virulenta. Son tan exagerados sus estornudos que no dejan oír el concierto de claxones que protestan por taponar la calle.

Me planté delante de él y le dije: - ¡Prohibido el paso! - No ser Covid. - Para no escucharle tarareé a pleno pulmón Paquito el chocolatero y poco después gritábamos todos: ¡¡¡AAAAAYYYYYYYYYYYYYY!!!

_ ¿De dónde venís tan temprano? - Del fotógrafo. Al pobre inglés le han dado tan fuerte las alergias que lo mismo dura dos telediarios y así tendremos un recuerdo suyo. - Geoooooorge tenía muy mal aspecto y no me extraña porque la foto era para ser colgada en la Pared de los Finados de El Funeral, el día que se largue al otro barrio. - "Nena, mira que guapo ha quedado. Pues se ha enfadado. Que desagradecido puede llegar a ser el Servicio de casa"

 

 

 

 

 

 

 

martes, 21 de marzo de 2023

Alergias primaverales.

 Del comedor llegaba un rumrum de voces que acabaron despertándome. Miré el reloj  pero aún dormía (que cuajo tiene, pensé) y me di la media vuelta... sin fijarme que estaba en el borde de la cama y aterricé en el frío suelo ¡Y entonces el reloj se partió de risa el muy jodío!

Pues sí que empieza bien el día. (me dije)

Encontré a los personajes arremolinados junto a la cristalera del balcón, discutiendo con ella. Al verme se relajó: - Aclárate con ellos, boba de Coria. - ¿Pasa algo? (pregunté) - ¡Ha venido la Primavera y ésta tonta no ha querido abrirle la puerta. - ¡Muy bien hecho! Cumple mis órdenes. No hay que abrirle a cualquiera... - ¡Pero si es la ...! - 

Un suave rasgueo de uñas sonó en el cristal. La Primavera, en persona, nos saludaba con la mano, sentada en la barandilla del balcón. Y cuando dijo ¡Holaaaaaaa! me recordó mucho a Isabel Presley. 

Se veía que el árbol de la calle bebía los vientos por la jovencita hippy, coronada con flores de mil colores, que tenía una sonrisa tan seductora que me dio mala espina.

Los comensales de la Santa Cena estaban revolucionados porque se acercan las fechas en que se recuerda el protagonismo que tuvieron hará dos mil veintitrés años. - A ver si, entre recuerdo y recuerdo, éste año comemos. - Ilusos (dijo el de las treinta monedas) - ¿Por qué no lleváis calcetines? (metió baza el duende Pompilio) 

- ¿Me abrís o qué? (se quejó la Primavera) Traigo toda clase de alergias, de colores, de olores, de sabores ¡A la rica alergia primaveral, oigaaaaa! - Por supuesto, el árbol de la calle se quedó con todas.

lunes, 20 de marzo de 2023

Mariposa terrorista.

¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaa! Que hambre tengo, nena ¿qué comemos hoy? - He abierto una lata de Fabada Asturiana.

Poco después, la Cotilla y yo nos sentamos en la salita y brindamos con chinchón on the rocks mientras llegaba el sueño de la siesta. La botella, nueva de trinca, la trajo la vecina. - Ya era hora que se estirara un poco, Cotilla ¿Celebramos algo? - Que estamos vivas. - Nos pareció un motivo suficiente como para dar buena cuenta de la botella hasta la última gota.

Hubo un repiqueteo en la ventana. - ¿Será... ¡hip!... el Sueño? - Yo apuesto,,, ¡hip!... por el... ¡hip! ... árbol de la calle... (dije con lengua estropajosa) - Pero no eran ni uno ni otro sino una esbelta y elegante mariposa que pedía asilo político. - Hasta mañana solamente. - ¿Y eso... ¡hip!...? - Mañana entrará la Primavera y yo iré en su desfile.

Entonces me fijé en su trompa. - ¡Un momento!... ¡hip!... Tu no eres trigo limpio. Me has engañado... ¡hip!... ¡Eres un ele... elef... ¡elefante!

Los párpados estaban deseosos de echar el cierre por siesta pero mi única neurona me decía que no me fiara. Hubo un tira y afloja en mi cerebro que me dejó agotada, así que me rendí y me dormí sin más.

Al despertar, la Cotilla me miraba, curiosa: - Tienes dos agujeros en el cuello... ¿Te has puesto un enchufe ahí? - No diga tonterías... ¿y la mariposa? - Pegadita al "enchufe" Debe ser corta de vista ¡y con colmillos! ¡Es una vampira elegantísima!

La envidia cochina asomó a los ojos de la sirena. Pascualita, escondida en mi escote para que la Cotilla no la descubriera, saltó como un tigre de Bengala y, en un periquete, el bicho fue triturado por sus mandíbulas, miles de veces prehistóricas.

La mariposa gritó su frustración antes de pasar a la Historia: -  ¡¡¡¿QUIEN SE CARGARÁ, AHORA, A LA PRIMAVERA?!!!

domingo, 19 de marzo de 2023

Huevos hueros.

 La loca primavera ha anunciado su llegada a bombo y platillo con un espectacular trueno que ha hecho que me acordara de Santa Bárbara. Hemos quedado en silencio, sobrecogidos. Al final ha sido el árbol de la calle quién ha abierto la boca: - Luego la fama de vozarrón la tengo yo. Que injusta es la vida. - Y se tragó unos cuanto huevecillos de gorrión.

De un salto prodigioso, ayudada por su potente cola de sardina, Pascualita aterrizó, chorreando agua de mar, en mi escote y me mostró varias veces su aterradores dientes de tiburón: - ¿Qué quiéres? 

Esta vez fue Pepe el jibarizado quién tradujo, a gritos desde la cocina. - ¡También quiere huevecillos de gorrión! - ¡Nosotros también! (ahora eran los comensales de la Santa Cena) - Pepe pidió lo mismo y tuve que decirle una verdad como un templo: - ¡Solo eres una cabeza hueca y el estómago hace tiempo que tus enemigos lo hicieron al Jerez. Si te pusiera comida en la boca no te haría provecho, caería al Suelo que  luego se queja porque come todo lo que encuentra a su paso, principalmente, bolas de polvo y pierde la línea..

- ¡No podéis comer huevecillos de gorrión, es una salvajada! (exclamé) - Si que podemos (dijo el bocazas del árbol) estos solo sirven para hacer una buena fritada de huevos, espárragos y ajetes. No llevan pollito. - Son huevos hueros ( puntualizó una hojita marisabidilla que estaba a punto de tomar las de Villadiego para ver mundo en otros andurriales. - Pues yo me sé de una que cayó detrás de una lavadora y allí perdió la lozanía. - ¿Intentas darme ánimos, angustias? ...

Ya no escuché más porque acababa de entrar la Cotilla - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaa! - cargada de velas, velitas y velones y me dio mala espina.

 

sábado, 18 de marzo de 2023

La carrera.

 Las bolas de polvo hacen carreras desde la puerta de la calle a la cocina. Los comensales de la Santa Cena hacen apuestas entre ellos sobre quién ganará. Unos apuestan por las más pequeñas por ser más ágiles, otros por las gordas porque dicen que tienen más resistencia. Yo todavía no me he decidido por ninguna.

Pascualita no puede disimular que tiene predilección las gordas, sobre todo para comérselas. En cuanto a las apuestas son variopintas; por ejemplo, de los comensales solo uno tiene dinero para apostar: treinta monedas, el resto se juegan migas de pan que si te las tiran a la cabeza y te dan, te descalabran de lo duras que se han puesto después de estar más de dos mil años sobre la mesa. 

Pepe el jibarizado se apuesta una de sus historias; Pompilio se juega uno de los calcetines que tanto le ha costado robar... cuando lo llevaban puestos. Pascualita apuesta fuerte: un diente de leche de tiburón de hace millones de años.

Mi primer abuelito no ha querido ser menos y piensa jugarse un sudario de Versache lleno de flores de almendro cuyas hojas, en cuanto se mueve, caen formando una alfombra en el suelo del comedor que, por supuesto, tendré que barrer yo. Parezco Petra, la criada para todo. Solo me faltan la cofia y el delantal.

El árbol de la calle a apostado cantar, o no, el Brindis de la Traviata.

Antes de empezar la carrera venido Bedulio a cobrar la última multa que me pusieron. Está muy desmejorado: - Me pasa cada vez que tengo que venir a tu casa... (dijo en tono lastimero) - Le propuse ver la carrera. - Pasa y siéntate ¿Quieres un cola cao? - No se hizo de rogar y, aunque estaba en tensión, me obedeció.

Sus ojos escrutaban el comedor, sobre todo, el techo. - ¿Está... ? Ya me entiendes - ¿Mi primer abuelito? ¡Pues claro! (dió un salto de la silla) ¡Va a empezar la carrera!  - ¿Dónde...? - Al fondo del pasillo ¡Las bolas se colocan en sus sitios y.... ¡YA!

- ¿Bolas...? ¿Qué... bolas? - ¡Las de polvo! ¡¡¡MIRA COMO CORREN!!! 

¡¡¡PATAPAM!!! - Bedulio se desmayó pero antes de caer al suelo y partirse la crisma, dijo: - ¡¡¡GUARRAAAAAA!!!

viernes, 17 de marzo de 2023

 Nadie de la casa habla conmigo, ni siquiera Pompilio aunque tiene un motivo: se acerca la primavera, que promete ser calurosa, y debe darse prisa a coger calcetines antes de que la gente se calce las sandalias. Así que no me habla porque está atareadísimo ¡la de calcetines divorciados que habrá!

Pepe es el único que me habla y no me queda otra opción que escucharlo si no quiero acabar hablando con las paredes.

Su ojo-catalejo ha estado haciendo un pequeño recorrido hasta que me ha visto. Me tiene admirada como, una cabeza cortada y reducida por los jíbaros hasta convertirla en llavero, puede pensar y expresarse. Por ejemplo para contar qué le pasó.

- Me había subido a un cocotero que, además de leche de coco daba también una tacita de café. En aquel momento era la persona que tenía una vista en cinemascope de toda la tribu. Desde aquella altura dominaba la selva entera y eso produjo envidia cochina al jefe de la tribu vecina que era feo como un armadillo; en cambio yo era hermoso como un querubín. 

- Desde mi atalaya, le vi levantar un brazo, cosa que no me gustó nada porque me llegó el tufo de su sobaco a pesar de la distancia, después gritó: - ¡¡¡TE CONVERTIRÉ EN LLAVERO!!! - Lo que no me preocupó en absoluto porque en mi vida había visto uno.

- Cuando mi estómago dijo: ¡A comerrrrrrrrrrrrrrrrr! regresé a mi tribu. En el camino una anaconda me tomó por su querido aperitivo, por eso me abrazó con su cuerpo descomunal para llevarme luego a su boca. Y cuando ya tenía medio cuerpo dentro, el envidioso del jefe vecino tiró de mi. Estuvimos en un tira y afloja hasta que la anaconda dijo: - Para ti la perra gorda. - y me vomitó.

Después todo vino rodado: - Me hicieron con verduritas y nata a las finas hierbas y los comensales quedaron satisfechos. Mi cabeza fue preparada para ser reducida y aquí estoy en plan llavero. - Te estás quedando conmigo, Pepe ¡Esta versión es nueva! - ¿Ah, sí? Como tengo la cabeza hueca...


jueves, 16 de marzo de 2023

Que barra tiene la abuela.

 La abuela me llamó: - "Nena, tengo que pedirte un favor" - ¡Ya empezamos! - "No se trata de asilo familiar para Andresito. Resulta que está enfermo... - Ah, pues no lo traigas a mi casa. - "Siempre he sabido que tienes un gran corazón" (¿por qué me sonó a pitorreo esa frase?)

Total, que la abuela me explicó que esa misma noche había fiesta en El Funeral porque se había muerto Chindasvinto y había que colgar su foto en la Pared de los Finados y la consiguiente fiesta en su memoria. Y como no tenía quien la acompañara (no es plan de ir del brazo del mayordomo inglés, dijo ella) el favor que me pedía (tuve que sentarme porque se me aflojaron las piernas cuando me lo dijo) era convencer a mi primer abuelito para que fuese con ella a la juerga.

- Pídeme la Atlántida y será más fácil complacerte. ¡O sea, lo mandas al otro mundo con ayuda de la Cotilla y ahora quiéres que te acompañe. Eso sin perder de vista que es un alma del Más Allá ¡No se ve! Yo sí porque soy su nieta y un abuelo no le puede negar nada... - "¡Por eso se lo pedirás tu, boba de Coria. Ah, y que venga de punta en blanco"

Me hacía cruces, de la barra que tiene la abuela, cuando llamaron a la puerta. Era Bedulio el municipal. - Toma, una multa - ¿Y eso? Pasa, pasa... - Estoy bien aquí, gracias. Es por el jaleo que montaste debajo de tu casa. - ¡Oye, que eso fue espontáneo! - Lanzar una campaña para talar los árboles de la ciudad... - ¿Qué yo qué?... - Una factura por obligarnos a mandar una patrulla para que no hubiese alborotos y... - ¡Y leches! Por cierto ¡mira quién ésta aquí! ¡Mi primer abuelito con un sudario nuevo que quita el sentido! Dale un abrazo a Bedulio

Cuando acabé la frase, el municipal ya estaba de regreso a su cuartel batiendo récords de velocidad.

miércoles, 15 de marzo de 2023

Mis fans.

 Tengo que salir de casa disfrazada para que no me reconozcan ni mis fans, ni mis detractores, concentrados ambos grupos en distintas aceras para que no lleguen a las manos. Para evitar que ocurra eso han mandado al municipal Bedulio, al que no parece hacerle ninguna gracia el encargo.

Hoy me he vestido de Pipi Calzaslargas pero me han reconocido gracias a la indiscreta de la Cotilla que, en ese momento, llegaba a casa de sus trapicheos. - Aunque la mona se vista de seda, mona se queda, boba de Coria.

De las dos aceras surgieron gritos, unos a favor: - ¡La nena! Goya a la mejor actriz! - En contra: - ¡Arboricidaaaa! - Lo del Goya viene a cuento por lo que pasó con los de Parques y Jardines: Es tonta (dijo alguien). - ¿Tanto?... no puede ser. - Entonces es una gran actriz. - ¡Eso sí!

Los contrarios clamaban contra mi por pedir que se talara el árbol de la calle que, por cierto, no me dirige la palabra y se pasa el día cantando la ranchera ¡El rey! a grito pelado... Al final lo talaré yo aunque sea con una navajita de propaganda.

Tampoco me hablan los demás personajes. Y la peor es Pascualita que me escupe a los ojos cuando me tiene a tiro. No me queda más remedio que ir por casa con una careta de buceo para que no me de.

Menos mal que me desahogo cuando paso cerca de Bedulio y le digo: - Cuidado con lo que haces... Mi primer abuelito no te quita ojo desde el Más Allá ¡UUUUUUUUUU! - Es fascinante ver como pierde el color...

martes, 14 de marzo de 2023

¡Que lo talen!

A grito pelado me ha despertado el árbol de la calle cantando Tengo una vaca lechera mientras  los comensales de la Santa Cena le hacían los coros con el tolón, tolón. 

Sentimientos asesinos me sacaron de entre las sábanas que puse, inmediatamente, en práctica: llamé a Parques y Jardines del Ayuntamiento de Palma. No hubo manera de que me cogieran el teléfono; antes de colgar dejé patente mi enfado como ciudadana ante la falta de empatía de la Administración.

- ¡Llamo para que vengan a talar el árbol que da a mi balcón porque, además de quitarme el sol, llenarme la casa de hojas y polen, encima ¡¡¡NO ME DEJA DORMIR EL MUY JODÍO!!! Y vosotros, no corráis a coger el teléfono que os podéis herniar pero ARRIERITOS SOMOS Y EN EL CAMINO NOS ENCONTRAREMOS... que algo querrá decir.

Volví a la cama y miré el reloj antes de cerrar los ojos: eran las cinco y media de la madrugada.

A media mañana sonó el teléfono: - ¡Hola, somos de Parques y Jardines! ¿Qué le pasa al árbol, está enfermo? - ¡Ojalá se quede afónico! - ¡Oiga, señora que yo no le he faltado! - No iba por usted... - Vale pero cuál es el problema. - Lo he dejado bien claro en mi llamada ¡no me deja dormir! - Es verdad que tiene muchos gorriones anidando. Es la época. - ¡¡¡CANTA!!! - Huy, así, en frío, me da corte jijiji... - ¡EL ÁRBOL! - Esa canción no me la se... - El árbol ha cantado La vaca lechera a toda potencia.

Hubo un minuto de silencio que he respetado por si le hacían un homenaje al árbol por lo que se le venía encima. Después, la voz del operario, aterciopelada, dijo: No se preocupe, en cinco minutos estaremos con usted. - Pues ya, de paso, suban unas ensaimadas y les invito a cola cao.

Esperé la llegada de la furgoneta asomada al balcón pero lo que llegó fue una ambulancia. Unos enfermeros, camilla en ristre corrieron hacia el portal de la finca. - ¡Espera (gritó uno) se nos ha olvidado la camisa de fuerza!

 

lunes, 13 de marzo de 2023

La abuela está molesta.

 Ha llamado la abuela para decirme que hoy estará muy ajetreada y no podrá ir a todas las clases a las que se ha apuntado, gratis por obra y gracia del Ayuntamiento de Palma, a saber: inglés, arameo, lanzamiento de jabalina, clases de pintura abstracta, clases de saeta, natación, pesca con caña y discusiones. Esta es la que más le gusta. Habrá que oirla...

- ¿Qué tienes que hacer? ¿Arreglar armarios? - "¿Para qué crees que sirve un mayordomo inglés, boba de Coria?" - ¡Y yo que sé!

- "Por la tarde tenemos que ir al funeral de Venancio Morales y, más tarde a El Funeral a colgar su foto en la pared de los Finados y a divertirnos a su memoria." - Si lo de Venancio es por la tarde puedes ir a tus clases por la mañana... - "¡Ni hablar del peluquín! Tengo que elegir la ropa para la fiesta. Tu no sabes cómo era Venancio, si no le gustaba lo que llevabas puesto ¡Te lo decía a la cara el muy jodío!" - Pero si ya no está... - "Imagina que se encuentra con mi ex en el Más Allá ¡entre los dos me pondrían a parir y no voy a consentirlo!"

La abuela preferiría que mi primer abuelito hubiese seguido en la otra vida, tal como era en esta. Nunca pensó que su marido llegaría a convertirse en el ánima más elegante y al que desean, para lucir sus fantásticos sudarios, los modistos que han pasado ya a mejor vida.

Mientras la abuela se sentía insegura y preocupada, mi primer abuelito apareció en vuelo rasante por el comedor presentándome su nuevo sudario imitando una puesta de sol de mil colores donde el vendaval soplaba huracanado para agitar con arte la cola de la prenda. Se me escapó un: - ¡¡¡Oh!!! - "¿Qué pasa? ¿Es él?" - No pude contestarle porque se me cayó la baba.

 

domingo, 12 de marzo de 2023

¡Egoísta!

Esta mañana, Pascualita ha estado desaparecida durante un rato. La he llamado para desayunar juntas una ensaimada con cola cao y no ha hecho acto de presencia, cosa rara porque se pirra por las ensaimadas y le encanta bañarse en el cola cao. Así que me he preocupado un poco.

Después de mirar por toda la casa he llamado a la puerta del cuarto de la Cotilla: - Holaaaa... ¿está usted solaaaa...? - ¡No, boba de Coria! Estoy con Alain Delon. - ¡Ostras, preséntemelo! - ¡Aaayyy... que cruz tengo contigo...! (suspiró la vecina mientras se arrebujaba, de nuevo, entre las mantas)

Seguí mis pesquisas en busca de la sirena. El árbol de la calle no la había visto: - Pero puedo cantarte Las mañanitas... - ¡No, gracias! - La cristalera tampoco: - Y menos mal porque siempre pone sus desagradables manos palmeadas en el cristal y deja las huellas marcadas.

El ánima de mi primer abuelito, subido a  la lámpara del comedor con un sudario nuevo de entretiempo, estaba más bonito que un San Luis. Era de seda rosa y montones de flores de almendro caían al suelo imitando a la nieve que, todavía, queda en la Serra de Tramuntana. - ¡Oh, que bonito! (dije y añadí, mostrando mi mejor sonrisa: - ¿Este sudario viene acompañado de una escoba? - ¿Lo dices por las flores? No te preocupes de ellas, son biodegradables, nena.

Volví a la cocina ¡y allí estaba la última sirena del mundo mundial! comiéndose la ensaimada que debía ser para las dos.

En la mesa estaba la jaulita metálica donde la metí para que nadara y no se escapara hacia las grandes profundidades del mar. En el metal había marcas de sus dientecitos de tiburón.

sábado, 11 de marzo de 2023

Incrédulo.

¿Hay algo más pesado que una vaca en brazos? Pues sí, un incrédulo que está todo el día: que no te creo, que no te creo... Pues así está mi bañador todo el santo día. He acabado por amenazarlo: - ¡Llamaré a un trapero para que se te lleve cuanto más lejos mejor! - ¡Eres una antigüalla! (tuvo el valor de decirme) ¡Ya no hay traperos, boba de Coria!

Esta mañana ya no podía más y, entre cortarlo a trocitos o llevarlo a la playa, he optado por lo segundo viendo el sol primaveral que hacía. Al salir a la calle hacia la parada del autobús, no fue el bañador el latoso sino la toalla de playa: - Casi un año encerrada en esta porquería de bolsa y me sacas sin orearme siquiera. ¡Me olerán! ¡Arrugarán la nariz quienes pasen a mi lado ¡que vergüenzaaaaa!

La única que iba contenta y expectante era Pascualita. Sus ojos redondos de pez hacían chiribitas de contento. El mar la llamaba, lo olía, le daba vida y traía recuerdos evocadores como el día que un tiranosaurio cayó al mar desde un precipicio atraído por los cantos de las sirenas y ellas se dieron un festín con su carne con sabor a pollo.

Extendí la toalla en la arena: - ¡Nooooooo, que hueloooooo! - Me quedé en bañador y éste se quejó - ¿Qué esperas para entrar en el agua? - Primero habrá que probarla (dije con más paciencia que el santo Job) - Camino del agua los pies se quejaron: - ¡No quiero ser el primero! (dijeron al unísono, derecho e izquierdo) - ¡Estaba helada! y los dedos se amontonaron unos sobre otros intentando alejarse del agua quien, por cierto, disfrutaba helando a la agente.

Metí a la sirena en una jaulita con una correa atada a mi muñeca y la tiré al mar. Cayó en la orilla porque no fui capaz de ir más allá. Los pies, helados, se habían declarado en huelga y no dieron ni un paso más adentro.

Al final pasamos un buen rato... a pesar del robo de mi bocadillo por parte de una gaviota espabilada.

 

viernes, 10 de marzo de 2023

El cambio climático.

Son las siete y viente de  la tarde del día 10 de marzo de 2023 y tenemos 20º de temperatura - ¡¿Cómo no vamos a estar grillados?! (le grito a la tele porque alguien tiene que tener la culpa, digo yo)

Pascualita me ha enseñado su dentadura de tiburón cuando he puesto agua templada, tirado a caliente, en su pila de lavar del comedor. Lo he solventado echando unos cubitos de hielo. ¡Jesús, que genio tiene la medio sardina!

En el mueble de cajones de mi cuarto han sonado unos golpes. - ¿Eres tú, abuelito? ¿Has cambiado la lámpara del comedor por la cajonera para hacer tus apariciones? - ¡Abre, coñe y déjate de cháchara! - ¡Así no se le habla a una nieta! (Pues si que es grave el cambio climático si, hasta las ánimas se trastocan) - ¡No soy tu abuelo, boba de Coria, sino TU BAÑADOR! ¡Vamos a la playa!

Otro afectado. Ahora no me habla porque dice que es mentira que sea marzo, que lo engaño - Lo que pasa es que eres un año más vieja pelleja ¡Pues sí que estoy apañado contigo! ¡Llévame a una tienda de ropa de segunda mano y haré feliz a alguien!

Pues vaya plan que tengo en casa.

jueves, 9 de marzo de 2023

De manifa.

Fui sola a  la manifestación... lo cual es un decir porque iba bien acompañada con mi primer abuelito como  guardaespaldas volando a tres palmos sobre mi, Pepe el jibarizado y las bolas de polvo en mi bolso y Pascualita en el termo de los chinos. El árbol de la calle y la cristalera, aunque se quejaron, fue imposible llevarlos conmigo por motivos obvios. En cuanto a los comensales de la Santa Cena también asistieron porque llevé el cuadro colocado como un abanico abierto para que no se perdieran nada de lo que pasaba.

Un helicóptero daba vueltas sobre la zona de la manifestación. - ¿A quién buscaran?  (preguntó el abuelito) - A la Cotilla ¡Seguro! - ¿No me digas que ha venido a "trabajar"? No puedo, ni debo, consentirlo. - Y se lanzó a por ella.

En cuanto la descubría con las manos en la masa, volaba raudo hasta el helicóptero para chivarse dando indicaciones concretas a las que los pilotos no hacían ni caso - No te canses abuelito. Ni te ven ni te oyen. - Aquello le cayó como un jarro de agua fría. - Soy un inútil... ¡snif!... - ¡Noooooo! Eres el mejor modelo del mundo.- Ahí te doy la razón (y me sonrió, feliz)

Los de la Santa Cena alucinaban viendo a tantas mujeres juntas y escuchando sus gritos reivindicativos y acusadores. Pronto salió de sus gargantas un suspiro colectivo: - Acabarán crucificadas...

Llevada por la emoción me sumé a las voces que me rodeaban y dejé de prestar atención a la sirena que, asomada a la boca del termo, levantaba los bracitos blanquecinos y acabó impulsándose con la cola hasta salir disparada cayendo ¡oh, casualidad! en el cogote de la Cotilla que "trabajaba" cerca de nsostras,

 El griterío tapó su escandalera mientras la sirena le dejaba la cabeza monda y lironda en un santiamén. En un momento dado alguien la vio, tan vieja y tan pelona, que la puso como ejemplo de mujer luchadora. Le dieron un micrófono, la pusieron delante de una cámara de televisión y acabó quitando protagonismo a las políticas que desfilaban delante... Cuando la abuela lo vio le dio tal ataque de celos que le durará semanas...

miércoles, 8 de marzo de 2023

El día de la Mujer.

 Hoy es el Día de la Mujer Trabajadora... Yo trabajo, poco pero algo es algo. Así que me he tomado el día libre pensando que, el que no figure en rojo en el calendario es una errata de imprenta. Pero una llamada de mi jefe preguntándome con guasa: - ¿Quién se te ha muerto hoy? ¿No será tu abuela otra vez? Esta mujer tiene más vidas que un gato - ¡Y que lo diga, jefe! - Pues deja el velatorio para otro momento y vente en un periquete si no quieres dar con tus huesos en las listas del paro. - Pero es que hoy es... - ¿Qué parte del periquete no has entendido?

Más tarde, mientras comíamos, la Cotilla dijo que iba a ir a la manifestación de ésta tarde. - ¿Te vienes? - 

Por el rabillo del ojo vi que se me amotinaba el personal ¡Todos querían ir a la mani! -  ¡Y saldremos en la tele! (gritaron los comensales de la Santa Cena) Estaban entusiasmados . ¡Nos verán nuestros parientes! - Angelicos... (dije para mi)

Pacualita daba saltos mortales en la pila de lavar del comedor - ¡Otra que quiere ir! 

La cristalera se abría y cerraba sin que nadie la tocara. La Cotilla alucinaba. - No hacía viento cuando he venido...

Pepe el jibarizado lanzó un OOOOOOOOOOOOOOOO reivindicativo... según parece.

Las bolas de polvo no que quedaron con los brazos cruzados y fueron saltando, una tras otra, en mi bolso.

El árbol de la calle, moviendo sus ramas a modo de maracas sandungueras, jaleaba y felicitaba a las hojitas que crecía en ellas.

De repente, la Cotilla y yo abrimos la boca al mismo tiempo para decir: - ¡MEJOR VOY SOLA!

El deseo era el  mismo pero los motivos no. Los personajes no podían mostrarse como son delante de tanta gente. La Cotilla iba a hacer su agosto "limpiando" carteras camuflada entre la multitud.

martes, 7 de marzo de 2023

Tapones.

 La Cotilla me ha dicho que estoy en boca de todo el vecindario. Me ha echo mucha ilusión porque siempre he querido ser famosa. - Hay famas y famas, boba de Coria, una buena y otra mala. - ¡Claro. El yin y el yan, como ese dibujito en blanco y negro que se puso de moda  hace unos años y encontrábamos hasta en la sopa ¿Y yo qué soy, el yin o el yan? . Ahora no me acuerdo cual me han dicho porque el chino no lo domino pero que sepas que es el malo.

- ¡Vaya! ¿cómo que el malo? - A mi no me mires. Lo ha dicho la del segundo piso - Ah... Es una histérica y hay que echarle de comer aparte - Muy tranquila no estaba, es verdad pero podrías haber tenido más tacto con ella y leerle el Porvenir. - ¿Y yo qué se cuál es? - ¡Da igual! Anda que no está lejos el Porvenir. - Según se mire... - Tu míralo siempre como los euros que podríamos ganar con eso. Que cruz tengo contigo.

La Cotilla, enfurruñada por un negocio perdido, se fue a su cuarto remugando y poniéndome como hoja de perejil. - ¡La estoy oyendo! - Me extraña porque cada día estás más teniente. Sorda como una tapia. - Pues hoy tengo las orejas limpias como los chorros del oro. - ¿Has usado la fregona? 

Todo esto viene a cuento por el volumen del televisor. ¡Si es que las películas modernas apenas se entienden! ¡Los actores no vocalizan! (ha sido mi queja de las últimas semanas) Al final pensé: - ¿Y si tengo un tapón en las orejas? 

Me senté junto a la pila de lavar del comedor donde Pascualita disfrutaba del rayo de sol que entraba por la ventana. Le conté el episodio. - Armada con una jeringa que asusta, llena de agua templada, ha atacado a mis pobres orejas que, asustadas, intentaban huir.

De repente, una retahíla de palabrotas salíó de los oídos. Eran trocitos desgajados de los tapones cayendo en una palagana. Mientras tanto, los oídos aplaudían a rabiar: - ¡¡¡FUERAAAA, OKUPAS, FUFERAAAAAAAAA!!! 

Ay, Pascualita, que a gusto me he quedado... ¿Tu también tienes tapones?... o debería preguntarte ¿las sirenas tiene orejas? jijijijiji...

 

lunes, 6 de marzo de 2023

Malas influencias.

 Mis ojos, una vez conocida la libertad de salir o entrar en sus órbitas cuando les da la gana, paran poco en las cuencas. Se han echo amigas de las bolas de polvo y no paran de corretear bajo los muebles. Creo que las bolas no son buena compañía para los ojos... Al final tendré que ponerme a limpiar a fondo la casa para acabar con ellas y restituir las buenas costumbres.

Una vecina ha llamado a la puerta. - Hola, nena. Soy Angustias la del segundo... Que me ha dicho la Cotilla que en tu casa hay fantasmas... - Solo cuando está ella (respondí enfadada) - También me ha dicho que hablas con ellos... - ¡Y también les leo el periódico! - Que interesante! No sabía yo que tenías éstas facultades... - ¡Ni yo! - Que modesta eres. Pues, fíjate, hasta ahora pensaba que no servías para nada de provecho.

Como mantenía la puerta abierta solo tuve que hacer el gesto con la cabeza de ¡FUERA! Lo entendió al momento y salió despavorida hacia su piso. Me alegró sentirme poderosa echando a esa cantamañanas... Claro que coincidió el incidente con el regreso de mis ojos a sus cuencas después de estar toda la tarde de picos pardos por los rincones de casa.


domingo, 5 de marzo de 2023

Manos heladas.

 Al volver de comprar el pan ésta mañana, tenía las manos heladas y al ver que los primeros rayos de sol empezaban a calentar el balcón, he ido a por Pascualita para calentarnos juntas.

La sirena dormía a cola suelta y, a pesar de que la he cogido con delicadeza porque tiene muy mal despertar, en cuanto la he tocado ha dado tal salto que ha quedado colgada de la lámpara del comedor ¡Que susto me he llevado y cómo me he reído!

Al ir a por la escalera para bajar a la medio sardina he visto a Pepe el jibarizado adormilado en su estantería de la cocina. Al ponerle la mano encima para cogerlo, ha soltado un estridente: ¡¡¡OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!! que ha retumbado en toda la casa - ¿Qué te pasa? (le he preguntado) - Por toda respuesta ha temblado como un conejo. Entonces me he dado cuenta de que la culpa de tanto aspaviento es de mis manos heladas... jejejejeje ¡No se ha escapado nadie de sentir el frío.

Los comensales de la Santa Cena, la Cristalera, el balcón, el árbol de la calle, sus ramas, Pompilio, alguna de las bolas de polvo ¡hasta la Cotilla ha sentido mi mano en su espalda y ha corrido a encerrarse en el antiguo cuarto de la abuela.

¡Que risa, que risa! ¡que bien lo he pasado! Pero me faltaba uno para rematar mi "gracieta" He tenido que esperar un poco: mi primer abuelito se estaba probándo un nuevo y espectacular sudario. Por fin apareció, tan espectacular como siempre. ¡Y encina, llevaba en la espalda un escote hasta la cintura ¡y allí puse mis manos heladas!

¡¡¡AAAAAAAYYYYYYY!!! Saltó como un resorte hacia el techo aporreándose la cabeza una y otra vez contra el techo.

Por poco me da un infarto de tanto reir. Al final todos estaban enfadados conmigo ¡Pero que poca correa tiene la gente! Y la peor, Pascualita que, en cuanto se repuso de la impresión, aguardó pacientemente a tenerme a tiro para escupirme a la cara un buchito de saliva envenenada que me hizo ver las estrellas de tres o cuatro galaxias mayores que la nuestra.

Ahora tengo los ojos taaaan hinchados como una pelota de tenis. Y el caso es que se salen de las órbitas para tirarse al suelo y volver a subir como un yoyo. Y así llevan horas: ¡arriba y abajo y vuelta a empezar!

sábado, 4 de marzo de 2023

Otra versión más de Pepe el jibarizado.

 Es "tan" agradable desayunar con Pascualita...  y mira que me digo todos los días: ¡Se acabó lo que se daba! Desayunarás sola, jodía.

No hay manera de que use la cucharita que le pongo junto a la taza de cola cao para que aprenda buenos modales. Pasa olímpicamente de ella. Lo que le gusta es dar saltos mortales dentro de la taza y ponerse perdida de cola cao, ella y todo lo que la rodea. Los únicos que están contentos son los comensales de la Santa Cena porque, salpicadura que les llega, se la tragan al vuelo. 

La cara interior de la Cristalera está hasta las narices porque la pone perdida de goterones: - ¡No le des más cola cao, boba de Coria! Siempre voy echa un pingo por su culpa ¡Rebozala en harina de garbanzos y cómete frita a la dichosa sirena. - No puedo, Es un ejemplar único. - También yo soy única y mira como me tienes. 

Esto es el detonante para que, entre las dos caras de la cristalera, se organice una discusión de besugos porque nunca se ponen de acuerdo: una habla desde el interior de casa, calentita y la otra, más salvaje, desde el frio exterior. La discusión la para Pepe el jibarizado, o bien con su OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO, o contando lo que le pasó para que le cortaran la cabeza, reduciéndola después hasta quedar como es ahora, un llavero y se comieran su cuerpo con patatas: 

- Estaba imitando al pájaro xouí cantando sobre una rama de la sequoya cuando una tarántula maligna me hizo cosquillas en un pie. Me asusté, a pesar de ser el guerrero más valiente de la tribu y caí al vacío pero no me maté. Amortiguó el golpe el jefe de la tribu contraria que estaba gordo como un ceporro. Ese día hubo Fiesta Mayor y una gran comilona en la tribu enemiga. A mi me cocinaron a la pimienta y al jefe al horno y con la piel crujiente. Fue una lástima que no  pudiera probarme a mi mismo porque los comensales se chupaban los dedos con mi chicha...Ya me decían mis novias que estaba buenísimo.


viernes, 3 de marzo de 2023

Caso omiso.

Me he dado cuenta de que, cuando Pascualita ve la nieve que ha caído en Mallorca en la tele, se pone tiesa, sobre las puntas de su cola de sardina, para no perde detalle de tal fenómeno. ¿Es la nieve, por si sola, capaz de hacer cosa tan antinatural a la sirena o, por el contrario, le trae recuerdos más antiguos que andar pa'lante?

Le he pedido a un vecino, que se iba a ver la nieve porque por los medios de comunicacIón han dicho, por activa y por pasiva, QUE NO SUBA NADIE A VER LA NIEVE A LAS MONTAÑAS PORQUE ES MUY PELIGROSO DEBIDO A LOS TEMPORALES, ETC. ETC. ETC.- Genaro, ya que vas, tráeme algo de nieve. - Se hará lo que se pueda (contestó)

Después de la siesta de rigor de todas las tardes, al abrir los ojos salía en la pantalla del televisor un reportaje de ballenas y Pascualita estaba en el borde del sofá, otra vez tiesa sobre la punta de su cola (éstas cosas no las hacía antes ¿será porque es mayor?) Miré su cara esperpéntica, de piel mortecina y me dije ¿en qué pensará? ¿En un buen filete de ballena a repartir entre otras sirenas? ¡que rabia me da que no hable!

Se hizo de noche y Genaro no había vuelto. Subí a su casa por si se había olvidado de mi pero no había nadie. El telediario local me sacó de dudas. Pusieron su foto en la pantalla y el locutor, con voz impostada, dijo: - El vecino del barrio de Pere Garau, Genaro, ha quedado aislado en una carretera de montaña al patinar en el hielo, caer por un terraplén, y sin posibilidad de escapar al quedar el coche atrapado entre tres árboles tirados por el vendaval casi a la vez. 

Los integrantes de la UME han podido contactar, brevemente, con él. Se ha enfadado porque lo han interrumpido cuando veía el partido Real Madrid, Barça en la tablet. Al despedirse ha dicho a los de la UME - Cuando me recojan recordadme que meta nieve en un cubito que traigo en el coche. - Los profesionales han quedado preocupados, parece ser que los nervios le juegan malas pasadas al susodicho Genaro y dice tontás.

jueves, 2 de marzo de 2023

Duras como el acero.

 Llamó la abuela: - "Nena ¿has visto a la Tamara? - ¿A quién? - "¿No me digas que no sabes quién es?" - Es que no conozco a todas tus amigas... - "¿Cómo puedes ser tan inculta? Ponte al día o me quedo sin bisnieto." - ¿Tu amiga esa los fabrica? - "¿El qué?... ¡¿bisnietos?! ¡Qué cruz tengo contigo!" - Es que no sé de qué me hablas, abuela. Además me has pillado en pleno relleno de agua caliente en la pila de lavar del comedor que la pobre Pascualita está azul de frio.

Me dejó con la palabra en la boca y colgó mientras de su boca salían sapos y culebras.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaa! ¡Papam! (la Cotilla cerró dando un portazo que hizo temblar las paredes) - La mujer venía roja como un tomate, sin aliento y con las piernecillas temblorosas. - ¿Otro cura que la persigue? ... Respire, respire.

Boqueando y despatarrada en un sillón de la salita, la Cotilla fue recobrando el aliento: - Los... curas de... hoy en día hacen deporte... y yo estoy muy desentrenada... - Este "trabajo" suyo es de alto riesgo. Debería buscar algo más adecuado a su edad en lugar de dedicarse a "limpiar" los cepillos de las iglesias.

La Cotilla parece no darse cuenta de la edad que tiene, como la abuela, otra que tal baila. Pues los cien años ya no los cumplen las jodías.

 

 

miércoles, 1 de marzo de 2023

Palma enamora y hoy ha vuelto a hacerlo.

 Contra todo pronóstico hoy ha salido el sol. Y sin pensarlo dos veces, Pascualita y yo nos hemos ido a tomarlo a manos llenas.

Hemos salido a la calle, ella metida en el termo de los chinos con agua templada, aunque con una bufandita para que no coja anginas. Ha ido viendo el paisaje todo el camino. La primera parada la hemos hecho en el tramo de Avenidas donde se abrió un socavón de narices debido a la cantidad de agua caída días atrás. 

No éramos las únicas que mirábamos. Hoy es fiesta, el Día de Baleares y la gente se ha dicho ¿A dónde vamos? - ¿Dónde va a ser? ¡a ver el socavón! lógicamente. - Y hemos echo bueno, nuevamente, el dicho castizo de ¿dónde va Vicente? ¡Donde va la gente!

El socavón nos ha permitido ver restos de la antigua muralla de Palma, cosa que le he estado contando a la sirena hasta que un señor, a mi lado, ha comentado con su pareja: - No podemos quejarnos, cariño. Esta tía está peor que nosotros; lleva media hora hablando sola. - Ay, Tomeu, vámonos que puede ser peligrosa (ha dicho la tiparraca)

Después nos acercamos a la Catedral para ver el mar en calma, como un espejo. Se nos alegraron a las dos las pajarillas. Pascualita añorando su hábitat y yo el verano.

Después de la tormenta viene la calma y Palma ha vuelto a hacerlo. Ha sido un placer. 

Pascualita y yo hemos dormido una siesta gloriosa, cansadas pero satisfechas.