lunes, 13 de marzo de 2023

La abuela está molesta.

 Ha llamado la abuela para decirme que hoy estará muy ajetreada y no podrá ir a todas las clases a las que se ha apuntado, gratis por obra y gracia del Ayuntamiento de Palma, a saber: inglés, arameo, lanzamiento de jabalina, clases de pintura abstracta, clases de saeta, natación, pesca con caña y discusiones. Esta es la que más le gusta. Habrá que oirla...

- ¿Qué tienes que hacer? ¿Arreglar armarios? - "¿Para qué crees que sirve un mayordomo inglés, boba de Coria?" - ¡Y yo que sé!

- "Por la tarde tenemos que ir al funeral de Venancio Morales y, más tarde a El Funeral a colgar su foto en la pared de los Finados y a divertirnos a su memoria." - Si lo de Venancio es por la tarde puedes ir a tus clases por la mañana... - "¡Ni hablar del peluquín! Tengo que elegir la ropa para la fiesta. Tu no sabes cómo era Venancio, si no le gustaba lo que llevabas puesto ¡Te lo decía a la cara el muy jodío!" - Pero si ya no está... - "Imagina que se encuentra con mi ex en el Más Allá ¡entre los dos me pondrían a parir y no voy a consentirlo!"

La abuela preferiría que mi primer abuelito hubiese seguido en la otra vida, tal como era en esta. Nunca pensó que su marido llegaría a convertirse en el ánima más elegante y al que desean, para lucir sus fantásticos sudarios, los modistos que han pasado ya a mejor vida.

Mientras la abuela se sentía insegura y preocupada, mi primer abuelito apareció en vuelo rasante por el comedor presentándome su nuevo sudario imitando una puesta de sol de mil colores donde el vendaval soplaba huracanado para agitar con arte la cola de la prenda. Se me escapó un: - ¡¡¡Oh!!! - "¿Qué pasa? ¿Es él?" - No pude contestarle porque se me cayó la baba.

 

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