domingo, 31 de mayo de 2015

El tio de los pitos.

Al levantarme he tenido la sensación de que un tornado nocturno había invadido mi casa. La salita y la cocina estaban revueltas y Pascualita no estaba en el acuario. Mi cerebro empezó a emitir ondas de alarma. Para evitarme el dolor de cabeza que amenazaba con atacarme, llamé a la abuela por si podía darme alguna pista.

- "Llámame cuando me despierte zzzzzzzzzzzzzzzzz" - Entonces recordé que la Cotilla duerme en casa. Al acercarme a la puerta de su cuarto los ronquidos la delataron. - Cotilla ¿pasó algo anoche? - Tuve el tiempo justo de salir por pies antes de que la zapatilla me alcanzara. Pero ¿qué hora es? pensé. El sol ya ha salido.

El reloj de la cocina marcaba las 12 del mediodía. Para ratificar la hora puse la radio (las 12) y me asomé al balcón para preguntar a gritos a una vecina que pasaba "Las 12" me dijo...  Sentí como la olla a presión de mi interior se ponía en marcha, y la sangre empezó a hervir: - A mi me despiertan a horas intempestivas y tengo que aguantarme y estas dos momias me hacen ni caso siendo la hora que es ¡la madre que las parió!

Corrí al cuarto de la Cotilla, abrí la puerta de una patada, destapé a la vecina y de un empujón, la tiré al suelo - ¡Arriba, tía cretina, que son las 12! - Luego corrí al teléfono y al escuchar la voz espesa de la abuela, le grité: ¡Ponte de pie, vieja bruja y dime dónde está Pascualita si no quieres hacer palmas con las orejas! - "Pero, pero... ¿Qué dices...? ¿Pascualita?" - ¡Habla o calla para siempre! (la apremié) -  "Vale, de momento me callo. Otra cosa será cuanto llegue a tu casa... ¿Me has llamado vieja bruja?" - Con todas las letras (yo tenía la prepotencia a tope en aquellos momentos) - "¿Vieja?... Se te va a caer el pelo, boba de Coria"

Encontré a la Cotilla en la cocina comiéndose un resto de pizza. - ¿Lo de "cretina"lo he soñado o me lo has dicho tu? - He sido yo. - Por menos he matado en mis buenos tiempos (su tono de voz no era tranquilizador pero yo no podía aflojar) - Menos lobos, Caperucita (dije, soltando un acento chulapo que no reconocía en mi... Acabé pensando que era víctima de una posesión diabólica)

La abuela entró como un huracán, se plantó ante mi y me dio dos hostias que me dejaron temblando. Luego saludó a la Cotilla: - "¿Has visto qué modales tiene la gente de hoy en día? " - Esto hay que corregirlo. Déjame que le pegue yo también. Me ha llamado cretina - "Estás en tu derecho" y recibí dos hostias más. Cuando me sobrepuse del shock Pascualita nadaba en su acuario. La abuela y su amiga desayunaban ensaimadas y café con leche y hablaban tranquilamente de lo ocurrido la noche anterior: - "¿Cuánto calculas que han ganado con los pitos para pitarle al himno?" - ¡Un pastón! - "Pero nunca tanto como lo harán las agencias de prensa porque tendremos pitada para dos semana" - El tiempo necesario para dejar de oír el motor de las trituradoras de papel oficial. - "Cómo se lo monta esta gente. Han dado tema hasta a Belen Esteban. Pienso que no es bueno prohibir. El que quiera pitar, que pite y el que no, que aplauda: división de opiniones como en los toros" - ¿Qué nos apostamos a que no hablaran del que vendió los pitos? - "¡Cien euros!" - Oye, que soy pensionista... Mientras lo decidimos ¿nos tomamos una copa? ¡Nena, trae el chinchón!




sábado, 30 de mayo de 2015

El partido.

- "Nena, enciende la tele para que se vaya calentando" - ¿Venís a ver el partido a mi casa? - "¡Claro! Vendré cargada de pipas y no quiero ver cáscaras por el suelo" - Te lo agradezco ¿Ya vienen peladas? - "¡¿Peladas?! ¿que gusto pasas con eso? La gracia está en oír el crak de cuando se rompe la cáscara, chuparla, llenarte la boca de sal y comer frenéticamente sin apartar los ojos de la pantalla ¡Así se comen las pipas!" - Como dices que no quieres ver cas... - "En mi casa, mujer. Por eso venimos a la tuya"

Llegaron Andresito, la abuela, Geoooorge, el Médico, Bedulio, Blas el parado y, por supuesto, la Cotilla. Todos engalanados con los colores de sus equipos favoritos, soplando trompetas, cantando himnos, pidiendo chinchón a gritos, repantingándose en los sofás y dejando para mi una silla de formica, de la cocina. - Abuela ¿No pensaréis cenar aquí, verdad? - "Naturalmente. Ves pidiendo unas pizzas para todos y di que las recogerás tu" - ¡¿Yoooooo?! - "A ti el partido ni te va ni te viene, que ni para esto tienes sangre en las venas" - ¿Quiéres que venga cargada como una mula? Diré que las traigan.  - "¡Floja!"

Empezó el partido y todos se concentraron en él. Sobre todo la abuela que lo mismo iba con unos que con los otros y blandía las dos bufandas. ¿Aún no has decidido en qué equipo están los tios más buenorros? jejejejejeje (preguntó Andresito)

Cada dos por tres se levantaban gritos airados, comentaban las jugadas a gritos,saltaban de los asientos, mentaban a la madre del árbitro y a las de los jugadores. Las cáscaras de pipas volaban en todas direcciones y a mi ya me dolía el culo por culpa del duro asiento de la silla, así que fui a buscar a Pascualita... Me extrañó no verla sobre el acuario, atenta a los gritos que venían de la salita. Estuve buscándola durante un rato, bajo las algas, dentro del barco hundido, incluso removí la arena del fondo... Nada.

Abrí la puerta al pizzero, porque allí no se movía nadie y las llevé a la salita. Entonces vi a la sirena haciendo el OK con sus deditos, asomada al termo de los chinos del que colgaban a cada lado, cintas con los colores de los equipos. Menos mal que, entre el chinchón y la emoción del juego, todos estaban pendientes de la tele y no la veían. El único que palideció fue Bedulio al volver la cabeza a un grito de la abuela, pero prefirió hacer como que no había visto nada, al fin y al cabo tampoco sabía qué era esa especie de bicho que se agitaba sobre el pecho de la abuela.

Yo me quedé en un rincón, observando como dos equipos que se las dan de antimonárquicos y antiespañoles, se matan por conseguir la Copa del Rey al que pitan. Me dio la risa y pensé que los españoles somos la repera


viernes, 29 de mayo de 2015

Hay mieditis.

La abuela ha llegado a casa llorando a mares. - ¿Ha muerto Andresito? (he preguntado, solícita) - "Peor que eso... buaaaaaa..." - Entonces ¿la Momia? - "Ella nos enterrará a todos. La gente de los tiempos de Tutankamón es fuerte" - Pero ella no es tan mayor...  - "Puede que tenga medio año menos pero es de su quinta... buaaaa..." - Si no ha pasado ninguna desgracia en tu casa... ¿a qué viene esa llantina?

Nos sentamos a desayunar.  La abuela llenó su taza hasta más de la mitad de chinchón, el resto era cola cao. Se fue calmando, puso a Pascualita sobre el frutero... - ¿No vas a contármelo a mi? (me puse celosa al ver la jugada) - "Me es más fácil hablarle a un ser inteligente... Sabes que me gusta estar a la última moda (la sirena afirmó con la cabeza y yo quedé conmocionada ¡entendía a la abuela!) y Andresito llegó diciendo que había que deshacerse de algunos documentos no muy "limpios" - "¿Por qué?" - Ordenes de arriba (dijo, muy serio) Los sacó de su despacho y rehusó la bolsa de basura que le di. - Hay que triturarlos." - ¿Los masticásteis? (pregunté asombrada) - La abuela no me hizo ni caso ¿Cómo voy a enterarme bien de las cosas si no me las explica?

"La cuestión es que cuando me quedé sola, pensé en facilitarle la tarea a mi marido, triturando cuanto papel encontrara en los cajones del despacho. Como había muchos Geoooorge me ayudó, tijera en mano ambos y en poco tiempo solo quedó un montón de finos recortes. Cuando volvió Andresito y vio lo que habíamos echo, en lugar de agradecerlo, montó en cólera. Cuando se pone en este plan paso de él y desconecto yéndome a ver a Belen Esteban en la tele. Volví en mi cuando oí gritar que había destruído documentos pertenecientes a su familia desde el tiempo de los moros. ¡Y el testamento!... "¿Qué testamento?" - El nuestro. - "Se rehace y ya está" - ¿Sabes qué me contestó el muy cretino? Dijo: O no"

- "¡No quiere testar de nuevo! ¿Por qué? Si no tengo constancia de quedarme con la Torre del Paseo Marítimo,  no tendré aliciente para matarlo... si se da el caso" - ¿Te estás oyendo? -

¡Avemariapurísimaaaaa! Voy a montar de nuevo el altar de los Amigos de lo Ajeno porque Dios aprieta pero no ahoga y a Luis Bárcenas le van a conceder que pueda cobrar el paro. Se ha hecho justicia con él. Necesito colocar muchas velas junto a su foto para que, desde el Cielo vean su luminaria y sigan concediendo dones a mi ídolo. - Sacó un montón de trozos de velas de todos los grosores y tamaños y se marchó a la salita seguido de mis improperios contra el dichoso altar - ¡¡¡He dicho que no y es que no!!! Pero fue lo que ella quiso y poco después todas las candelitas estaban encendidas y amenazando con hacer arder mi casa, la finca, la calle y si me apuran, la Ciudad entera...

jueves, 28 de mayo de 2015

¡Ay, Señor!

Voy a vomitar... ¡Aaaaagh!. Ahora sí..., ahora no. Otra vez..., otra..., otra... - "Venga, con más brío. Que se vea que has estado de viaje y te ha sentado mal el cambio de aguas" Un viaje sin incidencias de éste tipo, ni es viaje ni es ná! - ¿Por qué no vomitas tú? A mi ya me duele todo el cuerpo. - "¿No querrás que, encima que te invitamos, tenga que hacer yo el esfuerzo?" - Abuela, me estoy poniendo mala de verdad...

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! Vengo de la Junta Electoral de pedir que se repitan las votaciones del domingo. - "¿No te gustaron?" - ¡Claro que no! Van a juzgar a Luís Bárcenas por llevarse cuatro euros de nada a Suiza. Un hombre tan cumplidor como él, que lo guardó en el extranjero para no gastarlo en tonterías sino, en ahorro para el día de mañana. - "Pero se le olvidó contabilizarlo legalmente" -  El que esté libre de pecado que tire la primera piedra (dijo la Cotilla y la abuela le tiró una pedrada a su amiga)

No me escapé sin que me hiciera una foto mientras yo echaba la primera papilla, por décima vez, en la taza del wáter. - "Ahora toma chinchón.... Un poco más..." - Al final consiguió lo que quería. - "Mira que cara de mortaja se te ha puesto jajajajajajajaja. Ahora lo colgaré en el facebook y reiremos todos.

La vecina estaba muy preocupada - ¿Irán todos a la cárcel? - "Es su sitio natural" - No me lo puedo creer. Todo un señor Bárcenas entrando en la trena. ¿Es que no han servido para nada mis plegarias ante el altar de los Amigos de lo Ajeno? En lugar de encerrarlo tendría que dar conferencias en universidades del Estado para enseñar cómo se maneja el dinero ajeno.

Y yo, aprovechando que estoy hecha una braga, me voy a dormir.

miércoles, 27 de mayo de 2015

Endemoniada.

Desde que hemos vuelto de viaje la abuela no se quita la bata de cola, la peineta y el clavel ni para dormir. Esta mañana ha traído ensaimadas para desayunar y por el pasillo venía gritando: - "¡Riá, riá, pitá. Riá, riá, pitá...!" que es la tonada de las castañuelas flamencas pero, como no sabe tocarlas, lo grita a los cuatro vientos. - Abuela, qué pesada estás con eso ¡y baja el tono que el vecino de arriba no tardará en dar golpes con la escoba!

Pascualita se ha sumado al festín saltando de taza en taza de cola cao y poniéndolo todo perdido. - Ya que dices que es tan lista, enseñale que no haga esto. - "Como te gusta prohibir, dictadora" - ¿Qué pasaría si lo hiciera yo? - "Que no cabrías, culo gordo"

- "He venido a decirte que Andresito dormirá aquí unos cuantos días" - ¡Otra vez! - "Me tiene contrariada porque quiere saber más que yo en todo y eso no lo puedo consentir. Como yo o menos que yo, sí, pero más ¡ni hablar!" - Estudió en la universidad..., fue catedrático..., tiene premios y más premios... Un poco más que tú sí que sabe. - "¡Ya salió la pelota de la familia! Yo estudié en la universidad de la calle. Fui espía en las guerras que me tocó vivir. Combatí con la Resistencia..." - ¿Qué has dicho que fuíste?... ¿Espía? jajajajajajajajajajaja ¡Con la Cotilla, seguro!

Mis risas se acabaron cuando recibí el primer capón así que no sé a cuento de qué vinieron los otros. Pascualita, al ver que la abuela me atacaba, me tiró un chorrito, envenenado, de cola cao al ojo que, afortunadamente, no me dió. A pesar de ser yo quien le da de comer, ella no olvida su fidelidad por su amiga - ¡Bicho del demonio! - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaa!

Sin pensarlo, cogí a la sirena de un brazo al oír la voz de la Cotilla, hice molinete con ella y la lancé de la cocina al comedor donde estaba el acuario. Se estrelló contra la parte interior del cristal y cayó a plomo hasta el fondo. - "Si no la has matado, atente a las consecuencias, asesina" (me susurró, amenazadora, la abuela) - ¡Mira quién fue a hablar! (dije, enfadada)

- ¿Qué os traéis entre manos? (quiso saber la vecina) - Hablábamos de asesinatos. - Desapareció el color de su cara. - ¿Ha vuelto el alma de tu primer marido? - "Sí. Y creo que se ha metido dentro de mi nieta" - ¡Habrá que hacerle un exorcismo! (mientras hablaba se santiguaba repetidamente) - ¡Seré vuestra peor pesadillaaaaaaaaaa ¡Uuuuuuuuuh! (mi voz sonó maléfica y aterradora) - ¡Está endemoniada! Ahora entiendo lo que ha pasado con las elecciones... Necesito un chinchón. - "Que sean dos" - Cotillaaaaa, no me dejes sin chinchooooooon ¡Uuuuuuuuuuh! - ¡La botella es tuya, señora! (dijo temblando como una hoja) - ¡¡¡NO!!! ... - ¿N-o? (ahora tartamudeaba) - Es de Aznar jojojojojojoooooo - La abuela, divertida, dijo: "¡La madre que te parió!"



















martes, 26 de mayo de 2015

Que viene los bueyes.

¡Aaaaaaaaaaaaayyyyyyyyyyyyy, que despatarreeeeeee! Estoy baldada de tanto andar de la Ceca a la Meca por Sevilla porque la abuela dijo que había que patear la ciudad cuando le sugerí que nos lleváramos el rolls royce. Como si no pudiéramos ver las cosas igual. - "Nos perderíamos los detalles" - ¡Y qué más da si vamos cómodos!

La abuela tiene una memoria excelente y no olvidó que las cuentas de comidas y bebidas, tenía que pagarlas la Cotilla por la faena que le hizo vendiendo sus múltiples maletas. Por eso la vecina se pasaba el día leyendo los precios de los menús de cuanto restaurante, freiduría, cafetería... encontrábamos en nuestros recorridos por las calles sevillanas. Y será casualidad o no, pero el caso es que a la abuela siempre se le antojaba lo más caro y Andresito, que debía estar amenazado de muerte si se le ocurría pagar, ni se arrimaba a la cuenta. La pobre Cotilla comía sopas de ajo, una tortilla de un huevo, patatas con mahonesa, cosas que no hicieran subir la cuenta pero como los demás nos poníamos las botas, ella siempre acaba llorando y pagando.

Una mañana la abuela entró en tromba en la habitación del hotel que yo compartía con la Cotilla. Sobresaltada, dejé caer la sábana que cubría mi desnudez por si era un camarero de buen ver que me visitaba con buenas intenciones y ya de paso, aprovechábamos para hacer un biznieto sevillano. - "¡Arriba, que vienen los bueyes!" - Se dice reyes, abuela. - "¡Los bueyes que llevan las carretas al Rocío, boba de Coria! Vamos a verlos partir." - ¿Si no nos ven no se irán? Pues que se queden que tengo mucho sueño. - "¡Arriba he dicho!" - Y nos tiró al suelo.

Fuimos corriendo por las calles con las legañas puestas porque no tuvimos tiempo de nada. Las únicas presentables eran la abuela y Pascualita que, por cierto, llevaba un traje de romera y una florecita enredada en su triste penacho de algas e iba asomada al borde del termo de los chinos como si fuera un balcón.

De repente vi los bueyes - ¡Son de verdad! - "¿Se puede ser más tonta?" - Lanzó al aire la pregunta y Pascualita hizo la señal de OK con sus deditos. - Yo no me arrimo a esos bichos ¡No sé torear! - "Haz fotos y calla, alma cándida" - Me empujó y quedé entre dos carretas. El buey que quedó cara a cara conmigo me dio un lametón y se llevó legañas, restos de rímel, sombra de ojos y me dejó el flequillo pegado a la frente para todo el día - ¡Que asco!

En la plaza, frente a una iglesia, había un montón de jinetes reunidos. Ellos con traje corto, sombrero cordobés, peinado relamido pegado al cráneo, rictus serio-petulante y una pose: tiesos sobre el caballo, una mano en las riendas y la otra descansando cerca de la ingle. Vamos, como si se les hubiese atragantado un palo de fregona. Ellas con traje de flamenca llenos de colorido, botas camperas, flores en el pelo, revoloteaban por la plaza para lucir tipo.

Sonó la banda de música y Pascualita hizo el OK con ambas manos, cosa que aprovechó la abuela. - "Te lo he dicho mil veces: es más lista que tu" - La Cotilla no se enteró de nada porque estaba "trabajando" entre la multitud. Lo justificó diciéndole a la abuela: Con el gasto que llevo necesito un sobresueldo. Y vaya si se lo sacó.

lunes, 18 de mayo de 2015

Nos vamos a Sevilla.

Está tan contento Andresito porque convencí a la abuela de no llevar la gran cantidad de maletas que pretendía, que me ha invitado al viaje ¡Me voy a Sevilla con ellos!... Lástima que no me quedara con alguno de los trajes de gitana.

El no sabe que, en lugar de tres seremos cuatro porque Pascualita también viene. Compraré un termo un poco más grande por si engorda durante el viaje. Lo que no sé es qué decir cuando me pregunte (que me preguntará) por qué me llevo seis garrafas de agua de mar...

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaa! ¿Otra maleta para vender? (dijo la Cotilla en cuanto la vio) - ¡Esta es mía! - ¿Quieres hacerme la competencia y venderla por tu cuenta? Te advierto que los mejores contactos los tengo yo ¿Vamos a medias? - ¡Que es mía, le digo! Me voy con los abuelitos a Sevilla. - ¿Y yo? (puso cara de asombro) Tu abuela me conoce desde hace mucho más tiempo que a ti. - Tal vez por eso no la invita. - La Cotilla entornó los ojos haciéndo cábalas...  Me quedo en tu piso... Alquilaré dos habitaciones mientras estás fuera... - ¡Una porra! cuando salga por la puerta, esta casa quedará cerrada a cal y canto y usted se va a la suya. - Que tu abuela sea rica no quiere decir que lo seas tu, boba de Coria... Iremos a medias. - ¡Que no!

Quedé muy preocupada y hablé con la abuela. -  Tengo un problema con... - "¡Y yo contigo! ¿No te dije que sería un viaje de Luna de Miel? ¿Qué pintas tú entre nosotros?" - Me ha invitado Andresito. Y no estaré entre vosotros ni loca. - " Tal vez te convendría para aprender cómo se hace un biznieto... Por cierto ¿dónde están mis maletas?" - Habla con la Cotilla. - "Esto no me huele bien" - Quiere meter realquilados en mi casa. - "Déjala, pobrecilla, que no llega a fin de mes" - Te la paso (dije sin más preámbulos)

Los gritos de la abuela llegaban altos y claros a través del teléfono, mientras la Cotilla intentaba meter baza. - Pero tu dijiste... Escucha... No, no. Es mío... Me diste permiso... Pues yo lo entendí... sí, una pasta gansa... ¡Es mío, es mío!... La cosa siguió media hora más. Mientras, cogí a Pascualita y en la cocina nos tomamos unos chinchones para brindar por el viaje que nos había caído del cielo.

La Cotilla entró y gritó: - ¡Nos vamos todos!... Tu abuela quiere que pague todas las comidas, la muy jodía, pero sé que Andresito es un caballero español que no dejará pagar a una dama (parecía convencida de sus palabras) - A una dama no... jejejejeje - ¿Me dejas una maleta?  - ¡Tururú! (y me salió una pedorreta perfecta)

Así que nos vamos una semanita, que yo creía de relax pero viniendo la Cotilla, lo mismo acabamos en el cuartelillo de la guardia civil.

domingo, 17 de mayo de 2015

La Cotilla hace su agosto.

He tenido un día movido. Toda la culpa es de la abuela. Por lo visto, Andresito clamó al cielo cuando vio la colección de maletas que su mujer pensaba llenar hasta los topes para viajar a Sevilla. - ¡Te dije que iríamos ligeros de equipaje! - "Y vamos a ir. He descartado muchas cosas de la lista que preparé" - Repásala de nuevo y sigue tachando. - "¡Imposible! Está ajustada al máximo" - ¿Todo son trajes de gitana? - "Todo no. También hay ropa de calle..." - Pues lleva eso y ya está. - "¡Estás tonto!"

La cosa siguió hasta convertir la discusión en un Tsumani de enormes proporciones - ¡Y no quiero un cepillo de dientes con luces! - "¡Desagradecido!" - hasta que sonaron los portazos. - ¡Me voy!... ¡¡¡POM!!! - "¡No te aguanto!"... ¡¡¡POM!!!

El señor de la casa, que salió antes, indicó a Geooorge el camino de MI casa. Y la abuela hizo lo mismo con un taxista. La cuestión es que se encontraron los dos allí. Y yo sin desayunar. - ¿No habéis traído ensaimadas?

Pascualita estaba sentada sobre el frutero viendo como preparaba los cola caos. Al oír los gritos, se enfureció y como es más leal que el Cid Campeador con su rey, tomó partido por la abuela, tuviese o no razón. Saltó al suelo y reptó hasta el comedor, donde se estaba librando la batalla dialéctica a gritos. El vecino de arriba hizo saber su enfado dando golpes con la escoba. La Cotilla llegó, después de algunas horas de trapicheo.- ¡Avemariapurísimaaaaaa! ¿Qué les has hecho a tus abuelos que se les oye desde la esquina? - En ese momento Pascualita lanzó el buchito de agua que llevaba en la boca, contra Andresito y le dio, naturalmente, en un ojo. El pobre se puso a saltar, gritar y lagrimear como un poseso mientras la sirena desaparecía bajo el aparador.

A pesar de los gritos, las dos amigas entablaron conversación. "¡No quiere que lleve los vestidos de gitana!" - ¡Que soso! - "¡Y desagradecido! Tampoco quiere el cepillo de dientes, el muy finolis!" - ¡Me lo quedo yo! - "¿Y que hago ahora con todo lo que compré?!" - ¡Yo me encargo! (la Cotilla estaba particularmente  amable)

A media tarde y con el abuelito durmiendo la mona del chinchón que le habíamos dado para que olvidara el incidente, cosa difícil porque en cuanto se viera en el espejo el ojo hinchado como un balón, le refrescaría la memoria, convencí a la abuela de que era ridículo ir por la calle, aunque fuera en Sevilla, vestida de gitana todos los días. - Allí van de normales. - Suspiré aliviada porque esa noche no tendría huéspedes enfurruñados en casa. - "¿Dónde se habrá metido la Cotilla? Hace horas que se fue"

Cuando volvió la vecina yo me preparaba para acostarme. - Este mes y el que viene, no pasaré estrecheces. - ¿Ha ido a pedir dinero a los Pinochos? - No. He vendido todo lo de tu abuela, incluido el cepillo de dientes de Andresito. - Le habrán dado una buena pasta. La abuela estará contenta. - Si, he hecho un buen negocio. - Si ha quedado contenta, le dará una parte del dinero. - ¡El dinero es mio! - ¡Es de la abuela! - ¡Es mío y no se hable más! A ella le estorbaban los trastos y yo le he resuelto la papeleta. Dice el refrán que quién quiera peces que se moje el culo ¡y me lo he mojado! Me he ganado un chinchón y un pastón.

sábado, 16 de mayo de 2015

Preparando el viaje.

La abuela ha llegado a casa seguida porteadores. El primero era Geooorge, los demás, chinos. Todos cargados con maletas de viaje en plan safári africano de la Metro Gowlding Mayer. Las han puesto en el comedor. - ¿Y ahora por dónde paso yo? - "¡No me pongas nerviosa!" - ¿Vas a poner una tienda de maletas? - "Son mi equipaje para ir a Sevilla" - ¿No son muchas para los dos? - "Andresito quería llevar dos maletas pero le he dicho que no. Los hombres con dos pantalones, dos camisas y unas mudas, están servidos" - Nosotras también. - "Tu sí porque eres una proletaria pero yo soy rica y tengo que lucirme"

- ¡Avemariapurísimaaaaaaa! ¿Vais a poner una tienda? ¡Me pido el puesto de cajera! - "Me voy a Sevilla" - Tú ¿y cuántos más? - "Mi marido" - ¿Y aprovecharéis para poner una tienda allí? - "¡Que manía! Son para mis vestidos. Llevo el último grito en trajes de gitana y abultan mucho con tanto volante. Más zapatos a juego, mantones, abanicos, peinetas, sombreros cordobeses de distintos colores, etc. etc. etc." - ¿Irás ir vestida así por la calle, abuela? - "Esa es la idea: donde fueres, haz lo que vieres" - Pero ya no hay de Feria de Abril y no digamos la Semana Santa... (la Cotilla repasaba el santoral) Entonces ¿os vais al Rocío? - "Leed mis labios, coñe, que parecéis sordas. Vamos a             S E V I L L A."

- ¿Le has comprado las maletas al señor Li? - "Me ha hecho descuento" - ¿Andresito sabe ésto? (pregunté) - "Si ya ha mirado nuestra cuenta corriente en internet, sí" - ¿Le has comprado algo? - "Claro. Un cepillo de dientes de los buenos. El señor Li me ha vendido el mejor, hasta tiene lucecitas en el mango" - ¿Los vestidos también son de los chinos? - "¡No! de los mejores modistos de Sevilla. Esas facturas también las verá en internet" - Estará encantado (dijo la Cotilla con guasa)

Geoooorge volvió con los chinos y se llevaron las maletas a una furgoneta grande que había alquilado. - Estoy segura que Andresito no olvidará nunca este viaje jejejejeje (la Cotilla disfrutaba) - "Puedes estar segura. Llevo un buen surtido de pastillitas azules para él y camisones que se quitan a mordiscos para mí. Saben a frutas" - Recuérdale que compre fijador para la dentadura, no sea cosa que muerda y se le queden colgando los dientes jajajajajaja - "¡Que envidiosa eres, Cotilla!"






viernes, 15 de mayo de 2015

La abuela la lía.

Unos ruidos extraños me han despertado. Era como si un rata anduviera haciendo de las suyas en la cocina. A mi no me gustan las ratas así que, armándome de valor, me levanté, cerré con llave la puerta de mi cuarto y volví a meterme en la cama tapada hasta las cejas.

Y así estuve unas horas hasta que escuché las voces de la abuela y la Cotilla. Ahora ya podía arriesgarme a salir. Si la rata me atacaba podría parapetarme detrás de las dos viejas, al fin y al cabo ya han vivido su vida... además me moría de hambre.

Estaban sentadas en la cocina charlando por los codos. - "Aprovechate, mujer, que hay dinero para esto y para más" - Hola.. ¿Y la rata? -"¿Esta es la excusa que vas a dar en el trabajo por llegar tarde? Pues no te va a valer porque le he dicho a tu jefe, hace mucho que llamó, que habías salido temprano. Desde entonces ha llamado varias veces más ¿no has oído el teléfono? Claro, has dormido como un ceporro" - Pues se ha organizado un grupo de búsqueda porque tu abuela ha dicho que, seguramente, te habían hecho un rapto-exprés para sacarle los cuartos a ella (apostilló la Cotilla). - "Sí. Y Bedulio es quién más empeño ha puesto en organizarlo todo. Está muy apegado a nosotras desde el día del funeral de su padre... jijijijiji Aún me río cuando lo recuerdo" - ¡Abuela! ¿No podías haber mirado en mi cuarto antes de armar este lío? - "Pues, no"

- Le estaba contando a tu abuela que estuve en el mitin de Rajoy (dijo la Cotilla) - ¿Daban de comer gratis? - Transporte y merienda. Están que lo tiran. Ir a estos sitios es más divertido que ver una película de los Hermanos Max. El orador dice lo mismo que hace cuatro años y la gente aplaude a rabiar. Dicen que ¡AHORA! lo van a hacer (¡más aplausos!) y así hasta el infinito y más allá. Promesas, promesas, (todas incumplidas) y más promesas. El público responde enfervorecido con gritos, aplausos y movimientos de sobres electorales, que algun@s aprovechan y usan de abanico. Al final solo falta gritar a los candidatos ¡Que se besen, que se besen! como en las bodas. - "Y ahora le escribe peticiones al Presidente. Es la hora de pedir dinero para lo que sea. Les sale por las orejas y cómo la deuda les da igual porque la pagamos todos, parecen el Rey Midas.

- ¿Qué le pide? -  Que nos de el dinero del rescate que debemos pagar a tus secuestradores y luego nos lo gastamos en juergas. - "¿A qué es una buena idea?" - También que me de dinero para arreglar mi piso a todo lujo y así poder cobrar un buen alquiler. - Si no es suyo. - ¿Y qué? Eso no le importa. Lo que quieren es que echemos muchas papeletas suyas a las urnas ¿no? Pues que nos den algo a cambio.

Cuando, por fin, se fueron yo tenía la cabeza como un bombo, además ni Pascualia ni yo habíamos desayunado y ya era casi la hora de comer. La sirena estaba medio desmayada sobre el fondo de arena. En cuanto me vio dio un coletazo y saltó hacia mi enseñándome la dentadura de tiburón. Me asusté y la esquivé por muy poco.  Se estrelló contra el marco de la ventana. Me costó bastante arrancarla de allí porque se le clavaron los dientes. Ahora duerme en el acuario, con unos morritos tan hinchados que para sí quisieran muchas.

jueves, 14 de mayo de 2015

Ciudadanos nos quiere jóvenes.

La abuela me tiene preocupada porque no da señales de vida. ¿No se habrá muerto sin decírmelo?...He llamado a su casa después de pensármelo mucho porque no quiero que sepa que me preocupa lo que le pase. Solo falta que estire la pata sin yo saberlo y me quede sin la Torre del Paseo Marítimo.

Hasta mediodía no me pude comunicar. Por fin contestó Geoooorge. - Hola. Dímelo sin rodeos ¿estáis en el cementerio? - ¡Mademe! (le oí gritar) Your nieta estár comou cabrona... - "¿Dime?"  - ¿Estás bien? - "Tiro cohetes de lo buena que estoy" - Como no he sabido de ti en toda la mañana... - "He estado muy ocupada arreglando papeles para que no me echen de mi país" - Estoy cansada de decir que no te pongas tan morena que, al final, te repatriarán al centro de África. - "Ya lo he puesto en orden. He tenido que soltar billetes para untar a los funcionarios pero no hablarán" - ¿Los has convertido en corruptos? - "Ha sido por una buena causa... El líder de Ciudadanos quiere gente que haya nacido en democracia, para gobernar... Me pregunto qué hará con los demás. Por si acaso he falsificado mi partida de nacimiento y cambiado la fecha en todos los documentos importantes" - O sea que, ahora eres una jovenzuela. "Pues sí. Menos mal que no se nota, a penas, la diferencia" - ¿Eso quién te lo ha dicho: ¿El vendedor de cupones?

- "¿Qué edad crees que tiene Pascualita?" - A ella no la metas en tus líos - "¿Quieres que la extraditen a aguas de Mauritania?" - No creo que ese señor dijera eso. - "Pues que Santa Lucía te conserve la vista porque el oído lo has perdido por completo... Ahora comprendo a los emigrantes. He pasado de ser una señora rica a ser una paria apátrida. No nos quiere más que para el voto" - Pues como todos, abuela. - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaa! - "¡A ésta traidora no quiero ni verla!" - ¿Aún te dura el berrinche? Pues a mi los años me han ablandado y aquí te traigo lo que te prometí: ¡croquetas, calamar a la romana, porcella...! - "¡Guarda eso o no respondo!" - Puedes comerlo tranquila porque no te he traído ni el sobre para votar, ni tienes que aguantar el sermón. - "Ya verás lo bien que te va a sentar ésta comida..." - ¡Gratis! - ... pagada con el dinero que les han robado a los trabajadores, cuando te manden a la Conchinchina por pobre"

- No soy pobre. Tengo un piso para alquilar, un trabajo fijo "limpiando" cepillos, me saco un sueldecillo con lo que encuentro en los contenedores y otros trapicheos. Además, tengo una minipensión del Gobierno. Y no duermo en la calle. - ¡Jopé, Cotilla. Es usted una potentada a mi lado. A partir de ahora, si quiere comer en ésta casa, traiga el menú hecho. - ¡Egoista!... ¿Qué hago con las croquetas? - "Dáselas a Pascua... No sé, haz lo que quieras" - ¡Está aquí Pascual! Preséntamelo, por favor, por favor que me muero de ganas de conocerlo. - "Primero tomaremos chinchón" - Sí, que la emoción me ha dado sed.

martes, 12 de mayo de 2015

Ay, pena, penita, pena.

Se abrió de golpe la puerta de la calle y entraron en tromba, la abuela y la Cotilla. - "¡Yujuuuuu! Pon la cafetera la fuego que traemos ensaimadas. Nos han echado jajajajaja" - ¿Por fin habéis confesado dónde está el abuelito? - "¡No, hija, nooooo!" - Pues yo lo deduje y ahora estáis en mis manos. Se lo que hicísteis con él ¡os lo fumásteis! - "¡Jopé! Te has pasado con el chinchón... Pero no hubiese sido mala idea" - Lástima que no se nos ocurriera. Hubiésemos sacado una pasta (la Cotilla siempre mirando por su bolsillo)

- ¿No os lo fumásteis? Pues yo se lo dije a Obdulio y... el pobre... ay, ay, ay... - "¿Le ha pasado algo?" - De la impresión, se murió. - "¿Lo has matado?" - ¡Ni hablar! - "El pobre padecía del corazón y, por lo visto, el empujoncito hacia la tumba, se lo diste tu, boba de Coria. Vaya, vaya ¿quién está en manos de quién, ahora?"

Un temblor espasmódico sacudió mi cuerpo y tuve que correr al baño a vomitar. No era tanto por haber contribuído a la muerte de Obdulio como por haber caído en las garras de las brujas. Las oí hablar de mi entre risas. - "A mi nieta nunca se le ha dado bien eso de pensar jajajajajaja ¡Mira la que ha liado!" - ¡Que cruz tienes con ella! - "¿Y ahora cómo le doy el pésame a Bedulio sin reírme?" - De lejos. jajajajaja - "Nena ¿cuándo es el funeral?" - Esta tarde...

La abuela se quedó en casa todo el día, en cambio la Cotilla salió corriendo a coger un autocar que llevaba gente de la tercera o cuarta edad, a comer gratis. La abuela la puso a parir - "¡Te vendes por un plato de croquetas! ¡que asco! Si ves a Andresito dile que acapare comida para casa porque, lo que es a mi, no me verá el pelo hasta que se me pase el berrinche."

- Pero él tiene que ir, mujer. Invita su partido. - "¿Invita? ¿con el dinero de tus impuestos?" - Yo no pago de eso (la Cotilla levantó la cabeza con orgullo) - "¿De dónde lo han sacado si no había? ¿De los recortes en gastos sociales, Educación, Sanidad, etc. etc.? ¡Así se os atragante la lechona!" - No te pongas así, mujer. Sé que no vienes por orgullo pero te traeré un poco de todo. Hasta los sobres con las papeletas del voto. - La abuela cogió lo primero que encontró a mano, que fue la cabeza jivarizada de Pepe y se la tiró a su amiga que salió corriendo por el pasillo como si fuera a ganar la medalla de oro.

Por la tarde la abuela y yo fuimos al funeral de Obdulio. - Por favor, no le digas a Bedulio lo que pasó (le imploré) - "Tranquila que, de momento jijijijijiji... no voy a poder ni jijijiiji... hablar o se me escapará la jijijijiji risa" - Se pasó toda la misa tratando de serenarse y cuando pasamos a dar el pésame no había en la iglesia persona que tuviera tal cantidad de lágrimas, corriendo como ríos en busca del mar, como la abuela. Solo yo sabía que no eran de pena, sino de aguantarse la risa. Bedulio se mostró conmovida ante tamaña muestra de dolor por su padre. - Gracias por haber venido. Nunca pensé que le quisieras tanto. - "Ni yo..." - No pudo decir más. Se taponó la boca con el pañuelo y se abrazó al cuello del Municipal mientras su cuerpo, agitado por lo que todo el mundo supuso que eran sollozos, imitaba el baile de San Vito.


lunes, 11 de mayo de 2015

La corazonada.

Me llamó el abogado de Andresito - Su abuela se va a quedar detenida hasta que las ranas críen pelo. - ¿Han descubierto el paradero de su primer marido? - ¡Que va! Las dos señoras no colaboran... ¿Seguro que están bien de la cabeza? - Yo diría que sí... aunque nunca se sabe. - Es que juegan al Veo, Veo. O cantan ¿Dónde están las llaves? cuando las interrogan. A éste paso irán al manicomio. - Mientras les den bien de comer... - Oiga ¿su familia es toda así? - Le colgué porque ya estaba haciendo preguntas íntimas y no estaba yo para ligues.

- Pascualita, me temo que al abuelito se lo fumaron estas dos en akelarres... - La sirena me miraba con los ojos muy abiertos. - En los años 60 se fumaba de todo liado en porros... ¿qué otra explicación hay? Para mí es la más coherente tratándose de la abuela y la Cotilla pero no puedo ir a decirlo al juez porque no tengo pruebas, aunque sí una corazonada.

No me quedé quieta y llamé Obdulio a su casa. Cuando supo quién era yo quiso colgar el teléfono pero le supliqué que no lo hiciera. - Solo quiero hacerle una pregunta ¿Fumaba porros mi abuela? - ¿La pregunta tiene truco para meterme en líos? - ¡Que va! es de lo más inocente. Basta que me diga Sí o No. - Pues... sí. - ¿Y la Cotilla? - Sí. - ¿Y usted? - ¡Oiga! Eso no le importa. - No se haga el estrecho. - Vale... sí. - ¿Los preparaban ellas? - Pues... a veces. Recuerdo que con algunos flipabamos en colores ¡Eran brutales! - ¿Que les ponían, a parte de lo habitual? - Decían que era secreto de Estado jejejejeje ¡Que jodías! - Para entonces ¿ya se habían cargado a mi abuelito? - Sí... ¿por qué? - La policia ha abierto el ataúd y no están sus huesos. - Que extraño... ¿Tu abuela ha dicho algo? - De momento, ella y su amiga están de cachondeo cuando les preguntan. - El me miró sin comprender.

- ¿A qué han venido esas preguntas? No tengo ni idea de lo que hicieron con... el... muer.. to... - De repente le oí decir: ¡No!... no... ¡Aaaagh!... no... socorrooo... ¡Aaaagh! - Yo gritaba al otro lado del teléfono. - ¡Obdulio! ¿qué le pasa?. ¡Ahora mismo llamaré a su hijo! ¡Aguante!

Bedulio, al principio no me creyó pero, a fuerza de repetírselo, corrió a su casa y encontró a su padre echando espuma por la boca. Al llegar la ambulancia ya no había nada que hacer. El Municipal me llamó horas después para darme la noticia. - ¿Cómo lo supiste? - Estaba hablando con él. - ¿Por qué? - Para saludarle. - Bedulio estuvo un rato callado y cuando yo iba a colgar pensando que ya lo había echo él, escuché su voz, muy bajita, diciendo - Dicen que las últimas palabras de una persona son muy importantes... pero no sé qué quiso decirme mi padre con: ¡A mi, que me incineren!

domingo, 10 de mayo de 2015

¿Qué fue del abuelito?

- "Nena ¿a venido la Cotilla? Tengo que hablar con ella" - zzzzzzzzzzzzzzz - "¿Para qué descuelgas el teléfono si después te duermes, boba de Coria?... ¡¡¡NENAAAAAAAAA!!!" - ¡A sus órdenes!... ¿abuela?... ¿Has llamado a los bomberos? - "Dile a la Cotilla que se ponga" - Eh... no sé si está. - "¡Vamos, que es urgente!" - Justo en ese momento oí la puerta de la calle. Era la vecina que llegaba de hacer sus trapicheos. Le di el teléfono y seguí durmiendo.

Pero no por mucho tiempo. Me sentí zarandeada como un barquito de papel en medio de una riada. - ¡La que se va a liar y tu durmiendo tan tranquila! Levantate que tenemos que pensar algo. - Huy, yo ahora mismo no tengo cabeza para nada. - No te tires faroles, que dentro de un rato tampoco. La policía le ha dicho a tu abuela que tenemos que ir esta mañana a la exhumación de tu abuelito... - ¿Ya les habéis dicho que en esa caja no hay nada? - Claro que no. Por eso debemos pensar una excusa para cuando lo descubran. - A mi no me metan en ese avispero que, para entonces, yo no había nacido. - Dice tu abuela que tres piensan mejor que dos aunque contigo... tengo mis dudas.

Desayunamos croasanes más duros que la pata de Perico. Luego nos pusimos a pensar. Un minuto después las dos roncábamos a pierna suelta.

Cuando llegó la abuela, de luto riguroso y sombrerito con velo delante de la cara, no acababa de entender de qué iba aquello. - "El velo es para que no se me vea la risa que me dará cuando vea las caras de pasmaos de los policías" - No sé dónde ves la gracia. - "No me extraña, sosaina... Por cierto, Cotilla, tus inquilinos me han dado la llave de tu casa y me han encargado que te diga de su parte, que te la metas dónde te quepa... ¿Por qué se han ido?" - Porque son unos egoístas. Les he pedido que me paguen dos veces al mes. - ¿Mitad y mitad? - No. Dos mensualidades al mes. Me dijeron que no y yo les dije ¡Puerta! ¡Que egoísta es la gente, sabiendo que cobro un pensión mísera!

Fuimos al cementerio pero antes le di una pastilla tanquilizante a la abuela porque se partía de risa y no era plan llegar así a un sitio tan serio. Un comisario le preguntó si se encontraba bien y ella, haciendo esfuerzos para no soltar la carcajada, dijo: "solo emocionada"

A mi también me dio risa cuando vi las caras de pasmados de los que estaban junto a nosotras, al descubrir la caa vacía. Todo, si es que alguna vez hubo algo, había desaparecido. A la Cotilla se le agitaban los hombros. Parecía un ataque de histeria, solo yo sabía que era cachondeo - ¿Dónde está? preguntó el forense. - "¡Héchele un galgo, hermano!" contestó la abuela.

Pasamos el resto del día en comisaría. Yo pasaba pena por Pascualita que estaba sola en casa y no le había puesto de comer. Con mucha timidez, pregunté al comisario si podía irme. ¡Naturalmente! Aquí no hace más que estorbar.

La sirena me recibió de uñas. Llevaba todo el día sola y estaba de un humor de perros. Su rastro por la cocina y el comedor, se veía claramente: había mordido todo cuanto encontró a su paso y mojado todo el suelo. -No sé que será de nosotras, le expliqué a Pascualita mientras le preparaba la cena - Si yo supiera dónde está el abuelito lo diría y nos iríamos todos a casa pero no lo sé... ¿quiéres un chinchón?  Mientras llenaba mi copa y un pequeño bol para que se bañara la sirena, un escalofrío recorrió mi espina dorsal dejándome con los pelos de punta... - Pascualita, acabo de tener una visión.

sábado, 9 de mayo de 2015

Un malentendido.

Andresito llegó a casa con las ensaimadas recién hechas. - Tengo un problema con tu abuela (me dijo nada más llegar) - ¿Te viens a vivir aquí otra vez? (pregunté, alarmada) - De momento, no porque espero convencerla para que no haga una tontería.

Nos quedamos en el comedor por Pascualita estaba en la mesa de la cocina y no quería que la viese. Andresito me contó que el último capricho de su mujer era comprar una pareja de chimpances y llamarlos Adan y Eva, como los que se escaparon del zoo - ¿Y dónde vais a meterlos? - Se lo he preguntado y quiere dejarlos sueltos por el jardín. - Lo destrozarán todo. - No destrozarán nada porque no saldrán de la tienda.  - ¿Le declararás la guerra a la abuela? - Si hace falta, si. - ¡Pues estoy apañada porque uno de los dos vendrá a vivir conmigo!

 Me levanté de la mesa y a punto estuve de pisar a Pascualita que, reptando, había llegado hasta el comedor y como la jodía no hace ruido no me había dado cuenta. Pegué un salto y me estrellé contra el aparador. - Que torpe estás hija (dijo mi abuelito) - Enfurecida, miré a la sirena ¡y hacía la señal de OK con sus deditos! corrí a la cocina a por la escoba pero fue más rápida que yo y se metió bajo un mueble.

Andresito, creyendo que iba a darle un escobazo, levantó los brazos para protegerse y se enfadó mucho - ¡Eres una egoísta! Ya me había advertido tu abuela pero creí que exageraba. Puedo pagarme el mejor hotel de la Isla cada vez que tenga una discusión con mi mujer y me marche de casa. NO me hace falta la tuya. - ¿A qué viene esto? - ¡Nadie, ni mi mujer, me había amenazado con la escoba! - Y salió dando un portazo.

Cuando, por fin, pude coger a Pascualita, la agarré de la cola y la lancé al acuario pero fallé... y salió por la ventana. Esta vez no se quedó enganchada en las ramas del árbol de la calle, sino que cayó directamente sobre... Bedulio que pasaba por allí haciendo su ronda. Lo supe porque conocí su voz cuando gritó.

Corrí a buscarla y tuve que tirar fuerte porque se había agarrado al pelo del Municipal. Cuando conseguí hacerme con ella, a Bedulio parecía que le habían atacado los indios intentando arrancarle la cabellera. Al entrar de nuevo en casa cerré las ventanas y el balcón para no oír sus lamentos. Entonces sonó el teléfono. Era la abuela echa un basilisco - "¡Que sepas que estás desheredada! A Andresito solo le amenazo yo ¡¿Te enteras?!" - ¡Abuel...! Que no era e.... Si yo no... Pascualit... - "¡No metas a Pascualita en esto! ¡Has sido tú!" - Acabé colgando porque no dejaba que me explicara.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaa! ¿Eso es chinchón? Ponme un poco, anda... ¿Pasa algo? - Estoy bebiendo la última copa de mi vida antes de que venga la abuela a romper una escoba en mi espinazo! -  Pues antes de que quedes balbada de por vida, arrímame la botella.


viernes, 8 de mayo de 2015

La Cotilla se pone las botas.

He soñado que la abuela traía un bombo a casa. - "Tengo que ensayar mucho para poder incorporarme a la banda de música que estamos fundando en El Funeral. Traigo el bombo aquí porque Andresito, que ahora está en campaña electoral, no puede oír más ruido (le llama él) que el de los vítores y aplausos de los mítines donde participa" - Y acto seguido, se puso a aporrear el bombo.

Minutos después, el vecino de arriba golpeó la escoba contra su suelo que corresponde a mi techo. Por si esto fuera poco, en cuanto llegó el autobús y se encontró con el rolls royce de la abuela aparcado en su parada, tocó reiteradamente el claxón sin que surtiera ningún efecto en las orejas de Geoooorge que, como fiel mayordomo, no se movió del sitio tal y como le había ordenado madame la Abuela.

A esto siguió el concierto de pitos de los coches que habían caído en una especie de embudo y quedaron atascados. Por si esto no era suficiente, poco tiempo después sonaron las sirenas de la policía. Y claro, así me era imposible dormir y me desperté. Pero todo había sido tan real que me dio un dolor de cabeza tan fuerte que tuve que hacerme una tortilla de aspirinas.

Se lo estaba contando a Pascualita y a Pepe cuando la Cotilla gritó desde la puerta. - ¡Avemariapurísimaaaaaaaa! - La sirena estaba chapoteando en su taza de cola cao poniéndolo todo perdido. No lo pensé ni un segundo. Cogí la taza y la tiré al acuario dejando un reguero marrón. Pascualita y la taza se sumergieron juntas hasta el fondo pero ella subió veloz como el rayo y me tiró un chorrito de agua envenenada al ojo. Creí que la distancia era suficiente para que no me alcanzara pero nunca he sido muy buena en matemáticas y las gotas entraron en un ojo que, ahora mismo, parece que tiene vida propia y saltará de la órbita en cualquier momento para ir a recorrer mundo ¡Maldita sea la sirena de las narices!

La Cotilla vio como crecía el ojo y yo me retorcía de dolor. - ¿Te ha atacado el espíritu de tu abuelito? jejejejeje Dile que te ponga el otro ojo igual y te presentas como modelo para maquillajes oculares... ¿No te ha hecho gracia? Que sosa eres. Vengo a preguntar qué vas a poner de comer... ¿Qué tendrá que ver que te duela el ojo con el comer? ... Pongas lo que pongas, no voy a quedarme. Todos los meses tendría que haber elecciones. ¿No ves que estoy engordando? Al final encontraré a un rico que me saque de pobre porque me estoy poniendo de buen ver...No como tú jejejejejeje (me miraba el ojo la jodía) - Cotilla, si ya va por los noventa y tantos años (dije con rencor) - ¡¿Y qué?! Mira tu abuela. Tiene una semana más que yo y ha encontrado marido.

La Cotilla estaba entusiasmada - Desde que ha empezado la movida de las votaciones, todos los días hay comidas o cenas en un pueblo u otro. Nos hemos juntado un grupito que tenemos las manos entrenadas y hemos conseguido carnets del partido de los Pinochos. ¡Y comemos y bebemos, gratis! - ¿Y aguantan los discursos?. - ¡Que va! Con la barriga llena nos dormimos rápido y como nos despiertan los aplausos, aplaudimos más que nadie. - Durante cuatro años han recortado en Educación, Servicios Sociales, Sanidad, han echado un montón de gente a la calle, han creado empleos esclavistas, etc. etc. porque no había dinero. Y ahora sacan "lo que no había" para sus intereses ¿No le da vergüenza bailarle el agua a esta gente? - Mientras coma gratis, no...

jueves, 7 de mayo de 2015

La pared de los finados.

Acordé con la Cotilla que no le comentaríamos a la abuela nada de lo que pasó ayer a cuenta del chimpancé huido. Tuve que prometerle una invitación a comer marisco. - Sin cortapisas. - ¿Qué quiere decir? - Que si quiero comerme dos langostas, me las como, las pagas y santaspascuas. - Piense que me recortaron el salario los Pinochos y no estoy para tirar cohetes. - Ya salió la egoísta.

Hemos ido a mediodía al restaurante elegido por ella. En cuanto he visto los precios de la carta he decidido ponerme a régimen al instante. Así que me he limitado a verla comer con deleite y aspirar los aromas de aquellos platos. - ¿Estás mala? - Aún tengo mal cuerpo de las tortas que me dio.

Al llegar a casa la abuela nos estaba esperando. Se extrañó que hubiésemos comido fuera - "Podríais avisar" - Ha pagado tu nieta. - Es que... perdí una apuesta. - ¡Que va! No quería que te contara lo que le pasó con el mono jajajajaja - ¡¡¡COTILLA!!! - ¿Qué pasa? - Quedamos en que no diría nada. - Eso fue antes de que comiera pero como ya he comido...

Y lo contó todo. - "Pues ojalá el chimpancé te hubiera hecho madre, por lo menos tendría la seguridad de que mi biznieto sería más listo que tu" - ¡Abuela! - "Pero ya no podrá ser porque lo han encontrado flotando en una charca. Para mi que se ha suicidado" - ¿Cómo se va a suicidar un mono, abuela? - "Te lo estoy diciendo. Porque era listo y no quiso volver a la jaula"

- "Voy a pedir que me manden una foto del tal Adan para colgar en la pared de los Finados de El Funeral" - No sé si todos estarán todos de acuerdo... A mi no me gustaría que pusieran mi foto junto a la de un mono. - "Temes las comparaciones ¿verdad? jejejejeje Te advierto que, quién tu sabes, también tendrá allí su foto colgada y lo celebrermos como Dios manda" - A la Cotilla se le ensombreció el semblante - ¿Otra vez hablando en clave? Os lo dije el otro día ¡Llamadle Pascual, coñe!- "¡Vale, tienes razón... Pues eso, que la foto de Pascual Coñe también la pondremos en la pared de los Finados de El Funeral"

miércoles, 6 de mayo de 2015

¿Voy a ser madre?

Pascualita, la pequeña y horrorosa sirena que un día apareció dentro de una lata de sardinas en casa de la abuela cuando ésta aún era proletaria, nada feliz en su acuario jugando con las algas del fondo como si no le importara  nada de lo que ocurre en el mundo

Sin embargo mira la televión de reojo y se pone tensa cuando aparece en pantalla el ferry quemado, avanzando penosamente por el Mediterráneo, tirado por un diminuto remolcador, camino de Sagunto. Entonces saca a pasear los diminutos dientes de tiburón y salta hacia la pantalla para morderla porque el mundo acuático sí que le importa.

La abuela llamó pidiendo noticias sobre el chimpancé Adán - "¿Ya lo han encontrado?" (preguntó, ansiosa) - ¿A quién? - "A Adán" - ¿No estaba con Eva? ¡Hombres! todos son iguales. Te juran amor eterno y luego se largan con la primera lagarta que se les pone a tiro... Estará de pingoneo con la Serpiente jejejejejeje - "¡Para ya, cabeza buque! No te entrenes más que ya no se puede ser más tonta" - ¡Abuela! Era broma. - "¿Lo han encontrado ya?" - Ahora estoy merendando sobrassada con miel, luego ya me preocuparé del mono. - Creo que soltó un taco, justo cuando se me cayó un poco de pan en el pantalón y no pude entenderlo. Luego colgó.

Veinte minutos después oí el frenazo del rolls royce aparcando en la parada del bus y se organizó el clásico concierto de pitos. Entró en casa como un basilisco. Cogió a Pascualita y a Pepe, la cabeza jivarizada. - "Lo digo delante de vosotros para que mi maldición no caiga en saco roto. - me miró, enfadadísima. - Ojalá el mono se cuele en esta casa y le gustes. Ya que se ha quedado viudo, tendrá que buscar pareja. ¡Que lo disfrutes!" - ¿Cómo va a llegar hasta aquí si se escapó en el otro extremo de la isla jejejejejeje - "¡Y me llevo a éstos! No quiero que corran peligro."

Dos minutos después, estaba sola. Vale más estar sola que mal acompañada, pensé. Pero cuando empezó a oscurecer ya no las tuve todos conmigo... Bueno, la Cotilla no tardaría en venir... Oí un ruido que no venía a cuento... pero no apareció nadie. Un mueble crujió con estrépito - Mañana lo tiro.

Sentada, hecha un ovillo, en la salita... Me estaba quedando a oscuras... Fui a levantarme para encender la luz y me quedé a medio camino... Si entra el mono y enciendo la luz... sabrá dónde estoy. De golpe añoré el altar de los Amigos de lo Ajeno porque siempre había alguna vela encendida pero, como en un arranque lo desmonté, seguía a oscuras.

La figura de un mono descomunal, fruto de mi imaginación, se formó ante mi. Me miraba con ojos lascivos, enseñaba los dientes y reía con fiereza. - ¡Vete, que no eres real! De repente batió la persiana de una ventana ... Se me cortó la respiración ¡El mono ha subido por el árbol de la calle!  Y grité como una loca sin importarme que el bicho me descubriera. Quería que viniesen los vecinos, los bomberos, la policía ¡¡¡SOCORROOOOOOOOOOOOOO!!!

La puerta se abrió de repente, se encendió la luz y me desmayé... Cuando volví en sí, la Cotilla me estaba dando un guantazo detrás de otro. ¡Por fin vuelves ti! Ya me duele la mano jejejejejeje - ¿El mono ha hecho de mi una madre? (dije, en un suspiro y con los ojos desencajados) - ¿Has buscado un mono para que te haga un biznieto para tu abuela? Nunca pensé que pudieras caer tan bajo. - Y me arreó tal guantazo que se me hinchó la cara.



martes, 5 de mayo de 2015

A vueltas con Adan y Eva.

Cuando sonó el teléfono yo iba por el primer sueño, que dicen es el más profundo. Cuando volví al mundo de los vivos y descolgué, la abuela gritaba al otro lado. - "¡Se han cargado el Génesis!" - ¿Un grupo de rock...? zzzzzzzzzzzzzz - "¡Jodíos. Haber matado a la serpiente! Pobrecillos, se llamaban Adan y Eva" - Abuela no bebas chinchón a estas horas... - "¡Si Dios les hubiese mandado a éstos tipos a echarlos del Paraíso en lugar del Angel, no hubiese habido Humanidad. Ni costilla de Adan, ni leches!" - ¿Me estás contando la Historia Sagrada a éstas... horas? ¡Las dos y media de la madrugada! - "Es que no puedo dormir y tengo que hablar con alguien" - ¿Para qué sirve tu marido? - "Ahora mismo, para nada. Se ha tomado dos pastillas para dormir y ronca como un bendito ¡A pesar de que se han cargado a Eva!" - Colgué el teléfono.

Mientras desayunaba, estaba inquieta por no tener a Pascualita en casa. - ¡Avemariapurísimaaaaaaa! ¿A venido tu abuela? El rolls royce está aquí abajo. - Ya he oído los pitos de los coches. - Traigo croasanes, que caducaron anteayer, para el café con leche. - Acabaremos intoxicadas. ¿Por qué no los compra? ahora tiene dinero entre la paga y el alquiler de su casa. - Porque es tiempo de ahorro por si vuelven las vacas flacas. - Ah, pero ¿se habían ido?

Entró la abuela, seguida de Geooorge que llevaba una ensaimada grande recién echa que olía a gloria. Preparé más café y nos sentamos los cuatro a la mesa de la cocina. - ¿Qué celebramos (pregunté ilusionada) - "¿Celebrar? Para celebraciones estamos Geooooorge y yo. Nos invade la tristeza desde que se cargaron a la chimpancé que se escapó del zoo. Tanto el inglés como yo somos muy amantes de los animales y..." - ¿Seguro? - "Con la excepción de la Caza del zorro, por su parte y las corridas de toros, por la mía. ¡Pero nos estamos desenganchando! Y estamos hambrientos. El dolor nos da hambre, ya ves tú que cosa ¡y qué casualidad que nos pase ésto a los dos siendo tan distintos!" - ¿Por qué él es inglés y tu mallorquina? - "No. Porque yo soy rica y el un criado" - Geooorge, ofendido, abrió la boca para decir: - Yo nou criadou, madame. Yo mayordomou. - "Qué pejiguero es éste hombre ¡Como si no fuera lo mismo!" - ¡Nou, madame. Yo ser mayordomou inglés. Eso ser mucha catagoria! - "Vale. Que sí. Hay que ver qué bien se vende ésta gente"

No pude menos que preguntar por la sirena. - Abuela ¿Has traído a... Bueno, ya sabes... - Dilo claro, boba de Coria,que no me chupo el dedo (saltó enfadada la Cotilla) ¡Di Pascual! - Pascual... ¿Ya está contenta? - La mujer puso los ojos en blanco: ¡Que cruz tenemos con ésta! - Entonces se oyó un chapoteo que venía del comedor ¡Pascualita estaba en casa! A la Cotilla se le cortó el hambre, los demás comimos a dos carrillos y pronto, de la ensaimada, solo quedaron restos de azúcar en el papel que la envolvía.


lunes, 4 de mayo de 2015

Huída trágica.

La abuela ha llegado a casa alicaída. - ¿Qué te pasa? ¿Es porque estamos atadas de pies y manos ante tu suegra? - "No dirá nada de Pascualita... Por si acaso le di media botella de chinchón, durmió toda la noche y al día siguiente no se acordaba de nada" - No te fíes, que estas personas tan mayores tienen memoria de elefante. - "Esta visto que el amor verdadero no está de moda. El romanticismo está muerto y enterrado desde que nos comunicamos a través de maquinas" - ¿Te ha pasado algo con Andresito?" -  "Con él, no. Con la vida.(suspiró con tanta fuerza que me despeinó)" - ¡Que fuerte, abuela!

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaa! Pues fijaos que yo acabo de tomarme una cola cola. (dijo la Cotilla, que había oído campanas y no sabía dónde) - "Que gran avance para la Humanidad" (la voz de la abuela, más que irónica, sonó triste) - ¿No hablábais de la chispa de la vida? (a la vecina estaba desconcertada. Le estaba fallando la neurona del cotilleo)

- "Una pareja de enamorados ha traspasado las barreras de la esclavitud para intentar vivir su amor en libertad. Nada de otro mundo como veis, porque eso es lo que quiere todo hijo de vecino. Pero no lo han conseguido" - ¿Qué película es ésta? - A mi me suena a drama decimonónico - ¡Ya sé! Cumbres Borrascosas. Me pasé la película llorando (la Cotilla estaba embalada) - "¡Ni película, ni leches! Esto es real. Ha ocurrido hoy" . ¿Y cómo ha quedado la cosa? - "A uno de ellos le han matado" - ¿Al chico o a la chica? - "¡Qué más da!" - Seguro que ha sido a tiros porque en Estados Unidos tienen supermecados de armas... - "Ha sido aquí" - ¿En España? - "En Mallorca" - Serían extranjeros...

- "Eran una pareja de chimpancés, del zoológico..." - ¿Monos? Ves como eran extranjeros (la Cotilla se sentía cargada de razón) - Pueden haber nacido en Mallorca. (dije yo que ya me estaba cabreando) - Es igual porque, si son monos, no son de aquí... ¿Se habían escapado del zoo? Pues mira, mejor que los maten antes de que ataquen a alguien, no sea cosa que lleven la rabia. - "La rabia es la que tengo yo. Pobres animales ¿No bastaba un dardo anestesiante?" - Tu abuela, desde que es rica, se ha vuelto fina de narices. - Estoy de acuerdo con ella. - Ya. ¡Pelota! Tu lo que quieres es la Torre del Paseo Marítimo. - "Ha sido una historia de amor con final trágico como la de Romeo y Julieta, o los Amantes de Teruel... " - ¡Tonto ella y tonto él! (salté yo para que la abuela viera que sabía de qué hablaba) - "Me voy a casa. Prefiero estar con la Momia que aguantar a dos burras como vosotras ¡Y me llevo a quién tu sabes!" -

En cuanto la abuela se fue, la Cotilla dijo en plan chismorreo. - Os hacéis las interesantes porque habláis en clave pero descubrí vuestra trama hace tiempo. "Quien tu sabes" es el nombre que le dais a Pascual. - Que sí, Cotilla, que sí... ¿Nos tomamos un chinchón? - Uno y los que se tercien.

domingo, 3 de mayo de 2015

¡Descubiertas!

La abuela nos ha invitado, a la Cotilla y a mi, a comer en la Torre del Paseo Marítimo - "Pero no os acostumbréis. Es solo porque es el Día de la Madre y me gusta cumplir con las tradiciones que marca El Corte Inglés"

La mesa la ha presidido la Momia. Es la única madre en funciones de la familia. Y viéndola arrugada como una pasa, parece la madre de Eva (la de la manzana) Lo he comentado en la mesa y Andresito se ha picado. No por insinuar que su madre es muy mayor sino por mi incultura. - Eva no tuvo madre. - dijo muy serio. - Eso es imposible, abuelito. Hasta la Momia la tuvo ¿A qué sí, bisabuelastra? - Sus ojillos brillaban de alegría al ver reunida a la familia. - Ya lo creo jejejejeje - Pero Andresito seguía a lo suyo. - ¿Cómo puede ser que, a tus años, no sepas éstas cosas? Salió de una costilla de Adán ¿Qué te enseñaron en el colegio?

Lo miré, asombrada. ¿este hombre no sabe cuando se le habla en broma? Debí dejar el tema en este punto pero ya me había tomado unas copitas de chinchón on the rocks junto con unas aceitunas sevillanas y unas almejas a la marinera que preparó Geooorge y sentía el calorcito de la controversia dentro de mi. - Si crees este cuento para niños, dime ¿quién fue primero: el huevo o la gallina? - ¡Qué tiene que ver eso con lo que estamos hablando! Es teología y me sales con chorradas. - De eso nada, monada. Si descifras eso (que  no lo harás jejejejeje) podrás descifrar también lo de Adan y Eva.

A mi abuelito el chinchón no le cae tan bien como a nosotras y se puso un pelín borde. Cuando Geooorge nos avisó de que podíamos entrar al comedor, le pregunté qué íbamos a comer. El segundo plato eran costillas de cordero rebozadas, al romero y... - ¡¿Costillas?! No pienso comer úteros prehistóricos y encontrarme un diminuto Adan entre los dientes. - ¿Pero, que tonterías dice tu nieta? (pregunto, alarmado, a la abuela? - "Eso te pasa por meterte en camisa de once varas. Come y calla"

A la hora de los brindis, la estrella fue la Momia, porque aunque la abuela había sido madre en su día, hacía mucho años que no tenía hija. Y ni la Cotilla ni yo nos habíamos estrenado. La sorpresa la puso el Médico cuando dijo: Brindo para que el próximo año haya un bebé en ésta casa. (me miró sonriendo) y me comprometo a aplicarme con gusto para que así sea. - Quedé confundida. - ¿Tienes novia? Que callado te lo tenías. - La Cotilla lanzó un suspiro y dijo: ¡Que cruz tenemos con ésta!

La abuela esperó que salieran todos hacia el salón para sacar a Pascualita del termo de los chinos y meterla en una copa llena de chinchón, después la secó y la guardó de nuevo. Tomábamos el café hablando de nuestras cosas cuando sonó un ruído extraño. Algo así como: ¡hip!

El Médico lo dedujo en seguida. - Es un hipo. - ¿Para eso has estudiado tanto? (no me pude reprimir) - Pero no pudo darme la réplica porque el hipo se hizo contínuo y escandaloso. A la Cotilla se le pusieron los pelos de punta - ¡El fantasma de tu primer marido! (gritó y salió de estampida de la Torre del Paseo Marítimo) - Andresito, al que los ojos le bizqueaban, rependió a su mujer. - ¡No quiero a... tu ex... ¡hip!...marido en mi... casa! - La abuela ordenó a Geooorge que sentara a la Momia en la silla de ruedas y nos fuimos las tres de paseo. Al olor del mar, el hipo que salía del termo de los chinos, se aceleró y entonces, para nuestro asombro, la Momia dijo - Abre el tapón del termo para que, por lo menos, el animalito pueda disfrutar del paisaje. - Pero... pero... ¿Tú sabes...? - ¿Qué tenéis una sirena? claro. He visto tantas cosas en mi larga vida, que no se me escapa una.

sábado, 2 de mayo de 2015

Cuando Pascualita vuelva a su hábitat.

Han vuelto a soltar a la abuela. Ella no lo reconoce pero, para aguantarla, hay que tener un par de narices. Algunos funcionarios pidieron una bonificación en su sueldo para hacer ese trabajo y ninguno aguantó.

Se ha vestido de luto, con mantilla y cordón de penitente a la cintura, desde que se ha enterado que han juzgado a un Animal que mató a un caballo de carreras, precioso, a palos hasta reventarle la cabeza. El Animal ha sido condenado a 8 meses de prisión y creo que a una multa. El caballo está pastando en las verdes praderas del Paraíso.

El luto también es por la mala gestión con los barcos averiados y hundidos. Ahora tenemos tembleque porque van a remolcar al ferry quemado, hasta la Península... Ay, ay, ay. esperemos que el tiempo siga bueno y no se vaya el buque a pique. Ayer se lo explicó la abuela a Pascualita en casa mientras mojábamos magdalenas supercaducadas de la Cotilla, en unas copitas de chinchón.

"Por si ocurre, tengo preparado papel y lápiz para anotar los nombres de los políticos de segunda o tercera fila, a los que los Pinochos mandamases, irán endosando las responsabilidades correspondientes. Serán muchos. Tienes que saber, Pascualita, que los que gobiernan nunca tienen la culpa de nada, para eso tiene estómagos agradecidos a su al rededor, de los que echar mano en casos así" - ¿Te parece bien enseñarle éstas cosas a la sirena, abuela? - "¡Claro! Es importantísimo para que, cuando vuelva a su hábitat y ella dirija el cotarro en las simas más profundas del mar, sepa qué hacer si ocurre una desgracia. Mira, señalas con el dedo a quién te parezca y no lo bajes hasta que tus congéneres se hayan comido al desgraciado"

La Cotilla escuchó las últimas palabras de la abuela. - Hum, si pudiéramos comernos a alguien, me pediría a Rato y a Bárcenas jejejejejeje - "¡Menudo empacho!... ¿No te gustaría más Aznar?" - ¡Quita, quita! A ese no le sacaría popa. Está canijo y correoso. Ni hirviéndolo con vino lo pondría tierno. ¿A quién te comerías tu? (dijo, metiéndose en el juego que se acababan de inventar) - "Pues... no sé... A la vicepresidenta tal vez. Está gordita. La haría al ajillo jajajajajaja ¿Y tú, boba de Coria?" -  Huy, es que no me sé los ministros... - "Estás aborregada. Todo el día viendo y oyendo a los de tele 5, no trae nada bueno" - ¡Tu también los miras! - "¿Yoooooo? ¿quién te lo ha dicho?" - Andresito. - "¡Maldita sea. Le dije que me guardara el secreto ¡Cotilla, prepara el mejunje!"



viernes, 1 de mayo de 2015

Rescatada.

No he pegado ojo en toda la noche por culpa de la abuela. Resonaban en mi cabeza las últimas palabras que me dijo. ¿En qué concretará su amenaza?.. ¿En no heredar la Torre del Paseo Marítimo?
Cansada de dar vuelta y dejar las sábanas echas un higo, me levanté a beber agua. Me acerqué al acuario y, solo entonces, me di cuenta de lo sola que estaba en aquella casa sin Pascualita. Mis pasos resonaban en el pasillo rebotando por las paredes. Varias veces miré hacia atrás porque presentía que me estaban siguiendo ¿Será el tío Camuñas, o el Sacamantecas? pensé, horrorizada. Y ya no pude acostarme, a pesar de que cogí a Pepe para que me hiciera compañía. O tal vez por eso, porque al ver la cara cosida, iluminada por la luz de la lamparilla de noche, tuve más miedo aún.

Bien temprano he salido a la calle, vestida de verde de la cabeza a los pies. Cogí el primer autobús del día para ir al puerto. Al llegar, me presenté a la primera persona que vi. - Buenos días, soy de Greenpeace. - Por mi como si se la pica un pollo. - Aquella respuesta me descolocó. - ¿De qué pollo estamos hablando?

Como a cuentagotas, fueron llegando trabajadores a los que me fui presentando ante su estupor. Lo único que conseguí fue que me reconocieran mi buena educación. Más tarde, cuando zarpó el barco yo iba con los ecologistas. Estaban tan preocupados en que todo saliera bien, que pasé bastante desapercibida. Por eso pude subirme al barco que echaba humo por los cuatro costados e, inmediatamente, corrí escaleras abajo hacia la zona de los camarotes.

Aquel sitio era una sauna finlandesa. Hacía un calor insoportable y sentí que se fundía la suela de mis avarcas. Corrí por las entrañas humeantes del barco, gritando el nombre de Pascualita hasta que la encontré, acurrucada en un rincón y teñida de hollín.

Más contenta que unas Pascuas y sin despedirme de nadie, bajé hasta la barca que nos había traído hasta allí y di órden de que me devolviera a tierra. Cuando no alejábamos me pareció escuchar voces y me giré. Los hombres a los que había saludado por la mañana me despedían puño en alto. Pensé que serían de algún sindicato comunista pero la verdad era que me estaban amenazando entre maldiciones y escupitajos. Se habían quedado sin embarcación para regresar a tierra.

Pascualita estaba bien. Después de una siesta reparadora en su acuario, la metí en el termo de los chinos y nos fuimos a la cárcel. La alegría de la abuela fue enorme. Gritaba el nombre de Pascualita y decía que era la cosa más bonita del mundo. Pronto hubo aglomeración de presas rodeándola y ella sacó dos botellas de chinchón de debajo de sus cama - "¡Brindemos con chinchón para celebrar que mi niña preciosa está viva!" - Alguien me miró de arriba abajo, con incredulidad y dijo: Hay que ver lo que hace el amor de una abuela.