domingo, 31 de julio de 2022

La Abuela.

Llamó la abuela muy enfadada. - "Te llamo por dos cosas: ¡Has tenido en tu casa al Cuerpo de Bomberos y no me llamaste!" - Estábamos en pleno incendio... - "¿Y qué? soy tu abuela" - Pero si salió en las Noticias... - "Segundo, ¿cómo está Pascualita? "- Un poco chamuscada y oliendo a sardina a la plancha... ¡Un momento! ¿Y yo qué? - "¡Eso digo yo! ¿Y tú qué? Tuviste a tiro a todos los bomberos del calendario. ¿Elegiste al futuro padre de mi bisnieto? ¡Dí! ¿Lo hiciste?... No te oigo... " - Pues... había tanto fuego... - "De eso se trataba: de fuego, de ardor... ¡¡¡Aaaaaaaaaaaaayyyyyyyyyyyyyyy que no hiciste nadaaaaa. Nada. NADAAAA!!!

A la abuela le dio un síncope. Lo sé porque escuche la costalada que se dio contra el suelo de mármol de Carrara de la Torre del Paseo Marítimo. Inmediatamente se puso Geoooorge al teléfono: - ¡¡¡Help, HELP!!! ¡MAYORDOMO SER INOCENTEEEEEEE!!! - ¡Tómate un té, Geoooorgbrexit! - Yes... El te ser bueno para inglés ... ¡snif!...

Mi primer abuelito me informó que, en la lista de personas a ingresar este día en el Más Allá, no figura la abuela pero sí una de las bolas de polvo que fue herida en el incendio. - Todos lo lamentamos, sobre todo Pompilio que no tendrá un calcetín de recuerdo porque no llevaba.

Desde el borde del acuario-puerta-lavadora, la sirena no me quitaba la vista de encima. Ella "sabía" que algo le había pasado a su amiga y me hacía responsable. Así que me puse las gafas de bucear por si me tiraba un buchito de agua envenenada. Entonces llamaron a la puerta. era Bedulio el municipal que, al verme de esa guisa, dio dos pasos hacia atrás... y rodó las escaleras hasta el último descansillo. Que despistado es éste hombre.

 

sábado, 30 de julio de 2022

Represalia.

De repente sentí un acuciante antojo de perritos calientes. - ¡Avemariapurísimaaaaa! ( la Cotilla, a la que había obligado a entregarme las llaves de MI CASA después del incendio, acababa de entrar ¡sin que yo le abriera!)

Viendo mi cara, mitad de asombro, mitad de cabreo, habló con la voz más angelical de su repertorio: - Hoy vengo con ganas de invitarte a comer ¿qué te parece, nenita? - Me parece que me ha engañado como a un chino y tiene un montón de copias de mis llaves ¡Ya me las está entregando ipso facto!

- Bueno ¿y qué te apetece, bobita de Coria? ¿Hamburguesas, perritos calientes...? - El caso es que se me hacía la boca agua y caí en su trampa. De todas meneras le salió caro el convite porque pedí para los presentes, por ejemplo mi primer abuelito. - ¡Pero si está...! bueno... ya sabes - ¿Y qué tiene que ver eso con el comer? ¡Mírelo, ya ha aparecido! Que guapo estás con éste sudario de helado de vainilla ¡y que rico! - ¡Nena, no me destroces el traje!

Sobrecogida,  a pesar de no tener la certeza de si el ánima del abuelito estaba presente o no, claudicó en comprarle un perrito caliente. A él se sumaron el árbol de la calle, la cristalera (por ambas caras), los comensales de la Santa Cena, aunque éstos se echaron atrás al oir la palabra: perrito. - ¡Salvajes! gritaron y como llevan dos mil años a palo seco se dieron con un canto en los dientes y a seguir ayunando,

Pepe el jibarizado dejó oir su OOOOOOOOOOOOOOOOOO No quería ser menos que los demás. 

Para Pascualita pedí dos docenas. Es tan tragona que se los comerá en un plis plás.

La Cotilla se hacía cruces. - ¿Piensas montar una tienda de perritos calientes? - Verá lo pronto que se terminan. - ¡Ah!, tienes la Solitaria ¿verdad? - Usted haga el pedido que de lo demás me encargo yo y con el miedo que pasaron con el incendio... - ¿Quiénes? - ... mejor que sobre que no que falte.

viernes, 29 de julio de 2022

Resultados del incendio.

Por una vez los vecinos me han dado la razón. - La nieta tenía razón (comentaban horas después de que se hubiera apagado el incendio que organizó la Cotilla al prender fuego a todas las velas, velitas y velones que encontró) - Bueno, bueno... tampoco me fiaría mucho de esa. Un día la escuché hablar con el árbol que hay junto a su balcón. - Quien esté libre de pecado... - ¿A qué viene eso? - Pues que tu hablas, gritas y te enfadas con la tele. - ¡Mi marido también! 

Luego los comentarios se decantaron por los que "tuvieron la suerte de salir en el telediario local" - Mi cuñada me llamó para decirme que ya podría haberme quitado las pinzas del pelo ¡Que jodía! Si hubiese sabido lo que iba a pasar... - ¿Os fijasteis en el Cuerpo de Bomberos? - ¡Toma, no! Este año compraré del Calendario sí o sí.

En casa aún sigue cayendo agua a la calle de la que se usó para apagar las llamas. Hubo unas cuantas bajas entre las bolas de polvo... ¡snif!... A Pompilio lo vi correr a esconderse bajo la lavadora con un calcetín, que no era mío, en las manos. 

Pepe el jibarizado está en schok. Las llamas le recordaron a las que había bajo la olla en la que lo guisaron sus captores. El pobre hipa entre O y O.

Los comensales de la Santa Cena pensaron que, por fin, comerían algo aunque fuera a la brasa pero, su gozo cayó en un pozo al recibir el cuadro el manguerazo de un bombero.

El árbol de la calle sintió muy cerca el calor del incendio y puso a todos los gorriones que lo habitan, a hacer pipí a modo de cortafuegos. Dice que eso fue lo que los salvó... De ilusión también se vive. 

¿Y Pascualita? Junto al nombre de Nefertiti de su acuario-puerta-lavadora, bailó una danza muy sensual como solo las medio sardinas saben hacer, implorando al dios Amón que lloviera a mares y así fue en cuanto llegaron los bomberos, enchufaron las mangueras hacia casa y la cristalera se abrió de par en par como una valiente.

jueves, 28 de julio de 2022

La Cotilla

 - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! Nena, vengo dispuesta a ganarme un millón de euros así que no me pongas, ni pegas ni impedimentos para ello. - Dios me libre, doña Cotilla. - Ni siquiera cuando encienda todas las velas, velitas y velones que traigo en mi bolsa, más los que quedan en mi cuarto porque... - ¡¡¡ALTO, QUIETA, PARADA!!! ¡Ni harta de chinchón voy a dejar que me queme la casa! - Con un millón de euros puedes comprarte varias casas, bonita. - Pero el millón será suyo y yo, que la conozco como si la hubiese parido, me quedaría en la calle. - Ahí tienes razón.

En menos de media hora vinieron a casa unos cuantos sacristanes de las distintas iglesias donde la Cotilla suele "limpiar" los cepillos, a pedirle que les devuelva algunas porque ha dejado a los Santos sin ellas. Dijo que nones. Alguno suplicó incluso poniéndose de rodillas, otros se enfadaron pero nadie consiguió nada. La amenazaron con denunciarla a los Municipales y le dio tal ataque de risa que, por poco, la manda al otro mundo. 

Mi primer abuelito apareció enseguida con aire preocupado y luciendo un sudario de penitente de tela de saco pura y dura. Me susurró al oído. - ¿Crees que ésta lianta se viene ya al Más Allá? - No caerá esa breva (repliqué) - y un sonoro suspiro demostró lo aliviado que se quedó el abuelito.

Los vecinos se arremolinaban en mi descansillo de la escalera y haciendo oír sus opiniones hasta que acabaron formando dos bandos: unos a favor de los sacristanes y otros a favor de la pobre ancianita "que solo tiene una ilusión en la vida y es llevar alegría a ésta casa, habitada por una majareta que tiene una pecera llena de plantas ¡y ningún pez! - ¡Déjala que encienda las velas, tía sosa! - ¿A ver qué daño hará esta pobre mujer por encender unas velitas?

¿Habéis visto el telediario?... Pues hemos salido en él.

miércoles, 27 de julio de 2022

Que odisea.

Me desperté a media noche pensando que algo había quedado a medias pero no lograba saber qué. Me puse nerviosa y no tuve más remedio que saltar de la cama para ir al baño, a oscuras... Me di tal castañazo en uno de los meñiques de los pies que se me saltaron las lágrimas y desperté a medio barrio con mis berridos.

Me llevé piropos de todos los colores, ninguno reproducible en boca de una señorita como yo. Y el golpe fue la catarsis que necesitaba para recordar. Corrí al balcón para hablar con el árbol de la calle que, en ese momento se estaba quejando a mi primer abuelito de la escandalera que yo había formado. - ¡Pero si ha levantado a todo el Más Allá! - ¿De quién ha sacado esos pulmones tu nieta? - De mi ex, sin duda. eran famosos en el barrio los rapapolvos que me daba cuando llegaba (ella) tarde a casa. Si preguntaba - ¿De dónde vienes? - Se desataba la caja de los truenos.

- ¡Hey! dejaros de cháchara que tengo algo que preguntarte, árbol ¿Qué quisiste decirme ayer con la palabra Crecepelo? - ¿Yoooooooooooooooooooo? ¿Dije eso? - Naturaca. - Por el rabillo del ojo vi acercarse, reptando, a Pascualita con cara de pocos amigos. Puede que se despertara con mis gritos...

¡¡¡AAAAAAAAYYYYYYYYYYY!!! - grité con toda la razón del mundo porque la sirena acababa de morderme el meñique lesionado y así desperté a la otra mitad del barrio.

Como pude fui hasta la cocina y bebí a morro media botella de chinchón mientras el dedito crecía y crecía adornado con un espectacular color morado. - ¡Qué dolooooooooor!

Se me cerraban los ojos ante un eminente coma etílico cuando me llegó la voz del árbol de la calle que, cabreadísimo, decía: - ¡CEREBELO! dije ¡¡¡CEREBELO, ATONTÁ!!!

martes, 26 de julio de 2022

Que poco aguante tiene el árbol de la calle.

¡Tengo cerebelo y yo sin enterarme! Pensaba que el árbol de la calle, que fue quién me habló de él, se equivocaba y quería decir cerebro y, como siempre está fardando de sabelotodo ¡Lo que me he reído! - No, mira, se dice así C.E.R.E.B.R.O. jajajajajajaja ¡No es tan difícil, cooooñe! 

Llegó un momento en que, harto, el árbol dio un golpe contra la acera con parte de sus raíces y tembló el edificio donde vivo. - ¡Vale, vale. Tampoco hay que ponerse así, jolines! 

 Poco después, en la radio dieron la noticia de que se había producido un seísmo de poca magnitud pero que se había sentido en Palma, concretamente en la barriada de Pere Garau y una finca había bailado boleros sin querer hacerlo: - Claro que (seguía la noticia) es un lugar donde suelen pasar (dicen) fenómenos paranormales. Hemos enviado a un corresponsal al lugar pero ha dicho que, con éste calor no está para sustos y ha solucionado el problema hablando con el Municipal Bedulio que lleva años sufriéndolo en sus carnes.

El sufrido agente ha preferido no alarmar al vecindario, que ya está curado de espantos, diciendo: - Mejor cambiemos de tema porque mis nervios me pedirán la jubilación antes de hora y no quiero perder dinero. - Pero... ¿la finca ha bailado o no? - Entonces ha llegado la respuesta más inesperada por parte del Municipal: - Vaya a la finca y pregúntele a ella. - ¿Quién es ella? - ¿Quién va a ser ¡La finca!

lunes, 25 de julio de 2022

A la playa tempranito.

Para conjurar el calor que está haciendo he ido a la playa tempranito pensando que sería la primera en llegar. Tan creída estaba de eso que llamé a IB3 (la tele local) para que vinieran a grabar el acontecimiento: ¡Una mallorquina es la primera en pisar la arena, fresca y limpia, de la playa de Can Pere Antoni! no una alemana, inglesa, colombiana, peruana... No, no. ¡Una palmesana!

Nunca sabré si se cortó la comunicación o cortaron los de la tele pero el caso es que me dejaron con la palabra en la boca y pensé ¡Que eficaces. Ya van para allá!

Preparé un buen bocadillo de tortilla de patatas congelada que trajo el otro día la Cotilla del contenedor del Súper. Metí una botella de agua fresquita en la cesta. Unas frutas, la toalla, la Nivea, las gafas de bucear, un libro para hacerme la intelectual, una cuadernillo de pasatiempos, un boli, la sombrilla, la silla plegable, la esterilla para poner bajo el pareo en la arena, las gafas de ver, las de sol... ¡Y un sombrero de payés!

Fue al cargar con todo cuando me di cuenta que necesitaba un borrico que me lo llevara hasta la playa. En otro tiempo hubiese dicho un taxi pero en verano, en Palma, están todos a la caza y captura del ¡¡¡RICO TURISTA RECIEN LLEGADO A LA ISLA, OIGA!!! 

 Así que no me quedó otra que salir haciendo malabarismos para que no se me cayera nada. Cuando, casi una hora después llegué a la playa la gente que la llenaba me tomó por una fuente-surtidor (por la cantidad de sudor que desprendía) que el Ayuntamiento iba a colocar en el Paseo Marítimo pero, al ver que bajaba hasta la arena, donde ya no había sitio para poner la toalla, se montó una protesta colectiva por lo "Feo que era el artilugio"

Y lo peor fue que tuve que regresar a casa andando, a pleno sol, sin poder beber agua porque si desmontaba el tinglado que llevaba a cuestas no podría volver a montarlo... Menos mal que no vino la tele.

sábado, 23 de julio de 2022

Por ayudar...

Estoy refugiada en casa, sin poder salir al balcón, porque una pareja de gorriones me ha declarado la guerra. Sobre todo ELLA. Menuda pájara está hecha la muy jodía.

Y todo por ser amable y hacer lo que hubiera hecho una persona de bien como yo. Vi que habían puesto un huevo sin haber terminado el nido. - Pobrecitos (me dije) - Y salí a comprarles un nido prefabricado. Lo coloqué en la rama donde viven, lo llené de ramitas y puse el huevecillo en todo lo alto.

Sintiéndome más feliz que una perdiz por la buena obra hecha, entré en casa para celebrarlo con un chinchón on the rocks y al salir, de nuevo al balcón la citada pareja, en vuelo rasante, me atacó como si fueran misiles... Ahora tengo un ojo morado.

Miré el nido ¡estaba vacío y las ramitas esparcidas por la acera. - ¡¿Qué ha pasado aquí?! (me pregunté en voz alta) - ¡Eres una metementodo! (gritó el árbol de la calle) ¿Te han invitado a decorar su hogar? ¿No, verdad? Pues vive y deja vivir. ¡Que disgusto les has dado a la parejita. - Era por ayudar...

Ahora estoy en casa, con la cristalera y las ventanas cerradas y sudando la gota gorda. Que suspicaces son esos pájaros... y los demás. Todos protestan por el calor que hace. Hasta Pepe el jibarizado le caen las gotas de sudor por el ojo-catalejo - ¡¡¡OOOOOOOOOOOO!!! (dice, enfadadísimo)

En lo alto de las cortinas del comedor, mi primer abuelito me aconseja que solvente la situación con los gorriones o no volverá hasta que lleguen los fríos. - ¡Hace más calor aquí que en el Infierno! - ha dicho antes de desaparecer mojado de sudor como un pollo.

Finalmente, y a sabiendas que debo doblegar mi orgullo a pesar de tener razón, he sacado un pañuelo blanco para parlamentar y en son de paz. La discusión ha siso larga y hemos llegado a un acuerdo que me va a salir caro. He prometido que no me inmiscuiré en la vida de los gorriones y que ¡todas las mañanas tendrán ensaimadas para desayunar! ¡Me voy a arruinar! Y encima, tengo la sensación de que el Juez, o sea el árbol de la calle, no ha sido imparcial pero ni tanto así ¡Ah,! y encima, tengo que escucharle toooodos los días cuando cante como hace ahora con El negro zumbón: ¡Ya viene el negro zumbón, bailando alegre el bayón, replica la zambomba, llama a su mujeeeeer..... ¡Teeeeeeego ganaaaas de bailar el nuevo compás...

 

jueves, 21 de julio de 2022

Record de ventas.

 El alcalde del barrio me ha llamado para felicitarme, en primer lugar, - Por ser la primera vecina de barrio obrero en estudiar una carrera en la prestigiosa universidad de Oxford... Y dígame, señorita ¿Qué carrera fue esa? - Como no fuera la de las medias (contesté sin pensar) 

Un silencio que se prolongó más de lo debido, me obligó a intentar rectificar la respuesta: - ¿Está usted ahí, señoría? jejejejejeje Lamento que no haya captado la fina ironía que me caracteriza desde que mi madre me quitó el paquete. - ¿De... cigarrillos? - ¡No, hombre! ¡El pañal! jajajajajajaja

Me daba perfecta cuenta de que iba metiendo, cada vez más, la pata pero no sabía como salir de ese  charco. Gruesas gotas de sudor bañaban mi cuerpo mientras me preguntaba ¿qué estoy haciendo?

La voz del Alcalde de barrio sonó tímida. - Debe perdonarme... Yo estudié en el instituto de aquí... La ironía no es mi fuerte, por eso estoy admirado de lo bien que la maneja usted. No me extraña que le dieran un premio especial que le entregó la propia Reina de Inglaterra: - ¿Ah, sí? (ahora la estupefacta era yo) - Jajajajajajaja ¡ya le voy cogiendo el tranquillo, señorita! ¡que inteligente es usted! - Si hay fotos de ese acto me gustaría tener una copia. - Jajajajajajajaja Por cierto, hablando de fotos. Gracias a la que le hicieron ayer en su casa se han vendido todos los periódicos. Los encargados de organizar las Fiestas del Barrio se lo agradecen. Encontrará un periódico en su buzón de Correos. Que tenga un buen día.

Llamé a la abuela: - ¿Cuándo me dio el premio especial la Reina de Inglaterra? ¿Lo tienes tú? ¡Lo quiero en mi casa, ya! - La abuela colgó diciendo: - ¡Que cruz tengo contigo!

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaaa! jajajajajajajajaja. ¡Que bien le sienta el título a ésta foto tuya, nena: ¡CON EL CULO AL AIRE!


miércoles, 20 de julio de 2022

Será portada.

Esta mañana, los comensales de la Santa Cena, han amanecido en calzoncillos ... de moda en sus tiempos. Al verlos de esa guisa me ruboricé - ¡Por favor, señores, que soy una señorita! -  No se dieron por aludidos pero yo sabía que había que poner freno a tanto ´"desenfreno" o podía pasar algo contra natura... - A ver, el ricachón de las treinta monedas, ves a comprar un ventilador o calzoncillos decentes ¡Menuda pinta lleváis todos! - Perdona, ex estudiante de Oxford, pero llevamos puesta el último grito en moda interior masculina. - ¡¿Eso?! (señalé sin mirar mucho) Parecen pañales de bebés de principios del siglo veinte. - Pues son del Primer siglo ¡lista!

El árbol de la calle dio un toque en la cristalera del balcón. - Vienen a verte las Fuerzas Vivas del Barrio. Arréglate un poquito, hija, que vas echa unos zorros. Tu abuela puede esperar sentada a que le llegue el bisnieto. Como no se lo traiga Seur...

Sonó el telefonillo. - ¡Ya está aquí y en unos segundos llamarán al ascensor ¡Corre, nena, que te pillan en bragas! - ¡No me había vestido! 

Batí recórds para cambiarme, tapar el cuadro de la Santa Cena con una toalla de playa, buscar a Pascualita bajo los muebles y meterla en el acuario y taparlo también, peinarme, pintarme los labios,,, aunque, con las prisas, se corrió la pintura... un poco. - ¡¡¡Madredelamorhermoso!!! gritaron las dos partes de la cristalera. Y encontré hiriente el comentario del "sabiondo" árbol de la calle que dijo: - De donde no hay, no se puede sacar...

Abrí la puerta a las Fuerzas Vivas del Barrio a quienes acompañaba un fotógrafo. - Pasen, por favor, - Y me volví para enseñarles el camino hacia el comedor. Entonces sonaron varios ¡¡¡OH!!! a la vez. Me volví mientras sonaba el clic de la máquina de fotos. El fotógrafo dijo: ¡Mañana saldrá en portada!

Miré de reojo en el espejo de la entrada. Con las prisas pensé que estaba metiendo la blusa  dentro de la falda pero no. ¡Metí la falda dentro de las bragas!

 

 

martes, 19 de julio de 2022

Un día feliz.

Mi primer abuelito apareció de pronto precedido por un trueno que nos dejó a todos espantados. - ¡¿También celebran Las Fallas en el Más Allá?! Menudo susto me has dado. - Es que me apetece celebrar con bombo y platillos... Escucha: ¡¡¡CHIN, CHIN, CHIIIIIN!!! , que mi nieta, o sea tú, es una antigua alumna de Oxford. No veas el cabreo que tienen ahora los muchos profesores de los demás colegios ingleses importantes, que están en el Más Allá, porque no elegiste sus Centros y, como puedes suponer, estoy muy orgulloso de que seas MI NIETA.

Unos lagrimones como puños cayeron de mis ojos por la emoción de sentirme querida y valorada por primera vez en mi vida, rebotando en el suelo y esparciéndose por las paredes. Montado un fantástico juego de aguas hasta que el árbol de la calle rompió la burbuja de la ilusión. - Esta gente vive en los Mundos de Yupy jajajajajajaja ¡Que gracioso es tu primer abuelito además de elegantísimo!

- ¡Calla, Pepito Grillo! - ¿Grillo? ¡Con lo bien que canto! A ver, niñas... ¿Preparadas? - Todas la hojitas dijeron que sí y entonaron el Brindis de la Traviatta. Fue precioso ver como todas seguían el ritmo moviéndose al compás. Es cierto que muchas cayeron a la acera donde, más tarde, fueron barridas por la Escoba Municipal pero se fueron contentas de éste mundo.

Cuando me fui a dormir escribí en un bloc hecho con la parte de atrás de las cuentas del supermercado: Hoy ha sido el mejor día de mi vida.

 

 

 

 

 

  

lunes, 18 de julio de 2022

Oxford.

Teniendo en cuenta la poca ganancia que obtuve de mi cuaderno de notas escolares (50 céntimos), no pensé que fuera a tener tanta repercusión. Encuentro mis calificaciones por donde paso. Sobretodo por mi barrio. 

El "figura" que lo compró hizo un montón de fotocopias y aparecen pegadas en las paredes, incluso en los troncos de los árboles y en las ramas, que dan a mi balcón, del árbol de la calle.

La gente me señala por la calle, algunos me han pedido un autógrafo. Incluso uno me dijo que era un ejemplo, DE MAL ESTUDIANTE, para sus hijos que le habían prometido que se esforzarían al máximo para superar esas notas.

La abuela me ha llamado: - "Nena, si te preguntan si eres mi nieta di que no" - Pero... - "Me ha costado que mis amigas millonetis me creyeran pero lo he logrado: Les he dicho que estudiaste en Inglaterra, en la universidad de Oxford y que la coincidencia del nombre y apellidos entre tú y la del cuaderno de notas es eso, pura coincidencia. Así que ya lo sabes ¡Oxford! Por cierto, he tenido que amenazar a Geooooorge con el despido si sigue riéndose cada vez que sale a relucir el nombre de la Universidad"

Mi primer abuelito, envuelto en un sudario con forma de toga universitaria de tela tornasolada, me ha consolado diciendo: - En el Más Allá hay muchos profesores de ese sitio y me han dicho que, si hace falta, darán buenas referencias tuyas. - Pero si no he ido... - ¡Y qué más da! Están muertos. 

 

domingo, 17 de julio de 2022

Menuda tiparraca.

No me quedó más remedio que llamar a la abuela- Así que era mentira que se hubiera perdido mi libreta de notas del colegio ¡La tenías tú! Y ahora todo el mundo sabe que no eran muy buenas porque la maestra me tenía tirria pero, claro, esto no lo pusieron. - "No te eches flores que no cuela" - ¿Y ahora qué hago? En casa se ríen de mi... A la Cotilla acabaré tirándola por la ventana...

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaa! Mira ¡dos euros! Esto es lo que me han dado por tu libreta escolar. He tenido que negociar como una jabata porque la querían gratis. - ¡¿La ha vendido?! - Si en ese momento me pinchan, no me sacan sangre ¡.Menos mal que, finalmente, pude articular palabra y dije, muy digna. - Ya me está dando la mitad de la ganancia ¡Quiero mi euro!

Después de mucho tira y afloja, conseguí que me diera cincuenta céntimos... Menos da una piedra.

Para comer abrí el último bote de albóndigas que quedaba en la despensa. La Cotilla comía a dos carrillos. - Respire, mujer. Al final le caerá mal. Ah, y a vomitar, a la calle.

Fue en plena subida de los ciclistas del Tour al Tourmalet cuando la vecina me despertó entre arcada y arcada. - Estoy... muuuuy malitaaaa. Aaaayyyyyy me duele la tripaaaaa. Voy a vomitaaaar. - ¡Ni se le ocurra! - Pero no me hizo caso y se le ocurrió.

Corrí al teléfono, pedí un taxi y a la telefonista le dio un ataque de risa. - Antes le mando un novio millonario que ¡un taxi nada menos! jajajajajajaja O están en el aeropuerto o en el puerto, a la caza del turista. Los clientes mallorquines son para el invierno.

Llamé a Bedulio y después de amenazarlo con una visita de mi primer abuelito, consintió en llevar a Urgencias a la Cotilla en un coche patrulla.

De madrugada me llamó Bedulio: - Hemos trasladado a la Cotilla a los calabozos del cuartel por decisión médica. Desde su ingreso en la clínica han empezado a faltar cosas y son varios los testigos que la han visto meter lo robado... - ¡¡¡ESA BOCAAAAAAAAA, BEDULIO!!! - se oyó protestar a la vecina.


 

sábado, 16 de julio de 2022

L"La joya"

La Cotilla salió de "su cuarto" como ella dice, blandiendo un librito: - ¡Mira lo que he encontrado, boba de Coria! ¡Una joya! - ¿Dónde estaba? - En uno de los cajones del cantarano de tu abuela. - ¿Y quién le manda mirar en cantarano ajeno? - El aburrimiento. - Si es una joya ya me lo está dando porque será familiar. - Familiar sí que es. Pero no te la devolveré hasta que haya hecho una copia. - ¡Menuda jeta!

No hubo manera de que diera su brazo a torcer y yo estuve a un tris de retorcerle uno. 

Ya, harta de hablarle de la propiedad privada, conseguí que me dijera qué era el tal "tesoro" - Tus notas del colegio. ¡Eras un ceporro! - ¡¿QUÉ?! 

Quedé estupefacta, momento que la Cotilla eligió para salir por pies escaleras abajo.Solo el choteo general me sacó de mi estupor. La cristalera se abría y cerraba entre carcajadas. El árbol de la calle cantaba a voz en grito: ¡Tonta, pelá, que te pican los mosquitos, dile a tu mamá que se compre un sombreritooooo. Ya me lo ha comprao y me está chiquitito ¡¡¡TONTA, PELÁ!!!

La que más parecía disfrutar era Pascualita que, ponièndose en plan Reina-faraona.Nefertiti, hacía gestos de degollarme entre salto con doble tirabuzón en su acuario-puerta-lavadora y vaciado de agua sobre el suelo del comedor.

¡Maldita Cotilla, hoy más que nuncaaaaaaa!

 

viernes, 15 de julio de 2022

¿Mala memoria?

Esta mañana pensé que encontraría las llaves de casa de la Cotilla en el taquillón de la entrada pero no estaban. Me volví hacia el interior del piso y dije urbi et orbi: - No estoy para bromas ¿Quién ha cogido las llaves de la Cotilla? - Escuché murmullos provinientes de todos los rincones, incluso el OOOOOOOOOOOOOOOO irónico de Pepe el jibarizado.

- Hablo en serio. Como me enfade será peor para vosotros. - ¡A mi que me regiiiiiistren!- Canturreó la cristalera del balcón siendo imitada por su hermana exterior: - ¡Y a mííííí! - Los comensales de la Santa Cena no podían aguantarse  la risa: - ¿Acaso he contado un chiste? Pues no era es mi intención ¡Venga, ya estáis sacando las llaves! 

Desde lo alto de la lámpara me llegaron las risas de mi primer abuelito: - Jajajajaja Que  graciosa eres cuando quieres! ¡Me encanta tu sentido del humor, nena! Mira, hasta mi nuevo sudario se parte de risa. - Hasta lágrimas como puñosle caían al sudario de terciopelo atigrado.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaa! Se te oye desde la calle ¿Con quién discutes? ¿Con el árbol de la calle? jajajajajajaja ¡Mira que eres guasona! - Cotilla, no me baile el agua ¿Qué hace aquí? - Es la hora de comer... - ¿Y cómo quedamos ayer? - ¡¿Ayer?! cualquiera sabe. Últimamente tengo mala memoria... - ¿Y las llaves? - En mi bolso ¿dónde quieres que estén? Anda, vamos a comer que luego empezará la etapa del Tour y hay que aprovecharla para  disfrutar de una buena siesta.

 

jueves, 14 de julio de 2022

La Cotilla tiene un problema.

 Sonó el teléfono. Era el señor Li. - Hola, boba de Colia. ¿Estal señola Cotilla en tu casa? - Pues, no... - Y colgó. Poco después estaba en mi rellano. - Yo venil a vel si sel veldad que señola Cotilla no estal aquí. - ¡Pero si antes le he dicho que no! - Pelo yo no cle.el polque tu decil mentilas a mi. - ¿Yooooooo? ¿Cuándo? - Decil a Li que no tenel gambas goldas aquí ¡y sí  tenel!

La conversación estaba tomando unos derroteros que no podían traer nada bueno y cambie el tema: - ¿Para qué quiere a la Cotilla? ¿Qué le ha robado ésta vez? - Yo quel.lel que tlabajal pala mi. - Vaya... - Así ella no lobalme más y vigilala a otlos ladlones polque ella también sel chivata. - ¿Y le va a pagar por eso? - ¡Cla.lo! - Le advierto que yo también sé chivarme, señor Li.

Pero no me hizo caso. El quería a la Cotilla. Las hay con suerte. 

Cuando vino a comer le dije que el señor Li quería hablar con ella. - ¡Que pesado! Está empeñado en pagarme un buen sueldo y estoy cansada de decirle que no. - ¡Por qué, alma de cántaro! - Sabes que me gusta recoger las cosas que la gente deja olvidadas cerca de las tiendas y si trabajo para él, no podré hacerlo ¡y se lo llevarán otros! 

Entonces se me encendió la bombilla: - ¡Y Hacienda sabrá lo que gana! y tirando del hilo sabrá que tiene un piso-patera en invierno que se convierte en turístico en verano ¡y no cotiza...! - ¡Calla, jodía, que te van a oir! - Y del que yo no saco tajada y encima vive gratis aquí. 

De un tirón le quité el plato de fabada asturiana que se estaba comiendo. - ¡Venga, desfilando hacia el 4º piso y deme las llaves de MI CASA!

Fue a protestar pero no la dejé. Tampoco hizo ademán de levantarse de la silla pero la escuché murmurar: -  Ya sabía yo que el señor Li buscaba mi ruina ay, ay, ay...Pero si no tengo edad de trabajar, le dije... 

Mientras recogía la mesa me llegó la voz de la Cotilla, fuerte y clara, desde la salita: - Date prisa, nena, que empieza el Tour ¡y trae el chinchón on the rocks que la fabada me ha dado sed!.

Pero ésta mujer... de qué va.


 

miércoles, 13 de julio de 2022

¡Tramposa!

 La Cotilla ha entrado en casa como una exhalación camino de su cuarto. - Buenos días ¿Esa sana costumbre de saludar la ha vendido en el trapicheo? (dije con retintín) - No estoy para bromas, boba de Coria ¡NI PARA NADIE! - Vale, señora marquesa (me incliné ceremoniosamente mientras ella entraba y salia del cuarto cargada de...) - ¡Ni se le ocurra montar un altar para los Amigos de lo Ajeno! - Tengo que hacerlo. Necesito protección porque han querido lincharme. - ¿La mafia china? - ¡Mis clientes!

Después de colocar velas, velita y velones al rededor de una foto de su gurú, Bárcenas, corrió a atrancar la puerta de la calle y la cristalera del balcón. - ¡Abra, que hace calor! - Son capaces de trepar por el árbol y entrar por aquí. - ¿Qué les ha hecho? - ¿Yooooooo? Nada. 

Me asomé a la ventana y vi que gente muy enfadada se congregaba en la acera. - ¡Anda! no son chinos... - ¡Quítate de la ventana! - Una potente llamarada iluminò la salita cuando las velas se encendieron casi a la par. - ¡¡¡COTILLAAAAAAAAAA!!!

El calor en casa era insoportable y tomé una decisión drástica: cogí el barreño-puerta-lavadora de Pascualita y, después de meterla en un bolsillo y coger el barco hundido, lo vacié sobre el puñetero altar.

La Cotilla, frenética, saltaba como si le picara un avispero entero: - ¡Pobre de mi! ¡No lo haré más aunque no llegue a fin de mes! ¡¡¡BUUUUUAAAAAAAAAAAAA!!! - Ve como sí ha hecho algo pero ¿QUÉ? - Lo que se hace en tiempos de ... crisis... ¡subir los precios y acaparar! 

Corrí al balcón y grité: - ¡Subid a por ella! - En ese momento llegó Bedulio con los Municipales. También apareció mi primer abuelito que, sin que Bedulio lo notara, le fue dictando las palabras justas para evitar un conflicto. Parecía Castelar. Hasta él estaba asombrado de su, recién estrenada oratoria.

Mientras Pascualita, incómoda en el bolsillo, saltó al exterior cayendo en el pecho de la Cotilla. Menudo poderío tiene ahí ahora. Unas tetas descomunales que dan hasta sombra.

martes, 12 de julio de 2022

Agua es agua dice la Cotilla.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! ¿A qué no sabes de qué me estoy acordando ahora, boba de Coria? jajajajajaja - Cualquiera sabe... - De Ataúlfo. - ¿Un rey godo? - ¿Quiéres decir GORDO? - Quiero decir lo que he dicho. ¿Y quién es el tal Ataúlfo. - Fue. El pobrecillo, fue... ¡snif!...  - La Cotilla se secó una lágrima, sorbió los mocos y, sin más me acusó de su muerte. - ¡Aaaaaah, no.  Eso sí que no. Yo no me he cargado a nadie en cambio no puede decir usted lo  mismo ¡ni mi abuela! 

Ataúlfo era un hermoso pececito rojo que encontré cerca de una tienda de animales... - Ya me extrañaba que lo hubiese comprado. ¿Y qué hacía el pez "cerca" de esa tienda ¿tomar el aire? - Menos guasas. Lo cogí pensando que disfrutaría mucho viviendo en tu acuario infravalorado en el que solo tenía plantas ¡Para eso se han echo las macetas, jodía! Anda que no lucía Ataúlfo y no esas lechugas remojadas... Pero algo le hiciste porque duró ná y menos el pobre.

- ¡Ahoooooora me acuerdo del pececillo! Le dije que no lo metiera porque el agua era de mar y su Ataúlfo era de agua dulce. No eran compatibles. (ni con Pascualita que fue la que se lo merendó) - ¡Esto son tonterías! El agua es agua. - Y se marchó, furiosa, a sus trapicheos.

A la hora de comer seguía de morros. - Pues sí que le dura el cabreo... - Era mi amigo. - ¿Wenceslao? - (dudó un poco pero dijo) Sí... - ¿O era Torcuato? - Esto... el que has dicho antes... - ¿Carlos Alberto? - ¿Un nombre compuesto? creo que no... Ha pasado tanto tiempo... - ¿Ataúlfo? - ¡¡¡ESE!!! - Ande, beba un poco de agua, mujer, a ver si se aclara.

Por poco echa la primera papilla porque el agua que le puse era la de Pascualita: ¡de mar!

- ¡¡¡PUAAAAAAAAAAAG!!! ¿QUIÉRES MATARME, BOBA DE CORIA? - Y le contesté: EL AGUA ES AGUA, COTILLA.

lunes, 11 de julio de 2022

El baile de San Vito.

La casa tenía el baile de San Vito. El tembleque iba cobrando intensidad a menudo que pasaban los segundos y el repiqueteo de lámparas y figuritas, platos, vasos ... terminó por despertarme del todo. 

Abrí los ojos y todo estaba oscuro sin embargo, tuve la sensación de que era observada y no me gustó. - ¿Abuelito... ? - No contestó. - La soledad nocturna metida en la boca de un lobo con Parkinson no es agradable y me tapé la cabeza con la sábana.Me sentí "protegida" hasta que Pepe el jibarizado lanzó su OOOOOOOOOOOOOOOOO más lúgubre. - ¡Calla, jodío!  (clamé sumergida en sudor) La voz del abuelito apareció, de pronto, en mi cerebro: - ¿Me has llamado? - ¡Jesús, María y José. Que sustoooo! 

Me dio una explicación que toda nieta espera de su abuelito: - Lo primero que quiero decirte es que, en el Más Allá, también dormimos: - ¡Ah! no lo sabía. Pensaba que me espiabas... ¿Sabes porque se mueve la casa como si le hubiese dado un telele? - Por simpatía. - Pues no me parece nada simpático sino preocupante. Se puede venir abajo. - Por simpatía con el árbol de la calle que tiembla desde que, en su cabeza se desarrolló la idea de lo que quiere decir INVASIÓN.

- ¿Y estoy despierta y asustada por una tontería del árbolito de las narices? (me enfurecí) - En ese momento el abuelito se dejó ver iluminando la habitación como una discoteca sesentera y supe por qué me sentía observada: un montón de ojos me rodeaban, empezando por los de los comensales de la Santa Cena que se habían bajado del cuadro, asustados perdídos. Estaban raros porque seguían teniendo la misma pose de siempre. Claro, después de más de dos mil años así, es difícil que el cuerpo cambie de postura.

Los demás ojos eran de las bolas de polvo; de un montón de hojitas del árbol; de las frágiles bailarinas de Madagascar y que Pascualita (que no me miraba a mi sino a ellas) comía como si fueran chuches

 

domingo, 10 de julio de 2022

Invasores.

La semilla de jazmín de Madagascar no vino sola. El alcorque del árbol de la calle se ha llenadode  pequeñas y etéreas bailarinas que se mueven mecidas por la brisa que sopla del mar ésta mañana.

El platanero está ufano. No cabe en sí de gozo. Se siente importante al haber sido elegido por esos pequeños y delicados seres. Canta sin parar y yo me pregunto: ¡¡¡¿QUE HEMOS HECHO LOS DEMÁS PARA MERECER ÉSTE TORMENTO!!! - ¡Calla ya, jodío! - le he gritado desde el balcón pero no creo que me haya oído. Me rio yo de la voz de Plácido Domingo, madre mía.

Mientras la Cotilla y yo comíamos un plato de fabada de bote. a través de las cataratas de sudor que corrían por mi cara, me fijé que una bailarina se había instalado en el cuadro de la Santa Cena. - ¿Qué hace ese bicho ahí? (preguntó la Cotilla, que también la vió) - Es una semilla. - Me da a mi que se están tomando muchas libertades... - Que mal pensada es usted. - Piensa mal y acertarás, dice el refrán.

De la cocina me llego la voz de Pepe el jibarizado, algo cambiada. En lugar del OOOOOOO de siempre, decía algo así: - ¡OOOOOCHISSSSSS! - Pensé que era raro que una cabeza decapitada se constipara y fui a ver qué le pasaba. Una semilla de jazmín de Madagascar se había instalado en su ojo-catalejo y le hacía cosquillas con sus plumitas. Un considerable caudal de líquido caía desde su estantería hasta el suelo llenando el suelo de la cocina... ¿moco o lágrimas?

A media mañana una furgoneta de Parques y Jardines se paró a contemplar el alcorque del árbol de la calle atestado de semillas. - Menuda invasión turística tenemos éste verano en Palma. Esto está a tope. Cuando nos demos cuenta, en lugar de éste árbol crecerán jazmines de Madagascar y estaremos encantados hasta el verano que viene. cuando nos demos cuenta de que ya no tendremos la sombra del platanero.

 

sábado, 9 de julio de 2022

Embajadora de Madagascar.

Llegó volando con la levedad de una plumita de edredón sueco. Un ¡ooooooooh! admirativo salía de las gargantas más variopintas, a su paso, al tiempo que los ojos se abrían desorbitados por la admiración que causaba.

Pascualita y yo, sentadas en el suelo del balcón, la vimos venir como si se tratara de la mismísima Campanilla. Se paró a una distancia prudencial de nosotras y dijo con voz cantarina: - ¡Hola! Soy una semilla de jazmín de Madagascar.  ¡Hola! (susurré impactada por su personalidad) 

El árbol de la calle, tan grande, tan fuerte, tan tragón, tan... tímido en esos momentos, dejó escapar un ruidoso suspiro e, inmediatamente, cantó El brindis de la Traviata a pleno pulmón.

Uno de los comensales de la Santa Cena preguntó: - ¿Está lejos Madagascar? - Lejísimo. Soy una embajadora plenipotenciaria de mi país. - ¿Vienes a invadirnos? - Se podría decir que sí... - Empieza por mi, guapa (el árbol de la calle estaba lanzado) Elige la rama que más te guste y acoplate a ella.

A mi me subieron los colores a la cara. De repente llovía sobre mi... Eran las babas del abuelito que salían de su boca por tenerla abierta de par en par. - ¡Vale, ya, que no hay para tanto! (yo estaba celosa) - Mientras, la semilla se dejaba querer dando pasos de ballet como si fuera la genuína Paulova.

Un silbido admirativo por parte del Viento, que acababa de descubrir a la semilla,  dio al traste con la "fiesta". Ella, tan frágil ante la fuerza del vendaval, salió despedida hacia nosotras cayendo en la boca de Pascualita que se abrió y se cerró a la velocidad de un parpadeo.

 

viernes, 8 de julio de 2022

Trágico encuentro.

La Mafia china vigila mi casa para pillar a la Cotilla, supongo, pero no ha aparecido por aquí. Yo los miro desde el balcón mientras, junto a Pascualita, desayunamos cola cao con tostadas con aceite. He metido a la sirena y su taza, en un barreño porque a ésta le da igual desayunar en el Palacio Real que en medio del desierto del Sahara. Ella tiene que tirarse de cabeza en la taza y poner perdido todo lo que está a su alrededor.

El árbol de la calle está manchado de cola cao, el balcón, yo y, por supuesto, los chinos porque estaban debajo. Afortunadamente no creo que hayan visto a Pascualita, solo me faltaba tener por aquí al señor Li en busca de gambas gordas.

Mientras lo pensaba apareció en mi calle el señor Li, a todo correr, gritando: - ¡¡¡Boba de Coliaaaaaa. Yo sabel que tu tenel gambas goldaaaaaaas!!!

Le encargué al árbol de la calle que lo entretuviera mientras ponía a Pascualita a salvo aunque no sabía dónde. Y vaya si tuvo entretenimiento el eñor Li. Cuando estaba a punto de pasar junto al árbol éste dejó caer una rama al suelo. El pobre hombre dio tal salto que a punto estuvo de subirse al balcón.

Mi primer abuelito aplaudió entusiasmado: - ¡Este tío acaba de inventar una nueva manera de jugar a baloncesto encestando a los jugadores en lugar de la pelota!

Escondí a Pascualita en el cuadro de la Santa Cena, entre los pliegues del mantel. Eché una ojeada y todo iba bien, la sirena no se veía pero, uno de los comensales, cansado del largo ayuno de dos mil y pico de años, le pegó un pellizco a la cola de sardina, supongo que dispuesto a probarla pero se encontró con la dentadura de tiburón saliendo a pasear y chocando contra su nariz que, de un bocado, desapareció entre los afilados dientes.

Nunca nadie ha cantado una saeta con tanto sentimiento (eso me parecieron sus lamentos) ni ningún elefante ha tenido una trompa taaaaaaan grande...

jueves, 7 de julio de 2022

POMPILIO NO DEJA DE TRABAJAR.

 Desde la Torre del Paseo Marítimo no paran de llamar por teléfono. - "¡Ven a buscar a lo que sea ese Pompilio que nos está dejando sin calcetines!" - ¡Plis, boba of Coria! ¿dónde estar mis bonitos brithis calcetines? - Emplea los que te quedan como, por ejemplo, bolsita del té. Geoooorbrexit.

También Andresito estaba de los nervios: - ¡Nunca había pasado una cosa así en mi casa! Tengo los calcetines desparejados y dice tu abuela que tienes la culpa ¿Es verdad eso? - ¡Claro que no! ¿Me has visto con una pata de palo? - Tuvo que reconocer que a la abuela le afectaba el chinchón de media mañana.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaa! Tu abuela no para de llamarme para hablarme de calcetines. No he querido decir nada pero creo que ya tiene la cabeza a las cuatro de la tarde. - Le desaparece un calcetín de cada par... - ¡Como me pasó a mi una vez!... ¿Será un nuevo virus? ¡Lagarto, lagarto!

Aprovechando que sale el Tour de Francia por la tele, la Cotilla y yo comemos antes para ver, de pe a pa, como sudan los pobres ciclistas. Es un anestésico que no falla. Dos minutos después dormimos como benditas y, con un arte que no se puede aguantar, nos despertamos media  hora antes de que lleguen a la meta y disfrutamos del sprint del día.

Después la vecina se va al trapicheo pero, esta vez, llamaron a la puerta y se escondió. En el rellano había tres chinos del señor Li. - Nosotlos venil a buscal calcetines... - ¿Ah, sí? - Señola Cotilla lobal de tienda chinos. - ¿Ah, sí? - ¿Tu sel tonta o no sabel hablal? 

Los eché con cajas destempladas. La Cotilla salió enfadadísima de su cuarto - ¿Has visto que lengua tan sucia tiene ésta gente? Me trata de ladrona cuando lo que he hecho ha sido recoger del suelo un paquete abandonado. - Pues creo que el señor Li piensa preparar, esta tarde, rollitos de primavera y todavía no sabe de qué rellenarlos. 

Mientras corría escaleras bajo con sus patas de alambre, la oí gritar. - ¡¡¡QUE JODÍA ERES, BOBA DE CORIA!!!

 

 


miércoles, 6 de julio de 2022

Acto de rebeldía.

 He llevado a Pascualita a la Torre del Paseo Marítimo. Ha sido un acto de rebeldía ante la negativa de la abuela de pagar parte de la manutención de la sirena. Pero no hemos ido solas, Pompilio nos ha acompañado.

Pascualita ha viajado en su termo de los chinos, bastante apretada por los rollitos de Primavera que le salieron en la cintura durante la pandemia.

En cuanto la abuela me ha visto ha torcido el gesto, - Geooorge, dile a mi nieta que tengo visitas. - Madame decir que... - Geooorge, dila a mi abuela que pague. - Madame decir que... - Geooorge, dile a mi nieta que no me chantajee o tu la echarás de ésta casa. - Las cejas del inglés se levantaron hasta la raya del pelo. - ¿Mi, madame?... (no salió muy airoso su tono de voz)  -  Geoooorge, dile a mi abuela que mi primer abuelito está volando, ahora mismo, sobre la hermosa lámpara de éste salón ¡Haz tintinear las lágrimas de cristal, abuelito! - Dicho y echo. La larga cola de seda dorada del nuevo sudario las rozó y su agradable campanilleo tuvo el efecto de hacer desaparecer la sangre de sus caras.

- "¡Vale, valeeeee.! ¡Toma, veinte euros y vas que chutas!" - ¿Quiéres ver como se abren y cierran los cortinajes del salón? - ¡Madame, yo no querer verlo! - "¡Toma cien euros y estamos en paz!" - Hale, hasta el mes que viene. Y para que no se te olvide Pompilio pasará sus vacaciones en ésta casa. - "¿Quién es Pompilio?"  - ¡¡¡MADAME, ALGUIEN QUITAR CALCETÍN... DEL PIE!!! - El duende al que no le gustan los calcetines emparejados.

martes, 5 de julio de 2022

Pillado in fraganti.

He llamado a la abuela. - Dile que se ponga, Geoooorge. - Madame decir que no estar. - ¿Tú no has hecho nunca palmas con las orejas? Pues como te agarre lo harás, Geooooorgebrexit de las narices.

Se puso la abuela al aparato. - "¿Es necesario que amenaces siempre a mi mayordomo?" - Es que me provoca... - "Así nunca encontrarás novio ¿Qué quiéres?" - Una paga. - "¿Me tomas por el Banco de España?´" - Se me va medio sueldo con Pascualita así que, o te la llevas a tu casa o me ayudas en la manutención. - "Que racana eres" - Y tu eres de la Cofradía de la Virgen del Puño. - "¡Mira que te desheredo!" 

Le conté que, desde que hace tanto calor, no gano para comprar cubitos para el barreño-acuario. Lo que no le he dicho es que allí se mete hasta el último que llega a pesar del peligro. Hoy, por ejemplo, se ha llenado de bolas de polvo ¡Yo no sé de dónde salen tantas! Pascualita no daba abasto a morderlas hasta que el agua ha cogido un color chocolate que me han dado ganas de hacer unos churros y mojarlos en ella.

También ha habido cubitos para las dos caras de la cristalera que estaban achicharradas de calor. A Pepe el jibarizado he tenido que meterlo en el fregadero con agua y cubitos cuando me he dado cuenta de que la lágrima que le caía por el ojo-catalejo era, en realidad, sudor. 

Los comensales de la Santa Cena también han pedido - Lo poco que hay en la mesa está calentujo. - Y el que faltaba para el duro, el árbol de la calle, ha abierto su bocaza pidiendo fresquito con voz ahogada. No me ha quedado otra opción que echar unos cuantos cubitos en ella. Después de tanto trabajo me he sentado en la salita a tomarme, tranquilamente,  unos chinchones on the rock pero ¡los cubitos habían volado! De repente toda la casa se quejó - ¡¡¡NOS HAN ROBADOOOOOO LOS CUBITOOOOOOOOS!!!

Afortunadamente, el ladrón dejó un rastro tras de si y pude agarrarlo in fraganti mientras intentaba llevarse los últimos que quedaban en la bolsa.

 Era Pompilio que, debido a los calores, ha cambiado los calcetines por los cubitos y se los ha llevado a su escondrijo.

lunes, 4 de julio de 2022

¡Libres e independientes!

 ¡Avemariapurísimaaaaaaa! Nena, Bedulio está en el rellano de la escalera y te trae en regalito. - ¡Huy, que ilu! ¿Por qué no entra? - Dice que no lo haría ni harto de vino. - Que tiquismiquis es éste tío. - Tuve que ser yo quien saliera a ver qué quería. - ¿Y mi regalito?... - ¡Toma, una multa!

La que liamos en un momento: - Que si no he echo nada. Que sí señora. Que no. Que sí. Que no. Que sí, Así hasta el infinito y más allá. Incluso mi primer abuelito que disfruta viendo a Bedulio y, sobretodo, asustándolo, acabó bostezando de aburrimiento. - Pregunta el motivo, nena.

- Que dice mi abuelito que cual es el motivo. - No empecemos... Tiraste basura desde el balcón a la calle el viernes. - ¿Yoooooo? ¡Abuelito ¿lo estás oyendo. Miente más que habla. - ¡Esa boca, que soy la autoridad! Aqui está la foto que lo demuestra. - Con mano temblorosa la puso delante de mi ojos. ¿Es basura o no lo es? - ¡Claro que no! Son bolas de polvo haciendo carreras cuesta abajo. - ¡Y quién las tira? - ¡Ellas mismas! Son libres e independientes y no necesitan que nadie las lleve de la mano. Si no me crees pregúntale al Arbol de la calle y te lo aclarará.

- ¿A un árbol?... ¿Has desayunado chinchón? Cada vez estás peor... - Este comentario no le gustó nada a mi primer abuelito y salió en mi ayuda envolviendo la cabeza de Bedulio entre las sedas verdemar de su nuevo sudario. Pero el municipal no supo apreciar la belleza de la tela, a la que no vio pero sintió y aterrado por estar dos segundos sin ver nada, corrió hecho un manojo de nervios escaleras abajo gritando: ¡EL ABUELITO NOOOOOOOOO!


 

domingo, 3 de julio de 2022

Que suerte he tenido.

 Aprovechando que Pascualita se había ido de picospardos por casa, bajé el acuario-barreño-puerta de lavadora al suelo y sentándome en la butaca de la salita, metí los pies en remojo para aliviarme del calor que hace éstos días.

¡Que placer! incluso me quedé traspuesta. ¡Huuuuy, que gustirrinín! Yo no sé como la sirena sale del agua a zascandilear con lo a gusto que se está ahí pero ya se sabe que es un bicho raro. 

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! - La Cotilla entró como un elefante en una cacharrería y paró en seco al verme - ¡Hombreeeeee, por fin le das a ese trasto un uso correcto! Déjame sitio que también quiero refrescarme los pinreles, boba de Coria.

Y sin más preámbulo se quitó los zapatos y ocupó todo el barreño . Entonces, mientras ponía mis pies a salvo de los suyos, pensé en que diría la reina Nefertiti ante un caso flagrante de invasión como ésta. Pues que iba a decir, lo normal: ¡Que le corten la cabeza!

Mi primer abuelito, flotando lejos del barreño no sea cosa que, después de muerto, encima se ahogue, me guiñó un ojo mientras señalaba a la Cotilla diciendo: - ¿Quién fuera reina, verdad? - Para no caer en la tentación pregunté a la vecina: - ¿Hoy no trae sacristán? - No y es una pena porque comenté en el trapicheo lo de vender uno y la idea no cayó en saco roto. Claro que era una a la que no le gusta dormir sola... - ¿Ah, sí? ¿Con éste calor? - Con éste calor y con cualquier otro? - Que gente más rara ¿no? - Mira quien fue a hablar. La que no tendrá un bisnieto ni harta de chinchón... ¡¡¡QUE ES ESTOOOOAAAAAAAAYYYYYYYYY!!!

Menos mal que yo tenía los pies fuera del "acuario" cuando Pascualita regresó porque ahora tendría un pie como el de la Cotilla: de un metro y medio. Como para ponerlo de señuelo sobre la puerta de un Podólogo.

sábado, 2 de julio de 2022

¡Que cruz, señor!

Mi primer abuelito se ha presentado en casa ¡en bañador! - ¡Que calor hace, nena! Creo que los del Infierno se han dejado la puerta entornada y en el Más Allá no hay quien lo aguante. Hay cada despistad@ por ahí. 

Dicho lo cual se metió de cabeza en el barreño de cristal que sirve de acuario a Pascualita. - ¿Por qué llevas esas calabazas en la cintura, abuelito? - Porque no sé nadar... - ¡Ostras! ¿Y fue así como te largaste de éste mundo? - No. Tendría que haber nadado y ya te he di... - Ahogándote quiero decir. Vamos, que si la abuela y la Cotilla te hicieron una ahogadilla más larga de lo normal. - No tengo ni idea... Llevo años pensando en el cómo y no me viene nada a la mente. - Con el trajín social que llevas no sé como te da tiempo a pensar. ¿Quién te ha hecho éste bañador? - Coco Chanel con algunas cositas del fondo del mar ¡Mira, me sube una langosta por la pierna!

No acabó la frase cuando Pascualita, saliendo como una flecha del barco hundido, le hincó el diente al bicho... pero se quedó con tres palmos de narices porque mordió... aire. - Me dio un ataque de risa y me gané un buchito de su saliva envenenada que se estrelló en mi barriga. No quiero contar como la tengo ahora... solo diré que lustro el suelo con ella apoyándole una gamuza... ¡Que cruz tengo con éste bicho!

viernes, 1 de julio de 2022

Dichoso Progreso.

El sacristán huyó cuando le contamos que habíamos pensado venderlo al mejor postor. No quiso atender a razones ni cuando le dijimos que repartiríamos con él las ganancias. De todas maneras y por si no nos había entendido bien, mientras el corría escaleras abajo, le pregunté: - ¡¿Está seguro de que no le interesa el negocio?!

La Cotilla, como si recordase algo, dijo: - ¿Por qué habrá dicho lo de la sirena? - Estaba borracho... - La primera vez que lo dijo, no. Un sacristán está acostumbrado a beber el vino de misa y aguanta mucho... - Debió ser una alucinación. - Eso creo porque en ese cacharro que llamas "acuario" solo hay hierbas.

Cuando la Cotilla se fue a sus trapicheos, Pascualita se asomó al borde del barreño-puerta-lavadora y lo primero que hizo fue acariciar el nombre que tanto la inspiraba: Nefertiti. ¿Se conocieron en el lejano pasado? Para entonces la sirena era ya un vejestorio. Dicen que el Tiempo teme a las pirámides y yo digo que las Pirámides temen a Pascualita. Menudo pendón verbenero debió ser la media sardina en sus años mozos.

Eso me dio una idea: - Oye, resalá, ¿por qué no me enseñas truquitos para encontrar novio? Debes conocerlos todos aunque ahora es mucho más difícil que en tus tiempos. Allí no había móviles. Que difícil me lo ha puesto el mal llamado Progreso.

Por toda respuesta Pascualita dio tres saltos mortales con doble tirabuzón, llenó el suelo del comedor de agua salada y se metió luego en el barco hundido a dormir.