domingo, 31 de julio de 2016

Una joya de la Naturaleza.

- Abuela, compra otro bicho, por favor, que estás acabando con mis nervios. - "¿Por preguntar si ya han nacido los biznietos?" - Por hacerlo cada cuarto de hora. Que pareces un reloj suizo. - "Hasta que no esté bien segura no pienso meter a un tercero en discordia" - ¿Qué tercero? ¿Qué discordia? Aquí solo está Pascualita. Te recuerdo que lo único que hemos encontrado del caballito de mar, es la punta de su cola agarrada, febrilmente, a un alga. El pobre no tuvo oportunidad de escapar.

- "Que envidia me da la sirena" - ¿Por estar a pan y agua sexualmente? - "No. Porque cuando alguien no le sirve, se lo come. ¿Te das cuenta? en la Naturaleza no entra la palabra Desperdicio. No hay. Solo los que hace el Hombre. Lo demás se come... (sonrió enseñándome el colmillo) Que poco me ibas a durar tu" - ¡Abuela, que soy tu nieta! - "Por eso"

A veces se me erizan los pelos del cogote cuando la tengo cerca y me mira fijamente. Entonces me digo que, realmente, se cargó a su primer marido con ayuda de la Cotilla...Si tuviera dinero contrataría un detective privado para que las investigara y seguro que encontraría más de un cadáver bajo su alfombra. Y yo me haría rica vendiendo su macabra historia... Si yo me atreviera...

Sonó su móvil. Era Andresito. - "Viene a ver al caballito de mar ¿crees que el señor Li tendrá alguno?" - Su tienda es un bazar no una pescadería. - "No hables tanto ¡y corre! Mientras yo le llamaré." - ¿Por qué no le dices la verdad al abuelito? - "No eres más tonta porque no te entrenas"

El señor Li me esperaba en la puerta de su tienda con un paquete en las manos. - Toma, pala tu abuela ¡¡¡Cole, cole!!! - Llegué a casa sin aliento. No estoy para estos trotes, jopé.

La abuela abrió el paquete y echó el contenido al acuario. Acto seguido llegó el rolls royce seguido de un concierto de pitos y anatemas. - ¿El abuelito también deja que Geooorge aparque dónde le sale de las narices? - "Naturalmente. Es el dueño del coche y el que paga los impuestos" - La ilusión por contemplar a uno de sus animales favoritos le salía por los ojos. Yo también tenía curiosidad por saber qué había en el acuario.

Entre las luces psicodélicas vi subir una figura extraña. - ¡Cómo ha engordado y crecido en un día! (exclamó el abuelito) - "Me dijo el vendedor que procedía de Madagascar. Tal vez esto tenga algo que ver" - ¿Habéis oído?... ¡Ha relinchado!

- ¡Esto es una joya de la Naturaleza! (gritó el abuelito) Sabía que la flora y fauna de Madagascar es única pero esto... ¡es maravilloso! La evolución de unos seres acuáticos camino de convertirse en terrestres. ¡Voy a llamar a la prensa, a la televisión, a la radio...! - ¡Ni hablar! (me opuse) Tal vez sea el último especímen. Hay que protegerlo a toda costa.

Cuando se fueron, el abuelito se había convertido en el más fervoroso protector de lo que fuera que subía y baja, dentro del acuario. Pascualita se acercó a examinar al visitante. Le mordió pero no hizo mella en él porque era un caballo de juguete al que, una vez cortadas las patas de atrás, le habían puesto un saquito terminado en un caracolillo. Al caballo se le daba cuerda y relinchaba. Supongo que el señor Li lo hizo para comprobar que el juguete funcionaba. Nunca pensó que lo estaba convirtiendo en una "joya de la Naturaleza"

sábado, 30 de julio de 2016

La abuela está esperanzada.

La abuela estaba inquieta y me ha llamado un montón de veces ésta noche para saber "si todo había ido bien entre el caballito de mar y Pascualita" - ¡Yo qué sé! - "¡Pues ves y mira!" - Huy, no. Me da corte. Estarán a lo suyo y me da vergüenza inmiscuirme en sus intimidades. - "¡Entonces he ganado la apuesta!" - ¡Que no! La ganarás si nacen bichos raros. - "Tienes suerte de estar lejos porque sino, te ibas a enterar de lo que vale un peine. ¡Habla bien de mis futuros biznietos"

Me he pasado la noche en vela hasta que he metido el móvil en un cajón del cantarano y he echado la llave. Entonces ha llamado al fijo y lo he dejado descolgado. A las siete de la mañana ha empezado el primer concierto de pitos del día. Poco después los abuelitos entraban en mi humilde casa. Me ha extrañado la presencia de Andresito aunque la abuela me lo ha aclarado en seguida - "A mi maridito le encantan los caballitos de mar y quiere ver el nuestro ¿Tú ya lo has visto?" - No. Deben de estar escondidos. - ¡Vaya metedura de pata la mía! La culpa es de la abuela que no me deja descansar.

A Andresito se le iluminó la cara. - No me habías dicho que tenías una pareja, cariño. - La abuela me teladraba con la mirada y salió al paso diciendo. - ¡No le hagas caso a ésta! es tan impresionable que, desde que sale el Papa todos los días en la televisión, habla en mayestático" - A mi me ha parecido que hablaba bien. - "Porque eres muy bueno y no ves defectos en nadie.

Las luces psicodélicas del acuario cambiaban de color y era difícil ver con claridad. Durante un rato no vi nada. Ni a Pascualita, afortunadamente. Así que di por terminada la "visita" - Debe ser tímido y estará bajo las algas.

Nos sentamos en la cocina a desayunar justo cuando se oyó. - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaa! ¡Un café con leche, por favor! - Esta mujer no pierde calada. - ¡¿Más velas, Cotilla?! - Venía cargada. - Las encenderé a mi gurú en desagravio por el asesinato, con nocturnidad, ensañamiento y alevosía, perpretado contra los discos duros de su ordenador ¡Solo les faltó comérselos con patatas a los sádicos de semejante fechoría! - Se dirigió a Andresito. - ¿Los conoces? Son de tu cuerda. - No voy por ahí "asesinando" discos duros. - Cosas más raras se han visto (gruñó mientras le quitaba una magdalena al abuelito)

Antes de marcharse se asomaron de nuevo al acuario y ¡entonces lo vi! Reprimí un alarido de terror y tragué saliva reprimiendo las lágrimas. Solo la abuela se dio cuenta de que algo malo ocurría. Me susurró. - "¿Qué pasa, boba de Coria?"- Junto al barco hundido hay un alga tiesa... ¿la ves? (dijo que sí con la cabeza) ¿Y el trocito de cola enrollada en ella, también? - "¡Jesús! (musitó) ¡Se lo ha comido!...(sonrió abiertamente) Quizás después de una noche loca y los biznietos ya se están gestando... ¡Cotilla, saca el chinchón que vamos a brindar!" - Vale, pero deprisita que tengo faena en el altar de los Amigos de lo Ajeno ¡Nena! ¿No has oído a tu abuela? - Sí, señora. Ha dicho: Cotilla... - Vale, vale. Ya me pedirás favores...

viernes, 29 de julio de 2016

¿Valdrá el caballito de mar?

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaa! Tu abuela me ha mandado a comprar un bonito. Toma, pónlo en la nevera junto con el tiquet de compra... ¿Para qué lo quiere? Si piensa hacer marmitako, me apunto. - ¡Sería raro!

Cuando, más tarde llegó la abuela, preguntó por la Cotilla y el bonito. - Ella se ha ido a sus cosas. El bonito está en la nevera, limpio y cortado por el pescadero. - "¡¿Cómo...?! ¡Lo quería vivo para Pascualita!" - ¿Y se lo encargas a la Cotilla? Estás perdiendo facultades, perdona que te lo di¡¡¡Aaaaaaayyyyyyyyyyy!!!

El pescozón hizo que mi cabeza rebotara, cinco o seis veces, contra la mesa del comedor. - "¡No puedo perdonarte ésta grosería!" - Me salió tal chichón en la frente, que podré usarlo como perchero.

La abuela se fue echando chispas. Poco después volvió la Cotilla. - ¿Ha venido tu abuela? - Sí. - ¿Te ha dado mi dinero? - No. - ¿Por qué? - Queria un bonito vivo. - Desde que es rica tiene ideas de bombero... Por cierto, ¿Es una nueva táctica para pescar novio lo del cuerno? - ¿Qué cuerno? ¿Qué táctica? - ¡Tú sabrás!... ¿Ahora eres la mujer unicornio? jajajajajajaja ¡O rinoceronte!...  O... - ¡Vale ya!... me he dado un golpe sin querer. - Pues si llega a ser queriendo tendrías que salir a la calle con un pañuelo rojo en la punta para no embestir jajajajajajaja ¡a nadie! jajajajajaja - ¡¡¡Váyase al cuerno, Cotilla!!! - Alargó la mano y tocó el chichón - ¡Ya estoy en él! jajajajajajaja.

Volvió la abuela - "¿Ha vuelto la Cotilla?" - Sí. - "¿Le has dicho que quería el pez vivo?" - Quiere cobrar. - "Tienes un cuerno..."

Pascualita se sentó en el borde del acuario a tomar el sol. - "¡Mira que cuerno le ha salido a mi nieta, Pascualita!" - La puñetera sirena bizqueó al fijar en mi sus fríos ojos de pez y una vez centrada la visión ¡hizo la señal de OK! para deleite de la abuela. - "¡Qué lista és! Con que tú fueras la mitad que ella, me conformaría... Voy a visitar tiendas de peces. Me la llevo para que elija novio" - Eso es trampa. - "En la guerra y en el amor, todo vale, querida."

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaa! ¿A vuelto tu abuela? - Parece que estén jugando al gato y al ratón. - ¿Te ha dado mi dinero? - No. - ¿A qué ha sido ella quién te ha dado el golpe? jejejejejejejeje

Esta vez la Cotilla se quedó para montarle un altar a Luis Bárcenas para que salga bien del juicio que se celebrará dentro de poco. - ¡Todos a la cárcel tendrían que ir! - Todos, vale pero el Artista, el Fenómeno, el Maestro ¡¿Qué te ha hecho, boba de Coria?!

La abuela regresó con un caballito de mar en una bolsa con agua. Y aunque la Cotilla no se dio cuenta, vi como Pascualita hacía esfuerzos para saltar sobre ella desde el termo de los chinos a pesar de que la tapa estaba un poco enroscada. - Págame (le dijo a bocajarro) ¿Vas a hacer marmitako? Me quedo. - La abuela metió al caballito de mar en el acuario. - ¿Solo has comprado uno? No es raro que seáis cada vez más ricos. ¡Tacaña!

Hasta la hora de la siesta Pascualita siguió metida en el termo. Después, cuando los ronquidos de la Cotilla nos indicaron que no había peligro, pasó al acuario y salió flechada hacia el fondo, en busca del amor.

 

jueves, 28 de julio de 2016

La abuela no quiere perder.

- "¡Que no, que no y que no. No he perdido la apuesta, boba de Coria!" - Pero si Pascualita se comió al tritón, que ya hay que tener estómago para comerse un dragón de esos... - "Para saber qué galán le gusta a la sirena hay que ir probando. Ahora ha sido le tritón y esta tarde ya veremos... Y una vez que sepamos cual es el candidato ideal, entonces empezará el duelo propiamente dicho. Y veremos quién gana" - Me parece que la cosa no es así, abuela. Tu le has traído un novio, se lo ha comido, pues ¡ya está! Has perdido.

- "¡No tienes ni idea de normas ni de nada! Enterate bien: el juego empezará cuando encuentre al padre de mis biznietos acuáticos" - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaa! ¡¿Estás embarazada, nena?! ¡¡¡Milagro, milagrooooo!!! - Deje de hacer el indio, Cotilla. - ¿Y qué es eso de los biznietos acuáticos? ¿Vas a parir dentro del agua? ¿Grabarán el parto para ponerlo luego en el facebook? ¡Pues yo también quiero salir! Haré de comadrona soplando contigo. - No caerá esa breva. - ¡Ah! ¿no sabes que para parir hay que soplar? ¿Qué te enseñaron en la escuela? - A parir no, precisamente. Y no diga más burradas. - Pero no me meteré en el agua contigo porque me dará mucho asco. - ¡Abuela, dile que se vaya! - "La Cotilla tiene razón. El agua se pondrá asquerosa... Haremos de animadoras bailando Paquito Chocolatero, alrededor de la bañera"- ¿También estará Conchi en el parto? - "Claro, ella tiene la música grabada en el móvil" - Cuántas más seamos, más nos reiremos jajajajajaja -

El calor ha vuelto locas a las dos amigas. Estaban encantadas imaginando lo bien que lo iban a pasar a mi costa y brindaron por eso... varias veces. Cuando, por fin, pude meter baza, dije: Yo también quiero un chinchón on the rocks.

Con los ojos muy abiertos, me miraban como si estuviese loca. - ¡Tu nieta es una inconsciente! - "¿Te estás oyendo, boba de Coria?" - Y las dos a la vez, dijeron: - ¡¡¡NO PUEDES BEBER. ESTAS EMBARAZADAAAAA!!!

Acto seguido, la Cotilla salió de casa a toda prisa. - ¡Se lo contaré a mis amigos! Todo el que quiera salir en el vídeo tendrá que pagar diez euros. ¡Menudo negocio voy a hacer!

Cuando nos quedamos solas me encaré con la abuela. - ¿A qué ha venido todo ésto? - "Ay, no lo sé jajajajaja ¡Será el chinchón que, fresquito, entra muy bien... ¡hip!..." - Me voy a preparar uno. Tu ya vas bien servida.

Al volver al comedor con el vaso en la mano y pasar junto al acuario, Pascualita dio un salto prodigioso y cayó dentro salpicándolo todo. El vaso fue lo único que quedó intacto pero el chinchón quedó esparcido por muebles, paredes y suelo. - "Que manazas eres, hija mía ¡Que cruz tengo contigo!"

miércoles, 27 de julio de 2016

El tritón.

Pascualita no ha dado síntomas de querer tomarse la justicia por su mano por haberla tirado por la ventana. Por si acaso voy todo el día con las gafas de sol puestas. Esta mañana ha llamado a casa una vecina y al verme de esta guisa, me ha dicho que le reserve seis cupones de la Once para el sorteo extraordinario.

Precedida por un concierto de pitos, más un coro de improperios dignos de un carretero, cantado en clave de Rap por los conductores, asados de calor y hartos de encontrarse cada dos por tres, con el atasco montado por el mal aparcamiento del rolls royce, la abuela ha hecho su entrada triunfal, con el brazo levantado, portando una bolsa transparente, llena de agua, en la que nadaba un tritón negro y repelente. - "¡Mira lo que traigo. Un novio para Pascualita! Vas a perder la apuesta María Pestiño" - ¿Qué tiene que ver ésta porquería con ella? - "Es lo más parecido que he encontrado en una tienda de peces. ¡De éste encuentro sexual saldrán unos bichos la mar de originales!" - Pero si da repelús. - "A ti todo te da repelús ¿Cómo vas a encontrar novio?

La sirena, sentada en el borde del acuario, no nos quitaba los ojos de encima. - "Parece que está interesada en éste Romeo... ¡Mira que chico tan guapo te traigo, bonita!" - Siempre me sorprendo cuando la abuela piropea a la sirena... ¿bonita? ¿qué entenderá ésta mujer por "bonita"?

De repente, Pascualita tendió sus bracitos hacia la bolsa. - "¡Esto es un flechazo en toda regla! jajajajaja Ya tengo ganas de ver a las biznietitos ¡Ay, que ilusión!" - Yo tenía la piel de gallina - Te advierto que si éste bicho se queda aquí, no me arrimaré al acuario ni harta de chinchón. - "A tí lo que te pasa es que tienes muy mal perder"

La abuela puso la bolsa sobre el agua y a la sirena le faltó tiempo para zambullirse y analizarla desde todos los ángulos posibles. La abuela estaba como una niña con zapatos nuevos - "¡Oh, l,amour! ¡Que pareja tan fantástica hacen! Son como George Clooney y su elegantísima mujer" - El calor te trastorna, abuela... - Pensé que un chinchón on the rocks calmaría un poco sus efusiones. Preparé otro para mi. - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaa! - Saltamos como un resorte al oír la desagradable voz de la Cotilla. Pascualita, como hacía siempre, desapareció en las profundidades del acuario, escondiéndose entre las algas. La abuela, con la bolsa del tritón en las manos, no sabía qué hacer.

- ¡Que bicho más asqueroso! ¿Lo vas a meter ahí? - "Pues... sí" - Y eso fue lo que hizo. - Que pena de acuario con lo bonito que es. ¡Mete peces de colores, coñe! - Mientras daba una opinión que nadie le había pedido, se metió mi chinchón on the rocks entre pecho y espalda, la jodía.

- Prepárame otro, anda, que vengo seca. - Luego le pasaré la factura (dije con rabia) - Que sosa es ésta nieta tuya ¡Que cruz tienes con ella! - Mientras iba a la cocina a cumplir el "encargo", por el rabillo del ojo vi un torbellino de algas y arena en el fondo del acuario. Cuando volví con los dos vasos (uno era para mi) una manita negra subía, en espiral, hacia la superficie. - Las dos viejas agarraron los vasos y dieron cumplida cuenta de la bebida. Yo sonreí mostrando el colmillo... Había ganado la apuesta.


martes, 26 de julio de 2016

Chinchón on the rocks.

Mi casa es fresca. Tal vez la copa del árbol que está frente a ella y da sombra a la fachada, tenga algo que ver. No lo sé pero, el caso es que da gusto entrar después de haber soportado el calor de la calle. Por eso, esta mañana, al volver de la playa y mi baño matutino, solo ansiaba llegar y sentarme en la butaca de la salita con un chinchón on the rocks en la mano para refrescarme por dentro y por fuera.

Pero no fue fresco lo que me sacudió en cuanto abrí la puerta, sino un aire caliente que tiraba de espaldas. ¡Fuego! pensé. Y sí, había fuego en la salita: un montón de velas encendidas frente a una foto de buen tamaño de Luis Bárcenas. - ¡¡¡COTILLAAAAAAAA!!! (grité con toda la potencia de mis pulmones)

Repetí el grito, estilo Tarzán, unas cuantas veces pero no obtuve respuesta. Entonces revisé la casa de arriba abajo por si encontraba el cadáver de la vecina... Y tampoco. Estaba ante un gran misterio y solo una persona podía resolverlo: Iker Jiménez.

Antes de llamarlo apagué las velas con el sifón que uso para el tinto de verano, luego abrí la ventana y una ráfaga de viento, muy oportuno, se llevó la foto de Bárcenas, volando.

Una vez que todo volvió a estar en orden preparé un chinchón on the rocks con dos cañitas.  - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaa! ¡Ay, que detalleeeeeee! Gracias, nena. Vengo seca. - Y como por arte de magia el licor desapareció en su garganta en un plis, plas. Después la Cotilla giró en redondo y abrió los brazos y los ojos para dar más énfasis a la frase - ¿Qué ha pasado AQUI? - Que se ha bebido mi chinchón. - ¿Dónde está mi gurú? - Ha salido volando pero antes, se ha meado en sus velas. Mire, mire, todo está mojado. - ¡No digas tonterías! - ¡Que se muera usted ahora mismo si miento! (la observé durante unos segundos... pero nada. Además ella tocaba toda la madera que encontró en la salita. Hasta mi cabeza)

- ¿Cómo va a salir volando un hombre de su peso? - Le recuerdo que se trataba de la fotocopia de una foto de periódico... Por lo visto las velas le daban calor y en cuanto se ha abierto la ventana, se ha ido - ¿Quién la ha abierto? (tenía ojos de loca) ¿Tú, verdad? - Perdóne pero "¿tú, verdad?" soy yo?... - (Me lo confirmó moviendo la cabeza) - Yo no he sido. Tal vez Pepe... - ¡¿Esa porquería de cabeza cortada?! - ¡Oiga, un respeto, que es de la familia! - ¿Crees que soy tonta? (no me gustó nada el tono amenazador que usó. Así que contraataqué) - ¡¡¡PUES, SI!!!

Tuve que esquivar la botella de chinchón antes de que la parara el sofá. Afortunadamente, ni él ni la botella, salieron dannificados. - ¡¿COMO SE PUEDE ADORAR A QUIEN NOS ROBA?! - ¡Es un artista! ¡El hijo que me hubiése gustado tener! - Unos lagrimones como una moneda de dos euros, salieron de sus ojos para rebotar en el suelo y ponerlo perdido. Detrás cayó el moco.

Finalmente salió en busca de la dichosa fotografía y yo pude preparar otro chinchón on the rocks con dos cañita. Saqué a Pascualita del acuario y arrimé una cañita a su boca. En un visto y no visto la devoró. Después hizo lo mismo con la otra. Entonces, con santa paciencia, le fui enseñando a sorber. La sirena se cabreaba porque veía el chinchón pero no lo cataba. Muchas cañitas devoradas después, entró la Cotilla a paso de carga. ¡Y yo con Pascualita en la mano!

La tiré sin pensarlo dos veces y sin atinar, porque salió por la ventana para caer en las ramas del árbol. - ¡No he encontrado la foto!... - Estaba compungida y sedienta. Por segunda vez esta tarde, alargó la mano y se bebió MI chinchón on the rocks de un trago. Que frustrada me siento... snif...


lunes, 25 de julio de 2016

La apuesta.

Pascualita nada tranquila en su acuario psicodélico mientras sortea los cubitos de hielo que la abuela le tira para refrescar el agua. - Si le comprases un acuario como Dios manda no tendía calor. - "No sabía que Dios se encargara de estas cosas" - Ya sabes lo que quiero decir. Sin luces de colores en plan discoteca. Acabará llevando gafas este bicho. - "Huy, que listaaaaaaaaa ereeeeees"

La abuela está en plan guerrero. - ¿No comprendes que esas luces ayudan a que se caliente el agua? - "¡Madre del amor Hermoso! Lo que sabe esta chica" - Menos mal que te has dado cuenta (dije orgullosa de que reconociera mis méritos) - "¡Pero no tienes ni repajolera idea de hacer un biznieto, animal de bellota!"

- Abuela, te estoy hablando en serio. - "¿Ves que yo me descojone de risa?" - No, pero... hablábamos de Pascualita... - "Si ella pudiera, ya tendría yo cientos de biznietos nadando en ese acuario" - ¡No serían nada tuyo! - "¡Claro que sí! Y se parecerían a mi" - ¡Ja! En la cola ¿verdad? - "¿Qué te juegas a que la sirena me da un biznieto antes que tú?" - ¡Un año de mi sueldo! Y si pierdes, ¿qué ganaré yo? - "Te prestaré a Geooorge durante un año y podrás presumir de tener mayordomo" - Pero si lo vais a raptar la Cotilla y tu... - "¿Ya te estás rajando?¡cobarde!" - ¡No me rajo! - Nos estrechamos las manos, después de escupir en ellas, para sellar nuestra apuesta.

- Ya me veo con mayordomoooooooo jajajajaja Por que ¿dónde vas a encontrar un sireno si no existen? - "Le preguntaré al señor Li. En su tienda de los chinos hay de todo... Por cierto, nena, si ganas y Montoro se entera de que tienes un mayordomo inglés con tu miseria de sueldo, pensará que tienes dinero negro en Paraísos Fiscales y acabarás en la cárcel comiendo bocatas de choped" - Me pilló de sorpresa esta parrafada de la abuela pero reaccioné. - ¡Si no se va a enterar! - "Como es del mismo Partido que Andresito, se lo diré yo" - ¡¡¡Abuela!!! - "En la guerra y en el amor, todo vale, pardilla"

La abuela no ganará. En primer lugar no existen los sirenos (no conozco ninguno). Además, Pascualita puede tener miles de años. ¿Procrean estos bichos a estas alturas de su vida? ¿Procrea la Momia? ¡NO! y tiene muchos menos años. Así que... ¡Voy a ganar!... A no ser que Pascualita tenga un as en la manga... Unos huevos de su última puesta, allá cuando los dinosaurios pastaban por el campo... ¿Dónde ponían los huevos las sirenas? ¿En el mar o en la tierra?... ¿Ponían huevos o... las crías venían de París?. Vaya. Ahora no podré dormir con tanto dilema por resolver.

domingo, 24 de julio de 2016

Los abuelitos.

El concierto de pitos debajo de mi balcón me confirmó que, el jodío de Geoooorge sigue haciéndole caso a la abuela y aparca donde ella le indica a pesar de no tener ni repajolera idea del Código de la Circulación. Los municipales ya ni la multan. Están aburridos de decirles que en la parada del autobús no se puede dejar ningún coche y menos un rolls royce que es enorme, porque obstruye el paso. Pero ellos como si oyeran llover. - "Le dije a Bedulio que, como pago mis impuestos, aparco donde quiero." 

Yo también me he cansado de explicarle que hay obligaciones y deberes que cumplir aunque sea rica: debe pagar los impuesto y está obligada a aparcar donde está permitido. Un día Andresito se atrevió a contradecirla en éste tema cuando ella creía estar cargada de razón. - "¡Parece mentira que, siendo rico desde la cuna, seas tan tonto! ¿No pagas impuestos?... ¿o haces chanchullos?" - El abuelito tragó saliva. - Los... pago. - "Huuuuuyyy, me parece que no" - ¡Sí que los pago! - "¿Lo que toca?" - Andresito hizo un mohín y la abuela se puso a gritar como una loca. - "¡¡¡¿Que será de mi? Me he casado con un defraudador. Irás a la cárcel y a mi me harán fotos para el Hola cuando vaya a visitarte!!! ¡¡¡Tendré que gastarme un pastón en ropa, zapatos y peluquería para que mis "amigas" rabien al verme, aaaaayyyyyyyyyyy!!!"

Debo reconocer que había trasegado unas cuantas copas de chinchón. Pero ahí la abuela tenía razón: para salir en el Hola hay que ir de punta en blanco.

Al final es verdad que el abuelito paga religiosamente sus impuestos a pesar del cachondeo de algunos de sus compañeros del Partido. Pero él es así. Serio y honrado para éstas cosas. Pero deja la seriedad a un lado en cuanto pisa la cafetería El Funeral. Allí se desmadra. Sobre todo en las fiestas de colocación de la foto en la Pared de los Finados cuando hay un nuevo muerto. Es sonar la música de Paquito el Chocolatero y los abuelitos se ponen a bailar como descosidos. A pesar de los estilettos de ella y el lumbago de él. Corre el chinchón, se aspiran los porros, las manos se vuelven pulpos palpando todo lo palpable y más allá...

Cuando pasan las horas y la juerga se convierte en bacanal, la tropa de la tercera y cuarta edad ya está desenfrenada y los vecinos llaman a la policía.

La redada es recibida con aplausos y los detenidos entran en los furgones bailando la conga. Los municipales se dedican (si no tienen trabajos urgentes) a dejar a los viejos en sus respectivas casas, al fin y al cabo el jolgorio estaba dedicado a un amigo que se fue para siempre.

sábado, 23 de julio de 2016

La Caja de las Pensiones.

A las tres de la madrugada me ha llamado la abuela para preguntar por un abanico que heredó de su abuela. - "Lo dejé en tu casa cuando me trasladé a la Torre del Paseo Marítimo."

La tres y media ha llamado para decir: - "Acabo de acordarme que lo tiré a la basura. No lo busques."

A las cuatro y cuarto de la madrugada: "He pensado que, aunque haga calor, me pondré las botas altas rojas esta tarde cuando vayamos a El Funeral a la colocación de la foto de Mari Pepi en la pared de los Finados. A ella le gustaban mucho."

A las cinco: "¿Te pondrías las botas rojas o las negras?... No me decido ¿Qué opinas tú?... ¿Roncas? ¡que cruz tengo contigo!"

A las seis y veinte: "Mejor me pongo los stilettos dorados con la minifalda verde de lentejuelas. Así luciré las piernas jejejejejejeje Ya te gustaría poder decir lo mismo ¿eh?"

A las siete de la mañana la he llamado yo: - Geoooorge, quiero hablar con la abuela. - Nou. Madame dormidau. No molestar. - ¡Anda y que te den morcilla, inglés de las narices!

He vuelto a la cama, cabreadísima. - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! ¿Todavía estás acostada?

La zapatilla se ha estrellado contra el enorme bolso de la Cotilla. - ¡Que mal despertar tienes, boba de Coria! Mira cuantos cabos de vela traigo. Los pondré en el altar de Luis Bárcenas para que me ilumine. - ¿No ve bien? - El futuro, no. Tengo que pensar un plan para hacerme con la Caja de las Pensiones antes de que el Pinocho Mayor del Reino y sus compinches, la dejen más límpia que los cepillos de las iglesias que están a mi cargo.

-¿Quiere ROBAR la Caja de las Pensiones? - ¿Por qué empleas esta palabra tan fea? ¿No has aprendido nada leyendo los periódicos? Robar no se dice porque te llevan a la cárcel. Mi gurú y sus compañeros Amigos de lo Ajeno, usan palabras enrevesadas que no se entienden y dicen lo mismo. Solo que así no van a la cárcel.

- ¿Y qué haría con la Caja de las Pensiones? - Ponerla a buen recaudo y sacar de ella lo necesario para pagar a los pensionistas. No como ahora que éstos manirrotos desnudan a un santo para vestir a otro. - ¿Seguro que solo cogería lo estrictamente necesario? - Seguro. Por lo menos tendría paga hasta que me muera... Bueno, de vez en cuando haría una excepción como esas personas que se pasan la vida haciendo dieta y un día se hinchan a comer. - Ya me parecía a mi... - La Cotilla, camino de la salita, cogió la botella de chinchón diciendo: - Me ayuda a pensar. - Y cerró la puerta de golpe.
 



   

viernes, 22 de julio de 2016

La discusión.

No me ha quedado más remedio que contarle a la abuela la intención, delictiva a todas luces, de raptar mayordomos ingleses para trapichear con ellos cuando escaseen en Europa. - Y te quitará a Geooorge. - "Lo que me preocupa es que me deje fuera del negocio" - ¡Abuela! - "Cuando me la eche a la cara se va a enterar." -  ¿Así que Geooorge te importa un bledo?

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaa! - "¡Egoísta!" - ¿Qué te ha contado la lianta de tu nieta? - "Qué me has robado la idea de sacar provecho de los mayordomos genuínos" - ¿Tú idea? No te tires faroles. Es una genialidad mía de la que estará muy orgulloso mi gurú Luis Bárcenas cuando se lo cuente. - "¡¡¡ES MIA!!!" ... - La discusión tenía visos de durar eternamente y no llegar a ningún puerto. Así que aproveché para coger a Pascualita y colocarla en mi escote para que viera una conversación de besugos. Cualquier motivo es bueno para que la sirena aprenda como somos los humanos y poner en práctica, cuando vuelva a su hábitat, lo que crea más conveniente... ¿Tendrán mayordomo las sirenas?

Pero Pascualita no aprendió sino que atacó. La muy jodía, viendo el acaloramiento y los gritos que iban subiendo de intensidad entre las dos viejas, creyó ver una agresión contra su amiga y la "defendió" a mordiscos contra lo que tenía más cerca: Yo.

El dolor me hizo saltar, gritar, llorar, correr al rededor de la mesa del comedor... hasta que logré arrancarla de mis pechos de un fuerte tirón. Hice molinete con el brazo y la lancé lo más lejos posible. Mientras "volaba" masticaba el pedacito de carne.

La abuela y la Cotilla aparcaron la discusión para ver mi loca actuación. - ¿Qué le ha hecho tu nieta... al fantasma de su abuelito? (a la Cotilla le tembló la voz de miedo)

La Cotilla dio un alarido: la sirena se había estampado contra su culo, donde clavó sus dientes para no caer. Y mientras yo bebía, una tras otra, varias copas de chinchón, la vecina me imitó en saltos, lloros y carreras.  No me quedó más remedio que acudir en su ayuda arrancándo al bicho de un tirón seco. Después volví a lanzarla. Esta vez la sirena salió por la ventana aterrizando en las ramas del árbol de la calle.

La abuela dió un respingo: - "¡Ya estás tardando en ir a buscarla!" (me gritó mientras me quitaba la botella de chinchón de las manos y se la daba a la Cotilla)

Al llegar al portal ya no me veía los pies. Mi volumen pectoral amenazaba con doblar el de Yola Berrocal. Afortunadamente Pascualita estaba en las alturas. Vi como caía, de rama a rama, cuando el señor Li apareció a mi lado. Sus ojillos oblícuos no se apartaban de mi. - ¡Oh, sel milaglo! ¿Qué comel tu? Yo complalte leceta... - No estaba para cuentos chinos. Empujé al señor Li con un golpe de pecho. Trastabilleó y chocó contra Bedulio que estaba haciendo su ronda por el barrio. Mientras, Pascualita cayó y la escondí en el bolsillo. Salí corriendo escaleras arriba. El jersey me quedaba tan estrecho que le saltaron las costuras. Un vecino con el que me crucé lanzó un silbido de admiración.

La Cotilla, borracha perdida y sentada de lado por la diferencia de tamaño entre un lado y otro de su trasero, roncaba plácidamente. La abuela hablaba por teléfono: - "Cuidado con la Cotilla, Geoooorge. Sé de buena tinta que quiere raptarte. Fíate solo de mí que soy la que te pago..."











jueves, 21 de julio de 2016

Mayordomos en peligro de extinción.

- "Nena... nena... ¡nenaaaaaaaaaa! ¿Te parece normal que tenga que despertarte casi cada noche?" - zzzzzzzzzzzzzzzzz... ¿Abuela?... ¿Se ha zzzzzzz muerto alguien? - "Noooo, boba de Coria" - ¿Qué hora... es? - "Temprano. Las tres" - ¿De la tarde? - "Sí, hija. Sí. Escucha. Mi suegra, que cada día es más moderna desde que éste último cubano-culito prieto está con ella, quiere Pokemons y me ha pedido que le compre un montón... ¿Tú sabes qué es eso?" - Unos zzzzzz... Que sueño tengo... ¿Seguro que son las tres de la tarde?... No recuerdo haber comido ¡Aaaaaaaaaaaaaaah! ¡¡¡No veooooo nadaaaaaaa!!!

Estuve a punto de sufrir un infarto gracias al egoísmo de la abuela que no puede esperar a que amanezca para llamarme - ¡¡¡ES DE NOCHE!!! (grité aliviada) - "Lo sabe todo el mundo que viva en éste Emisferio pero como eres más tonta que mandada hacer por encargo, no te enteras de nada. Déjate de historias y dime dónde puedo comprar los Pokemos esos" - ¡Y yo qué sé! - "Nunca sabes nada. Ni siquiera hacer un biznieto. Con gente como tú pronto nos extinguiremos"

Ya no pude dormir por más vueltas que di en la cama. Llamé a la Torre del Paseo Marítimo - Geooorge. Quiero hablar con mi abuela. - Imposibleu. Madame dormir. - ¡Y yo no! (protesté) - Ajou and water (contestó el jodío del inglés y colgó)

Puse a Pepe sobre la mesa de la cocina y a Pascualita (que estaba más cabreada que un mono por haberla despertado bruscamente) en el frutero. - ¿Alguno de vosotros sabe lo que es un Pokemon? - La sirena tiró las manzanas de un coletazo. Pepe, más educado, quiso contestar (es algo que intuí) pero al ser solo una cabeza y tener la boca cosida, le fue imposible.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaa! - Hombre, Cotilla, me viene usted al pelo. ¿Trapichea con Pokemons? - Ni idea. A mi me sacas de los cepillos de las iglesias y los productos del contenedor de Súper y no sé de qué me hablas. - A la Momia se le han antojado eso... o a su cubanito. - ¿Por qué no lo manda a él a buscarlos? - Porque lo tiene para otros menesteres erótico-festivos más divertidos.

Los abuelitos llegaron a la hora de comer. Les precedía Geooorge cargado con una apetitosa paella de marisco. Aún me duraba el rencor contra el inglés y no pude contenerme al verlo: - En cuanto salgáis de Europa se os acabaron las paellas, mamarracho. - La abuela salió en su defensa - "Un respeto a mi mayordomo" - ¿Por qué? - "Porque pronto será una especie en peligro de extinción y quién tenga uno tendrá un tesoro." - ¿Ah, sí? (a la Cotilla se le iluminaron las pajarillas) - ¿Que trama? (le pregunté en un aparte) - Un negocio de secuestro de mayordomos made in England. - ¡¿Está loca?! - Cuando se hayan extinguido en Europa vendrán a mí a buscarlos y ¡vaya si llegaré a fin de mes! 




miércoles, 20 de julio de 2016

¿Alguien me abanica?

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! - Hola, Cotilla... ¿no dijo que no volvería por esta casa? - Y no volví. Soy una mujer de palabra. - Pues yo la veo aquí. - Porque ayer era ayer y hoy es hoy. - Le auguro una fantástica carrera como política. - ¡¿A qué sí?! Para la próxima legislatura me presentaré como cabeza de lista de un nuevo Partido. - ¿Cuál? - No sé... Tengo cuatro años para pensarlo. Pero quiero ser como Rita la valenciana, que cobrando lo que cobra, dijo que estaba deseando volver a su casa para meterse en la cama ¡con éste calor! - Tendrá aire acondicionado - ¿Y en el Senado no?... Por eso me pareció que Joserramón Bauzá iba algo desgreñado cuando se saludaron. Sudaría el pobre.

- ¿Quiére ganarse unos euros? pues abaníqueme. - La Cotilla me miró fijamente, con los ojos tan redondos que me recordaba a Pascualita. - ¿Te rigen las meninges, boba de Coria? - Sí, pero están acaloradas... Mire, en aquel cajón guardo los abanicos. Coja uno y empiece a trabajar. - ¡Un momento! Primero tenemos que tratar mi sueldo y el convenio colectivo con el sindicato de los trabajadores del abaniqueo. Y son duros de pelar.

- A éste paso llegará el invierno. - Las cosas se hacen bien o no se hacen. ¿A cuánto piensas pagarme la hora? - A euro. - ¡Ni hablar! A cinco euros. - ¡¿Ha perdido el juicio?!¡Sanguijuela! Quiere aprovecharse de una pobre chica asalariada de la que se aprovecha el patrón. - ¿Qué me dices? cuenta, cuenta... ¿Lo sabe tu abuela? - ¡Oiga, que no es lo que usted piensa! - ¿Cómo quedamos? ¿Se aprovecha de ti o no?... Aaaaah, ya veo tu juego ¡maldita capitalista! querías engañarme lloriqueando tus mentiras ¡Pues he dicho que cinco euros y no me bajo del burro!

La discusión se alargó sin que llegásemos a ningún acuerdo, salvo el de tomarnos unos chinchones on the rocks para aliviar el calor.

Me dormí en el sofá de la salita y al despertar estaba sola... si descartamos a Pascualita y a Pepe. También les pedí que me abanicaran. A Pepe le disculpé porque sin brazos es difícil pero la sirena bien podría haberme echado una mano... Es que me cansa mucho el meneo de la muñeca moviendo el abanico.

Viendo que si no solventaba yo mis problemas no lo haría nadie, abrí el cajón del cantarano de mi bisabuela para elegir uno de los preciosos abanicos de mi colección y... ¡no estaban!

Por la tarde volvió la Cotilla. Venía feliz. - He ingresado unos euros en la cuenta de Luis Bárcenas para ayudarle a pagar el injusto juício al que quieren someterlo. - ¿De dónde ha sacado el dinero? - De mis trapicheos. - ¿Quiére decir de ¡MIS ABANICOS!?

- ¿Los que estaban en el cantarano eran tuyos? (parecía una ingénua, la jodía) Entonces sí. Puedes estar contenta porque he dado un buen uso al dinero que me han dado por ellos. Total, se te estaban apolillando en ese cajón. - ¡Está loca, Cotilla! - No llores, boba de Coria, mi gurú te lo agradecerá. - ¿Cómo? ¿Haciéndome una peineta de las suyas?

martes, 19 de julio de 2016

El calor.

Esta mañana he encontrado a Pascualita reptando por el pasillo. - ¿Dónde vas, ángel de amor? - Le he dicho, risueña, porque por fin he podido dormir una noche de un tirón sin que la abuela o la Cotilla interrumpan mi sueño reparador.

Pero Pascualita no estaba para versos de Don Juan Tenorio y me enseñó la dentadura de tiburón con muy mala idea. - ¡Chiquitiiiiiitaaaaa dime por quééééééééé, te cabreeeeeeaaaaaaaas de buena mañanaaaaaaaaaaaaa! (le canté pero eso pareció enfadarla más) ¿Te has levantado con la parte izquierda de la cola, monstruíto? Pues ajo y agua, mi vida. - Me puse el guante de acero para no quedarme sin dedos, y la lancé de cabeza al acuario psicodélico. Y fue mientras el bicho volaba hacia su casita, que me di cuenta que en el agua flotaban pequeños icebergs... ¿o fue cuando se dio en la cabeza contra varios de ellos? El caso es que quedó atontada y cayó a plomo hasta el fondo.

Inmediatamente me surgió la duda de si se ahogaría. Después me preocuparon los pequeños icebergs ¿Quién habría vaciado la bolsa de cubitos que guardo en el congelador?... ¿y por qué?

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! ¿Qué haces mirando las musarañas, alma cándida? - No son musarañas, Cotillas. Es una sssssssss..... - ¿Cómo dices?... ¡¿No me digas que hay una serpiente ahí dentro, que me da un ataque?!

Me apropié de la idea y dije que sí. - Es una pequeña anaconda de medio metro de largo, monísima ¿quiére verla? Solo tengo que agitar el agua y subirá como un rayo. - ¡Ni se te ocurra!... ¿Tienes una anaconda? ¿Tu sabes lo grandes que llegan a ser estos bichos? ¡Tírala al wáter antes de que crezca o no me volverás a ver por aquí! - ¡Eso sería una crueldad, Cotilla! - Lo sé porque es mucha la compañía que os hago a tu abuela y a ti. - Me refería a tirar a la serpiente al inodoro. (repliqué muy seria)

- "¿A qué vienen estos gritos?" - La abuela, seguida de Geooorge que llevaba varias bolsas de hielo del súper, se unió a nosotras. - ¡La loca de tu nieta prefiere a una serpiente antes que a mi! ¿Qué te parece? - "Pues que a mi me costaría trabajo decidirme por una de las dos" - ¡¡¡Me voy de ésta casa PARA NO VOLVER JAMAS!!! - Salió dando un portazo.

- ¡Abuela, saca el chinchón que esto se tiene que celebrar! - Unas cuantas copas después salió el tema de los cubitos de hielo. - "En el telediario han dicho que tendremos temperaturas extremas de calor. No quiero que la pobre sirena lo sufra. Si tuvieses aire acondicionado sería otra cosa..." - No puedo comprarme uno... Regálamelo tu que eres rica. - "Mi padre, tu bisabuelo, decía que contra el vicio de pedir está la virtud de no dar. Y lo cumplo a rajatabla" - Desde que eres rica. - "Porque quiero seguir siéndolo... Toma, un abanico de propaganda que me regalaron el otro día. Y vas que chutas."

lunes, 18 de julio de 2016

Que mal repartido está el mundo.

La abuela está dispuesta a escribir una carta a los organizadores del Tour de Francia, el Giro de Italia y la Vuelta a España, para que esas carreras duren un mes y sean consecutivas. - "Es una gozada sentarte delante de la televisión con la intención de ver a los ciclistas y pegarte unas siestas de campeonato" - Supongo que ésto último no lo dirás en la carta. - "¿Por qué no? A mi me gusta ir con la verdad por delante"

- No te harán ni caso cuando lean que quieres la ampliación de las carreras, no por asuntos deportivos sino para roncar a pierna suelta en la sobremesa. - "¿Insinúas que ronco?" - Lo afirmo. - ¡PLAAAAAS! (Me gané una torta en plena cara, con la mano abierta) ¡Ayyyyyy... Que doloooooooor!

- ¡Avemaríapurísimaaaaaaaaaaaaaa! ¿Qué le has hecho a tu abuela? - Ella me lo ha hecho a mi ¡Me ha hinchado la cara! - La Cotilla miró a su amiga mientras se subía unas imaginarias mangas. - ¿Puedo yo también? (le preguntó) - "Mi nieta es cosa mía" - ¡Siempre me quedo con las ganas! - "Haber tenido una, que quién algo quiere, algo le cuesta. Fíjate en mi que tengo que aguantarla" - Tienes razón, es mucha penitencia para tan poco disfrute... Además, si me quitabas todos los novios
¿cómo iba a tener hijos? - "Eso es fácil. Haber pillado al primero que pasase por la calle" - ¡¿Fácil? Pregúntale a tu nieta, que le está costando tener un biznieto más que si construyera la Muralla China ella solita.

Siempre acabo en boca de las dos harpías. Así que metí a Pascualita en el termo de los chinos y fuimos hasta las murallas de Palma. Sentada junto al lago donde se mira la Catedral, compartí un helado con la sirena. Este bicho no le hace ascos a nada.

De repente, una hermosa carpa saltó fuera del agua en busca de mosquitos. Y sin previo aviso, Pascualita saltó del termo al suelo, reptó ligera hasta el borde del lago ¡y se zambulló!

- ¡¡¡PASCUALITAAAAAAA!!! grité al tiempo que me tiraba en plan bomba, salpicando a cuantos disfrutaban de la terraza de la cafetería. Alguien gritó: ¡¡¡LOCA AL AGUA!!!

En seguida el lago se llenó de gente: unos con la intención de "salvarme" otros aprovecharon para darse un remojón refrescante. Yo buscaba, frenética, a la sirena en las aguas turbias. ¡Entonces, como flechas, pasaron ante mi Pascualita perseguida por una carpa gordísima con la boca abierta.

La sirena hizo un quiebro. Vino hacia mi, se dio la vuelta y atacó a su perseguidora que salió muy mal parada. A mi me faltaba el aire. Cogí desprevenida a Pascualita mientras saboreaba un trozo de pescado y salí a flote. La metí en mi sostén mientras manos caritativas me hizaban.

Me fui de allí chorreando agua por los cuatro costados y con menos dinero en la cartera porque tuve que pagar una multa que me puso Bedulio que, casualmente, estaba de ronda por allí.

Fui andando hasta casa porque ningún taxi quiso cogerme. Mientras, la ropa se iba secando y oprimiéndo mis carnes. Recibí silbidos de admiración, piropos oscenos y... un mordisco en la teta que me obligó a bailar un zapateado y correr dos kilómetros sin parar mientras las lágrimas me cegaban. Un hombre comentó a su amigo : - Hay que ver lo mal hecha que está la pobre. Su madre le puso todo el poderío en un lado en lugar de repartirlo.


domingo, 17 de julio de 2016

Conejillo de indias.

Gracias a la contaminación que sufre la abuela después de haber nadado un buen rato en aguas sucias, me ahorraré un montón de dinero en la factura de la luz mientras esté en casa. En cuanto le acerco una bombilla a la cabeza, se enciende. Y no digamos en su Torre del Paseo Marítimo. Andresito está feliz. Menos mal porque el pobre llevaba una racha de desdichas...

La que está que trina es la Cotilla porque ¿para que sirven sus dientes verdes? Para nada... Está mohína y no es para menos ya que quién no necesita dinero, ahorrará y ella, que no llega a fin de mes, tendrá que seguir haciendo malabares con los euros.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaa! ¡Tengo trabajo gracias a mis dientes! - ¿En serio? - ¡Sí. Por fin se ha hecho justicia y me va a salir el dinero por las orejas! Me han contratado para hacer un anuncio de dentrífico. Se hará una comparativa de, antes y después de haber usado la pasta de dientes. - Y usted será el ANTES ¿verdad? ¡que asco!

Se marchó hecha un basilisco y poniéndome como un trapo: que si era una tal y una cual. Que no entendía de negocios, ni de arte. Qué dónde iban a encontrar unos dientes tan auténticos como los suyos que no necesitaban maquillaje ni fotoshop, ni ná de ná.

Que descanso cuando ha cerrado la puerta detrás suyo. Pascualita lo había observado todo escondida entre las algas del acuario psicodélico. También a ella se le ponían los dientes verdes según la luz que iluminara el agua. Y amarillos, rosas, azules, etc. etc...

Saltó a tierra en cuanto nos quedamos solas y reptó hasta mi para que la llevara a desayunar. La Cotilla, en su enfado, se olvidó de coger la bolsa que traía al llegar y dentro encontré unos croasanes duros como rocas de granito que, mojados en el cola cao, serían comestibles. Preparé tres tazas: una para Pascualita, otra para mi y la tercera para los croasanes que fueron quienes más cola cao bebieron.

A medida que comíamos, tanto la sirena como yo notamos un sabor extraño. - ¿De dónde habrá sacado los croasanes ésta mujer? Al final le cogeré manía a lo que traiga... aunque no me conviene porque así ahorro unos euros. - Come, Pascualita, que en peores plazas habrás toreado. - Pero el bicho dijo que nones y se dedicó a dar saltos mortales de la mesa a la taza hasta que logró el trasvase del líquido, dejando la taza vacía y la mesa hecha una pena.

No fue hasta el mediodía, cuando la Cotilla vino a comer un sopicaldo y un gazpacho aguado, que pude preguntarle por la procedencia de los croasanes. - Del contendor del súper... ¿Te los has comido? ¡dime que no! - ¡Claro que me los he comido! pero sabían raro - Los usé para hacer una prueba, boba de Coria. Los mojé en el agua de la playa donde vamos a nadar tu abuela y yo. Luego los dejé secar para comérlos y ver que reacción me hacían... ¿Tu notas algo? - Nada de nada... bueno, me pican un poco las orejas. - ¡Eso es! Te veía algo raro y no sabía qué era. Han crecido un poquito y al hablar, se mueven. Enhorabuena. Ya sirves para algo ¡Para abanicar!




sábado, 16 de julio de 2016

Playa contaminada.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaa! ¿Ha llegado tu abuela? - Tuve una visión horrible cuando, después de ser zarandeada una y otra vez, abrí los ojos y vi junto a mi cama a la Cotilla. - ¡Aaaaaaaaaaaaaah! - ¿Esto quiere decir sí o no? Cada día eres más complicada, boba de Coria.

Me senté de un salto tapándome con la sábana. - ¡Vade retro, Satanás! - grité asustada y deseando tener una botella de agua bendita a mano para tirársela a la cabeza a la visión infernal. - ¡Despierta, coñe!

El humor de la Cotilla se tornó agrio al ver que su amiga todavía no había llegado. - Que informal es tu abuela. Siempre dándo la nota. Llegando tarde para ser el centro de atención. - Pero... ¿a qué hora han quedado? - Temprano. - Eso es muy elástico... - Para ir a la playa. - ¿A las cinco de la madrugada? - Hay que coger sitio. - ¿Y por qué no ha ido directamente en lugar de venir a mi casa a tocarme las narices? - Porque hemos quedado AQUI.

La abuela se presentó a las once de la mañana tan pancha. Durante la espera la Cotilla acabó acostándose a mi lado a pesar de mi oposición, y en desagravio me ofreció un concierto de ronquidos que dieron al traste con mi intención de seguir durmiendo.

La abuela llevaba una pamela tipo sombrilla de playa de lo grande que era. - "Así cabemos las dos y nos ahorramos pagar una sombrilla" -

Cuando, por fin, se fueron, me senté a desayunar con Pascualita. ¿Te gustaría tener una pamela? (le pregunté al bicho) - No dijo nada pero me miró fijamente con sus ojos de pez y me pareció entender que estaba interesada en mi proposición. Así que cogí de una bolsa de patatas fritas, la más grande que encontré. Con mucho cuidado hice un agujero en el centro y se la encasquete a la sirena, dejando al aire sus pelos-algas. La tía era un poema y me hinché de sacarle fotos mientras me lloraban los ojos de tanto reir. Ella imitaba los gestos de la abuela, tocándose el ala del sombrero-patata hasta que rompió un trozo. Pareció compungida pero, en cuanto se lo llevó a la boca, quiso más y más y más. Era un torbellino comiendo patatas fritas.

Acabó dos bolsas en un santiamén. Después se tumbó de espaldas sobre la mesa de la cocina, con la tripa hinchada y un empacho fenomenal. Su piel color ahogado-reciente se trocó en ahogado-veterano Boqueaba como una sardina recién pescada y yo no sabía que hacer. Sí sabía lo que no le haría: el boca a boca.

Así estuve, contemplando como se moría el único ejemplar de sirena del Mediterráneo, cuya retataratataratataraabuela, atrajo a Ulises y sus compañeros con sus cantos, junto con otras pelanduscas como ella, dispuestas a darse un festín a cuenta de los pobres marinos.

Al abrirse la puerta de la calle lancé, sin ningún miramiento, a Pascualita a través del comedor hasta su psicodélico acuario. Durante el "vuelo" vació su estómago en el aire y una pasta apestosa cayó al suelo. Las dos amigas entraron sonrientes: - "¡Mira mi pelo. Hecha chispas!" - ¡Mira mis dientes: son verdes! - ¿Estáis mutando? - "Podría ser" jajajajajaja - ¡Hasta nos han hecho una entrevista los de la tele porque éramos las únicas que nos bañábamos en toda la playa! - ¿Eso por qué? - "¡Dicen que el agua está contaminada! ¡Mira, mira, como chisporrotea el pelo! ¡Me encanta!" - ¡Y a mi los dientes verdes! - ¿Ha probado a lavárselos, Cotilla? - ¡Que cruz tenemos con tu nieta! - "Y que lo digas"




viernes, 15 de julio de 2016

Malditos.

- "Nena, hoy es un día cualquiera, aunque en nuestro corazón y nuestro ánimo no lo parezca porque han vuelto a atentar contra todos nosotros como hacen, cada día, los fanáticos en cualquier punto del Planeta." - Otra vez a nuestros vecinos. - "Sí. Y siempre a nuestros hermanos, estén dónde estén. El fanatísmo no quiere que pensemos, ni que vivamos en la libertad que todos nos merecemos" - Tengo ganas de llorar, abuela. - "Llora. Eres libre de hacerlo. Y sal a la calle. Y comenta. Y enfadate. Y jura en arameo si hace falta pero no te equivoques al buscar un culpable. El asesino es quién ha matado y quienes le han inculcado el odio. Todos los demás, vistamos de una manera u otra, somos inocentes"

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaa! ¿Habéis desayunado? Traigo croasanes... están un poco duros pero mojados en chinchón, pasarán bien. - ¿A éstas horas? - Es un pequeño homenaje a nuestros vecinos y un modo de poder digerir lo que ha pasado. - "Vamos, pues... Nena, mientras tu coges a Pepe yo me coloco bien el broche (y puso allí a Pascualita)"

- Me pregunto para qué demonios tenemos que tener a la cabeza jivarizada delante de nosotros mientras comemos (la Cotilla se quejó) Es más fea que pegarle a un padre. - "Ya sabes que es como si fuera de la familia" - Pues yo estoy segura que era un chino... o una china. Y si no ¿por qué la tenía en su tienda el señor Li? - Para venderla como llavero (aclaré) - ¿Véis? Para venderla dice la boba de tu nieta. Por lo tanto ¡era su madre! - ¿Mi madre? (pregunté asombrada) - No. La del chino. Menudo comerciante está hecho. Vendería a su madre si le sacara provecho monetario. ¡Y lo hizo! - "¡Cotilla, no puedes ir por ahí diciendo estas cosas!" - ¿Por qué? - "Porque no lo sabes con certeza" - Mi olfato de trapicheadora no me engaña. - Acabará de relleno de los rollitos de Primavera (sentencié)




jueves, 14 de julio de 2016

Como regaderas.

- "La televisión me tiene atrapada. Por un lado hace que me levante temprano para ver el encierro de los Sanfermines y por otro me provoca grandes siestas con el Tour de Francia. Menos mal que una cosa compensa la otra"

- ¿Me estás diciendo que levantarse a las 8 de la mañana es temprano? - "Para una señora jubilada de clase alta como yo que, además tiene mayordomo para que le prepare el desayuno, sí" - Entonces consideras que despertarme a las tres o las cuatro de la madrugada es un madrugón ¿verdad? - "Eso es otra cosa. Soy tu abuela y si tengo algo que decirte, te lo digo y en paz." - ¿No podrías hacerlo a otras horas? - "¿Quiéres que me quede toda la noche sin dormir porque a la señorita no se la puede molestar hasta que te de la gana? ¡Egoísta!"

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaa!¿Qué le has hecho a tu abuela, boba de Coria? - ¡Nada, Cotilla! - A partir de este momento, pasó olímpicamente de mi.

- ¿Cómo está Andresito? - "A la pata coja" - Esta mañana me he acordado de él viendo el encierro. - "¡Yo también! Por aquel hombre que ha salido de entre los toros como un zombi en la puerta de la Plaza. ¿A qué sí? ¡No sabía por donde andaba!" - ¿No se habría pasado empinando el codo? - "¡Le ha caído encima un toro de 600 kilos, Cotilla!" - Bueno, como excusa no está mal... ¿Y el norteamericano al que cornearon el otro día? - "Pues... no sé..." - Está encantado con la herida del muslo ¡20 puntos le han dado al yanki! Se le aparecería el fantasma de Hemingwy entre los vapores de la anestesia, para felicitarlo por lucir semejante costurón de por vida. Ese ya se puede morir tranquilo jajajajajajaja Es que los hay que están como regaderas... Por cierto, voy a montarle un altar a Luis Bárcenas. - ¡En mi casa no! (grité enardecida pero, como pasaba de mi, no se dio por aludida) - Va a empezar su juicio y ha presentado una lista de "los listos" que quiere que vayan a declarar. ¡Es mi héroe! ¡Quiere morir matando!

La abuela me miró, movió la cabeza a un lado y a otro, después dijo: - "Cuanta razón tienes, Cotilla. Estás como una regadera"

miércoles, 13 de julio de 2016

Ridículos.

La puerta de casa se abrió de repente y entraron juntas, la abuela y la Cotilla. - "¡Te dije que le gustaría! jajajajajajaja" - ¡Menuda tajada llevaba! - "Es que no saben beber en cuanto los sacas del whisky ¡Iba mamao perdido jajajajaja!"

- ¿De qué reís, abuela? - ¡Ya verás cuando se entere Andresito que has sido tú la causante del escándalo! De ésta se divorcia y me lo quedo yo. - "No caerá esa breva, Cotilla... Jajajajajaja Es que me da la risa cada vez que me acuerdo ¡Menudo papelón!"

- ¿De qué va la fiesta? (insistí) - ¿Qué fiesta? - En la que habéis estado ¿Había americanos? - "Que yo recuerde, no... ¿por qué?" - Los habéis nombrado... - "¡Ah, sí! El otro día decidí enviarle una botella de chinchón a George Buhs para tener un autógrafo suyo cuando me dé las gracias. Es que me ha dado por coleccionarlos. Y la ha probado, viéndole en la tele hacer el ridículo en un funeral por unos policías, bailando y riendo sobre el escenario. Andresito ha dicho que sentía vergüenza ajena" - ¿Dijo lo mismo cuando comenzaron la guerra de Irak? (preguntó la Cotilla) - "Yo no le oí. Por eso le he dado tal patada en la espinilla que le han tenido que escayolar la pierna en Urgencias"

- Dejemos de hablar de cosas tristes, abuela. Este fin de semana ha  ocurrido algo mágico: Campanilla ha acudido, desde el Mundo de la Fantasía, a consolar a Cristiano Ronaldo que, sentado en el césped de un campo de fútbol, se lamentaba de un golpe que había recibido. - "¿Quién es Campanilla?" - ¡La amiga de Peter Pan, abuela! - ¿El puntito luminoso? - ¡Esa misma! Imagináos que momento: Campanilla se acerca decidida, se posa entre los ojos arrasados de lágrimas del millonario y yo diría, que le dió un besito... - ¿Y le dijo: sana, sana, culito de rana...? jajajajaja - Cotilla, estoy hablando en serio. - ¡Ya! Te tenemos dicho que no bebas entre horas, que te afecta. - ¡Todo el mundo lo vio por la tele! - "Era ¡una polilla! no Campanilla, boba de Coria ¡Que cruz tengo contigo! (dijo la abuela)

Mientras seguía a su amiga, que llevaba el chinchón a la salita, la abuela cogió a Pascualita colocándola en el broche que llevaba prendido de la solapa. La Cotilla murmuró: - Que por hoy ya no beba más tu nieta. Ve visiones. Y así habrá más para nosotras jejejejeje - Iba a contestar cuando Pascualita, al pasar junto a mi, me escupió a la cara. Afortunadamente pude esquivar el chorito de agua envenenada aunque, para eso, tuve que darme un cabezazo contra la pared.

martes, 12 de julio de 2016

El que paga descansa... dicen.

- "¡Nena, tu abuelito a vuelto a ser el mismo de antes! Claro que gracias a las pastillitas azules pero el caso es que ésta noche me ha hecho una faena, erótico-festiva, de las de fotografiar y enmarcar ¡Que ilusión! Y todo gracias a Messi. Le pediré a la Cotilla que le monte un altar en la salita de tu casa para poder agradecerle, con las velas que sean necesarias, el resurgir del HOMBRE: mi Andresito"

- ¿En serio me despiertas para decirme esta sarta de chorradas? Cuéntale a otro esta milonga, abuela. Si sois más viejos que andar palante. Y la ciencia no hace milagros porque, lo que no puede ser no puede ser y además es imposible, como decía Rafael El Gallo. - "¡Cresta te va a salir a ti como vaya para allá y te caliente!"

Lo que parecía una amenaza se convirtió en realidad porque, poco después de haber colgado el teléfono, escuché el frenazo del rolls royce bajo el balcón de casa. La sangre se coaguló en mis venas. Un miedo angustioso corría a través de la espina dorsal y un sudor frío me dejó empapada de pies a cabeza. Lo peor fue escuchar las pisadas de la abuela subiendo, escalón tras escalón, tomándose su tiempo para tensar mis nervios como cuerdas de violín. Me sentí Don Juan Tenorio esperando ver aparecer el espíritu de Comendador atravesando las paredes. ¡Que angustia, por favor!

Entró en casa como el Angel Justiciero: con el brazo derecho levantado y la mano abierta, plana. Y aunque hice amago huída, no pude evitar recibir uno de los mayores pescozones de mi vida. Siete veces rebotó mi cabeza contra la pared ¡Record Guinnes! No me cabe la menor duda. Pascualita, que lo había visto todo desde el borde del acuario psicodélico, aplaudía a rabiar y de vez en cuando, hacía el signo de OK, la muy jodía.

Una vez consumada su hazaña, la abuela me exigió que me sentase. - "Andresito a recuperado el ánimo gracias a la campaña que el Barça ha puesto en marcha para salvar el honor de Messi: Todos somos Messi" - ¿Se han pasado siete pueblos ¿no? - "¡Ya lo creo! Hasta tú te has dado cuenta y mira que eres tonta. Andresito piensa que este método pueden usarlo los Pinochos para lavar la cantidad de honores sucios de su partido: Todos somos Jaume Matas, por ejemplo"

- "Al verlo entusiasmado con la idea, le he seguido la corriente y el resultado ha sido la actuación de ésta noche, digna de cortar las dos oreja y el rabo. Ya llegará el momento de desilusionarlo" - Deberías hacerlo cuanto antes para que no vaya haciendo el ridículo por la calle diciendo, por ejemplo: Todos somos Mario Conde... o Luis Bárcenas...

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! Espero que no estéis usando el nombre de mi gurú en vano porque aquí correrá la sangre... ¡Aaaaaahggggg. Necesito bebeeeeeer! ¡Que calooooooor! Nena, dame un chinchón on the rocks... Mejor dos.


lunes, 11 de julio de 2016

Contaminada.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa Pensé que un baño, con este calor, me refrescaría y dejaría como nueva. - ¡Caray, ¿de qué va disfrazada?... ¿de lechuga... de marciana... de manojo de acelgas con judías? Tengo que decirle que el verde es un color que no le favorece a todo el mundo, por ejemplo, a usted. - ¿Ahora eres daltónica, boba de Coria? ¿dónde ves el verde? El vestido es azul. - Eso ya lo veo. Es el maquillaje que se ha puesto en la cara, por cierto, bastante revulsivo. - ¿Has desayunado con chinchón? ¡Que jodía! Ya podrías invitar. - ¡Echese una mirada en el espejo, coñe!

- La abuela llegó en este momento y juntas escuchamos el horrible alarido que salió del cuarto de baño. - "¿Tienes un asesino a sueldo en casa, nena?" - Es la Cotilla que se nos ha vuelto marciana. - "Como te afectan los vapores etílicos de buena mañana"

La vecina salió despavorida, tropezando con la abuela que la miraba boquiabierta. - "¡¡¡Ostras!!!" - ¡Ayudádme, ayudádmeeeeeee! - Ya le he dicho que se le ha ido la mano con el maquillaje. - ¡Que no es eso, boba de Coria! - "¿Te has dado una mano de pintura?" - ¡¡¡NOOOOOO!!! - "¿Entonces...?" - ¡No sé qué puede ser! - "¿Has hecho algo fuera de lo normal? - Pues... he ido a Can Pere Antoni a nadar... - "¡No me digas más! Te has contaminado... ¡Eh, quita, bicho. No te acerques a mi que ahora que soy rica quiero vivir lo máximo posible y en buenas condiciones, como la Momia."

La Cotilla lloraba como una Magdalena. - ¡¡¡Me moriré!!!... snif... ¡¿Qué será de míííííí...?! - "Te guardarán en formol para que la Ciencia estudie tu caso. Por fin serás importante y famosa, mujer" - Pero las explicaciones de la abuela no la consolaban. - Ya sé lo que puede hacer, Cotilla. Aproveche la oportunidad para mostrarse a la gente, a cinco euros la visita. ¡Menudo negocio!

Las lágrimas dejaron de fluír - ¿Tú crees? - Una mujer verde no se ve todos los días. Además, esas ronchas que le están saliendo, la asemejan a un cocodrilo ¡Se va a forrar! - "¡Animo, Cotilla, que no hay mal que por bien no venga!"

Por fin una sonrisa espantosa le iluminó (es un decir) la cara. - Dicen que Dios aprieta pero no ahoga jijijijiijiji - "Cosa que no deja de tener mala uva... " - Eso sí. - ¿Quiere un chinchón? - "Pónlo en vaso de plástico y luego lo tiras" (dijo la aprensiva de la abuela)

 Pascualita vio pasar a la Cotilla, camino de la salita y se le erizaron las algas de la nuca, los ojos de pez iniciaron una feroz rotación, los dientes de tiburón salieron a pasear, se llenó la boca de agua que se envenenó al instante y lanzó un chorrito a los ojos de la vecina. La puntería fue perfecta y los gritos se oyeron dos calles más arriba de la mía. Estoy segura de que mañana, el alarido, será portada de los periódicos.

domingo, 10 de julio de 2016

Estamos apañados.

La abuela ha recuperado su energía vital - "Que sabios eran los antiguos, nena. Ellos decían sobre el agua que era un líquido incolor, insaboro e insípido, que sirve para lavarse los pies y algunos guarros se la beben. ¡Cuánta razón tenían! anda, pónme otro chinchón que tengo que recuperar el tiempo que me ha hecho perder la boba de la Cotilla"

Geoooorge también está algo más recuperado de la desagradable (para él) sorpresa de dejar de ser europeo. Se autosugestiona diciendo que es una broma de humor británico y que el verdadero resultado de la consulta no se ha dicho todavía. - Mi Gobiernou saber que ingleses no reir por la crisis. Ahora estar ilusionadous por saber la verdad. - La abuela ya le ha dicho que no es más tonto porque no se entrena.

Por su parte, Andresito sigue sin levantar cabeza por culpa de los avatares de su partido. Solo le faltaba que echaran a Rodríguez. - Están cayendo los tótems que mantenían en alto el pabellón de los Pinochos (se le ha pegado el nombre por las veces que suele utilizarlo la abuela) ¿Remontará el vuelo la gaviota? (evocó, románticamente, la imagen del ave carroñera) - Abuelito, toma un chinchón on the rocks. - Será suave ¿verdad? - ¿Suave? Está tan cargado que levanta a un muerto. - ¿Tú también quieres matarme, nena? - De momento, no.

Por mi parte, me dedico a ir a la playa a ver cómo está el mercado de tíos cachas este año. Ayer me encontré allí con la Cotilla ¡Me la encuentro hasta en la sopa! - Hay hambre ¿eh? - No. He merendado en casa. - Habrá sido pan con tomate porque la chicha llevas tiempo sin catarla. - ¿Está hablando en clave? - En román paladino, alma de cántaro. Se te van los ojos tras los culitos respingones, los torsos firmes y los vientres planos de cuanto señorito pasa delante de ti - ¿Qué dice, mente calenturienta? - Yo sé bien lo que es necesidad y a ti te urge tener el biznieto o te quedarás sin la Torre del Paseo Marítimo... Antes lo tendré yo: in vitro ¡Mira, ya tengo la botella donde  meteré el embrión. Es de coñac Veterano, con tapón de corcho. Tendrá unos cincuenta años ¡Solera especial! Verás que biznieto me va a salir.

En casa comenté éste episodio con Pascualita. - ¿Cómo hacéis vosotras para tener crías sin recurrir al método tradicional? - La sirena me miró con sus ojos saltones, fijamente, durante un rato. - ¿Os quedáis quietas... o es que estás pensando la respuesta? Pascualita se zambulló de repente. La vi bajar hasta el fondo del acuario psicodélico a traves de los colores de las diferentes luces. Una vez sobre la arena cogió una concha y jugó con ella pasando de mí olímpicamente.

Al cabo de un rato se me encendió la bombilla y corrí, alborozada, a contárselo a Pepe. La cabeza jivarizada escuchó atentamente: - ¡Pascualita me ha dado la solución! ¡Meten el embrión en una concha para que se desarrolle allí dentro como una perla! jajajajajajaja ¡Cotillaaaaaa, te vas a quedar con un palmo de nariceeeeeeeeeees!

Unas horas después estoy en un mar de dudas... ¿Venderán embriones en la tienda de los chinos del señor Li?

sábado, 9 de julio de 2016

¿Qué le pasa a la abuela?

Toda la rabia que hacía que la abuela se mantuviera eufórica se ha ido al traste. Ya no quiere matar a Andresito ni a la Cotilla porque todo le da igual. Ha caído en una depresión de caballo que le hace arrastrar los pies por los pasillos de la Torre del Paseo Marítimo. Está apática la pobre y no sé por qué, así que siguiendo su tradicional modus operandi en cuanto a despertares se trata, la he llamado a las tres de la madrugada.

Esperaba oír un estallido de gritos y palabrotas... pero no. Una voz tranquila, demasiado diría yo, ha contestado al teléfono: - "¿Quién llama, por favor?" - He quedado desconcertada y me he disculpado. - Perdone que la haya despertado, señora. Me he equivocado. - "No te has equivocado, nena. Soy tu abuela" - ¿Estás... drogada? - "No por Dios. Estoy plácidamente recostada en los almohadones de mi cama, escuchando el suave murmullo que hace mi marido al respirar mientras duerme" - ¿Se te ha ido la mano con el chinchón?

No salía de mi asombro. - ¿Te has vuelto sonámbula... o te has dado un golpe en la cabeza? ¡Llamaré a una ambulancia para que te lleve a urgencias! - "Eres una nieta maravillosa, nena. Gracias por preocuparte por mi pero estoy bien. Y ahora, si no quieres nada más, te dejo que voy a rezar el rosario"

¡Mi abuela estaba grave! Me vestí y salí en busca de un taxi que me llevara a su casa. Me abrió ella la puerta. Se había cogido el pelo pincho con rulos y llevaba un salto de cama lleno de volantes del año catapún - ¿Por qué no abre Geoooorge? - "Está durmiendo" - ¿Y cuándo ha sido un obstáculo eso para tí? - "Calla. No me recuerdes mis malas acciones" - ¡Pero si es tu empleado. Le pagas todos los meses por trabajar!... ¿Qué te ha pasado, abuela? - "No lo sé... (unos pucheros la llevaron al borde de las lágrimas) pero no estoy normal" - ¿Has comido algo que no te ha sentado bien? - "Pues... " - ¿O bebido?

La abuela levantó la cabeza y me miró fijamente... "¿Beber?... Beber sí bebí... de una botella rara que me trajo la Cotilla" - ¡A saber lo que te ha dado esa bruja! ¿Dónde está la botella? - "En mi mesita de noche"

Corrí a buscarla, después me acerqué a la abuela y le dije: - Es agua. - "¡Esa bruja me ha querido envenenar! Pensé que era una nueva marca de chinchón y bebí media botella de un trago... Hace años que no bebo agua. Es contraproducente... ¡¡¡Llama a urgenciaaaaaaaaaaaaaaasssssssss!!!"

jueves, 7 de julio de 2016

La abuela está que trina.

La abuela ha llamado muy temprano a casa. - "Prepara café bien cargado que voy para allá" - ¿No puedes venir un poco más tarde? - Ni siquiera me contestó. Ya había colgado.

Entró en casa como un elefante en una cacharrería. - "¡Saca el chinchón!" - ¿A éstas horas? - "¡¿Pero es que le tienes que poner pegas a todo lo que digo?!" - ¡Chisssst! no grites que los vecinos duermen. - Se acercó, decidida, al acuario psicodélico y cogió bruscamente a Pascualita que dormía plácidamente bajo las algas. - Pero, abuela... - "La sirena tiene que saber lo que me ha pasado para que pueda juzgar si tengo razón o no. Después, cuando vuelva a su hábitat, si se encuentra con un problema como el mío, sabrá qué hacer" - Y sin más preámbulos, se sentó en la mesa de la cocina y se tomó un café bien cargado con un chorrito de chinchón.

Mientras saboreaba el segundo y Pascualita comía un plátano que la abuela le puso en la boca cuando sacó la dentadura de tiburón a pasear, cabreadísima por el brusco madrugón, nos contó que estaba muy enfadada con Andresito. - "¡Lo tengo a pan y agua porque es un rajado!" - Menos mal que le has dejado el agua porque con éste calor que hace... - "¡No eres más tonta porque no te entrenas! ¡A pan y agua sexual!" - ¿Para que corra más en los Sanfermines? - "¡Ese es el problema. No quiere correr!" - Ya te dije que tenía muchos años... - "¡Somos de la misma quinta y yo correría!" - Sí, sí, de la misma quinta jajajajajaja ¡De la de su madre! ¡¡¡Aaaaaaayyyyyyyy!!! - Me tiró el azucarero a la cabeza .

- "Tiene miedo el muy cagón. Se ha rajado. Ahora que ya se lo he dicho a todo el mundo y estarán pendientes de la tele para verle. Debía correr el último día con los enormes toros de Miura. Sería algo de lo que se hablaría durante generaciones y no de la Corrupción." - Es normal que tenga miedo. - "¡Se debe a su público! ¿Te imaginas lo que dirán de él en El Funeral? Será el hazmerreir de todos" - Mira las cosas desde el lado bueno. Si lo pilla un toro te quedarías sin él. - "¡Sería la viuda desconsolada de un héroe! Ahora será la viuda de un Juanlanas" - ¿Cómo que AHORA? - "Tengo mis planes... "

La botella de chinchón iba ya por la mitad y a Pascualita se le había olvidado el enfado. En cambio yo no podía olvidar la amenaza velada de la abuela. - ¿En serio vas a matar al abuelito? - Claro, en serio. ¿O prefieres que lo mate de risa?"

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaa! ¿Así que tu marido se ha rajado? - "¿Cómo lo sabes?" - Soy la Cotilla, querida... Que pena de hombre. Menos mal que no me casé con él. - "¿Acaso te lo pidió?" - No. Y ahora me alegro... ¿Te divorciarás? - "Algo peor" - Creo que iré a ver a tu suegra. Me conviene ser su amiga si quiero que la Torre del Paseo Marítimo sea mía. - "Puede que tu también entres en mis planessssss... Cotilla"

miércoles, 6 de julio de 2016

Acallar rumores.

- "¡He visto el chupinazo en la televisión, nena!" - Pues vale, pues bueno, pues me alegro... - "¿Es todo lo que se te ocurre decir, pavisosa"? - Todos los años, el día 6 de julio, suena el chupinazo en Pamplona ¿Dónde ves la novedad? - "!Ah!... ¿no te lo he contado? Pues que Andresito correra uno de los encierros de San Fermín" - ¿Estás de broma? - "¡Noooo! de broma, nada, monada. Dijo que haría algo espectacular que acallara los rumores de corrupción en su partido. Así que correrá en San Fermín con luz y taquígrafos" - ¿Rumores? ¡Certezas! - "Ya lo sé pero si él es feliz diciendo ésta tontería, no cuesta nada seguirle la corriente."

- Los guardias no le dejarán correr... por la edad que tiene, digo. - "Tu siempre con la puñetera cantinela de la edad. Como si eso fuera impedimento para hacer cosas extraordinarias... Mira Vargas Llosa o Richard Gere... La edad no les impide cumplir con sus novias" - ¡Tu qué sabes, abuela! - "A mi no se me escapa nada y sé, positivamente, si usan viagra o no... Por cierto, a Andresito habrá que subirle la dosis porque el palo de la bandera le queda un poco torcido. Le diré a su hijo, el Médico, que nos la recete y nos saldrá más barato" - ¡Pero si os sale el dinero por las orejas! (protesté airada) - "Porque solo lo gastamos cuando no nos queda más remedio, boba de Coria"

- ¿Ya se entrena el abuelito? - "¿Para tomar viagra? No le hace falta, ya tiene experiencia" - Para correr el encierro. - "El y unos cuantos más. Entre ellos un cámara y un locutor de IB3 que darán la noticia, en vivo y en directo. No les ha echo ninguna gracia, ni doblándoles el sueldo, porque les da miedo. Y a los pinochos elegidos, también. Al final se han repartido unos sobres a cada uno y parece que han quedado contentos porque han aceptado participar en la aventura de acallar rumores. Mientras se hable de las vicisitudes de ellos, no se hablará de Rodríguez y compañía" - ¿Y si los pilla un toro? - "¡Mejor que mejor, alma cándida!. Sería todo un éxito porque nadie hablaría de otra cosa" - ¡Yo no quiero que cornéen al abuelito! (lloriquée)

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaa! ¿No me digas que le has puesto los cuernos a Pascual con tu marido? jajajajajajajaja ¡Eres única, amiga mía! - La abuela cogió el bolso y se fue, mientras decía: - "Lo que hay que aguantar"

martes, 5 de julio de 2016

El famoso Rodríguez

- "Andresito no levanta cabeza, nena. El pobre, si monta un circo, le crecen los enanos. Ya sabes lo recto que es para sus cosas y cuando pensaba que en su partido ya no podía ocurrir nada más ¡se destapa la trama corrupta de la policía que implica a Rodríguez" - ¿Rodríguez? - "El jefe del PP de Palma. Y tiene un disgusto el hombre que arrastra su autoestima por los suelos de la Torre del Paseo Marítimo" - ¿Rodríguez? - "¡Andresito!"

- ¿Tú le llamas Rodríguez? - "¿Cómo voy a llamar Rodríguez a Andresito, boba de Coria?" - No, a él no, al otro... - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! ¿Quién es "el otro"? ... ¿No estaréis hablando de Pascual? ¡¿Está por aquí?! - Hablamos de Rodríguez, Cotilla. - ¿Es un futuro candidato a padre del biznieto? - No, no. No tengo nada que ver con él. - Entonces es un nuevo ligue de tu abuela ¿Es que no puedes controlar tu líbido cuando ves unos pantalones? - "Es un amigo de Andresito" - ¿Un amigo o un... a.m.i.g.o especial?

Se entabló una discusión entre ambas viejas que no llevaba a ninguna parte porque ambas tenían una idea preconcebida y nada la hacía cambiar. Como la cosa iba para largo me fui a la compra, estuve en la playa nadando y llenando un montón de garrafas de agua de mar para el acuario de Pascualita. Al llegar a casa seguía la discusión y aproveché para merendar junto a la sirena, en la cocina. El bicho, al escuchar la voz alterada de la abuela se puso en guardia por si tenía que defenderla y sacó la dentadura de tiburón a pasear, así que me parapeté tras las gafas de sol por si me escupia. Le enseñé una magdalena de las que trae la Cotilla, más seca que una momia y conseguí que desviara la atención hacia su estómago.

Quedé traspuesta en la silla de la cocina hasta que el silencio del comedor me despertó. Me asomé, feliz, pensando que se habían ido pero estaban en la salita brindando con chinchón, una y otra vez. - Podríais avisar (me quejé)... Y esa foto recortada del periódico... ¿No es Rodríguez? ¡Le habéis hecho un altar! - "Ha sido la Cotilla. A mi no me mires" - ¿Y qué tiene de bueno éste hombre? - Enseñarnos el arte del amiguismo de conveniencias y a salir indemne de todos los chanchullos donde se metió. Me será muy útil para poder llegar a fin de mes. - La abuela, queriendo separa la paja del trigo y quedar como una señora... bebida, eso sí, se decantó por Bedulio. - "Brindo por él porque es un municipal raro pero honrado" - Entonces yo también levanté la copa las veces que hizo falta, por Bedulio.

lunes, 4 de julio de 2016

Fotos Antíguas de Mallorca.


- "Nena, prepara algo de comer que sea comestible que vendremos a mediodía" - ¿Pan con aceite, por ejemplo? - "Vale, pero con acompañamiento... Dice la Cotilla que ella lo traerá porque ha cogido bastante paquetes de embutidos del contenedor del súper" - ¿No será peligroso? - "¡Ya salió doña Remilgos! ¿No sabes el refrán que dice que lo que no mata, engorda? Pues eso" - Pero no quiero engordar... - "¡Que cruz tengo contigo!"

A la hora de la comida se presentaron los abuelitos y la vecina. Venían acalorados y tomamos gazpacho de tetrabrik con un buen chorrito de chinchón. - Hay que ver lo que realzan el sabor de los tomates y los pimientos unas gotitas de licor (dijo la Cotilla, relamiéndose) - ¿Gotitas? ¡Media botella le ha echado! A mi me parece que ha realzado la cebolla, el pimiento y los tomates no los noto. (me quejé) - "¡Tenéis el paladar enladrillado!"

Me contaron que habían estado en la comisaría a denunciar una exposición de fotos de Palma Antigua que habían ido a ver. - ¿Tan mala es la exposición? - "No se trata de eso. Sino de que hay una foto que atenta contra nuestra intimidad... De la Cotilla y mía" - ¿Eso quiere decir que salís en una de ellas cuando érais niñas? ¡Que chuli! - De chuli nada. En los paneles están juntas una foto actual con una antigua... - "¿Era necesario por Fotos ANTIGUAS de Palma? - ¿Preferíais que dijera VIEJAS? -!!!Eso sería mucho peor!!! - "¡Le pego fuego a la exposición!"

Andresito comía y callaba. - ¿De qué va ésto, abuelito? - Pues que aparecen en una foto de 1909,  jugando en la calle. - ¿En serio?... Así que tienen cient... ¡Aaaaaayyyyyyyyy! - ¡Menudo pescozón me dio la abuela! Cuando me repuse sentí pena por el abuelito - ¿Te sientes engañado? (le dije al oído) - Tu abuela tiene la edad de mi madre, más o menos. Otra faena que sumar a las muchas que me ha hecho ya. - No será para tanto (quise quitarle hierro al desánimo que sentía el pobre) - Ya lo creo que lo es. Ayer mismo sin ir más lejos, me convenció de que todos nuestros amigos llevaban tanga rojo. Y me lo puse. Después en El Funeral me pidió que hiciera un striptis junto a los demás ¡y lo hice, pensando que, al quedarnos en calzoncillos sería una risa viendo tanto culo rojo ¡Y vaya si se rieron todos, pero de mi que era el único que lo llevaba. Los demás eran clásicos! - ¡Oh, vaya! - Y encima, me hizo una foto y la mandó a los periódicos con un título: "Así celebra la 3ª Edad el triunfo de los Pinochos"

- ¿En serio?... ¡Cotilla, prepare las copas que hay que brindar por la nueva estrella erotico-festivo de Palma! - Lo último que escuché al salir corriendo de casa para ir a por los periódicos, fue - ¡¡¡... y te quedas sin la Torre del Paseo Marítimo!!!

domingo, 3 de julio de 2016

El Tour.

El Tour de Francia es una bendición, sobre todo las tardes de domingo en que la sobremesa se alarga. Cuando se acaban los temas de conversación nos sentamos frente al televisior, el tótem doméstico al que adoramos diariamente. De repente aparece la serpiente multicolor pedaleando por estrechas y polvorientas carreteras y piensas ¡Aleluya, ya están aquí!

Es el momento en que los cuerpos se relajan, los ojos se cierran de manera casi imperceptible. Todos a la vez, como un ballet bien ensayado, un segundo después, toda la familia ronca al unísono desparramada por sofás, sillones y butacas. Ya lo dice el refrán: la familia que ve el ciclismo unida, duerme unida.

Eso sí, hay que despertarse cuando solo faltan 20 kilómetros para llegar a la meta. Y ese reflejo, ese arte, se tiene o no se tiene. Es innato. Nosotros lo tenemos y disfrutamos de las últimas caídas, los últimos esfuerzos, los arreones, el ataque del pelotón y el apoteósico sprint final. En cuanto la rueda toca la línea de meta, saltamos de nuestros asientos, nos abrazamos en un delirio de alegría y nos disponemos a ver la entrega de los maillots a los campeones y los besos que dan las chicas del podio a pesar de los sudores de los ciclistas. Duro trabajo el de ellas.

Después brindamos con chinchón y comentamos la jugada. Por ejemplo, la siguiente etapa: - "¿Dónde nos despertaremos mañana?"

Pascualita, que es muy lista, también le ha cogido el tranquillo a las carreras y comparte siesta con nosotras. Si no hay moros en la costa, celebra el triunfo tomando traguitos de nuestras copas. Si tiene que quedarse en el acuario, le bendecimos el agua con un chorrito de chinchón.

Andresito, que está ultimamente de los nervios, nos ha hecho compañía con la esperanza de relajarse y parece que lo ha conseguido... hasta poco antes de salir hacia El Funeral en que la abuela le ha regalado un tanga rojo pasión para celebrar el Día del Orgullo Gay y le ha pedido que se lo ponga y nos haga un pase de modelo para ver cómo le sienta

Se ha cerrado en banda y no ha habido manera de convencerlo.  - ¡Yo no soy gay! (gritaba) -  Ante esta actitud negativa, la abuela se ha enfadado y le ha llamado machísta, xenófobo, homófobo y  algo más. - "¡Todos nuestros amigos los llevaran en solidaridad. Solo tú harás el ridículo!" - Ahí dio su brazo a torcer. - ¿Seguro que lo llevarán todos? - "SEGURO" - Mientras el abuelito salió al rellano a llamar al ascensor, pregunté a la abuela - ¿Seguro que TODOS? - Y con sonrisa pícara me comentó - "¡Y yo qué se!"

sábado, 2 de julio de 2016

Escándalo público.

Pensé que los guardias tendrían, a la abuela y la Cotilla, a buen recaudo durante unos días... ¿por qué no semanas... o meses? Pero es misma tarde volvieron a casa ¡y con las pilas recargadas! - "¡Mañana saldremos en todas las noticias!" - ¡Lo que voy a fardar delante de mis amigos del trapicheo!.. ¡hip! - ¿Habéis bebido? - "¿Se puede llamar beber a celebrar, una y otra vez, nuestro triunfo... ¡hip!... sobre la mojigatería cabalgante que nos rodea?" - ¡¡¡S... ¡hip!... i!!! (gritó la Cotilla, entusiasmada)

En la bolsa de la playa vi la botella de chinchón, vacía. - ¿Por qué no la habéis tirado en el contenedor verde? - "¡Noooooooooo! Hay que guardarla. Dáme un boli para escribir la fecha y el motivo de nuestros brindis jijijijijijijii (la abuela se quedó en suspenso un rato, luego, mirando a la Cotilla, preguntó) ¿Cuál es... ¡hip!...el motivo?"

Andresito llamó. - Nena ¿han detenido a tu abuela? - Sí, pero solo un rato. Está aquí. - ¿Es posible que el motivo sea... escándalo público? - Lo es, abuelito. - ¡Oh, ahora que hemos vuelto a ganar las elecciones (lloriqueó)

- "¡Hola mi amor!.. jijijijiji ¿Eres mi... ¡hip!... lobo?" - Por lo visto Andresito no rió la gracia de su mujer y ella se enfadó. - "¡Aguafiestas!... ¡Sí, escándalo público!... ¡Sí, desnudas en l.a.  p.l.a.y.a!... ¡hip!... Esto ha sido todo... Lo vuestro sí que es un escándalo ¡¡¡Corruptos, que sois unos... ¡hip! corruptos!!!" - Colgó el teléfono con fuerza - "¡No te jode el fundamentalista éste!" - ¡¡¡Abuela!!!

Más tarde, ante una taza de café bien cargado, me pusieron en antecedentes de por qué las habían soltado tan pronto. - "Porque los guardias estaban persiguiendo a otros guardias" - ¿Cómo en las películas de Charlot? - "Sí, pero en serio" - Lo vuestro también era serio. Además de los desnudos, agredísteis a Bedulio y compañía. - Aún va cojo el pobre... - ¿Y encima ha intercedido por vosotras? que buena persona es. - "Es bueno, sí. Claro que le he prometido invitarlo a paella de marisco" - Nadie da nada por nada (sentenció la Cotilla) - "Y tenían cosas más importantes que hacer... Menudo follón el de los guardias corruptos... ¿Os dáis cuenta de como se ha revalorizado este verbo? Si cotizara en bolsa todos irían a por él. Corrupción, divino tesoro... que diría el poeta" - ¿Brindamos por ello? (dijo la Cotilla) - ¿Por qué? (pregunté, embobada) - ¡Y yo qué sé! ¿Brindamos? hale, boba de Coria, trae una botella nueva que para luego, es tarde. - Al pasar junto al acuario eché un chorrito de chinchón en el agua.

viernes, 1 de julio de 2016

Día de playa.

- "Nena, cuando llegue la Cotilla díle que iremos a la playa... ¿te has enterado?" - zzzzzzzzzzzzz - "¡Andresito, esta nieta mía cada día se te parece más. Sois dos ceporros durmiendo!" - Me pareció escuchar el sonido de un teléfono al colgarlo... Que extraño sueño.

La puerta de mi cuarto batió fuerte contra las paredes cuando alguien (¡un enemigo!) la abrió de golpe. - ¡¡¡SOCORROOOOOOOO!!! - "¡Calla loca que despertarás a toda la finca!" - ¡Abuela, escóndete. Los extraterrestres han invadido mi casa! - "¡Que cruz tengo contigo! ¿Ha venido ya la Cotilla?"

No, no había venido. Y yo estaba más cabreada que un mono desde que me dí cuenta que, ni había enemigos extraterrestres ni podía volver a dormir gracias a mi abuela. Eso sí, toda la delicadeza que no tuvo conmigo, la tuvo con los vecinos: pobrecitos, no había que despertarlos.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! - "Cotilla, prepárate que nos vamos a la playa" - Primero desayunaremos ¿no? Nena, haz café. - Pero.. pero... ¡jopé! ¡Aaaayyyyyyyy! - Recibí un pescozón de la abuela por mal hablada ¡a mis años!

A pesar del enfado, caí en la tentación de ir con ellas a la playa y naturalmente, me tocó llevar las sombrillas y la bolsa con los avíos, meriendas y bebidas, chinchón incluído. La abuela, muy ufana, solo transportaba el termo de los chinos colgado al cuello con Pascualita dentro. La Cotilla ni eso.

En cuanto colocaron las toallas, ambas amigas se quedaron en cueros para mi asombro. - ¿Qué demonios hacéis? ¡Taparos! - A la abuela le dio la risa. - "Pretendes que nos pongamos el bikini sobre la ropa de calle?" jajajajajajajaja - La Cotilla le hizo coro - ¡Esta nieta tuya cada día es más tonta! jajajajajajaja ¡Brindemos por eso! - Las dos amigas, ajenas al espectáculo que estaban dando, no se apresuraron a cubrir sus flácidas carnes, al contrario, corrieron hasta la orilla para meter los pies y dar saltitos y gritos cada vez que se acercaba una ola.

Yo me aparté de ellas, prudentemente. No estaba dispuesta a que nos relacionaran. A su alrededor se formó uno coro de curiosos. Había quién aplaudía y celebraba su "canto de libertad". Y quienes, alarmados por semejante desmadre, criticaban a voz en grito el libertinaje. De repente apareció una pareja de municipales. Fueron recibidos con división de opiniones. Uno de ellos era Bedulio que, al reconocer a las "ninfas marinas" palideció.

Gracias a los saltos de la abuela, el tapón del termo de los chinos cayó sobre la arena y acto seguido, Pascualita. Mientras me tiraba en plancha entre las piernas nonagenarias para cogerla, los municipales sujetaron a las bailarinas, cosa que les reportó sufrir patadas, mordiscos, arena en los ojos y juramentos de carretero por parte de ellas y de algunos incondicionales.

Con Pascualita bien sujeta, llegué corriendo a casa mientras la muy bruja me mordía con saña porque, una vez más, había estado a punto de volver a su hábitat y yo se lo había impedido. ¡Que dolor! ¡Que hinchazón! ¡Y el chinchón en la playa!