martes, 31 de enero de 2023

No llega a fin de mes la jodía.

 Pascualita lleva durmiendo toooodo el santo día. - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaa! - La Cotilla aparece por el pasillo de casa con un enorme turbante liado a la cabeza. - ¡Virgen del amor hermoso! ¿No me diga que se ha hecho sij? - ¡Ni sij ni soj, boba de Coria! Me ha dejado  pelona una especie de mini tornado que se ha desatado, de repente, durante la fiesta del Año nuevo Chino. En un visto y no visto ha dejado un montón de pelones. Nos han curado en ambulancias que han venido a socorrernos pero yo, además del vendaje que me pusieron, he añadido unas pashmina indú para guardar las ganancias obtenidas en la fiesta.- ¿Se refiere a... (hice la señal de rebañar) robar, vamos. - ¡Esa boca, niña!

- ¿Por qué no quiere reconocerlo? - Porque es muy triste llegar a mis años, después de tanto trabajar para encontrarte como yo, cobrando una pensión mísera con la que no llego a fin de mes... ¡snif!... 

- Pero si es una potentada. - ¡¿Yo?! Eso lo dirán las malas lenguas. - Está su pensión, los cepillos de las iglesias. - ¡Eso son migajas para caprichitos! - Lo que saca de las velas, velitas y velones. - ¡Están usados! - Algunos...-  Después está el trapicheo. - La comidas que se ahorra a mi costa. - ¡Menos lobos, Caperucita! - Y por último la joya de su corona: ¡su casa del cuarto piso de éste edificio que alquila, en verano, a turistas escandalosos!

- ¡Eso es una trola como unas casas! - ¿¿¿PERDÓN??? - ¿Y cuánto dice que lleva camuflado en el turbante, ein? - Una bagatela... puedo invitarte a una coca cola... - Levanté el teléfono y canté_ - ¿Beduliooooooo?

Ahora saldremos a comer a un restaurante de postín... Paga ELLAAAAAAAA.


lunes, 30 de enero de 2023

El Dragón chino.

Pensar que había sido capaz de "torear" a una diosa china, por pequeña que fuera, me llenaba de orgullo y satisfacción y bajé la guardia que tiene que estar siempre en estado de alerta porque Pascualita puede salirme por peteneras

Con la tranquilidad que me daba ver que todo había acabado bien: No me perseguía la mafia china, el señor Li estaba contento porque iba a tener un nuevo negocio gracias a mi y lo que le pasara a la Cotilla, si es que le pasaba algo, allá penas; me dedique a pasear por la calle peatonal disfrutando de los puestecitos chinos y de la simpatía de los vendedores. 

Me hice una autofoto con Pascualita asomada a la boca del termo de los chinos.y haciendo la señal de Victoria con sus deditos palmeados. 

De pronto un dragón chino entró en escena haciendo las delicias de grandes y pequeños con sus serpenteantes movimientos y sus carreras a lo largo y ancho de la calle. Me acerqué a hacerle una foto y ese fue el momento en que la sirena dio un salto prodigioso y se metió dentro del Dragón que, en un visto y no visto, se convirtió en un montón de papelillos volanderos y sus portadores en pelones. Ni un pelo dejó la fiera corrupia en sus cabezas.

Todo eran gritos, alaridos, ayes, narices moqueantes y ojos oblicuos que lloraban en plan surtidor. La gente aplaudía a rabiar creyendo que estábamos asistiendo a una representación de teatro chino.

Me costó mucho trabajo coger a la sirena que saltaba de cabeza en cabeza haciendo las delicias del público. Pascualita es tan rápida que nadie pudo señalar al culpable de aquel estropicio. La cacé cuando saltaba del cráneo de la Cotilla al del señor Li. Afortunadamente, llegué a tiempo de que no le pasara nada.

domingo, 29 de enero de 2023

Año nuevo chino.

 A la hora de comer llamaron a la puerta pero no salí a abrir porque no estaba en casa. Había ido a ver como los dragones chinos, que son un rato largos, corrían por la calle peatonal. 

A pesar de sus negativas con la cabeza, me llevé a Pascualita en el termo de los chinos a ver la fiesta de su Año Nuevo. Por todas partes se veían farolillos chinos, vecinos chinos, comida china que compraban los mallorquines.

Vi a la Cotilla. Me dijo que, a pesar de la inflacción, la subida de precios, etc. etc., no le estaba yendo mal el negocio de "limpiar las carteras al prójimo"

Me alejé de ella y fui a parar a la tienda del señor Li: - Hola, boba de Colia. Yo estal contento ¡vamos a comel gambas goldas que tu plepalal pala mi!  - Pues buen provecho y hasta la siega del tocino (dije mientras me perdía entre la gente) - Se me habían olvidado los gambones y su rebozado.

Mirando a derecha e izquierda, corrí para escapar de la venganza del señor Li cuando se diera cuenta del fraude.

Parada bajo la puerta china, con sus leones y todo, oteé el horizonte y vi venir hacia mi a los miembros de la mafia china. - ¡Estoy perdida! (pensé)

Una diosa china apareció sobre una nube dorada y colocándose a la altura de mis ojos, dijo: - Hola, boba de Colia. Señol Li quelel velte. Estal muy contento contigo... - No sé, no sé... - Familia de señol Li moldel gambas goldas y romplel dientes. Ahora señol Li pensal ¡Mañana montal negocio dentista!

La nube dorada empezaba a elevarse cuado la diosa china preguntó: - ¿Qué lleval en telmo? ¿Gamba golda? - ¡NOOOOOOOOOOOOOOOOO, QUE VAAAAAAAAAAAAA!

sábado, 28 de enero de 2023

¡Frío!

Hace tanto frío que no me atrevo ni a salir al balcón, ni siquiera a ver la tele porque la nieve inunda la pantalla y estornudo, a no ser que vaya bien arropada entre mantas y cojines y así y todo, sigo estornudando.

Pascualita lleva mucho rato sentada en el borde de la pila de lavar, cerca de la cual he puesto la estufa a todo trapo. - ¿Qué quiéres, media sardina? ¿comer? ¿ver el mundo desde otra prespectiva? ¿esperas al novio? jijijijijiji - Por toda respuesta ha sacado a pasear su dentadura de tiburón y he cerrado la boca. La voz del árbol de la calle me ha llegado a través de la cristalera. - La pobre tiene frío... como yo. - ¡Y como yo, no te fastidia!

Desde el cuadro de la Santa Cena llegaron murmuraciones: - Es una egoísta..., Lo poco que le costaría ayudarla.... Tanto como poco no sé yo... . dijo el de las treinta monedas.

Presté atención y quedé satisfecha cuando entendí que trataban de egoísta a Pascualita ¡Por fin me entendían! ¡Soy una víctima de su egolatría y...! - Siguieron hablando. - Algo le costaría. Recordad, compañeros, que ahora se paga por cada cosa que se usa... - ¡¿Eh?! ¿desde cundo paga la sirena por algo? Aquí santa Paganini soy yo ¡¿Yo?! Así que la egoísta sigo siendo yo. 

Estuve un rato despotricando contra todo hasta que se me acercó la bisabuelastra y me dijo: - ¿Tanto te costaría ponerle agua caliente a la pila de lavar? La pobre sirena tiene los labios morados de frío. 

Era verdad. Y también lo era que la Momia había descubierto a Pascualita... - No te preocupes, ni tu primer abuelito ni yo nos chivaremos. - ¿Desde cuando lo sabes? - Desde que soy tan vieja...

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaa! ¿Para que echas agua caliente en la pila si no lavas ahí? Pensaba que no podías ser más tonta pero veo que has entrenado para batir récords, jodía. - Sí, Cotilla.

viernes, 27 de enero de 2023

Pepe tiene sus razones.

Hay que ver lo empalagosos que están mi primer abuelito y la bisabuelastra, tanto que Pascualita, mirándolos, hace el gesto de vomitar. Nacieron para estar juntos solo que el Destino, que es un guasón, les gastó la broma de que no coincidieran en vida, pero bueno, finalmente están juntos aunque en diferente plano astral ¡Yo qué se! Esto es un berengenal.

No se les puede hablar porque ni te escuchan. Tampoco entre ellos hablan gran cosa, solo se miran a los ojos y suspiran. ¿Será por eso que no tengo novio? Que aburrimiento - Hasta el árbol de la calle hace largos bostezos que nos contagian a todos. 

Se me ha quejado Pompilio: - No puedo concentrarme en mi trabaaaaajoooOOOOO... ay. Ya no cojo calcetines como antes. 

Un momento en que mi primer abuelito desvió la vista de su amada pregunté rápidamente: - Pepe el jibarizado te ha contado un folletín venezolano o, por lo menos, no es lo que sabíamos. Pregúntale por qué lo ha hecho.

Pasó todo el santo día sin que los amantes vieran otra cosa que mirarse... Caía la tarde cuando la Momia tuvo que echarse un colirio contra la irritación en los ojos. Y ese fue el ratito que aprovechó el abuelito para preguntar a Pepe

- Nena, el jibarizado, al ser una cabeza hueca y reducida, sin cerebro que le lleve la contraria y con una boca a la que le ha dado por hablar después de estar callada y cosida taaaaaaatos años... ¡ahora dice lo que le da la gana.!

jueves, 26 de enero de 2023

¿Por qué cambia Pepe el jibarizado su historia?

La abuela me ha llamado. - "Nena, tu bisabuelastra quiere ir a tu casa a pasar una temporada" - Pero, si como aquel que dice, hace nada que os marchasteis de aquí. - "Eso le he dicho yo pero insiste. Dentro de un ratito la traerá Geooooorge."

 Mientras la esperaba, el árbol de la calle golpeó los cristales de la ventana. - Mira, nena, como canto - Abrió la boca y escuché La vaca lechera. - ¿Has visto? He recuperado mi voz. ¿A qué me parezco a Pavarotti? - A un grajo, mejor.

El árbol estaba encantado de conocerse y ni siquiera me escuchaba. - Todo se lo debo a ese ser que vive en tu casa y al que apenas haces caso. - ¿A quién te refieres? (me preocupé porque, según dicen, no hay nada más atractivo que el canto de una sirena) - A Pepe el jibarizado.- Me pinchan y no  me sacan sangre.

La Momia llegó a casa con una sonrisa de oreja a oreja. Se había puesto unos pendientes de aguamarinas que tenían más de cien años. - ¡Estás espléndida, bisabuelastra! - ¿En serio? ¿Le gustaré? - Lo tienes en el bote.

Desde lo alto de las cortinas mi primer abuelito babeaba mirando a su amor. - ¡Os dejo solos! Esto es demasiado para mi. - Y entré en la cocina donde Pepe el jibarizado dormitaba en su estante. - Así que ahora das clases de canto (pregunté mientras zarandeaba a la cabeza-llavero) - ¡Ay, estaba traspuesta...! - Vas a decirme ahora mismo quién fuiste en tu vida. - La reina de las Amazonas de mi poblado - ¡Anda ya! - ¿Para que preguntas si luego no me crees? 

Ratificó que había sido la reina de las Amazonas del poblado de la que se enamoró, perdidamente, el Jefe de la tribu. Un día viéndola pasar ante él dijo, mientras las babas le llegaban a los pies: ¡Estás para comerte, morena!... y un día, se la comió.

 

miércoles, 25 de enero de 2023

¿Cuánto falta para el Verano?

El árbol de la calle golpea con sus ramas en el cristal de la ventana de la cocina para llamar mi atención. - Si crees que voy a abrir lo tienes claro ¡No ves que hace frio? - Pero el árbol insiste. - Dime qué quieres a través del cristal... ¿Que arrime la oreja? - Lo hago y se queda tiesa. - ¡Ay, que se me ha congelado!

Lo peor es que la oreja se ha quedado pegada en el cristal. - ¡Aaaaayyyy, mi orejaaaaa!

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaa! ¿a qué vienen esos gritos, nena? (Al verme se le abrieron los ojos como platos) - ¡Estoy pegada, Cotilla! ¡Llame a los bomberos! - ¿Para ésto? Te lo arreglo yo en un plis plás. - A dónde va? - A por agua caliente. Te la echaré por encima y Santas Pascuas. 

La olla que trajo era para diez litros de caldo y hervía. - ¡Ni se le ocurra acercarse!- ¿Quiéres que te la tire desde aquí. Allá tú porque habrá por todo -  ¡No se acerque que me va a achicharrar, sádica! - ¿Y qué hago con el agua? No querrás que la tire con lo escasa que va, manirrota. Haré un caldo de huesos y verduras. Hale, ahí te quedas. Y preparó el caldo.

A todo esto el árbol de la calle seguía dando la vara repiqueteando en el cristal.

Poco a poco, gracias al caldo, la cocina se fue caldeando y pude separarme de la ventana. ¡Qué alivio aunque ahora tengo sentimientos encontrados: por un lado estoy contenta de que terminara la pesadilla. Por otro hubiese sido fantástico que un bombero cachas, escapado del calendario, me hubiese auxiliado.

Harta ya de los golpecitos arbóreos, abrí uno poco la ventana y una voz cascada, totalmente afónica y sumamente enfadada intentó decirme: Solo quería una aspirina para no quedarme afónica, y vas tú y me haces gritar ¡Gracias por nada, boba de Coria!

 

martes, 24 de enero de 2023

Sigue el frio.

 Estoy harta de sentirme como una sardina en lata y me he plantado dando un puñetazo en la mesa del comedor: - ¡¡¡PAPAM!!! 

- "¡Ay, nena; que susto!" - Hasta aquí hemos llegado. Ahora mismo nos vamos todos a la Torre del Paseo Marítimo.... "¡¿Qué qué?!" - Aquí estamos estrechos y allí hay varios pisos con salones y terrazas. - "Ya, pero... " - En la cocina no cabemos, en cambio la de allí es amplia y con un horno grande. Y hay tres hermosas chimeneas que dan calor de hogar. - Por mi, de acuerdo, nena (dijo la bisabuelastra) echo de menos mi cama. 

De repente, todos a la vez cantamos las excelencias de la torre del Paseo Marítimo y las carencias de mi casa. - Es que esto es un cuchitril impresentable (dijo la caradura de la Cotilla) - "Convendría llamar a Bedulio para que viniera  a ordenar el tráfico entre nosotros" - Abuela, sabes que el Municipal no entra en ésta casa ni harto de vino.

Andresito aprovechó la ocasión para decir: - Me gustaría saber qué le has hecho para que no quiera venir, nena. - "Cosas de pitopaúsico" - ¡Por favor, cariño! Una señora no habla de éstas cosas en público... ¿Cómo sabes que está pitopaúsico? - ¡Solo me faltaba una escena de celos! Hablábamos de irnos a la torre del Paseo Marítimo, así que no os salgáis por la tangente ¡Venga! ¿quién viene conmigo? 

La Momia se colgó de mi brazo y antes de dar un paso para salir de casa, la abuela hizo sonar las llaves de la suya. - "Me has convencido, nena. Tengo una casa que vale un potosí Así que ¡cada mochuelo a su olivo y adiós, muy buenas"

Y se fueron los abuelitos, la Momia y Geooooorge con el rolls royce camino de la bahía de Palma mientras la Cotilla y yo nos quedamos en el "cuchitril" y con un palmo de narices.

 

lunes, 23 de enero de 2023

Hace frio.

Teniendo en cuenta que no me gusta el invierno y que hace un frio que pela. salgo a la calle que cualquiera diría que voy de incógnito y no me pongo encima un oso polar porque no se dejaría.

La estufa de butano se me ha quedado corta y gasto las bombonas como si no hubiera un mañana. - Cualquiera diría que esnifas el gas (me dijo el butanero) o quieres algo conmigo, chata. - Ni lo uno ni lo otro. Aquí lo que pasa es que todo el mundo se pirra por salir en televisión aunque sea haciendo el ridículo. - Qué tendrá que ver la gimnasia con la magnesia (dijo el buen hombre)

 - Pues que desde que han puesto de moda al Tiempo (cada vez le dan más minutos al que lo presenta) éste se luce para no perder ripio. ¿Qué tiene que hacer calor? el Tiempo abre las puertas del Infierno de Pedro Botero y se derrite el planeta. ¿Qué tiene que hacer frío? ¡Manos a la obra! y el Tiempo hace una demostración a lo bestia y se nos congelan hasta las ideas. Estaré atenta a la fiesta de los Goyas. Seguro que se lleva el de Efectos Especiales.

Todas las mañanas miro el calendario para ver cuánto falta para que llegue el verano.

 - ¡Aaaaaayyyyyya, que fríoooooo! (me quejo a mi primer abuelito) En el Más Allá no tendréis ¿A qué no? - Tengo piel de gallina. El dichoso Tiempo presume de estrella mediática y no hay quien la aguante. Llevo unos días sin probarme un sudario porque, solo de pensar que debo desnudarme brrrrrrrrrrrrrr, tiemblo.

Pues vaya...

domingo, 22 de enero de 2023

Buscando la fórmula.

 Me llamó el señor Li. - Boba de Colia. yo pedilte un encalgo pala fiesta de Año Nuevo Chino... - ¡¿Otra fiesta más?! - 

- Sel fiesta china ... - ¿También habrá que tomar las uvas? Es que yo me atraganto. - Tu tlaelme a tienda muchas gambas goldas. Yo tenel mucha familia. - ¿Y de dónde las saco? - Tu sabel... - ¡No sé nada! - ¿Tú vel ya puelta china en calle? - No. - ¿Glan Dlagón coliendo pol calle. - ¡Tampoco! Me dan miedo los dragones ¡Aaahg, que ascooooo!

- ¡Tu sel tonta pelo tlaelme muchas gambas goldas!

A la hora de comer planteé el problema que me había caído encima: - ... y dice que quiere muchas pero ¿de dónde las saco?

Todos opinaron las cosas más descabelladas: - Compra gambas y después las hinchas (dijo la Momia) - ¿Cómo y con qué, bisabuelastra?  Con un fuelle, hija. Con un fuelle (y pasó toda su atención a la búsqueda de mi primer abuelito que llevaba unos días sin aparecer)

Al final, la nota coherente la puso la Cotilla: - Miraré de conseguirte algunas cajas de gambón del contenedor de basura del súper. Te advierto de antemano que están muy buscadas. A ver cuántas puedo conseguir. Después hacemos un engrudo espeso para mojarlas en él y que den la impresión de que son enormes una vez fritas. 

- Tal vez las quiera crudas. - Crudas estarán pero rebozadas. - Tal vez las quiera sin rebozar - Le dices, convincentemente, que es lo único que has podido encontrar. Incluso has mirado en los mercados de los pueblos. - Y si, tal vez... - ¡Cooooñe ya con tanto TAL VEZ!

Ahora solo falta dar con la fórmula del rebozo que de el pego. Dice la bisabuelastra que como el yeso de arreglar huesos, no hay nada mejor.

 

sábado, 21 de enero de 2023

Ni come ni almuerza...

 A éste paso mis abuelitos no se irán nunca. Cada día hace más frío y nos juntamos más. Ya no comemos en la mesa del comedor sino en la de la cocina, con el horno encendido para calentarnos como hacía la gente antaño.

La Cristalera apenas se abre y cuando lo hago me monta un drama la tía. La cara que está dentro de casa no quiere que entre el frío. Y la cara exterior tirita tanto que acabará rompiendo los cristales.

El árbol de la calle ya no canta pero golpea las ventanas para que le deje entrar, aunque sea un trozo de rama, y calentarse. - Dicen que quién canta su mal espanta ¿Por qué no lo haces? - Porque estoy afónica y con unas anginas de caballo. - Y para rematarme han venido los de Parques y Jardines y me ha duchado ¡con agua fría! ¿Para qué tendrán el cerebro ésta gente?

Algunos ácaros han vuelto a casa. - ¿No os ha gustado la libertad? - Con éste frío, no. Saldremos en Primavera.

- ¡Avemariapuurísimaaaaaaaaaaaaa! - ¿Cómo le ha ido el trapicheo hoy, Cotilla? - Mal. Apenas me ha dado tiempo de juntar unos cuantos euros. Con el cuento del frío todo se hace de día y con prisas y así no se hacen los negocios. Además es mucho trajín: primero ir a las iglesias a "limpiar" los cepillos y recoger todos los cabos de velas, velitas y velones que pueda. Pasarme después por los alrededores de la tienda de los chinos del señor Li por si hay cosas "abandonadas" en su acera. Correr luego al punto de encuentro del trapicheo... Solo de pensarlo ya estoy cansada.

Nos sentamos a la mesa de la cocina y Geoooorge nos sirve unas humeantes tazas de te de las muchas que acabamos bebiendo durante el día, lo que nos obliga a ir, en santa compaña y con frecuencia, al váter a vaciar las vejigas. Mi primer abuelito no aparece por casa. Dice que le da vergúenza... Pues, como le dijo la abuela a su ex cuando se lo conté: - "Quién tiene vergüenza, ni come ni almuerza.

viernes, 20 de enero de 2023

Se acabaron las fiestas.

- ¡Aaaaayyyy, Pascualita, por fin se acaban las fiestaaaaas! Esto ha sido un no parar desde principios de diciembre pero ya hemos llegado al final.

- El Patrón de Palma, San Sebastián, baja el cierre y volveremos a los purés de verdura, los calditos suaves, el pollo hervido, etc. etc. Claro que tendré que aguantar durante unos días las quejas del estómago que se ha acostumbrado a comer a lo grande.

- Se quejará. Rugirá como un tigre de Bengala y en lugar de darle un trozo de lechona o botifarrones asados, panceta, etc... le daré un danone y haré oídos sordos a la escandalera que montará.

Subida en lo alto del frutero, la sirena pasa de mis comentarios como si oyera llover. Se cree la reina de los mares la tiparraca y no siente ni frío ni calor hasta que pronuncio su nombre y la señalo con el dedo para ratificar que estoy hablando de ella. - Tú también vas a ponerte a plan, Pascualita.

Sus redondos ojos de pez me miran asombrados diciendo (No digas mi nombre en vano, ridícula representación del género humano) 

Echo una medida de pienso para tortugas en el agua de la pila de lavar del comedor. Ella no se baja del la naranja en la que está subida, esperando que eche más medidas de pienso pero espera en vano porque el régimen drástico empieza ¡ahora!

Pasado un rato y viendo que la cosa va en serio, Pascualita, de un salto prodigioso, llega hasta mi dedo (con el que la sigo señalando) me da tal mordisco que me arranca un trozo, y porque tiro de la cola de sardina para que no se lo coma entero. 

Pasarán unos cuantos días hasta que pueda volver a hurgarme la nariz con ese dedo.- ¡¡¡AAAAAYYYYY!!!

 

jueves, 19 de enero de 2023

¡Listos!

Salvo la abuela y yo, el resto de la familia anda por casa con siete ojos por si "les pica el raro y peligroso bicho que me ha dejado desequilibrada" pero no puedo asegurarlo.

La Cotilla es quien más nerviosa se ha puesto ya que es la que más veces ha probado "la medicina" - Tiene que vivir en ésta casa, nena. Lo extraño es que después no puedo acordarme del ataque ni de quien lo ha hecho ¿Estás segura de que no vive aquí un basilisco asesino? - "Tal vez sea el ladrón de calcetines" (los ojillos de la abuela reían) - ¿Pompilio? No, pobrecito.

Encendí la televisión para ver las noticias locales y dieron una muy curiosa:  Hay una plaga, gigantesca, de ácaros en la Ciudad. 

Los expertos en fenómenos raros dicen que todo es culpa del cambio climático. Los políticos de la oposición en el Ayuntamiento culpan al alcalde: - Cuando gobernábamos nosotros no había ácaros y ahora hay superpoblación.

Un señor jubilado que se pasa el día yendo a ver obras, jugando a petanca, tomando algún cortado descafeinado y jugando al julepe en la Residencia de Día del barrio o viendo como se bendice a los animales el día de San Antón, se acercó a un periodista que hacía entrevistas en la calle y le gritó al micrófono- ¡¡¡LOS ÁCAROS SALTARON DE UNA CAJA DE ZAPATOS!!!  Lo vi con estos ojitos que... ¡oiga, no me empuje! (se quejó al verse zarandeado por el entrevistador.) - Abuelo, no interrumpa que hablamos de cosas serias. 

El vejete se fue rezongando: - ¿Abuelo? ¡Tu padre!











miércoles, 18 de enero de 2023

Mi primer abuelito "el Bocas"

Mi primer abuelito le ha contado a Pascualita que llevé a bendecir a las bolas de polvo y le ha dado un ataque de celos antidiluviano ¡Ha mordido todo lo que se le ha puesto por delante! He tenido que refugiarme en la cocina porque venía a por mi. Ni la abuela la ha podido calmar.

Ahora tenemos un dilema: los que estamos en la cocina no podemos salir: somos Pepe el jibarizado, Geooooorge y yo, que somos los que tenemos la comida a mano. Y el resto: la abuela, la Momia, Andresito y la Cotilla, están sin nada que llevarse a la boca. Algunos en el balcón, otras en el cuarto de la abuela. Y en el comedor ¡Pascualita dando dentelladas a diestro y siniestro!

Después de mucho pensar he pedido ayuda al árbol de la calle y responsabilidad a mi primer abuelito: ¡Dile a la medio sardina que te has equivocado de persona! ¡No he sido yo quien se ha llevado a las bolas de polvo! - Claro que has sido tú, nena. - ¡Miente! - No puedo. Estoy en el Más Allá. - Pues como yo me cabree te traigo al Más Acá y te dejo en manos de tu ex. Decide.

Pasado un rato apareció mi primer abuelito flotando sobre la estantería de Pepe. Venía cariacontecido - Ya está. Pascualita me ha creído y se ha calmado. Ahora está en la pila de lavar del comedor. Me ha dicho que se iba a dormir un rato en el barco hundido... 

Por fin pudimos juntarnos todos sin miedo a la fiera corrupia

Después de comer, arrellanada en el sofá de la salita, me dispuse a dormir una bendita siesta cuando ¡algo saltó a mi escote y me mordió con saña en una teta!

Hace poco que he despertado del coma etílico inducido por una botella de chinchón para calmar el dolor. Ahora camino con cuidado porque el peso y volumen que tengo en medio cuerpo arrastra al otro medio y me voy de bruces al suelo. ¡Jodía sirena de las narices!

 

martes, 17 de enero de 2023

Una y no más, Santo Tomás.

 Una palabra: ¡DESPIERTA!, clavada en mi cerebro a empellones por vocecillas crispantes, acabó despertándome de muy mala uva.

Ante mi, sobre el embozo de la cama, una fila de bolas de polvo, de punta en blanco, chillaban como ratas. Chillido que se convirtió en un suspiro de alivio en cuanto abrí los ojos. - ¡Por fin! Venga, rápido, rápido, que van a empezar las beneïdas y no nos lo queremos perder. ¡Es verdad, nunca nos han bendecido!.

Me costó un poco asumir que unas bolas de polvo me atosigasen para que las llevara a bendecir.  Abrí la boca para decir lo que ya sabían: - No sois animales... - Pero nuestros acaritos sí. Mira que monísimos están.

En efecto, los "acaritos" vestidos de marineritos como si fueran a hacer la Primera Comunión, estaban expectantes y peinados con la raya a un lado, perfecta. 

En el comedor fueron aplaudidos por todos: ¡Que guapos estáis! ¿Cuántos sois? preguntó un comensal de la Santa Cena, curioso: - ¡Miles y la madre! 

Tuve que llevarme unas galletas con quesitos para desayunar por la calle. Antes de salir tuvimos un imprevisto: - ¿Cómo os llevo? - ¿En una caja de zapatos? y los acaritos irán cómodos en tu abrigo... - ¡Por ahí sí que no paso que luego tendré alergia a todo! Al final Fueron,  juntos y revueltos, en la caja de zapatos 

Llegamos a la Catedral para juntarnos con la alegre comitiva que iniciaba el desfile de personas y animales hasta llegar a la calle de San Miguel donde, delante del oratorio de Sant Antoni, estaba el cura que, armado con un hisopo, esparcía agua bendita en plan ducha comunal.

Al llevar la caja de zapatos con la tapa puesta fueron muchos los curiosos que preguntaron miles de veces: - ¿Qué animal llevas? - Yo me hacía la sorda y eso envalentonó a algunos: - Una serpiente pitón. - ¡Ay, no diga eso que yo traigo ratoncitos y se los comerá. - Pues yo creo que será una tarántula. - ¿De esas que tiene una guitarra pintada en la barriga? ¡Que ilu!

Por fin llegó nuestro turno y abrí la caja, lo cual fue malo para las bolas de polvo que se desintegraron en cuanto las mojó el agua. Y fue bueno para los ácaros que saltaron en todas direcciones. Y fue malo para los presentes porque los moqueos, lagrimeos, estornudos, carraspeos no se hicieron esperar... pero yo ya no estaba allí.

lunes, 16 de enero de 2023

Sa revetla de Sant Antoni.

No encuentro el momento para hablar con Pepe el jibarizado porque siempre estamos rodeados de gente: que si la bisabuelastra, que si la Cotilla, que si Geooooorge... Solo faltaría que me vieran hablando con un llavero-cabeza hueca para ponerme a parir.

La cristalera se abre con fuerza mientras grita ¡SOS, SOS! ¡El árbol de la calle está en peligro! ¡SOS! - Me asomo al balcón y me encuentro con un enérgico agitar de ramas por parte del árbol mientras los gorriones que lo habitan atacan, en vuelo rasante, a unas personas, comandadas por ¡La Cotilla! empeñadas en hacer madera de buena parte del árbol para añadirla a la que ya tienen y hacer un fogueró (una buena pira para asar sobrasadas, botifarrones, panceta , chorizos, etc) porque ésta noche es víspera de San Antón (Revetla de Sant Antoni) y las islas se llenan de fuegos, demonios (dimonis) gente cantándole al Santo, vinos y espinagadas (una especie de empanada de verduras y anguilas)

La Momia me dice: - ¡Vámonos de torradas, nena! - De mil amores. - Al empezar a bajar la escalera de casa ya no me acuerdo de los problemas del árbol... Pasa un dimoni cerca y nos colgamos de sus brazos. En el balcón Andresito se desgañita: - ¡Mamá, no salgas que cogerás frío! ¡Que ya no eres una niña! ¡Que tienes más años que la Catedral! - Sus quejas se perdieron en la noche.

Al volver a casa, antes de dormirme escuché a las bolas de polvo hablar entre ellas: - ¿Creéis que la nena nos llevará a que nos bendigan mañana? - ¡Ni que fuéramos bichos! - ¡Somos de polvo! (defendió una) - ¡Pero llenas de ácaros! - ¡Es verdad! Son tan monos...

 

domingo, 15 de enero de 2023

Croquetas de chinchón.

¡Uf, que calor estamos pasando en casa! Estamos apelotonados, sudorosos y procuramos no sacar el tema para no liarnos a guantazos entre todos. Ahora resulta que los que están mejor son los comensales de la Santa Cena. Están en un espacio ancho, sentaditos en los puestos que les asignaron a cada uno, dos mil veintitres años atrás. 

Tampoco está mal Pepe el jibarizado, solito en su estantería de la cocina que no comparte ni con el café ni con el azúcar... ¡con nada! Ahí está el hombre... ¡o mujer! Vaya, ahora que habla aprovecharé para ver de aclarar el misterio.

Pedí permiso a Andresito para pasar a la cocina. - Claro, nena, pasa ¿Vas a tomarte un café? - Pues... - ¡Me apunto! (dijo) y de paso, nos tomamos un chinchón que buena falta me hace.

Dimos dos pasos y entramos, a duras penas, en la cocina, ocupada por GeooooorgeBrexit que iba a hacer una paella. Pensé en poner un letrero de OCUPADO para evitar empujones. - ¿Dónde está el chinchón, nena? - Integrado en las croquetas, abuelito. - ¿Todo? Ay, ay, ay, con razón mi madre decía tonterías hace un rato...

La abuela había descubierto el tapper con las croquetas congeladas y ordenó a su mayordomo inglés, freírlas para el vermú. ¡No han dejado ni una! De la salita nos llegaban las risas alocadas de la Momia, la abuela y la Cotilla - ¡¿Estaban buenas?! (dije, muy enfadada) - ¡¡¡BUENÍSIMAS!!! Mañana más, boba de Coria.

La voz del árbol de la calle cantando el brindis de La Traviata resonó por toda la casa: - ¡Enhorabuenaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, nenaaaaaaaaaaaaaaaaaa, por las corquetaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas!

Hasta el árbol ha comido ¡Que jodías!

sábado, 14 de enero de 2023

Llega el frío.

En cuanto han anunciado por la tele que "llega el invierno de verdad" la abuela me ha llamado para decirme que: - "He decidido que vendremos a vivir a tu casa estos días tan fríos que nos anuncian" - ¿Y eso por qué? - "Porque es mucho más pequeña que la Torre del Paseo Marítimo, estaremos todos más juntos y nos calentaremos más y mejor" - ¿Y yo qué culpa tengo? - "Además, así nos ahorraremos unos buenos euritos en calefacción. Hay que ahorrar para cuando llegue la vejez" - ¿A qué edad se supone que llega, según tú? porque ya rondáis los cien años Andresito y tú. De la bisabuelastra ya ni te hablo.- "¡Ves como eres muy desagradable! Ahora vendrá Geoooorge y acomodáis las cosas entre los dos" - ¡¿Qué dos?!

Aquello fue un frenesí; un zafarrancho de combate; un potaje como unas casas porque, siguiendo al rolls royce de los abuelitos iba un camión de mudanzas que, entre otras muchas cosas, transportaba las camas individuales de ambos y la gran cama, con dosel y todo, de la Momia. 

En casa hay tres habitaciones: la salita, el dormitorio de la Cotilla y el mío. El piso tiene noventa metros cuadrados justitos. Así que metimos las camas con calzador. 

En un momento dado, mientras me secaba el sudor de la cara, me fijé que los personajes hacían apuestas sobre si cabría todo o tendríamos que tirar algún mueble por el balcón.

Llegaron los abuelitos y Andresito ordenó: - ¡Sacad esa pila de lavar del comedor y... - ¡¡¡NOOOOOO!!! (gritamos al unísono la abuela y yo y no se habló más del asunto)

Estamos tan estrechos que Andresito ofreció a Bedulio una buena cantidad de dinero para que ejerciera de guardia de la circulación en casa porque no parábamos de chocarnos. Pero, aunque la oferta era muy sabrosa, el Municipal dijo que nones. ¿Tuvo algo que ver que, un momento antes, le dijera al oído que mi primer abuelito se había quedado a vivir conmigo?...

 

viernes, 13 de enero de 2023

No me puedo despistar.

- El faraón está pensativo, repantingado en su trono de oro ¿Qué rondará por su cabeza? ¿tal vez la fórmula mágica para hacer la pirámide más perfecta del mundo y pasar así a la posteridad. a costa, eso sí, de que muchísimos antiguos egipcios se sigan acordando de él y de la madre que lo parió, milenios después por haber sufrido accidentes laborales al manejar las enormes piedras que les dejaron hechos polvo?

Pascualita me escucha atentamente mientras yo preparo una pasta de croquetas de cuya receta apenas me acuerdo. Me da pereza llamar a la abuela para no tener que reirme a la cara de Geoooorge, el mayordomo inglés de mis abuelitos, arrepentido de haber votado a favor del Brexit.

La abuela no quiere que lo ponga de mal humor porque es muy sensible, pero si me saca el tema le digo: ¡¡¡AJO Y AGUA, MISTER!!! y luego me da la risa floja que me dura un día entero.

El faraón en cuestión es una hermosa reproducción de plomo. Tengo que ir con cuidado cuando la Cotilla está en casa porque, el otro día, cogiéndolo con las pinzas de la cocina, iba a ponerlo en el fuego, dentro de un cacito, para ver como se derretía - ¡¿Qué demonios hace?! ¡Es el gran Kufu! - Y yo la Madre Superiora, no te joe.

¡Me he despistado! y, en lugar de usar leche para la bechamel, he echado en la sartén una botella, enterita, de chinchón. Y he perdido de vista a Pascualita. - ¡¡¡Pascualita, toma un trocito de Papa!!! (solo hay que tentarla con su último capricho para que aparezca) Y así fue. 

No he tirado la pasta de croquetas. "Alguien" se las comerá, o las venderá en el trapicheo nocturno.

jueves, 12 de enero de 2023

Frases pegadizas...

El árbol de la calle me comunica que, a partir de la semana que viene, tendremos temperaturas acordes con el tiempo en que estamos. - Hará frío. - ¿Te lo ha dicho mi primer abuelito? - No. Lo he visto en la televisión. - ¿Es último modelo? Enséñamelo. - Si lo ves cada día, boba de Coria; Es el tuyo. - ¿Me lo has robado? - ¡Esa boca niña! Lo veo a través de tu ventana.

Entonces monté en cólera: - ¡Me has robado mi intimidad! ¡te denunciaré a Bedulio! - Y corrí al balcón a esperar a que pasara el Municipal. Pero hubo un contratiempo: la cristalera no se abrió. - ¡Tengo que salir! - Cuando se te pase la sofoquina (contestó muy digna "doña psicóloga" 

- ¡Pascualita, Pascualita! (grité fuera de mi) ¡muerde al árbol de la calle que ha invadido mi intimidad.! - Pero la medio sardina no se dio por aludida y siguió nadando lentamente en la pila de lavar del comedo. - ¡Que le muerdas, te digo! Y de paso, también a la cristalera que no me deja salir al balcón para denunciar al árbol de la calle que mira mi tele a hurtadillas.

Los comensales de la Santa Cena miraban con curiosidad lo que pasaba en el comedor mientras intentaban masticar las migas milenarias que había sobre su mesa, tan duras que la mayoría de comensales tiene dientes rotos.

De repente llamaron a la puerta. Eran Bedulio y varios de mis vecinos. - A ti te quería ver para poner una denuncia contra el árbol de... (la cara del municipal se quedó din color) - ¡Ahí quería llegar yo! (dijo la Presidenta de la Comunidad.) - ¿Cuánta gente vive en ésta casa? ¡Siempre está de bote en bote! ¿Los tienes realquilados? Te subiré la cuota porque gastas más agua y más luz que el resto de los vecinos. - ¡¡¡PERO...!!! - ¡Ni pero, ni pera! ¡Ni que la finca fuera un hotel! ¡Quien más gana debe pagar más.

Hemos entrado en año electoral y ya se airean los eslóganes... Menos mal que queda chinchón ...

miércoles, 11 de enero de 2023

Mi primer abuelito tiene suerte porque, cuando se cansa de escuchar la voz de pito de Pepe el jibarizado, desaparece y ya está, sin embargo, nosotros, pobres mortales, nos tenemos que aguantar las ganas de estrangularlo porque no tiene cuello.

A medida que pasan las horas Pepe ha pasado de la euforia por poder hablar después de tantos años de silencio, a darse cuenta de que esa voz de pito no es la suya. Y ha empezado a gritar: - ¡QUIERO MI VOZARRÓN! ¡¿DÓNDE ESTÁ MI VOZARRÓN?! 

Luego explicó que los jefes de las tribus de su región eran siempre los hombres que tenían la voz más poderosa. - Con ésta voz de alfeñique me hubiesen comido mis paisanos para no pasar vergüenza de oírme.

Mi primer abuelito apareció en el cuadro de la Santa Cena muerto de risa: - ¡Menudo chapucero es el Papa emérito! jajajajaja.... Ha querido empezar la casa por el tejado sin acordarse de que, hasta para ser fantasma hay que aprender; y  para ser santo ¡no veas lo que piden!

Del fondo de la pila de lavar del comedor salió Pascualita como un cohete aterrizando en mi escote y emprendiendo una acalorada discusión con mi primer abuelito. - Dice la sirena que si hay que comerse al Papa emérito se presenta voluntaria... - ¡Pero que dice ésta loca! -  Que nunca ha comido Papa en los milenios que lleva en el mundo y ya va siendo hora... - Pues nada, que pida permiso al Maestro Armero

martes, 10 de enero de 2023

Papa emérito.

 No paran de hablar; llevaban tanto tiempo callados que ahora se desquitan. En casa hay un auténtico guirigay.  Me he preparado una tortilla de aspirinas porque tenía la cabeza como un bombo y apenas me ha hecho efecto,

Por un momento pensé que mi vida iba a ser siempre así hasta que ocurrió lo inesperado: de entre todas las voces conocidas destacó una jamás escuchada en casa; era la clásica voz de pito que come la moral de su propietario si, además, éste es de baja estatura por mucho que se estire al andar vestido de Presidente (aunque sea de su Comunidad de Vecinos) Y no sé por qué, me vino a la mente Pepe el jibarizado.

Corrí a la cocina. La cabeza-llavero estaba, como casi siempre, en su repisa pero sin parar de hablar: - ¡Pepito! ¿Cómo es posible que hables si no tienes, ni cuerdas vocales ni perrito que te ladre? ¿Te han puesto pilas? - Pues ya ves... - ¿Podrías cambiar de tono? Este es desagradable. 

Pero no se atrevió por si se rompía la magia.

La voz de pito se metía hasta en las últimas arrugas del cerebro. Ni los comensales de la Santa Cena la aguantaban. - ¡Calla ya, jodío! ¡Con lo guapo que estabas mudo!... - Esto fue el principio de una revolución que amenazó con tirar al pobre Pepe por el balcón para lo cuál, muy amablemente, la cristalera permanecía abierta de par en par.

Mi primer abuelito llegó del Más Allá para poner paz. - La culpa no es de Pepe sino del Papa (que no es lo mismo) emérito. Quiere ser santo y si no hay milagro no hay santidad. Con las prisas se hizo un lío de padre y muy señor suyo. Cogió al pobre Pepe (que pasaba por allí) tomándolo por dignatario y le puso la voz de alguien bajito y cabreado.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaa!... Nena, ¿de dónde sale esa voz?... Me recuerda a alguien... - ¿Qué voz, Cotilla? (disimulé) - Fui a la cocina a pedirle a Pepe que bajara el tono

lunes, 9 de enero de 2023

¿Otro año será?

 Que rápido pasa el tiempo: ya es OTRO DÍA. Ahora chascaré los dedos y todo recuperará su ritmo normal. 

Hecho una mirada en derredor y veo a todos los personajes aguantando, todavía, la respiración... ¿Y si los dejo así? jejejejejeje

El timbre de casa repiquetea en mis oídos; tendré que abrir. De repente me acuerdo del porqué de mi desmayo, por eso no me extraña que en el rellano haya un integrante de la mafia china. Abro la puerta de par en par e invito al mafioso a entrar. Siempre he oído hablar de tormentos chinos, ahora lo veré en directo cuando el señor Li clave astillitas de bambú entre las uñas de la Cotilla por haberle robado la bicicleta.

- Mi no entlal, señola. Señol Li decil que yo dal a boba de Colia Feliz Año Nuevo y pleguntal si tenel gambas goldas en casa.

- En primer lugar, boba de Coria lo será su madre y la tuya. ¡No tengo gambas gordas, coñe! Ah, dale las felicitaciones de mi parte. La Cotilla está encerrada en aquel cuarto ¡Llévatela!

- ¡NOOOOOOOO! señor Li no quelel a señola Cotilla. Yo ilme a tlabajal.

Estaba desconcertada... Mi primer abuelito me sacó de mi ensimismamiento. - ¡Ejem, nena! que éstos siguen sin respirar y en la inopia. Asi no verán mi maravilloso sudario ecológico y vale la pena. Chasquee los dedos y todos arrancaron a hablar por los codos. El que más fue el árbol de la calle que, para consolarme dice, me canta la Vaca Lechera.

Pegado en el espejo del baño encontré una nota manuscrita, firmada con tres coronas y dice: Somos Pedro, Juan y Andrés pero nos conocen por nombres más antiguos. Debido a una falta de comunicación no hemos podido entregarte la bicicleta. Baltasar dijo que no entraba en una iglesia que nos venía de paso. Se empecinó y perdimos un tiempo precioso. Por lo visto se ha echo ayatolah el hombre. Otro año será.

domingo, 8 de enero de 2023

Empezamos bien.

He escrito una nueva carta a los Reyes Magos excusándome por la anterior y, de paso, pidiéndo que reconsideren la negativa a traerme una bicicleta. 

He repasado varias veces el texto y me ha parecido bien; por último he salido a la calle en busca de uno de los buzones reales para echarla pero no he encontrado ninguno. ¡Hasta el Ayuntamiento he llegado! Y tampoco estaba. He preguntado a un municipal y me ha dicho: - En cuanto acabó la Cabalgata vinieron los pajes y se lo llevaron a Oriente. - ¿Y dónde tiro yo ésta carta ahora? - En los buzones amarillos de siempre. - Pero tendré que comprar un sello... - ¡Que inteligente es usted! 

¡Setenta y cinco céntimos me ha costado la estampilla! Al final me saldrá cara la bicicleta.

Pues sí que he empezado bien el año, sin bici y sin Torre del Paseo Marítimo.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaaa! ¡Me encanta el nuevo año! (dijo la Cotilla, entrando en casa como un elefante en una cacharrería) - Uf, no me hable Cotilla. Estoy deseando que termine. ¿Por qué está contenta? - ¡Mira lo que traigo! ¡TACHÁN!... (aquí hizo el ruido de un redoble de tambor) ¡¡¡UNA BICI!!!

Caí redonda al suelo. Cuando un rato después abrí los ojos, la Cotilla se secaba las lágrimas del ataque de risa que le dio. - ¡Que graciosa eres cayéndote! 

Todos los personajes aguantaban la respiración sin saber lo que iba a ocurrir a continuación; incluso Pascualita frenó sus ganas de dar saltos mortales en la pila de lavar del comedor... y como yo tampoco lo sé pararé el tiempo y mañana será otro día.

sábado, 7 de enero de 2023

Por la boca muere el pez.

 Me llamó la abuela: - "Nenaaaaa ¿te trajeron la bicicleta los Reyes?" - Nooooo... - "Eso te pasa por no ser monárquica como yo" - ¿Te han traído una bici por eso? - "Nada de bicis. Yo pedí un paseo en cohete por la estratosfera..." - ¿Por qué? - "Porque soy rica y monárquica" - Cuando eras una proletaria no lo eras. - "Tampoco era rica, boba de Coria" - Que suerte tuviste de encontrar a Andresito que tenía... - "¡Y tiene" - El riñón forrado de oro. Así cualquiera

De repente noté como la rabia y la envidia cochina hacían un potaje en mi interior transformado en bilis hedionda que me hizo sentir la necesidad de poner a la abuela en su sitio. - Andresito será más rico pero mi primer abuelito, es más guapo, millones de veces más elegante, con decirte que no hay modisto o modista de tronío que esté en el Más Allá que no se lo rife para que luzca sus últimos modelos de sudarios.

- "¡No digas tonterías! Estás pintando un personaje que no existe. Era pusilanime, aburrido,  desgarbado, guapito sí pero sosaina". - Pues ahora es un Adonis. Me gustaría que lo vieras ahora, revolotear alrededor de la lámpara del comedor vestido con telas de Oriente cuajadas de estrellas fugaces de muchos colores. ¡Es todo un espectáculo! Sin embargo, no puedo decir lo mismo de tu marido actual.

La abuela, ofendida y rabiosa, me gritó (antes de colgar el teléfono) - "¿Ah, si? Pues ya sabes de quién NO SERÁ LA TORRE DEL PASEO MARÍTIMO QUE TANTO TE GUSTA, JODÍA!!!

¡Nooooooo! Ora vez he vuelto a meter la pata... aunque lo de mi primer abuelito es cierto... ¡Jopé!

viernes, 6 de enero de 2023

¡Nasti de plasti.

 Mira que ayer me vestí de punta en blanco para ir al desfile de los reyes Magos; que aguanté el frío que llegaba del mar cercano; que defendí mi lugar en la Escalera del Teatro Principal con uñas y dientes contra alemanes, orientales, sudamericanos y palmesanos de toda la vida para no perder el poco ángulo que tenía para ver la Cabalgata aunque, al final y por mayoría, ganaron ellos.

Jalee a sus Majestades cuando, a duras penas vi sus pelucas e hice coro a un grupo de personas que gritaban enfervorizados: - ¡¡¡VIVA EL REY MELCHOR!!! para, a continuación hacer lo mismo co Gaspar y Baltasar 

Desde mi atalaya distinguí un trozo de las carrozas que llevan los regalos y vi, claramente que encima de montones de paquetes¡ estaba mi bicicleta! - Esta vez no se me escapa (pensé, feliz) Cuando todo terminó y yendo de camino para casa, me dije que - ¡Ojalá mes hubiese cantado las cuarenta a los Reyes hace tiempo; no hay como ser clara y demostrar que tienes carácter ¡y razón; estos se creen que por nacer dónde lo han echo tienen la sartén por el mango ¡ca, ca, ca, ca. realmente, estaba orgullosa de mi misma y andaba por la calle más ancha que larga.Apenas 

Apenas he dormido y en cuanto ha clareado he corrido al balcón abuscar Mi BICICLETA PERO... no estaba. Pregunté al árbol de la calle pero no la habían visto. Ni la dos caras de la cristalera, ni los comensales de la Santa Cena, ni los gorriones, bolas de polvo, Pomilio dijo lo mismo. - ¡Avemariapurisimaaaaaaaaaaaaaaaa! ¿Qué bicicleta? (dijo la Cotilla cuando le pregunté e inmediatamente se fue a la cama)

Me he quedado como el gallo de Morón, cacareando y sin plumas... Desearía no haber escrito esa carta ,,, Me retracto, ME RETRACTOOOOOOOOOOO, grité desesperada, mientras, Pascualita, enseñando su horrible sonrisa, se lo pasaba en grande tirándome buchitos de agua envenenada,

jueves, 5 de enero de 2023

Noche de Reyes.

Por fin escribí la carta a los Reyes Magos y opté por pedir algo clásico: la bicicleta que nunca me trajeron. Después corrí hasta el Ayuntamiento, luchando a brazo partido al tener que cruzar entre hordas de guiris apelotonados en las calles del barrio antiguo de Palma. 

Al entrar en el zaguán respiré hondo; afortunadamente los pajes no habían vaciado aún el Buzón Real y mi carta llegará a tiempos a las manos de los Reyes. Confieso que les he dado un poco de tralla porque, ya está bien de traerme cosas absurdas como retales de tela para hacerme un pichi, ¡Encima tengo que gastarme un dinero en modista cuando lo que ansío desde pequeña es !UNA BICICLETA!

Espero no haberme pasado de rosca y me dejen, otro año, sin bici. Pero es que lo de éstos personajes ya clama al cielo. ¿qué les costará complacerme?  Les he avisado que, si no hay bicicleta, tampoco habrá botella de chinchón sin estrenar para que se les quite el frío de la noche. ¡Esto es un toma y daca!: si soy buena (que lo he sido) me darán lo que les pido. Si ellos se portan bien tendrán chinchón a tutti plen

He pedido una bota a un vecino que tiene un cincuenta de pie. La he puesto en el balcón así no tendrán excusas de que no la han visto.

Y ahora me voy a dormir ¡ya! Huuuuy, que nervioooooos...

 

miércoles, 4 de enero de 2023

La carta.

No puedo dormir, ni siquiera la siesta. Me paso las noches dando vueltas y más vueltas en la cama sin pegar ojo y toda la culpa la tienen los Reyes Magos de Oriente. El árbol de la calle me ha aconsejado que hable con la abuela aunque no creo que sirva de mucho. Por probar que no quede.

Después de discutir un buen rato con el dichoso mayordomo inglés la abuela se puso al teléfono harta de oírnos discutir. - ¡Por fin! Eso que tienes en tu casa no es una persona sino un perro de presa. Siempre me saluda con un : madame decir que no estar. - "Hace lo que se le manda"

Pasé por alto ese "pequeño detalle" - Quiero saber qué van a traerme los Reyes - "Un SI, SEÑOR y un CALLE USTED" - Pero, abuela... - "¿Y yo qué se lo que te van a traer? No he visto la Carta"

- ¡¡¡LA CARTA!!! Con tantas fiestas como hemos tenido ¡se me ha olvidado! Y eso que ésta mañana he visto un buzón real pero no he ido a caer. ¡Tengo tantas cosas en la cabeza! - "Sí (dijo la abuela) Montañas de serrín" - ¿Y ahora qué pido yo? - "¿Una larga temporada en Irás y no Volveras?"

Haciendo valer mi prerrogativa de dueña de la casa he puesto a todos los personajes a pensar qué puedo pedir a sus Majestades. Y ha habido sugerencias de todos los colores. Por ejemplo, Pepe el jibarizado ha dicho (a su manera, claro) una cirugía plástica que rellene los pómulos. Las bolas de polvo: más polvo para estar rollizas y orondas. La cristalera del balcón quiere que la insonoricen para no tener que escuchar las quejas de la que está en la parte exterior.

Los comensales de la Santa Cena piden una jornalera que limpie el comedor de migas de hace más de dos mil años. Dicen que están duras y no las quieren ni los gorriones. El árbol de la calle quiere que le pongan una reja artística al rededor del tronco para que los coches no topen contra él. Y Pascualita pide hamburguesas de Tirano Rex aunque sean congeladas... Que cruz tengo con ésta tropa.

 

martes, 3 de enero de 2023

Pascualita habla.

Posiblemente Pascualita sea la última sirena que existe en el mundo, y no digo en los mares porque ya no vive allí sino en una vieja pila de lavar instalada en el comedor de casa. 

Según me ha contado, telepaticamente mi primer abuelito, no le gusta que la llamemos Pascualita. Dice que es un nombre extranjero y muy feo, no como el que le pusieron cuando nació, TRHIPIIIAAAASRTW, que fue cuando los habitantes de aguas profundas reinaban en el planeta: los grandes cetáceos, los enormes y terribles depredadores de quienes las sirenas, después de haber sido casi diezmadas durante milenios, aprendieron a defenderse y, sobre todo, a alimentarse de sus enormes cuerpos.

Ella misma comió muchas veces aquellas proteínas y ahora, a sus millones de años, come pienso. Y claro, se queja. - Si me viera mi madre (le dijo a mi primer abuelito) pensaría que estaba enferma y me escondería en una de las millones de grutas marinas secretas que usaban las sirenas para librar a sus cachorros de sus enemigos.

También se queja de sus enemigos actuales. - No dan la talla y apenas se defienden cuando los muerdo ¡Ojo que he dicho MUERDO y no COMER! - 

Culpa a la Humanidad de no haber dejado ni un sireno para no extinguirse del todo. - Veo los insectos, como moscas y cucarachas, que llegaron mucho antes que los dinosaurios, procrear alegremente y no paran de reproducirse. Ahora solo puedo compararme con la Nena ¿No es triste eso? Porque la pobre no se come un colín; y al paso que va no creo que lo pruebe jamás.

- ¡Abuelito! - Perdona, nena, pero, tal como me lo contó, te lo cuento. Y ahora me voy que tengo cita con el modisto.

Para congraciarme con la sirena no le he dado pienso sino un bistec de ternera. Mientras lo comía en un visto y no visto, me miró con los ojos saltones de pez llenos de lagrimas que, paradójicamente son dulces y supe que me lo agradecía.                                                            

lunes, 2 de enero de 2023

Por Cotilla.

- ¡¡¡Pascualita!!! ¿Dónde estás? ¡¡¡Pascualiiiiiiiiiiiitaaaaaaa!!! - Así llevo toda la mañana llamando a la medio sardina porque ha desaparecido del mapa y no logro encontrarla. He preguntado a todos pero nadie la ha visto. 

Estoy afónica perdida de tanto llamarla a gritos, a pesar que mi primer abuelito me ha recordado que la sirena no habla por lo que no vale la pena armar tanto escándalo.

Al principio de la búsqueda todos los personajes han participado en ella; ahora pasan. Por ejemplo, el árbol de la calle lleva ya dos horas cantando lo de ¡Pero sigo siendo el Reyyyy! 

Pensé que mi primer abuelito se quedaría a mi lado dándome apoyo moral pero no ha sido posible porque tiene ocupados a los grandes modistos haciéndole sudarios nuevos y originales y se pasa el tiempo en los probadores. - ¿Y cómo sabré que me contesta si el único que la entiende eres tú? - Me ha contestado : Ten fe... el muy jodío.

Las bolas de polvo me han prometido que rastrearán su paso por los últimos rincones de casa. La Cristalera ha jurado por su madre, la verja del Retiro de Madrid, que Pascualita no ha salido al balcón en toda la mañana.

Iba yo con mi cantinela: - ¡¡¡Pascu...!!! - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! - No te calles, desvergonzada. Sigue llamando al querido de tu abuela. A ver si lo conozco de una vez por todas y lo delato delante de Andresito para que me ponga a mi en su testamento y, por fin, seré dueña de la Torre del Paseo Marítimo... Por cierto ¿qué le hiciste al Médico que apenas puede andar? - Le habrá dado un aire...

De repente Pascualita estaba delante de mi. En el frutero, coronando un plátano de Canarias. La Cotilla movía las manos arriba y abajo hasta posar una de ellas ... ¡en el plátano! 

Tengo que comentarle a la vecina, cuando salga del coma etílico de chinchón, que puede usar esa enoooorme mano que tiene ahora, para propaganda de guantes. Se sacaría un jornalito.

 

 

 

domingo, 1 de enero de 2023

¿Sigo el consejo de mi primer abuelito?

- "Nena, no sé que le hiciste al Médico anoche pero está loquito por tus huesos. Te tiene presente en sus sueños" (a la abuela se la notaba encantada) - No sé si alegrarme o no (dije) porque si me pide matrimonio... - "¡Que te va a pedir, boba de Coria!" - Pienso que soy joven para casarme y aunque pide las cosas con educación, me siento presionada por sus peticiones ¡No quiero pasar mi juventud poniéndome Voltaren en los pies! - "¿Te estás oyendo? Con un marido así no tendrías que gastar ni un euro en psicólogos en caso de tener problemas matrimoniales. Le arreas unas cuantas patadas bien dadas y encima, te lo agradecerá" - Visto así...

Mi primer abuelito estaba muy serio en lo alto del Arbol de Navidad, sustituyendo a la Estrella de Belen. - Su voz sonó en mi cabeza: - Tengo que decirte una cosa, nena: No me gusta que a los toros te pongas la minifalda... No. espera que me he equivocado de sermón. No me gusta que desperdicies la fuerza de tu patada con el masoca ese. Dedícate al fútbol y te sacas unos cuartos para la vejez.

Estoy tentada de contarle a la abuela el consejo que me ha dado su ex pero me abstengo porque, con ésta mujer que todo lo tergiversa, puedo salir escaldada.

Llamaron a la puerta. El señor Li, acompañado por el miembro de la mafia china al que Pascualita dejó mondo y lirondo el otro día estaba muy serio. - ¡Feliz Año Nuevo, señor Li y compañía! - ¡Nalices!Mi no quelel felices, mi quelel vestido lojo que Cotilla lobal de mi tienda. - De repente me di cuenta que los ojos oblícuos del señor Li se abrían mucho mientras contemplaba mi escote. Estuve a punto de llamarle la atención cuando noté un movimiento conocido ¡¡¡PASCUALITA ESTABA INTENTANDO SALIR DE ALLÍ DE UN SALTO!!! 

Me tiré al suelo fingiendo un ataque de risa y mientras aproveché para meter a la sirena bajo la consolita de la entrada sin que aquellos ojos rasgados la viesen.

 - ¿Esto que sel? (preguntó el chino señalando el mueble)  - Una consola pequeña... - No tenel botones (dijo el jodío) - Ni falta que le hacen. - Y de una patada cerré la puerta en sus narices.