miércoles, 18 de enero de 2023

Mi primer abuelito "el Bocas"

Mi primer abuelito le ha contado a Pascualita que llevé a bendecir a las bolas de polvo y le ha dado un ataque de celos antidiluviano ¡Ha mordido todo lo que se le ha puesto por delante! He tenido que refugiarme en la cocina porque venía a por mi. Ni la abuela la ha podido calmar.

Ahora tenemos un dilema: los que estamos en la cocina no podemos salir: somos Pepe el jibarizado, Geooooorge y yo, que somos los que tenemos la comida a mano. Y el resto: la abuela, la Momia, Andresito y la Cotilla, están sin nada que llevarse a la boca. Algunos en el balcón, otras en el cuarto de la abuela. Y en el comedor ¡Pascualita dando dentelladas a diestro y siniestro!

Después de mucho pensar he pedido ayuda al árbol de la calle y responsabilidad a mi primer abuelito: ¡Dile a la medio sardina que te has equivocado de persona! ¡No he sido yo quien se ha llevado a las bolas de polvo! - Claro que has sido tú, nena. - ¡Miente! - No puedo. Estoy en el Más Allá. - Pues como yo me cabree te traigo al Más Acá y te dejo en manos de tu ex. Decide.

Pasado un rato apareció mi primer abuelito flotando sobre la estantería de Pepe. Venía cariacontecido - Ya está. Pascualita me ha creído y se ha calmado. Ahora está en la pila de lavar del comedor. Me ha dicho que se iba a dormir un rato en el barco hundido... 

Por fin pudimos juntarnos todos sin miedo a la fiera corrupia

Después de comer, arrellanada en el sofá de la salita, me dispuse a dormir una bendita siesta cuando ¡algo saltó a mi escote y me mordió con saña en una teta!

Hace poco que he despertado del coma etílico inducido por una botella de chinchón para calmar el dolor. Ahora camino con cuidado porque el peso y volumen que tengo en medio cuerpo arrastra al otro medio y me voy de bruces al suelo. ¡Jodía sirena de las narices!

 

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