lunes, 31 de diciembre de 2012

Hasta que no ha llegado el momento de sentarnos a la mesa no hemos echado de menos a la Cotilla. No la hemos visto en toda la mañana y eso es muy raro porque vive más en mi casa que en la suya, más que nada porque así se ahorra desayuno (la mayoría de las veces) y la comida. La abuela, preocupada, quería subir a su casa por si estaba enferma. - Bicho malo nunca muere. Si no ha venido es porque estará trapicheando por ahí. Y si trae uvas, tíralas a la basura que lo mismo las ha encontrado en un contenedor de la calle. - Al final no ha podido más - "No puedo comer hasta que no sepa lo que le ha pasado" - ¡Avemariapurímaaaaaaaaaaaa! No sabéis de lo que me he enterado. ¡Es horrible! - Hala, abuela, aquí la tienes, vivita y coleando. - "¿Qué te ha pasado?" - ¡Porque estoy asustada. Nadie, ni siquiera tú, me había advertido de la que se nos viene encima!

Mientras comíamos, la lumbreras de la vecina nos contó su miedo. - ¿Sabéis que año es el que empieza esta noche? - "Sí, claro. Es el 20..." - ¡¡¡No lo digas. Lagarto,lagarto!!!... Yo no puedo entrar en ese año.- ¿Y cómo lo hará? porque solo hay dos `posibilidades: o entra o se muere. - Por eso me he ido a pasear, para pensar en ello. - ¿Entonces esos cuatro rizos que lleva en la cabeza es de lo que le ha hervido el cerebro después del esfuerzo? - ¿Oyes a tu nieta? La culpa de que sea así es tuya por no haberle dado nunca un tortazo. ¡Que cruz tienes con ella!... Esta noche solo me tomaré 11 uvas. O sea, me quedaré a las puertas del nuevo año pero no entraré en el. - "¿Estás tonta? Te tomes las que tomes, también será 2013 para ti, Cotilla." - ¿Estás segura?... Es imposible. Un año así solo puede traer desgracias... - Estamos acostumbradas a ellas desde que la conocemos jejejejeje

Menudo drama nos montó la Cotilla de las narices. Resulta que es supersticiosa a tope. Que año nos espera aguantando sus néuras. Se ha enfadado conmigo porque me ha dado la risa pensando en los amuletos, rezos y sortilegios que tendrá que usar durante 365 días. ¡No habrá quién la aguante! Mientras, la tía se ha puesto a beber como una descosida porque dice que prefiere que el  2013 la coja borracha. Así que voy a brindar por todos los que leéis esta historia cada día, con el poco chinchón que nos está dejando. Tengo a Pascualita bebiendo de mi mano y haciendo la señal de OK para todos vosotros. ¡¡¡FELIZ 2013 PARA TODOS!!!

domingo, 30 de diciembre de 2012

La Cotilla ha venido a casa a la hora de comer. Estaba lívida y temblorosa y ni siquiera ha saludado al entrar. La dentadura postiza sonaba a castañuela cascada cuando los dientes chocaban unos con otros. Se metió en la cocina sin decir amén y nos dio un susto de muerte.

Pascualita estaba sobre el frutero y la abuela, para esconderla a la vista de la vecina, le dio un manotazo y cayó de cabeza en la olla del caldo que estaba en el fuego. A velocidad de crucero saqué a pobre bicho de allí con ayuda de una espumadera y la metí en mi bolsillo que, en seguida, se ensució de grasa.

- Dame-e-e-e-e-e-e... una taci-i-i-i-i-i-ta de c-a-a-a-al-do. Tengo mu-u-u-u-u-u-u-u-ucho frí-i-i-i-i-i-o - "Chica, con tanto temblor no te entiendo. ¿Qué te pasa?" - La Cotilla no espero a que la entendieran y cogiendo un cazo vertió caldo en una taza, en el suelo, en la pared... tanto le temblaba la mano. Poco a poco fue recobrando el color. - ¡Estoy helada! He salido engañada a la calle. Tanto sol, tanto cielo azul ¡la madre que lo parió! y yo a cuerpo descubierto. Al llegar a la Plaza de España parecía una autómata. ¡que frío hace!... y que bueno está este caldo. ¿Qué era eso que ha sacado tu nieta de la olla?... sea lo que sea, le ha dado muy buen gusto...  A ver, enséñamelo... ¿por qué lo buscas si lo tienes en el bolsillo? Acabarás el año como lo empezaste: tonta perdida.- No se lo puedo enseñar porque... porque... (no sabía qué decir pero la abuela estuvo al quite) - "Porque es un secreto de familia" - ¡Vaya tontería! ¡A ver qué es! - "Te lo diré si no vas a ir contándolo por ahí... Es algo que me regaló el señor Li." - ¿Y sirve para muchas veces? - "¡Claro. Solo hay que dejarlo un poquito en el caldo y en seguida coge sabor" - Mañana le iré a pedir uno - "No creo que tenga más... Lo mandó a pedir a la China solo para mí" - ¿Ah, si?... Hija, no sé lo que ha visto este chino en ti porque eres tirando a normalita, vamos, del montón. - "¿Yo soy del montón? pues anda que tú..."

  En un momento estuvieron enfrascadas en una fuerte discusión que yo aproveché para ir al baño y lavar bajo el grifo del agua caliente a la sirena. Me costó bastante cogerla porque estaba llena de grasa y patinaba entre mis dedos. No me había puesto el guante de acero y me preocupaba que me mordiera pero la pobre estaba patidifusa entre el tortazo que había recibido, la impresión del agua hirviendo y el sentirse una bola de grasa. Después la llevé a su "acuario" y corrió a esconderse en el barco hundido.

Sentadas en la salita mientras tomábamos el café, aún discutían sobre quien tenía más glamour de las dos. Unos cuantos chinchones después Pascualita se había recuperado y se puso a dar saltos y más saltos. La Cotilla interrumpió su envidioso diálogo para preguntar, preocupada - ¿Qué es eso? - La abuela fue rápida para traer el agua a su molino. -"Mi marido. Viene desde el Más Allá a corroborar lo que he dicho: soy yo la más atractiva"

sábado, 29 de diciembre de 2012

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaa! ¡Ay, aún me río al pensar en la cara de tonta que se le quedó a tu nieta. Hay que ser corta para creerse la comedia que montamos jajajajajajajaja... - Dudo que fuera una comedia, cada vez estoy más convencida de que, entre usted y la abuela, se cargaron al abuelito. - "Anda, déjalo ya. Me tienes mareada con tus sospechas y tus preguntas. Te he dicho mil veces que el pobre se murió porque le había llegado la hora" - Pues yo creo que... - "¡¡¡Cállate la boca!!!"

La Cotilla había desaparecido sin que nos diésemos cuenta - "¿Dónde está?" - No sé... ¡Pascualita! ¿La habrá descubierto? - Corrimos a la cocina y allí estaba la vecina, con la nevera abierta y comiendo a dos carrillos. - ¡Se está comiendo las uvas de Nochevieja!  - Están buenísimas... hum, hum, riquísimas... - "¿No puedes esperar dos días?" - El refrán dice que no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy y eso hago. ¿Yo que sé dónde estaré el lunes?

Al oír voces, Pascualita salió a la superficie e, impulsándose con la cola, se sentó en el borde del "acuario". Desde allí vio nuestra discusión con la vecina pero como la más alterada era yo, no hizo mención de defenderme. Pensó que todo estaba bien y se zambulló dando un salto mortal hacia atrás con tirabuzón y entró en el agua limpiamente por lo que apenas se oyó el chapoteo. Pero no acabó aquí la cosa y repitió la acción varias veces dejando a parte la discrección y pasó a tirarse en plancha y salpicandolo todo de  agua. La Cotilla, enfrascada en asuntos de comida, no se enteró hasta que cayeron unas gotas en su brazo. - ¿Tienes goteras? - "¿Cómo voy a tenerlas con 6 pisos encima? Además, mira que sol hace" - ¿Cómo explicas esto? (preguntó a la abuela señalandole las gotas) - "Hay cosas que son inexplicables" - El chapoteo continuaba y yo estaba de los nervios, así que cuando vi acercarse a la Cotilla a la bañera rosa, la cogí y vacié de golpe su contenido en el fregadero. Pascualita se dio un buen testarazo y para rematar la jugada, el barco hundido cayó sobre ella,  magullandola. Inmediatamente extendí un mantel sobre todo aquello y me quedé como si tal cosa.

La abuela me taladró con la mirada pero no dijo nada y se llevó a la Cotilla en busca del chinchón para desviar su atención. Al apartar la tela y me asusté. Pascualita estaba atontada, con los ojos bailando en sus órbitas, la lengua colgaba lacia. ¡Que visión tan horrible! Suya sería la culpa si tenía pesadillas esa noche. Me puse el guante de acero y le puse unas gotas de chinchón en los labios... poco a poco fue volviendo en sí y estabilizando la visión. Luego me miró fijamente,  pareció recordar algo y sin previo aviso, saltó y se enganchó a una de mis orejas. El mordisco, muy doloroso, me hizo llorar, saltar, brincar pero no dejé escapar ningún grito. No podía, estando en casa la Cotilla. Cuando conseguí arrancármela la cogí de los cuatro pelos asquerosos que tiene y fui al baño para echarla al wáter y tirar luego de la cadena.

La abuela me disuadió de ello. Se fijó en mi oreja hinchada y dejando a la Cotilla con la palabra en la boca y una copa de chinchón en la mano, me siguió y me dio tal pescozón que por poco se me saltan los dientes. Se metió a Pascualita en un bolsillo y volvió junto a su amiga como si no hubiera pasado nada mientras yo veía como los pajaritos volaban y piaban, a mi alrededor.



viernes, 28 de diciembre de 2012

Nada más levantarme, la abuela me ha pedido que fuera a su cuarto a buscarle la bata. Que obsesión tiene con que la ayude ¿Tan lejos está su cuarto? ¿Tanto pesa una bata? ¡Tengo que desayunar! pero como soy muy sacrificada y la mirada aviesa que me ha echado no me ha gustado nada, he entrado en su habitación y mi grito ha despertado al resto de los vecinos de la finca.

Un hombre, con cara diabólica, estaba junto a la cama de la abuela y me miraba fijamente. He salido corriendo dando tras pies. En la cocina, mi querida abuela se partía de risa mientras gruesos lagrimones caían por sus ajada mejillas - (¿Ajadas?) - Sí. Cuando estoy enfadada le veo todos los defectos. - "¿Has visto al abuelito?" (ha tenido el cuajo de preguntarme) - ¿Es su alma atormentada? - Entonces ha gritado  - "¡Eres tonta de capirote! jajajajajaja ¡¡¡Inocente, inocente!!!" - ¡La madre que la parió!

El "abuelito" era un maniquí de la tienda de los chinos del señor Li, que se lo ha dejado para hacer bromas. He estado a punto de sufrir un infarto y se ha quedado tan pancha. Incluso Pascualita me ha tirado un chorrito de agua, aunque sin mala intención. - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaa! ¿Ha quedado desayuno para una pobre pensionista que no llega a fin de meêeeeeeeeeees? - ha dicho cantando. - "Sí, hija, pasa y siéntate" - He oído un grito desgarrador ¿sabes quién ha sido? - "Estoy un poco sorda estos días" - ¿Tú tampoco has oído nada? (me preguntó) - Cuando duermo. duermo y me dejo de tonterías. - Pues es raro porque parecía que mataban a alguien... "Cotilla, hazme un favor..." - !Que te lo haga tu nieta! - "Ya sabes que es una inútil... He dejado una botella nueva de chinchón encima del cantarano de mi cuarto. Tráela, por favor" - Mira que te gusta que los demás te saquen las castañas del fuego...

A los pocos momentos resonó un alarido que nos puso los pelos de punta. - ¡Ha vuelto del infierno! ¡Está aquíiiiiiii y quiere llevarme con él!... ¡Perdóname, no lo haré más! ¡¡¡Lo juro, lo jurooooooo!!! - Se abrazó a la abuela desecha en lágrimas - ¡No quiero ir al infierno!... ¡¡¡Confieso que lo que metí en... en... ¡Ay! en...el jarabe que hiciste a tu marido para que tuviera energía, no fue pólvora sino un matarratas muy efectivo... y luego me aproveché de su duradero alzamiento... - "¡¡¡Qué!!! ¿Te acostaste con mi marido? ¡Eso no se le hace a una amiga!" - Abuela, te olvidas de que también lo mató... - "Eso es lo de menos. ¿Me engañaste y vienes a comer a mi casa todos los días? ¡¡¡Bruja!!!"

Pascualita tenía los carrillos llenos de agua envenenada y esperaba el momento justo para hacer blanco en los ojos de la vecina. Yo no podía entender que fuera más importante el adulterio que el crímen y sentí crecer en mi una rabia contenida - ¡Voy a buscar al Municipal.  Aquí tienen que rodar cabezas! - En cuanto puse la mano sobre el pomo de la puerta, cantaron: ¡¡¡Inocente, inocente!!!

Sí, sí, inocente. Me he quedado con la duda. Mientras, ellas beben chinchón y brindan por lo bien que se lo pasan a mi costa.

jueves, 27 de diciembre de 2012

Arrastramos los pies al andar y las ojeras nos llegan al ombligo. Tenemos la boca pastosa, la voz rota y no nos cabe un solo bocado más... ay, que bonitas son las fiestas... ay, ay, ay... que sueñooooooooooo. Y eso que yo he dormido hasta las dos, la abuela en cambio, se ha levantado a las siete de la mañana porque ha sonado el timbre de la puerta con mucha insistencia. Yo también lo he oído pero si puede ir ella a abrir, para qué voy ir yo.

- ¡Avemariapurísmaaaaaaaaaaa! ¿Tienes bicarbonato? Me he pasado la noche en blanco con dolor de estómago. - "Ya podrías haber esperado a que fueran las diez, ¡maldita sea!" - Va a cambiar el año pero tu seguirás siendo la misma egoísta de siempre... No te molestes, ya lo cojo yo.

A media mañana, mientras la abuela desayunaba y Pascualita estaba sentada sobre el azucarero, la oí que echaba pestes de la Cotilla. - "¡Me llama egoísta la tiparraca esa! ¡Tendrá cara! A ver si revienta como un globo, pero en su casa, no aquí que lo pondría todo perdido con todo lo que comió ayer. Aquí hizo el picoteo, luego se fue al comedor social al que ya había ido el día de Navidad y luego volvió aquí, al resopón. No se quiso perder nada. Y le echó un tiento a la botella de chinchón que la dejó temblando y todo porque no quiso que bebiera mi primo. Cuando la coja le retorceré el pescuezo así y así y... ¡a sí!" - Me asusté pensando en el cuellecito de Pascualita pero la abuela estaba estrujando un trapo de cocina. Menos mal.

A mediodía entró la Cotilla como una tromba hasta le cocina y a Pascualita a penas le dio tiempo de zambullirse - ¡Avemaripuríss.... ¿Habéis oído el chapoteo? - El abuelito viene a buscarla - La mujer palideció - Dile a la idiota de tu nieta que no juegue con estas cosas. - ¡Oiga, sin insultar!. Es mi abuela quién lo ha llamado porque quiere mandarla al otro barrio mediante estrangulamiento alevoso y como él ya sabe andar por ahí, le ha pedido que le enseñe el camino. - ¡No la dejes beber tan temprano!... - Mire este paño de cocina. Se ha hecho a la idea de que era su cuello y lo ha convertido en una columna salomónica jejejejeje - ¡Llama al manicomio! Es una loca peligrosa. - La abuela se acercó lentamente a su amiga; en sus ojos brillaba la determinación y sus labios dibujaban una sonrisa maliciosa - "He recordado que, de pequeña, siempre deseaste tener un cuello de cisne y voy a cumplir tu deseo" - Rápida como un rayo le echó las manos al cuello. La Cotilla chillaba como un cerdo ante el matarife y la abuela, en lugar de apretar, tiraba hacia arriba - ¡Así, no!- le grité. Agarré con fuerza aquel cuello y apreté hasta que... recibí dos pescozones y me desperté - "¡Espabila y deja la gitana encima de la tele, inútil!" - La abuela y la Cotilla, ambas con sendas copas de chinchón en la mano, me miraban con infinita paciencia - "Si no sabes ni beber, cómo vas a darme un biznieto" - ¡Que cruz tienes con tu nieta!

martes, 25 de diciembre de 2012

Desde bien temprano la abuela está metida en la cocina trajinando con ollas y sartenes. La oigo hablar con Pascualita y por lo que dice, da la impresión de que cocina para un regimiento. - "Los huesos y las carcasas van muy bien para los caldos. Recuérdalo cuando estés en tu hábitat y te ahorrarás un dinerito... Aunque es conveniente que le pongas un poco de gallina... ¿Tenéis gallina allí o algo parecido?..." - No pude por menos que entrar a reirme un poco de mi abuela - ¿Hacer un caldo debajo del mar?  jejejeje. Se juntaría el agua del mar con la sopa y ¿a ver qué comida sería esa?.. Lo único bueno es que no haría falta echarle sal jajajajajajaja...  ¿Para cuantos es la comida que preparas? - "Para 25" - ¿Tenemos tantos parientes? - "Son amigos de El Funeral. La Navidad tiene que celebrarse en familia"

 ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaa! Hum, que bien huele... A mi me pones dos platos de lo que estás haciendo. - "Déjame unas sillas porque no me bastan las que tengo" - ¿Quién viene?... espero que hayas hecho bastante porque no quiero quedarme con hambre... ¿Cuánto piensas pagarme? - "Pagarte ¿por qué?" - Por el alquiler de las sillas. - "No me las alquilas, me las dejas, Cotilla"  - Mira, guapa: hermanos, sí, primos no. Si las quieres las pagas a tanto la silla. No me mires así que no esta la cosa para ir dejando las cosas alegremente.Quién algo quiere, algo le cuesta. - "Tienes razón. Antes de comer te pasaré la factura por la comida, que luego te duermes y no te enteras de nada" - ¿Me vas a cobrar? ¡A mí! Que cara más dura. Si yo le pongo precio a las sillas es porque no llego a fin de mes, en cambio tú... - ¡¡¡Abuela, no la invites a comer!!!

Me ha faltado poco para echarle a Pascualita a la cara. Que mujer más egoísta. Las dos hemos bajado las sillas a regañadientes, ella porque pensaba que la abuela abusaba de su buena fe y yo porque no quería trabajar.

Poco a poco fueron llegando los invitados. Mi escasa familia, cada vez más vieja y cascada aunque manteniendo el tipo y los amigos de la abuela, la mayoría tan rumbosos como ella y vestidos, totalmente de negro siguiendo la consigna de no ponerse de colores mientras los Pinochos sigan con su política de recortes.

La mitad de la comida empezó metiéndose todos con Rajoy y sus incumplidas  promesas - ¡A mi no me llega la paga para nada! - Todo ha subido, hasta los percebes y este año no he podido comprarlos ¿Dónde se ha visto una Navidad sin percebes?.

 Después de las primeras copas empezaron los chistes y las risas a costa de la ministra Bañez - Jajajajaja, A fichado a la Virgen del Rocío y ni así srregla sus desaguisados!

A los postres, con las correas y las cinturillas desabrochadas, porque ya no cabía nada más en aquellos estómagos, se metieron unos con otros - Que fea estás, Pilar ¿Qué te has hecho? - ¡Envidiosa! Un ligero estiramiento de la piel del rosto. - ¿Ligero. Acaso no es el ombligo lo que te soma por el escote? -  ¡Te voy a dar una guantá en toa la boca! - La Cotilla, que había cumplido lo de comerse dos platos de todo, aprovechó el momento en que sacábamos el café y el chinchón para darse una vuelta por la mesa pidiendo un euro a cada uno de los invitados "para una buena causa" Al llegar a mi lado la agarré del brazo y le susurré ¿Qué buena causa es esa, bicho? - La mía... Soy mi propia ONG.

Se brindó, ya no sé cuantas veces, por la Navidad, el Año Nuevo, el cambio de Gobierno, la subida de las pensiones, lo buenos que estaban los novios, y las novias, por la abuela, por el dueño de El funeral, por... Yo qué sé. A esas alturas de la película lo mismo me daba que fuera de indios y vaqueros o de vaqueros e indios ... ¡Menuda tajada llevábamos todos encima! jajajajajaja, Si hasta jugaron al sex poker... pero yo ya me había dormido ¡jopé!



lunes, 24 de diciembre de 2012

La abuela se ha acercado a la tienda de los chinos para ver como se encuentra el señor Li y a punto han estado de no dejarla entrar. - ¡¡¡Fuela, fuela!!!. Tú tenel espílitus malos en casa. ¡Fuela, fuela! - A ver cómo le explicas a un chino, que apenas entiende español, que no tienes almas en pena en casa. Malo es que no te entienda pero, si te entiende aún es peor - ¿Tú quelel matal Señol Li? ¿Tú sel asesina? ¡¡¡Yo asel contigo lollitos de plimavela!!!

Finalmente, el señor Li salió de la trastienda al oír el guirigay que tenían montado en la puerta del establecimiento. Estaba hecho un cromo, con la cara hinchada en la que se veían pequeños mordiscos por todas partes. A duras penas se hizo entender. Finalmente, la abuela pudo entrar y en desagravio, compró un montón de cosas: globos, panderetas, zambombas,  matasuegras, petardos, trompetas, serpentinas, confetti... ¿para qué queremos todo esto?

En seguida les ha encontrado utilidad y el resto de la mañana está, dale que te pego, ahora a la zambomba, ahora a la pandereta, cantando un villancico "para que lo entienda Pascualita" : ¡Pero mira como bebeeeeeen los peces en el ríoooooooo, pero mira como bebeeeeeeeeeen por ver a Dios nacídoooooooooo..." - ¡Pues no lo va a entender (le he gritado, desesperada) porque es de mar y los peces de río son como marcianos para ella! ¿Te enteras?

- Aveee... ¡ay, ay,.. Maríapuríiiii... ay, ay, ay... simaaaaaaaaa ay, ay, ay...  ¿Aún anda por aquí el espíritu de tú... ay, ay... puñetero abuelo? - "Anda, note quejes tanto y vamos a brindar que ¡¡¡Esta noche es Nochebuenaaaaaaaaaa y mañana Navidad, saca la bota María que me voy a emborrachaaaaar!!! - Toma el chinchón, abuela, pero ¡cállate ya, por tus muertos! - "Venga, todas a la vez ¡¡¡FELICES FIESTAAAASSSSS!!!" - La Cotilla, con sus ojillos hinchados, miraba boquiabierta a Pascualita que, disfrazada de Niño Jesús y sentada en la palma de la mano de la abuela, hacía la señal de OK mientras lamía una gota de licor que tenía en los labios - Estos chinos cada día hacen mejor los juguetes... ¡mira como se mueve, parece de verdad!... ahora solo falta que sepan hacerlos más guapos porque ¡mira que es feo el jodío!

domingo, 23 de diciembre de 2012

La Navidad en mi casa va entrando por etapas: cada día se pone alguna cosa hasta que, por fin, llega el día 22 de diciembre, los Niños de San Ildefonso nos hacen la Pascua con el Gordo y entramos en el solsticio de invierno. Es el pistoletazo de salida para que salgan a la luz las cajas que llevan guardadas un año en el trastero y al abrirlas brillan las bolas de colores, las cintas y los pequeños juguetes que se colgarán en el Árbol durante quince o veinte días.

Nunca hemos tenido una Estrella como Dios manda, es decir, en plan cometa Halley. No nos acordamos hasta que tenemos que ponerla en su sitio, entonces recurrimos a cualquier cosa estrambótica que tenemos a mano. Este año la abuela ha colocado, como remate del Árbol, a Pepe envuelto en papel albal y rodeado de espumillón. ¿Qué hace una cabeza humana cortada, reducida por los jíbaros vaya usted a saber cuándo, en plan Estrella de Belén?: el ridículo. Y menos mal que no habla y no puede quejarse.

La que sí se queja es Pascualita. No quiere pasarse el día tumbada en el pesebre. La abuela no le hace caso y eso que yo intento razonar con ella diciéndole que la sirena no tiene porqué conocer la historia de la Navidad. Quizás ni siquiera es de ésta religión... puede que no tenga ninguna. Del fondo del mar solamente conocemos a Neptuno y no es muy místico el hombre - "¡Me da igual! He dicho que hace de Niño y de aquí no se mueve" - Me tienes asombrada porque creía que eras atea. - "¿Quién te ha dicho que no lo soy? ¡Atea y muy atea!" - Entonces ¿a qué viene el Belén? - "¿Qué tendrá que ver la velocidad con el tocino? Es Navidad ¿no? pues hay que seguir la tradición.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaa! ¿Ya has montado el Árbol?..¿Es una alcachofa lo que le has puesto en todo lo alto? - "¿Cómo voy a poner una alcachofa, mujer? Es Pepe" - ¡Ay, que asco! Prefería la alcachofa... Ahora vendrá el Señor Li. Le he dicho que has montado ya las cosas de Navidad y quiere verlo... Mira que es feo el Niño este. Tendría que haberle dicho que te trajera uno de su tienda, son más apañados... ¿De dónde lo has sacado?... (la Cotilla arrimó su cara a Pascualita hasta casi rozarla con su naríz. ¡Ay, ay, ay. pensaba yo y me fui a por la botella de cinchón por si fuera necesario emborracharla en caso de un ataque) 

Poco después llegó el Señor Li. El también se paró ante el Portal y pareció recordar algo - "Esto" (dijo señalando al Niño) ¡sel gamba!... ¡Abuela ¿pol qué ponel gamba aquí? Estlopeal y yo no podel comel-la - La Cotilla se acercó rápida. - ¡Lo que me faltaba por oír! El descreído éste quiere comérselo ¡Ni se le ocurra! - ¡Otra que va presumiendo de atea!...  Empezó un tira y afloja a tres: la abuela, la Cotilla y el Señor Li,. Cada uno tirando por turnos de Pascualita. Pensé  en intervenir para no verla dividida en tres pedazos pero antes fui a buscar el guante de acero que no estaba el horno para bollos. Cuando volví, los gritos y lamentos me avisaron de que la sirena no necesita que la defienda, se basta ella sola. El trío atacante había sido vencido por los dientecitos de tiburón que repartieron estopa a diestro y siniestro. Dejé a los heridos lamentándose y bebiendo chinchón mientras, Pascualita y yo brindábamos, con una copita que nos habíamos agenciado,  por su victoria.

sábado, 22 de diciembre de 2012

- "¿De dónde han sacado a éstos niños? ¡Ese número no, noooooooo, atontaos!  El 1569. Ese es el que tenéis que cantar! ... Míralos, no me hacen ni caso. ¡Ya no compraré más lotería. Se acabó!" - He tenido que tomarme unas copitas de chinchón para poder aguantar esto.

Todos los años lo mismo. En cuanto empieza el Sorteo de la Lotería de Navidad, la abuela se pone de los nervios. Se sienta en  la cocina, con un boli y un bloc para ir apuntando los premios que vayan saliendo. A medida que pasa el tiempo la calma desaparece. Se levanta, les grita a los niños de la tele, les amenaza, les enseña el décimo, les suplica... Es patética.

Yo me paso la mañana con las gafas de sol puestas porque Pascualita sale como una flecha del agua, se sienta en el borde del "acuario" y me enseña los dientes, cada vez que la abuela grita. Procuro no quedarme parada mucho tiempo en el mismo sitio para que no me acierte cuando lanza sus chorritos de agua envenenada. Ya le ha dado dos veces a Pepe, menos mal que no se queja.

Hace mil años que la abuela lleva el mismo número y nunca le toca nada. Y las estadísticas dicen que el 9 es el número que menos veces ha salido en el premio gordo. Pero ella insiste, erre que erre, en comprarlo - ¡Cámbialo ya! - "Si lo cambio, tocará. Además es bonito, erótico y..." - ¡Gafe! - "¡Eso debe ser! Hay un gafe en casa y no soy yo, querida". - ¿Crees que soy yo? ... ¿Y por qué no puedes ser tú... o la Cotilla? - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaa! ¡Me ha tocado, me ha tocado! - "¿El Gordo?" ¡No me lo digas en serio que me muero de envidia!" - ¡Pues muérete! jajajajajaja.... ¡Me ha tocado el Gordo! - "¡Mentira, mentira. Aquí no ha tocado"! - Asómate al balcón conmigo jajajajajaja - La vecina dio voces llamando a alguien - ¡¡¡Perico... Pericoooo!!!....  ¿A qué me has tocado? - El tal Perico es uno hombre muy gordo que tiene un kiosko  de chuches en la esquina. Vi como la abuela se relajaba de inmediato - "Que boba eres, Cotilla, jejejejeje"


viernes, 21 de diciembre de 2012

- ¡Abuela, para ya de dar vueltas que me estás volviendo locaaaaaaaa! - Pascualita lleva casi toda la mañana encerrada en el barco hundido. No aguanta la hiperactividad de su amiga. Le ha puesto varias veces agua en el  "acuario": primero fría de la nevera y como es del grifo ha habido que tirarla toda y ponérsela del mar. Después ha pensado que tendría frío, ha calentado una olla de agua y por poco cuece a la sirena que ha salido disparada para aterrizar dentro del azucarero, que estaba abierto, sobre la mesa de la cocina. Otra vez ha habido que cambiar el agua y darle un baño a Pascualita. He tenido que ponerme el guante de acero porque es muy golosa y no consentía que le quitara el azúcar que llevaba pegado al cuerpo.

Y todo este jaleo es debido a que faltan muy pocos días para Navidad y a pesar de que tiene hecha la compra, le ha dado por pensar que le falta de todo. Hace listas y más listas, tacha, rompe, vuelve a hacer listas.Todo esto la pone frenética - "¡Estoy segura de que me falta algo! Me daré cuenta cuando ya sea tarde y todas las tiendas estén cerrada ¡Y encima tú no me ayudas!"

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaa! ¿Tú nieta no te ayuda? ¡que novedad!... Venga, te ayudo yo. Te dictaré lo que has escrito ... ¿gambón? ¿vas a poner gambón? ¿y cuántos por barba? ¡Seis! ... ¡Guárdame los míos que cuando acabe de comer en el comedor social, vendré. - ¡Lo tiene claro! (le dije) Le dejaré las cabezas, bien chupadas, para que se haga un caldito en su casa. - Que poco espíritu navideño tiene tu nieta... ¡Que cruz tienes con ella!...

Mientras tomábamos el café y el chinchón la Cotilla se ha quedado profundamente dormida y la abuela ha aprovechado para desaparecer. También yo me he quedado traspuesta has taque un ronquido atronador me ha sacado del sopor. La abuela cantaba un villancico en el comedor. Había montado el Nacimiento con un pesebre lleno de animales de granja en el que, a penas cabían San José, la Virgen y el Niño... ¡¡¡Pascualita!!! La pobre sirena estaba envuelta en espumillón dorado pero no estaba contenta con su papel porque lanzaba mordiscos a diestro y siniestro. Con una sangre fría impresionante, la abuela resolvió el problema. Le puso varias gotas de chinchón en los labios y Pascualita se calmó.  La Cotilla se acercó a ver el Belén y no pudo por menos que exclamar al ver un Niño tan feo: ¡A este lo has comprado en los chinos y de rebajas!


jueves, 20 de diciembre de 2012

Al entrar en casa me ha asustado un ruido extraño. Era algo así: ¡Glo, glo, glo!. Las piernas me han empezado a temblar cuando se ha repetido- ¿Abuelito? - He sacado de un cajón un trozo de vela y la he encendido. Al final voy a creerme mi propia mentira. Cuando ha vuelto a sonar el ¡glo, glo, glo! he llamado a la abuela con todas mis fuerzas - ¡¡¡Abuelaaaaaaaaaa!!!

Sentada en la cocina, con una copa de chinchón en la mano para quitarme el susto y poder aguantar la rechifla de mi abuela, contemplaba el pavo que se paseaba, como Pedro por su casa, con las plumas abiertas en abanico - ¿De dónde ha salido? - "Me lo ha regalado la Cotilla por las veces que ha comido aquí" - ¿La Cotilla?... ¿de dónde lo ha sacado? - "A caballo regalado no le mires el diente" - ¿No te huele a chamusquina? - "No. Y dentro de poco olerá a gloria" - ¿Lo vas a matar? (exclamé alarmada) - "Prueba de hincarle el diente estando vivo  jajajajaja ¡Que tonta eres!"

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaa! ¿Ya le has presentado el pavo a tu nieta? - "Sí. jajajajaja.... Creía que era el espíritu de su abuelo jajajajajajajaja..." - Hablemos de otra cosa (dijo la vecina con temor) Sirveme un chinchón, niña. - Como el pavo no estaba atado y nosotras no le prestábamos atención, se fue a recorrer la casa. Yo seguía dándole vueltas al asunto. Era imposible que la Cotilla lo hubiese comprado porque,
 o nos mentía cuando decía que no llegaba a fin de mes, o guardaba un pequeño tesoro en su casa... aunque con lo poco que gastaba no me extrañaría... no, no, ésta mujer no es agradecida así que... - ¿A quién le ha robado el pavo? - ¡La has oído! ¡Que cruz tienes con ésta nieta! - Un guirigay que venía del comedor, cortó la conversación. ¡Pascualita! pensé. Efectivamente, el pavo se había acercado al "acuario" donde la sirena nadaba tranquilamente, y tomándola por un bocado exquisito, la cogió con el pico. Yo llegué en el momento en que se la engullía. Lo agarré del cuello apretando con fuerza y aguantando el enfurecido aleteo. La Cotilla y la abuela entraron en tropel - ¡Así no se mata un pavo, boba!

Llena de arañazos y de golpes que me había dado contra los muebles, solté al bicho un vez que hubo vomitado a la sirena. La Cotilla se reía tanto que no lo vio y pude meter a Pascualita en el agua. La pobre estaba aterrorizada y se escondió entre las algas ¡para salir al instante con los carrillos llenos de agua! Me aparté y el chorrito envenenado hizo puntería en un ojo de la vecina que salió corriendo, llorando y gritando ¡¡¡Ponle más velas al jodío abuelo!!!

Estábamos en pleno jaleo cuando, un lívido Municipal, llamó a la puerta - ¡No me cuenten lo que pasa, por favor!... Vengo a por el pavo... - La Cotilla dijo que lo había encontrado, en el Mercado, mientras andaba perdido entre los puestos de verduras. Así que era suyo. El tira y afloja entre ambos se acabó cuando el guardia sacó la libreta de las multas y dijo una cifra desorbitada que tendría que pagar por ladrona. Entonces, tan digna como la Reina de Saba, dijo - Llévatelo, Bedulio y que te aproveche. ¡Ojala tengas que tomarte tres botes de bicarbonato! - Pero, si no es para mí... - "¿Qué te costaría hacer la vista gorda, Bedulio?" - El pavo es para un comedor social... - Lo siento, chicas. comeréis sin mi esta Navidad... ¡Espera. Bedulio! ¿Dónde dices qué está ese comedor?...

miércoles, 19 de diciembre de 2012

- "Andresito ¿te gustaría que el menú de Navidad fuera de comida exótica?" - ¿Sin sopa rellena y pavo?... no sé que decirte... piensa que es una tradición que no se ha interrumpido en mi familia desde hace dos siglos, por lo menos. - "Pues ya va siendo hora de que te actualices. Serás el primer miembro de tu familia que rompe las cadenas " - Yo no quiero romper nada... - "Que soso eres, hijo. Pues a mí me apetece una sopa de tortuga y..." - Jajajajajajaja ¡que puñetera eres! Creía que hablabas en serio. - "¡Pues claro que hablo en serio! Ya estoy harta de ahogarme con esa monstruosidad de la sopa rellena" - Si pones esa cosa, me iré a comer a un hotel.

La discusión duró hasta que Andresito, a punto de claudicar, decidió recoger velas y largarse. El enfado de la abuela era mayúsculo. - "¡¡¡Hombres!!! Tradicionalista de las narices. Y todo porque lo hacía su mamá ¡calzonazos!..." - Pascualita nos observó y al ver que yo no tenía culpa de nada, corrió a esconderse en el fondo del barco hundido hasta que pasara la tormenta.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaa! - ¿Ya estáis a la greña? ¡Que cruz tienes con tu nieta! - ¡Oiga, que ésta película no va conmigo, tía pestiño!  - ¡Deslenguada! - "¡Callad de una vez! La culpa es mía por darle todo lo que me pide. Por entregarle mis mejores años..." - ¿De quién hablas? - De Andresito. Es un egoísta. Hago cuanto ésta en mi mano para que disfrute de la vida y mira cómo me lo paga. ¡No quiere sopa de tortuga!" - ¿Cuántos años hace que estás con él?.. ¿uno... dos? - "¿Y eso que importa?" - Has dicho que le has entregado los mejores años de tu vida ¿de que etapa? ¿de los 80?  jajajajajajaja ... ¡Que tienes 85 años! - "¿Y qué?...  Me preocupo por mi novio . Yo pienso en su estómago y él me sale con el rollo de las tradiciones, ¡desagradecido! Va a tomar viagra por un tubo hasta que claudique" - En estas cosas no hay que ir a destajo. Si se te descuajaringa tendrás que colocar su foto en la pared de los Finados.

Sin perder un minuto, ha ido a la tienda de los chinos del señor Li y ha vuelto con varias latas de sopa de tortuga. - Pero, abuela... - "¡Por mis muertos que éste se come esta sopa! Aunque tenga que mezclarla con la del cocido. Cuando se sienta rejuvenecer me lo agradecerá... ¿Queréis probarla?" -  ¡¡¡Mejor nos tomamos un chinchón!!! - "No está echa la miel para la boca del asno" - nos dijo, despectiva.

martes, 18 de diciembre de 2012

¿Cederá, finalmente, la Presidenta del Consell, al acoso y derribo que ejerce contra ella el Govern para que se construyan muchas casas en la isla y se "reactive" la economía del ladrillo? ¿Están tontos estos Pinochos?...¿Acaso piensan que acaban de inventar la pólvora? Repito ¿están tontos estos Pinochos?

La abuela está preocupada por algo y la lectura de ésta noticia no la ha puesto de mejor humor: Pascualita ha tenido que tragarse un discurso lleno de citas a Matas, Munar y demás personajes para olvidar. También han salido palabras como corrupción, dinero negro, listillos..Pero la sirena no es tonta y la ha dejado con la palabra en la boca para dedicarse a hacer largos en el "acuario" - "¡Vale, no me escuches! pero, cuando estés en tu hábitat, no sabrás reaccionar si ocurre un caso de éstos... ¡Y que sepas que estoy pensando en cambiarte por una tortuga, orgullosa!" - Abuela, no seas borde - "Hablo muy en serio" Por lo menos nos será útil y no como ésta que solo nos da trabajo" - Cuando Pascualita vio a la abuela enfadada subió a la superficie, con los carrillos llenos de agua para vaciarla en mi ojo - ¡Tírasela a ella que te quiere cambiar!
- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaa! ¿Qué le pasa a ésta loca que se la oye desde la calle? - ¡Hablaba con el abuelito! - ¡Ay, Dios mío! (y se persignó repetidas veces) - "No le hagas caso... Tengo una duda y como tú estás todo el día en la calle, tal vez hayas oído algo" - ¿Yoooooooooo en la calle? - ¿Las tortugas de mar son afrodisíacas? - ¿Afro... qué? ... Solo sé que son tontas - "¿Las de mar?" - ¿Hay tortugas en el mar? ¿Desde cuándo porque no he visto ninguna? - "Desde que las pusieron... Me gustaría saberlo porque Andresito ya está harto de tanta pastilla azul y tiene miedo de que le hagan daño en el estómago. Si las tortugas esas sirvieran para lo mismo, se las podría hacer en sopa, o a la plancha, frita con patatas. Vamos, que sería una cosa más natural. - Salté como un resorte sin acordarme de la vecina - ¿Piensas cambiar las tortugas por Pascua... por cangrejos? - Tu nieta está hablando en clave ¿verdad?... ¿quiere decir que vas a cambiar a Andresito por Pascual?... ¡Me lo pido, me lo pido!





lunes, 17 de diciembre de 2012

- "Cada día los atracadores oficiales se hacen más audaces ¡Necesitamos a Robin Hood, Pascualita. ¿Dónde está Errol Flynn?" - Abuela, ese era un actor... - "Pero tan guapo, tan simpático, tan alegre y tan justiciero que quitaba el hipo" - Me temo que te está haciendo un lío - "¿Tú le viste haciendo de Robin Hood? ¡Tú que vas a ver! Ese se planta en el Congreso y se les quitan las ganas, a esos Juan Lanas, de seguir robando al Pueblo" - Pues sí que te has levantado bien... - "¡Me levanto como me da la gana! que eso, aún es gratis. Hoy nos han robado otro derecho y aquí estamos, viéndolas venir... En cuanto vayas a los juzgados, a lo que sea, te pasarán factura y no pequeña precisamente. Si ganas un juicio no te saldrá a cuenta porque tendrás que pagar más de lo que has ganado. Esto revuelve las tripas a los mismísimos trabajadores de la Justicia ¿Les ha hecho caso Gallardón, que Dios confunda? ¡Que va! Ahora mismo ya debe estar pensando en la próxima barrabasada que nos hará"

No parece que le haya caído muy bien el desayuno a la abuela y yo no estoy segura en la cocina porque, como siempre que me grita, Pascualita cree que la culpa es mía y me escupe. Por eso pensaba desayunar sola en el comedor pero ha sido imposible - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaa! - ¡La que faltaba para el duro! - ¿Qué haces aquí sola? ¿Te ha castigado tu abuela? jejejejejejeje...- ¿A qué llamo a mi abuelito? - ¡Ni lo mientes! Mira, he traído velas para que no le falten y nos deje en paz - Y sacó unos velones a medio quemar de una bolsa que siempre lleva consigo para guardar lo que "se pierde" por ahí. - ¿Ya ha vuelto a asaltar una iglesia? - Una no, que se nota mucho, varias... Si coges un cirio en ésta, uno en la otra y así sucesivamente, pasa desapercibido... - Va a ir al infierno de cabeza - No señora. Este Papa me ha simplificado las cosas. Dijo que el Infierno no existe y si lo dice él, que es infalible, no voy a contradecirle yo ... También he traído flores y lo poco que había en los cepillos... Ah y agua bendita para que se me ondule el pelo. - Su pelo no tiene remedio. Parecerá de rata hasta que se muera - Anda, calla e invítame a chinchón que vengo mareada - ¿Es conveniente?

La comida ha sido escasa: sopas de ajo con huevo (la abuela ha puesto solo uno, bien mezclado) una ensalada con atún y sardinas de lata (una latita entre tres) y yogures de marca blanca - ¿Esto es todo? (preguntó la Cotilla) pues me voy a un comedor social a ver si me acabo de llenar. - Tráigame algo - le supliqué. - ¡Sí, hombre! a ti te lo voy a dar. La que no llega a fin de mes soy yo... Que nieta más egoísta, hija ¡Que cruz tienes con ellaaaaaaaa! - La Cotilla salió corriendo hacia la puerta de la calle pero no se libró del sartenazo que le arreó la abuela.

domingo, 16 de diciembre de 2012

- "Ahora que estamos todas reunidas (era la hora de la comida) os comunico que, a partir de mañana, vamos a comer rancho de guerra" - ¿Y eso qué es? (preguntó la Cotilla) - "Lo que se hacía en esos tiempos" - ¿No querrás que me acuerde? yo era muy niña entonces... - "No te hagas la tonta conmigo, guapa" - Vale, me acuerdo pero ¿ésta sigue cobrando su sueldo, verdad? ("Esta" era yo) entonces por qué debemos ponernos a régimen estricto? - "Para hacer sitio en el estómago a lo que vamos a comer en Navidad" - Por eso no te preocupes, yo hago sitio enseguida. - "No quiero empezar el Año con más michelines de los necesarios. Ni quiero ni puedo. Tengo un novio al que le gusto como estoy: crujiente jejejejeje" - Pero nosotras no tenemos novio y no tenemos por qué pasar hambre. - "Si yo la paso, vosotras también, aunque sea por solidaridad"

En vista del panorama que se nos presentaba, las tres comimos como lobas. Después la abuela se marchó, andando, hasta la Torre de Andresito en el Paseo Marítimo. - "Cuando llegue volveré a tener hambre y me aprovecharé de su bien surtida nevera" - ¿Te acompaño?... y luego podemos hacer un trío. - "¿Estás tonta?" -  Me refiero a un trío en plan comilona...

Cuando la abuela salió la Cotilla llevaba un rato durmiendo la siesta en la butaca. El chinchón la mecía en sus vapores etílicos y como no podía soportar sus ronquidos, me fui a la cocina a prepararme un cola cao. Pascualita subió en seguida al borde del "acuario" . Un rato después estábamos las dos merendando.

La voz ronca de la Cotilla llamándome, asustó a la sirena que se zambulló inmediatamente. El chapoteo alarmó a la vecina y gritó - ¿Qué ha sido eso? - El abuelito que ha venido a verme (dije con muy mala uva) - ¡¡¡La madre que...!!! ... ¡Viene a por mí! - Ahora que lo dice... trae cara de malas pulgas. - ¡¡¡Hay que encenderle velas!!! ¿Dónde están? - Las usó la abuela el otro día para  una cena romántica con su novio... Si, abuelito, es la Cotilla... ¿qué? ... ¡Oiga! mi abuelo pregunta que qué fue lo que le metió en el jarabe, porque se fue al otro mundo sin saberlo. - La puerta de la calle se cerró con tal estrépito que se movieron las paredes. Mientras Pascualita hacía la señal de OK yo me serví una copa de chinchón y nos la tomamos juntas.  

sábado, 15 de diciembre de 2012

Desde que la abuela dijo que solo pondría cosas de comer en el Árbol (debidamente envueltas en celofán)  nos traen cosas. Por ejemplo, Andresito y su hijo el Médico se presentaron con una pechuga de pato al vacío y dos latas de caviar. ¿Dónde querrán que pongamos eso? ¿En el Árbol, con lo que pesan?... El Árbol es de la tienda de los chinos y hace ya la tira de años que lo tenemos ¿quieren que se rompa?. Por otro lado, si no se rompe, se curvará... ¿Dónde se ha visto un Árbol de Navidad ladeado hasta casi tocar el suelo? Puede que en Pisa lo pongan así, por aquello de la Torre inclinada pero en Palma...

El Municipal, haciendo de tripas corazón, ha venido a felicitarnos las Pascuas y de paso traer algo para colgar  -... Me lo dijo la Cotilla ... y ..he pensado en esto que no vendrán mal, sobre todo en ésta casa... - Y salió corriendo como alma que lleva el diablo. Eran dos cajitas llenas de velitas... jajajajaja para las ánimas del Purgatorio.

Blas, el Parado, ya no vendía tantas croquetas como antes. También a el le afecta la crisis pero no ha querido ser menos que los demás y después hacer un recorrido por los contenedores cercanos a supermercados, nos ha traído una docena de huevos que caducaron ayer pero dice que si los cocemos no pasará nada. Y bien podemos pintarle caritas de pollo o de personas y colgarlos del Árbol.

La Cotilla ha vuelto con otro paquetito. - Ponedlo de Estrella - Hay que tener mucha imaginación para pensar que "eso" es una estrella - La curiosidad me pudo y lo destapé con cuidado... ¡Una dentadura! La he tirado lejos de mi y hubiese salido por el balcón si hubiese estado abierto. - ¿De dónde ha sacado ésta guarrada? - ¡Cuidado con romperla que no tengo otra!... Tu abuela dijo que trajéramos cosas para comer y esto lo es... ¡Que cruz tiene contigo!

La abuela está escribiendo las postales de Navidad y felicita las Pascuas diciendo: ...De parte de las tres. Luego firma y moja la manita de Pascualita, en un bote de pintura acrílica para que deje su huella porque aún no sabe escribir. ¡Está loca de atar! ¿Acaso quiere que alguien indague sobre quién es la "tercera"? Como no atiende a razones le he llevado una copa de chinchón. Ya llevaba unas cuantas entre pecho y espalda cuando ha vuelto la Cotilla y se ha unido a ella en los brindis. La risa las hacía llorar - ¡Y le he dicho ¿como voy a comer si me tiras el "comedor" a la calle! jajajajaja ¿Tengo razón o no? jajajajaja -gritaba la vecina. - "¡Toda, toda! jajajajajaja...

viernes, 14 de diciembre de 2012

La abuela le ha dicho a la Cotilla que traiga cosas de comer para colgar en el Árbol de Navidad. No quiere bolas ni espumillón. En tiempo de crisis todo tiene que ser comestible. La otra se ha quedado dudando, después ha sacado a relucir su menguada economía pero no ha tenido éxito - "Si quieres comer aquí estas fiestas, ya sabes lo que te toca"

Otra cosa que se le ha metido en la cabeza a la abuela es aprender a bailar boleros porque, como los bolsillos tienen más telarañas que euros, podrá bailar gratis en las plazas de la Ciudad. Andresito no es del mismo parecer pero, claro, él no está en la misma situación económica, además con sus rodillas no puede ir saltando de acá para allá porque se le agarrotan y suenan como la sinfónica de Londres. Pero como lo que dice la abuela son órdenes para él, la acompaña a la escuela de baile.

Me da pena cuando lo veo llegar a casa, escocido y agachado por el agarrotamiento. La abuela, que es implacable como se le meta algo en la cabeza, le dice que tome viagra para fortalecerse. Ella piensa que, si esa pastilla endereza lo que parecía muerto ¿por qué no puede hacer lo mismo con las rodillas?

Además de bailar está aprendiendo a tocar las castañuelas y tiene loca a toda la finca. Todas las mañanas, después de desayunar y hablar un buen rato con Pascualita, coge las castañuelas y las martiriza. ¡Es insoportable! Hasta la sirena se zambulle para esconderse en el último rincón del barco hundido. La abuela pensaba que lo hacía porque se aburría y consiguió unas castañuelas diminutas, arrancándoselas a una muñeca vestida de gitana, de las que se ponían sobre la tele, que estaba en una tienda de recuerdos de Mallorca. Fue un poema cuando intentó ponérselas a Pascualita. Pero, después de mucho luchar, discutir y enfadarse, la sirena ha empezado a repiquetear... flojo, afortunadamente.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaa! ¡Aquí tenéis mi aportación al Árbol de Navidad! Vació una bolsa de plástico sobre la mesa y aparecieron un montón de paquetitos envueltos en papel de plata - "¿Qué son? - Costrones de pan frito - Se ha roto usted un hueso - Mira, bonita, quién da lo que tiene no está obligado a más... ¡Y fritos en aceite de oliva! - ¡Ahí la pillamos! - "¿Tienes aceite de oliva en tú casa? ¿Cuánto te ha subido la pensión el Gobierno?" - Se puso roja como un tomate - Estoooo.... jejejeje... no los he frito yo... Los cogí del contenedor de basura que hay frente a Mercadona... ¿Qué pasa? No lo he robado. Lo habían tirado allí...

jueves, 13 de diciembre de 2012

A pesar del miedo que tiene a las ánimas, la Cotilla a venido a comer. Como ella dice: ¿qué tiene que ver la gimnasia con la magnesia?

Durante la comida no han parado de hablar: - ¿Cómo te sientes después de que ha pasado todo? - "Aliviada. Tal como se debió quedar el ex president Cañellas cuando le dijeron que su delito ((haberse quedado con dinero de todos) había prescrito... Por otro lado siento un sabor agridulce" - ¿Has merendado en un chino? - "No. El sabor es el mismo pero por otro motivo... Pienso que perdimos una oportunidad de oro... Ahora seríamos riquísimas. ¿Te imaginas la vida sin tener que pensar en que la puñetera pensión no te llega ni para pipas?" - No puedo imaginarlo... Por más esfuerzos que hago... no, no. Me puede la realidad - "Tendríamos que haber patentado el elixir que le dimos a mi marido" - ¡Aún estamos a tiempo! - "No. Entonces no había viagra..." - Ya... Pues si no tiene solución lo mejor que podrías haber hecho es callarte. Ahora me caerá mal la comida a causa del disgusto. - "Lo raro es que no se te ocurriera a ti, que siempre estás tramando algo" - Y así me va. Desengáñate, no hubiese salido bien porque ninguna de las dos es negocianta y encima, la Iglesia hubiese puesto el grito en el cielo y a nosotras en la picota. - "Mejor me lo pones. Hay mucha gente que se pirra por lo prohibido" - Anda, dame un chinchón a ver si se me pasa el disgusto...

Un rato después, en plena somnolencia, oí de nuevo a la Cotilla - ¿Has sabido algo de tu marido? - "¿Qué quieres que sepa?" -  Si sigue enfadado... - "Con nosotras no, ahora, contigo... no lo sé" - No recuerdo que tuviese tanto genio cuando estaba vivo. - "¿Genio? Nunca le di tiempo a que lo sacara porque yo atacaba antes... de una manera u otra jijijijiji" - Parece que no le sentó bien la pólvora que le metí al mejunje que le hiciste.. - "Debió caerle pesado jejejejejejeje" - ¡Como una bomba! jajajajajajaja - "¿Te acuerdas del ataque de risa que nos dio mientras lo velábamos?" jajajajajajaja... El mástil levantado en posición de firmes dio para más de un comentario, por ejemplo el de la Mari, aquella vecina que trabajaba en el Barrio, dijo ¡Que desperdicio! - "Una que vivía en una planta baja de la esquina, me sugirió que lo cortara y lo guardara en formol jajajajaja ¡La ciencia te lo agradecerá! dijo la tía... ¡Vaya! ahora se me ocurre otro negocio que podríamos haber hecho" - ¡No me lo digas! - "¿Por qué no hice moldes?" - ¿Te acuerdas del camarero del bar que nos dijo que no cerraran la tapa del ataúd hasta que él llegara y se ofreció por si había que hacer un agujero "porque no creo que encaje" jajajajajaja  - "Debo reconocer que fue un bonito velatorio. Acabé con los ojos hinchados y los riñones doloridos de tanto reir" - Y así siguieron hasta que la abuela se fue al Funeral. Al quedarme a solas con Pascualita decidí ponerle una vela al abuelito, por si las moscas.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Dos días se ha tirado la Cotilla sin venir por casa. Creo que usaré más veces a  Pascualita para quitármela de encima. Los que si han venido han sido los policías. Últimamente se les ve algo cabreados y yo estoy perdiendo las esperanzas de que se resuelva el caso del abuelito... Quizás es que no hay tal caso y el pobre se murió porque le llegó la hora... Tal vez debería dedicarme a buscar a mi padre, El Rápido, pero cuando se lo propuesto a la abuela me ha tirado un cazo a la cabeza y luzco un chichón espectacular.

Ayer los policías se enfadaron mucho, aunque la culpa no es toda de la abuela. Si el primer día que dijo que se iba al Funeral ellos entendieron lo que entendemos todos: muerto, iglesia, rezos, despedida del duelo y tertulia a la puerta de la iglesia contando los últimos chistes, vamos, lo típico, ¿qué culpa tiene ella?... Que tuviera otro funeral al día siguiente también era comprensible debido a la edad de la abuela y de sus amigos pero que el tercer día tuviese otro ya les sonó a cuerno quemado y pusieron pegas - "Pues vengan con nosotros, se toman algo allí y verán que no miento. ¡Venga, rapidito que mi novio me espera" - ¿Pero usted a dónde va? - "¡Al Funeral!" - ¿Cada día? - "Por poco que puedo, sí. Nos lo pasamos bomba" - ¿Se le muere una amistad y se lo pasa bomba? A eso se le llama demencia senil. - "Y a lo suyo, ignorancia. ¿No conocen la cafetería El Funeral? ¡Pero en que mundo viven!" - Así que hoy le han prohibido salir de casa hasta que diga lo que le dieron a su marido - "Yo no sé lo que le dio la Cotilla" (dijo poniendo cara de inocente) ... Como era tan apocado, le hice un "jarabe" con aceite de hígado de bacalao (1 litro), una tableta de chocolate (para quitar el mal sabor) regalíz, chinchón (medio litro) 12 huevos... creo que eso fue todo. Lo mezclé bien y se lo tomó durante la comida" - Los policías pusieron cara de asco - ¿Todo? - "Claro. porque era... para lo que era"

Me costó mucho hacer que bajara la Cotilla - Vengo porque me lo manda la autoridad y en contra de mi voluntad ¡Miren como me dejó el espíritu del dichoso abuelito! - Antes de que se fuera por los Cerros de Úbeda, los policías fueron al grano. - Díganos que le puso usted al bebedizo que preparó su amiga - ¿Lo ha contado?... Pues... pólvora ¡Y funcionó como un trueno!

Les dijeron que no podían hacer nada contra ellas porque el delito había prescrito pero les extrañaba que el hombre hubiese aguantado dos días con esa bomba en el estómago - "De raro nada ¿Cómo iba a morirse enseguida después de haber conseguido un levantamiento de pabellón digno de un récord?"


martes, 11 de diciembre de 2012

- Abuela, los policía volverán hoy y esperan que no te escaquees o te llevarán presa. - "Será una experiencia interesante" - No te rías que son cosas muy serias. - "Si hay que ir al cuartelillo, se va, pero antes llamaré a la prensa. No quiero ser menos que los chorizos de traje y corbata que salen en las fotos... y que me avisen con tiempo para poder ir a la peluquería." - No sabes lo que pasó ayer. Tu querida amiga insinuó, con muy mal uva, que llevabas cenizas del abuelito en el termo de los chinos. - "¡Pero si no lo incineramos!"

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaaa! - "¿Dónde se supone que quemamos a mi marido?" - ¿Lo quemaste? - "No cambies de conversación." - Que yo sepa, no había horno crematorio. - "¡Exacto! entonces..." - Es que me muero de ganas de ver lo que llevas en el termo. "¡Cotilla, no me cabrees!" -  ¿Qué te cuesta decírmelo? - "Lo mismo que dejarte sin comer" - Esa es una cuchillada trapera... ¿qué tendrá que ver una cosa con la otra?

Hasta la salita llegó el ¡chof! que hizo Pascualita al saltar con rabia, una y otra vez. Había oído gritar a su amiga y aprestaba para el combate. La Cotilla quiso ir a ver qué pasaba pero yo la frené. - Es el abuelito. Se ha pasado así toda la noche. Está furioso con vosotras, sobre todo con usted que fue quién le dió la puntilla. - Alarmada, se giró hacia la abuela -¡Porque tuviste que decir que abrieran su tumba! ¡Me voy! - No se libra una tan fácilmente de un alma en pena.

Vinieron los policías y pusieron condiciones: Nada de chinchón, ni de café, ni de irse cuando les diese la gana. - Traiga el termo - Estaba vació y por más que lo miraron no vieron nada de interés - ¿Y las cenizas? - "Aquí no se fuma" - ¡Las de su marido! - "Hubiese tenido que trocearlo e ir metiéndolo en el horno de la cocina como un asado" - ¿Hiciste eso? - "Sabes que no" - Después de un rato de discusión, los policías acabaron entendiendo que lo de la incineración era algo bastante reciente en nuestra ciudad.

El día avanzaba y allí no se aclaraba nada. La abuela y yo comimos sin invitar a nadie y luego nos sentamos a tomar café - ¿Me puedo sentar con vosotras? - imploró la Cotilla. A la hora en que la abuela se empieza a arreglar, fue a su cuarto y salió hecha un pincel - ¿A dónde cree que va? - chuleó uno de los agentes a los que ya les dolía la cabeza - "Al Funeral" - Lo siento pero... - "¡No puedo faltar!"

La Cotilla echaba chispas. Entonces recordó que ¡la abuela no se había llevado el termo! Los policías pasaron de ella y se despidieron hasta el día siguiente - ¡No os vayáis! ¡Buscad ahora que no está porque, lo que sea, tiene que estar por aquí! - . En cuanto salieron fui a buscar a Pascualita. Llevaba el guante de acero por que el bicho estaba tan enfadado que, contínuamente, sacaba los dientes a pasear. Regresé a la salita y grité - ¡¡¡El abuelito, el abuelito!!! - La Cotilla, espantada, solo tuvo ocasión de sentir un golpe en la cara y unos dientecitos que se le clavaban con furia, entre ceja y ceja. La mujer lloró, gritó y pataleó y cuando, finalmente, pude coger a la sirena, tiré de ella y la metí en un bolsillo. ¡Que a gusto me quedé!. La vecina, convencida de que le había atacado el espíritu del abuelito, subió de tres en tres los escalones y se encerró en su casa a cal y canto. Y ahora, Pascualita y yo, saboreamos una copita de chinchón celebrando un trabajo bien hecho.

lunes, 10 de diciembre de 2012

Mientra comíamos y comentábamos la incidencias del día anterior, sonó, insistentemente, el timbre de la puerta. Enfadada, la abuela se levantó diciendo: - "¡Se va a enterar el gracioso!" - Una retahíla de insultos fue con lo que se encontraron los policías que venían a casa. Ni que decir tiene que no les hizo ninguna gracias y en cuanto entraron, se lo dijeron - "Menos gracia me hace a mí que os quedéis con el dedo pegado al timbre ¡¡¡Una buena descarga eléctrica os tendría que haber dado!!!

A pesar de que venían a trabajar ella les dijo que, hasta que no hubiesen terminado de comer, recoger la cocina y tomar el café, no iba a poder atenderlos. Ella era una persona muy mayor, acostumbrada a una rutina que no tenía por qué romper. Así que, una de dos, o aceptaban o... puerta. Mientras los policías y yo no salíamos de nuestro asombro, la Cotilla y ella seguían con sus comentarios, sus quejas y sus risas. Y cuando, finalmente, degustaron la primera copa de chinchón, les dijo - "¿Y qué os trae por aquí?" - Antes de que pudieran contestar ya les había servido otro café y otra copa de licor - "Bueno... Preguntad lo que sea que dentro de un rato tengo que irme...Tengo una vida social que atender y un novio que vendrá a recogerme dentro de dos horas y para entonces ya tengo que estar arreglada.

- Queremos saber qué medicación le dio a su marido para "fortalecerlo" - "Ya os dije que no me acuerdo... he intentado hacer memoria pero, nada... ¿Te acuerdas tú, Cotilla?" - No... de lo que sí me acuerdo es de lo contento que estaba al día siguiente de su "heroicidad" jajajajaja  Presumía como un pavo real. Hacía tanto tiempo que el pobre no había tenido un alzamiento de bandera como aquel. - "Es verdad. Se puso pesadísimo con eso y todo su afán era tomar más "vitaminas"... ¿Por qué no exhuman el cadáver y averiguan qué tomó?" - ¡No pueden hacer eso! grito la Cotilla, horrorizada - ¿Por qué no? - preguntó uno de los policías, intrigado. - Porque su espíritu podría enfadarse y lo que os ocurrió el otro día no sería nada comparado con lo que podría pasar - ¡Usted tiene miedo de que descubramos lo que le dio al pobre hombre! - El policía la acusaba y a mi se me puso la carne de gallina ¿debía consentir que se profanaran los huesos del abuelito? ¿Y si no encontraban ninguna sustancia asesina? Por otra parte... ¿Debía dejar que sus asesinas se fueran de rositas? ¿Me lo perdonaría el abuelito alguna vez? Solo me faltaba que me saliera su fantasma por las noches... ¡Ay! no sabía qué hacer...

La abuela fue a su cuarto y al cabo de un rato salió arreglada y perfumada, dando por finalizado el interrogatorio - "¡Hala! Ahí os quedáis... Me llevo a quién ya sabes" (esto me lo dijo a mi mientras se colgaba el termo del cuello)  Y salió, taconeando, de casa mientras los policías la vieron marcha, boquiabiertos. La Cotilla, supongo que para llamar la atención de los dos hombres y rezumando mala baba y curiosidad malsana, pinchó - Yo que vosotros, miraría en ese termo. Nunca se separa de él y no me ha enseñado lo que guarda... ¿serán las cenizas de su marido? - (¡Las cenizas del abuelito!) pensé durante unos segundos, influenciada por la puñetera vecina... (¡Seré tonta! ¡Si es Pascualita!)

domingo, 9 de diciembre de 2012

El tímido sol de la mañana no ha tardado en caldear el ambiente, lo justo y necesario como para que entren ganas de salir a la calle. La abuela se había preparado montones de ropa: grueso anorak, braga, guantes, calcetines y leotardos, gorro. Al ponérselo todo pareció engordar siete quilos de golpe y a penas se podía mover - ¿Piensas caminar por la montaña con semejante equipaje? - "Y aún me falta el termo de Pascualita"

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa!... ¿Vas al Polo Norte? ... He encontrado a uno de los policías y me ha dicho que vendrán esta tarde. - "Pues lo siento por ellos. Nos vamos de excursión" - Andresito hizo sonar el claxon de su coche y salimos de estampida. La Cotilla, que se quedaba de muy mala gana, hizo un comentario rencoroso - Ni que llevaras las reliquias de un santo en el dichoso termo...

Hemos ido al Monasterio de San Salvador. Su novio nos ha dejarnos al pie del monte y mientras él subía tan pancho hasta arriba, nosotras hemos emprendido el camino a pie, campo a través. Con el termo abierto, le iba comentando a Pascualita el paisaje que se extendía, lentamente, a nuestros pies. Al llegar arriba yo iba sin resuello y ella seguía hablando por los codos. Quería decirle que cerrara el termo pero no me salían las palabras, por la falta de aliento y por la maravillosa vista . La isla, casi entera, se extendía a nuestros pies como un belén, hasta el mar.

Hemos entrado a ver los 6 maillots de campeón del mundo de nuestro Guillermo Timoner. Hace tantos años que los primeros ya están desilachados. Después hemos pasado a la capilla. La están restaurando y estaba ne penumbra. En un rincón se ve un belén a través de unos espejos de aumento. Y claro, Pascualita tenía verlo. Después de contarle, de pe a pa, la historia del Nacimiento, la abuela se ha dado cuenta de que estaba hablando sola - "¡¡¡¿Pascualita?!!!" - a gritado, asustada. - "¿La has visto?" - No, no la había visto y lo que era peor, ¡no la veía por ningún sitio! Movimos todos los bancos de la iglesia, inspeccionamos todos los rincones. Esta vez la habíamos perdido de verdad. Andresito, aburrido de esperarnos, vino a ver qué pasaba - "¡Cuidado dónde pisas!" - La abuela estaba desesperada - ¿Qué habéis perdido? - "¡A Pascual... un pendiente de mi nieta!" - Se puso muy serio - ¿Te has visto aquí con Pascual?... ¿Sabes qué te digo? Que os baje Rita la Cantaora porque yo me voy.

Mientras la abuela corría tras él, más que nada porque se nos iba el medio de transporte, volví a mirar a través del cristal de aumento y por poco me da un infarto. ¡La horrible cara de Pascualita me miraba, aumentada, a través del cristal ¿Cómo se había metido allí ese bicho? ... Misterio.

Antes de que me descubrieran salí corriendo con la sirena en el bolsillo. Por fortuna la abuela había convencido a Andresito de que no había ningún Pascual y pudimos volver a casa en coche... Espero que el destrozo que he hecho para sacar a Pascualita del laberinto donde se había metido, no retrase los trabajos de reforma. Jejeejejejeje... mira que es fea la jodía sirena vista con lupa jejejejeje... Hum, que rico está el chinchón...

sábado, 8 de diciembre de 2012

Menuda resaca llevaba la abuela esta mañana. A pesar de que sobre su cabeza pende la espada de Damocles, sigue haciendo su vida como si tal cosa. En cualquier momento vuelven los geos y se la llevan esposada, a ella y a su amiga, a la comisaría. Pero sus citas en El Funeral son sagradas y no porque esté en el ojo de mira de la policía va a dejar de acudir a ellas. Además, según me dijo, iba a ser un noche especial porque su amiga Conchi celebraría su santo.

Por la tarde fue a la tienda de los chinos del señor Li a comprarle el regalo: un gato de esos que no paran de mover el brazo y que dicen que traen buena suerte. Al salir de casa parecía un árbol de Navidad: jersey abundante en lentejuelas, minifalda, estrecha y con lentejuelas en los falsos bolsillos, sombrerito brillante con redecilla ante los ojos en la que no faltaban las consabidas lentejuelas ¡Es la reina de los brillos! Eso sí, de negro riguroso porque las cosas, en lugar de mejorar, van a peor. ¡Ah! y unas botas de caña con un taconazo que, si me lo pongo yo, tengo que caminar con muletas. Andresito la esperaba en el coche y desde la salita pude oír su silbido de admiración. ¡Que envidia me da ésta mujer!

Se ha levantado a media mañana, con mucho dolor de cabeza y se ha sentado en la cocina donde Pascualita ya la esperaba impaciente. - "Aaaaayyyy... que malita estoooooyyyy... Pero cómo nos reímos... Anda, toma un poco de galleta mojada en colacao... ¿está buena? jejejejeje... aaaaayyyyy no me hagas reír, que es peor... Toma, toma, impaciente... A Conchi le gustó mucho el gato chino. Dijo que le recordaba al Generalísimo cuando hacía discursos: brazo para arriba, brazo para abajo jejejejeje Hay que ver para lo que ha quedado el hombre... La jodía puso la música de su móvil, ya sabes, Paquito el chocolatero y parecía que el gato llevaba el ritmo jajajajajaja... aaaaaayyyyy... Menuda tabarra dimos con el dichoso pasodoble ¡toda la noche estuvimos Una, dos, tres Aaaaaaaaaaaaaaaah!. Vamos, que fue un éxito" - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! ¿Qué fue un éxito? - La abuela tuvo que repetir su historia. - ¿Y por qué no me regalas a mí estas cosas? - "Porque ella es más amiga mía que tú. Si quieres uno se lo pides al señor Li" - No quiere que me acerque a sus tiendas - Que vergüenza ¡la conocen  hasta en la China! ¡Abuela! Esta no se queda a comer en MI CASA. - "Ni ésta, ni tu. Me voy a comer con mi novio, que para eso lo tengo... entre otras cosas jejejejejejeje.

viernes, 7 de diciembre de 2012

De buena mañana han aporreado la puerta de casa. Pensé que era un terremoto y he saltado de la cama como un resorte. Cuando he abierto me he llevado el susto del siglo. Un grupo de anti disturbios estaban a punto de tirar la puerta abajo, habían tomado carrerillas y entraron en el recibidor como un elefante en una cacharrería en el instante en que abrí la puerta. El primero ha chocado contra la pared de enfrente y uno tras otro, se le han amontonado encima.

La Cotilla, que bajaba las escaleras para ir a hacer sus primeras correrías del día, ha quedado admirada - ¡Cuando hombre! y enseguida le asaltó la envidia - ¡Egoístas! Dejadme alguno! - Por supuesto, no se marchó y entró en casa pisando algunas manos.

Pascualita, al oir el estrépito, se escondió en lo más profundo del barco hundido y colocó unas algas delante para hacerse invisible. Cuando los policías recuperaron la verticalidad, mostraron una orden de registro y no pararon hasta darle la vuelta a todo, calendario del año nuevo incluido. Mientras, nosotras estábamos en la cocina vigiladas de cerca por dos mocetones. La abuela hizo un intento de confraternizar con ellos pero era como hablarle a una pared. En vista de lo cual se dispuso a preparar el desayuno, cosa que tampoco pudo hacer. Aquello la mosqueó - "¿Que no puedo desayunar en mi casa? ¡Hasta ahí podríamos llegar!" - Le recomendé que no sacara los pies del tiesto pero no atendió a razones hasta que otro hombre de Harrelson le preguntó a bocajarro, con qué habíamos atacado a los dos agentes. La Cotilla, a la que le encanta ser la protagonista, saltó diciendo que todo era culpa suya e inmediatamente toda la atención de los policías fue para ella. ¡Que momentazo! Diez hombres como castillos solo tenían ojos para ella. ¡Fue un triunfo!... corto pero triunfo al fin.

La mujer contó su versión de las almas en pena, de lo mal que iba la escoba que encontró en la basura - Tendría que haber sido nueva pero, como soy pensionista sabe usted y la pensión no me llega ni para pipas gracias al Gobierno que nos desgobierna porque, díganme ustedes ¿qué puede hacer una con los cuatro euros que me dan? Pues lo que hago yo, ir a robar los cepillos de las iglesias, al fin y al cabo los curas tienen una paga fija; trapichear con artículos robados, eso no da para mucho porque la mayor de las veces son baratijas ¡Ya me gustaría a mí dar con un buen alijo de droga!  ¡Adiós crisis! pero eso solo pasa en las películas... - Y siguió contando sus cosas, contenta de que la escucharan con tanta atención.

Viendo que las cosas no pintaban bien, ofrecí chinchón pero, salvo la abuela, la Cotilla y yo misma, nadie quiso. El que había preguntado primero, insistió: Quiero ver el arma del ataque ¡¡¡AHORA!!! - Yo temblaba de pies a cabeza pero a las dos amigas se les caía la baba ante tanta energía - "¡Que hombre, Cotilla, que hombre! - ¡Canela fina! - ¿Queréis callar? (les susurre) ¡Esto es serio, caray!) - La abuela, muy decidida, se levantó y preguntó al que parecía el jefe del grupo - "Le invito ésta noche al Funeral!... ¡y no le acepto un no por respuesta! ... - La Cotilla aprovechó el desconcierto del policía y le endosó una copa de chinchón - Es que hace mucho frío y el Gobierno sin hacer nada ¡que panda de inútiles! - Veinte minutos después todos reían. - No señora (dijo el Jefe) Mañana no vendremos. Tal como usted ha dicho debió ser un avejorro lo que mordió a los compañeros jajajajajja... Si, es una pena que no nos veamos más porque son todas muy simpáticas - ¿Sí? (soltó la Cotilla?... ¿Esta también? - (¿Esta? era yo) - Cuando se iban escuché hablar al Jefe por el móvil: - Son inofensivas, señor... Sí una solterona y dos vejestorios... Sí, sí...¡Ejem!...Solo una copita, señor... De chinchón, señor...Lo siento. ¡A sus órdenes! (Se le había cambiado la cara)

jueves, 6 de diciembre de 2012

La abuela se ha dado una vuelta por los puestos navideños de la Plaza Mayor y ha venido cargada de mulos y bueyes. No ha hecho caso al Papa, al contrario. Ella  ha dicho ¿no quieres caldo? ¡Pues toma tres tazas!
Tendrá que ampliar el Portal. También se ha pasado por una tienda de souvenirs porque se ha traído pequeños muñequitos de barro vestidos de flamencos, con sombrero cordobés incluído - ¿Y estoooo? - "Los Reyes Magos y su séquito... Ahora resulta que el Papa nos ha salido por peteneras y ha dicho que eran andaluces... Y yo me pregunto si habría camellos en Andalucía en aquellos tiempos y como no lo sé, irán a pie... ¿Sería Baltasar o Baltazá, un gitano renegrído?... Este hombre me ha roto todos los esquemas" .

 También la Cotilla está desubicada en este sentido. No monta un Belén en su casa. Y menos mal porque dice que las únicas figuritas que pondría serían los caganells y en medio de todos estaría la boba de la ministra Bañez que ya tiene cara monjil. La han puesto a parir entre las dos amigas  - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaa! Mira lo que traigo: un abeto, muérdago y algunas figuritas de animales... - "¿Te has gastado los cuartos en esto? Que detalle más bonito has tenido, Cotilla" - ¿Que cuartos si no llego a fin de mes?... Son cosas que he ido recogiendo de aquí y de allá... vamos, que se habían caído al suelo, como había tanta gente... - ¡¿Las ha robado?! - ¡Ya está la tonta de tu nieta poniendo nombre a las cosas!

La Cotilla llevaba unos días que no le quitaba ojo al coletero de la abuela. -¿Qué clase de adorno llevas puesto? ... a veces parece que se mueve... - "¡Pero si es de plástico! ... me lo regaló el señor Li". - Pues es feo - "Necesitas gafas y no quieres reconocerlo" - Llamaron a la puerta.

Los dos policías que llevan la investigación sobre el posible crimen del abuelito, entraron en el comedor y pillaron a las dos viejas dándose manotazos una a otra. ¡Déjame verlo de cerca! - "¡Quita tus manos de mis cosas, envidiosa, cegata!" - ( Que vergüenza) Los policías las miraban atónitos - "¡La bruja ésta quiere mi coletero!" - Decidí terminar con el escándalo. Me acerqué a la abuela y de un tirón le solté la cola de caballo. Furiosa por haberla dejado despeinada ante los dos hombres, me zarandeó y la sirena salió volando de mi mano para caer sobre la oreja de uno de los policías. Rápida como el rayo (cuando se trata de estas cosas) la arranqué de allí, pensando que la tenía bien cogida pero volvió a sacudir la cola y esta vez se enganchó en la nariz del otro policía. La casa se llenó de gritos y carreras cuando también la arranqué de allí y por fin la lance al "acuario". La Cotilla veía visiones, habían vuelto las ánimas que ella misma había echado por el balcón. Corrió a la cocina a por la escoba para terminar el trabajo pero al pasar por el comedor, un chorrito de agua envenenada le dio de lleno en un ojo. Menudo concierto de Navidad tuvimos en casa... Al final ¡se armó el Belén!

miércoles, 5 de diciembre de 2012

La abuela y la Cotilla están desayunando en la cocina y yo estoy preocupada porque no sé dónde está Pascualita. Están muy nerviosas con la visita que les hará hoy la policía, así que pego la oreja por si se les escapa cómo hicieron para cargarse al abuelito - Vendrán después de comer. - "¿De comer ellos o nosotras?" - No lo sé... ¿Prefieres al del bigote? - "Ay, sí!" - Podemos cambiar, total, aún no tenemos ninguna relación fija con ellos (¿relación fija? ¡Está como una cabra!) - "No, no. El del bigote es para mí. ¡Que nervios! estoy deseando que lleguen!" (¿Por eso están nerviosas?... ¿Y el abuelito, qué?)

- "¿Te imaginas que sean de esos que la Justicia a absuelto por torturar a un detenido?... Si estuviera segura llamaría a mi "hijastro" el Médico. Como es masoca disfrutaría con unos cuantos viajes bien dados de esos machotes" - Llámale porque si empiezan a repartir tortas, mejor que se las den a él que a nosotras jejejejejeje - "¡Y encima le haremos un favor jajajajajaja" - La sangre me hervía. No podía dejar pasar por alto lo que estaban diciendo. - ¡Ni se te ocurra llamar al Médico! Si alguien le tiene que pegar, me basto y me sobro yo ¡Ojito con lo que decís! - Que amargada es esta nieta tuya. Es que no sabe seguir una broma ni hacer una gracia ¿Qué te cuesta darle una alegría a tu... ¿novio?... ¡Egoísta! .

Los policías llegaron cuando estábamos tomando el café y el chinchón se paseaba como Pedro por su casa, de mano en mano. Pascualita, que se había pasado gran parte del día, agarrada al coletero que llevaba la abuela para sujetarle la cola de caballo, no perdía de vista la botella esperando que le cayera alguna gotita en la boca.
En cuanto los vieron se volvieron locas - "¡Pero que guapos vienen hoy! Siéntense... o mejor ¡sentaros! Ya nos tenemos confianza ¿verdad?" - ¿Un café... con leche, cortado, con azúcar, sacarina?... ¡que tontaaaa! sacarina no jijijijiji Alguien que da esos porrazos no toma nada edulcorado jijijij - No queremos nada, gracias... Vamos a ver si aclaramos algo... ¿Qué porrazos?- "No sea tímido que lo vimos por la tele. Menuda tunda recibió el preso, ¡igual que en las pelis americanas! - Los dos hombres se miraron - ¿De qué hablan? ... A ver ¿qué pasó antes de que su marido muriese? - "¡Oh! No saque a relucir historias del año Catapún. No hay nada como el presente... ¿un chinchón?" - Céntrese en lo que le pregunto, por favor - "Que más quisiera yo pero ese bigote ... ¡Ay, ese bigote!"

Una hora más tarde y dos aspirinas por barba, los policías salieron igual que habían entrado, es decir, sin aclarar nada. Al llegar a la calle estaban consternados - Voy a pedir que nos liberen de este caso - El Municipal, que pasaba por allí, al verlos en estado comatoso les recomendó tila, tila y tila y sobre todo, que no se acercaran a 50 kilómetros a la redonda de esa casa.

martes, 4 de diciembre de 2012

La abuela lleva todo el día mareada por la noche loca que ha pasado sobre el colchón de agua. Eso le ha comentado a Pascualita - "Esta vez no ha habido viagras, sino de biodraminas. En cuanto nos tumbamos en la cama empezó a moverse como un barco en alta mar. Y lo peor de todo fue que no nos podíamos levantar a causa del movimiento. De tanto intentarlo terminó moviéndose como si estuviéramos en pleno huracán. Y el cava que nos bebimos para inaugurar el dichoso colchón, tampoco nos ha puesto las cosas fáciles. Menos mal que ésta mañana ha llegado el Médico para ver a su padre por no se qué cosas y nos ha salvado. El cuarto ha quedado hecho una pocilga porque hemos sacado hasta la primera papilla. Alguien lo limpiará porque yo no tenía, ni tengo, cuerpo para nada" -

 Me he ofrecido a prepararle una infusión. Entonces he pensado en divertirme un poco - ¿No crees que deberías tomar un reconstituyente... o tres bien fuertes? - "¿De qué hablas?" -  Si al abuelito le fueron tan bien, tendrías que probarlo - "Ya no recuerdo qué era" - No te preocupes. Ahora se lo preguntaré. - "¿A quién?" - A tu marido - "¿Dejó escrita la receta?" - No. Está en mi cuarto, junto a su foto. - "Pues llama a los del Museo de Antigüedades. Quedará muy bien entre las momias egipcias jejejeje..." - (La que se estaba divirtiendo era ella ¡Jopé! ) -  ¿No te remuerde la consciencia? - "Lo que se me remueven son las tripas... Ay, ay, ay... maldito colchón de aguaaaaaahhhhhhhhgggggggg!" - ¡Abuela! ¿Y ahora quién limpia esto? - "Ay, ay,... dí un número..." - El 33... ¿para qué? - "Te ha tocado. ¡Hala! a limpiar se ha dicho"

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaa! ¡Uf! aquí huele a tigre - ¡No le diga nada que luego me tocan a mí los premios! - ¿Que se sortea? - "Hablad de otra cosa o volveré a las andadas" - ¿Estás mala?... Entonces ¿qué comeremos hoy? porque si tiene que hacer la comida tu nieta, me voy a un comedor social. - La acompaño (dije yo). - Se me olvidaba. Mañana vendrán los policías a interrogarnos otra vez ¡Qué ilusión! - "¿Serán los mismos?" - Si, porque cuando han telefoneado, he hecho hincapié en que lo fueran o no diremos ni mu. - ¿Desde cuando tiene usted teléfono? - ¿Cómo voy a tener si no llego a fin de mes? Esta mañana, al bajar a la calle, he oído el vuestro y como no lo cogíais, lo he cogido yo. - ¡¿Por qué entra en mi casa cuando no hay nadie?! - Ya te lo he dicho. Para ver quién llamaba... Desde luego, cada día es más tonta tu nieta ¡Que cruz tienes con ella!


lunes, 3 de diciembre de 2012

La abuela y la Cotilla están como locas de contentas con los dos guayabos que han mandado para que las interroguen. Claro que, con la edad que tienen ambas, cualquiera es más joven que ellas. Cuando se juntan, se disputan a los policías y hacen apuestas a ver quien hace primero una conquista. Y en esas estaban cuando ha llegado Andresito - ¿A qué jugáis, chicas? (¡chicas, por Dios!) - A ver quién hace antes una conquista (soltó, sin pensar, la Cotilla... ¿O no era una respuesta tan inocente como parecía)

- ¿A quién tenéis que engatusar? (su voz ya no sonaban tan alegre) - "No hagas caso a ésta loca, cariño. Con tal de ganar un euro juega a lo que sea. Ahora se le ha ocurrido que apostemos a qué ministro será el primero en decir algo que conquiste a los españoles. Ya ves tú que tontería" - Arréglate que nos vamos a la Torre del Marítimo. Tengo allí una sorpresaaaaaa - "¡Huy! Espera un minuto que me coloque el broche" - (La Cotilla metió baza) ¿A ver cuando le regalas uno que valga la pena, millonetis? - ¿Por qué le tienes tanto cariño a ese adefesio ¡Es feísimo! - "No preguntes, nene... Me lo llevo porque no me fío de ésta, tiene las manos muy largas, ya me entiendes" - Pero si no le gusta. - "A esta le gusta todo lo que no sea suyo"

Antes de que salieran por la puerta oí varias cosas. A la Cotilla gritar ¡¿Y que comeremos?! y ¡¿Si vienen los chicos qué les digo?! . A ambas cosas respondió la abuela y Andresito se quedó con la copla de "los chicos" - ¿Quienes son esos? - "Policías" - ¿En tú casa. Para qué? - "Nada, una tontería que pasó hace muchos años... Y dime ¿esa sorpresa qué es?" - Que barra tiene. Se lleva a Pascualita delante de las narices de todos y luego dice que la muerte del abuelito es una tontería... Y encima tendré que comer con la Cotilla ¡y hacer la comida! ... Mientras cerraban la puerta escuché lo que dijo Andresito entre risas de complicidad - ¡Un colchón de agua, nena! ¡Hay que probarlo!

La Cotilla y yo nos tomamos un chinchón para ...para... esto... ¡por que nos dio la gana!

domingo, 2 de diciembre de 2012

La abuela la tiene la casa muy caliente: una estufa de butano en cada habitación, menos en la mía. Dice que no me la merezco ¡que rencorosa!. No hay quien respire a no ser que vayas en biquini y con abanico. Pascualita está que muerde porque, a pesar de mis consejos, le ha puesto agua caliente al "acuario".

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaa! ¡Que bien se está aquí! Si hasta se puede ir desnuda... no como en mi casa que, como no llego a fin de mes... Por cierto, le he puesto una vela a San Mariano... Desde que han dicho que nos subirán un 2% las pensiones, no hago más que rezarle... ¡para que se vaya de una puñetera vez con sus amiguitos de los bancos! Y mira que le pregunto al Santo ¿qué tiene los banqueros que no tengamos los pensionistas? - "¿Existe ese Santo?" - No lo sé. He recortado una foto de Mariano, el de Madrid.  Hace las veces de estampita y sirve para lo mismo ¡para nada!

- "Cotilla, tenemos que ir a Ikea... ¡alquilarán novios a las chicas que vayan a comprar muebles! Imagínate que queremos probar una cama, con novio y todo, para ver como queda. jijijijijij" - ¡Las probaré todas! -
Cuando estoy enfadada me gusta meter cizaña - Han dicho CHICAS, no momias. - "Tu sigue así y acabarás con toda la mortadela de la Isla, sosa... Te convendría coger un novio de esos y que te enseñara lo que hay que hacer para tener un niño" - ¡Abuela! Ni que fuera tonta. - ¡Anda! se cree lista.

Dos señores se presentaron en casa. Dijeron que eran policías y venían a investigar un crimen - "Pasen, pasen... ¿Quieren una copita de chinchón? es lo mejor para el frío" - Pero no querían nada. Solo preguntar. - ¿Quién es la esposa del difunto? - "¿Qué difunto?" - Deben referirse a tu marido. - "¡Ah!... como hace tanto tiempo que... y yo ya  rehíce, varias veces, mi vida... ¿Prefieren un vermout?" - Le dijeron a la Cotilla que podía marcharse, la cosa no iba con ella - ¡Ni hablar! en mi casa hace frío, además soy la que trajo el "condimento" que ayudó al difunto a coger energía suficiente como para embarazar a ésta. Si no ¿de qué?

Inmediatamente se sintieron interesados: ¿qué clase de condimento era aquel? - ¡Huy, hijo! Que soy de la quinta de la Duquesa... Espere... ¿no sería Avecrem?... - "Sería otro sopicaldo porque éste aún no se había inventado" - ¡Ah, sí! Le daba otro gustito a la sopa... ¿cómo se llamaba?... ¿Flan chino Mandarín? - "¿Le echabas eso al caldo? Con razón no te duraban los novios jajajajajajaja" - ¿O era Hipoposfitos Salud?... ¿No sería un parche Sor Virginia? - "¿Y dónde se supone que le puse el parche? jajajajajajaja" - Y así siguieron un rato más hasta que los policías me pidieron una aspirina para cada uno.

sábado, 1 de diciembre de 2012

Sigo comiendo bocadillos de mortadela y de choped. Espero que el castigo no llegue a Navidad, no quiero perderme ni los asados ni los turrones... A veces pienso que tendría que haber dejado las cosas como estaban pero mi conciencia no me dejaría tranquila... Ahora quien protesta es el estómago ¡quiero potajes! grita y se entera todo el que está a mi lado. Menuda escandalera sale de mi barriga. ¿Qué puedo hacer? ¿Quitar la denuncia? No creo que pueda porque dije que era por un asesinato, aunque se cometiera hace mucho tiempo... al fin y al cabo era mi abuelito el que la espichó.

He tratado de congraciarme con la abuela ayudándola en las faenas de casa pero siempre acaba echándome porque dice que ni para eso valgo. Y ha puesto a Pascualita en mi contra y cada vez que me ve me tira un chorrito de agua envenenada, así que voy todo el día por casa con las gafas de sol puestas. - ¡Avemariapurísmaaaaaaaaaaaaa! ¿Has hecho una promesa, alma de cántaro? (me ha dicho al verme) ... ¿Has visto a tu nieta? - "¿Sabes lo  que ha hecho? poner la foto de mi marido en su cuarto rodeado de velitas ¡Ni que fuera San Pedro!" - ¿No se la habías quitado? - "Sí, pero había hecho fotocopias" - Bueno, y hablando de lo que nos interesa... - "El Municipal no ha vuelto por casa... ¿Habrán archivado el asunto?" - No creo pero, no me refería a eso sino a ¿qué se come hoy? - "Lentejas de las que levantan a un muerto." - Pues que no las huela el de las fotocopias que se nos sienta a la mesa jajajajajajajajaja .- "¡Menudo susto se llevaría mi nieta!" -  Con lo flojo que era no se atrevería a ponerse a nuestro lado jejejeje - "¡Antes se iría al Infierno!" -  El Papa dijo que no hay.

A la hora del café, mientras ellas reposaban la comida y yo el bocadillo, se me ocurrió preguntar - ¿No estáis arrepentidas? - ¿Por comer unas lentejas de rechupete? - Por lo del abuelito - "Se murió de muerte natural. Punto" - ¿Y por qué no está en la pared de los Finados de El Funeral? - "Porque nunca fue del grupo, aún no existía" - Pues, en desagravio, creo que tendrías que ponerlo. - "¿Y que me amargue la diversión todas las noches?" - Mira, lo que podemos hacer es brindar por él a esta hora, todos los días... ¡Hala, venga. Por el abuelito! jajajajajajaja - Cedí a regañadientes pero, bien mirado, no deja de ser un homenaje... ¿o no?... Me parece que éstas dos se están riendo de mí y aprovechan los brindis para ponerse moradas.

viernes, 30 de noviembre de 2012

Creo que no miraré un periódico hasta dentro de... ¡ay, no sé! Todo son noticias malas: recortes; despidos, desahucios, corrupción, Urdangarín (que sigue siendo Duque de Palma) ¡de Palma, no, hombre! que se lo quiten.

La silla de mi puesto de trabajo, se movía ¡Lagarto, lagarto! y me he pasado la mañana mirando al jefe por si venía a despedirme. Tanto le he mirado que, al final se ha acercado y me ha dicho - ¿En tu casa o en la mía? - Vaya corte... porque no he sabido qué responderle. En la mía no puede ser porque, aunque no esté la abuela, la Cotilla entra cuando le da la ganan y no es plan... Y en su casa no sé si tiene impedimentos tales como: esposa, hijos, suegra... Estas cosas se tienen que planificar aunque el aquí te pillo, aquí que mato tiene su gracia... Cuando me he decido por esto último, al ver que a los archivadores hacía tiempo que no se acercaba nadie, el tío hacía rato que había desaparecido... Al final la abuela tendrá razón cuando dice que soy lenta.

A la hora de comer, sobre mi plato estaba la foto del abuelo - "¿De dónde has sacado esto?" - Lo encontré por ahí... - "¿Desde cuándo registras mis cosas?" - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaa!  (¡Me salvó la vecina!) ¿Hace mucho que ha empezado el interrogatorio? - "Acabo de empezar" - Muy bien ¡Apriétale las tuercas! - (¡Maldita bruja!) - "¡Habla o comerás un bocadillo de mortadela como los presos!" - Quería conocer al abuelito y pensé que tu tendrías una foto... - ¿Ves como es tonta? ¡El abuelito! Casi no llegó a ser padre, así que abuelo... ¡fíjate tú! - Sabed que os he denunciado por cargaros a tu marido. - ¡Que cruz tienes con ella!

El Municipal se presentó en casa. Se le notaba nervioso y no dejaba de mirar a todos lados - "Bedulio (la abuela le llamó por su nombre de pila y el hombre dio un respingo) ¿quieres un café?" - Estoy de servicio... Aquí se cometió un crimen - "¡Vaya. Cuenta, cuenta!" - (interrumpió la Cotilla) ¿Bedulio? jajajajajaja... Esto... sigue, sigue jijijijiji. - Un hombre se murió - "Ah, se murió... ¿no decías que era un crimen?" - Aún tiene que esclarecerse - "¿Cuándo ha sido eso?" -  Usted sabrá. Era su marido. - En la salita sonó un chaf que sobresaltó al hombre - "¡Anda que no es viejo eso! ¿Quieres un café, Bedulio?" - El empezó a sudar... - No me llame así... - ¡Pero si es muy original y suena bien ¡Bedulio, Bedulio! - ¿De qué murió su marido? - "¿No querrás que me acuerde después de tantos años?" - Además, ya había echo su trabajo. - ¿? - Embarazar a ésta...El pobre servía para poco. - ¿Lo mató usted? (preguntó, rencoroso, a la Cotilla) - ¿Yooooooooo? Tenía otras cosas en qué pensar - "¡Es verdad! Te empeñaste en quitarme aquel pretendiente tan mono que me seguía a todas partes" - ¿Qué habrá sido de él? - "Estará en alguna Residencia, persiguiendo mujeres, como siempre" - Ejem... hablábamos de un crimen - "A ver si te aclaras? ¿Se murió o le mataron? porque no es lo mismo... Por cierto, Bedulio ¿quieres café?" - ¡Yo sí! (saltó la Cotilla) ¡Y chinchón! - "¡Eso está echo!" - En la salita sonó un ¡¡¡chaff!!! más fuerte (Pascualita había dado un doble salto mortal con tirabuzón) y a Bedulio se le pusieron los cataplines por montera.

jueves, 29 de noviembre de 2012

La abuela y la vecina están en la cocina tomando un café mientras ojean revistas atrasadas que la Cotilla ha recogido junto al contenedor azul, por lo visto estaba hasta los topes y no cabían. Llevan media hora poniendo a caer de un burro a cuanta ricachona y famosilla sale en las fotos. Se parten de risa y encima les sale gratis. ¿Pero ellas se han visto? Con quién, únicamente, se pueden comparar es con la Duquesa de Alba porque son de la misma quinta y como dice la Cotilla, lo único que nos diferencia es que ella tiene más casas... y últimamente añade: y un marido.

Cuánto les gusta el Duque consorte. Babean cuando ven una foto suya. La abuela disimula por que tiene a Andresito y sus viagras pero yo veo cómo le brillan los ojos de envidia. Hace un momento ha dicho una frase escalofriante - "Si mi marido hubiese sido como éste, aún estaría vivo" - Ahora mismo voy a ponerle una mariposita de luz a la foto de mi abuelo, pobrecillo.

Hoy me he quedado sin comer. La abuela me ha castigado (¡a mis años!) a no probar el frito de matanzas que ha hecho y que olía a gloria. Y todo porque soy una sentimental. Como dicen ellas "Que te importa tu abuelo si, cuando murió, aún no lo era?"  Hasta Pascualita se ha reído de mí y me ha tirado un chorrito de agua envenenada aunque no me ha dado.

Al entrar la abuela en su cuarto y ver la foto de su marido, que tenía encerrada bajo siete llaves, sobre la cómoda e iluminada por la mariposita, se ha sobresaltado pero cuando ha estado a punto de irse al otro barrio a hacerle compañía ha sido cuando un soplo de aire ha movido la llamita y las sombras han bailado en la cara del hombre. Parecía que había vuelto a la vida y quería decirle algo. Ella ha dado un grito y la hemos encontrado, inconsciente, sobre la cama ¿Cómo le ha dado tiempo a llegar a ella en lugar de darse un batacazo contra el suelo, es un misterio tan grande como que Dios le hablase a Aznar después del atentado y no lo hiciera con los que estaban con él en el coche.

Al recobrar el sentido me ha tirado una de sus botas de tacón alto y ahora llevo un chichón, bien visible, en medio de la frente ¿cómo voy a ir a trabajar así?... Ahora la abuela está recuperando el ánimo con unas copitas de chinchón junto a la Cotilla que no para de darle buenos consejos - Si no come en un mes no le pasará nada, y encima te agradecerá que la ropa de Navidad le siente como un guante... Y lo que sobre me lo subo yo a casa para la cena...

miércoles, 28 de noviembre de 2012

El Otoño, el muy jodío, está abriendo paso al Invierno y cada día se nota más y cuando eso ocurre la abuela se encoje y no salimos de casa sin ir tapadas como un esquimal. Si ella tiene frío, todo el mundo tiene frío. Así cojo unos constipados apoteósicos que me duran hasta la Primavera.

Sobre mi cama ya está la manta Paduana, que tiene más años que el que la inventó. Y el pijama de franela, la bata, los calcetines de lana y la botella de agua caliente. ¿Cómo puedo dormir con todo esto? Amanezco mojada como un pollo de tanto sudar... eso si la dichosa botella no está bien cerrada y me inunda la cama .

Otra que está pagando las consecuencias es Pascualita. He pillado a la abuela echándole agua caliente al "acuario". Afortunadamente, la sirena estaba sobre la mesa, junto a Pepe - ¡¿Quieres hacer sopa de pescado?! ¡La vas a achicharrar! ¿Dónde está? - "¿Crees que Pascualita no sufre el frío como nosotras? ¡Estás muy equivocada! Se ha pasado toda la mañana dentro del barco hundido buscando calorcito..." - ¿Cuánto tiempo llevabas hablando don ella? - "Le estaba comentando las noticias del Diario, como todos los días y ya iba por las esquelas..." - Te estaba dando esquinazo... ¿Dónde está Pepe? - "Debajo de esta bufanda tan mona que le he hecho... Míralo que contento está" - Debajo del montón de lana tricotada aparecieron los ojos, cerrados y cosidos, del jibarizado. Por lo menos él no suda.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! Al bajar la escalera he oído la palabra SOPA... A sí que tenemos cocido para comer... - No. Ayer sobró comida y eso es lo que comeremos - ¡Sobras! jejejejeje... Está de guasa tu nieta ¿a qué sí? - Desde que sé lo que le hicisteis a mi abuelo, no tengo ganas de guasa. - ¡Es pesada como el plomo! ¿Cómo hay que decirte que aun no era tu abuelo? No era nadie porque no lo conocías. Punto... Si hubiese existido la viagra quizás aún estaría aquí... - "¡Quita, quita! Me quedé más ancha que larga cuando... se fue.  Por fin fui una mujer libre" - Jajajajaja Pero si hacías y deshacías lo que te daba la gana. - "Eso sí, Pero después ya no tuve remordimientos" - ¿Y antes? - "Tampoco" - Mira, para que la pánfila de tu nieta quede contenta, saca el chinchón y brindaremos por la memoria de... ¿cómo se llamaba?" - "Esto... ¿Quieres creer que no me acuerdo?" - Anda, bebe rápido antes de que tu nieta nos eche de casa... ¡¡¡Chin chin!!!... Por tí... esto... nada, que no hay manera de acordarme... - "Ni yo... ejem... es que han pasado tantos años... - ¡Abuela, era tu marido! - " Sí pero, qué quieres hija. Desconecté el chip."

martes, 27 de noviembre de 2012

La abuela esta como el día, mustia - "Que día más triste. Llueve y llueve y lo peor está por llegar... ¡El frííiíoooo polaaaaaarrrrrrr!" - Lo dices como si fuera a venir el Coco. Estamos en Otoño y hace el tiempo que toca. No llueve solamente aquí - "¿Qué quieres decirme con esto? ¿Mal de muchos, consuelo de tontos?... ¡Pues no me consuelo! ¡Quiero que me toque la Primitiva y marcharme a un lugar donde brille el sol y haga calor!" - Pero si ayer hacía sol aquí. - "¡Pero hoy no!" - Que tiquismiquis eres, abuela. - "¿Sabes qué te digo? que no vendrás conmigo. Me iré con Pascualita. Ella nunca me contradice y estará encantada de ir a un lugar calentito..." - Me extrañaría mucho porque éste bicho debe habitar en las simas submarinas donde no entra la luz nunca. "¡Ya habló la lista! ¡Mira que ojos tiene! ¿Para qué los querría en un lugar oscuro?" - Eso son ojones, abuela. Y no estoy de acuerdo en que no te contradice. A veces se zambulle dejándote con la palabra en la boca jejejejejeje - "Se lo habrás enseñado tú"

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! ¿A dónde dices que nos vamos?... Si invitas, me apunto a un bombardeo, ya lo sabes. - "Bien que lo sé, pero no vamos a ningún sitio. No tengo pasta" - ¿Ni para hacer macarrones? ... tenía yo antojo de comerlos hoy. - "¿Con este frío?" - ¿Frío? No hace. Mira, voy en manga corta... Soy una chicarrona del norte jejejeje no como tu nieta, mírala, está encanijada ¡Saca el pecho pa fuera, mujer que esas cosas no duran tiesas toda la vida! - Basta con mirarla a usted. Parece la caída del Imperio Romano. - ¿Me dejas que le de una guantada? Es una desvergonzada y una egoísta... ¿a quién habrá salido semejante especimen? - A mi marido. Es clavadita a él la pobre. - ¿Y por qué no puedo parecerme a mis padres? - "¡Porque no! Tu madre era una santa y tu padre... Rafael el Rápido. Conoció a tu madre, la conquistó, la embarazó y desapareció. Todo esto en una semana. Mira si era rápido, en cambio tu llevas media vida vivída y aún no me has dado un biznieto... Mi marido era igual. Pensaba tanto las cosas que acababa olvidándolas. Casi se me pasara el arroz. Al final tuve que darle un aporte triple de vitaminas mezcladas con no se qué cosa que me dio la Cotilla y esa noche, que podría llamar gloriosa si no hubiese conocido después a Andresito, quedé embarazada. El nunca volvió a ser el mismo y dos días después  murió" - ¿Le matásteis? - "Yo no diría tanto ¿verdad, Cotilla?" - Tanta vitamina no fue buena para él. - ¡Madre mía! ¡Os cargásteis a mi abuelo! - "A tu abuelo, no. Aún no lo era...¡Y no grites, que a nadie le importa nuestra vida!" - ¡Sois unas brujaaaaaaaaasssssssaaaaaaaayyyyyyyy! - Dichosa sirena. En todo el ojo me ha dado el chorrito de agua envenenada. Menos mal que la Cotilla había salido a por la botella de chinchón para calmarme los nervios y no ha visto el ataque... ¡¡¡Aaaaaaaayyyyyyyyy!!!

lunes, 26 de noviembre de 2012

- La abuela está cantarina hoy: "¡Muuuultas... y más muuuultas... Multa y multas para mí!" - ¿Cómo puedes cantar a éstas horas de la mañana de un ¡lunes!? - "Me ha venido a la cabeza esta melodía de los años 60" - ¿Y  hablaba de multas? - "No. Era una canción yeyé de amor y en lugar de MULTAS decía VUELTAS" - ¿Y a qué viene eso? - "Ha sido una asociación de ideas. Le estaba comentando a Pascualita las noticias del Diario y ha aparecido la palabra Multa... El Govern multará... Siempre multando, siempre prohibiendo, siempre recortando... ¿Para eso lo eligieron? ¿Estaban de guasa los que le votaron? .No hay nada más peligroso que prohibir algo porque se te puede volver en contra ¡¿Qué no puedo hacer esto?! ¡¿Quiéres ver como sí?! Claro, si te pones chulo incitas a la chulería".

Al volver del trabajo he pasado junto a la tienda del señor Li. Ya tiene los escaparates preparados para Navidad, incluido un belén del que han emigrado el buey y la mula. Me he tirado un rato mirándolo hasta que el señor Li me ha visto y ha salido a saludarme - ¿Gustalte? - Creo que no... Se ve triste, como si faltara algo.... ¿no le parece? - Yo no decil palece... yo vendel. Si Papa decil así, pues así pongo yo. Ahora soblalme bulos y bueyes. ¿Cleel que niños complalme pala jugar a indios y vaquelos? - No he sabido qué contestarle y me he ido.

- Avemariapurísimaaaaaaaaaaaa ¡Vengo a comer! Hum, que bien huele a...¿croquetas de bacalao?... ¿arroz con bacalao?... bacalao al pil pil.. bacalao con... - "¡Basta.No hay bacalao. Punto" - Pues venía yo con un antojo... - "¿Estás embarazada?" - Pues no pondría yo la mano en el fuego... - ¡Aaagh! (estuve a punto de ahogarme) - "En lugar de hacerte la tonta aprende de ella. ¡Al final tendrá un niño antes que tú!" - Abuela, eso no puede ser... - "¿Por qué no? La fuerza de voluntad mueve montañas" - Vale, pero no hace milagros -
Será in vitro, mona - "¡¿Lo ves?!" - No le haga ningún caso. - "Lo que veo es que ella lo prueba y tu estás en la Luna de Valencia ¡Ponte ya de una vez a fabricarme un bisnieto que a penas me quedan dos telediarios.!"

¡Que comida me han dado! Al final resulta que todo el jaleo ha venido porque el señor Li le ha regalado a la Cotilla un montón de mulos y bueyes de plástico y ella a pensado que bien podrían ser para mi hijo... si tuviera alguno. Aprovechando el viaje se ha dedicado a meterse conmigo y la abuela,  a la que se le enciende la mecha enseguida, se ha puesto pesada como siempre que sale el tema de su biznieto. Al final he tenido que recurrir al chinchón. Me he ofrecido a hacer el café y les he echado un buen chorreón de licor y no he dejado de servirles hasta que se han dormido. Me ha costado lo mío porque tienen más aguante que un batallón de marines. Ahora nos estamos dando un homenaje Pascualita y yo. Mojo el dedo en el chinchón y lo lame golosa. De vez en cuando me sonríe y a mi me entran sudores fríos al pensar lo que pueden hacerme esos dientecitos que asoman a sus labios.

domingo, 25 de noviembre de 2012

La Cotilla llegó procedente del mercado - ¿Qué se te ha perdido a ti allí si todos los días comes de gorra?" - Pensaba coger ideas para que hagas un menú más variado porque, hija mía, no salimos de Pedro, Juan y Andrés...  - "Por ejemplo" (la voz de la abuela había sonado atiplada, mala señal) - No sé... Hace tiempo que no pones conejo... ¿Por qué no haces conejo con cebolla y le echas un chorreón de coñac para que está más bueno? - "¡Y qué más!" - El postre lo dejo a tu elección jejejejeje

Hoy había conejo con cebolla para comer. ¡Pero es que a mí no me gusta el conejo! Esta puñetera siempre se sale con la suya y un día voy a montar la de San Quintín.

"¿Está bueno?" - Sí, aunque se nota que hace tiempo que no haces este guiso... A la salsa le falta un poco de picante y menos mal que me has hecho caso y has puesto el coñac... La carne ha quedado un poco dura... y has escatimado cebolla, pero en resumidas cuentas, se puede comer. - "Pues no volveré a hacer conejo en mucho tiempo... ¡me ha escupido!" - ¿El conejo? - ¡Mira! en plena frente. Me ha llenado de aceite y me he quemado. Después de que ellas acabaran de comer y yo de zamparme un bocadillo de queso, nos sentamos al rededor de la tele y después del café corrió el chinchón y desató las lenguas viperinas - ¿Sabes qué me he enterado de que el conejo es muy peligroso?. - "¡¿Y lo dices ahora?!" -  Me lo contó la Trini del Súper... ¿Te acuerdas que a la del tercero de la finca de enfrente la dejó el marido? - "Sí... ¿sabes por qué?" - Claaaaaaro...Porque escalabró al marido y por poco no lo cuenta, así que el hombre se asustó y tomó las de Villadiego... - "¿No se fue con otra?" - No creo que le quedasen ganas. - Seguro que comió conejo con cebolla jejejejeje. - Que graciosa... El caso es que... no sé si debo contarlo delante de la pánfila ésta... - "No te preocupes que ya está curada de espanto, fíjate que es fan del Sálvame" - Bueno, pues me dijo que un día llegó el hombre a su casa con ganas de juerga... ya me entiendes. Y de una cosa pasaron a la otra y de la otra a la otra... - ¿Que otras? Valiente explicación - ¡Ves como es tonta! Pues eso... ¿por donde iba? - "De una cosa a la otra..." - ¡Ah, sí... Total, que el hombre se encontró encarado al túnel del amor... - ¿El de la Feria? - ¡Calla ya, boba de Coria! Sigue... ¿Qué pasó?" - Puesto en esa tesitura, fue a por vino y salió trasquilado porque del interior del túnel salió disparada una bola metálica que le dio entre los dos ojos y le faltó poco para ir a ver a San Pedro. - ¡Jopé! ¿Y eso? - Ella usaba bolas chinas para endurecer los músculos y con el ajetreo se le olvidaron. Cuando él se recuperó la acusó de querer matarlo para quedarse con todo... En fin. Un desastre. - ¿Y qué tiene que ver el conejo en todo este berengenal? Es que no me entero de nada. - Pues hija, a buen entendedor...

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