miércoles, 31 de mayo de 2023

Que mala pata tiene la nieta.

El árbol de la calle le cantaba el Brindis de la Traviatta a una mariposa de alas de mil colores posada junto a su enorme boca de madera. Me asomé para preguntar - ¿Tienes para rato con ésta monserga? - ¡Madre mía que mal le sentó una simple preguntita!

En el árbol vibró hasta la última hoja, con la consiguiente protesta de los gorriones que estaban en sus nidos con tapones en las orejas.

A quién parecía agradarle la serenata era a la mariposa. El árbol bramó: - Preciosidad, no hagas caso a las sandeces de la nena. Lleva taaaantos años buscando que alguien le haga un bisnieto para su abuela que se le ha agriado el carácter. Cosa que no te ocurrirá a ti que eres una joya resplandeciente de la Naturaleza.

De repente, la mariposa batió sus alas, estiró la trompa y desplazó con un gesto sumamente artístico, su cuerpecito del árbol a mi nariz.

Sentí que mi cuerpo se derretía ¡Era tan hermosa! Y se lo dije. - Perdona, chica. Cambia la A por la O si no es mucha molestia (dijo con voz varonil) - Se paró el Tiempo.

Cuando recuperé el habla había pasado un siglo. - ¿Eres... mariposo? - ¡Exacto! y caigo rendido a tus pies,,, por grandes que sean. 

La cabeza me dio vueltas y tuve que recolocarla para no perder de vista tanta hermosura. - Yo seré tu paladín y tendrás el bisnieto más guapo del mundo. - ¡Aaaaaaayyyyyy1 (suspiré y me desmayé. 

Al volver en mi la mariposa había desaparecido. - ¿Dónde está? (pregunté con un hilo de voz)

Las primeras palabras del árbol de la calle me devolvieron la esperanza: - Sigue aquí pero en plan lenguado (Pascualita se relamió y le grité: - ¡¿Te la has comido?! - No le ha dado tiempo Al caer la has A.P.L.A.S.T.A.D.O, que lo sepasssss...

martes, 30 de mayo de 2023

Pececito de plata.

Mientras desayunaba con Pascualita en la cocina, apareció sobre la mesa uno de esos llamados "pececito de plata" que suele haber en todas las casas. Se paseó un rato entre las tazas y las salpicaduras de cola cao que hacía la sirena cuando se tiraba en bomba en él y acabó plantándose delante de mi, irguiendo el cuerpo para verme mejor, para decirme: - ¿Dónde están los libros?

Parecía extrañado el bichejo. - ¿Hablas conmigo? - Si eres la dueña de ésta casa, si. Repito ¿dónde están los libros? - ¡Tú sabrás! - ¿Me estás diciendo que no tienes? ( estaba alarmada) - ¡No he dicho eso! ¿verdad, Pascualita? - La medio sardina se quedó a verlas venir y luego se zambulló en su pila de lavar del comedor.

- ¿No te da vergüenza? ¡¿No se te abren las carnes?! ¡¡¡¿Cómo puedes vivir sin libros?!!! - ¿Me los puedo comer?... no, ¿verdad? Ya tienes mi respuesta. - El bicho, alterado, iba de una parte a otra haciendo aspavientos mientras gritaba: - Tú, no pero ¡yo sí! ¡Egoísta, más que egoísta que no piensas en los demás!

Entonces dio media vuelta para irse por dónde había venido, cosa que aproveché para atacarle: - Si no estás bien aquí, ya sabes ¡¡¡PUERTAAAAA!!

Antes de desaparecer de mi vista le oí decir: - No mientras quede papel en las paredes

lunes, 29 de mayo de 2023

Mala memoria.

Tengo mis dudas sobre si la historia que ha contado Pascualita es verdadera. Se lo he preguntado varias veces. Al principio estaba muy segura pero una hora entera de preguntar siempre lo mismo, la hizo dudar y así seguimos.

Para colmo mi primer abuelito había desaparecido . Le llamé hasta desgañitarme. Los únicos que se dieron por aludidos fueron los vecinos de la finca, que vinieron a aporrear la puerta y los comensales de la Santa Cena que acabaron dándome la espalda.

Pascualita salió flechada del interior del barco hundido hasta chocar con mi mano donde clavó sus dientecitos de tiburón e inoculándome su saliva envenenada. Ahora tengo una mano tan grande como una raqueta de tenis.

Finalmente el abuelito apareció dentro de una caja de zapatos. - Ya se acabó el cuento, nena. - Pero me has dejado intrigada ¿Cómo podemos saber, a ciencia cierta, si Pepe el jibarizado es Pepa? - Hay que fiarse de la sirena. - Imposible. Mira como me ha puesto la mano.

Pascualita se asomó tan de repente al borde de la pila de lavar del comedor que me asustó. - ¡Aaaayyyy! que fea eres, jodia. - De la cocina llegó el OOOOOOOOOOOOO de Pepe - El abuelito tradujo: - Dice que pasó de princesa a guerrero tan deprisa que no recuerda qué fue primero. Pero sí de lo rico que estuvo el cocido hecho con la gente de su tribu. Dice que aún hay invitados que lo recuerdan.

 

domingo, 28 de mayo de 2023

Sigue la hisoria...

 Pascualita lleva durmiendo un montón de horas con la lengua fuera; no me extraña porque después de lo mucho que ha hablado se le ha hinchado y  la tiene en remojo.

Mi primer abuelito se ha presentado con un sudario hecho con plumas de pavo real que se cierran y se abren como un abanico. - ¡Caray! es espectacular éste modelito. - Y útil. Si tengo calor abro el abanico y ¡mira, mira! - Es tal la potencia de mi abuelito que ha levantado un vendaval y toooodas las bolas de polvo se han ido a tomar viento.

 - Así que eres el novio de mi bisabuelastra y yo sin enterarme... ¿Eso quiere decir que tendrás el bisnieto de la abuela? - Las ánimas no tenemos esas cosas (dijo muy serio) 

Y sin venir a cuento prosiguió con lo que le había contado Pascualita antes de echarse a descansar:

El jefe de una tribu al que apodaban EL ENVIDIAS apareció un día por el poblado de Pazguato XVIII. Trajo consigo a todos los ENVIDIOSOS de su pueblo. Todos tenían una enorme ceja levantada, maquillada primorosamente. Pazguato XVIII no lo sabía (tampoco había preguntado) pero aquello era una mala señal.

En un santiamén todos los pazguatos fueron muertos, descuartizados y metidos en una gran olla comunitaria con verduritas y patatas a granel.

Cuando El Envidias estaba a punto de dormir la siesta recordó que había venido a ver el espectáculo de Pazguata. - ¡Se me ha olvidado! (se dijo enfadado) - Mandó guardar la cabeza de la princesa, reducirla a tamaño llavero y esperar que no estuviera muy cabreada por haberle fastidiado el día, he hiciera en su poblado lo que hasta ahora hacía en el suyo. - ¿Y lo hizo? (pregunté, curiosa) - ¡NOOOOOO...!

 


sábado, 27 de mayo de 2023

No doy una.

 Esta mañana me he hecho una tortilla de aspirinas porque tenía la cabeza dolorida de tanto pensar nombres de mujer. Han sido miles los que he cotejado; finalmente he dado con uno que cumplía el requisito: la EME delante y la A detrás.

He corrido al comedor pero el abuelito no estaba. El árbol de la calle, con apenas un hilo de voz a causa de la pertinaz sequía que reina por doquier, dijo: - Se ha ido harto de oírte... ¡cof, cof! Aaaayyy riégame por favor. - Un abuelito no puede hacerle ésto a su nieta. - También ellos tiene un límite de aguante... ¡cof, cof... cof!

Llamé al abuelito pero no apareció. Lancé mi mensaje al viento y quedé a la espera de que me contestara. - ¡Se llama M.A.R.I.A.! ¿a qué sí?

Sonó el teléfono. Era la Momia. - Hola, nena ¿Está tu abuelito? - ¡Tiene novia! - Lo sé. - ¿Ah... sí? ¿La conozco? 

Un centenar de bolas de polvo jugaban a guardias y ladrones entre mis pies. al oír mi pregunta gritaron: - ¡¡¡SIIIIIIIIIII!!! - ¿A María? pues, ahora no caigo... - ¡Ni caeras! (dijeron sus lindas boquitas) ¡¡¡ES LA ... M.O.M.I.A.!!!

Quedé aturdida por la noticia y, aún así, quise puntualizar: - ¿Se llama María? - ¡¡¡NOOOOO!!!

viernes, 26 de mayo de 2023

Pascualita sigue rajando.

 Mira que me gustan poco los juegos de palabras y mi primer abuelito lo sabe. Pues ahora, hasta que no adivine quien es la mujer por la que el abuelito suspira, no podré dormir ... quitando las ocho horas de la noche y la siesta, claro.

El caso es que M y A podría ser cualquier nombre. Por ejemplo. Calixta

Pascualita siguió explicando lo que sabía del pasado de Pepe el jibarizado: - Pazguata no estaba nada contenta con lo que había surgido en su cuerpo porque no sabía que uso darle. Fueron los niños de la tribu quienes lo descubrieron una mañana que descargó una tormenta de padre y muy señor mio.

Los que estaban más cerca de Pazguata no lo dudaron y se cobijaron bajo aquellos pechos inmensos, minutos después la única que se mojaba en el poblado era la princesa mientras la tribu entera estaban tan ricamente.

Alguien se fue de la lengua. Probablemente fuese un tucán. ¡Menudo pico tienen los jodíos! El caso es que la noticia llegó a otras tribus y todo el mundo quiso ver a la Princesa Pazguata-Paraguas. Su padre el Rey, supo sacar tajada de las protuberancias de su hija y colocó una lista de precios a la puerta de su cabaña. Y pronto el corral real se vio saturado de gallinas, cabras, conejos, etc. de los visitantes. No hacía solamente de paraguas, también de mesa donde colocar unos tazones de sopa. Esto era muy demandado por los visitantes porque se hacían apuestas para ver quien se la tomaba sin mojarse ya que Pazguata reía o estornudaba o le daba el hipo para "fabricar" pequeños tsunamis que desbordaban los tazones.

Interrumpí el relato: - Abuelito... ¿El nombre es ¿Carolina? ... ¿Cómo que no? ¡Pero si lleva la A!


jueves, 25 de mayo de 2023

¿Será ésta, por fin, la verdadera historia de Pepe?

De la cocina me llega el clamor de la "voz" de Pepe el jibarizado con deje de aburrimiento supino. - OOOOOOOOOOOOOOOOO - ¡Ya voy, Pepito! ¿Qué te pasa, guapo? - Miré hacia la pila de lavar del comedor y vi a la sirena haciendo como que vomitaba. La envidia la corroe a la muy jodía. Solo ella puede ser la guapa (es un decir) de la casa.

Llevé a Pepe al comedor. Pascualita salió del agua. No quería perderse nada. Me puse las gafas de sol por si acaso, no me apetecía llevar un enorme ojo arrastrando por las baldosas gracias a un buchito de agua envenenada tirada por la medio sardina.

El ánima de mi primer abuelito dormitaba sobre el riel de la cortina del balcón. Iba desgreñado y su hermoso sudario estaba arrugadísimo. - Menuda pinta ¿Qué ha pasado? - Cosas de mayores, nena. - Cuenta, cuenta... - Pero solo dijo en tono admirativo: - ¡Que mujer! - Y no contó, prefirió traducir a Pepe y a Pascualita. El jibarizado recibió un buchito de agua envenenada en plena cara (¡no hay otra cosa!) pero no le causó efecto. Esto irritó a la medio sardina y dirigió los tiros hacia mi pero, no sabré hacer bisnietos pero sí zafarme del agua envenenada.

Ambos personajes discutieron y ella afirmó que Pepe fue Pepa en vida. - ¡Otra vez sembraban la duda sobre el sexo del llavero!. - Pascualita, traducida por mi abuelito, prosiguió: Era la princesa Pazguata, hija del rey Pazguato XVIII. Este, para salvarla del hambre canina del jefe de la tribu vecina, la obligaba a vestir de guerrero. Y todo fue bien hasta que una mañana Pazguata cayó de boca al levantarse de la cama. Esa noche le habían salido unos enormes y pesados pechos nunca vistos en aquella tribu ¡ni en las tribus vecinas! 

El ánima de mi abuelito suspiró profundamente y dijo: ¡Qué mujer! - Pregunté de nuevo - ¿Pazguata-Pepe? - No (y puso los ojos en blanco) Su nombre empieza poooooor... M y acaba con... A.

No dijo nada más en todo el día.

martes, 23 de mayo de 2023

Orgullo de nieta.

La Momia me telefoneó, - Nena, tu abuela me ha dicho que estás enfadada conmigo porque me he metido en "terreno privado" y, que yo sepa. no he ido al campo ultimamente. Por otra parte, si te has comprado un terrenito, me gustaría verlo.

Mi única neurona tuvo que ponerse a trabajar a toda pastilla para procesar las palabras de la bisabuelastra y traducirlas a lenguaje inteligible porque yo no sabía de qué hablaba. Mientras, la Momia siguió hablándome: - ¿Piensas poner gallinas en tu terreno? ¡Oh, que ilusión! Nunca he tenido una. Me gustaría comer tortillas hechas con sus huevos...

Una risa fresca llegó a mis oídos. Era mi primer abuelito que volaba cerca del techo llevando un sudario de Oscar de la Renta que acababa de estrenar, Era de mil colores e iba seguido de nubes de polen mezclado con brilli-brilli lo que resultaba muy original. El desfile iba acompañado de miles de estornudos en todos los tonos habidos y por haber. 

Después de darse unos garbeos por casa, salió al balcón dejando caer montañas de polen sobre el árbol de la calle que quedo precioso y no hubo gorrión que no estornudara ¡El barrio entero estornudó y al día siguiente, fue noticias en todos los telediarios del mundo!

Que orgullosa estoy de mi primer abuelito.

lunes, 22 de mayo de 2023

¡AGUA VAAAAA!

De buena mañana me ha despertado el vozarrón del árbol de la calle cantando rancheras a todo trapo. 

Harta de oírlo, desde la cama le he tirado un zapato y no le ha dado por un pelo, sin embargo sí que le ha dado al cristal de la cristalera que se ha hecho añicos. ¡Menudo estruendo! Se ha despertado el barrio entero y hemos pillado in fraganti, a los empleados del Ayuntamiento poniendo las calles. Si es que era muy temprano, hombre.

Lo peor ha sido aguantar luego a la Cristalera que lloraba como una Magdalena. O eso dijeron los Comensales de la Santa Cena al escucharla. Ellos sabrán. Solo que, en éste caso, son dos Magdalenas, la interior y la exterior. Y ahí siguen echando abundantes lágrimas como melones cuyo caudal se desploma a la calle formando una preciosa cascada que corre calle abajo en busca del mar.

El Ayuntamiento, consciente de la sequía que nos ataca, ha enviado camiones con grandes cubas para aprovechar ese "agua" para regar los campos secos.

Pascualita saltó de la pila de lavar del comedor a la corriente de lágrimas, dejándose llevar por ella hacia el balcón, cayendo luego dentro de una de las cubas. Sin pensarlo dos veces me tiré tras ella. Me costó trabajo cogerla y un mordisco en una oreja pero logré mi objetivo y volví a casa con la medio sardina en el bolsillo.

Por la tarde llamaron al timbre. Era Bedulio el Municipal. Traía dos sobres: en uno el Ayuntamiento me nombraba Hija Predilecta por donar tanta agua por la patilla... ¡Jopé, no se me ocurrió cobrarles!  

En el otro sobre había una multa por tirarme de cabeza a la cuba y contaminar el agua. - ¡Que estoy vacunada, coooooñe! (grité, airada mientras trataba de disimular el enorme orejón que me ocasionó el mordisco de la sirena)

domingo, 21 de mayo de 2023

LA TERAPIA.

Al final no supe para qué me había llamado la abuela. Pensé en telefonearla pero el concierto de pitos que llegaba desde la calle me avisó de que acababa de llegar el rolls royce de los abuelitos y había aparcado, como siempre, en el lugar preferido: la parada del bus y estorbando el tráfico.

Poco después mi señora abuela entraba en casa, seguida por su mayordomo que iba a regañadientes. - Mi no querer..., mi no querer...

Un silbido de admiración sonó como un clarín en el comedor. Miré al inglés: - ¿Me estás echando los tejos? (le pregunté) - Pero él siguió con su letanía particular: - Mi no querer... - "Ay, calla ya jodío que eres más seguido que una gotera"

La abuela se había acercado al cuadro de la Santa Cena, donde el comensal de las treinta monedas, la camelaba descaradamente. - Te invito a tomar aceitunas y queso con laccao, resalá. 

No me podía creer que la abuela ligara delante de mis narices. - "Que majo es éste chico" - ¡¿Chico?! si es más viejo que el bisabuelo de Matusalen. - "No me extraña que, a éstas alturas de mi vida, siga sin bisnieto. Le pones pegas a todo... Hale, aquí te dejo a Geoooorge unos días... Según la terapeuta, debéis convivir durante un tiempo para ir dejando vuestros problemas atrás.Trátalo bien" - ¡¿QUÉ?!

 

sábado, 20 de mayo de 2023

LA MOMIA ¿VIENTRE DE ALQUILER?

 - ¿Boba of Coria? Madame querer hablarte. - Geooooorge, el mayordomo inglés de la abuela, me ha llamado. - Gracias, GeoooorgeBrexit (no me he podido callar y, claro, la abuela se ha enfadado) - "¡¿Será posible que tengas que comerle la moral al pobre cada vez que hablas con él?! Se está gastando una pasta en psicólogos para que luego vengas tú y tires todo su trabajo por el váter" - No seas quejica, abuela que es mi única diversión. - "Pues ves buscándote otras más provechosas. Por ejemplo, haciéndo mi bisnieto"

Que cansina es ésta mujer con el monotema. 

- "Hasta la Momia, mi suegra, se ha ofrecido para tenerlo como vientre subrogado" - Di tal salto que topé con la cabeza en el techo y por poco me cargo a mi primer abuelito que dormitaba subido a la lámpara del comedor. 

- ¡Si tiene ciento y pico de años! - "Pero no le cierra la puerta a nada. Ni a la Ciencia ni a lo natural. Sobre todo a esto" 

Tuve que tomar unos cuantos chichones on the rocks para calmar el sobresalto que me causó la noticia. Pascualita, al verme, saltó de su pila de lavar a mi escote para, desde allí, sumergirse en mi vaso.

viernes, 19 de mayo de 2023

El sueño de Pepe.

 Pepe el jibarizado ha tenido un sueño. Nunca pensé que una cabeza sin cerebro pudiese soñar pero, como es gratis, he dicho ¡ancha es Castilla! y que allá cada uno con su cerebro, lo tenga o no.

Me lo ha dicho mi primer abuelito que, con eso de que es un alma del Más Allá y modelo de todos los modistos y modistas que andan por allí porque luce sus sudarios como nadie, habla todos los idiomas habidos y por haber:

- Paseando un día por la selva en busca de hojas exóticas con las que hacerse unos cuantos taparrabos porque ¡hay que ver lo rápido que se gastan! encontró una moneda de oro en el barro del suelo. - ¡Vaya! (se dijo) como brilla esto. Me lo colgaré en la oreja. - Pero recordó lo envidiosos que eran sus convecinos de tribu y no le pareció buena idea porque solían tener la mano muy larga y podría quedarse sin oreja.

Se pasó la tarde pensando y descartando: - ¿En la nariz? ... No. Me la cortarán. ¿En el cuello?... No. ¿En el dedo?... ¿la muñeca?... ¿el tobillo?... 

Terminó enfadadísimo con él mismo por haber encontrado la moneda. - ¿Quién me mandaría cogerla? Algún dios juguetón (se dijo mientras amenazaba con el puño a una nube que pasaba por el cielo en ese momento)

Irritada, la nube soltó un chaparrón de padre y muy señor mio sobre Pepe que notaba que se le iba complicando el día.

El chaparrón, además de dejarlo hecho una sopa, le despejó las ideas y supo dónde debía colocarse el hallazgo... Debajo de la hoja más exótica que encontrara. Claro, se alegró de haber resuelto el problema ... ¿Seguro?

- ¿Y qué más? (pregunté a mi abuelito) - Ya está. (y desapareció)


jueves, 18 de mayo de 2023

¡Vale, vale, la quito!

Colocada en un pico de la mesa del comedor, con la misma pose que la Gran Esfinge de Egipto, encontré a la histérica Abstenia Primaveral que, al verme, gritó: - ¡Aquí llega su Eminencia, (me pareció que al decir este título que me otorgaba, había recochineo) la que cambia nombres como el que cambia cromos.

La miré fijamente porque no tenía ni repajolera idea de lo que estaba diciendo.

- Si, te hablo a tí (miré a mi espalda. Allí estaba mi primer abuelito) - Te habla la Esfinge esa (le dije) - No, nena, es a ti. 

Entonces pregunté, timidamente porque la esfinge tiene mala prensa, - ¿Qué quiere de mi Su Majestad? - Como te sigas riendo de mi te arreo una torta que te saco del mapa. - ¡Glub! (no pude decir más) - ¿No crees que si mi padre hubiese querido ponerme un nombre rimbombante lo hubiese hecho? - Pues... - ¡Lo hubiese hecho! - Vale... - A ver ¿cómo me llamo? - Ab... ssssteeee... nia... Pri... - ¡BASTA! ¿De dónde sacas la B de burra? - Del Abecedario... ¿no? - Tú sabrás. - Si no le gusta, la quito... - Si, hija, sí. ¡Quítala de una vez!

Fue borrar la B y se le quitaron las neuras de la cabeza; pasó de Gran Esfinge a gatito de angora. Que personajes más raros tengo en casa. 

¿Qué le habrá hecho la pobre B? - pregunté a Pascualita mientras degustábamos un chinchón on the rocks con cañita.

 

lunes, 15 de mayo de 2023

ABSTENIA PRIMAVERAL

 Pascualita está inquieta. - ¿No tendrás, otra vez, el celo? porque, hija, lo tuyo es para echarte de  comer aparte. - Me respondió tirándome un "cariñoso" buchito de agua envenenada a los ojos. Menos mal que ya la conozco más que si la hubiese parido y no me dio.

Sonó el teléfono; era mi segundo abuelito, Andresito: - Nena ¿sigues interesada en ser dueña de la Torre del Paseo Marítimo? - Eso ni se pregunta. - Vale, entonces te pido asilo familiar y pasaré unos días en tu casa para relajarme... o pido el divorcio a tu abuela. ¡No nos aguantamos! - ¿A ver qué iba a decir yo?

Sonó el teléfono: era la abuela: - "Nena, vendré a pasar unos días en casa..." - Estará tu marido. - "Pero es mi casa" - Es MI CASA... que lo sepasssss... - "¿Te ha chantajeado con la Torre del Paseo Marítimo?" - Evidentemente. - "¡La madre que lo parió!"

El espíritu de mi primer abuelito (el que faltaba para el duro) apareció envuelto en un florido sudario lleno de amapolas, rosas de pitiminí, lirios de mil colores, claveles reventones, etc. etc. y acompañado todo ello de abejas, moscardones, mariposas, hormigas y demás fauna insectivora.

- ¿Te gusta, nena? Me lo ha hecho Coco Chanel con la condición de que me lo lleve del Más Allá con la Abstenia Primaveral incluída. ¿Dónde la pongo? - Dásela al árbol de la calle... - ¿No será un sauce llorón (dijo la Abstenia) - No ¿por qué? - Porque para llantos, moqueos, ahogos, etc me basto yo solita.

domingo, 14 de mayo de 2023

SE REPITEN COMO EL AJO.

 Da gusto doblar la ropa ahora y comprobar que no falta ningún calcetín, en cambio los ingleses lo tendrán crudo ahora con la llegada de Pompilio a Gran Bretaña y sus muchas ganas de trabajar. Tanta gloria lleves como descanso dejes, le deseé.

Poco rato después  se oyeron cuchicheos en el comedor. Eran los comensales de la Santa Cena hablando entre ellos y Pascualita. Me senté a escuchar: - ,,, pues lo he visto pasar cargado... - No puede ser. Ella dice que se marchó. - Fíate tú de lo que dice esa jajajaja 

- ¿Quién era ESA? ¿La sirena? ¡Claro, ¿quién iba a ser si no? Se lo habrá oído decir a ... ¿mi? O a mi primer abuelito; a las bolas de polvo...; A mi ¡Vaya! Están hablando de mi. 

El atronador sonido de una batucada llenó mis orejas que se encogieron atemorizadas. - ¡Alguien nos quiere sordas! (gritó la más dramática) La otra, al poco, se impregnó del ritmo frenético de los tambores y bailó como una posesa haciendo tintinear el pendiente de bisutería que se me quedó pegado en la mano un día que estuve en la Feria..

Mi primer abuelito me saludó desde lo alto de la lámpara del techo mientras ejercía de Director de Orquesta con una batuta una batuta imaginaria. El abuelito iba de estreno y el sudario llevaba incorporados los tambores aporreados por las baquetas bailonas que me recordaban mucho a los cubanitos culito-respingones de la bisabuelastra.

¡ Y entonces pasó Pompilio! - ¡Pero, pero, pero... (balbuceé) Mi primer abuelito habló: - Este es un nuevo Pompilio. Recuerda que todos se llaman igual - ¡Estamos apañados!


sábado, 13 de mayo de 2023

Dichoso trapicheo.

 ¡Hace frío! Lo he comprobado cuando esta mañana he salido al balcón a saludar al árbol de la calle y decirle que no se vaya arriba cantando Estas son las mañanitas porque ya me las sé de memoria. Pero, apenas he sacado la nariz a fuera se me ha quedado fría y en lugar de entablar diálogo he dado un concierto de estornudos que no lo mejora el árbol por mucho que presuma.

Al entrar en casa he ido en busca de la olla grande para hacer un caldo de huesos y verduras, recuperados por la Cotilla del contenedor de basura del supermercado.

Entré en la cocina, miré en la estanteria superior a la de Pepe el jibarizado ¡y no estaba! Entonces no  me quedó más remedio que preguntar a la cabeza hueca. Y mira que me supo mal porque no puede oír hablar de ollas. Le trae recuerdos de cuando lo guisaron con patatas sus enemigos. - Por toda respuesta obtuve un NO furioso: ¡OOOOOOOOOOOOOOOOO!

Busqué la olla por los rincones más insospechado y pude darme cuenta de cuanto ha crecido la tribu de bolas de polvo. 

También vi a Pompilio. Se va a Inglaterra después de haber visto la Coronación de Chaaaaaarles III - Allí siempre tendré trabajo. Aluciné viendo la cantidad de calcetines que gastan en ese sitio ¡Es jauja!

Seguí en busca de la olla perdida hasta que: - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaa! - Cotilla ¿ha visto la olla grande? - Naturaca. Esta noche la he cambiado por una radio de los años cuarenta. - ¡Pero si es mía! - Era, boba de Coria. Era.


viernes, 12 de mayo de 2023

¿Y mi Hola?

 - ¿Alguien ha cogido mi Hola de la Coronación del rey Chaaaaaarles? - grité en el comedor, con los brazos en jarras y un cabreo ostensible . El primero en contestar fue Pepe el jibarizado desde su estantería de la cocina: - OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO. - Vale, vale.

Los comensales de la Santa Cena fueron asomándose al marco del cuadro para decir cosas como: - ¿Un hola se coge? Que tiempos tan raros. - ¿Estás pidiendo a gritos que te saludemos? Pues nada mujer ¡hola, holaaaaaaaaaaaaa! Y así, hasta el infinito y más allá.

Las bolas de polvo corrían por los rincones diciendo: - ¡Hola don Pepito! ¡Hola don José! Hola doña Nena! ¡Hola, hola y hola!

- ¡Avemaríapurísimaaaaaaaaaaaaaaaa! ¿Se puede saber qué te pasa, boba de Coria, que te oyen gritar desde la calle? - Cotilla ¿no se habrá llevado usted el Hola de la Coronación para trapichear con él? - No me dio tiempo; se lo llevó tu abuela.

Llamé a la Torre del Paseo Marítimo. se puso Geooooorge que, por lo visto, sigue de celebración: - Hello, boba of... ¡hip!... Coria. - Qué se ponga mi abuela. - Estar en Fu... ¡hip!...Funeral.

- ¿Con efe mayúscula o minúscula? (pregunté) - ¡BRRRRRF! (contestó el inglés)

De madrugada fui zarandeada y despertada por la abuela. El susto fue morrocotudo porque  parecía una aparición del Más Allá solo que sin el glamour de mi primer abuelito. - "Te devuelvo el Hola. ¡Anda que no he fardado en el Funeral! ¡Rojos de envidia estaban todos porque, en una de las fotos de los invitados sale una mujer que, de lejos, se parece a mi. ¡Mírala!"

Cómo iba a verla si tenía los ojos legañosos: - "¡Pero mira aquí, zoquete!" - Se me han pegado los párpados ¡y quiero dormiiiiir... zzzzzzzzzzzzzzzzzzzz

- "Vale pero, desde mañana dirás a todo el mundo que Andresito y yo estuvimos en la Abadía ¿Te enteras?"

- Yes... zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz...

 

jueves, 11 de mayo de 2023

¡Menudo mordisco!

Mi cuerpo era recorrido por una babosa, sucia y asquerosa, fría como un témpano que me helaba los sueños en las horas brujas de la noche. Y desperté aullando como el lobo feroz cuando se comió a los siete cabritillos... que ya es comer, jopé.

Mis manos volaron a por la babosa. Me urgía echarla lejos de mi. 

No veía nada. ¿se había comido mis ojos el bicho repelente? ¡Oh, noooooo! ... Tanteando di con ella. La toqué y al ir a dar el manotazo y declararla luego occisa, la mala pécora me dio un mordisco que me permitió ver el firmamento en toda su extensión: ¡Encima tendré que darle las gracias!

Reconocí el dolor y la enorme hinchazón que se produjo a continuación: ¡no había babosa, ni sucia ni asquerosa, sino una sirena, más fea que Picio, que, no sé por qué, se había metido en mi cama y a la que no le gusta que la molesten cuando duerme.

Corrí en busca de la botella de chinchón que era lo único que me calmaría el dolor. Estaba en la bolsa de reciclaje del vidrio ¡vacía! El dolor aumentaba, yo seguía con la escandalera y los vecinos empezaron a llamar a la puerta. Increpé a los curiosos comensales de la Santa Cena: - ¡¿Quién se lo ha bebido?! 

Al pasar junto al cuarto de la Cotilla escuché hipos alcohólicos: - ¡Quiero mi chinchón! (bramé) - Chist... ¡hip! ... los vecinos quieren ... ¡hip!... doooormir...

Detrás de la puerta de casa rugían una manada de leones famélicos. Las garras destrozaban la madera mientras se limaban las uñas. Yo tenía dolor y sueño y estaba preocupada porque, durante unos días, no podría meterme el dedo en la nariz.

miércoles, 10 de mayo de 2023

Algo es algo.

 Asomada al balcón contemplaba el bullir de la primavera, tan loca ésta como las anteriores y se me llevaban los demonios. Todos disfrutaban del amor; la Flora y la Fauna más los seres humanos aprovechaban para ir cada oveja con su pareja ... o parejas ¿Y yo?

Mirase por donde mirase veía besuqueos, roces, piquitos, mantis comiéndose a los machos... ¡Un desenfreno total!- ¿Y yo qué? - Lancé al aire mi pregunta y para mi sorpresa el árbol de la calle dijo: - También me lo pregunto ¿Y yo qué? boba de Coria porque, encima, tengo que aguantar los fliteos amorosos de los gorriones, No hay nido sin jarana.

- ¿De qué te quejas, árbol? - Quisiera tener una pareja como esas que pasan por la calle. - ¿Un esqueje? - No. Una pareja para andar por la calle cogidos de la mano y besarnos de trecho en trecho ... - ¿Has bebido? 

Cuando unos lagrimones verdes resbalaron por su tronco encharcando luego el alcorque, entré en casa. Me estaba poniendo sentimental. Apuré dos vasos colmados de chinchón on the rocks y no tardé en caminar por la acera del brazo de un joven árbol muy airoso y chulapòn.

Delante iba una niña-árbol  dando saltos con ayuda de una raicillas que, aún incipientes, se enredaban unas con otras haciéndola caer al suelo. Un niño-árbol, algo mayor, la levantó tirando de las ramas altas - ¡Mira que bien va tener mucha hoja! - ¡Aaaaaaaayyyyyyyy, mamá! - se quejó la niña. 

Eran mi familia... ¿o solo a las sirenas se las permite ser mitad y mitad?


martes, 9 de mayo de 2023

La Coronación.

 El otro día, sentadas Pascualita y yo delante del televisor, con una jarra de chinchón on the rocks, almendras fritas, patatilla, queso mahonés y galletas de Inca ocupando toda la superficie de la mesita de centro, nos dispusimos a ver la coronación del nuevo Rey de Inglaterra y su Reina Camila. 

Suele pasar que me quede traspuesta en algunos momentos, cosa que ocurrió varias veces pero pude seguir el hilo de la ceremonia. Sin embargo acabé teniendo un sofocón al ver que todo había terminado sin que yo lo viera.

- Ya podrías haberme despertado, jodía (recriminé a la medio sardina que estaba bañándose, tan ricamente, en la jarra del chinchón) 

En la tele daban una película antigua, de espadachines y no le presté mucha atención porque, de pequeña las vi todas. Pero, de repente, el rey al que coronaban era clavadito a Charles palito, palito, palito. 

¡Era él! ¡El de las revistas! y aplaudí a rabiar porque ¡Si se corona, se corona como Dios manda! Con armiño, corona carísima y unción en aceite de oliva virgen. 

Corrí al teléfono: - ¡Abuela, dile a Geoooooorge que se ponga! - "Está llorando y se ha terminado una botella de chinchón" - Pascualita tiene un coma etílico y hace hipos. - ¿Yes... ¡hip!...? - ¡Geoooorge, que bonito llevarnos a la Edad Media a pesar del Brexit... - ¡Oh now! Tú now ,,, ¡hip!... y colgó


 

lunes, 8 de mayo de 2023

Escandaloso.

 Pepe el jibarizado está aburrido. Desde su repisa de la cocina no ve gran cosa... claro que tiene pocas posibilidades porque es una cabeza hueca y he decidido cambiarlo de sitio. Por lo menos oirá conversaciones y sobre todo escuchará cantar al "palizas" del árbol de la calle.

Ahora le ha dado por las rancheras y está todo el día lanzando jipíos al aire, como si nosotros tuviéramos culpa de algo.

Coloqué a Pepe sobre el aparador del comedor, así cuando mueva su ojo-catalejo nos "verá" a todos y estará más entretenido. 

Los comensales de la Santa Cena se asomaron, curiosos, para ver a su nuevo vecino. - Es un tipo raro (dijo uno) - Y bajito. Toca el suelo con la barbilla. - ¡Tiene la boca cosida! - Pondría a todos a parir. - ¿Tipo Cotilla? - Algo así

El parloteo duró toda la mañana y parte de la tarde; hasta que Pepe se hartó de ser la guinda del pastel y lanzó su OOOOOOOOOOOOOOOOOO más airado contra aquellos chafarderos que no tenían otra cosa que hacer que lo que estaban haciendo: chismorrear.

Media hora con el OOOOOOOOOOOOOO de Pepe bailando claqué en el cerebro es difícil de aguantar, cosa que no hicieron las bolas de polvo que, sabedoras que la unión hace la fuerza, se lanzaron una tras otra dentro del ojo-catalejo, que servía también para decir O, hasta que lo atascaron y se acabó el jaleo... - Que paz, que tranquilidad... zzzzzzzzzzzzzzzzzz


domingo, 7 de mayo de 2023

Espero que no...

La Cotilla habla y no para, del Cambio Climático. Algo maligno, dice ella, que arrambla con todo lo que le sale al paso. - ¡Yo misma soy un ejemplo de lo que digo! Pasó junto a mi, me envolvió con la fuerza de un huracán y me tiró al suelo

Para dar más veracidad a su discurso se subió en una caja de fruta vacía, en medio del mercado de Pere Garau.

- ¿Se hizo usted daño señora Cotilla? - No, pero pude hacerme mucho ¡Y no me pidió disculpas! - Es que hoy en día no se tiene respeto a nada. - A saber de dónde viene esta moda. Hay tantos países por ahí fuera donde la gente no tiene comodidades que se enteran que en España  las hay y se plantan aquí con lo puesto... - ¡No hay que preocuparse, esto son  modas cíclicas: lo mismo que vienen, se van! - La Cotilla estaba en su salsa y soltaba su verborrea como si fuera Castelar.

Fui a por el pan y la vi dando el mitin. - ¡Baje de esa caja! ¿No le da vergüenza engañar a éstas pobres gentes? - Oiga, de pobre nada, monada, que a mi me tocó la lotería. - ¡No la escuchen! - La señora Cotilla tiene razón ¡Que cambió climático ni que niño muerto! ¿Qué no hay agua? ¡pues no ser guarros y no habrá que ducharse cada día!

Cuando me iba para casa los partidarios de la Cotilla gritaban a voz en grito: - ¡¡¡COTILLA PRESIDENTA!!! ¡¡¡CAMBIO CLIMÁTICO, GO HOME!!!

Llegué a casa jurando en arameo: - ¡Solo nos faltaba la Cotilla metida a política ¡La madre que la parió!

 

sábado, 6 de mayo de 2023

El Cambio Climático.

 Sobre la barandilla del balcón se ha posado un saltamontes y Pascualita, que estaba tomando el sol a mi lado, se relamió, luego se agachó para tomar impulso y salió disparada hacia... ¡la calle! Había errado la puntería.

Me tocó bajar la escalera sin apenas tocar el suelo, tal era la velocidad de crucero que llevaba.

Pasé junto a la Cotilla que venía de sus trapicheos en ese momento. - ¡Heeeey! (gritó antes de caer de culo en los peldaños) ¡El Cambio Climático ya está aquí, Socorroooooooooooo!

Menos mal que no pasaba nadie por la acera. La sirena estaba grogui por el golpe que se había dado contra la acera. La metí en el bolsillo y no sé por qué me vino a la cabeza una visión: Pacualita rebozada en tempura y frita en un saltarín aceite de oliva. Hasta olí la fritura y me entró hambre.

Encontré a la Cotilla intentando levantarse del suelo. - Ay, nena. No sabes el miedo que tengo encima. Me he encontrado con el Cambio Climático y, sin mediar palabra, me ha empujado con una fuerza... Y ni siquiera se ha excusado el tío. Por cierto ¿qué comeremos hoy? - ¿Una paella? - ¡Huy, sí! - Pues, hala, vaya pintándola. - ¡Que cruz tengo contigo, boba de Coria!


viernes, 5 de mayo de 2023

Así me lo contaron.

 Impulsándose con su hermosa cola de sardina, Pascualita "voló" hasta la salita donde nos habíamos sentado la Momia y yo. Yo me llevé un susto y la bisabuelastra una alegría.

¡Pues era verdad que ya se conocían! y a pesar de los muchos años pasados, se saludaron como si se hubiesen visto ayer. - ¡No me lo puedo creer! Así que os visteis en un crucero por Mesopotamia... entonces veríais a Matusalem ¿no? - ¡NO!

La Momia dijo que iba en el precioso velero de sus padres, surcando las claras aguas de la costa mallorquina. Ella, asomada por la borda, gritaba llamado a los delfines que se hacían los longuis porque nadie les dijo que debían actuar para ella.

Menuda llantina le dio a la futura Momia. Claro, era rica, caprichosa y nunca se le negaba nada. La escandalera atrajo a la sirena a la que le gustaba un buen drama que un príncipe de Copenhague.

Se miraron cara a cara mientras los gruesos lagrimones ayudaban a mantener la cantidad justa de agua en el mar. Pero lo más espectacular fue la lucha de Pascualita (entonces aún no se llamaba así) contra un tritón, fanfarrón y chulesco, que apareció de repente. Los dientes de tiburón y la gran experiencia de la sirena le dieron el triunfo. Inmediatamente la futura Pascualita se comió gran parte del tritón y el resto, en un alarde de generosidad nunca vista en ella, se lo regaló a la niña que dió buena cuenta de ello. cosa que sus padres veían con estupor y agradecimiento porque su hija era una tiquismiquis a la que tenían que engañar con el truco del avión-cuchara para que comiera.

El velero, agradecido a su vez por haber conseguido callar a la pequeña histérica, se pasó una semana entera yendo de aquí para allá en el Mediterráneo por más que sus dueños se esforzaban para salir al Atlántico. Y así, la niña y la sirena tuvieron todo el tiempo de aquella semana, para hablar por los codos...

No fue hasta la noche, a punto de dormirme, cuando caÍ en la cuenta de que Pascualita NO HABLA.

jueves, 4 de mayo de 2023

¿Será verdad que se conocen la abuela y Pascualita?

A los estornudos de la Cristalera de afuera ahora se han añadido los sollozos de Pompilio. - ¿También tienes alergia al polen? - ¿Qué polen? ¡Buaaaaaaa! - Si no lo sabes te aguantas ¿no pretenderás que te de una lección magistral ahora? - ¿Qué es... ¡buaaaaaaaaaaaaaa! magistral? - ¡Hijo de mis entretelas, si es que no sabes nada de nada! - Sí que sé y mucho, de calcetines sueltos, pero apenas puedo conseguirlos... ¡buaaaaaaa! ¡La gente lleva los pies al aire! Que poca educación, como tú, por ejemplo.

- Tengo calor y ... - Llamaron a la puerta, era mi bisabuelastra y sus cubanitos culito-respingones. - ¡Pero bueno, que alegría verte por aquí! - Vas a contarme, ahora mismo, a qué viene lo de la foto del periódico. - No te preocupes... Es un malentendido y...

- Os he conocido a ti y a la sirena (me quedé de piedra) No pongas esa cara. La conocí en los últimos días del siglo XIX, en un crucero por Mesopotamia - ¡Halaaaaa! (fue todo lo que se me ocurrió decir) - ¿Se me ha ido la olla? (se preguntó a sí misma)

Dejé a los cubanitos culito-respingones en el rellano y entré en casa con la Momia - ¿Quiéres verla? - ¡Claro! - Y justo, en ese omento, encima de la pila de lavar del comedor apareció el ánima de mi primer abuelito, entusiasmado al ver a su amor platónico -

Debo reconocer que mi abuelito es un poco lapa aunque ,bien mirado ¿qué toca? ¡Aire! pero el no se desalienta.

Verlos juntos fue un soplo de felicidad verdadera que perfumó mi casa. El se hinchaba como un pavo real ante ella, luciendo un sudario último modelo de Christian Dior del que se desprendían pétalos de rosas de mil colores. 

Pascualita lo observaba todo escondida entre las algas de la pila de lavar. 

miércoles, 3 de mayo de 2023

El polen.

Mientras Pascualita y yo desayunábamos alguien empezó a estornudar como si no hubiera un mañana. Miré a Pepe el jibarizado, que nos contemplaba (es un decir) desde su estantería de la cocina. Estaba tan silencioso como casi siempre. 

- ¡Comensales! ¿estáis constipados? - ¡No, hija, no! (gritaron al unísono) pero puedes traernos el desayuno, boba de Coria. - Supongo que lo dijeron por hacer una gracieta porque, lo que es a mi menda, todavía no se me ha ocurrido darle de comer a un cuadro por muy Santa Cena que sea.

Seguí preguntando pero el que no dormía, bostezaba. Pregunté a la Cristalera: - Es mi hermana gemela quien estornuda (me dijo la muy pánfila) - ¿Por qué no me lo has dicho antes, Blancaflor? - No me habías preguntado, bonita. 

A todo ésto, la Cristalera de fuera soltaba estornudos a destajo. - Cuando le pregunté a penas entendí su respuesta: - AT... la culpa la... ¡CHISSSSS! tiene el ATC... árbol de ¡CHISSSS! la caaaaa... ¡CHISSSSSSSSSS!... lle. El muuuuu... aaaaaaaat... ¡CHISSSSSS! ... y Juanlanas lo lleeee... ¡ATCHISSSSSSSSSSSSS! na todo de po..., polen...¡¡¡ATCHISSSS!!!

-  Estoy regalando vida y así me lo agradece ésta inculta (se quejó el árbol dándose toda la importancia del mundo) - Si yo te contara lo zoquete que llega a ser.(mira que le gusta figurar a la Cristalera interior) Desde luego no parece mi hermana. (y empezó a darse lustre) aquello se convirtió en un drama decimonónico entre la hermanita pobre y la rica. O sea, la de dentro y la de fuera.

Mientras tanto,Pascualita seguimos a lo nuestro: ella poniendo perdida la cocina de cola cao y yo evitando mancharme.

martes, 2 de mayo de 2023

Campanas.

Mi primer abuelito apareció en lo alto de la lámpara del comedor con un sudario de Oscar de la Renta que emitía el tañido de la campana grande de la Catedral de Palma.

Media hora de campaneo fue excesivo para las paredes de casa que organizaron una protesta, junto con los vecinos de mi finca y adyacentes. 

La calle se llenó de gente vociferando pero, como no se les oía, era gracioso ver como, todos a una, abrían la boca y la volvían a cerrar al ritmo del ¡¡¡TALAN, TAN TAN!!!

Las paredes mostraron sus bocas a través de unas inmensas rajas, a cual más artística, que iban del techo al suelo y viceversa. Ahí me enfadé. Y mientras mi primer abuelito cruzaba la casa  volando a ras del techo, dejando tras de sí la artística escandalera, yo le preguntaba, inutilmente claro, - ¿Vas a pagar tú el arreglo de los desperfectos? - Una risa cascabelera y contagiosa, salía de, donde en vida, tuvo las cuerdas vocales.

En una de las pasadas que mi primer abuelito dio sobre la pila de lavar del comedor, Pascualita dio un salto superlativo agarrando con su poderosa dentadura de tiburón, la cola del sudario. Pero me bastó con mirar la cara de sorpresa de la sirena para darme cuenta de que su boca estaba vacía. Por primera vez había "degustado" un alma inmortal.

lunes, 1 de mayo de 2023

Investigando.

 La abuela había obligado a Geoooorge, su mayordomo inglés, a que la esperara en el rolls royce. El tema Pascualita debía ser tratado en el más riguroso secreto, siendo ésta la única sirena que quedaba en todo el mundo.

Me asomé al balcón cuando la Cristalera pidió a gritos que  la cerrara porque el sonido de los claxons airados era insoportable. Naturalmente, la cara exterior de la cristalera la llamó quejica, mimada, soplagaitas y muchas cosas más. Cerré para zanjar la discusión e hice un comentario a la abuela: - Geoooorge parece el zorro ante la jauría de conductores dispuestos a quitarle el rabo... ¡Vaya! No ha sonado muy fino ésto (pensé)

Pero a la abuela no le preocupaba el linchamiento, o no, de su mayordomo. - "¿Qué es eso tan feo que sale en la foto?" - Pascualita. - "¿Quién hizo la foto?" -  La mujer que iba con el calvorota. - "¿Y no la mordió? ¡Si es que mi sirenita es un angelito!" - ¿Cómo quedamos? ¿sirenita o angelito? ¿O una mezcla de todo ello? jajajajaja ¡Menudo espantajo sería!

Todos los personajes estaban asomados escuchándonos y, a la vez, cerraron los ojos cuando la abuela soltó un sopapo al aire que no me dio porque, en ese instante, llamaron a la puerta y fui a abrir, aunque noté el zumbido cerca de la oreja.

Era Bedulio el municipal. - Hola. Pasa. - ¿Está tú... ? - Sí, está mi primer abuelito. - Mejor me quedo aquí.- Sacó una foto ¡la del periódico! - ¿Eres tú? - ¿Yoooo? Si acaso la mujer del señor Li. 

Bedulio dio media vuelta sin perder de vista mi cara. Le oí remugar - Claro que es ella ¡Segurísimo! Con razón no hay quien le haga un bisnieto para su abuelita...