lunes, 8 de mayo de 2023

Escandaloso.

 Pepe el jibarizado está aburrido. Desde su repisa de la cocina no ve gran cosa... claro que tiene pocas posibilidades porque es una cabeza hueca y he decidido cambiarlo de sitio. Por lo menos oirá conversaciones y sobre todo escuchará cantar al "palizas" del árbol de la calle.

Ahora le ha dado por las rancheras y está todo el día lanzando jipíos al aire, como si nosotros tuviéramos culpa de algo.

Coloqué a Pepe sobre el aparador del comedor, así cuando mueva su ojo-catalejo nos "verá" a todos y estará más entretenido. 

Los comensales de la Santa Cena se asomaron, curiosos, para ver a su nuevo vecino. - Es un tipo raro (dijo uno) - Y bajito. Toca el suelo con la barbilla. - ¡Tiene la boca cosida! - Pondría a todos a parir. - ¿Tipo Cotilla? - Algo así

El parloteo duró toda la mañana y parte de la tarde; hasta que Pepe se hartó de ser la guinda del pastel y lanzó su OOOOOOOOOOOOOOOOOO más airado contra aquellos chafarderos que no tenían otra cosa que hacer que lo que estaban haciendo: chismorrear.

Media hora con el OOOOOOOOOOOOOO de Pepe bailando claqué en el cerebro es difícil de aguantar, cosa que no hicieron las bolas de polvo que, sabedoras que la unión hace la fuerza, se lanzaron una tras otra dentro del ojo-catalejo, que servía también para decir O, hasta que lo atascaron y se acabó el jaleo... - Que paz, que tranquilidad... zzzzzzzzzzzzzzzzzz


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