lunes, 15 de mayo de 2023

ABSTENIA PRIMAVERAL

 Pascualita está inquieta. - ¿No tendrás, otra vez, el celo? porque, hija, lo tuyo es para echarte de  comer aparte. - Me respondió tirándome un "cariñoso" buchito de agua envenenada a los ojos. Menos mal que ya la conozco más que si la hubiese parido y no me dio.

Sonó el teléfono; era mi segundo abuelito, Andresito: - Nena ¿sigues interesada en ser dueña de la Torre del Paseo Marítimo? - Eso ni se pregunta. - Vale, entonces te pido asilo familiar y pasaré unos días en tu casa para relajarme... o pido el divorcio a tu abuela. ¡No nos aguantamos! - ¿A ver qué iba a decir yo?

Sonó el teléfono: era la abuela: - "Nena, vendré a pasar unos días en casa..." - Estará tu marido. - "Pero es mi casa" - Es MI CASA... que lo sepasssss... - "¿Te ha chantajeado con la Torre del Paseo Marítimo?" - Evidentemente. - "¡La madre que lo parió!"

El espíritu de mi primer abuelito (el que faltaba para el duro) apareció envuelto en un florido sudario lleno de amapolas, rosas de pitiminí, lirios de mil colores, claveles reventones, etc. etc. y acompañado todo ello de abejas, moscardones, mariposas, hormigas y demás fauna insectivora.

- ¿Te gusta, nena? Me lo ha hecho Coco Chanel con la condición de que me lo lleve del Más Allá con la Abstenia Primaveral incluída. ¿Dónde la pongo? - Dásela al árbol de la calle... - ¿No será un sauce llorón (dijo la Abstenia) - No ¿por qué? - Porque para llantos, moqueos, ahogos, etc me basto yo solita.

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