jueves, 4 de mayo de 2023

¿Será verdad que se conocen la abuela y Pascualita?

A los estornudos de la Cristalera de afuera ahora se han añadido los sollozos de Pompilio. - ¿También tienes alergia al polen? - ¿Qué polen? ¡Buaaaaaaa! - Si no lo sabes te aguantas ¿no pretenderás que te de una lección magistral ahora? - ¿Qué es... ¡buaaaaaaaaaaaaaa! magistral? - ¡Hijo de mis entretelas, si es que no sabes nada de nada! - Sí que sé y mucho, de calcetines sueltos, pero apenas puedo conseguirlos... ¡buaaaaaaa! ¡La gente lleva los pies al aire! Que poca educación, como tú, por ejemplo.

- Tengo calor y ... - Llamaron a la puerta, era mi bisabuelastra y sus cubanitos culito-respingones. - ¡Pero bueno, que alegría verte por aquí! - Vas a contarme, ahora mismo, a qué viene lo de la foto del periódico. - No te preocupes... Es un malentendido y...

- Os he conocido a ti y a la sirena (me quedé de piedra) No pongas esa cara. La conocí en los últimos días del siglo XIX, en un crucero por Mesopotamia - ¡Halaaaaa! (fue todo lo que se me ocurrió decir) - ¿Se me ha ido la olla? (se preguntó a sí misma)

Dejé a los cubanitos culito-respingones en el rellano y entré en casa con la Momia - ¿Quiéres verla? - ¡Claro! - Y justo, en ese omento, encima de la pila de lavar del comedor apareció el ánima de mi primer abuelito, entusiasmado al ver a su amor platónico -

Debo reconocer que mi abuelito es un poco lapa aunque ,bien mirado ¿qué toca? ¡Aire! pero el no se desalienta.

Verlos juntos fue un soplo de felicidad verdadera que perfumó mi casa. El se hinchaba como un pavo real ante ella, luciendo un sudario último modelo de Christian Dior del que se desprendían pétalos de rosas de mil colores. 

Pascualita lo observaba todo escondida entre las algas de la pila de lavar. 

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