viernes, 19 de mayo de 2023

El sueño de Pepe.

 Pepe el jibarizado ha tenido un sueño. Nunca pensé que una cabeza sin cerebro pudiese soñar pero, como es gratis, he dicho ¡ancha es Castilla! y que allá cada uno con su cerebro, lo tenga o no.

Me lo ha dicho mi primer abuelito que, con eso de que es un alma del Más Allá y modelo de todos los modistos y modistas que andan por allí porque luce sus sudarios como nadie, habla todos los idiomas habidos y por haber:

- Paseando un día por la selva en busca de hojas exóticas con las que hacerse unos cuantos taparrabos porque ¡hay que ver lo rápido que se gastan! encontró una moneda de oro en el barro del suelo. - ¡Vaya! (se dijo) como brilla esto. Me lo colgaré en la oreja. - Pero recordó lo envidiosos que eran sus convecinos de tribu y no le pareció buena idea porque solían tener la mano muy larga y podría quedarse sin oreja.

Se pasó la tarde pensando y descartando: - ¿En la nariz? ... No. Me la cortarán. ¿En el cuello?... No. ¿En el dedo?... ¿la muñeca?... ¿el tobillo?... 

Terminó enfadadísimo con él mismo por haber encontrado la moneda. - ¿Quién me mandaría cogerla? Algún dios juguetón (se dijo mientras amenazaba con el puño a una nube que pasaba por el cielo en ese momento)

Irritada, la nube soltó un chaparrón de padre y muy señor mio sobre Pepe que notaba que se le iba complicando el día.

El chaparrón, además de dejarlo hecho una sopa, le despejó las ideas y supo dónde debía colocarse el hallazgo... Debajo de la hoja más exótica que encontrara. Claro, se alegró de haber resuelto el problema ... ¿Seguro?

- ¿Y qué más? (pregunté a mi abuelito) - Ya está. (y desapareció)


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