sábado, 31 de mayo de 2014

La abuela ha llamado para decirme que me va a hacer un regalo con el que voy a flipar - ¿Qué es? - "Ya lo verás" - ¿Y para decirme esto me llamas a las seis y media de la madrugada? -  "Claro. Hale, ya puedes volver a dormir" - ¡No podré hasta que vea el regalo! ¡Dímelo! - "Tengo demasiado sueño ahora. Hasta mañanaaaaaaaaaaaa"

Por su culpa no he pegado ojo hasta media hora antes de levantarme, que ha sido cuando me he dormido como un ceporro. En consecuencia he llegado tarde al trabajo y me he llevado una buena bronca del jefe.
Menos mal que he tenido el aliciente del regalo. Seguramente estará en casa cuando llegue... No puedo imaginar qué será... Tratándose de la abuela y con el estatus social que tiene ahora, quizás sea una joya. Al fin y al cabo solo tiene una nieta, que soy yo, que además le va a dar 10 bisnietos... bueno, creo que ya solo son siete. Es que no me apetece nada que Pascualita me siga mordiendo.

Al llegar a casa estaba la Cotilla. - Ya podría haber puesto la mesa. - Perdona pero soy la invitada. - ¿Ha venido la abuela? - No la he visto pero hay un ruido sospechoso en el comedor. - ¿Qué es? - ¡Y yo qué sé! No querrás que exponga mi vida estando en tu casa. Si hay un ladrón, es tuyo, bonita.. - Llamé al Municipal. - Diez minutos después Bedulio llegó a casa. - ¿Un ruido raro? ¿no será cosa de tu abuelito? porque si es eso yo me largo. - Ahora que lo dices, no me extrañaría porque también ha caído agua. He oído un chapoteo (dijo la Cotilla) - ¡Hasta luego! (gritó el Municipal mientras corría escaleras abajo) - ¡¡¡¿Para eso pago mis impuestos?!!! (grité asomada a la barandilla)

Armándome de valor, con la escoba en una mano y la espumadera en la otra, abrí poco a poco, la puerta del comedor...no había nadie. El suelo estaba mojado. Me acerqué lentamente al orinal y miré dentro. No vi a la sirena. Luego metí la mano y moví un poco las algas. Nada. Entonces oí un ruidito acercándose. Se me erizaron los pelos del cogote. El "enemigo" estaba a mi espalda. Blandiendo mis armas, me volví para enfrentarme a él... pero no lo vi ¿dónde estaba? Algo chocó con mi pie y de un salto me subí a la mesa ¿cómo lo hice?.. Misterio.

Y vi una escena alucinante: Un pequeño platillo volante, que no volaba sino que se deslizaba con unas ruedecitas por todo el comedor. Encima de él, como si de la mismísima Reina de Saba se tratara, iba Pascualita, dejándose llevar. Entonces sonó el teléfono - "¿Te ha gustado el regalo?" - ¿No será esa cosa rara que va por el suelo? - "Es un aspirador que se mete por todo. Seguro que ahora encontramos al conejo" -


viernes, 30 de mayo de 2014

Andaba yo en pijama por el pasillo, camino de la cocina, bostezando como si fuera el león de la Metro y rascándome a base de bien como hace toda persona recién levantada, cuando oí que abrían la puerta de casa. La abuela entró a paso de carga seguida muy de cerca por Geoooorge cargado con una aspiradora.

No estaba yo en las mejores condiciones para que me viera el inglés. En esos momentos mi glamour brillaba por su ausencia y deseé que me tragara la tierra ... pero ya me había visto y lo único que se me ocurrió fue encerrarme en el baño, lavarme y "restaurarme"

Cuando salí, el ruido de la aspiradora no dejaba oír nada. Me acerqué a la abuela y grité - ¡¡¡Si querías hacer limpieza general podrías haberme avisado!!! - Hizo un gesto al mayordomo para que parara un momento. - "Estamos buscando al conejo" - ¿Aspirando? - "Me da que pensar mal que  no recuerdes de qué color es..." - Mujer... jejejejejeje es solo que... si es gris puedo confundirlo con una bola de borra... - "¿Tienes muchas?" - Hay muchas debajo de las camas, del cantarano, de los roperos... - "¡Desde que yo me fui, vamos!" - ¡Pues mira, sí!

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaa! Cuando el inglés vio entrar a la vecina enrojeció y me dijo - ¿Cotilla tener llave outra vez? - Yes. (dijo yo con mi perfecta pronunciación británica) Es que me engañó... - Levantó los ojos al techo - ¡Que crouz tenemous contigou! - ¡La madre que lo parió! La Cotilla se partía de risa - ¡Y parecía tonto el guiri este! Bueno, os comunico que he puesto la casa en venta. - La abuela se le acercó, le acarició la cabeza y con mucho cariño le dijo - "¿Por qué no vas al médico a que te mire las meninges? El piso no es tuyo" - Lo tengo más que pagado. - "Pero es de alquileeeeeeeer. No puedes venderlo" - Si todos pensaran como tú, el mundo no avanzaría. Tengo que venderlo antes de que se caiga y recuperar mi dinero. - "¿Por qué se va a caer?" - ¡Por las prospecciones. Cuando la isla se tambalee yo quiero estar muy lejos. - "Pero si nuestro pres... " - ¡Fíate tú de los Pinochos! ¡¡¡Lo vendo y me largo!!!

Tuvimos que darle la botella de chinchón y ella misma se sirvió hasta que se calmó. - "Menos mal. Vaya perra que ha cogido con las dichosas prospecciones" - Los ojos bizcos de la Cotilla trataron de enfocar a la abuela sin conseguirlo y sin venir a cuento, empezó a reír - Jajajaja... ¡hip! ... ya han empezaaaaaaaaado... ¡hip! ... ¡Cómprame mi caaaaaaaaaaasa! jajajajajaja... ¡hip!... ¡Mira, mira coooooomo se jajajajajaja ... mueve el suelooooooooo... ¡hip! - Y así tuvimos que aguantarla hasta que se durmió
 

jueves, 29 de mayo de 2014

Sueño con el conejo de la abuela pero no veo su color ¡tiene narices la cosa! Tendría que preguntarle a ella pero entonces se daría cuenta de que pasa algo... Aunque mejor eso a que se de cuenta que nos lo comimos entre todos. Cuando lo pienso me corre un sudor frío por la espalda.  - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaaaa! - ¡No quiero hablar con usted!

- Haré el negocio del año y ya no tendré que pasarlas canutas para llegar a fin de mes... ¿quieres saber de qué se trata? - ¡No! - Te lo diré de todos modos. Alquilaré las habitaciones de mi casa y sacaré una pasta gansa... Pondré personal para que me ayude. Y tú dirás ¿dónde está la ganancia? ¡Muy sencillo! A los trabajadores se les paga poco y menos. Y que hagan muchas horas... Si no les gusta ¡puerta! Anda que no hay gente en el paro... - Cotillaaaaaaaaaaa (me ardía la sangre) -  Pagaré un iva bajo y los impuesto que los paguen los curritos como tú, que sois los paganinis de este País... ¿Por qué me miras así? Si los hoteleros se salen con la suya, los imitaré. Y si quieres, alquilo también las dos que tienes vacías y te pago un alquilerito - ¡¡¡Cotilla, largo de aquí!!!

Mientras discutíamos llamó la abuela - "¿Ya has encontrado al conejo? Mañana voy a presentarlo en sociedad" - ¿Sociedad Protectora de Animales? - "¡No! A nuestros amigos por parte de Andresito. No hace mucho uno presentó en sociedad a su cerdito vietnamita... Aunque la cosa no acabó muy bien porque el bicho se emborrachó con champán y dejó perdida la alfombra en cuanto se puso a evacuar por ambos extremos de su cuerpo. ¡Un asco!... Esta tarde mandaré a Geoooorge a recogerlo" - Vale, abuela... ¡Un momento! ¿de qué color es el conejo?... ¡No, no, no le ha pasado nada! Es que la Cotilla me está llevando la contraria. Yo digo que es blanco y ella dice que verde... ¡Es un decir! ¿Quién tiene razón, abuela? - "Desde luego, verde no es" - ¡Y colgó!

La rabia y el miedo me cegaron y corrí hasta el orinal decimonónico, cogí a Pascualita que dormía tan ricamente y se la tiré a la vecina a la cara... pero no acerté. En ese momento se había dado la vuelta para marcharse. Y la sirena acabó estrellada contra el espejo del aparador. ¡Y se armó el belén!... Cuando se vio reflejada debió pensar que era un rival y se lió a mordiscos y coletazos que no iban a ninguna parte, hasta que cayó extenuada. Solo entonces pude cogerla con el guante de acero. Antes de meterla en el orinal le puse unas gotas de chinchón en la boca, más que nada para congraciarme con ella.

miércoles, 28 de mayo de 2014

Estoy nerviosa perdida porque la abuela vendrá a comer "para estar un ratito con el conejo" ha dicho. Ni con Pascualita ni conmigo, con el conejo. En cuanto han abierto las tiendas he ido a comprar uno. Carísimo... Estaba dispuesta a pagar lo que fuera (siempre dentro de un orden) para evitarle el disgusto a la abuela y mi fusilamiento al amanecer. Cuando pregunté por qué era tan caro me dijeron que porque era enano... ¿Enano? ¡Alto ahí! ¿El otro también lo era? Intenté representármelo pero solo veía a Buss Bonny... Menuda papeleta ¡y maldita Cotilla!

Al final he vuelto con las manos vacías. No puedo arriesgarme a llevar a casa un conejo distinto al que teníamos... ¿Y de qué color era? Con los nervios no lo recuerdo. - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaa! - ¡A usted quería ver yo! ¿De qué color era el conejo? - La vecina me miró asombrada: - ¿Vas a hacer un dibujo para la pared de los Finados de El Funeral? - ¿De quién? - Del conejo. - ¡Pero si la abuela no tiene que enterarse de lo que ha pasado! Piense un poco, mujer ¿De qué color?

Se tiró un rato, sentada en la butaca con los ojos cerrados hasta que la oí roncar - ¡¿Cómo puede dormir con el problemón que tenemos encima?! - ¿Tenemos? A mi no me han dejado ningún bicho para cuidar. - Pero usted le dio matarile. - Porque pensé que era una rata - ¡¡¡Eso es mentira!!! - Lo juraré sobre la Biblia si es preciso. - Me deja a mi toda la responsabilidad... - Naturalmente... Creo que era jaspeado. - ¿Qué color es ese? - Eso queda a tu imaginación. Te doy carta blanca... ¡Blanco! ¡Era blanco! - ¿Seguro? - No, pero ¿si no nos acordamos nosotras porque va a acordarse tu abuela? - De esta no salgo viva.

A mediodía llegaron la abuela y Grooooorge. La Cotilla había puesto la mesa adornándola con unas flores cogidas de un búcaro que estaba junto a la puerta de una floristería. - Verás que comida más rica he hecho. - "¿Tú? ¿Qué has hecho?" - Un guiso... Venga, vamos a comer. - "Primero quiero ver al conejito. Lo he echado de menos" - ¿No prefieres comer antes? - "¡Que pesada!"

Me armé de valor y dije - No está en la caja. Lo he buscado toooooooda la mañana pero no doy con su escondite. - "¡¿Lo has perdido?!" - ¡No mujer! No te preocupes que cuando tenga hambre, saldrá.

La comida, que dudo que la cocinara la vecina, estaba buenísima. Hasta Geooooorge se chupó los dedos y preguntó, curioso: - ¿Qué ser estou? - Ay... no sé como se dice en tu lengua...  - "Te entenderá. Aunque sea inglés es muy listo" - Aquí le decimos cunill (yo empecé a sudar) conejo también se dice... y está hecho con cebolla... en sebes ¿Me entiendes? - ¿Por qué tiene que recalcar las cosas ésta mujer? Para desviar la atención grité - ¡¿Alguien quiere chinchón?! - Pero la Cotilla es como la gota malaya y seguía a lo suyo y preguntó a la abuela - Por cierto ¿tú conejo de que color es?... ¿jaspeado? - ¡¡¡La mato!!!

martes, 27 de mayo de 2014

La Cotilla ha pasado de la fama al más oscuro anonimato. Ya nadie la saluda cuando se cruza con ella en la escalera. Ni en la calle. Los que rebuscan en los contenedores de basura le dan la espalda. Hasta los curas de las iglesias donde "limpia" cepillos otra vez intentan cogerla infraganti, cosa que dejaron de hacer cuando supieron que representaba a un partido político. Nosotras tampoco la miramos. Es lo que tiene ser una perdedora.

La abuela y Geoooorge han ido al mercado y a la vuelta, han pasado por casa para dejarme un conejo... vivo. - ¿Cómo qué va a quedarse aquí? - "Andresito tiene alergia a los animales de pelo" - El conejo se come con cebolla, frito, a la plancha... pero no con pelo (dije, cargada de razón) - "¿Quién ha hablado de comérselo? Es mi mascota" - Pero si ya tienes a Pascualita. - "A pesar de lo corta de mente que eres, comprenderás que no puedo pasearla con una correa por la calle" - ¿Y al conejo, sí? - "¿Quién me lo va a impedir?" - ¿El primer perro que lo vea, por ejemplo?

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaa! - Ni la abuela ni yo contestamos. Pero la vecina tiene las espaldas muy anchas y ha echo como que no se enteraba. - ¿Hay conejo para comer? ¡Estupendo! - Nosotras seguimos como si tal cosa. - "Para eso está Geooorge. Para evitar que le ataquen" - ¿Quién quiere atacar a tu mayordomo? - ¡Pues no quiero tenerlo en casa! - ¿Con lo bueno que está este hombre y no lo quieres? (la Cotilla no se enteraba de nada) ¡Me lo quedo yo aunque sea inglés! - "Te lo quedas y punto. Y que no le pase nada o te las verás conmigo" - ¿Y si se escapa? No puedo estar vigilándolo todo el día? - (La vecina exclamó) ¡Mételo en la cama contigo, alma de cántaro y hazle alguna virgueria! Se te pegará como una lapa. - "¿Tú quieres la Torre del Paseo Marítimo... Sí o no?" - Vale, si... ¿y la alfalfa? - Los ojos de la Cotilla se abrieron asombrados - ¿Para qué la quieres? ¿No será para... vamos, ya me entiendes... para la cama... ¡No sabía que se usaba para estas cosas! Lo que aprende una... - "Geooooooorge la subirá ahora, Está en el coche" - ¿El inglés come alfalfa? Eso ya me cuadra más... ¿O es para hacerse tisanas? Son raros hasta decir basta.

Naturalmente, el conejo se quedó en casa. Le puse una caja en un rincón de la cocina y allí se quedó después de haber recorrido la casa de arriba abajo en plan de reconocimiento. Yo tuve que ir detrás con la escoba y el recogedor porque es una fábrica de hacer bolitas y dejarlas por ahí. Luego, en la caja, se durmió y yo me senté a maldecir a la abuela y al conejo.

Nadie había pensado en lo celosa que es Pascualita. En cuanto vio las carantoñas que le hizo la abuela al conejo, saltó desde el orinal a la caja y clavó sus dientecitos de tiburón en una de las orejas del animal. El pobre chilló, corrió, se estrelló contra los muebles, saltó batiendo récords de altura pero la sirena no soltaba su presa. Acorralé al conejo y con el guante de acero logré arrancarla y tirarla al orinal. Con los nervios, fallé y se estrelló contra el cristal de la ventana quedando aturdida. Mientras tanto, el conejo no dejaba de gritar y correr de acá para allá dejando su rastro de bolitas. Y entonces entró de nuevo la Cotilla y lo vio. Fue tras el como un perro de caza y en cuanto lo atrapó le pegó un golpe detrás las orejas y lo dejó seco.

Horrorizada, me puse a gritar. El vecino de arriba golpeó el suelo con la escoba. Pascualita, fuera de sí, saltó hacia mí en el momento en que la vecina se me arrimó  presentándome el conejo como trofeo - ¡Ya lo puedes guisar, boba de Coriaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!! - Pascualita cayó entre los cuatro pelos de la Cotilla y allí montó un zafarrancho de combate espeluznante. Los gritos, las carreras, los saltos, los golpes del vecino, los timbrazos de los otros vecinos. Todo se convirtió en un carrusel de alaridos y ruidos hasta que logré que la Cotilla se bebiera media botella de chinchón y cayera redonda en el sofá.

Solo espero que la abuela no vuelva a visitarme antes de que haya tenido tiempo de comprar otro conejo. ¡Encima me tocará pagarlo a mí!

lunes, 26 de mayo de 2014

Hoy el timbre de la puerta ha sido un jubileo. Cada vez que me asomaba había un vecino, o vecina, que preguntaba lo mismo - ¿Está la Cotilla? Harta de tanto abrir y cerrar, he puesto un letrero en la puerta: ¡NO ESTÁ!

Anoche la abuela se fue con Andresito a El Funeral a brindar por la victoria electoral de cada cual. Es lo que tienen de bueno las elecciones, que todos celebran algo. Total, hay que comerse y beberse lo que se prepara de antemano para celebrar el triunfo. Se llevó a Pascualita y esta mañana ha venido a traerla. Cuando viene de una fiesta, la sirena está descentrada. La música y el ruido la aturden y eso que a aprendido a moverse al compás. La abuela le da de comer de todo lo que hay en las mesas y el bicho engorda a ojos vista. Ahora no podemos sacarla del termo de los chinos. Está encajada. - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaa! - ha gritado la Cotilla, que ha entrado con su llave pillándonos con el problema del sobre peso de Pascualita en las manos - "¡Tírala!" (me ha susurrado, ansiosa y preocupada, la abuela) - Con los nervios no he calculado bien y ha salido disparada por la ventana con termo y todo. Menos mal que ha caído a los pies del Municipal que hacía la ronda por mi calle. Al asomarme he visto que tiraba el termo al contenedor de basura - ¡¡¡Noooooooooooooo!!! Bedulio, por tu padre ¡Cógelo! - ¿A mi padre? - ¿Qué le pasa? - ¿A quién? - ¡A tú padre! - ¡Y yo que sé! - ¿Seguro que no le pasa nada? - Me estás preocupando... Voy a llamarle ¿pero cómo sabes que no está bien? - ¡¡¡¿Y yo qué sé?!!!... ¡Y recoge el termo que es un recuerdo de mi infancia. - Pues parece de los chinos: - Chinos los ha habido siempre - (La abuela se asomó) "¿Con quién hablas?" - Se lo dije y entonces gritó - "Bedulio, por tu padre ¡¡¡Sube el dichoso termo!!!"

En tropel tras la vecina, han entrado los vecinos - ¿Se va a Europa o qué? Porque no hemos visto su partido en el periódico... ¿Se va, verdad? - Va a ser que no - (dijo la Cotilla) Se han quedado con nuestro programa unos que se llaman PODEMOS - ¡¿Nos han robado?! (gritó el del 3º). - Lo único que nos han dejado ha sido el nombre.- ¡A ese le he votado yo! (dijo una) - El marido saltó como una flecha ¡Pero si habíamos quedado...! - (A ella se la notaba enfadada) ¿Tú votaste al ¡¡¡Y TÚ MÁS!!!?' - Pues... bueno, a última hora... pensé qué... - ¿A cuál votaste? - A Esquerra republicana de Catalunya. - Poco a poco, todos reconocieron que ninguno de los vecinos había votado al partido de la Cotilla.

Estaba echa un basilisco - ¡Pues ahora os aguantáis todos porque me vais a tener hasta en la sopa!  ¡¡¡Ya no me voy a Europa!!! - Pero si usted misma no se votó (le dije). - ¿El voto es mío, no? ¡Pues le voto al que me sale de las narices! Erais vosotros los que me teníais que votar ... ¡Rajados!.

Cuando nos quedamos solas la abuela sirvió chinchón y tiró un chorrito al interior del orinal decimonónico - ¡¿Qué haces?! (gritó la Cotilla) ¡Menudo desperdicio! - "Es un conjuro... Se me tendría que haber ocurrido antes y hubieses ganado" - ¿No habéis oído?... parece un hipo... ¡otra vez!... ¿Es tu... abuelito? (la Cotilla había perdido el color) - Probablemente. - El chinchón siempre hace este efecto en Pascualita jejejejeje

domingo, 25 de mayo de 2014

He esperado a la Cotilla para ir a votar. Nunca he conocido a un candidato que esté comiendo en mi casa todos los días. Normalmente veo sus caretos en la televisión o en los periódicos pero la Cotilla es otra cosa y me hace ilusión presentarme con ella en el colegio electoral porque, normalmente, cuando el político mete el sobre en la urna siempre hay periodistas haciendo fotos y a mi también me sacarán, como acompañante suya.

Me ha extrañado que no viniera a desayunar y eso que le he comprado una ensaimada. Así que Pascualita ha podido comer conmigo y ha dado buena cuenta de la mía. Luego se ha bañado en mi cola cao tirándose en bomba a la taza y dejándolo todo perdido ¡Cuando sentará la cabeza este bicho!

Han llamado a la puerta y era el vecino de arriba - ¿No me diga que he echo ruido? - No es eso. ¿Irás con la Cotilla a votar?¿Puedo ir con vosotras? - Le dejé entrar y antes de cerrar la puerta otros vecinos han venido con la misma petición. Unos minutos después toda la escalera estaba en mi casa esperando a la vecina.

Media hora después han comenzado a deambular por la casa. Les ha llamado la atención el orinal decimonónico - Mira, nene, un orinal como el de tu abuela... ¿No queda mal de adorno, verdad? (dijo la del tercero) - ¡Poner eso a la vista es una guarrada! - ¡Pues a mí me gusta!... aunque estaría mejor con una maceta dentro. - No creo que sea un orinal (se metió en la conversación el del 5º) Esta gente son raritos pero ¿tanto?... Será un macetero comprado a un anticuario. - ¡Ja! ¿Esto? Lo habrá cogido de un contenedor de basura. Como si lo viera ¡Vaya porquería!

Me tenían hasta las narices. - ¿Quieren una copita de chinchón? (dije para ver si dejaban el orinal en paz) - ¡¿A éstas horas?! Nosotros no bebemos como vosotras - ¿A quién te refieres? - A tu abuela, la Cotilla y tú. Anda que no trasegáis. Sobre todo tu abuela jejejejeje ¡Mira que le gusta empinar el codo con lo vieja que es! - Nena ¿Por qué tienes agua en el orinal en vez de una maceta bonita... por qué esto es un orinal, verdad? (me preguntó la del 3º) - Harta de oirlos y aguantarlos, me puse en plan estupendo - Es una pieza de cerámica perteneciente a la corte de Versalles de Luis XIV heredada por la familia de mi abuelito. Y él es tan amable que me la ha dejado para lucirla en mi casa. - El marido de la del 3º le dio un codazo a su mujer que me miraba envidiosa - Lo que yo te diga. Es el orinal del Luis ese que ha dicho ¿O creías que los reyes no meaban?

Por fin, cerca de las doce, ha aparecido la Cotilla con la abuela - ¿De dónde venís? Están aquí todos los vecinos para acompañarla al colegio electoral - Pues de allí venimos. De votar. - ¡Pero yo quería ir con usted! - ¡¡¡Y nosotros!!!

Con la desilusión reflejada en las  caras, los vecinos y yo fuimos desfilando hacia la calle llevando en la mano el sobre que contenía la papeleta de ¡¡¡Y TÚ MÁS!!! Antes de cerrar la puerta, pregunté - ¿Ha votado a su partido, verdad? - ¡Por supuesto que no!

sábado, 24 de mayo de 2014

Aún me dura el enfado contra la Cotilla. La abuela dice que la culpa fue mía por avariciosa. Claro, que va a decir ella si siempre la defiende. ¿A ver qué hubiese echo ella si le ponen un caramelo en la boca ¡pues comérselo! Y lo peor es que no quiere devolverme la llave.

Y encima tengo un ojo como un colchón porque, con el disgusto se me ha ido el hambre y no he desayunado, pero a Pascualita eso se lo trae al fresco y ha reclamado el suyo. No le he echo ni caso preocupada como estaba con mis problemas así que, después de mucho saltar del orinal a la mesa, de la mesa al frutero, del frutero hacia mi y de mí vuelta al orinal, no se lo ha pensado más y me ha tirado un chorrito de agua envenenada al ojo. A causa del dolor he ido dando tumbos de aquí para allá y ha faltado el canto de un duro para que tirara el orinal al suelo. Afortunadamente, la herencia de Andresito sigue intacta.

Con todo lo que me ha pasado me he olvidado de mi tripa. Está perdiendo volumen y ya tendría que haber aplicado la técnica Pascualita si no quiero que se descubra el pastel. Mientras lo pensaba ha entrado la abuela, recuperada ya de la juerga del otro día - "¡Qué bien lo pasamooooooos!... ¿A ti qué te pasa? ¿Qué le has echo a la sirena?" - ¿Yooooooooo? ¡Nada! - "Tienes un ojo rojo"- ¿Y eso ya me hace culpable? La que me ha atacado ha sido ella ¡la puñetera sardina! - "¿Qué pasa con tu barriga?" (sus ojos escrutadores calibraban el poco hinchazón)

Tragué saliva y le conté una trola (¡otra!) - El ginecólogo me ha dicho que... se han fundido... - "¿Qué? ¿los plomos?" - ... dos fetos. - Se levantó y fue a por el chinchón. - "¿Te  estás oyendo? eso no puede ser" - Es lo que me dijo... ¿Acaso sabes tú más que él? - "¡Ahora mismo llamo al médico de Letizia!" - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaa! ¿Viene a comer Letizia? Vaya, vaya, comeremos exquisiteces... - ¿Su partido, el ¡¡¡Y TÚ MÁS!!! no es republicano? (le pregunté con rencor) - ¡Y yo que sé! Es de lo que nos convenga en cada momento... ¡Como todos! (entonces me miró y dijo) Estás adelgazando.

Al final solventé la papeleta convenciendo a la abuela para que hablara con el Médico. Y la convenció. - "Por lo visto, si hay muchos fetos juntos, es normal que se fundan unos cuantos... Que pena. Ya tenía hasta los nombres de los diez bisnietos" - Entonces la Cotilla cambió de tema - ¿Al final viene Letizia o no? - Va a ser que no. - Será por el partido. Su marido va con el equipo de rayas y lo verán juntos. ¿Tú lo verás con Andresito? - "¿Un partido de qué?" - De fútbol. - "Iremos a El Funeral y mientras ellos miran la tele, nosotras jugaremos a las cartas...Oye ¿no jugará el Baleares?" - Creo que no... ¿por qué? - "Como has dicho que uno lleva rayas"

viernes, 23 de mayo de 2014

Una de dos, o los vecinos son unos ingenuos o tienen muchas ganas de perder de vista a la Cotilla. Esta mañana han llamado insistentemente a la puerta y al abrir me he encontrado con ella. Me ha dado un empujón y ha entrado en casa como un torbellino - ¡Cierra, rápido! - ¿La persigue un cura? Ya le dije que un día se hartarían de su "limpieza" de cepillos... - ¡Calla, boba y escucha! - En la escalera sonaban gritos de ¡¡¡Presidenta, presidenta!!! que me desconcertaron - ¿No elegimos a Argimiro? ¿Por qué lo llaman presidenta? - ¡Me aclaman a mí!

Naturalmente se quedó a desayunar y me dio la tabarra para que le entregara de nuevo la llave de casa - ¡Ni hablar del peluquín! - ¿Qué te cuesta? Así podré entrar discretamente. No me gusta la fama ... - ¡Ah, se siente! Santa Rita, Santa Rita, lo que se da no se quita. - ¡Yo no te la dí. Me la quitó el jodío inglés! - Lo siento pero no voy a dar mi brazo a torcer. Aprecio mucho mi libertad, mi independencia, mi... - ¡¡¡Vale. Te he entendido!!!... - Seguimos desayunando, esta vez en silencio. Hasta Pascualita se asomó al borde del orinal decimonónico para ver qué pasaba.

Un buen rato después, la Cotilla volvió a la carga. - He estado pensando que todos tenemos un precio y tu no vas a ser menos. - ¡¿Quiere chantajearme?! Perdone pero tengo mis principios y nada ni nadie podrá doblegarlos. (me puse muy seria porque creía firmemente en lo que decía) - Torres más altas han caído, muñeca. - ¿Muñeca? ¿Me está adulando? jajajajajaja ¡Que divertido!

Dos horas después me había ofrecido el oro y el moro pero yo seguía incorruptible y me sentía orgullosa de ello. Nunca pensé que pudiera actuar así. Mientras la Cotilla me tentaba yo me acerqué al mueble donde guardé la llave que me había entregado y la guardé en el bolsillo del vaquero. No quería que me pillara despistada y me la robara.

Mientras comíamos (también se quedó a comer) llamó la abuela para decir que no vendría a verme porque anoche quedó un poco "perjudicada" en la fiesta del cumpleaños de Conchi. - Pasame el teléfono. - Se lo di y se marchó del comedor. ¡Menuda cotilla está echa, le gusta enterarse de las cosas de los demás pero no quiere que yo la oiga!

No volvimos a hablar más del tema de la llave has después de tomar el café. - Mira, nena, he pensado que como no tengo nadie a quién dejar mis cosas cuando muera y tu eres como si fueras mi hija... - ¿? - voy a nombrarte heredera universal - ¿Seguro? - Claro. Cuando tomo una determinación no cambio de opinión. - ¿Y qué me dejará? - ¡Mi piso! ¿Qué te parece? Así tendrás dos y podrás hacer negocio alquilando uno - ¡Gracias, Cotilla! (se me escapó una lagrima de agradecimiento) Siento haber sido tan desconsiderada con usted. ¡Tenga la llave!

No fue hasta la noche cuando caí del guindo ¡Maldita Cotilla! ¿Cómo va a dejarme el piso si es de alquiler! ¡¡¡Y se ha llevado la llave!!!

jueves, 22 de mayo de 2014

La abuela ha venido a revisar la ropa que aún tiene en el armario de casa. Allí guarda todo lo que no cree conveniente vestir en su nuevo barrio porque a Andresito le daría un soponcio si saliese con eso a la calle. Y bien que le gustaba verla cuando estaba soltero ¡Que raros son algunos hombres! - ¿Tienes añoranza de los viejos tiempos, abuela? - "En cierto modo... Antes me ponía el mundo por montera y no pasaba nada, en cambio ahora ..."

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaa! ¿Ya está tu abuela aquí? Parece que no tiene casa. Que mujer más pesada (dijo la Cotilla y se quedó tan fresca) - No sé que se trae entre manos. Parece que ha venido a vestirse aquí. - Eso es que se ha cansado del pánfilo de Andresito y le ha pedido el divorcio. Espero que no sea tonta y se quedé con la Torre del Paseo Marítimo. - No me ha comentado nada. - Cuando quiere es muy discreta. - ¿Usted cree?

Después de comer y hacer una siesta reparadora delante de la tele, la abuela se encerró en su antiguo cuarto y allí se tiró más de una hora. - ¿Qué estará haciendo? (dije lanzando la pregunta al aire. Pero la vecina la recogió) - Pensar en como darnos la noticia... Ya sabía yo que esta boda no iba a durar. No sabe llevar a su marido y mira que es fácil... - ¿Ya está preparando la red para cazarlo? - Bueno, nunca se sabe...

Cuando la abuela se presentó ante nosotras por poco nos caemos de espaldas. Estaba impresionante. Llevaba un jersey negro de angorina lleno de lentejuelas y espejitos; mini falda de cuero, medias negras de malla y unas botas, de tacón altísimo, de charol rojas hasta más arriba de la rodilla. Rojo pasión en los labios, pestañas kilométricas y una cresta en lo alto de la cabeza adornada con purpurina de distintos colores. Al cuello el termo de los chinos (ya sabemos quién iba dentro) Mientras se exhibía ante nosotras entró Geooooorge con la bandeja del te. Al verla quedó petrificado, los ojos le hacían chirivitas, la bandeja se le cayó de las manos estrellándose contra el suelo. En lugar de enfadarse, la abuela rió de buena gana - "¡Pasmao se ha quedado el inglés! jajajajaja"

De la calle llegó el sonido de un claxón - "¡Me voy que me espera mi amante!" - ¡¡¡QUÉÉÉÉÉÉ´!!! pero... pero... pero... - "¡No hay peros que valgan! Vamos a El Funeral a celebrar el cumpleaños de mi amiga CONCHI. Bailaremos hasta reventar y la primera canción que pondremos será..." - ¡¡¡Cumpleaños feliz!!! - "Esa se la cantaremos pero la primera será..." - ¡¡¡Paquito Chocolatero!!! - "¡Que no, coñe! Será ¡QUINCE AÑOS TIENE MI AMOOOOOOOR!" - Pero si tiene... - "Los que tenga. Y los quince también" - Corrió hacia el balcón (¡no sé como puede correr con esos zancos sin matarse!) y gritó - "¡Ya bajo, amor mío!" - La Cotilla y yo nos miramos con pena. - "¡Arranca ya el motor, Andresito!" - ¡Vaya, me quedo otra vez sin la Torre del Paseo Marítimo!
 

miércoles, 21 de mayo de 2014

La Cotilla ha venido muy arreglada. No la he visto así desde la boda de la abuela. ¡Hasta rímel se ha puesto en las pestañas! Y los labios pintados en rojo pasión que tiran de espaldas. - ¿Ese no es el mismo tono que usa la abuela? - Es posible... lo encontré el otro día en su casa. - ¡Lo ha robado! - Que boca más sucia tienes. Estaba abandonado en el lavabo de su habitación. - ¿Qué hacía usted allí ¡No me lo diga! ¡¡¡Cotillear!!!... ¿La ropa que lleva también estaba abandonada? - Es de un contenedor del barrio de tus abuelos. La ropa de allí luce más. - ¿Va de boda? - No. Es que voy a ser Presidenta.

- ¿De Europa? eso es mucho suponer ¿no le parece? - ¡Que no, tonta! Presidenta de la escalera. Esta noche hay reunión de vecinos para hacer el relevo y me toca a mí. - Pero el piso no es suyo. - Como si lo fuera después de los años que hace que vivo en él. - Esto es una Comunidad de PROPIETARIOS y usted es INQUILINA. - ¿Quién se acuerda ya de eso?

Durante la comida seguimos discutiendo pero la mujer no daba su brazo a torcer. Cuando Geoooorge nos sirvió la comida se la quedó mirando, muy serio y con los ojos como platos. Luego me miró a mi y dijo, medio estrangulado por la risa - ¿Ser... ser... glub... ser...? - ¡Que sí, hombre! Es la Cotilla... ¿A qué está guapa? - volvió a su seriedad profesional, cogió la botella de chinchón que estaba sobre la mesa y se la llevó - ¡Oye, inglés, trae eso! (gritó la vecina pero el mayordomo no le hizo porque creía que yo ya había bebido bastante)

A las siete de la tarde comenzó la reunión. Algunos vecinos no saludaron a la Cotilla porque no la reconocieron. Otros se daban codazos unos a otros y soltaban una risita. Ella estaba encantada por la expectación que creaba. Y así estuvo hasta que se nombró al nuevo Presidente - ¡Alto! Impugno el nombramiento. La Presidencia es para mí. ¡Me toca! - Y empezó el guirigay. - ¡No os liéis que no acabaremos nunca y hay partido en la tele! gritaba uno. - ¡¿Por qué no podemos ser presidentes los inquilinos si pagamos una cuota?! - La Cotilla se subió en el macetón de la entrada gritando - ¡¡¡Os pongáis como os pongáis, la Presidenta soy yo!!! - ¡Usted lo que tiene que hacer es pagar las cuotas que debe, tía fantasma! - ¡Administrador, que conste en acta que este mamarracho me ha faltado al respeto! - Ese mamarracho tiene más razón que un santo ¡Debe más de un año de gastos de escalera! - ¡¡¡El mamarracho lo será usted!!! dijo el aludido enganchándose con el administrador. Mientras, un grupo de vecinas se puso a gritar ¡¡¡Que pague lo que debe. Que pague lo que debe!!! - ¡Soy pensionista y no llego a fin de mes! - Lo que tiene es mucha cara ¡mal pagadora! - ¡Ni se le ocurra coger el ascensor mientras no pague!...

La cosa se estaba poniendo fea para la Cotilla y decidí intervenir - Vecinos, si el domingo saca los votos necesarios para ir a Europa ¡la perderemos de vista durante cuatro años! - El nuevo Presidente se estrenó diciendo - ¡El domingo todos a votar al  ¡¡¡Y TÚ MÁS!!! y encima tendrá dinero para pagarnos! Si gana la Cotilla ¡ganamos todos!


martes, 20 de mayo de 2014

La abuela, que no me deja en paz, ha venido a verme con algunas de sus amigas de El Funeral. Después de haber sido besuqueada repetidas veces por todas (las marcas de carmín en mi cara daban fe) Geooooorge ha preparado te como para un regimiento. Lo ha servido con una gran cantidad de pastas variadas de las que no han quedado ni las migas y de las que he podido probar muy pocas. Entre otras cosas porque no paraban de hablarme y de tocarme la barriga.

Todo han sido conjeturas y consejos a cual más estrambótico. En lo que todas han estado de acuerdo es que se me nota poco el embarazo - ¡Y no se mueven los críos! - Es que son pequeñísimos aún. - Pues yo me he llevado un chasco al verte (me dijo Conchi) Es que ni siquiera estás guapa... Claro que llevando 10 fetos a la vez lo mismo no está una para hermosuras. - Yo guapa no la veo... (dijo otra) si acaso tiene la nariz más larga. - ¡Qué dices, mujer! La ves rara porque se le han quedado los ojos como a los chinos. - "¿Estás segura de lo que dices?" (saltó la abuela) - ¡Mírala, si parece la hija de Fumanchú! ¿Es qué no lo veis? -  Hubo división de opiniones: - Un poco achinados sí que los tiene... - Eso será porque va estreñida.
Son cosas del embarazo (dijo otra "entendida") - La abuela se me acercó y me dijo al oído - "Ya me contarás lo que pasó con el señor Li"

Cuando me cansé de servirles de mono de Feria, indiqué al mayordomo que sirviera los licores. Con eso estuvieron un buen rato entretenidas pero cuando el alcohol hizo su efecto, volvieron a la carga - ¡Ahora la veo más china jajajajajaja! - Con lo que nos hemos bebido la veo a cuadros. - ¡Esa está tan embarazada como yo! jajajajajaja - ¡Qué más quisieras tú, rica... Oye... como te llames (dijo Conchi a Geooooorge) dame más drinki, tio!... Pues si no está embarazada... hip... mejor. El dinero del... hip... regalo lo fundimos en una... cena... hip... -¡Se apooooya la moción!... hip

Mi casa era una jaula de grillos y poco después oímos al vecino de arriba dar golpes. - ¡Baja y te haremos un hombreeeeeeeee! (gritó una y todas aplaudieron - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaa! - Al ver a la Cotilla se redoblaron los aplausos y se gritó ¡¡¡Presidenta, presidentaaaaaa El Funeral, en bloque, votará por tí!!! - Y cuando el jaleo era mayor, entró Andresito cargado de bolsas del super - ¡Traigo salchichas y cerveza! - ¡¡¡Bien!!! - le jalearon. - ¡Vamos a celebrar lo que han dicho los míos! - Aquí ya hubo división de opiniones - "¿Qué han dicho los Pinochos, cariño?" (preguntó la abuela) - ¡Que somos la Alemania del Sur! - ¡Naturaca, como que hay más alemanes aquí que en su país jajajajaja ¡ -Vamos a comer y déjate de tonterías (dijo la Cotilla) - Cuando Geoooorge sacó las bandejas de comida un hombrecito vino hacia nosotras pasillo adelante. Era el vecino que, como el inglés y Andresito, fueron arrastrados por la marea de mujeres hambrientas

lunes, 19 de mayo de 2014

Tengo que "hincharme" una vez más... Aprovecharé que Pascualita está sentada en el borde del orinal, mirando por la ventana, para cogerla desprevenida y hacerla rabiar para que cuando me muerda, lo haga con saña en distintos lugares y así la tripa quedará igualada.

Antes de que pudiera acercarme a la sirena, ha entrado la abuela y ha ido directa a la despensa. - ¡Buenos días, abuela! ¿Me traes algooooooo? - "Serán buenos días cuando te haya tirado todo esto a la basura" (y mientras hablaba se oían ruido de botes entrechocando) - ¡No! Me vas a dejar sin comida. - "¿Cómo quieres que se desarrollen los bisnietos si no comes nada natural? Tienen que salir fuertes y robustos" - Eso mejor que lo hagan fuera...  ¿o quieres que yo parezca la Madre de todas las madres? ¿Un portaniños desplazándose por la calle con grandes correas sujetándome la barriga? - "¡He dicho que no quiero ver ningún  bote más en ésta casa!" - ¿Y qué comeré? Le prohibiste a Geooooorge que volviese por aquí... - "Volverá pero, como me entere que pruebas el chinchón, te encerraré en mi casa  que hayas parido ¡Pero si casi no se te nota el embarazo! ¡Mis amistades hacen apuestas a mis espaldas sobre si hay bebés o no y de momento, gana el no!" - ¿Puedo apostar yo también? - "¡Que cruz tengo contigo, boba de Coria!"

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaa! ¿Qué está haciendo tu abuela? - Tirando los botes que trajo usted. - ¡Dámelos y los venderé! ¡Con la de tortas que me llevé y que di cuando los cogí del contenedor del sùper! - "¿Del súper? ¿Así quieres alimentar a los bisnietos? ¡Todo está caducado desde hace semanas!" - ¿Y qué? Cañete se lo comería... - "¡Pues se lo regalas!" - ¿Regalárselo? ¡Lo tiene claro!

Mientras las dos amigas discutían fui a por Pascualita y en la cocina la incité a morderme. Apreté un trapo de cocina entre los dientes hasta hacerlo trizas del dolor que sentí. Me revolqué por el suelo tratando de encontrar alivio, tragándome las lágrimas y los gritos. Lo único que me consolaba era ver como la tripa se iba hinchando uniformemente.

Tres o cuatro copas de chinchón después, cogí a Pepe-Crisogono y le advertí muy seriamente que como se chivara de lo que acababa de ver, lo único que quedaría de él sería una oreja, por respeto a Geooooorge porque, si por mi fuera, lo machacaría, liaría un cigarrillo con los restos y me lo fumaría.
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domingo, 18 de mayo de 2014

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaa! ¿Me esperabas a desayunar? pues ya estoy aquí - Tuve que lanzar a Pascualita al orinal decimonónico para que la Cotilla no la viera compartiendo mi ensaimada. - Entre mis muchos antojos no está el de desayunar con usted (le dije, arisca) - Mejor, así no te saldrá ningún crío con mi cara grabada en la espalda... ¡Café con leche! - No. Es cola cao. - Digo que quiero café con leche jejejejeje - Y se sentó a esperar que lo hiciera y se lo sirviera.

- ¡Ya sé a quién votaré el domingo! - Al partido ¡¡¡Y TÚ MÁS!!! supongo. - ¡Que va! - Pero si usted es la candidata. - ¿Y qué? el voto es secreto y personal, por eso votaré a quién me de la gana. - Pues sí que tiene confianza en sus ideas. - Ninguna. Yo quería que me dieran dinero para los gastos y ya lo tengo. Y como todo, o casi todo, me ha salido gratis ahora tengo un dinerito para ir tirando unos meses. - ¡Vaya cara! - Pues sí, es meterte en política y se te queda la misma que tienen todos: dura.

La Cotilla no volvió a abrir la boca hasta que acabó el desayuno. - Le votaré al abuelito de Heidi. - Tiene que votar a partidos españoles. - Ya lo sé. ¿Cómo se llama ese que se come los danones caducados  como la mayoría de los jubilados y los parados? - ¿Arias Cañete? - ¿Arías? ¿El de la mantequilla?... ¿Y Cañete quién es? - Son la misma persona que se apellida así. El prepotente intelectual que está convencido que las mujeres somos tontas... - ¿Estás hablando del abuelo de Heidi? - Sí. - ¿Si voy con tu abuela a un mitin suyo nos dejarán hablar? - Me temo que no. No tendría respuestas para tanto sentido común.

La abuela entró como un vendaval - "¡No me habléis de hombres que acabo de pelearme con Andresito! ¡Quiere que votemos a Cañete! ¡Vótale tú, enciclopedia andante! le he dicho con muy mala leche. Eso lo ha desconcertado. ¿Pero no habíamos quedado...? me ha dicho. Y yo le he gritado ¡Lo mismo que se queda, se "desqueda"! Ya nos apañaremos "las tontas de las mujeres" Y en casa lo he dejado, sin saber a qué ha venido todo. ¡Cómo voy a votarle a un dinosario antidiluviano como Cañete. Anda ya!" - Pobre abuelito. - ¡De pobre nada! - Vale, ya sé que es rico pero ¿no deberías haberle explicado de qué va esto? - ¡¿Yoooooooooooo?! ¿No son tan listos los hombres?! Que lo adivine"


sábado, 17 de mayo de 2014

Hoy he comido en la Torre del Paseo Marítimo y he tenido que hacerlo con las gafas de sol puestas porque la luz entraba a raudales por el ventanal y daba en la camiseta del Atlético de Madrid que llevaba puesta la abuela. Se la han echo en la Casa Dior de París y está cuajada de lentejuelas rojas y blanca formando las rayas colchoneras. - ¡Menuda horterada! (he gritado cuando la he visto)

Las lentejuelas lanzaban destellos y me daban en los ojos. Acabé llorando como una magdalena. Menos mal que me acordé de las gafas de sol y así pude comer sin tener que sorberme, constantemente, los mocos. A pesar de que a Andresito no le hace ninguna gracia verla por su casa, la Cotilla no se perdió la comida - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaa! ¿Qué es esto? ¡¿El Faro de Alejandría?! - "¿Te gusta mi camiseta? La ha pagado Andresito ¿a ver quién iba a ser? No le ha hecho gracia soltar tantos euros para los colores del contrario, porque es del Barça" - ¿Tú no?... Ahora que eres rica... -  "¡Por ahí no paso! Los colores son los colores. Hasta Geooooorge lleva el chaleco con rayas blancas y rojas y escuchad (la voz rota de Sabina cantaba: Que manera de sufir...) y remataba con un ¡Que viva mi Atlétic de Madrid!" - ¿Desde cuando eres tu futbolera? - "Desde siempre" (a dicho muy segura a pesar de nuestra sorpresa.

Después de comer llegaron los amigos de El Funeral. Todos enfundados en las camisetas atléticas y haciendo sonar carracas y vuvucelas. Conchi había cambiado a Paquito el Chocolatero de su móvil para poner a Sabina y nos ha dado la lata toda la tarde.

Cuando ha empezado el partido nos hemos sentado frente a una pantalla gigante que Geoooorge había preparado y hemos contrarrestado el sufrimiento comiendo pipas, patatillas, cacahuetes. En un solitario butacón de orejas, alejado de nuestro grupom estaba Andresito con su camiseta blaugrana y una triste carraca. Nuestros gritos subían o bajaba, con la intensidad del juego. Entre grito y grito vi que Pascualita, colocada como broche en el pecho de la abuela llevando un mini jersey con los colores del Atlético de Madrid.

En cuanto ha ganado nuestro equipo ha estallado el delírio por nuestra parte, en cambio Andresito se ha encogido hasta quedar reducido a un ovillo para pasar desapercibido pero la abuela no le ha dejado - "¡A bailar con Sabina! Alegra esa cara que he ganado un pastón en una apuesta. Dije que ganaría la Liga el Atlético de Madrid" - Al final todos salimos a la calle a celebrarlo, Momia incluída. - "¡Estáis todos invitados a perritos calientes y una cerveza!" - ¿Pero no te ha tocado un pastón? (dijo Conchi) - "Por eso os invito" - ¡Rácana!

La Momia se acercó a mi y me agarró del brazo - ¡Estoy muy contenta de que haya ganado mi equipo! aunque me extraña que no me hayan pedido opinión para cambiar los colores azules por los rojos. - ¿A sí? - ¡Claro! Toda la vida el Atlético Baleares ha ido de azul y blanco ¡Que caprichosos son los hombres!

viernes, 16 de mayo de 2014

Cuando a venido la abuela me ha encontrado haciendo limpieza general en la librería de la salita, que dicho sea de paso está atestada de libros falsos que ella compró hace años para que dieran el pego y hacer creer que le sale la erudición por las orejas. Con el paso del tiempo las cortinas que había puesto, a juego con los lomos, se gastaron, ahora hay otras que no tienen nada que ver. Además, hemos ido acumulando, a parte de polvo, otros libros, por ejemplo la biblia de los mormones que le regalaron a la abuela unos de esos jovencitos americanos, tan pulcros, que van en pareja a predicar y que ella intentó ligárse sin éxito. Y revistas. Muchas revistas de todos los pelajes. Hasta pornográficas he encontrado. Pero lo que me ha echo más ilusión ha sido descubrir mis antiguos Diarios.

- "¿Es un antojo que te pongas a limpiar una cosa que no se ha tocado desde hace veinte años?" - No exageres, abuela. Hace unos cuantos menos... ¡He encontrado mis Diarios! - "¡Ya ves tú! Ni que fuera el tesoro de Tutankamón... ¿A ver que dicen?" - ¡Oye, que son cosas particulares mías! - "Y si no llega a ser por los pescozones que te daba, no los hubieses escrito nunca"

Cogió uno al azar y antes de que empezara a leerlo entró la Cotilla. - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaa! ¿Que vais a hacer con tanto papelote? Me lo puedo llevar para venderlo al peso. - ¡Son mis Diarios! - ¡Ya ves tú! - ¿Es que no tenéis sensibilidad ninguna de las dos? Son mis recuerdos de niña.-  ¿Y? - "Voy a leer algo, a ver si nos reímos que vengo un poco decaída" - ¿Por qué? - "He asistido a la plantación de un nogal en homenaje a tres maestros en el instituto José Mª Llompart. Una placa con sus nombres los recordará para siempre. Entre ellas está Sobella... (la abuela me miró) si uno de los bisnietos es niña se llamará como ella. No sé si el nombre hace a la persona o al revés pero, en este caso, le cuadraba. La emoción nos ha abrazado a todos los que estábamos allí"

La Cotilla ha ido a por el chinchón para que brindáramos en recuerdo de la maestra y mientras, la abuela se ha puesto a leer: - "Me he levantado, me he arreglado, he desayunado, me he ido al colegio, luego al patio, luego a comer, y luego al colegio, después he salido, he merendado, he bajado a la calle a jugar, he subido a casa, he cenado y me he ido a dormir... ¡Vaya, ibas directa a por el Premio Nobel de Literatura jajajajaja" - ¡Me estás tomando el pelo! Si siempre sacaba las mejores notas de redacción. - ¡Brindemos también por eso! jajajajajaja (la Cotilla no pierde ripio) - "¿Las mejores notas? ¡Cómo serían las otras! Léelo tú misma" - Era verdad. Se me ha caído el alma a los pies... ¿Quién era esa niña de la que yo estaba tan orgullosa? ¿Existió alguna vez? ¡Menudo trauma! - ¡Toma, ilusa! Brindemos... hip ... porque no has cambiado nada a pesar de estar embarazada. Eres tan... hip...  tonta como siempre. - "Hip... Amén, Cotilla jajajajaja"



jueves, 15 de mayo de 2014

La abuela pensó que la Momia le había regalado la antigualla del orinal pero no, se lo había prestado. - "Cuando volví a la Torre del Paseo Marítimo y le comenté a mi suegra lo bonito que quedaba sobre el macetero el regalo que me había hecho, levantó el dedo índice, que parece un sarmiento y moviendolo de izquierda a derecha dijo ¡no, no! Te lo dejo. Pertenece al legado que le corresponderá a Andresito el día que me muera" - ¿Le deja el orinal en herencia? - "Por lo visto ya lo recibió su madre, luego ella y la tradición manda que ahora le toque a su hijo para que éste, a su vez,  se lo legue al Médico" - ¿Estás de broma? - "Se ve que los ricos son así" - Si va a ser del abuelito es como si ya fuese mío... - "Eso le contesté yo pero dijo que nanay. Que tiene tiempo de cambiar el testamento las veces que haga falta, así que no es seguro que acabe en manos de Andresito si lo deshereda por lo que sea" - ¿Qué puede ser este "lo que sea"? ¿Un morenazo caribeño que la cuide? - "Por ejemplo"

Esta mañana he hablado con Pascualita en presencia de Pepe-Crisogono - Tendremos que buscar otro sitio donde cobijarte... - La sirena tenía sus ojos saltones fijos en mí. Cada vez me recuerda más a la Cospedal, no parpadea. - Tendré que rascarme el bolsillo y comprarte un acuario de verdad... pero no ganaría para peces basureros, de esos que limpian hasta los cristales... Podría ponerte un bozal para que no te lo comas... - Pascualita saltó a la cabeza de Pepe-Crisogono y le mordisqueó la frente - ¡Estate quieta! A ver si Geooooorge va a denunciarme por maltratar a su antepasado. - Entonces sacó a pasear la dentadura de tiburón. - ¿Me estás amenazando?... ¡Ah, que quieres desayunar! Perdona.

La abuela llamó para decirme que vendría a comer con la Momia. - ¿Hago sopitas de leche? ¡No sé lo que come esta mujer! - Me mandó callar, dijo algo sobre unas gambas y colgó el teléfono. - ¡¿Gambas? ¿qué yo compre gambas?! ¡Anda ya! - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaa! Te he oído desde la calle y vengo babeando ¡Hoy comemos gambas!

La Momia, la abuela y las gambas han venido en el rolls roice conducido por Geoooooorge que se ha encerrado en la cocina a preparar la comida. Y la Momia se acercó despacito hasta donde está el famoso orinal de su abuela. - ¡Precioso! Le da elegancia a éste lugar. Procura que no le pase nada porque es muy valioso... - Valor sentimental ¿verdad? - Eso es lo de menos aunque en él se hayan sentado los principales culos de la familia. Está diseñado y pintado por un famoso artista irlandés, cuyas obras están expuestas en Museo Británico. - ¿Los orinales están... ahí? - No hacía orinales, querida, pero se enamoró perdidamente del trasero de mi abuela cuando ésta era una jovencita dulce, encantadora e inocente... - ¿Y si era como dice... ¿cómo se lo vio? - Es uno de tantos secretos familiares... La casaron muy joven. - ¿No se le ocurrió regalarle algo más romántico? - ¿Te parece poco un orinal hecho solo para ella? - No supe que contestar, aunque sí la Cotilla. - ¡A mí me hace esto un novio y se lo pongo por sombrero... o mejor, los vendo a los dos al peso! - Por eso nosotros seguimos siendo ricos y tú no. - ¿Por tener un orinal? - Por tener obras de arte... Por cierto ¿te quedas a comer, Cotilla?... es que no sé si nos bastaran las gambas... - "¡Pero si hay cinco kilos! (exclamó la abuela)"

Nadie había visto comer gambas a la Momia. Es rápida como un Fórmula 1. ¡No paraba ni para repostar! Las demás no dábamos abasto. En un santiamén los cinco kilos de gambas habían desaparecido. Casi cuatro kilos y medio, en su boca.Y solo pude guardar algún bigote para Pascualita.

miércoles, 14 de mayo de 2014

Cada vez que llaman a la puerta creo que es Bedulio que viene a detenerme por tener una antigüedad sin declara. A buenas horas se le ocurrió a la abuela invitar a su amiga Millonetis a casa. Cuando se despertó de la cogorza de chinchón se había olvidado del daño en el ojo pero no de la pila bautismal románica. Por lo visto, además de rica y chismosa, es arqueóloga y no se le escapa una.

He hablado con la abuela para ver si encontramos una solución. - "¡La tengo! He hablado con mi suegra y me ha regalado lo que puedes usar como pecera: el orinal de su abuela, que si no es románico, le falta poco" - ¿Quieres meter a Pascualita en un orinal? - "Es una belleza. Grande, de porcelana blanca y decorada con unas rosas rojas pintadas que son espectaculares" - Sí, culares seguro que son. - "¡No seas grosera! Es de principios de 1800"

- ¿Y si viene Bedulio a detenerme? - "¿Con un embarazo de diez bisnietos? ¡No se atreverá!" - Tendrá que hacer lo que le manden. - No me ha tranquilizado mucho esta conversación. La abuela ha mirado antes por Pascualita que por mí y ya me veo entre rejas y comiendo bocadillos de chope. - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaa! Acabo de ver al Municipal. - ¡¿Venía para acá?! - Estaba en el bar de la esquina tomándose un café. No me ha querido invitar el muy racano aunque se lo he pedido varias veces. - ¡Eso, usted enfadelo que luego las demás pagaremos las consecuencias! - ¡Que embarazo más tonto llevas, hija!

La abuela ha llamado avisándome que viene con la Millonetis. - ¿Para qué? (¡me ha colgado!) - Cuando llegaron, la mujer no se anduvo por las ramas. - La pila románica me la llevaré yo y no te denunciaré. Si te niegas atente a las consecuencias. - Me encanta las dotes de mando que tiene esta mujer (la Cotilla estaba admirada) - Vale... son 50.000 euros... - ¡Son narices! Me la llevo por la patilla ¿A saber de que expolio la sacasteis? - No me entero de lo que dice... pero se nota que es de la cuerda de mi gurú Bárcenas. Ordeno y mando.

No pude hacer nada más que dejar que se la llevara, para eso se había traído a su criado y la abuela a Geoooorge. Mientras discutíamos, el inglés entró en la cocina para ver a Pepe-Crisogono. Se le ve decaído al hombre desde que no puede estar con su "antepasado" .

Ahora Pascualita nada en el gran orinal decimonónico... ¿por qué los harían tan grandes? Bueno, es bonito y decora el sitio donde lo he colocado, en un macetero alto junto a la ventana. La sirena lo ha inspeccionado bien y se asoma cada dos por tres, para ver la calle. Aunque la primera vez ha sufrido un percance. Ha saltado hacia la ventana y se ha estrellado contra el cristal... He tenido que ponerle una tirita en la frente jijijijiji... Ahora está bizca jejejejeje... y atontadaaaaaaaaa jajajajajajajajaja ¡Que fea está jodíaaaaaaa! jajajajajajaja

martes, 13 de mayo de 2014

La abuela me ha llamado por teléfono. - "Vendré con una amiga de Andresito. Quiere ver tu casa" - ¿Quiere comprarla? - "¡Ni que fuera el Palacio Real! No, nena. Es que nunca ha visto la casa de una proletaria y le hace mucha ilusión" - ¡Si quiere ver circo, que pague entrada! - "¿Por qué te pones así?" - ¡Porque me da la gana! - "Te perdono porque tienes las hormonas revolucionadas con el embarazo que si no te daría con la mano plana en toda la boca... Haz una cosa. Pon un plato con monedas en el taquillón de la entrada y ella lo entenderá" - ¿Qué entenderá? - "Que tiene que dejar la voluntad después de la visita "cultural" - ¡La madre que me parió! - "Pero si esto lo hace incluso la Reina de Inglaterra" - Si es así...

Luego me preguntó por la mancha de la cocina - Se ve mejor ahora. - "¿A qué vendrá éste ahora?" - ¿Cómo sabes que es el abuelito? - "¡No lo voy a saber yo! Mira a ver si puedes quitarla antes de que vengamos" - Si no pudiste tú con todo lo que le echaste... - "¡Que lo pruebes te digo!" - ¿Y mi embarazo? - "Pues... que lo haga la Cotilla"

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaa! - La abuela quiere que quite usted la mancha - ¡¡¡¿Yoooooooooo?!!! No me arrimo a eso ni harta de chinchón, no vaya a sacar un brazo y me coja del cuello. - Estaría justificado - ¡Calla, calla. A ver si te oye! - La abuela no quiere que la mancha esté ahí cuando venga con su nueva  amiga a ver mi casa. - ¿Es rica? - Supongo. - Hay que darle buena impresión. Te ayudo pero la mancha no la toco.

A las cinco de la tarde entraron al abuela y su amiga Millonetis. Menos mal que en el barrio somos gente humilde pero honrada porque llevaba encima las joyas de la Corona. Antes de sentarse quiso verlo todo. La abuela me preguntó, disimuladamente, por la mancha - Está en su sitio (cuchicheé) - Y ese fue el momento en que puso en marcha el plan B para que su amiga no se fijara en ella. Para empezar le ofreció un chinchón - ¿Es proletario? (preguntó ilusionada) - "Totalmente. Lo beben los albañiles" - Y en vez de una copa, bebió dos. Iba de habitación en habitación (o sea, dos habitaciones) dando grititos - ¡Que horteradaaaaaaaaa! Me encantaaaa. - En el baño quedó extasiada - ¡Que chiquitín! ¿Cómo se puede mover una aquí? ¿Eres contorsionista, guapa? - En el comedor se acercó a la vitrina mirando, boquiabierta, la cristalería mientras seguía trajinando chinchón - ¡Así que estas son las cristalerías que regalaban con los polvos de lavar hace años! No las había visto nunca.

Al entrar en la salita quedó impactada ante el "altar" iluminado de Luis Bárcenas. - ¡Incluso los... hip... obreros le veneran! ¡Que graaaaaan... hip...hombre! - A la Cotilla le cayó un lagrimón. Por último entraron en la cocina. Los ojos de la Millonetis bizqueaban - ¡Oh, una mancha en... hip... el suelo! ¡Me encaaaaanta! - Con la mirada estrabica abarcó mucha más superficie visual y vio, por un lado, el cartel de ¡¡¡Y TÚ MÁS!!! colgado en la nevera. Y por otro la pila bautismal - ¡Me encannnntaaaaaa esta fot... foto abstracta... hip... La quiero paraaaaaaa... hip... mi salón. - Se acercó a la pila con el entrecejo fruncido - ¡¿Qué hace esta antigüedad aqui... hip...?! ¿La has... hip... robado? jajajajajajaja ¡Claaaaaro que sí! Estoy... hip... borrachaaaaaaaaa pero reconozco unaaaaaaaaaa obra de aaaaaaarte cuando... hip... la veo. - Dijo apuntando a la abuela con el dedo. Algo que a Pascualita le resultó amenazador y soltó un chorrito de agua envenenada al ojo de la Millonetis que, inmediatamente, inició la Danza Dolorosa entre gritos y llantos.

Cuando, después de beberse casi una botella de chinchón, se durmió en el sofá, le manifesté mi temor a la abuela - ¡Me denunciará! - "¡Por encima de mi cadáver de plumas y lentejuelas!"



lunes, 12 de mayo de 2014

La abuela ha hecho canelones y me ha traído una bandeja enorme - "Cometelos todos que tienes que coger fuerza para el parto" - ¡Aún queda mucho para eso! - "Los meses pasan volando y cuando te des cuenta, ya estarán aquí los bisnietos" - ¿Para qué tantas prisas?. - "Cuando estés en la recta final desearás que todo acabe cuanto antes. Estarás tan gorda que ni tú te conocerás cuando te mires al espejo" - ¿Me dices eso para animarme o para hundirme?

- "¿Sigue viniendo la Cotilla por aquí?" - ¿Lo dudas? - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! - Hablando del Rey de Roma, por la puerta asoma. - "A ti te quería ver yo. Me ha dicho Andresito que te has dedicado a pegar esos feos carteles en mi barrio y lo que es peor, ¡en la fachada de la Torre del Paseo Marítimo!" - ¿Por qué no me saludó? Le hubiese regalado algunos para tener un detalle con él ya que las fotocopias las hizo Geooorge en vuestro ordenador. - Por la cara de la abuela vi que nada de lo dicho le había echo gracia.

- "¿Mi mayordomo está de tu parte? ¡Ese no vendrá más a aquí!" - Pero si solo han sido dos mil fotocopias, mujer y las ha echo fuera de las horas de trabajo... - "¡Un mayordomo inglés no acaba nunca el trabajo!" - ¡Negrera! ¿No dijiste que me votarías? - "¿Y qué tiene que ver la velocidad con el tocino? Tengo que guardar las formas... Espero que cuando vuelva a casa, el cartel ya no esté" - Vengo de El Funeral y he dejado un montón de propaganda. - "Habrás dicho que han sido impresos en mi casa" - ¿Cómo quedamos? - "Los parroquianos de la cafetería son proletarios. Y si no lo eran, después de los recortes, ya lo son" - ¡Entonces de ahí sacaré un montón de votos! - "Depende del barrio en que voten, como me pasa a mí"

- Abuela no puedes prohibir a Geoooooorge que venga porque le ha cogido mucho cariño a Pepe-Crisogono. Sigue creyendo que, ya sea hombre o mujer, se trata de un antepasado suyo. Han hecho muy buenas migas la cabeza jibarizada y él. - "Pues procura que no se entere Andresito de lo que ha hecho o lo pondrá de patitas en la calle" - Yo no diré nada... ¿Y usted, Cotilla? - No lo sé.

Mientras estábamos en la cocina la abuela se fijó en la mancha que quedó en el suelo después de recoger el aceite caído. - "¿Quién es?... Me resulta conocido..." - Pascualita, harta de no ser el centro de atención, saltó de la pila bautismal y cayó sobre la "cara" dándose un buen porrazo. La Cotilla pegó un salto, dio media vuelta y salió de casa a paso ligero, diciendo - ¡No puedo con los fantasmas! - La abuela consoló a la sirena que se había quedado bizca del golpe. - "¿Qué ha querido decir la vecina?... Cree que es... ¡Mi primer marido! ¡Maldita sea. Ha vuelto! Ya le dije entonces a la Cotilla que tendríamos que haberle dado más mejunje." - ¡¡¡Abuela!!!

domingo, 11 de mayo de 2014

Geooooorge y la Cotilla han entrados juntos en casa y he tenido que tirar a Pascualita, deprisa y corriendo, a la pila bautismal. No le ha sentado nada bien, en parte porque se ha golpeado la cabeza contra el borde y porque estaba desayunando conmigo y no ha podido terminar.

El caso es que ni me han saludado Venían discutiendo, cada uno en su lengua, a voz en grito. Geoooorge ha preparado mi desayuno sin fijarse en que ya no lo necesitaba. Me ha puesto croasán y lo he metido entero en la pila de Pascualita, delante de las narices de mis "huéspedes" que no se han enterado de nada por lo enfrascados que estaban con sus asuntos.

Luego he cogido a Pepe-Crisogono y también lo he tirado a la pila. ¡Y Geooooooorge ha reaccionado! En dos zancadas ha llegado hasta ella y ha metido la mano hasta el fondo para cogerlo. Suerte que la sirena estaba entretenida acabando de desayunar, escondida entre las algas. El inglés, con la cabeza jibarizada entre las manos, me ha mirado sorprendido - ¿Po quéu? - me ha dicho (o algo así) - Se me ha antojado. - ¡Oh, nou, nou! - Además, ya le toca bañarse.

La Cotilla, que se había quedado con la palabra en la boca, se acercó a mí y me mostró una foto. - ¿A ver qué opinas tú? - ¿Un cuadro abstracto? - ¿Te gusta? - Pues... ¿Qué es? - El interior de un contenedor de basura ¡Pareces tonta! - ¿Y todas esas manchas son de roña? Pues no me gusta, qué quiere qué le diga. Es una porquería. - Es el cartel electoral del ¡¡¡Y TÚ MÁS!!! - ¿Piensa colgar ESO en las paredes de la ciudad? La van a multar. - Pero si es la realidad pura y dura. - La van a multar, se lo digo yo. - El inglés tampoco entiende la metáfora... ¡Es la despensa de muchos ciudadanos que no tienen dinero para comprar comida! -¿Por qué no pone una foto de Geooooorge? Es guapo y da ganas de votarle... - ¡La candidata soy yo!

La Cotilla se ha ido a hacer una encuesta por el barrio para ver si la foto gusta o no. Cuando ha vuelto hemos visto un resultado muy ajustado. - Mirad, aquí están los síes y aquí los nones. - ¡Casi empatan! - Sí, pero ganan los síes. Por muy poco, pero ganan... Por cierto, he visto a Bedulio y también le he preguntado. Ha dicho que como lo ponga me multará. - ¡¿Qué le he dicho yo?! - Porque el cartel pondrá en evidencia a los Pinochos y a Mateo. - ¿Qué Mateo? - ¡El Alcalde! - ¿Y por eso la multarán? - ¡Claro! ¿No lo decías tú? - Yo pensaba en la estética de la foto... Si es por esto otro ¡Póngala y que salga el sol por Antequera! ¡¡¡Y tú a callar, Geooorge!!! Trae el chinchón que vamos a brindar... No pongas esa cara que es un antojo.


sábado, 10 de mayo de 2014

Una rata gorda y lozana se ha cruzado conmigo en la calle y me he puesto a gritar como una loca. El bicho ha dado tal salto que a punto ha estado de subirse a la farola. Luego, reponiéndose del susto, me ha mirado con desprecio. Acto seguido ha continuado su camino hasta llegar a la cloaca más cercana y perderse en ella.

Cuando todo ha pasado me he dado cuenta de que la gente me miraba molesta. Les habrían molestado los gritos ¿Pero qué iba a hacer? Lo que estaba ante mi era una rata ¡una señora rata! Y no he corrido porque el miedo me ha paralizado... ¿Tan raro es? No entiendo este proceder. Era una rata. Como las que trajeron la Peste a Europa causando una mortandad. Las que aprovechan cualquier resquicio para entrar en nuestras casas y  colarse en la despensa... ¡Una rata, vamos!

La gente me dio la espalda y cada uno siguió a lo suyo mientras yo me hacía cruces ¿Solo me asustan a mí? ¿Por qué nadie ha intentado matarla? ¿A que ha venido esa actitud de desapego hacia mi? ¿Y si me hubiese mordido, qué? ... - ¡¡¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaaa!!! ¡Menudos ronquidos, guapa! - ¡¿Qué pasa?! ¿Y la rata? - ¡No me digas que hay una aquí! (gritó la Cotilla) - En la calle... Hace un momento yo... estaba en la... calle. ¿Qué hago aquí? - Dormir. Habrás tenido una pesadilla. ¿Nos tomamos un chinchón para despejarte?

- No le des más vueltas al sueño. Tal vez se trataba de una de las ratas que tenemos asignadas cada ciudadano. Hay unas cuantas para cada uno. - ¡Regalo las mías a quién las quiera! - Yo prefiero sortearlas y sacarme unos euros. - ¿Tiene usted alguna explicación del por qué la rata me ha mirado con desprecio? - ¿Me lo preguntas como vecina o es una consulta profesional? - ¿Profesional de qué? - Interpretadora de sueños. Y eso tiene una tarifa. - ¡¿Me está pidiendo que le pague por una chorrada?! -

Después de discutir un rato, la Cotilla ha dicho - Has hecho algo tan vil que hasta las ratas de cloaca te desprecian... ¡Ya está! ¿Cuándo comemos? - Se me pusieron los pelos de punta y la carne de gallina. ¡Es cierto! ¡He engañado a toda la familia con mi falso embarazo! ¿Acaso la indiferencia de la gente será el castigo por haber mentido? ¡¡¡Aaaayyyyyyyyy!!! ¿Qué hago? ¿Finjo un aborto múltiple? ¡No puedo. Se descubriría el pastel! - La Cotilla no me quitaba ojo - ¿Estás bien? - Sí, sí (disimulé) ¿por qué? - Porque me he comido tu tiramisú y ni te has enterado. - ¡Maldita sea. Era mi antojo del día!

viernes, 9 de mayo de 2014

La Cotilla sigue a Geooooorge por todas partes. Se ha convertido en su sombra y en un problema porque cada vez que se gira, se la encuentra. Y estas cosas pasan en mi casa. - ¿Tiene que venir a dar la nota y la lata aquí? Le recuerdo que vive en el 4º piso. - Pero no está tan bien acondicionado como éste y si vienen futuros votantes a interesarse por lo que ofrecemos en el programa electoral... - ¡Vaya! ¿Ya tiene uno? - No. Lo iremos haciendo según nos pidan los electores que les arreglemos esto y aquello... - Menudo susto se llevaría si sacaran un escaño ¿eh? - ¿Susto por qué? viviría en Europa. - ¿Acaso vive en la Conchinchina? - ¿Esto es Europa?

A pesar de que Geoooorge apenas se entera de lo que le dice la vecina, él va hablando, vaya usted a saber de qué porque lo dice en inglés. - Me recuerda a la cola de un perro (le dije a ella). - ¿Por qué? - Porque siempre va pegada a él. - ¡Qué cruz tengo contigo!

¡Yo lo veía yo venir! En uno de los encontronazos entre el mayordomo y la Cotilla se ha derramado un litro de aceite de oliva en el suelo de la cocina. El olor se ha extendido por toda la casa como si fuera un olivar de Jaén. Y de repente se me ha antojado pan con aceite ¡hummm, se me hacía la boca agua!

A pesar de haber recogido el aceite volcado y fregado y refregado el suelo, a quedado una mancha. El pobre Geoooorge ya no sabía qué más hacer para que desapareciera. Está ahí ha quedado para recordárle a la Cotilla lo pesada que es.

La comida no ha sido muy amena. Estábamos disgustadas pero hemos dado buena cuenta del menú que nos ha puesto el inglés. Luego, en silencio, hemos tomado el café y el chinchón. Yo solo he tomado una copa porque estando embarazada no quiero abusar... Ya sé que no es posible pero ¿y si fuese verdad? Antes he tenido un antojo. El Médico, que sigue de cerca mi "preñez" para hacer un estudio sobre la sugestión, me dice que tengo un embarazo psicológico. Pero yo cada vez tengo más confianza en que voy a ser mamá, aunque sin comerlo ni beberlo y sobre todo, sin catarlo que es lo más triste... Aún no le he preguntado si al final habrá niños o no.  Prefiero que sea una sorpresa... ¿Quién sabe? De todas maneras pienso cuidarme.

La Cotilla, en desagravio con Geoooorge, ha llevado las tazas a la cocina y entonces hemos oído su alarido espuznante - ¡¡¡¿Qué ha pasado?!!! - Mi primer pensamiento ha sido para la sirena pero la he visto durmiendo la siesta plácidamente en la pila bautismal. El mayordomo y yo hemos llegado a la par a la cocina. La Cotilla estaba arrimada a la pared, con Pepe-Crisogono en sus manos crispadas y la vista, desorbitada, fija en el suelo. - ¡¡¡Hay una caraaaaaaaa que me miraaaaaaaaa!!! - No le faltaba razón. La mancha de aceite formaba las facciones de una persona... - ¿No le recuerda a alguien? - le pregunté a la Cotilla. - ¡¡¡Sí. A tu puñetero abuelo!!!

jueves, 8 de mayo de 2014

Voy a tener a Pascualita enfadada todo el día. La pobre estaba durmiendo a pierna (o cola) suelta, arropadita bajo las alga del fondo de la pila bautismal cuando la he cogido bruscamente, sacándola del agua y agitándola como si fuera un frasco de jarabe. Y encima le he gritado ¡¡¡Despierta, sardina de las narices. Despiertaaaaaaaaaaaa!!!- Todo esto ha ocurrido a las 6,30 de la madrugada. Cuando aún no habían puesto las calles. Cuando el vecino de arriba estaba en el mejor de los sueños.

La sirena ha saltado de mi mano como impulsada por un resorte. Con los ojos de pez a punto de salirse de las órbitas. Y con la dentadura de tiburón dispuesta para morder. La he cogido en el aire con el guante de acero y la he dejado sobre mi tripa... ¡Ha sido horrible! Una escabechina. Y mis gritos, desgarradores, escalofriantes .El barrio entero se ha levantado con la piel de gallina - ¡Están matando un cerdo! (oí decir a un vecino del otro lado de la calle) - ¿A éstas horas? (respondió otro) - Serán matanzas clandestinas ¡a ver si nos cae alguna sobrasada por las molestias! - ¡¡¡A callar, coñe!!! - ¡Mariano, llama a la policía!...

Y mientras yo daba saltos mortales de dolor, el vecino de arriba (el de la escoba-bombo) no dejaba de aporrear mi techo - No tardó en llamar Bedulio a la puerta - ¿Dónde está el cerdo?

Le enseñé la despensa donde colgaba un triste trozo de longaniza - Es que estando embarazada no puedo comer embutidos... - Entonces ¿de dónde ha salido el cerdo? - Mira en la bañera, quizás esté descuartizado jejejejeje (¡y miró el muy jodío!) - ¿A ti que te pasa que vas doblada? ¿Y esas manchas de sangre en el camisón? - Son del cerdo (dije sin pensar) - ¿Así que hay un cerdo? ¿Te ha mordido? - Me he caído. - No cuela (me dijo) - Pues... Me he rascado fuerte con las uñas y... - Tampoco. - A ver ahora... me he apuñalado. - ¿Por qué? - Para suicidarme. - ¿Y eso? - Estaba arrepentida de haber matado al cerdo jajajajajaja - ¿Te estás quedando conmigo? - ¡Siiiiiiiiiiiiiiiiii! jajajajajaja ¿Nos tomamos un chinchón... con unas lonchas de jamón? jajajajajaja Eso sí, no se lo cuentes a la abuela. - ¿Qué es ese ruido del techo? - O es el vecino de arriba... o mi primer abuelito... - ¡Calla, calla!

Cuando más tarde llegó la abuela, dijo - "Menudo cotilleo hay en la calle a cuenta de un desaprensivo que ha matado un cerdo de madrugada". - Pues no me he enterado de nada. - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaa! ¿habéis oído lo del cerdo? - "Esta no. Es un alma cándida" - Quiero que votes a mi partido político. El ¡¡¡Y TÚ MÁS!!! - "Me suena a proletario venido a menos. Lo siento pero no puedo. Ahora tengo un estatus y debo votar en conciencia con mi cartera" - ¡Abuela! - "Ni abuela, ni leches. Si Andresito vota a los Pinochos, yo también" - ¡Te has vendido por unos euros! - "¿Unos euros? ¡¡¡Muchos euros!!!" - Aunque no lo creas, tus bisnietos te están oyendo... ¿qué pensarán de ti? - ¿Con mes y medio ya oyen? ¡Que cosas! (dijo, asombrada la Cotilla - "Está bien. Todo sea por ellos, pero a Andresito ni mú" - Y brindaron por ello. Yo con agua - ¡Guapaaaaaa! ¡¡¡Y TÚ MÁS!!! - ¡Tía petardaaaaaaaaaa! ¡¡¡Y TÚ MÁS!!! - Y cuando entró mi abuelito, la abuela grito como si lo anunciara - "¡Andresitoooooo! ¡¡¡Y TÚ MÁS!!!

miércoles, 7 de mayo de 2014

Por lo visto la Cotilla tiene don de gentes porque Geoooorge está entusiasmado ayudando a convertir a una vieja harpía en una dama democrática de toda la vida. De momento los dos se lo están pasando estupendamente. Esta mañana han llenado la cocina de papeles blancos. - Venimos de una imprenta de pedir recortes de papel tipo papeleta electoral. Ahora solo tenemos que escribir los nombres de los que nos presentamos a las elecciones y repartirlos por los buzones de las barriadas de Palma. - ¿Escritos a mano?... ¿Eso es legal? - No lo sabemos pero tendrá que serlo porque los jubilados con pensiones mínimas o los que tienen que pedir para comer, no tenemos euros para imprimirlas ¿no te parece? - No sé...

Geoooorge tuvo una idea mejor. Usará la impresora de mi abuelito y quedarán las papeletas más presentables. Estaban tan contentos que me ha dado rabia no estar a la altura pero es que tengo una preocupación que no me deja dormir: mi tripa está menguando otra vez y no me seduce nada tener que exponerla a la mordedura de Pascualita. Solo de pensar la de mordiscos que me va a dar hasta febrero, que es cuando se supone que nacerán los bisnietos, me entran los sudores de la muerte. Pero ahora no puedo volverme atrás...

La abuela ha venido a verme - "Juraría que estabas más gorda la última vez que te vi" - Depende de donde se coloquen los críos. Hoy deben estar dispersos por la tripa y no abultan tanto. - "Vas a ir al ginecólogo de la Princesa" - ¿Qué Princesa? - "¿Cuál va a ser? solo tenemos una" - ¡¿Letízia?! ¡Ni hablar! No quiero quedarme como un fideo después del parto. Quiero seguir siendo una mujer "normal" con sus michelines, su tripa caída, las tetas gordas... - "¡No digas más tonterías! Además, la factura la pagaremos Andresito y yo, o sea, Andresito y Andresito" - ¡¡¡Que no!!! - "No sabes lo que me ha costado conseguirte una cita con ese médico ¡Irás y no se hable más!" - ¿Una cita para... ligar? - "¡¡¡Geoooooooooooooorge!!! - El inglés se presentó ipso facto, tieso como una vara y se inclinó ante su ama - "Piensa bien antes de responder (el tono de voz era amenazador e incluso a mí me puso los pelos de punta) porque te juegas el cuello (y se pasó un
dedo por su gañote como si se lo rebañara) ¿Mi nieta a bebido chinchón... Eh? - Le vi ponerse pálido, tragar saliva y secarse el sudor de la cara surgido de repente. Después carraspeo y dijo con voz clara. - No, madame. - La abuela dejó que su mirada asesina resbalara lentamente por el cuerpo serrano de su mayordomo y éste no se inmutó. Entonces, agitando los brazos para que las baratijas compradas en la tienda del señor Li sonaran como castañuelas, dijo - "Prepara el té, Jogito y pon rebanadas de pan con sobrasada picante en lugar de esas pastas ridículas que no me llegan a un diente"

martes, 6 de mayo de 2014

Justo cuando me sentaba a comer ha llegado la Cotilla. Al verla, Geoooorge ha puesto mala cara pero como es muy educado, la ha dejado entrar aunque sin hacerle ninguna reverencia. - No sé cómo puedes comer sola, ni creo que sea bueno para tu salud (y ni corta ni perezosa, ha levantado el brazo y chasqueado los dedos) - ¡Inglés, que sean dos platos! - El hombre, atónito, se ha puesto más tieso que una vela mientras casi podía verse humo saliendo de su cabeza ¡Todo un mayordomo inglés tratado como un camarero de chiringuito! Pensé que allí se estaba mascando la tragedia y escondí, rápidamente, el cuchillo del pan bajo la servilleta. Si tenía que haber sangre, que la hubiera pero en mi casa no, que luego hay mucho que limpiar.

Geoooorge clavó en mi sus ojos furiosos esperando la orden de echar a la vecina con cajas destempladas pero lo único que hice fue sonreirle encantadoramente, subir los hombros, encantadoramente también y señalar mi tripa como diciendo ¡Antojos!

Mientras dábamos buena cuenta del almuerzo la Cotilla me contó su nueva idea parao yo llegar a fin de mes sin problemas. - ¡Voy a presentarme a las elecciones europeas! - ¿Con qué partido? - ¿Con el Baleares-Constancia? - Ese es de fútbol y ya se ha jugado. Tiene que ser político. - Uno que me inventaré. - ¿Y qué sabe usted de Europa? - Lo mismo que todos los votantes: NADA. Votamos por inercia. - ¿Tendrá un programa electoral por lo menos? - ¿Para qué? ¿Quién lo tiene? Todos hablan mal de los otros. Y de lo que van a hacer si ganan ¿a quién le importa? Total, mienten más que hablan.

- Si te presentas a las elecciones, dan dinero al Partido y quién necesita más ese dinero ¿los que ya se han forrado todos estos años o los pobres, los parados de larga duración, los emigrantes que han perdido su empleo, los desahuciados...o yo misma? ¿Sigo? - No hace falta. Me ha convencido. - Será un puntazo que vaya a votarnos la futura madre de 10 críos repetidos y futuros parados... Pero aún no sé como llamar a mi partido... - Quizás con el postre se nos iluminen las ideas.

Pero no. Fue tomando café y chinchón, servido por Geoooorge sin rechistar cuando volví a señalarle mi barriga que se está convirtiendo en un chollo. De repente grité. ¡Ya lo tengo! Con lo Cotilla que es usted el Partido !!!Y TÚ MÁS!!! le va como anillo al dedo. - Lo celebramos a base de bien y acabamos dejando seca la botella. Entré en la cocina a por más y allí estaba el inglés, llorando a moco tendido y contándole lo desgraciado que era a su ¿antepasado? Pepe-Crisogono. Aquello me tocó la fibra sensible y le pasé un brazo por los hombros - Vamos, vamos, hombre de Got. Siéntate y bebe con nosotras la fundación de un nuevo partido político. Serás nuestro Whiston Churchil que de Democracia los ingleses sabéis un rato... ¡Brindemos jejejejeje pero que no se entere mi abuela, darling!

lunes, 5 de mayo de 2014

De madrugada me he despertado con una sensación de cabreo que me he desvelado... ¿qué había soñado? ¡Ni idea!... pero el caso es que no me pude volver a dormir y acabé en la cocina preparándome un cola cao y una copita de chinchón. Tengo que aprovechar cuando estoy sola porque me tienen controladísima.

En cuanto anochece Geoooorge se va a la Torre del Paseo Marítimo. Dice la abuela que no tenemos que dar que hablar al vecindario por eso no deja que se quede a dormir aquí.- "Siendo mujer soltera te pondrán de vuelta y media cuando vean tu embarazo" - ¡Abuela! estas cosas ya no se miran... - "¿Qué no? Todo el mundo querrá saber quien es el padre para darle las dos orejas y el rabo por la puntería que ha tenido ¡Nada menos que 10 bisnietos a la primera!" - ¿Y yo qué? - "Tu con parecer un portaaviones y aguantar equilibrio y peso, vas que chutas. Ya verás la de chistes que harán a tu costa. Y no quiero que piensen que el artífice de todo esto es Geoooooorge" - ¿Por qué es un simple mayordomo? - "Yo no reniego de la clase obrera, boba de Coria. El inglés trabaja para mí. Punto... Además, seguro que no ha sido él porque no eres su tipo" - ¡Vaya. Que selectivo es!

De noche me encuentro muy sola, a pesar de Pascualita y Pepe-Crisogono. Hecho de menos a la Cotilla pero no quiero rebajarme yendo a buscarla... ¿Y si llega Geoooorge y la encuentra aquí?... ¡Un momento! creo que me estoy idiotizando. Nadie se ha preocupado nunca de mi y ahora que todos están encima parece que no puedo pensar por misma ¡Anda y que le vayan dando al inglés de las narices!

Y subí al 4º piso a buscar a la vecina. Pensé que rechazaría mi invitación pero no se hizo de rogar y sentadas en la cocina trasegamos la botella de chinchón - ¿Y si ... hip... nos descubre el... hip ... inglés? - ¡Que se ... hip ...chinche! - ¡¿Brindamos... hip... por esssssssso? - ¡Ya... hip... tardamossssssssss!  - Esto no... hip ... puede serrrrrrr bueno para ... hip... los bebés. - ¡Claaaaro que no... hip... ¿Qué bebés? (dijo la vecina) - ¡¡¡Chinchón!!! jajajajajajaja - No tardaron en sonar los golpes del vecino de arriba. - ¡Ya está aquí el... hip... el del... bombo! jajajajajajaja Para bombo el tuyo... jajajajajaja - Entonces me dio por llorar - ¡Buuuuaaaaaaaaaaaaa No pasaré por... hip... la puerrrrrrrrrrta! - Jajajajajajaja ¡Venderemooooooooos la... hip ... exclusivaaaaaaaaa! (gritó la Cotilla)

A las ocho en punto llamó Geooorge a la puerta y luego abrió con su llave. Quedó horrorizado al entrar en la cocina y encontrarnos a las dos sentadas debajo de la mesa cantando Asturias patria querida a voz en grito mientras el del bombo seguía aporreando su suelo. - ¿Que ser estou? - Y parecía listo ¡Una borrachera como un piano jajajajajaja! - Señorau Cotillau ¡fuera! ¡Go home! - No, no, no (dije yo, algo mareada) ¡Media vuelta, ar! desfila hacia... hip ... la puerta, inglés. Deja las... hip... llavesssssssss in the taquillón y te piiiiiiiiiiiiras, tío... hip. - Geoooorge dudó entre las ordenes de su jefa y las mías. - Es un ... hip... antojo. Ya sabes lo que... hip... es eso jejejejeje - Medio minuto después, el mayordomo cerró la puerta tras él.

domingo, 4 de mayo de 2014

Hoy me he levantado con el ánimo agridulce. Es el día de la Madre y como no tengo no puedo felicitarla pero, por otra lado ... ¡me ahorro el regalo! Todo en esta vida tiene dos caras, como las monedas y hay que buscar la que mejor nos vaya. La abuela no es mi madre, la Cotilla no tiene hijos, la Momia sí tiene (Andresito) pero con los ciento y pico de años que tiene, ni se acuerda. Entonces ni hay regalos ni felicitaciones ni nada de nada. Menos mal porque con los recortes con los que nos castigan los Pinochos, tengo la economía casi en la UCI.

Así que, al ser para mí un domingo normal, había pensado dedicarme a no hacer nada que para eso tengo a Geoooorge... Pero no me había echo el desayuno, ni había comprado la ensaimada, ni el periódico... Qué raro. Esperé un rato hasta que Pascualita saltó a la mesa de la cocina - ¿Has visto al mayordomo? ¡No tenemos ensaimada! ¿Qué hacemos? - Al final intenté meter a la sirena en el termo de los chinos pero no cupo ¡dichosos michelines! así que la puse en el broche y fuimos al horno. Una embarazadísima como yo no puede estar sin comer.

Tiempo después oí abrirse la puerta de la calle y entraron en tropel Geoooorge, los abuelitos y unos hombres uno conocía, cargados de regalos a cual más grande. - ¡¡¡FELICIDADEEEEES!!! - ¿A quién? - "¡A ti, alma de cántaro! Es el Día de la Madreeeeeeee" - El cerebro ya os juega malas pasadaaaaaaaaaaasssss. - "Pero lo serás en breveeeeeeeee ¡Mira los regalos que te traemos" - Una vez todo desembalado, allí había cinco camas, sábanitas, mantitas, diez ositos de peluche, un montón de biberones, otro montón de pañales de todas las tallas, jabones, talcos, colonias de bebé, chupetes y no sé cuantas cosas más. - ¿No crees que ya soy mayorcita para jugar a las muñecas, abuela? - "je, je, je ¡que graciosa eres!" - ¿De verdad? (alucinaba)

- ¡Avemariapurisimaaaaaaaaaaaaaa! ¡Cuanto trasto! - "Todo es poco para los bisnietos" - ¿Ya han nacido?... ¿No? Es que tengo un lío con éstos crios... - Faltan cinco cunas, abuela. - "Mientras sean pequeñitos pueden dormir de dos en dos, uno en la cabecera y otro en los pies. Es una idea de Andresito." - Por eso es rico ¡que rácano!... ¿Dónde vamos a meter todo esto? - "Ya te apañarás" - Creí que con tanto crío iría a vivir a la Torre del Paseo Marítimo. - "¿Alguien te ha dado pie para que creas tal cosa?" - Pues... no. - "Pues, eso"

- Se me ocurre que hasta que nazcan los bisnietos podemos alquilar estas cosas a madres que las necesiten y nos sacamos unos euros (dijo la Cotilla ilusionada). - Era la mejor idea que había tenido la vecina desde hace mucho tiempo. - ¡Vale! ¿pero porqué dice "NOS" si todo esto es mío? - Porque he tenido la idea. - "El reparto será entre tres que para eso los he traído yo" - ¡Pero tu eres rica, abuela! - "¿Y por qué no puedo serlo un poco más?" - ¡¡¡Egoista!!!

Al cabo de un rato Andresito ya estaba harto de oírnos y quiso zanjar la discusión - Si se gana algo yo me llevo la mayor parte, que para eso lo he pagado. - ¡Hasta ahí podríamos llegar! ¡Que un rico nos pisara el negocio! Lo echamos de casa con cajas destempladas y a punto estuvo de rodar las escaleras. Para calmar el sofocón que nos habíamos llevado, nos sentamos en la salita y nos servimos chinchón... Cuando Geooooorge entró para avisar que la comida estaba lista y me vio, me arrebató la copa sin contemplaciones: - ¡¡¡No, no, no. AGUAAAAAAAAAAAAA!!! - ¡La madre que lo parió!... FELICIDADES A TODAS.


sábado, 3 de mayo de 2014

La abuela, convocada por la Cotilla, ha venido a casa y he aprovechado para quejarme de mi discriminación en las celebraciones. - Es que no cato el chinchón... - "Ahora no puedes, Eres un enorme huevo lleno de bisnietitos y hasta que no rompan el cascarón, te toca estar en el dique seco".- Yo te he oído contar que cuando tuviste a mi madre te ponías tibia de vino tinto. - "No es lo mismo. Aquello era para tener más leche pero tu aún no has llegado a esa fase" - ¿Leche con tintorro? - "¡No seas basta! Estos críos tienen que tener la mejor educación desde antes de nacer"

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaa! ¡Menos mal que has venido porque estoy que trino. Ese inglés tuyo es una calamidad y se dedica a hacerme la vida imposible. ¿Crees que a mis años me merezco este trato? - "¿No te trata de usted?" - ¡Y yo que sé si no lo entiendo al jodío! - "¡Esa boca! que están los bisnietos presentes" - ¿Ya?... Me ha quitado las llaves de esta casa y ha tirado a la basura ¡las velas del altar de Luis Bárcenas! Me está llevando a la ruina (la Cotilla, nerviosa, se retorcía las manos y estaba a punto de las lágrimas) ¿Cómo voy a hacer ahora unas copias de las llaves? ¿con qué dinero? La paga no me llega y encima tira las velas. ¿Y si se va la luz? ¡El bobo de Coria éste debe creer que aquí atamos a los perros con longanizas! Qué más quisiera yo ¡no iba a dejar ninguna!

Muy puesta en mi papel de Gran Madre Intocable, dije: - Lo del altar de Luís Bárcenas ha sido cosa mía. En cuanto le he contado, así por encima, quién es ese tipo y su corte celestial cobra-sobres, no he tenido que insistir. Lo ha tirado todo al cubo de la basura en un plis plás - ¿A señorau Cotilla gustar tramposous? Señorau Cotilla ser tramposau también. No buenau para childrens futurous. - ¿Eso qué quiere decir? ¡¿Por qué no habláis en cristiano para que os entienda?! - "Geoooooorge piensa que eres como Bárcenas" - Que más quisiera yo tener el talento que él tiene. - "Piensa que no le convienes a los bisnietos" - ¡¿Eso ha dicho el bobo de Coria éste?! ¡¡¡Lo rajo!!! - En este momento apareció el mayordomo llevando en una bandeja té con pastas y las tres nos sentamos, muy modositas, a la mesa. - "¿No ibas a rajarlo?" - ¡¡¡Abuela!!! - Lo primero es lo primero y ahora toca comer.

Me estoy poniendo como una vaca burra de gorda. Y encima me hago de rogar cuando me obligan a salir de casa a caminar porque es bueno para no sé cuantas cosas. Pero si ya camino de casa al trabajo y del trabajo a casa ¿qué más quieren? ¿Tengo yo la culpa de trabajar a dos manzanas de aquí? La Cotilla, para congraciarse con nosotras se ha ofrecido a acompañarme, o mejor dicho, que la acompañe yo a ella. - Iremos a las iglesias, así el estirado éste no tendrá nada que decir. - Porque no sabe a lo que vamos... Le advierto que, en mi estado no puedo correr si nos persiguen... - ¿De verdad estás embarazada? - ¡Que síiiiiiiii! - ¿Del Médico? - ¡Quite, quite! Eso sería casi incesto, consanguinidad ¡un pecado como la copa de un pino...! - ¡Pero si no te toca nada el hombre, alma de cántaro! - No estoy yo tan segura... - ¡Ah! tu sabrás.

He decidido que, tal vez, empiece mañana los paseos con la Cotilla. Con la abuela no, porque ella irá sentada en el rolls roice y yo andando por la acera con la lengua fuera. Y ahora, aprovechando que Geooorge ha salido, me estoy tomando un chinchón con Pascualita que me lo agradece haciendo la señal de OK con sus deditos color ahogado.

viernes, 2 de mayo de 2014

Esta mañana ha sonado, imperativamente, el timbre de la puerta y Geooooorge ha ido a abrir. Yo estaba desayunando con la misma elegancia que debe hacerlo la Reina de Inglaterra: con el periódico abierto sobre la mesa, la ensaimada, el cola cao, el zumo de naranja natural, la miel, el vaso de agua... Todo puesto en una bandeja adornada con un tapete de puntilla y un jarroncito con flores. Frente a mi estaban Pepe-Crisogono (al que el mayordomo trata siempre con mucho respeto cuando le quita el polvo) y Pascualita, camuflada entre la fruta del frutero. Es tanta la tranquilidad y sosiego que me rodea cuando como desde que estoy "embarazada" que me temo que voy a ponerme como una vaca sin necesidad de que me muerda la sirena.

Entonces, como una locomotora de vapor a toda pastilla, vi venir por el pasillo a la Cotilla. Llevaba los ojos inyectados en sangre y bufaba como un toro antes de entrar al capote. Malooooo. - ¡¡¡Dile a este hijo de la Gran Bretaña que le voy a meter una denuncia más grande que el Peñón de Gibraltar!!! - Buenos días, Cotilla (dije con mi voz cantarina, saludándola amablemente) - ¡¡¡Déjate de tonterías que de buenos no tienen nada!!! - ¿En qué puedo servirla? (desde que tengo mayordomo no me reconozco) - ¡¡¡Dile al memo éste que me devuelva mis llaves de ésta casa!!! - ¿Perdón, querida vecina? - ¿Pero qué te pasa? ¿Te has vuelto aún más tonta de lo que eres? ¡¡¡Este maromo ha entrado en MI casa y me ha ROBADO las llaves de ÉSTA casa!!! ¿Lo has mando tú? - ¿Yoooooooooooo? Dios me libre de rebajarme a cosas tan domesticas.

Salió a la misma velocidad que había entrado y poco tiempo después volvió acompañada del Municipal que, al ver la estupenda y educada reverencia que le hizo Geoooorge, no quiso ser menos y le hizo, a su vez, otra al mayordomo. - La Cotilla me ha dicho algo sobre... ¿llaves? - ¡¡¡Sí. Llaves!!! ¿Tu también estás tonto? - Un respeto que soy la autoridad. - Pues éste fantoche ha entrado a robar en mi casa (y señaló con un dedo acusador al inglés que, siguiendo la tradición anglosajona, ni se inmutó) - ¿Las llaves de su casa? - De la suya. - ¿De la suya de quién? - ¡De esta casa! - ¿Si eran de aquí, que hacían allí? - ¡Las necesito para entrar! - ¿Entrar dónde? - ¡¡¡Aquí!!! - ¿Esta es su casa? - ¡No! Y no te hagas el tonto que ya lo sabes. - ¿Y qué hacían las llaves de AQUI en su casa? - ¿En qué casa? ¡Ya me estás liando! - Vamos por partes (dijo Bedulio) Geoooooorge ¿ha -cogido- usted- las- llaves- de- ésta- mujer? (hablaba sílaba a sílaba como si el inglés fuera tonto) - ¡No! - Pues ya está resuelto el asunto. Ha cogido sus llaves, no las de usted. - ¡¡¡Pero estaban en MI casa!!! - ¿Qué hacían allí?

Así se han tirado media hora, cada vez más liados. Al final la Cotilla, presa de un ataque de histeria, ha gritado: - ¿Y quién me paga las copias que hice de la llave? - ¿De qué llave? (volvió a preguntar Bedulio) - ¡¡¡De la de aquí!!! - ¿Quién le encargó las copias? - ¡Nadie! Las hice por si perdía alguna... y ahora resulta que me las ha quitado todas este hijo de la Gran...! - ¡Chist! A ver si vamos a tener un conflicto internacional. - ¡Pues que me las pague él! - Por la cara que pone, creo que no... - ¡Pues ella! - A mi que me registren que con estar embarazada de 10 bisnietos voy que chuto. - Serán hijos (corrigió el Municipal) - No, señor. Te aseguro que son bisnietos. - ¿Es un antojo creer eso? - Así es. - Pues no se hable más.

Al final nadie quiso hacerse cargo del pago de las llaves y a la Cotilla le dio el telele. Gritó, pateó, insultó, lloró y cuando un chorrito de agua envenenada le entró en el ojo, multiplicó todo esto por mil. Al final tuvimos que darle chinchón para que se calmara... y al vecino de arriba también cuando vino a protestar por el jaleo. Y ya que la botella estaba destapada, aprovecharon la ocasión el Municipal y Geoooooge. - ¿Y yo qué? (protesté) - ¡¡¡AGUA!!! - ¡Maldito embarazo!


jueves, 1 de mayo de 2014

Ha pasado una cosa extraordinaria: las superficies planas de los muebles han amanecido blancas. Debe ser el polvo en suspensión ocasionado por los trabajos de albañilería que mandó hacer la abuela en casa. ¡Es fantástico! Lienzos sin estrenar en los que puedo dar rienda suelta a la imaginación. Y eso es lo que he hecho, incluso antes de desayunar. ¡Que placer pasar los dedos trazando arabescos, pintando los girasoles de Van Goog, las estrellas del firmamento egipcio. Era puro arte lo que estampé en las mesas, el cantarano, el taquillón de la entrada...! Yo misma estaba maravillada pero, de repente, todo se esfumó. La magia negra,convertida en trapo del polvo, lo fue borrando sin piedad. - ¡¡¡Noooooooooo!!! ¿Qué has hecho, Geoooooorge? - Yo limpiar mamarrachous - ¡La madre que te parió, inglés de las narices! Mucho presumir de Museo Británico y resulta que no sabes apreciar la calidad cuando la tienes delante. - Esto no querer nosotrous en England. Niños pequeñous hacerlo mejour.

Este sabrá mucho de preparar el té pero de arte no tiene ni puñetera idea. Afortunadamente logré salvar los Girasoles que había hecho sobre el cantarano. - ¡Ni lo toques! - Well... ¿Querer desayunou? - Yes... ¡Digo, sí!

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! - Siempre venir cuando oler comida, señora Cotilla... No gustar a mi. -  Tampoco me gustas tú a mí, así que estamos en paz... Y ahora hazme un café con leche, plis. - Pero no se lo hizo y se fue a seguir limpiando. - ¡Será...! Tendré que hablar con tu abuela. Mírale que mono con la bayetita en la mano. ¡Anda que no es grande el cantarano y no ha visto la de polvo que lleva encima, pero si que se ha entretenido en dibujar chorradas - ¡Son los girasoles, de Van Good! - Esto lo hago yo con los ojos cerrado ¡hala, mira. Un flor! ¿Quiéres otra? ¡Toma! Un redondel, unos pétalos, el rabito y una hoja ¡Ya está, otra!

Todo el día he estado de capa caída gracias a la Cotilla que, en un momento ha minado mi moral. Eso no es bueno para una embarazada como yo ¿Qué pensarán ahora los bisnietos? Yo quería que supieran que su madre es una artista pero si han oído a la vecina pensarán que soy una inútil...  Pascualita me mira cuando me acaricio la tripa. No me quita ojo. ¿Habrá tenido hijos? ¿Cuántos? No más de diez, supongo... Por cierto ¿de dónde saco yo diez bebés dentro de unos meses?

Los abuelitos han venido a controlarme porque lo primero que ha hecho la abuela ha sido mirar la botella de chinchón. - "Falta la mitad" - Habrá sido la Cotilla... - Un silencio acusador hizo que "cantara" la Traviata. - ¡Es que estoy de antojos!... ¡¿No querrás que los bisnietos nazcan con cara de botella?! - No ha tenido compasión. Se ha guardado la botella en el bolso y se ha quedado tan ancha. - Pascualita no perdía detalle y parece que no le gustó el gesto de la abuela. Si yo no tenía chinchón, ella tampoco. Por eso se sumergió para salir, rápidamente, con los carrillos hinchado y echar un chorrito de agua venenosa en la oreja de la abuela. - ¿De dónde ha salido este agua? (el abuelito estaba asombrado) - "Vámonos, Andresito que a mi primer marido hoy se lo comen los celos" - Y salieron a toda prisa.