lunes, 26 de mayo de 2014

Hoy el timbre de la puerta ha sido un jubileo. Cada vez que me asomaba había un vecino, o vecina, que preguntaba lo mismo - ¿Está la Cotilla? Harta de tanto abrir y cerrar, he puesto un letrero en la puerta: ¡NO ESTÁ!

Anoche la abuela se fue con Andresito a El Funeral a brindar por la victoria electoral de cada cual. Es lo que tienen de bueno las elecciones, que todos celebran algo. Total, hay que comerse y beberse lo que se prepara de antemano para celebrar el triunfo. Se llevó a Pascualita y esta mañana ha venido a traerla. Cuando viene de una fiesta, la sirena está descentrada. La música y el ruido la aturden y eso que a aprendido a moverse al compás. La abuela le da de comer de todo lo que hay en las mesas y el bicho engorda a ojos vista. Ahora no podemos sacarla del termo de los chinos. Está encajada. - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaa! - ha gritado la Cotilla, que ha entrado con su llave pillándonos con el problema del sobre peso de Pascualita en las manos - "¡Tírala!" (me ha susurrado, ansiosa y preocupada, la abuela) - Con los nervios no he calculado bien y ha salido disparada por la ventana con termo y todo. Menos mal que ha caído a los pies del Municipal que hacía la ronda por mi calle. Al asomarme he visto que tiraba el termo al contenedor de basura - ¡¡¡Noooooooooooooo!!! Bedulio, por tu padre ¡Cógelo! - ¿A mi padre? - ¿Qué le pasa? - ¿A quién? - ¡A tú padre! - ¡Y yo que sé! - ¿Seguro que no le pasa nada? - Me estás preocupando... Voy a llamarle ¿pero cómo sabes que no está bien? - ¡¡¡¿Y yo qué sé?!!!... ¡Y recoge el termo que es un recuerdo de mi infancia. - Pues parece de los chinos: - Chinos los ha habido siempre - (La abuela se asomó) "¿Con quién hablas?" - Se lo dije y entonces gritó - "Bedulio, por tu padre ¡¡¡Sube el dichoso termo!!!"

En tropel tras la vecina, han entrado los vecinos - ¿Se va a Europa o qué? Porque no hemos visto su partido en el periódico... ¿Se va, verdad? - Va a ser que no - (dijo la Cotilla) Se han quedado con nuestro programa unos que se llaman PODEMOS - ¡¿Nos han robado?! (gritó el del 3º). - Lo único que nos han dejado ha sido el nombre.- ¡A ese le he votado yo! (dijo una) - El marido saltó como una flecha ¡Pero si habíamos quedado...! - (A ella se la notaba enfadada) ¿Tú votaste al ¡¡¡Y TÚ MÁS!!!?' - Pues... bueno, a última hora... pensé qué... - ¿A cuál votaste? - A Esquerra republicana de Catalunya. - Poco a poco, todos reconocieron que ninguno de los vecinos había votado al partido de la Cotilla.

Estaba echa un basilisco - ¡Pues ahora os aguantáis todos porque me vais a tener hasta en la sopa!  ¡¡¡Ya no me voy a Europa!!! - Pero si usted misma no se votó (le dije). - ¿El voto es mío, no? ¡Pues le voto al que me sale de las narices! Erais vosotros los que me teníais que votar ... ¡Rajados!.

Cuando nos quedamos solas la abuela sirvió chinchón y tiró un chorrito al interior del orinal decimonónico - ¡¿Qué haces?! (gritó la Cotilla) ¡Menudo desperdicio! - "Es un conjuro... Se me tendría que haber ocurrido antes y hubieses ganado" - ¿No habéis oído?... parece un hipo... ¡otra vez!... ¿Es tu... abuelito? (la Cotilla había perdido el color) - Probablemente. - El chinchón siempre hace este efecto en Pascualita jejejejeje

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