domingo, 4 de mayo de 2014

Hoy me he levantado con el ánimo agridulce. Es el día de la Madre y como no tengo no puedo felicitarla pero, por otra lado ... ¡me ahorro el regalo! Todo en esta vida tiene dos caras, como las monedas y hay que buscar la que mejor nos vaya. La abuela no es mi madre, la Cotilla no tiene hijos, la Momia sí tiene (Andresito) pero con los ciento y pico de años que tiene, ni se acuerda. Entonces ni hay regalos ni felicitaciones ni nada de nada. Menos mal porque con los recortes con los que nos castigan los Pinochos, tengo la economía casi en la UCI.

Así que, al ser para mí un domingo normal, había pensado dedicarme a no hacer nada que para eso tengo a Geoooorge... Pero no me había echo el desayuno, ni había comprado la ensaimada, ni el periódico... Qué raro. Esperé un rato hasta que Pascualita saltó a la mesa de la cocina - ¿Has visto al mayordomo? ¡No tenemos ensaimada! ¿Qué hacemos? - Al final intenté meter a la sirena en el termo de los chinos pero no cupo ¡dichosos michelines! así que la puse en el broche y fuimos al horno. Una embarazadísima como yo no puede estar sin comer.

Tiempo después oí abrirse la puerta de la calle y entraron en tropel Geoooorge, los abuelitos y unos hombres uno conocía, cargados de regalos a cual más grande. - ¡¡¡FELICIDADEEEEES!!! - ¿A quién? - "¡A ti, alma de cántaro! Es el Día de la Madreeeeeeee" - El cerebro ya os juega malas pasadaaaaaaaaaaasssss. - "Pero lo serás en breveeeeeeeee ¡Mira los regalos que te traemos" - Una vez todo desembalado, allí había cinco camas, sábanitas, mantitas, diez ositos de peluche, un montón de biberones, otro montón de pañales de todas las tallas, jabones, talcos, colonias de bebé, chupetes y no sé cuantas cosas más. - ¿No crees que ya soy mayorcita para jugar a las muñecas, abuela? - "je, je, je ¡que graciosa eres!" - ¿De verdad? (alucinaba)

- ¡Avemariapurisimaaaaaaaaaaaaaa! ¡Cuanto trasto! - "Todo es poco para los bisnietos" - ¿Ya han nacido?... ¿No? Es que tengo un lío con éstos crios... - Faltan cinco cunas, abuela. - "Mientras sean pequeñitos pueden dormir de dos en dos, uno en la cabecera y otro en los pies. Es una idea de Andresito." - Por eso es rico ¡que rácano!... ¿Dónde vamos a meter todo esto? - "Ya te apañarás" - Creí que con tanto crío iría a vivir a la Torre del Paseo Marítimo. - "¿Alguien te ha dado pie para que creas tal cosa?" - Pues... no. - "Pues, eso"

- Se me ocurre que hasta que nazcan los bisnietos podemos alquilar estas cosas a madres que las necesiten y nos sacamos unos euros (dijo la Cotilla ilusionada). - Era la mejor idea que había tenido la vecina desde hace mucho tiempo. - ¡Vale! ¿pero porqué dice "NOS" si todo esto es mío? - Porque he tenido la idea. - "El reparto será entre tres que para eso los he traído yo" - ¡Pero tu eres rica, abuela! - "¿Y por qué no puedo serlo un poco más?" - ¡¡¡Egoista!!!

Al cabo de un rato Andresito ya estaba harto de oírnos y quiso zanjar la discusión - Si se gana algo yo me llevo la mayor parte, que para eso lo he pagado. - ¡Hasta ahí podríamos llegar! ¡Que un rico nos pisara el negocio! Lo echamos de casa con cajas destempladas y a punto estuvo de rodar las escaleras. Para calmar el sofocón que nos habíamos llevado, nos sentamos en la salita y nos servimos chinchón... Cuando Geooooorge entró para avisar que la comida estaba lista y me vio, me arrebató la copa sin contemplaciones: - ¡¡¡No, no, no. AGUAAAAAAAAAAAAA!!! - ¡La madre que lo parió!... FELICIDADES A TODAS.


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