jueves, 25 de diciembre de 2014

- "¡¡¡Navidaaaaaaaaaaaaaaaaaaaad, Navidaaaaaaaaaaaaaaad, dulce Navidaaaaaaaaaaaad, la, la...!" - ¡Basta, abuela o emigraré a las antípodas! - "Ni espíritu navideño tienes ¿a quién has salido? Seguro que cuando naciste, la comadrona te cambió y nos quedamos con la más tonta" - Llevas dos días a grito pelado y eso no hay cristiano que lo aguante. Hasta el vecino de arriba ha preferido ir a casa de su suegra, que no se tragan, a tener que aguantar tus gritos. - "¿Qué gritos? ¿Tampoco tienes oído musical? Canto como los ruiseñores. Mi voz es armoniosa y llena de matices extremadamente delicados." - Deja ya el chinchón o acabarás con un coma etílico y yo en el manicomio. - "Escucha, resalá y aprende: ¡¡¡Ay, del chiquirritín, chiquirriquitín, queridín, queriditoooooooo del alllllllllllmaaaaaaaaaaaaaa...!!! - ¡Avemariapurísimaaaaaaa! que alegría da entrar en casa y escuchar los villancicos ¡Espera, que saco la carraca!

Pascualita tampoco soporta la tortura china a las que nos condena la abuela y se ha esconido en el barco hundido. De vez en cuando, sale a la superficie y lanza chorritos de agua envenenada a la abuela pero, cmo se mueve tanto mientrs canta, no le acierta en los ojos.

- Abuela ¿Ya tienes la maleta echa? - "¿Para qué?"  - Para ir  Inglaterra. - "¡Ah, si. He quedado con la reina para tomar el té, juntas... ¡Huy! que tarde es ¿por qué no me has dicho nada, boba de Coria? Me voy corriendo. Geoooorge tiene que hacer las maletas y tengo que supervisarlo" - ¿Por qué no te haces la tuya? - "Porque soy rica. Que pregunta más tonta.

Está convencida de que se va sola con el inglés pero vamos a darle una sorpresa porque nos vamos las cuatro: Pascualita, la Momia, la abuela y yo. Sé que se llevará una gran alegría cuando nos vea.

Voy a hacer la maleta y ha despedirme de tod@s hasta el Año que viene. Empezad el año 2015 con buen pie. Cuando volvamos del viaje prometo contaros cómo ha ido... Eso si no salimos en los periódicos en la sección de Sucesos porque,con mi familia de por medio, puede pasar cualquier cosa.

                                             ¡¡¡MOLTS D´ANYS A TOTS!!!

miércoles, 24 de diciembre de 2014

Si no sabía que día era hoy, la Cotilla y la abuela se han encargado de informarme. Bien temprano se ha abierto de golpe la puerta de la calle y la Cotilla ha entrado cantando - ¡¡¡Esta noche es Nochebuena y mañana Navidad, saca la bota Maríaaaaaaaaaa, que me voy a emborrachaaaaaaaaaar!!!- Usted lo ha dicho: es Nochebuena, ¡N O C H E!

- ¿No puedes estar un poquito simpática aunque sea una vez al año, sosaina? - Necesito dormiiiiiiiiiiiir. Ya tendrá tiempo de darme la tabarra. - Anda, hazme sitio y dormiré yo también. - ¡¿Aquí?!

- A media mañana llegó la abuela seguida de Geoooorge cargado de bolsas de cotillón. - "Dame la zambomba, inglés, que voy a dar un concierto de villancicos" - ¡Y a mi la trompeta! (gritó la Cotilla) - El pobre Unitetillo me preguntó si podía hacerme algún recado porque la abuela llevaba así desde las cinco de la mañana y él ya no podía más. - Señor Andresitou irse corriendou a tomar café a playa solitaria... yo querer ir también pero madame pescarme y no dejar. - Ajo y agua, porque la que se va soy yo, aunque tenga que pasarme el día paseando por Palma. - ¡Pliiiiiiiiisssss! (me rogó, pero no di mi brazo a torcer)

Volví a la hora de comer porque me moría de hambre y estando la abuela en casa, habría cosa buena. Y no me equivoqué. Además había un comensal inesperado, a pesar de haber gente extraña en casa: Pascualita. Llevaba encasquetado un diminuto gorro de Papa Noel y se notaba que había bebido algo más que agua... la botella de chinchón había bajado de nivel.

A la comida le siguió una siesta reparadora para ellas y para nuestros oídos. Pero todo volvió a empezar dos horas después. Esta vez los villancicos los cantaban ante el Belen montado en la salita.Ocupando el pesebre, como ya es tradicional, estaba Pascualita que seguía durmiendo la mona Y entre pastores, corderitos, río, patos, etc, descubrí al Juez Castro. Una foto suya asomaba sobre el Portal como el Angel guardián de la Ley y el Orden. - Pero... abuela, esto no cuadra aquí... - "¡Naturalmente que cuadra! Representa a todos los jueces valientes. Así el Niño puede dormir tranquilo. Los corruptos no se arrimarán  cuando los Reyes le traigan oro, incienso y mirra" - Visto así.

Volvieron a sonar los villancicos, la zambomba, las trompeta y la carraca: ¡¡¡ANDE, ANDE, ANDEEEEEEEEEE, LA MARIMORENA. ANDE, ANDE, ANDEEEEEEEEEEE QUE ES LA NOCHEBUENAAAAAAAAAAAA!!!

La familia de PASCUALITA en pleno, os desea unas FELICES FIESTAS Y UN FANTASTICO AÑO DE LA INFANTA, 2015.

martes, 23 de diciembre de 2014

La abuela ha llegado a casa echa un basilisco - "No podrás creer lo que me ha pasado ¡No me ha tocado el Gordo!" - Anda, ni a mí. - Pero tu eres una pobretona. En cambio yo soy rica y dicen que el dinero llama al dinero... ¡Mira Fabra, el de Castellón y su aeropuerto. A éste, que está forrado, todos los años le tocaba un buen pico en la Lotería... ¿Y a mí por qué no? Voy a tener que hablar muy seriamente con Andresito y que me enseñe los saldos de sus cuentas. A lo mejor no es oro todo lo que reluce"

La Momia estaba dormitando delante de su café con leche cuando Pascualita saltó en plancha dentro de la taza y la puso perdida. Eso ocurrió en el momento exacto en que la abuela dudaba de la riqueza de su marido. - Si que es rico mi hijo, ¿por qué lo dudas? - "Porque han salido todos los números menos el nuestro" . - ¿Habías comprado décimos? - "No. De eso se encarga él" - Nunca compra porque no considera justo que le toque un premio en metálico, teniendo tanto. - "¿No compra? Y ¿para eso me he pasado la mañana pendiente del sorteo y apuntado los premios a pesar de los locutores que no paran de hablar? Y el disgusto que me he llevado al final ¿quién me lo paga?"

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaa! ¡Me ha tocado un reintegrooooooo! ¡saca el chinchón, nena, que vamos a celebrarlo! - ¿Y tengo que poner yo el chinchón? - Claro ¿Crees que con lo que he ganado puedo comprarme una botella y llegar a fin de mes? Además, el décimo lo compramos entre cuatro. - Vaya birria de premio entonces. - Por lo menos no he perdido... ¿A ti te ha tocado algo? - No. Esos niños de San Ildefonso no tienen ni idea de sacar los números de la lotería. - ¡Has perdido todo jajajajajajaja! - ¿Sabe qué le digo? que si quiere chinchón, lo pinta. - Huy, que mal perdeeeeer tienen algunaaaaaaaaaaas jejejejejejeje (la Cotilla se volvió hacia la abuela) ¿Y a ti cómo te ha ido? - "Como somos ricos, no jugamos" (noté un deje de rabia en su voz) - Eso está muy bien... Pareces cansada. - "Es que he caminado desde muy temprano. No podía dormir. Soñaba que me había tocado el Gordo de Navidad" - ¿Y dónde has ido? - "A buscar gordos" - ¿Gordos de lotería o... señores gordos? - "Esto último. Me he plantado delante del más gordo que he encontrado, me he abierto el abrigo y le he pedido que me tocara ¡Y vaya si me ha tocado el gordo. Menudo repaso me ha dado!"

- Eso no le va a gustar a Andresito (dijo la Momia entre cabezada y cabezada) - "Pues no se lo diremos y en paz" - Vale... Lo pensaré zzzzzzzzzzzzzzzzzz

lunes, 22 de diciembre de 2014

- "Nena, ves preparando el desayuno que en cinco minutos estamos en tu casa" - ¡Es muy temprano!....zzzzzzzzzzzzzz. - "Hay que aprovechar el tiempo" - ¡Sigue siendo muy temprano!.. zzzzzzzzzzzzzzz. "Me acompañará Geoooorge, así que prepara tres tazas de café con leche" - ¡¡¡Abuela!!! ¿por qué no me escuchas? ¡quiero dormir! - "Cuando nos llevemos a Pepe podrás volver a la cama" - Y colgó.

Me senté en la cama, con los ojos como platos y pensando que no había entendido bien a la abuela. ¿Cómo que se va a llevar a Pepe?... ¡Ni hablar del peluquín!

Mientras preparaba el desayuno (¡a ver, qué remedio!) llegó la Cotilla - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! - ¿Qué hace usted aquí a éstas horas? - He visto la luz encendida y me he dicho que estarías enferma? - Gracias, pero no... - Pues es una pena porque podría llevarme tu radio. Hoy dan el Sorteo de Navidad. - Ya me parecía a mi...

La abuela y Geoooorge llegaron antes de que se fuera la vecina y se quedó a desayunar. - "¿No tienes nada para mojar?" - Yo tengo ensaimadas. Están frescas. - Querrá decir que SON frescas. - ¡Si digo que ESTÁN es porque en la calle hace mucho frío y en el contenedor se han quedado heladas! - Geooorge, al oír la palabra contenedor, arrugó la naríz - Mi no querer. -  No te daré ninguna hasta que nos devolváis Gibraltar, Unitetillo (le soltó la Cotilla que se había ofendido)

Desvié la conversación hacia lo que me interesaba - ¿A dónde vas a llevarte a Pepe, abuela? - "A Inglaterra. Geooorge dice que, si está en su tierra, reaccionará" - ¿Pepe? - "A veces, con una impresión fuerte, el cerebro vuelve a funcionar" - ¿Estás hablando en serio? - "Naturalmente. Quiero congraciarme con Geooorge y resarcirlo de la escabechina que le hicieron mis antepasados políticos, al suyo. Si pudiera hablar sabríamos lo que pasó entre ellos, realmente y se aclararían las dudas" - Pepe no hablará nunca más. - "¡Habló el sabio Salomón!. Andresito, Geooorge y yo, vamos a Liverpool, que es la patria de Pepe y esperaremos que suceda un milagro" - Llévate una silla y sientate a esperar que la cosa irá para largo... Yo quiero venir... - Y yo (dijo la Cotilla)


domingo, 21 de diciembre de 2014

- Avemariapurísimaaaaaaaaaaaa! Aquí traigo las ensaimadas recién cogidas del contenedor. - A la Momia le hacen gracia las cosas de la Cotilla y se ríe mucho con ella. - ¡Que graciosa es ésta mujer! jajajajajaja ¡Mira que llamar contenedor a la panadería! Y lo rico que está todo lo que traes de allí. Tienes que darme la dirección de esta tienda y mandaré a Geooooorge a comprar para que no tengas que venir cargada... Aunque, a veces, está el género un poco tieso... - Eso depende del tiempo, abuelastra. -¿Ah, sí' -Del tiempo que lleva en el contenedor (soltó, tan fresca, la Cotilla y recibió, de mi parte, una patada en la espinilla).

La abuela llegó cuando, Pascualita, la abuelastra, la Cotilla y yo, estábamos en pleno debate: - ¿Entonces cómo se llama la lengua que hablamos? (intervino la vecina) - Depende. - ¿De qué depende? - De quién te conteste. - La abuelastra intervino - Yo digo que catalán de las islas - O sea, mallorquín... ¿no? - ¿Pero no teníamos claro éste concepto? (quise saber yo) - Hasta ahora sí pero ha hablado nuestro Pinocho particular y ha dicho que era una lengua ROMÁNTICA y eso no me suena
. -Estará enamorado (le ha defendido la abuelastra. Ya se sabe que ellos son votantes del PP desde que se fundó) - Últimamente, el estar enamorado es un eximente de culpa. (saltó la Cotilla que, desde que no llega a fin de mes,no les perdona ni una).

- "¿Estáis hablando de tonterías como siempre?" - Para variar, estamos hablando de alguien que dice tonterías. - "Pues yo traigo una noticia impactante. En Egipto, unos españoles han descubierto la tumba intacta de una cantora de Amón" - Quedé pensativa... - No tengo el gusto de conocerla. - Es una momia muy bien conservada. - Vaya, abuelastra ¿quizá sea de tu quinta? -  - ¡Pudiera ser! Mirad,estoy tan emocionada que me tiembla las piernas. - La Momia indagó para saber si la conocía. - Puede que fuéramos juntas al colegio (dijo emocionada)

La abuela aprovechó para hacer una paella de esas que le salen de rechupete. Y para congraciarse con Geooooorge, le invitó a comer. Andresito y él llegaron a casa con el rolls royce y ocuparon su sitio en la mesa. El  inglés parecía que se había tragado un palo de tieso que estaba. Aún estaba ofendido. - "Come, hombre y verás lo buena que está" -Con cara de asco, el inglés la probó- Ser tipical spanish paella (dijo con desprecio) - ¡Unitetillo,, me  estás sacando de mi casilllas! - Yo querer mi pobre antepasado Pepe...(estaba a punto de llorar)  - "¡Cómetelo todo o tendremos un conflicto internacional en cuanto te arree la primera torta!" 

Les he dejado discutiendo, después de comerme dos platos de arroz y le he llevado un poco a Pascualita que,como siempre, me lo ha agradecido dando saltos mortales y dejándome echa una sopa .Cuando la Momia me ha visto, ha dicho a su nuera - Esta niña siempre va mojada. Tendrás que enseñarle buenos modales. 

sábado, 20 de diciembre de 2014

La abuela me tiene dicho que tengo que ser muy amable con el butanero y dejarle que entre la bombona hasta la cocina y una vez allí invitarlo a beber lo que quiera. Y eso sí, darle una buena propina. Le hago caso en todo menos en eso, que no están los tiempos para tirar cohetes. Un día le pregunté si en su casa hacía lo mismo y me dijo que no. - "Ya no tengo edad para traer críos al mundo" - ¿Críos? lo que trae este hombre son bombonas de butano... Abuela, estás pallá. - "Y tu eres tonta perdida"

Cuando he oído el entrechocar de las bombonas (un día saldremos todos por los aires por esa costumbre que tienen los butaneros de anunciarse) he salido al balcón y le he pedido que me subiera dos. - ¡¿Está segura?! (me ha gritado) - Claro que sí. - ¡¿Para qué las quiere?! - ¿Tengo que explicárselo desde aquí? (impertinente, pensé) - ¡Lo digo por su bien. No vale la pena enterrarse en vida! - ¡No beba más que, por hoy, ya va servido! (grité yo, a mi vez) - ¡No le consiento que me llame borracho delante de mis clientas! - ¡Pues no diga chorradas! - ¡Era por su bien. Allá usted!

A todo esto, los balcones y ventanas del vecindario aparecían llenos de gente - ¿Qué pasa? - ¡El butanero quería ligar y le ha salido el tiro por la culata! jajajajajajaja - Es que va borracho y la otra también. - Me quedo aquí fuera aunque haga frío. Es más divertido que la Mariló jajajajaja. - ¡Butanero, que se te ha visto el plumero! - ¡Solo quería advertirla de que comprar dos bombonas, al precio que van, la hará sospechosa de atentado! - ¿Pero esa no es la que tiene una abuela rica que aparca donde le sale de los ovarios? ¡anda y que la zurzan!

Yo estaba que trinaba. - ¡¿Me sube las bombonas o qué?! - ¡Pero me firmará un papel que diga: bajo mi responsabilidad. Y lo firmará. Sino no subo! - ¡Déjala que haga lo que quiera con ellas. A lo mejor esta vez hay suerte! - ¡¡¡Suba de una vez!!!

Estaba tan enfadada que no lo invité a beber. Mientras él iba para la cocina, llegó la Cotilla. - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaa! ¿Qué haces con la puerta abierta? - Es que está el butranero... - Pues cierra, mujer, que a nadie le interesan vuestras intimidades. - ¿Qué dice? - Eres más corta que las mangas de un chaleco ¡Que cruz tiene tu abuela contigo!

Al salir el hombre con las bombonas vacías, la Cotilla me interrogó. - ¿Piensas atentar? ¡Pero si no tienes coche, alma cándida! - El butanero sacó el bolígrafo paa que le firmara la nota.  Entonces, en el comedor se oyeron varios ¡¡¡CHAFS!!! consecutivos. Pascualita estaba dando saltos mortales. El hombre se paró en seco y, temeroso, preguntó: - ¿Qué... ha sido... ese ruído? - El ánima de mi abuelito que me anuncia su visita. (dije super cabreada)- ¡Ya me advirtió el Municipal y no quise creerle! (gritó, mientras pugnaba por salir de mi casa, apartando a la Cotilla de su camino)




viernes, 19 de diciembre de 2014

Geooorge sigue trabajando en casa de los abuelitos. Con el paro que hay no se puede uno despedir alegremente por muy ofendido que esté.  Eso sí, está tristón. Y en cuanto puede se viene a casa a pasar el luto que lleva por la muerte de su antepasado. No quiere que lo vean llorando en la Torre del Paseo Marítimo - Es que ser casa de asesino. - Que no te oiga mi abuela o te echa a patadas. - ¿Por qué? Mi no entender. Ella decir yo llevar razón ¿y ahora querer patear culo británico? - Sí, hijo. Ya sabes que pueden más dos tetas que cien carretas y ella se ha metido a Andresito en el bolsillo otra vez. Se le cae la baba cuando la ve y ella solo tiene que abrir la boca y pedir que, cinco minutos después, ya tiene en casa su último capricho.

- ¡No ser justo! Ella traidora. - Oye, no te pases ni un pelo que estás hablando de mi abuela. Anda, coge a Pepe y llora todo lo que quieras. - Y así pasa el tiempo en mi casa: llorando como una Magdalena con la cabeza jibarizada en la mano. Cuando se va, tiene que ponerse las gafas de sol aunque llueva, porque tiene los ojos tan hinchados como si le hubiera mordido Pascualita.

Un día que estaba más desconsolado que de costumbre, me dijo que quería llevarse a Pepe. - ¿A dónde? ¿A tomar el té? - jijijijijiji me pasé tres pueblos, porque el pobre tiene la boca cosida pero ¡que caramba! A las penas, puñalás. A Geoooorge no le hizo gracia mi salida de tono... o no lo entendió. El caso es que, con lágrimas en los ojos, dijo que lo llevaría a Inglaterra en cuanto tuviese vacaciones, para enterrarlo en el cementerio de su pueblo. - ¡Ni hablar! Pepe se queda aquí, que es su casa. Mira lo que le pasó por andar zascandileando por ahí. Le dejaron la cabeza tamaño llavero.

- ¡Pero ser familia mía! - ¡Santa Rita, Santa Rita, lo que se da no se quita! Y a mí me lo dio el señor Li. - Entonces al inglés le salió el espíritu de los piratas de su tierra que sembraron el terror en los siete mares y amenazándome, me dijo: - Yo saber donde estar estatuas de santos... Yo decir a Bedulio. Vosotros, a la cárcel... - ¿Te dejo llorar en mi casa y me lo pagas así? ¡Pues te vas a enterar de lo que vale un peine, Unitetillo!

Puse a Pepe en el belén, que había montado la abuela para que su marido viera lo mañosa que es con éstas cosas de la tradición, junto al río de papel de plata y a su lado a Pascualita disfrazada de pastora. Y marqué el teléfono de la Torre del Paseo Marítimo - ¡Abuela. Geooooorge quiere desmontar el belén!

En un santiamén se presentaron los abuelitos. Ella entró gritando - "¡Protestón, más que protestón. Ni se te ocurra tocarlo!" - ¿Por qué le llamas protestón? (pregunté, curiosa) - ¿Por que va a ser? ¡Porque es  protestante!

jueves, 18 de diciembre de 2014

- "Nena, Geoooorge te traerá la lista de la compra. Dejas las cosas en la nevera y procura desaparecer de tu casa durante unas horas." - ¿A qué viene esto? - "Haré las paces con Andresito y aún eres muy joven para ver ciertas cosas jejejejeje" - ¿Y tenéis que hacerlas en mi casa? ¿Qué pasa con la vuestra? - "Que está el inglés y no me parece bien reconciliarnos ante él estando de luto" - ¿Por quién? - "Por Pepe, hija, que no te enteras de nada" - ¿Traerá el dinero de la compra? - "Pero si comeremos en tu casa"...

Cómo no va a ser rica la abuela si la que se gasta los cuartos soy yo. Acabaré como la Cotilla, sin llegar a fin de mes. - ¡Que sepas que como no aflojes la mosca, comeréis pan con tomate! - "¿Dónde está tu Espíritu Navideño?" - En la cola del paro. - "Dile a tu abuelito que te de el dinero. Que es para una buena causa"

Andresito no estuvo por la labor - No quiero reconciliarme porque aquí estoy tan ricamente. - Se agradece el cumplido pero ya está bien de vivir a la sopa boba, empezando por la abuelastra. - Si come como un pajarito. - Pero todo bueno... Abuelito ¿por qué no le haces un buen regalo a la abuela y arregláis vuestras diferencias? -  Me llama asesino ¿te parece poco? - No seas picajoso que tampoco hay para tanto. Además, quién se pica, ajos come. - ¡¡¡Nena!!!... ¿Qué le regalo? - Un Pequeño Nicolás. Lo mismo sirve para un roto que para un descosido. - ¿Dónde lo venden? - En Supermercados y Farmacias.

A duras penas conseguí que Andresito me diera el dinero para la compra. Todo era muy sofisticado, que si caviar iraní, salmón marinado, pepinillos en vinagre, percebes, cangrejos de río, etc. etc. Cuando vi los precios casi me da un soponcio. Pensé que así como está el mundo, es un crimen gastarse una pasta gansa en comida para dos y decidí rebajarlo. Compré sucedáneo de caviar, paté de salmón, de percebes y de cangrejos de río, en los chinos. Otras cosas eran marca Hacendado. Total, me ahorre el 70% y me lo quedé. Antes de que viniera la abuela me fui al comedor social con la Cotilla y dejé al abuelito poniendo una mesa que daba gusto verla.

Al volver a casa, ya se habían ido a El Funeral, a seguir festejando, supongo. El vecino de arriba vino a quejarse del ruido. - No he podido dormir la siesta ¿Qué hacíais con tanto jaleo? Si no supiera que eres virgen y mártir, creería que te has montado una fiesta érotico-festiva-carnavalera.- Estuve a punto de tirarle a Pascualita a la cara. Que no ha podido dormir la siesta, dice: - ¡Toma, ni yo!

miércoles, 17 de diciembre de 2014

La abuela se ha presentado para hablar con su marido. Pensé que venía a arreglar las cosas ahora que se acerca la Navidad y todo se convierte en Paz y Amor. Pero, por lo que he escuchado, no iban por aquí los tiros. Han discutido sobre el aguinaldo de Geoooorge - "¿Cómo que no le vas a dar? ¡Naturalmente que sí!" - Fíjate bien en lo que hago (cerró una mano, se la puso en la boca e hizo una pedorreta) Esta es para el inglés y ésta otra (repitió la operación) es para tí. - "¡Oye, que soy tu esposa!" - Entonces te la haré doble (y lo hizo)

La discusión fue subiendo de tono porque él le echaba en cara haber tomado partido en su contra cuando el Unitetillo le cargó con la culpa de un antepasado del que, ni siquiera sabía qué cara tenía. Ella, cargada de SU razón, decía que, lo mismo que las deudas se heredan,  pasa igual con las culpas familiares. - ¡Eso no es así! - "¡Claro que sí!" - ¡Lo que no entiendo es que, sabiendo que somos asesinos, no pides el divorcio! - "¿Qué tiene que ver la velocidad con el tocino? Me gusta ser rica.. Lo cual  no quita para que piense que el inglés tiene todo el derecho a denunciarte" - Vale. Pues me divorciaré yo (dijo mi abuelito) - A mi me entraron los calores porque ya me veía sin heredar la Torre del Paseo Marítimo, así que fui a por Pascualita y la me la metí en el escote.

Tendría que ser maestra porque me gusta enseñar... No me refiero al escote, que también. - Quiero que veas lo que tienes que hacer cuando vuelvas a tu hábitat y tu pareja te amenace con el divorcio (le dije a la sirena que no le quitaba ojo a Andresito)  - A Pascualita no le gusta que ataquen a la abuela. - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaa! ¡Vaya, pelea de enamorados. Que romántico! - "De romántico, nada, Cotilla... ¿No tienes por ahí aquella antigua receta para "calmar los nervios" que le fue tan bien a mi primer marido?" - ¡Oh, no! (pensé)

- Abuelitos ¿por qué no os calmáis? Tomaros un chinchón  - La nena tiene razón (terció la Momia) Sois unos niños caprichosos y malcriados. Daros un besito y haced las paces. - La pelea terminó 1 a 0 a favor de la bisabuelastra. 

Pero aquello fue para guardar las formas porque, en realidad, las espadas continuaban en alto. Lo supe en cuanto la Momia volvió a su cuarto a ver el programa de Mariló  y la abuela tiró a Pepe a la cabeza de Andresito - "¡Toma! Te persiguen los fantasmaaaaaaaaaaaaaaaas!" - Entonces el abuelito cometió una imprudencia. Cogió la cabeza jivarizada y volviéndose, la tiró a la cara de la abuela, que en un acto reflejo, se agachó y la esquivó. Cosa que no hizo Andresito cuando Pascualita se empotró en su cara en justa venganza por el ataque al que fue sometida su amiga. Y allí se formó la marimorena.

Nos costó mucho para y sujetar a Andresito. Lloraba, moqueaba, pataleaba y berreaba. Tenía la cara desfigurada de la hinchazón y le costaba respirar... Bueno, qué no hubiese tirado a Pepe. Yo también estaba indignada. Pero, demostrando mi buen corazón, dejé que calmara su dolor con una botella de chinchón y una siesta reparadora. Cuando despertó ya no recordaba nada, pero estaba echo un cromo..

martes, 16 de diciembre de 2014

A media mañana ha venido Andresito. Estaba compungido y parecía haber envejecido unos años (si eso es posible dada la edad de mi abuelito) - Nena ¿puedo quedarme en tu casa? - ¿Hasta cuándo? - Hasta que tu abuela entierre el hacha de guerra. - Pueden pasar años... - Me temo que sí. - Pues vaya.

Soy el paño de lágrimas de mi familia. ¿Qué culpa tengo yo de ser una persona tan agradable y desprendida? ¡Mecachis en la mar! Y encima tendré que pagar yo los gastos porque estos, cuanto más dinero tienen, menos gastan.

- ¿Qué ha pasado para que te haya echado de casa? - No me ha echado. Me he ido yo porque allí la atmósfera está muy enrarecida. Mi mayordomo quiere denunciarme al Tribunal de Derechos Humanos de la Haya, por un crimen contra la Humanidad que no he cometido. - ¡Jopé! ¿Es por lo del Santo Mandinga? - ¡Ni me lo nombres! También piensa denunciar a la Santa Sede por haber subido a los altares a mi antepasado. No se anda con chiquitas el inglés. - Despídelo. - Me denunciará al Sindicato. Y encima, tu abuela, le da la razón a Geooooorge y ha echo causa común con él. ¿Te das cuenta del lío en que estoy metido? - No me gustaría estar en tu pellejo, abuelito.

Sonó el teléfono - "¿Está el genocida de tu abuelo ahí?" - No le llames así que no ha echo nada. - "¿Te parece poco venerar a un santo más falso que Judas?" - Si la Cotilla es capáz de venerar a los chorizos que nos han limpiado España dejándonos solo la calderilla, me creo cualquier cosa. - "Pónle a Pepe en la mesilla de noche para que al despertarse, vea el resultado de su crimen" - ¡Y dale! Que ni él ni la Momia tienen la culpa. - "Ella no, porque ya ha expiado su culpa aguantando, durante tantos años, al cabestro de su marido" - Eres injusta y lo sabes. Tu lo que quieres es quedarte a solas con Geoooorge ¿a qué sí? - "A veces no pareces tan tonta"

lunes, 15 de diciembre de 2014

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaa! A partir de ahora no traigas carne, ni huevos, ni leche porque me he echo vegana. - ¿Y pescado? - ...Estoy en duda con los pescados... Bueno, puedes traer gambas que no se parecen a los pescados y están muy ricas. - Tienen patas como las terneras (dije por malmeter) - Se las quito y en paz.

- Usted compra las gambas y yo la lechuga - Pero si no llego a fin de mes y la lechuga puedo cogerla del contenedor del super. - Si dice que es vegana atengase a las consecuencias ¡No hay gambas! y las que haya me las comeré yo... - ¡Ah, no señor! o todos moros, o todos cristianos. - Pues yo vegana no me hago. - Yo tampoco... solo cuando haya legumbres. - Me pondré tibia de chorizo y morcilla, Cotilla.- Vale. Ya me haré vegana cuando llegue Semana Santa. - Se quedará sin empanadas, sin crespells, sin... - ¡La madre que te parió!

- ¿Dónde están las estatuas de los santos? - En lugar seguro. - ¿Qué lugar? - Tengo órdenes de la abuela de no abrir la boca bajo pena de fusilamiento. - Pero yo soy yo. - Por eso. - ¿No me lo puedes contar? - Afirmativo - ¿Cree que me voy a chivar? - Afirmativo. - ¿Puedes hablar normal? - Negativo porque, en éstos momentos, soy un marine. - ¡Qué cruz tengo contigo! 

La abuela entró en casa a toda prisa. Venía congestionada. - "¡No me lo puedo creer! ¡Si me pinchan ahora no me sacan sangre!" - ¿Hacemos la prueba? - "¡Pepe y el Santo Mandinga no son la misma persona!" - Ya ves tú que cosa. (comenté) - "Y lo que es peor, Mandinga mató a Pepe" - ¡Qué me dices! Menudo santo. - "Geooooorge está que trina porque dice que le asesinamos a su antepasado" - La Momia, que había estado muy callada hasta entonces, saltó. - Si lo mató un santo sería por algo. -

- ¿Estás segura de esto, abuela? - Totalmente. Está sacado de los archivos del Obispado. Por lo visto, para congraciarse con los indios jivaros, nuestro antepasado se implicó en conocer sus costumbres y como una de ellas era matar enemigos y reducir sus cabezas, en cuanto tuvo a alguien a tiro, lo mató para regocijo de todos menos del muerto. Era un explorador inglés que, yendo con una expedición, se perdió y fue capturado por esa tribu. Era tan blanco que pensaron que estaba crudo y lo estuvieron cociendo todo el día. Pero antes, el futuro santo le cortó el pescuezo. Más tarde demostró a todos que había aprendido el oficio de reductor de cabezas, ajenas por supuesto" - ¿No lo harían santo por esto, verdad? - "Fue porque, tiempo después, cansados de no tener ningún enemigo a mano que llevarse a la boca, lo sacrificaron a él. Al fin y al cabo seguía siendo un extranjero"

Más tarde, cuando quedé a solas con la abuela, le dije - Estoy encantada de que Pascualita se comiera la reliquia del santo Mandinga ¡Menudo santo! Es a Pepe al que hay que subir a los altares, pobrecito mío. - "No se puede porque era inglés" - ¿Y qué tiene que ver? - "Era protestante" - Yo también hubiese protestado si me hubiesen echo las perrerías que le hicieron a él. - Y corrí a coger la cabeza jivarizada y acunarla en mi pecho.

 

domingo, 14 de diciembre de 2014

- "Nena, enchufa la plancha y luego la pasas por las sábanas de mi cama para que esté calentita" - La abuela me hablaba en sueños. Me di media vuelta para cambiar de tema y algo me cayó sobre el pecho. Me sobresalté porque el golpe había sido real... Era mi móvil y como fondo, la oí gritar - "¿Me has oído? Esta jodía se ha vuelto a dormir ¡Nena, nenaaaaa!" - Aturdida, acerqué el teléfono a la oreja - ¿Abuela? - "¿Ya has enchufado la plancha?" - ¿Qué plancha? - "Ahora vengo y no quiero meterme en la cama con las sábanas frías" - ¿Quiéres... que vaya a tu casa a calentarte la cama? - "¡Mi cama de tu casa!" - ¿Qué hora es? - "¡Las dos y media!" - Mi cama ya está caliente... - "La fría es la mía" - Que te la caliente tu marido. - "¡Es la de tu casa!" - ¿Y la tuya? - "¡En tu casa!" - ¿Qué le pasa a mi casa? -"¡Procura que las sábanas estén calientes!"

Un zarandeo brusco volvió a sacarme del sueño - "¡Sal de aquí!" - De un tirón, la abuela me sacó de la cama y se metió ella... - Abuela ¿qué haces...? - "¡Calla que tengo sueño!" - ¿Y dónde voy yo? - "A mi antigua cama" - Estará fría. - "Haberla calentado"

Mientras la abuela desayunaba y yo estornudaba sin parar, me explicó que había discutido con Andresito. - ¿Por qué? - "El muy cretino dice que ronco como un cerdo constipado ¿Cómo voy a roncar si soy una señora rica?" - ¿Que tendrá... ¡atchís! ... que ver la... atchís! ...velocidad con el ... atchís... tocino? - "¡Que los ricos no  hacen ordinarieces!"

Poco a poco, mi casa se estaba convirtiendo en La Posada del Peine. La que se alegró mucho fue la abuelastra. - Tu nieta es un encanto pero tengo ganas de comer bien porque estoy de sopicaldos hasta el moño. -  "Nunca se ha aclarado entre fogones... ¿Es un encanto."

La Cotilla llamó por teléfono para decir que no vendría a comer porque estaba de visita en una comisaría. - ¿Es jornada de puertas abiertas? (pregunté) - Aquí siempre las tienen cerradas... Creen que tengo algo que ver con un robo de estatuas de santos. Fíjate qué tontería jejejejeje - Esta llamada alteró la paz de mi casa porque sabíamos que si sometían a tortura a la Cotilla no lo resistiría y daría nuestros nombres y mi dirección. - ¡Tenemos que deshacernos de las estatuas! (grité con todas mis fuerzas) - "Espera que abra el balcón para que puedan oírte mejor ¡Que cruz tengo contigo!"

Llamó a Geoooooorge y en menos de lo que canta un gallo, el rolls royce estuvo aparcado en el carril bus. Entre él y yo transportamos a los santos al coche mientras la abuela y la abuelastra, con Pascualita en la mano, vigilaban desde el balcón por si aparecía la policía. La que mejor se lo pasaba era la Momia que, cada vez que nos veía salir del portal con la carga tapada, gritaba - ¡No hay moros en la costa. Rápido, rápido!-  De repente, en el último viaje, apareció Bedulio por la esquina. Al ver que el Municipal se acercaba a nosotros, gritó asustada y abrió la mano. Pascualita fue a caer, justo, en el cogote del hombre. Asustada, la sirena se agarró con fuerza al pelo y trepó hasta una oreja donde clavó los dientes para sentirse más segura. No me quedó más remedio que arrancarla de allí y meterla en mi bolsillo con un trocito de lóbulo en la boca.

Mientras el pobre Bedulio saltaba, gritaba, lloraba, moqueaba y daba vueltas al árbol, Geooorge arrancó y se perdió entre el tráfico. La abuela, desde el balcón y con muy mala leche, le gritó - "¡Te lo dije, Bedulio. El ánima de mi marido te atacará cuando menos te lo esperes!"



sábado, 13 de diciembre de 2014

Tengo la impresión que Pascualita está harta de vivir en la jarra grande de cerveza porque, esta mañana, después de desayunar, ha ido reptando por la mesa de la cocina. Ha tirado a Pepe al suelo y ha seguido su camino hasta el borde de la mesa. Una vez allí se ha impulsado con la cola y ha "aterrizado" dentro de la olla en la que se estaba calentando agua  para meter los coracoles. Quiero aprender a cocinar y por lo pronto ya he dado el primer paso: poner agua a calentar.

 He sacado a la sirena con ayuda de un cucharón. La pobre boqueaba porque, el agua dulce no hace migas con ella. He estado cavilando sobre el suceso y creo que tiene razón. Está estrecha en la jarra y no me queda más remedio que encontrarle otro sitio dónde vivir. Como si eso fuera tan fácil...

He recorrido la casa de arriba abajo y no he visto nada que pudiera servirle de casa a Pascualita. La Momia me ayudó a pensar en algo útil y así nos pasamos media mañana, una dando ideas y la otra tirándolas por tierra. Y no fue hasta el mediodía cuando se me encendió la bombilla mientras llevaba los caracoles a la mesa.

La abuela había venido a casa y terminó de preprar la receta. Nos salieron buenísimos. La próxima vez, además de poner a gua a calentar, también echaré los caracoles a la olla.... ¡La olla! Justo lo que necesitaba. Es grande, amplia y apenas se usa. Solo en casos como el de hoy o para  hacer el caldo de Navidad.  La abuelastra estuvo de acuerdo conmigo. De modo que, mientras la abuela, Andresito, la Momia y la Cotilla dormían la siesta en la salita, yo fregué bien la olla e hice el cambio de domicilio de Pascualita.

Al principio tuvo sus recelos. Pensaría que iba hacer un caldo con ella jejejejejejeje... pero luego se ha dado cuenta de que está más ancha que en la jarra de cerveza y ha dado varios saltos mortales, dejando la cocina llena de agua. Más tarde, cuando la que se ha sentado a sestear en la salita he sido yo, he visto que a la Momia se le había caído un papel al suelo. Era el documento que acreditaba que su antepasado Octavio Cantalapiedra, había pasado de ser un crápula a ser un santo. Gracias en parte, al martirio que sufrió a manos de la tribu de jívaros que redujeron su cabeza tal como es su costumbre... En letra más pequeña se hablaba de lo que, probablemente, fue la chispa detonante de aquel suceso. El tal Octavio había seducido a la madre, la esposa, las hermanas, las hijas y hasta un hijo, del Jefe de la tribu, a quienes, además prometió matrimonio y luego no quiso cumplir. El Jefe se vengó por negar la palabra dada que, dicho  sea de paso, le libraría de las cargas familiares.

Tendría que investigar pero, de momento, se me cerraban los ojos y me dejé ir..


viernes, 12 de diciembre de 2014

 Esta mañana he limpiado los cristales del balcón y ya están echos un asco. Con lo que me cuesta limpiarlos. La Cotilla me dijo una vez que no necesitaba cortinas de lo opacos que estaban. - Oiga, si quiere limpiarlos, por mi no se reprima. - Pero no cayó esa breva. Ella solo limpia los de la salita donde están los altares de los Amigos de lo Ajeno y el de los Santos.

El caso es que hacía un rato que había terminado la faena cuando un águila se estrelló contra los cristales. Menudo susto me dio. Pensé que era el Diablo en persona que venía a llevarse las fotos de Bárcenas y compañía para reconocerlos cuando aparezcan ante las puertas de San Pedro y arrastrarlos hacia las ollas de Pedro Botero.

El pobre bicho quedó conmocionado y tardó en reaccionar. Así que me dio tiempo de llamar a la abuela y preguntarle si las aguilas son comestibles. Me dijo que no. - ¿Ni en estofado, con mucho vino y a fuego lento? - No le entusiasmó la idea. Más tarde otro golpe me sobresaltó. Corrí a ver qué pasaba y encontré una gaviota espachurrada en el alféizar de la ventana. De nuevo hablé con la abuela. - ¿Las gaviotas se comen? - "No. Ni en estofado" - Yo pensaba hacer un buen caldo... - "Hazlo de rata. Será lo mismo" - ¡Que asco, abuela! - "¿Por qué me preguntas estas pijadas?" - Son las aves que, de momento, he tenido más a mano... - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaa! ¿Qué tienes en la mano? - Ni en la mano, ni en el horno... Pensé que tendríamos pollo para comer... - Vaya. Mi gozo en un pozo (dijo la Cotilla apesadumbrada) Que poco dura la alegría en casa del pobre.

Mientras hablábamos, oímos un golpe mucho más fuerte que los otros, - ¡Se habrá estrellado una lechona! (gritó, feliz, la Cotilla) El suelo de la salita estaba alfombrada de cristales rotos. Y doblado sobre la ventana había un bombero de los que salen en el calendario. Corrí a llamar a la abuela - "¡Que coñe te pasa ahora!" - ¡Se ha estrellado un bombero contra la ventana! - "¡Este sí que te lo puede comer con patatas! A ver si, por fin, tengo el biznieto"



jueves, 11 de diciembre de 2014

¡Que cabreo tiene la abuelaaaaaaaa! No quiere vernos, ni a Bedulio ni a mi. Pero me da igual porque me he quitado un peso de encima. Nos ha llamado traidores, veletas, etc... Aunque la peor parte ha sido para el Municipal porque le ha jurado por sus muertos, que el alma de su primer marido iría a visitarlo en noches de tormenta. Al pobre hombre no le llegaba la camisa al cuerpo. Cuando se fue le caían unos lagrimones como puños. Pero la abuela no se inmutó. - "¡Habíais dicho que sí! ¿Qué hago ahora con los billetes de avión y las entradas del zoo? ¡Me habéis echo quedar mal con la gente que tiene que rodar el corto, maldita sea! Y lo que es peor ¡No cobraré lo que me prometieron!"

Todo se fue al traste cuando el Municipal me contó lo que le habían echo los leones al majara que entró en su recinto - Y no te doy detalles porque no los han dicho pero está grave. Yo diría que se han comido unos cachos de su anatomía. - ¿Cómo hacían con los mártires de Roma de las películas? - Solo que aquella sangre sería kepsup y la suya es de verdad. - Pues no pienso hacer el corto. - Ni yo. Además tu abuela no ha dicho cuánto vamos a cobrar. - Le telefoneé ipso facto - "Encima que vais a gastos pagados ¿queréis cobrar?" - Ni nos has dicho en qué hotel nos hospedaremos. - "Hay dos opciones y ... ejem...las dos son gratis" - ¿Qué hoteles son? - "¿Quién habla aquí de hoteles?... ¿Te parece bien el chalet de Pedralbes?" jejejejeje - ¿El de Urdangarín? - ¡Que cruz tengo contigo! Era una broma, boba"

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaa! ¿Cuándo os vais a Barcelona? - Creo que no vamos a ir ... - Huuuuy ¿lo sabe ya tu abuela? - Aún no...Es que no sabemos dónde vamos a instalarnos aunque dice que hay dos opciones... - ¡Claro, boba de Coria! el Hospital o el Cementerio jajajajajajaja

Los coches de la calle empezaron su consabido concierto de claxons cuando el rolls royce aparcó en la parada del autobús. La abuela parecía Cruela Devil buscando dálmatas para matarlos, cuando entró en casa echa un basilisco. - "¡No tenéis palabra! ¡Mentirosos! ¡Políticos! ¡Mentís más que la Consellera de Educación!" - Le ofrecí una copa de chinchón para que se calmara pero, de un manotazo, mandó el líquido a la jarra donde Pascualita acaba de asomarse para ver qué pasaba. La sirena se tiró de cabeza al agua persiguiéndolo.

A pesar de las amenazas, no dimos nuestro brazo a torcer. - ¡No quiero que nos coman los leones, abuela! ¿De dónde vas a sacar un biznieto si no es de mi? - "Adoptaría una chica que no fuera tan remilgada como tú y en dos o tres sesiones de cameo, tendría el crio en marcha" - ¡Pero no sería de tu sangre! - "Dudo de que tú lo seas, sosaina. A tu edad yo ya me había cepillado a media Humanidad" - ¡¡¡Abuela!!! -  "¡¡¡Política!!!

miércoles, 10 de diciembre de 2014

A las doce del mediodía, la abuela me ha llamado para preguntarme si tenía algo que hacer. - ¿Ha pasado algo en tu casa? - "No ¿por qué?" - Porque, normalmente, no han puesto las calles cuando me llamas para tonterías así. - "¡Niña, no saques los pies del tiesto!... ¿Te gustaría ir al zoo?" - Creo que sí... nunca estoy segura cuando pienso en esos sitios... porque si expusieran a Pascualita en una jaula, no le gustaría... así que no sé qué decir. - "¡Se dice, SÍ o NO. Punto! Ya dicen que no hay preguntas difíciles sino plastas como tu, contestando" - Y colgó.

- Abuela... Soy yo... - "¿Crees que no te conozco, boba de Coria?" - Pienso que sí... que me gustaría ir al circo... - "¿Qué circo? ¡Te he dicho al zoológico!" - Bueno, sí... el circo es peor aún porque... los animales trabajan y no sé yo sí eso está bien... - "¡Dichosos ellos que tiene trabajo y no engordan las colas del paro!" - Ah, ¿pero los animales también cuentan? - "¿Has bebido chinchón?" - No, abuela.

Por la tarde lo intentó de nuevo a pesar de que yo seguía teniendo una empanada mental - "¿Ya te has decidido?" - Me parece mal que los pobres animales tengan que estar encerrados de por vida... - "Tienen mucho sitio, comida y agua asegurada, una habitación para dormir., veterinario a su disposición. Incluso calefacción en invierno...Hay muchos españoles que no tienen tanto" - ¿Es verdad? - "Que se muera la Cotilla, ahora mismo, si miento" - Bueno, pues, digo... que sí.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaa! ¿qué hay para comer? - Lentejas pero son para mí... - No saques a pasear tu egoísmo... Quiero dos platos. _ ¿Y yo qué como? - ¡Tu sabrás, hija mía. Estás en tu casa! -

Mientras ella comía lentejas y yo pan con aceite, me contó que un guardia municipal de Barcelona, había entrado en el recinto de los leones, en el zoo. - ¡¿No será Bedulio?! - Claro que no. Bedulio es de Palma...  La abuela quiere llevarme al zoo.

Como por arte de magia, la abuela entró en mi casa - "¡Aquí están las entradas, y aquí los pasajes. Nos vamos a Barcelona!" - Hay tres... "El otro pasaje y la entrada son para Bedulio" - ¿Y yo? (protestó la Cotilla) - "¿Quieres entrar donde los leones?" - ¡Ni loca! - "Estos dos, sí... Grabaremos un video solidario por eso de la Navidad y yo pongo los actores... El guión va de un municipal y una vecina (estos dos) enamorados. Ella, que es muy práctica, le pide que le regale un plumero para quitar el polvo..." - ¡Esto se anima! (dijo la Cotilla) - "Lo de "polvo" es literal. Pero el plumero tiene que ser especial: echo con la melena de un león" - ¡Estará lleno de garrapatas! - "Esto no lo ha tenido en cuenta el guionista. ... La pareja irá al zoo, entrarán al recinto de los leones y mientras ella (o seá, mi nieta) entretiene a las leonas, él (Bedulio) cortará la melena al león" - ¿Y si no se deja? - "Se me ha olvidado deciros, que es una historia de risa" - ¿Los leones son de verdad? (me temía lo peor) - "¡Claro, si no cómo va a reirse la gente!"

martes, 9 de diciembre de 2014

- "Hoy comeremos paella" - Ha dicho la abuela al tiempo que dejaba unas bolsas en la mesa de la cocina con todos los avíos. - ¿Por qué? - "Porque hace viento" - Quedé descolocada - ¿Es una excusa como otra cualquiera? - "No. Es una excusa para ti. Yo como paella cuando se me antoja, sin excusa pero con gambas" - ¿No querrás que la haga yo? - "¡Ni se te ocurra! Voy a un recado. Cuando vuelva la haré" - Y salió sin darme más explicaciones.

Parecía estar excitada y aunque no sabía el motivo, hice deducciones con Pascualita mientras desayunábamos. - Debe haberse peleado con Andresito ¿no te parece? - Por toda respuesta, la siena se tiró en plancha dentro de su taza de cola cao y alguna salpicadura llegó hasta el estante donde Pepe ¿veía? pasar el tiempo con su cachaza habitual.

- O con Geoooorge... - Pascualita no me contestó porque estaba lamiendo el hule de la mesa. - Claro que, quizá está enfadada con su amiga Conchi ... Quizá los tacones de aguja de su amiga eran más altos que los suyos. ¡A sus años! Sé que tienen varices, pero se maquillan las piernas y además, llevan preciosas medias de cabaretera que ayudan a que todo luzca...jejejejeje...  Tu nunca llevarás unos estilettos, Pascualita jajajajaja ¡Como no te los pongas por sombrero ¡¡¡Aaaaaaaaaaayyyyyyyyyy!!! ¡Eso duele, maldito bicho! ¡No me escupas veneno en el ojo! Aaayyyyyy...Ahora me será difícil pelar las gambas...

Me escondí en la salita. Junto a la capilla de los santos, la Cotilla había levantado otra a Bárcenas, Blesa y Rato. ¡Maldita sea! Le tengo dicho que no quiero ver en mi casa nada que me recuerde a los millones y millones de euros que éstos pájaros han echo volar hacia sus respectivos nidos. Pero ahora no podía quitarlos porque se me estaba poniendo el ojo como un colchón y veía menos que Pepe Leches, que tropezó con un farol y dijo: usted dispense.

Mientras esperaba a la abuela, calmé el dolor con chinchón. Luego entré en la cocina, agarré por la cola a la sirena y la eché de cabeza a la jarra grande de cerveza. Luego cogí a Pepe, que ni muerde ni escupe y volví a la salita. Puse la cabeza jibarizada frente a mi. - Estoy pensando que debería usarte de... ¡hip!... llavero. Así podrás salir de casa. Ver mundo, ponerte al día... Pascualita está ... ¡hip!...al cabo de la calle porque sale a pasear con la abuela, en el termo de los chinos pero tú, con la boca y los ojos cosidos... ¿Qué tal si te pongo unas ... hip! gafas de sol ... ¿O no quieres...¡hip!...cambios?... 

La abuela volvió con la cara roja, los ojos brillantes y contenta. - "Misión cumplida" - ¿Qué has... ¡hip!... echo? - "Vigilar los puentes de la autopista. Y ha dado resultado. Entre Geooorge y yo hemos descubierto a varios cafres disponiéndose a tirar piedras a los coches con la "sana" intención de matar unos cuantos conductores". - ¡No me... ¡hip!... digas!... ¿Qué has echo con... ¡hip!... ellos? - "Arrearles los guantazos que deberían haberles dado sus padres hace tiempo" - ¡Bien echo... ¡hip! ¿Qué han dicho? - "Nada. Mearse en los pantalones y llorar." - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaa! ¿Ya está la paella? (dijo la Cotilla que entró, pasillo adelante, como un elefante en una cacharrería) - ¿Cómo lo sabe? - Por el olor. - ¿Qué olor, si aún no está... ¡hip!... el fuego encendido? - Calla y pónme un chinchón. - "¡Que sean dos!" (gritó la abuela desde la cocina).


lunes, 8 de diciembre de 2014

El timbre del teléfono ha estallado en mi cabeza. - ¡¿Quién es?! - "Yo, boba de Coria ¿Acaso tienes un novio que te llame a éstas horas?" - "Estas horas" eran las cinco de la madrugada - "Ves preparando café que dentro de media hora estaré en tu casa" - Y colgó.

Fui a la cocina a preparar el café, luego me senté a esperar. No podía mantener los ojos abiertos y recurrí a Pepe. Lo puse sobre el bote del cola cao y estuve un rato pensando un tema de conversación que pudiéramos mantener pero no se me ocurría nada. El tampoco ayudaba mucho.

La vocecita de la Momia me espabiló un poco. - He visto luz y me ha entrado hambre. Por favor, tuéstame un poco de pan y pónle mantequilla y miel. Y un té con leche... gracias.- ¿No ha visto la hora que es y el sueño que tengo? - Siento decírtelo, nena, pero se nota mucho que fuíste a la escuela pública... - (¡La madre que la parió en el siglo XVIII!) - Yo me vuelvo a la cama. - "¡Quieta, parada!"

Por supuesto, preparé los desayunos y luego vaciamos el armario y los cajones del cantarano, de la abuela encima de la cama. Esta noche Conchi montaba una fiesta en El Funeral y estábamos invitadas. Todos iríamos vestidos de los años veinte del siglo pasado. La abuela guardaba vestidos y complementos de aquellos años, no sabía dónde. - "Por eso he venido temprano. Para buscarlos.

Toda la mañana estuvimos probando y aireando ropas que olían a naftalina. Comimos de bocadillos y seguimos con la tarea. Cuando vino Geooooorge a buscarnos, entramos en el rolls royce tiesas como varas porque algunas costuras amenazaban con estallar. Eso sí, llevábamos más plumas y brillos que nadie. Parecíamos árboles de Navidad. La abuela, antes de salir, me había mirado con su ojo crítico y me dijo - "Estás mal echa, nena"

El Funeral estaba de bote en bote. La abuela gritaba - "¡¿Dónde estás, Conchi?!" - En seguida nos llegó la música de Paquito el Chocolatero que nos indicó el camino hasta su mesa. Todo fueron besos y abrazos entre las amigas - ¡¡¡Felicidades, guapísimaaaaaaaaaaaa!!! - ¡¡¡Graciassssss. Venga, chin chín!!! - Y un montón de copas se levantaron. En un rincón estaban los músicos que no paraban de tocar charlestones. Y la abuela y Conchi se pusieron a bailar como locas.

Ocurrió un fenómeno extraño debido al calor: la mayoría de los hombre se desteñía. Negros riachuelos corrían desde la cabeza hasta el interior del cuello de las camisas. Para parecerse a los chicos que fueron tantos años atrás, se habían teñido el pelo y las calvas. Aquello trajo más risas a la fiesta. - "¡Que corra el chinchón!" (gritó la abuela, que luchaba contra un desteñido que quería mordisquearle el lunar que se había pintado junto a la boca) - La Momia, a pesar del jaleo, dormía sentada junto a los músicos. - ¿No te gusta la fiesta, abuelastra? - Esta música es muy moderna para mi. - Muchas mujeres llevaban largas boquillas con falsos cigarrillos que a punto estuvieron de sacar unos cuantos ojos mientras saltaban con sus tacones de aguja al compás de la música.

Aquello era un no parar de bailar, cantar, beber, gritar, besarse, beber, bailar la conga, beber, beber... Un hombre desteñido se me acercó, tambaleándose y me dijo que nos habíamos conocido en 1918. Lo cogí por los hombros, le di la vuelta  y de un empellón lo mandé hacia un grupo que estaba muy animado ¡y les dijo lo mismo!

Geoooorge nos llevó de vuelta a casa a la Momia y a mi. Íbamos espatarradas y con los zapatos en el bolso. Conchi nos despidió con dos besos a la puerta de la cafetería. Al cerrar la puerta del coche noté que tenía algo en la boca. Lo miré a través de la luz de la calle que entraba por la ventanilla ¡Era una de sus pestañas postizas!

domingo, 7 de diciembre de 2014

La abuela ha traído a casa a los trileros que la sacaron del mar. - "Los he invitado a comer" - ¿En mi casa? ¿quieres que me dejen en bragas? - "Hombre. Yo no lo hubiese dicho tan crudamente pero... ya que la frase ha salido de ti..." - ¡¿Qué estás pensando?! (me alarmé) - "En mi biznieto. Que ya vas teniendo una edad..." - He querido decir que me limpiarán la casa. - "No le iría mal, desde luego" - ¡Que me robarán, leche! - "jajajajajajaja ¡Pero si no eres rica, boba de Coria! 

- ¿No saben nada de Pascualita? - "No. Pero los he traido porque no están mal del todo... El gordito es mono" - ¡Abuelaaaaaa!... Me he pasado la noche en vela, pensando en la sirena y tomando tazas de tila para relajarme... ¿dónde estará?

La Momia ha preguntado a menudo por el pescadito. - ¿Qué has echo con él? (me preguntó) - Se ha perdido, abuelastra. (dije con pena) - Creo que te lo has comido frito (soltó) Me dijo una vez una sirvienta que tuve, que los pobres coméis sardinas fritas a menudo, a pesar del tufo que dejan dentro de casa. - No podría comerme un animal que estuviese conmigo (respondí) - Tampoco yo pude comerme a mi marido. - ¿Lo estás comparando con tu marido? - ¿No hablabas de animales? - Esta mujer, a veces me desconcierta.

Mientras discutía con la abuela, los trileros desaparecieron. - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaa! Me he cruzado en la escalera con dos tíos que bajaban corriendo y casi me tiran al suelo. - Son ellos (dije) ¡¡¡Me han robado!!! - ¿El lío de ropa que llevaban era tuyo? - ¡Seguro, seguro! lLlama a la policía, abuela! - Corrí tras ellos como una loca ¡Ladrones, ladroneeees!

En la entrada me di de boca con uno de ellos que estaba bailando una danza, cheroqui supuse. Y gritando como un descosido. En uno de sus giros vi a Pascualita, firmemente agarrada a su nariz. Tiré de ella con fuerza y un momento después estaba en el bolsillo de mi bata mientras el ladrón sangraba como un toro de lidia. Al subir a casa me encontré con el vecino de arriba que bajaba, alertado por los gritos del trilero. - ¡He llamado a los municipales! - No tengo nada que ver con éste jaleo. Haga lo que crea oportuno.

Metí a Pascualita en la jarra grande de cerveza. Estaba echa un asco. Y eché un chorrito de chinchón al agua de mar. La sirena debió caer de las manos de la abuela a la toalla de playa y quedó escondida entre la ropa que la abuela guardó en su bolsa y luego vació en la lavadora. ¡Menos mal que nadie la puso en marcha!

sábado, 6 de diciembre de 2014

No he dormido en toda la noche pensando en Pascualita. Nadie sabe dónde está. La abuela asegura que la metió en el termo de los chinos pero, las apariencias indican que no... Tal vez se puso nerviosa al ver que se le acercaban dos hombres y al querer esconderla, no atinó con la boca del termo y se le cayó al agua ¡Al mar!

Si eso fue lo que ocurrió, no la encontremos más. Ya debe estar disfrutando de su hábitat en el fondo marino más profundo, e incordiando al calamar gigante para comérselo... ¿Y qué haremos sin ella? Esta mañana me he vestido de luto porque me lo pide el cuerpo ¡He perdido a mi mejor ¿amiga?! Es mucho decir pero, aunque es una borde, me hacía compañía.

Lo siento por Pepe. Se ha quedado más solo que la una en su estante de la cocina. Ahora tendremos que hablar entre nosotros... Y encima, si resulta que es un santo de verdad, se lo llevarán para ponerlo en algún altar. Aunque no creo que la Cotilla lo consienta. Mientras tanto ¿de qué podemos hablar? ¿de fútbol? No sé si le gusta ni si tiene equipo favorito. Mira que si es del Madrid y yo le pongo al Barça por las nubes, no acabaríamos bien O al revés.

Si fuera una mujer, cosa que aún está por ver, hablaríamos de moda, de la Duquesa de Alba, de Mariló y el relamido de su ex marido, Carlos Herrera. Esta gente, cuando tiene un micrófono delante y buena dicción, se vienen arriba, soltando parida tras parida con un aplomo que ni el Papa de Roma  "A los viejos les ha dado por no morirse" dice el jodío justificando al Gobierno por haber tocado la caja de las pensiones... A éste le quedan tres telediarios para jubilarse. Nos sentaremos a esperar a ver qué hará él...Ya que no tengo a Pascualita, me entretendré con bocazas como éste y su ex señora.

Pero no quiero seguir de brazos cruzados. He llamado a la abuela y Andresito me ha dicho que, a pesar de que no se han peleado, ha salido muy temprano diciendo que iba a la playa - Nena. No dejes que tu abuela beba más chinchón porque creo que le afecta... y a la Cotilla también. Se han ido juntas ¿te lo puedes creer? - Sí, abuelito. Y ahora voy yo. - Pero antes me pasé a ver al Municipal - Bedulio, dame una lista de los trileros de Can Pastilla. - ¡Ni hablar! No te da vergüenza que te timen a tu edad. - Tengo que hablar con ellos. - Me conozco todas las excusas de los ludópatas. -  Pero... - Algún día me lo agradecerás. - ¡Lo dudo!

Al llegar a la playa, la abuela les tababa  aplicando el tercer grado a varios de los timadores. Quería saber dónde estaban los que la salvaron. Pero nadie sabía nada. Entonces se levantó la solapa del abrigo y mostró una placa de chichinabo pero que resultó efectiva entre aquella gente. - Irse a Magaluf... Sitio sin señoras que decir ¡Hacer boca a boca a mi amiga! Ellos no poder hacer eso a abuela. - "¿Qué abuela?... ¿te refieres a mí?  ¡Vuelve a llamarme abuela y te meto en el primer avión que salga para el Polo Norte!" - ¿Por qué te enfadas (preguntó la Cotilla) eres abuela... - "¿Te parece que no tengo una buena cruz con lo que me  ha tocado en suerte como para tener también un nieto trilero?" - Tal vez éste te diera un biznieto (razonó la vecina) - "Visto así..."


viernes, 5 de diciembre de 2014

Entusiasmadas estaban la abuela y la Cotilla delante del televisor, viendo a Mirella ganar medallas de oro en la piscina. - "¡Vamos, vamos, que tú puedes!" - ¡Cómetelas con patatas, Mirella! - Me asomé a la salita y las vi saltar del sofá como si tuvieran media hora menos. - ¡Que os vais a herniar! ¿Qué pasa? - "¡Hemos ganado dos medallas de oro!" - ¿Vosotras? (alucinaba en colores) - ¡Mirella! - Entonces no habéis ganado nada - ¡Es nieta tuya, si nace más tarde, sería un ornitorrinco! - "No insultes al pobre animalito. Que cruz tenemos con ella, Cotilla" - Y que lo digas. Te acompaño en el sentimiento.- ¡Eh, que no me he muerto! - Para el caso...

Poco después se fueron las dos con la bolsa de la playa colgada del hombro de la Cotilla. La abuela llevaba el termo de los chinos pendiendo del cuello. - ¿Vais a la playa? - "Que perspicaz te has vuelto" (ironizó la abuela) - Se le habrá despertado la neurona jejejejejeje - No puedes ir con eso (le señalé a la abuela, el termo) - "Sí puedo" - ¿No estaréis hablando del termo? ¡Vaya dos!

La puerta del ascensor se cerró tras ellas y minutos después el concierto de pitos cesó y la paz volvió a mi calle. Ya que estaba sola me dediqué a limpiar... pero no me cundía porque tenía la cabeza en otra parte... ¡dichosa abuela.

A la hora de comer decidí no esperarlas. Abrí una tarrina de ensalada, una lata de callos a la madrileña y unas natillas que la Cotilla trajo ayer del contenedor del súper... Al acabar entré y me dirigí al altar de los santos, en medio de los cuales estaba Pepe. Y como con él tengo confianza, le hablé - Tío, haz que vuelvan ya... Me temo lo peor... ¿Le ha pasado algo a Pascualita?... ¡Jopé! es una lata que no puedas hablar. Mandarme una señal ¿no? - Entonces le dí un pescozón y la cabeza jivarizada cayó rodando hasta quedar debajo del televisór  - ¡Ay, Pepe! ¿Qué quieres decirme?... ¿Que quieres ver la tele?... ¿Qué te gusta estar aquí? ... ¡Qué difícil me lo pones, hijo!... ¿Qué ponga la tele?... Bueno ¿a ver qué pasa?

La cadena insular informaba sobre dos trileros que habían sacado del agua, en Can Pastilla, a una bañista en apuros, a pesar del buen estado de la mar.- Nosotros salvar ¿haber recompensa?...(explicaban al reportero) Amiga suya decirnos que hacer boca a boca pero... yo no estar por la labor. Mi amigo decirle que lo hiciera ella pero contestar: No ser lo mismo.- ¿Se ahogaba la señora? - Nosotros decir que sí... Ella decir que no. Pero se hundía y salía. Luego nadar muy deprisa ¿haber olimpiadas tercera edad? Ella ganar natación. Seguro.

Las dos rehuían a la cámara - "¡No quiero salir en pantalla. Es humillante!" (gritaba la abuela) - ¡Ni yo! No quiero que me pidan autógrafos por la calle. (se quejaba la Cotilla) - Al llegar a casa no pregunté nada hasta que la vecina se echó la siesta. - ¡Explícate!  (exigí a la abuela) - "Ha sido muy divertido. En el mar estaba yo sola, por eso he sacado a Pascualita... - (¡¿?!) - le he atado una cinta a la cola porque me hacía mucha ilusión que ella tirara de mi como si fuera una lancha motora. Hemos disfrutado las dos. Piensa el tiempo que lleva la pobre sin entrar en el mar... Lo malo ha sido que tiene querencia a irse a lo más hondo. Tiraba de mi y nos hundíamos, así que no me quedaba más remedio que tirar yo de ella. Y así hemos estado hasta que eso dos pelmazos me han "salvado" - ¡¿Han visto a Pascualita?! - "No. Me ha dado tiempo de meterla en el termo al  verlos venir." - ¿A ver cómo está? - Abrí el termo... y allí no había ¡nadie! - ¡¡¡¿ABUELA?!!! - "Ai, Deu mevet"



jueves, 4 de diciembre de 2014

Estaba abriendo un tetrabrik de caldo, pensando que iba a tener una comida tranquila, cuando la Cotilla ha entrado como una exhalación hasta la cocina y con un saco a la espalda que parecía pesar lo suyo - ¡Corre, cierra la puerta de la calle! - ¿Por qué no la cierra usted?

Arrastrando las zapatillas, fui dispuesta a darle a la puerta la patada que no podía darle a la Cotilla cuando ,en el rellano de la escalera aparecieron la abuela, Andresito y Geooorge. - "¡No cierres" (gritó la abuela y en cuanto entraron, se contradijo) - "¡Cierra!"

En la cocina había unas cuantas estatuas de diferentes tamaños - ¿Y estos santos? - Los he cogido prestados para que nos iluminen en la búsqueda de San Mandingo. - ¡Si quiere iluminación, encienda velas pero no robe santos! - ¿He empleado la palabra ROBAR? (preguntó la Cotilla mirándonos uno a uno) Las devolveré cuando hayamos aclarado las cosas.

No podía creer que Andresito se prestara a tamaño desatino. Me dijo que era la única manera de estar más tiempo con su mujer. - Desde que se le ha metido en la cabeza que Pepe es nuestro pariente, se pasa el día en tu casa o viendo brujas. - Un murmullo de letanía salió de la salita donde montaban un altar. - ¿Qué hacen? - Rogativas a los santos. - ¿Geoooorge también?

Llamaron a la puerta. Era el Municipal. - Si no fuera porque me lo han ordenado, no pisaría ésta casa.  Han visto entrar a la Cotilla con un saco al hombro. - Sí, eran turrones para Navidad. - El saco era grande. - Es que también traía mazapanes, rosquillas, mantecados, polvorones... ¿Sigo? - ¿Y huesos de SANTO? - ¿De santo? Pues... no me he fijado. - ¿Dónde están? - ¿Quiénes? - La Cotilla y los "huesos"? (noté recochineo en su voz) - ¿Te interesan las reliquias? - Me ponen los pelos de punta pero, una orden es una orden.

- ¿Conoces a Pepe, Bedulio? (pensé que si lograba interesarlo por el tema que nos traíamos entre manos, nos dejaría en paz) - ¿Qué Pepe? - La cabeza jibarizada. - No empecemos con guarrerías. - Estamos averiguando si es un santo mártir. - Jajajajajajaja ¿Te lo va a decir él? - Puede hacer milagros. (empezaba a enfadarme) - ¿A sí? Pues que me diga quién ganará La Liga... Vamos a preguntárselo jajajajajaja. - Sobre el aparador estaba la gran jarra de cerveza donde Pascualita nadaba tranquilamente entre las algas. - ¿Esa jarra es de verdad? - De la tienda del señor Li - Hay que ver lo que hacen los chinos. Meten toda la decoración entre dos placas de plástico y la jarra está vacía ¡Son la pera!... ¿Tienes coca cola? - ¿Para la jarra?... tiene agua fresca que iba a beberme cuando has llegado, Bedulio. - Mi cara de tonta fue tan convincente que dijo - ¡Estoy seco! - Se bebió de un buen trago de agua de mar y se atragantó con las algas, las piedras y la arena del fondo. Pero lo peor fue que Pascualita se le agarró a la campanilla temiendo ser engullida. Y ahí clavó sus dientes para no caer hasta el estómago del Municipal.

Fue muy difícil soltarla de allí sin hacer una sangría. Además, Bedulio no debía gritar para que nadie descubriera a la sirena. Le metí una servilleta en la boca mientras él daba saltos y corría al rededor de la mesa del comedor. Por fin agarró la botella de chinchón que le di y ahora hace dos horas que duerme la mona junto a Pascualita, en mi cama . Los demás siguen con sus letanías ¡Jesús, que tarde!



miércoles, 3 de diciembre de 2014

La abuela se ha hartado de tanto papeleo y ha tirado por la calle de en medio. Ha ido a ver a una bruja para que le aclare las cosas con respecto a Pepe y el Santo  Mandinga. La he advertido que le sacarán los cuartos pero, como siempre, ha pasado olímpicamente de mi. Además, la Cotilla hace piña con ella y yo, contra dos fuerzas de la Naturaleza, no puedo luchar.

La vecina ha venido tarde. - Hoy solo había croasanes en el contenedor. - La Momia no se enfadó por eso. A ella le gusta variar. Bastante tuvo con aguantar al mismo marido durante 60 años. - Los croasanes me recuerdan cuando estuve en París por primera vez. - ¿Cuándo fue eso, abuelastra? - Vamos a ver... Cuando la primera guerra mundial... Sí, fue entonces porque recuerdo que me escapé de la vigilancia que me pusieron mis padres y fui a ver actuar a Mata Hari... - ¿Estaban buenos los croasanes de allí (preguntó la Cotilla) - ¡Buenísimos! (dio un mordisco al suyo Y gritó) ¡Eran como éste del Contenedor! - ¿En serio? (exclamó sorprendida) Entonces, a partir de mañana, se los cobraré... Es que la pensión no da para mucho - No sabía que tuviera una Pensión (dijo la Momia) ¿Cómo se llama? - Raquítica y escuchimizada. - ¿En serio?... Oye, pues no está mal... Es original. ¿Y dónde la tienes? - ¿El qué? (la Cotilla estaba desconcertada) - La Momia, sin esperar respuesta, se fue a por Pascualita para ver a Mariló juntas. - ¿De qué hablaba tu suegra?

Un poco antes del mediodía volvieron encantadas. Deduje que la bruja les había dado la solución que buscaban. - ¿Ya sabéis quién fue Pepe? - "Mejor que eso. Sabemos quienes fuimos NOSOTRAS" -
La abuela estaba hinchada como una gallina clueca - "¿Sabes quién fue Juana de Arco?" - Pues... una heroina francesa que... - "¡No lo sabes! Juana de Arco era YO. Así que eres descendiente de una santa" - ¿Te lo ha dicho la bruja? - "Sí, señora, con todas las letras" - Y yo (intervino la Cotilla) la Mula Francis. Una actriz de cine, famosísima... yo la recuerdo... ¡que cosas! - ¿Y lo de Pepe, qué? - "Eso lo miraremos otro día..." - ¿Habéis pagado? - "Un trabajo tan elaborado como éste, se tiene que pagar... ¿Estás celosa porque no sabes quién fuíste?" - Que mala es la envidia (dijo la Cotilla, moviendo la cabeza con pesadumbre)

Les traje la botella de chinchón. Se la quité a la Momia que ya roncaba delante de la tele.- Hale, un traguito para cada una que os hará falta: Juana de Arco no tuvo hijos, abuela. Murió muy joven, achicharrada en la hoguera... Y la mula Francis era eso... una mula. - La bruja dijo que era una actríz  maquillada de burra. - ¿Cuánto te ha cobrado, abuela? - Por toda respuesta, se bebió tres copas seguidas de chinchón mientras enrojecía hasta la raíz del pelo.



martes, 2 de diciembre de 2014

Que pesadas están la abuela y la Cotilla con querer saber quién fue Pepe. Les digo que es un modo, como otro cualquiera, de perder el tiempo. Que Pepe es Pepe. Y me tiran a la cabeza lo primero que tiene a mano. No quieren dar su brazo a torcer. Lo malo de tanta consulta es que la hacen en mi casa y se presentan cuando aún no han puesto las calles. Porque como son viejas, duermen poco. No me importaría si no me despertaran.

La Momia está encantada porque es la que menos duerme y así no se aburre pero como está acostumbrada a mandar, con mucha educación, eso sí, no deja ni que me siente a desayunar tranquila - Nena, por favor, tráeme las pastillas de la tensión... Gracias. Eres un encanto... Y las del vértigo... Que amable eres, bonita... Me pones un café con leche... Nadie me lo hace como tu, cariño... ¿Puedes traerme la crema de manos? tengo la piel un poco apergaminada esta mañana... - Y así hasta que me hago la sorda y paso de ella. No por despreciarla sino porque acabo rendida. Le he dicho mil veces que  me pida todas las cosas a la vez pero ella no lo cree conveniente para no aturullarme... ¿Me estará llamando tonta?.

Desde que se ha iniciado la búsqueda de la identidad del jivarizado, la Momia ha descubierto unas magdalenas riquísimas y ya no quiere las ensaimadas que le manda Andresito todas las mañanas. - Dile a mi hijo que no se preocupe por mi, que aquí me cuidan de maravilla (le dijo a Geooorge. Pero la abuela le dio contraorden. Si la Momia prefería comer las magdalenas del contenedor del súper, allá ella. Nosotras sí queríamos las ensaimadas recién echas)

Después del desayuno, la abuelastra caía en un profundo sopor y el mayordomo la depositaba en su cama donde dormía a pierna suelta hasta la hora de ver a Mariló en la tele. Entonces cogía a Pascualita y la botella de chinchón y al rato la oíamos reir a carcajadas. A mi no me hacía gracia que le ensañara malos hábitos a la sirena y un día se lo comenté - No te preocupes, nena. El pescadito no se entera de las tonterías que dice la chica... y yo a penas... ¿Por qué crees que tenemos la botella a mano? - Me quedé más tranquila.

Geooooorge sigue preocupado con el tema de su pariente. Y se enfada cuando oye a las dos amigas otorgarle la nacionalidad española a Pepe. El otro día fue demasiado lejos cuando dijo: ¡Ser tan inglés como Gibraltar! - La abuela y la Cotilla, como si las hubiése picado un tábano, saltaron de las sillas al grito de ¡Santiago y cierra España! del Capitán Trueno. Y lo agarraron del pescuezo. Me costó mucho evitar que lo tiraran por el balcón. Solo cejaron en su empeño cuando les hice ver que el árbol que hay debajo tiene un ramaje muy espeso y se quedaría enredado en el. - ¡Pues yo quiero tirarlo de cabeza a la calle! (gritó la Cotilla, fuera de sí) - Tendrá que ser cuando poden el árbol (le dije) Y entre tanto jaleo, seguimos sin saber si Pepe fue San Mandinga o no. Por eso la Cotilla está de los nervios, porque, si lo fuera, no tendría que volver a "limpiar" los cepillos de las iglesias.


lunes, 1 de diciembre de 2014

Mi bisabuelastra está de morros conmigo. Y ha tenido que ponerse la dentadura postiza para que le abultaran más porque, hace ya tiempo, que sus labios quedaron planchados. - No tengo edad para recibir regañinas de nadie (me dijo con su suave vocecita a la que se le notaba un ligero toque de cabreo) - Compréndelo, Momia. No está bien que uses el retrete del comedor. Es una escultura muy valiosa y, como tal, la tengo allí expuesta. (mentí) - Pero tiene agua... y la tengo más a mano que el cuarto de baño. - ¿Imagínate que entra alguien y te ve allí sentada? ¿Qué pasaría? - A mi no me importa que me vean. Ya lo tengo todo amortizado. - (Cambié de tema) ¿Quiéres una copita de chinchón? - Es la única cosa coherente que has dicho hasta ahora.

No quedé muy conforme de como acabó la discusión y al cabo de un rato, insistí - ¿Puedo estar segura de que no volverás a usar el wáter para nada? - Sí. Para nada no lo usaré... solo para mis necesidades fisiológicas. - Llamé a la abuela en seguida - ¡Ven a buscar a tu suegra! -

Mientras la calle era amenizada con el concierto de pitos, en casa celebraban un cónclave la abuela y la bisabuelastra. Media botella de chinchón después, supe el resultado: la Momia no se quería ir. Pero había claudicado en lo del inodoro al comprender que era la "casita" de su amigo el pez raro... Así que, ahora mismo iría Geooooorge a la tienda del señor Li a comprar un recipiente, más idóneo, para el pez. - ¿Ya está? - "No. Quiere un water en la salita y otro en su cuarto, para no tener que correr ni de día, ni de noche" - ¡¿Los limpiará ella?! - "Por supuesto que no. Es rica"

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaa! (a la Cotilla le faltó tiempo para ponerme a parir) - ¡Con lo bien que iba el negocio de la reliquia y la tonta de tu nieta lo estropeó! ¡Quiero demandarla! - "Yo ya lo habría echo" - Oí la vocecita de la Momia: - Nena, me llevo al pececito a mi cuarto. - (¡Ojalá te coma! pensé) - Geooorge volvió con una gran jarra de cerveza de plástico - Señor Li darme esto, madame. - "¿Te vas a emborrachar?" - Decir que ser pecera. - "Jajajajajaja ¡Te ha contado un cuento chino, el jodío!" - Está de moda (dijo la Cotilla) Unos dijeron que iban al fútbol, en lugar de decir que iban a pegarse. - "Serían niñatos" - La mayoría tienen de 30 años para arriba. Murió uno. Ahora dirán que se les fue la mano. Sí, sí. Se quedaron cortos, unos y otros, porque querían un resultado más abultado. - "Hay mucho descerebrado suelto... Y esto viene a cuento porque Pepe, que tampoco tiene cerebro, me tiene, cada vez más convencida, de fue el dueño de la reliquia milagrera" - ¿Lo puedes confirmar? - "De momento estoy repasando los archivos de mi familia política" - La Cotilla fue a por la cabeza jivarizada - ¡Ay, Pepe de mis entretelas. Dime que eres tu el santo milagroso! - "No lo atosigues, mujer. Lo que tenga que ser, será"

La Momia venía por el pasillo con Pascualita en las manos para que estrenara la nueva pecera. Otra vez la sirena estaba lacia como un espagueti recién hervido - ¡¿Qué le ha echo ésta vez?! - Darle agua, hija. Se ve que no le ha sentado bien y eso eso que es agua de Solares. - La abuela y yo elevámos los ojos al cielo y mientras yo corría a meterla en agua de mar, la abuela le comentó a su suegra: - "La próxima vez prefiero que le des chinchón"