jueves, 18 de diciembre de 2014

- "Nena, Geoooorge te traerá la lista de la compra. Dejas las cosas en la nevera y procura desaparecer de tu casa durante unas horas." - ¿A qué viene esto? - "Haré las paces con Andresito y aún eres muy joven para ver ciertas cosas jejejejeje" - ¿Y tenéis que hacerlas en mi casa? ¿Qué pasa con la vuestra? - "Que está el inglés y no me parece bien reconciliarnos ante él estando de luto" - ¿Por quién? - "Por Pepe, hija, que no te enteras de nada" - ¿Traerá el dinero de la compra? - "Pero si comeremos en tu casa"...

Cómo no va a ser rica la abuela si la que se gasta los cuartos soy yo. Acabaré como la Cotilla, sin llegar a fin de mes. - ¡Que sepas que como no aflojes la mosca, comeréis pan con tomate! - "¿Dónde está tu Espíritu Navideño?" - En la cola del paro. - "Dile a tu abuelito que te de el dinero. Que es para una buena causa"

Andresito no estuvo por la labor - No quiero reconciliarme porque aquí estoy tan ricamente. - Se agradece el cumplido pero ya está bien de vivir a la sopa boba, empezando por la abuelastra. - Si come como un pajarito. - Pero todo bueno... Abuelito ¿por qué no le haces un buen regalo a la abuela y arregláis vuestras diferencias? -  Me llama asesino ¿te parece poco? - No seas picajoso que tampoco hay para tanto. Además, quién se pica, ajos come. - ¡¡¡Nena!!!... ¿Qué le regalo? - Un Pequeño Nicolás. Lo mismo sirve para un roto que para un descosido. - ¿Dónde lo venden? - En Supermercados y Farmacias.

A duras penas conseguí que Andresito me diera el dinero para la compra. Todo era muy sofisticado, que si caviar iraní, salmón marinado, pepinillos en vinagre, percebes, cangrejos de río, etc. etc. Cuando vi los precios casi me da un soponcio. Pensé que así como está el mundo, es un crimen gastarse una pasta gansa en comida para dos y decidí rebajarlo. Compré sucedáneo de caviar, paté de salmón, de percebes y de cangrejos de río, en los chinos. Otras cosas eran marca Hacendado. Total, me ahorre el 70% y me lo quedé. Antes de que viniera la abuela me fui al comedor social con la Cotilla y dejé al abuelito poniendo una mesa que daba gusto verla.

Al volver a casa, ya se habían ido a El Funeral, a seguir festejando, supongo. El vecino de arriba vino a quejarse del ruido. - No he podido dormir la siesta ¿Qué hacíais con tanto jaleo? Si no supiera que eres virgen y mártir, creería que te has montado una fiesta érotico-festiva-carnavalera.- Estuve a punto de tirarle a Pascualita a la cara. Que no ha podido dormir la siesta, dice: - ¡Toma, ni yo!

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