miércoles, 3 de mayo de 2023

El polen.

Mientras Pascualita y yo desayunábamos alguien empezó a estornudar como si no hubiera un mañana. Miré a Pepe el jibarizado, que nos contemplaba (es un decir) desde su estantería de la cocina. Estaba tan silencioso como casi siempre. 

- ¡Comensales! ¿estáis constipados? - ¡No, hija, no! (gritaron al unísono) pero puedes traernos el desayuno, boba de Coria. - Supongo que lo dijeron por hacer una gracieta porque, lo que es a mi menda, todavía no se me ha ocurrido darle de comer a un cuadro por muy Santa Cena que sea.

Seguí preguntando pero el que no dormía, bostezaba. Pregunté a la Cristalera: - Es mi hermana gemela quien estornuda (me dijo la muy pánfila) - ¿Por qué no me lo has dicho antes, Blancaflor? - No me habías preguntado, bonita. 

A todo ésto, la Cristalera de fuera soltaba estornudos a destajo. - Cuando le pregunté a penas entendí su respuesta: - AT... la culpa la... ¡CHISSSSS! tiene el ATC... árbol de ¡CHISSSS! la caaaaa... ¡CHISSSSSSSSSS!... lle. El muuuuu... aaaaaaaat... ¡CHISSSSSS! ... y Juanlanas lo lleeee... ¡ATCHISSSSSSSSSSSSS! na todo de po..., polen...¡¡¡ATCHISSSS!!!

-  Estoy regalando vida y así me lo agradece ésta inculta (se quejó el árbol dándose toda la importancia del mundo) - Si yo te contara lo zoquete que llega a ser.(mira que le gusta figurar a la Cristalera interior) Desde luego no parece mi hermana. (y empezó a darse lustre) aquello se convirtió en un drama decimonónico entre la hermanita pobre y la rica. O sea, la de dentro y la de fuera.

Mientras tanto,Pascualita seguimos a lo nuestro: ella poniendo perdida la cocina de cola cao y yo evitando mancharme.

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