jueves, 19 de enero de 2023

¡Listos!

Salvo la abuela y yo, el resto de la familia anda por casa con siete ojos por si "les pica el raro y peligroso bicho que me ha dejado desequilibrada" pero no puedo asegurarlo.

La Cotilla es quien más nerviosa se ha puesto ya que es la que más veces ha probado "la medicina" - Tiene que vivir en ésta casa, nena. Lo extraño es que después no puedo acordarme del ataque ni de quien lo ha hecho ¿Estás segura de que no vive aquí un basilisco asesino? - "Tal vez sea el ladrón de calcetines" (los ojillos de la abuela reían) - ¿Pompilio? No, pobrecito.

Encendí la televisión para ver las noticias locales y dieron una muy curiosa:  Hay una plaga, gigantesca, de ácaros en la Ciudad. 

Los expertos en fenómenos raros dicen que todo es culpa del cambio climático. Los políticos de la oposición en el Ayuntamiento culpan al alcalde: - Cuando gobernábamos nosotros no había ácaros y ahora hay superpoblación.

Un señor jubilado que se pasa el día yendo a ver obras, jugando a petanca, tomando algún cortado descafeinado y jugando al julepe en la Residencia de Día del barrio o viendo como se bendice a los animales el día de San Antón, se acercó a un periodista que hacía entrevistas en la calle y le gritó al micrófono- ¡¡¡LOS ÁCAROS SALTARON DE UNA CAJA DE ZAPATOS!!!  Lo vi con estos ojitos que... ¡oiga, no me empuje! (se quejó al verse zarandeado por el entrevistador.) - Abuelo, no interrumpa que hablamos de cosas serias. 

El vejete se fue rezongando: - ¿Abuelo? ¡Tu padre!











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