lunes, 20 de marzo de 2023

Mariposa terrorista.

¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaa! Que hambre tengo, nena ¿qué comemos hoy? - He abierto una lata de Fabada Asturiana.

Poco después, la Cotilla y yo nos sentamos en la salita y brindamos con chinchón on the rocks mientras llegaba el sueño de la siesta. La botella, nueva de trinca, la trajo la vecina. - Ya era hora que se estirara un poco, Cotilla ¿Celebramos algo? - Que estamos vivas. - Nos pareció un motivo suficiente como para dar buena cuenta de la botella hasta la última gota.

Hubo un repiqueteo en la ventana. - ¿Será... ¡hip!... el Sueño? - Yo apuesto,,, ¡hip!... por el... ¡hip! ... árbol de la calle... (dije con lengua estropajosa) - Pero no eran ni uno ni otro sino una esbelta y elegante mariposa que pedía asilo político. - Hasta mañana solamente. - ¿Y eso... ¡hip!...? - Mañana entrará la Primavera y yo iré en su desfile.

Entonces me fijé en su trompa. - ¡Un momento!... ¡hip!... Tu no eres trigo limpio. Me has engañado... ¡hip!... ¡Eres un ele... elef... ¡elefante!

Los párpados estaban deseosos de echar el cierre por siesta pero mi única neurona me decía que no me fiara. Hubo un tira y afloja en mi cerebro que me dejó agotada, así que me rendí y me dormí sin más.

Al despertar, la Cotilla me miraba, curiosa: - Tienes dos agujeros en el cuello... ¿Te has puesto un enchufe ahí? - No diga tonterías... ¿y la mariposa? - Pegadita al "enchufe" Debe ser corta de vista ¡y con colmillos! ¡Es una vampira elegantísima!

La envidia cochina asomó a los ojos de la sirena. Pascualita, escondida en mi escote para que la Cotilla no la descubriera, saltó como un tigre de Bengala y, en un periquete, el bicho fue triturado por sus mandíbulas, miles de veces prehistóricas.

La mariposa gritó su frustración antes de pasar a la Historia: -  ¡¡¡¿QUIEN SE CARGARÁ, AHORA, A LA PRIMAVERA?!!!

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