miércoles, 20 de septiembre de 2023

La Cotilla corre.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaa! Ay... vengo derrengada. Llevo ¡media hora corriendo como una descosida.... - ¿Ha hecho una promesa, Cotilla? - No me ha dado... tiempo porque estaba muy concentrada en mi ...trabajo y por poco me pilla. He tenido que salir por pies. - ¿La perseguía la mafia china? 

Me miró, sorprendida: - ¿Por qué? - Usted sabrá. - Pues ahora no caigo... 

El árbol de la calle abrió su boca de madera para decir: - Esta mujer es un fenómeno. Corre que se las pela. ¡Tiene que ir a las Olimpiadas de la Quinta Edad, Cotilla y dejar bien alto el pabellón del barrio! Yo le cantaré We are de champions con mi poderosa voz de tenor. Así, escucha: ¡¡¡WEEEEEEEEEEEEEEE...!!!

Corrí a por una toalla grande de baño y se la metí en la boca. 

Poco a poco, la respiración de la Cotilla volvió a la normalidad y yo volví al ataque: - ¿La ha perseguido un perro? - ¡Ya lo puedes decir nena! - ¿Lo he adivinado? ¡Jupiiii! - ¿He dicho yo que sí? Pues no era un perro sino el sacristán de la iglesia en la que hoy "limpiaba" los cepillos. Ni que los euros fueran suyos, hombre.

El rolls royce de los abuelitos aparcó en su lugar favorito: la parada del bus y en pago, recibió una gran pitada. La abuela subió a casa. Iba espectacular con un sombrerito adornado con plumas de marabú de medio metro de largas. - "¡Hay más plumas en casa, nena?" - Le dije que no y se fueron a El Funeral a celebrar la vida de Eustaquio Pérez y colgar su foto en la Pared de los Finados.-  "Le encantaban las plumas de marabú... Por eso se hizo vedette" - dijo mientras cerraba la puerta de la calle.

 

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