Me lo ha dicho el árbol de la calle como el que no quiere la cosa: - Ya podrías haberte buscado un novio más silencioso, nena.
- ¡Uep! ¿qué novio? (pregunté) - El del helicóptero. Dile que venga a pie, como todos, que lo despierta y luego está de malhumor todo el día. - ¡¿Cómo todos MIS NOVIOS?! Tengo que poner más atención porque ni me había enterado que pasara un helicóptero por casa. Pregunté a los personajes que viven en ella. Todos dijeron que, en mayor o menor grado, habían escuchado el ruído.
Los comensales de la Santa Cena dijeron que querían conocer a "mi novio" para preguntarle cosas sobre el extraño pájaro. - Pero él dónde va ¿encima del bicho o dentro? - Aquí surgió la polémica: - ¿Cómo va a ir dentro? Para salir lo tendría que parir y es noviO, no noviA, Pepe el jibarizado también dio su opinión desde lo alto de su estantería de la cocina: - OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO - Mi primer abuelito, al que se veía muy divertido con el tema, tradujo la parrafada: - Cómo Pepe también estuvo dentro de la tripa de unos guerrerOs, dejó claro cuál era la otra salida: la retaguardia.
- ¡Aaaaah, claaaaroooooo! - Dijeron todos a coro como si se acabaran de caer de un guindo.
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