miércoles, 27 de septiembre de 2023

Otra versión de cómo Pepe llegó a ser jibarizado.

Cuando Pascualita ha visto la nueva botella de chichón que he comprado ha puesto los ojos en blanco y a mi me han temblado las piernas ¡Madre del amor hermoso, que bicho más feooooo! Después me ha dado por pensar que si, en el principio de la Creación, todos eran feísimos es un milagro que el mundo se siguiera desarrollando. 

Ha sido tal la impresión que he tenido que he hablado en voz alta sin darme cuenta y quién se ha quedado con la copla es uno que no tiene orejas... Por no tener , no es más que un cascaron vacío: Pepe el jibarizado: su OOOOOOOOOOOOOOOOOO resonó de parte a parte del barrio y los vecinos salieron a la calle, curiosos. Entonces Pepe el jibarizado empezó a hablar y mi primer abuelito, a traducir:

- Yo era el guerrero más guapo de todos los poblados a la redonda. Todas las mañanas el río me llamaba para que me mirara en él. Así lo hacía y eso lo mantenía tranquilo. Yo le dejaba contemplar mi belleza y él entretenía a los cocodrilos con cuentos de los Hermanos Green.

 Ocurrió que un día me desperté ojeroso y legañoso pero, aún así no había quién me hiciese sombra... o eso creía. El agonías del poblado vecino, envidioso a más no poder, pregonó que si yo ya no lucía como siempre: -  Lo mismo da que nos lo comemos a él que a otro (dijo el muy jodío) - Como era la hora de la merienda y no tenían nada mejor a mano, se me comieron, poniéndome antes perdido de mostaza de Dijon ¡Que manía!

 

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