viernes, 22 de septiembre de 2023

Orden Real.

 Desde la barandilla del balcón estiré una pierna hacia las ramas del árbol de la calle y ¡hale hop! me subí sin pensar que no llevaba chichonera y desde allí hay una caida de casi tres metros hasta el suelo.

Sonó el teléfono. Era la abuela. - "Acaban de decirme que estás haciendo el indio encima de un árbol" - ¿Quién ha sido el chafardero? - "Se dice el pecado pero no el pecador, nena. Ha sido Casimiro el de las gafas de culo de botella. Quiero que sepas que, si te caes y te matas, no diré que eres mi nieta porque yo tengo un status que cuidar"

Le dije que estaba obedeciendo una Orden Real. Debió quedarse de una pieza porque su voz pasó de ser autoritaria a temerosa: - "¿Fe...li...pe...?" - No. Ramsés. - Se quedó muda. Y mira que es difícil callar a la abuela

Pascualita, que es una interesada, tensó su preciosa cola de sardina y saltó desde la mesa del comedor a mi escote. Después me miró fijamente esperando una explicación. - Me ha pedido que, desde ésta altura, localice el lugar ideal para instalar una moderna pirámide.

A través del teléfono me llegó la voz de la abuela remugando: - "¡La madre que te parió! Ya te dije que no te sienta bien el chinchón a palo seco.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario