jueves, 25 de abril de 2013

La abuela está que trina y todos pagamos el pato. El pobre Pepe ha salido rodando por el suelo de la cocina, de un manotazo, porque le estorbaba para poner la compra en la mesa. Normalmente lo habría apartado pero hoy se la llevan los demonios. - ¿No has dormido bien? - "¡Te importará mucho!"

Pascualita no le quita ojo y yo tengo las gafas de sol a mano por si se le ocurre darme la culpa de lo que le ocurre a su amiga. - ¿Perdiste anoche en el bingo? - "¿Tengo cara de haber perdido?" - Nada, que no quiere soltar prenda. Para animarla menciono los preparativos de su boda y parece que he dado en el punto flaco de su mal humor - "¡No me hables de eso ahora!" - Vaya, vaya. Tienes los nervios a flor de piel, como todas las novias, ante el paso que vas a dar... - "¡Lo que te voy a dar es un puntapié como no me dejes tranquila!"

Pascualita se ha zambullido y ha salido con los carrillos hinchados, llenos del agua que me tirará en cuanto me descuide. - Mira, me doy un punto en la boca que no quiero ir tuerta a tu boda... - ¡¡¡¿Otra vez?!!! - Rápida como el rayo, la sirena me ha escupido pero ha errado el tiro porque me he tirado al suelo de cabeza. No estoy tuerta pero tengo un buen chichón.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaaaaa!¡Hermoso día de primavera! jajajajajajaja... vengo calada hasta los huesos... ¿Y esas caras? - "¡Tú tienes la culpa de todo!" - ¿De qué llueva? (dijo sorprendida) - "¡De que Andresito y yo estemos apunto de romper nuestra relación!" - No recuerdo haberle echado los tejos a tu novio.

Después de comer unos bocadillos (la abuela no está de humor para más) nos ha dicho que Andresito quiere casarse por la Iglesia. - "¡¿Por qué? (le pregunté) ¡Yo quiero que me case Mateo!" - ¿Mateo? - "El alcalde... Pues no, ahora me sale con que es muy tradicionalista y le gustan las cosas bien echas ¡A buenas horas, mangas verdes!" - ¿Y a ti qué más te da? - "¡Yo también tengo mis principios!... Después de mucho discutir, acabé aceptando, a regañadientes y fuimos a la iglesia que ha elegido porque el cura es amigo íntimo de su hijo, el Médico. Nos presentó y de repente, abrió de par en par los ojos, como si fuesen persianas y gritó:- ¡Es la perista!... Andresito quiso sacarlo de su error (Mi novia no vende peras. Está jubilada) Pero al cura ya no le podíamos parar y acabó echándonos de su iglesia con cajas destempladas"... - ¿Qué le habías echo al pobre hombre? - "¡Yo, nada!Tu le diste nuestra descripción y nos estuvo vigilando durante unos días y ¡claro que nos conoce! ¡¡¡Cómo se puede ser tan bocas!!!

Andresito llamó y estuvieron hablando un rato. Al final se despidieron cariñosamente. - "Bueno, ya está arreglado. Ha hablado con el cura y se ha desecho el malentendido. La boda sigue adelante... ¡uf! menos mal" jejejejeje - ¿De qué te ríes, abuela? - " De la condición que ha puesto el cura" - ¿No querrá que le devuelva el dinero de los cepillos? (dijo, alarmada, la Cotilla) - "Ha dicho que si tu vas, no habrá boda" - ¡¡¡Pero... pero... si soy la Madrina!!! - "Ya no. ¡Niña, pon una ronda de chinchón! jajajajajaja"

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