jueves, 5 de febrero de 2015

Ha sonado el teléfono justo cuando entraba en casa con el carrito de la compra. Era el abuelito.-¿Quiéres que te siga asesorando para la boda? - Es que no vamos a ir. - ¡Que me dices! ¿Por qué? - Estamos en Urgencias... Tu abuela se ha roto un brazo. - Vaya... ¿cuál? - El izquierdo. - ¡Uf, menos mal. No hará falta que vaya a cuidarla. - Sea el derecho o el izquierdo, sigue siendo un brazo roto (parecía enfadado) - No es lo mismo, abuelito. Con el derecho sano ella se podrá valer muy bien.

- ¿Qué le ha pasado? - Se ha empeñado en ir hasta Lluc a ver la nieve. Era muy temprano y hacía un frío que pelaba. Antes de llegar al monasterio ha visto un campo lleno de nieve virgen y ha querido estrenarla. Cuando he parado el coche se ha tirado rodando como una pelota. Luego ha echo un montón de ángeles. No quería dejar ni un trocito de nieve sin tocar y una de las veces, al abrir y cerrar los brazos, se ha dado contra una roca cubierta de nieve y se ha roto el hueso. Recuerdo cómo gritaba de dolor y aún se me ponen los pelos de punta. Daba alaridos tan fuertes que la nieve se ha desprendido de los árboles y ha provocado un alud. Menos mal que no la ha arrastrado al abismo (dijo, compungido) - Sí, hubiese sido una desgracia que, después de lo que ha trabajado la modista en el traje de neopreno, al final no se lo pudiese poner. - El abuelito me ha mirado, luego a la botella de chinchón y ha dicho- ¡Que cruz tengo contigo!

A media tarde ha llamado la abuela - "Ves preparando a Pascualita que dentro de un rato pasaré a buscarla" - ¡Abuela! ¿Vas a ir a la boda después de todo? - "He podido arreglarlo. Le he dicho a la modista que me abra la costura de la manga para que quepa el brazo enyesado... Que exagerados son los enfermeros poniendo yeso. He tenido una bronca con ellos. Les he pedido que me pusieran menos porque no me cabrían ni las pulseras ni la manga pero, como quién oye llover." - ¿No te duele? - "No. Y si me duele, me aguanto. No voy a perderme una boda de la que soy la madrina ¡Pensé que no llegaría nunca este momento (se le quedró la voz por la emoción) ¡Como tú no estás por la labor!" - ¿Mañana te dolerá? (tenía que apartar de su mente todo lo que tuviera que ver conmigo) - "Claro. No tendré otra cosa que hacer que quejarme. Y encima no podremos ir a El Funeral porque estará cerrado por resaca. Menudo día les daré a quienes tenga cerca jejejejejejeje.. ¿Vendrás?". - ¡Ni lo pienses! - "Te estás jugando la Torre del Paseo Marítimo... Que lo sepassssssssss"





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