El concierto de pitos bajo mi balcón anunció la llegada del rolls royce de los abuelitos. Ahora solo faltaba saber cuál de los dos era... o si eran ambos. Detalle muy importante estando Pascualita de por medio.
Fue la abuela quien entró hablando a gritos. - "¡No sabes lo que me ha pasado! ¡Lo nunca visto! ¡Estoy por cobrarte entrada!" - ¡¡¡¿EN MI CASAAAAAAA?!!! - "Es que es una cosa..." - Sí, ya sé: lo nunca visto. - "Bueno, haré una exepción contigo... Pero los demás, pagarán. Ve a por la sirena que esto tiene que verlo"
Me costó lo mío sacarla del acuario porque hacía poco que le había echado agua de mar calentita y ella estaba tan ricamente. Incluso tuve que ponerme el guante de acero para no quedarme sin dedos. Fuímos todas a la salita, nos servimos unos chinchones. Una vez acomodadas, la abuela sacó su paraguas, por cierto chorreando agua. - ¡Ve con cuidado que estás dejando el suelo como la Laguna de Venecia! - "¡No empieces a quejarte que no te lo enseño!"
Mantuvo el paraguas en alto, después lo abrió y lo hizo rodar - ¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOO, ABUELA, QUE TRAE MALA SUERTE!!! - "No sea pusilánime, boba de Coria y fíjete en esas excrecencias que le han salido al paraguas en todo lo alto" - Junto al trozo de bastón que se suele apoyar en el suelo, se veían unos bultitos, que debía ser oro en paño a juzgar por el embeleso con que los miraba la abuela. - ¿Te refieres a ESTO? (señalé) ¿Compraste un saldo? ¿A que fuíste a la tienda del señor Li? - "¿Cómo se puede ser tan obtusa y analfabeta? ¡así no encontraras un padre para mi biznieto! ¡Que cruz tengo contigo!"
Después de discutir un rato, Pascualita, harta de oirnos, saltó a mi cuello y de allí a lo alto del paraguas. - "¡¡¡NOOOOOOOOOOO!!!" - Gritó la abuela. - La sirena dió un respingo, asustada y soltó un chorrito de agua envenenada que, a punto estuvo de caerme en los ojos. - "¿Cómo os atrevéis a destrozar un milagro de la Naturaleza? ¡Es una mata de paraguas, borrica!" - ¡Díselo a ella. Yo ni he rozado... ¡¿la planta?!
A partir de aquí toda nuestra atención se concentró en el fenómeno ¿paranormal? que sobresalía del paraguas como si fuesen diminutas berrugas. - "¡Tengo el negocio del siglo! Si no fuera rica, ahora lo sería. ¡Ni el Tio Gilito tendrá tanto dinero como yo!" - ¿Cuánto me tocará por ser tu nieta? (yo estaba entusiasmada - "Nada... ¿cuántos biznietos me has dado tú?" - Que rencorosa eres, abuela. - "Rencorosa, no. Justa, sí. Por eso Pascualita tendrá una parte sustanciosa del negocio y cuando vuelva a su hábitat no lo hará con una mano delante y otra detrás, sino como una señora sirena adinerada, gracias a su amiga terrestre... ¡snif!... Ay, me emociono y todo..." - ¡La madre que la parió!
No hay comentarios:
Publicar un comentario