lunes, 14 de marzo de 2016

La Egoísta del Barrio.

Entre todos, Pascualita incluida, me van a volver loca. Con lo bien que podría vivir yo sin ese estrés permanente al que me somete la abuela en su afán por tener un biznieto ¡Lástima que no los vendan en los supermercados. Se los compraría por docenas y me dejaría en paz! Es tan complicado. Lleva todo un proceso larguísimo hasta que llega el día en que se presenta el biznieto en casa.

Le estuve comentando estas cosas a la abuela - ¡Que pereza me da todo ésto! -"¿Cómo puede darte pereza traer una criatura al mundo?" - Si fuese por medio de una cigüeña, por mi encantada. Ahora mismo firmaba pero de la manera tradicional ¡quita, quita! Y encima que me salga llorón. Tengo que dormir de ocho a diez horas seguidas, por lo menos, para estar en plena forma y con alguien berreando a mi lado, no es posible. - "¿Te estás escuchando? ¡Egoísta!" - ¡Ya estamos! No se puede razonar contigo, abuela.

Pascualita, sentada en el borde del acuario, parecía atenta a lo que hablábamos. - "Menos mal que este animalito no te entiende, de lo contrario estaría con los pelo-algas de punta" - Será por los críos que ha tenido ella (dije con sarcasmo) - "¡Estoy segura de que ha tenido hijos!" - ¿Cómo vas a estar segura? Nadie sabe nada de las sirenas. En realidad Pascualita es una anomalía de la Naturaleza ¡No existen! - "Entonces tendré que ir al oculista porque veo una que me saluda y hace el signo de OK" - ¿Has pensado que, tal vez, no es real y lo que vemos es un espejismo de nuestra mente? - "¿Te ha parecido un espejismo cada vez que te ha mordido?" - Visto así... - "¡¡¡Que cruz tengo contigo!!!"

Ahora la abuela está enfadada conmigo y me llama La Egoísta del Barrio aunque no por eso deja de venir por casa seguida de Geooorge cargado de sacos de harina, azúcar, naranjas, aceites, etc. etc. que deja en la cocina. Luego se va y la abuela se dedica a hacer montañas de crespells con forma de cola de sirena, manchando mi cocina y teniendo la suya como una patena. Ahora ha rizado el rizo haciendo una sirena entera. - ¿No estás dando demasiadas pistas, abuela?

El caso es que los crespells-sirena se venden muy bien, sobre todo en su barriada de postín. Ha corrido la voz de que se trata de la efígie de una genuína sirena mallorquina, ya extinguida en la actualidad y todo el mundo compra: nacionalistas por aquello de fer Pais; las clases altas porque es algo tradicional de toda la vida ¿? , los turistas se los llevan como recuerdo junto con las cajas de ensaimadas, los periodistas que cubren el juicio del caso Noos porque están muy ricos, etc. etc. Al paso que van no quedará hogar que no tenga sirenitas-mallorquinas en su mesa durante las Pascuas.

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