domingo, 31 de agosto de 2014

La Cotilla ha dormido en casa contra mi voluntad. Por más que juré y perjuré que estaba bien, que no hablaba con las paredes, ella no se dio por enterada y eso que llevaba puestos los sonotones que "encontró" en la calle. - ¡No me grites que retumbas! - Esos aparatos son para sordos y usted no lo es.- ¿No querrás que los meta en un cajón? - Con lo que le han costado ¿verdad? (dije con ironía malsana) - No me han costado nada. Un tipo se estaba tomando un café en la terraza de un bar tenía esa cajita sobre la mesa. La cogí un momento para ver qué tenía dentro y cuando vi estos artilugios pensé que podrían servirme para algo.- Menuda faena le hizo al pobre hombre. Estas cosas son muy caras. - ¿Ah, sí?... ¿Mucho?... Voy a ver si las vendo... - Y salió a hacer sus trapicheos en plena noche.

Cerré con llave y apoyé el taquillón de la entrada contra la puerta. Estuve un rato viendo la tele hasta que me entró sueño y pensé en acostarme. Entonces sonó el teléfono. Era la abuela - "¿Ya sabes cómo se llama tu novio?" - ¿Qué novio? (dije soñolienta) - "¿Tienes otro? No me parece mal, así podrás elegir al mejor dotado. Es algo que aprendí con Rodríguez de la Fuente: las hembras eligen al mejor macho para tener una descendencia fuerte y robusta" - Zzzzzzzzz... ¿De qué hablas? -

Me tuvo media hora al teléfono y solo me enteré de algunas frases cogidas al azar. - "¡¿Me has oído, alma de cántaro?!" - ¿Qué cántaro?...zzzzzzzzzzzzzzzzzzz - Me recosté en el sofá de la salita y me dormí como un ceporro hasta que unos golpes furiosos dados en la puerta de la calle, me despertaron - ¡¡¡Abre de una vez, boba de Coriaaaaaaaaaaaaaaa!!! - Aturdida, di varias vueltas a la mesa del comedor sin saber dónde me encontraba - ¡¡¡Abreeeeeeeeeeeeeeee!!! - Los golpes del vecino de arriba me indicaron que estaba en casa y que alguien quería entrar (¡ladrones! pensé) Llamé a la policía municipal - ¡Oiga! ¡Manden a Bedulio. Alguien intentan entrar a robar! - Diez minutos más tarde seguía dando datos, más concretos, a la telefonista. Entonces la oí decir, dirigiéndose a otras personas - ¡Es la nieta de la vieja pija que aparca su rolls en la parada del bus! ¡Beduliooooooooooooo, te llama tu amiga!

El Municipal (que venía remugando) y la Cotilla se encontraron en el rellano de la escalera. Ella se estaba discutiendo con todos los vecinos que se habían asomado ante la escandalera que había formado - ¡Llévesela señor guardia, que no nos deja dormir! - ¡Deténgala que me ha robado el sonotone! (gritó un señor extraño desde el portal). Cuando abrí la puerta la Cotilla y el Municipal entraron en tromba -¡¿Por qué no os olvidáis de mi?! (gritó Bedulio) ¡Acabaré en el manicomio por vuestra culpa! - Tranquilo. Ya no existen (dijo la Cotilla) sino ese que me acusa de robo estaría encerrado. - De la salita llegó un ruido cuando Pascualita, enfadada porque no se enteraba de nada, dio unos saltos mortales salpicando de agua el suelo - ¿Que ha sido eso? (preguntó, temeroso, el Municipal) - Será el abuelito haciendo su visita de todas las noches (dije sin darle más importancia) - Antes de acabar la frase Bedulio ya no estaba. Prefirió enfrentarse a los furiosos vecinos que al "fantasma" de mi abuelito.

  

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