Ha salido el sol y las calles de Palma han vuelto a quedar libres para que la gente pasee por ellas mientras los guiris están todos en las playa. El buen tiempo ha sido recibido con división de opiniones: buena para los atrapados y mala para los vecinos que querían seguir haciendo su agosto.
Exáhustas han llegado la abuela y la Cotilla. Estaban de contentas que, en cuanto han entrado en casa, se han arrodillado y besado el suelo del recibidor. - "Creíamos que no salíamos en la vida del atasco, nena" - Saca el chinchón que venimos secas. - Nos sentamos en la salita. - "¡Aaayyy, una silla! En los momentos dramáticos es cuando se aprecian las cosas cotidianas y sencillas." - Tu nieta tendría que pasar por una experiencia como la nuestra para saber lo que vale un peine. - ¡Ya estamos!
Diez minutos después el concierto de pitos nos anunció que Geooorge acababa de aparcar en la parada del bus. Andresito llegó sin apenas aliento y con los brazos abiertos se dirigió a su mujer para abrazarla. - "¡Quieto, parao! ¿Por qué no me has rescatado como era tu obligación?" - Fue materialmente imposible. Y mira que lo intenté de todas las maneras... - "¡Estuviste viendo la tele!" - El abuelito me lanzó una mirada asesina. - Como buen militante de mi partido, tenía la obligación de hacerlo... y para que veas que mi pensamiento estaba contigo, grabé todo el interrogatorio para que puedas verlo, cariño.
Fui en busca de otra botella de chinchón para poder aguantar, otra vez, la comedia. Al volver a la salita la Cotilla dormía a pierna suelta y a la abuela se le cerraban los ojos. - Será mejor dejarlo para más tarde (insinué) - Pero en ese instante empezó la grabación
Poco a poco, la abuela se fue espabilando y más tarde reía a mandíbula batiente, lanzaba olés y aplaudía a rabiar. La Cotilla despertó sobresaltada. - ¡¿Qué ocurre?! - "¡Mira, mira jajajajajajajaja No te lo pierdas! - ¡Es como don Tancredo! ¡Ni se inmuta! jajajajajajaja ¡que arte tiene! - "¿Y qué me dices del de la mesa? Aaaayyyyyyyyyyyyy, creo que no reía tanto desde que veíamos las películas de los Hermanos Max jajajajajajajaja"
Andresito, espantado, se llevó la botella de chinchón al comedor. -¡Ya habéis bebido bastante! - Incomprensiblemente para nosotras, parecía enfadado, lo que avivaba, todavía más, nuestras risas. De vuelta a la salita venía blanco - No me... váis a creer pero... en el acuario hay una especia de... sardina asomada al borde que me ha hecho... la señal de OK. - Para disimular, la abuela y yo, redoblamos las risas.
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