jueves, 6 de septiembre de 2012

La abuela ha llegado desencajada a casa. Venía del Hospital de hacerse un revisión porque, no es que tenga nada, pero le gusta pasar la ITV médica todos los años. - "¡Ay, Pascualita, la que se ha liado en aquella calle! La gente no quiere pagar el aparcamiento, unos para ir a trabajar y otros para ir al médico, que sabes cuando entras pero no cuando sales ¡Es un dineral lo que puedes llegar a dejarte en aquellas máquinas a cuenta del coche!. ¿Por qué no nos quieren nuestros políticos? Cada día se inventan una traba nueva para fastidiarnos ¿Esperaban que los ciudadanos pagarían cantando aleluyas a Boquita de Piñón y su camarilla? ¡Hombre, no! Y tendrías que haber visto la de policías que había. Pensé que se sumarían a la manifestación porque, si un día tienen que ir al médico (a no ser que cojan el autobús) también tendrán que pagar el aparcamiento, pero no, los han mandado a trabajar y se han llevado a una doctora que debía gritar más que nadie, la doctora Montolíu, con las manos a la espalda sujetas con esposas ¡Te imaginas una cosa así! Es surrealista.

Me ha dado por pensar en tantos que nos roban a manos llenas, que se cargan bancos, que hacen aeropuertos sin aviones, que insultan a la cara, gravemente, a una jueza y se van de rositas. A estos no les pasa nada, dirás que soy mal pensada pero ¿es por qué tienen dinero?  Tantos y tantas que no se si la policía tiene tanto grillete para esposarlos pero nunca pensé que lo harían con una ginecóloga, muy indignada eso sí, por algo que considera un atraco a mano armada contra los trabajadores y enfermos. Ay, se me ha puesto mal cuerpo ante tanta injusticia."

- ¡Avemaríapurísimaaaaaaaaaaaaaa! - "¡Deja de dar voces que tengo la cabeza como un bombo!" - Tengo entendido que a Blas le van bien las cosas. - "Sí, ya era hora. Toda su familia está trabajando en la economía sumergida". - ¿Les ayuda el señor Li? -  "Sí. Los estudios los sacan con becas y las horas libres trabajan en lo que les sale". - Dile al señor Li que me de trabajo a mi también - "¡Ni hablar! ¿Qué hiciste cuando te dio pulseras para montarlas?" - Buenoooo ¿quién se acuerda ya de aquello? - "El y yo, que di la cara por ti. Las vendiste por tu cuenta" - Pero ahora estoy con la cuerda al cuello. Debo dos meses de alquiler y van a echarme a la calle - Yo, que me había mantenido al margen de todo lo que se había dicho, salté como un resorte - ¡Pues a ésta casa no viene! - ¿Pues ya me dirás a dónde voy? - ¡A casa del maestro armero! - ¡Que egoísta! Que cruz nos ha caído encima contigo.- "¿Cómo te van a echar después de tantos años viviendo aquí?" - Al morir la casera ha heredado el piso su sobrino, aquel al que yo llamaba siempre tonto del c... cariñosamente. - ¡Le está bien empleado! Quién siembra vientos recoge tempestades, así que, ajo y agua - "Tengamos la fiesta en paz. ¿nos tomamos una copita para ir haciendo boca? - Uf. No puedo ni olerlo al chinchón... no sé lo que me pasó ayer... ¿Tenéis idea? - ¡Nooooo! - dijimos a dúo la abuela y yo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario