lunes, 17 de junio de 2019

Preparando el viaje.

Las maletas ya están a punto. Falta meter la comida de Pascualita, el guante de acero por si se pone nerviosa en el avión y quiere morder hasta al piloto. Unas botellas de agua de mar porque donde vamos "el mar no se ve" (como decía Marisol) ¡Ni lo huelen!

Preferiría que la sirena se quedara en casa, como hará Pepe, pero tiene mucha más vitalidad que él y no me fio de dejarla sola. Así que ¡nos vamos todas! Andresito nos ha pagado los pasajes, a la MOmia, la abuela, la Cotilla y a mi, además de la estancia en Teruel, para que nos callemos y no le demos más la vara con lo del pacto de su partido con Vox.

Estoy convencida de que nos ha comprado pero, por un viaje a gastos pagados, me dejo comprar y me quedo tan ancha.

El abuelito quedará al cuidado de las dos casas: la Torre del Paseo Marítimo y la mía. - Que no se te olvide regar ls plantas. - Descuida. Lo haré con el agua que hay en el acuario. Total no hay peces... ¿por cierto, qué ha sido de los que pusiste? Cualquiera diría que se los han comido. - ¡Eso fue lo que pasó! (lo solté sin darme cuenta) - ¿Quién ha sido? - Estooo...  el gato del vecino de 5º, 2ª - Pobrecitos. Oye, ¿puedo hacer un poco de limpieza en tu casa? - Si, hijo, si, límpia lo que quieras. - Empezaré por tirar ese llavero asqueroso que está en la estantería de la cocina, lleno de polvo, grasa y... - ¡¡¡NI SE TE OCURRA. ES PEPE!!!

Estoy haciendo listas y más listas de lo que debemos llevarnos y aún así tengo el presentimiento de que se nos olvida algo... ¡El abanico! Uf, menos mal que me he acordado... Hay algo más... seguro que falta algo más... ay, ay, ay...





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