sábado, 7 de septiembre de 2024

Cada uno a lo suyo.

Pasé la tarde mirando postales antiguas de Mallorca. Recordé que la abuela las dejó en uno de los cajones del cantarano cuando salió de casa para casarse con Andresito y residir con él en la Torre del Paseo Marítimo.

Aproveché que la Cotilla "limpiaba" a esas horas los cepillos de "sus" iglesias para entrar en su cuarto y ver lo que tenía por allí. Entonces recordé las postales y me las llevé.

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaaaaaa! ... ¡¿Has entrado en MI CUARTO?! - ¿Cómo lo sabe, Cotilla? (dije ingenuamente) - ¡Las postales! - Vaya. Si que es efectivo el Correo... 

Le faltó tiempo para llamar a la abuela y acusarme de robo con allanamiento de morada y no sé cuantas cosas más. Luego, teléfono en mano, salió al balcón llamando a gritos a Bedulio el Municipal. Poco después el coche patrulla aparcó bajo mi balcón: - ¿Qué pasa? (preguntó desde la calle) - ¡Sube! (ordenó la Cotilla) - ¡Ni hablar! Aquí estoy muy bien...

Tuvieron un tira y afloja durante un buen rato. La acera de llenó de curiosos que discutían con los que estaban asomados a ventanas y balcones: - ¿A qué no sube? jejejejeje Dicen que tiene pánico a no sé qué fantasma. - ¡La que da miedo es la vieja! - ¿La que está forrada? - ¿Esa? pues no tiene pinta de estarlo. - Mi cuñada dice que trabaja en la "limpieza" de cepillos jajajaja

Mientras todo ésto pasaba, el árbol de la calle aprovechó la cercanía del coche patrulla a su tronco y, como buen platanero, empezó a comérselo sin prisas pero sin pausas.

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