sábado, 14 de septiembre de 2024

Que mal rato.

Sin que sirva de precedente, he sacado a Pepe el jibarizado a pasear. He colgado el llavero del asa de mi bolso para que pueda ver los sitios por donde vamos a pasar. Pensé que sería una cosa grata pero nada más lejos de la realidad.

Se ha pasado el tiempo asombrándose de todo. Por toda Palma podían oírse sus OOOOOOOOOOO a grito pelado. - ¡Pepe, calla ya, hombre! - Paseando por el Borne p tomar un refresco en alguna de las mesas de los distintos bares pero ha sido imposible. No solo porque estaban llenas de turistas sino, también porque solo sirven comidas o cenas. - ¡Y bien que gritaba Pepe! OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO (¡Siéntate ya, boba de Coria, que no puedo ver nada con claridad!) Esto me lo tradujo mi primer abuelito que se apuntó a la salida por Palma.

Por fin conseguí una mesa para tomarme un Laccao y entonces Pepe el jibarizado pudo usar su ojo catalejo para fijarse en las cosas que nos rodeaban girándolo lentamente.  Y decía OOOOOOOOO = ¡Gente, gente, gente! 

¡Menudo hartón de gente que tuvo el pobre! El ojo catalejo, habituado a la tranquilidad del estante de la cocina, derramó lágrimas como puños porque no está acostumbrado a moverse tan deprisa. Mi primer abuelito, envuelto en un nuevo sudario del que salían chorros de agua de colores con los que roció a todo el que se le puso a tiro.

De regreso a casa solo pude decir: - ¡No se os puede sacar a pasear! ¡La que habéis liado! ¡Mañana estaremos en las portadas de los periódicos!

Pero no. A veces se me olvida que a los personajes no los ve ni oye, nadie... Lo que sí comentaron fue: - En el Paseo del Borne, una mujer hablaba sola, a gritos, como si se peleara con alguien. Intentamos averiguar si era una actriz, contratada por el Ayuntamiento. Si es así, vaya dinero público más mal gastado.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario