lunes, 12 de junio de 2023

Teruel.

Pues sí, Teruel existe... aunque faltó poco para que desapareciera del mapa por culpa de los personajes de mi casa que, sin yo enterarme, se habían metido de extranjis en mi maleta.

Con la ilusión que me hacía ir sola y voy y se lo casco a la abuela en un momento de despiste: - Me voy a Teruel. - "Allí están los famosos Amantes, nena. Aprovecha la estancia para que te hagan a mi bisnieto" - Pero si no los conozco... - "¿Y estamos con las  pegas?"

Bedulio, cuando supo que iba a ir a Teruel pidió que le hiciera una foto al torico. - No me hizo gracia tener que jugarme la vida delante de un toro aunque sea chiquitín pero me dijo: - Me harás feliz. - Y me desarmó. 

Los comensales de la Santa Cena se saltaron a la torera la "barrera" del marco del cuadro para colarse en mi equipaje y salir a correr mundo. A ellos se unieron unas cuantas bolas de polvo hartas ya de rodar siempre por las mismas baldosas.

El árbol de la calle me encargó darles recuerdos de su parte a todo cuanto familiar tiene en Teruel. 

 Me llevé en el bolso a Pepe el jibarizado para tener un catalejo a mano por si me cuesta encontrar al dichoso torico.

Como el catalejo va adosado a lo poco que queda de Pepe no hacía más que preguntarle: - ¿Ya has visto al torico? - Harto de oírme, el llavero se enfadó y gritó: - OOOOOOOOOOOOO. - Con paciencia y una caña, dirigí la vista a lo alto de la columna, cegada por el sol y lo que vi fue ¡a Pascualita intentando domar al torito! El pobre tenía todas las de perder.

Lo agarró del rabo y tirando de él, pasó junto a mi como una exhalación para ser la primera en subirse al trenecillo de recorrido turístico. Las segundas fueron las bolas de polvo. A los comensales de la Santa Cena los repescamos por el camino.

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