jueves, 9 de mayo de 2024

¿Cerrando el círculo?

Bajo mi balcón ha habido una concentración de chinos-mallorquines comandados por el señor Li, cuyos ojos eran una línea tan estrecha que parecía imposible que entrara la luz del día. Se lo comenté a Pascualita mientras desayunábamos y ponía la cocina perdida de cola cao por paredes y suelo.

- El señor Li estaba de mal café. - ¿Sabes chino? (tradujo mi primer abuelito) - Es posible porque, me he sorprendido a mi misma entendiendo palabras como: Idò. Au, au. Si, pero... y algunas más. - ¡Avemariapurísimaaaaaaaa! Ay, que sofoco tengo. Me han seguido unos chicos chinos preguntándome: - ¿Tú sel señola Cotilla? - ¿Ha dicho que sí? - ¿Crees que he nacido ayer? He jurado por los botes de fabada que hay en la despensa, que ni lo soy, ni la conozco. Es la primera vez que oigo ese nombre. - Parece que he sido convincente y se han largado.

Sentadas en la salita nos refrescamos con unas copas de chinchón on the rocks mientras hablábamos del misterio (para ella) de la desaparición de tantísimos calcetines. - Pues yo pensé que había sido usted, para venderlos en el trapicheo. - Que mala fama me pones, nena. ¿Cuándo has visto que yo tocara lo que no es mío? - ¿Qué me va a decir del móvil de alta gama del otro día? - La verdad. Que lo encontré en la calle, solo. Y pensé que, para que se lo llevase otra, me lo llevaba yo ¡Y el que venga atrás, que arre! - Llamaron a la puerta.

Como una flecha, la Cotilla se encerró en su cuarto. Componentes de la mafia china llenaban el rellano de la escalera. - ¿Estal señola Cotilla? - Pues... - ¡Nosotlos vel.la en balcón con móvil de señol Li haciendo fotos, pero! - ¡¿En serio?! Luego dice que la tonta soy yo.

El primer chino levantó un pie para entrar en casa pero se arrepintió al momento cuando la fregona, defendiendo su puesto de trabajo, atacó al mafioso que osaba pisar  "lo fregao" ¡Pues, buena es ella!


 

 

 

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