jueves, 16 de mayo de 2024

La risa tonta.

Los abuelitos vinieron a casa portando toda la artillería pesada: o sea, los avíos de una paella de mariscos y a Geoooorge el mayordomo inglés que triunfa en el mundo anglosajón con sus comidas muy brithis, elaboradas con té.

Imitando a la estatua de Colón, estiré el brazo en toda su longitud para que el dedo índice rozara su nariz: - ¿Va a cocinar ESTE? - La abuela saltó como un resorte: - ¡¿Acaso no te he enseñado que está muy feo señalar?! - El golpe que me dio me hizo dar media vuelta y acabé señalando el pasillo por donde, mira que casualidad, venía la Cotilla dispuesta a enterarse de todo.

Sus ojillos se posaron en la cesta con los avíos del arroz. Repitieron la operación mirando al inglés y dijo: - Si ESTE va a cocinar yo me abro una lata de fabada asturiana... - "Hoy cocino yo:" (dijo la abuela) - Andresito, la Cotilla y yo aplaudimos a rabiar. También lo hizo Pascualita, a salvo de miradas extrañas dentro del bolsillo de mi bata.

Mi primer abuelito apareció sobre la lámpara del comedor acompañado de varios personajes. - Nena, ven que te voy a presentar... - En otro momento, porfi. Ahora tengo que dejar que Geooorge me corteje... jijijijijiji ...Ay, que me está dando la risa floja... jijijijijijiji... Ay que me voy a ganar una bronca de jijijijijijijiji... la abuela... JAJAJAJAJAJAJA... ¡¡¡AAAAAYYYY!!!

El capón me dejó grogui mientras el resto de la familia se ponían tibios de paella. Menos mal que me guardaron un poquito que me comeré después de la tortilla de aspirinas... Ay, que dolor de cabezaaaaa... 

Y a todo ésto... ¿dónde está mi rondador?... ¡Oh, no. Otra vez NO!... jijijijijiji...

 

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