martes, 14 de mayo de 2024

Que cosas más raras.

Pascualita quiere ir a la playa, sola y me amenaza mostrándome su pequeña pero terrible dentadura de tiburón. - Por mi puedes hacer el pino-puente pero, o te bañas dentro del termo de los chinos o te quedas en casa ¡No estoy dispuesta a que la abuela me desherede por un capricho tuyo!

Como suele ocurrir, la conversación que comenzó con educación y calma, acabó a grito pelado. - ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaa! Te oyen desde la calle, boba de Coria... (la Cotilla miró en rededor) ¿Con quién discutes? - ¡Con Pasc... ! (¡huy, por poco meto la pata) ¡Con el árbol de la calle! Me llena la casa de hojas caídas... - ¡Dile al sinvergüenza de P.A.S.C.U.A.L. que dé la cara si es hombre! (ahora la que gritaba como una loca era la Cotilla).

- En lo alto de la lámpara del comedor apareció mi primer abuelito, gritando! ¡Estoy entusiasmado viendo como alternas con la realeza! - ¿Quién, yo? - No disimules, pillina. Tú si que has triunfado sin necesidad de estar en el Más Allá. ¡Que orgullo para nuestra familia!

- Mírala (murmuró la Cotilla) con la boca abierta y mirando al techo: - ¡Nena, que te entrará una mosca! 

- ¡Nada menos que el Emperador del País de los Rábanos Dorados vino a visitarte! ¡¡¡TODO UN EMPERADOR!!! Eso no se consigue así como así. - Vale, abuelito jejejejejeje pero era el señor Li. - ¡De eso nada! si lo sabré yo. Por aquí todo el mundo está revolucionado y los modistos quieren vestirte con sedas de mil colores.

Corrí a la salita y bebí media jarra de chinchón on the rocks. Después dormí la mona toda la tarde... Al despertar, mi primer abuelito seguía tan emocionado o más, que horas antes y entonces dudé: - ¿Será... verdad lo que... dice...?

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario