Estaba merendando de buena mañana cuando han llamado a la puerta - ¡¿Será Geoooorge?! (me dije)
Abrí ilusionada como una quinceañera y me encontré, de buenas a primeras, con el municipal Bedulio. Debió notar que su visita me cayó como un cubo de agua fría porque se le cambió la cara: - ¿Qué pasa?... ¿No estará tu primer abuelito volando cerca del techo... o de mi? - No. Creo que hoy tenía sesión de pruebas de sudarios de alta costura. - ¡Lagarto, lagarto! (gritó) Cuando te oigo hablar así me dan ganas de salir por pies...
- ¿Qué hay de nuevo? (le pregunté) - Hace días que no te pongo multas... Mis jefes dicen que estoy perdiendo facultades, y no es así ... ¿Estás bien? Te has hecho tan mayor que te ha cambiando el carácter y... - ¡¿Me estás llamado vieja, pánfilo?! (menos mal que sé como amargarle el día al municipal) ¡¡¡Hola, abuelito!!! Mira quién está aquí: ¡Bedulio! jajajajajajaja ¡No le hagas eso jajajajajajajaja, pobrecillo! - ¡¿Qué... qué me... hace?! - Te da golpecitos en la espalda. - ¡¡¡AAAAAAAAYYYYYYYYYY, DIOS MÍO!!!
¡PAPAM! Bedulio cayó redondo en el rellano. - Abuelito, creo que te has pasado... No vuelve en sí... - Pues, anda que tú. A ver si van a quitarme puntos del Carnet de buena conducta del Más Allá por tu culpa.
- ¡Oh, my God! - Levanté la cabeza y pude ver a Geooorge que bajaba los escalones de cuatro en cuatro y se perdía calle abajo.
Llamó la abuela: - "¿Qué le has echo?" - Yo solo quiero saber si ha oído la conversación. - "¡De PE a PA, BOBA DE CORIA y, ENCIMA, HA TOMADO LAS DE VILLADIEGO!"
No hay comentarios:
Publicar un comentario