miércoles, 22 de mayo de 2024

La madre que los parió.

Al despertarme he puesto la radio, como todos los días, y no le he prestado atención hasta que he escuchado la palabra TIEMPO: - A ver, callaros todos, coñe, que tengo que salir a la calle y quiero saber si me llevo el paraguas, o no.

Rascándose la barriga con una mano mientras con la otra se atusaba el pelo alborotado, la Cotilla entró en la cocina, sin haberse quitado las legañas. - Vamos a ver ¿quién no te deja oir ,,, no sé qué? Solo veo dos personas... a no ser que cuentes como persona física a la locutora de la radio que no está de cuerpo presente en ésta cocina.

Pensé que lo mejor que podía hacer era un drama para descolocar a la Cotilla: - ¡snif!.. Estoy taaaan solita... buuuaaa... que hablo en voz alta para ... ¡snif! ...hacerme la idea de que hay gente en casa.

La Cotilla me miró, compungida: - Pobrecita, tan joven y tan sola. Que porquería de vida estás viviendo ¡Vete con tus abuelitos a bailar a El Funeral, mujer! - ¿Podría usted... ¡snif! hablar, todos los días conmigo aunque sea media hora. - ¡¿YOOOO?! ¡Ni que fuera una ONG de esas! Anda y que te zurzan-

Los personajes de casa y yo nos quedamos, por fin solos. - ¡Ya no me he enterado del tiempo que hará en Palma! ¿Alguien ha oído algo? 

Todos dieron su versión: - Lloverá fuerte. - Caerá granizo a punta pala. - Han dicho algo de rayos y truenos. - Fuerte Tramuntana... - Nieve hasta el mar - ¿Seguro? - ¡Palabrita del Niño Jesús! - No me lo pensé más y salí preparada como para ir al Polo Norte.

Horas después llegué a casa sudando a mares bajo un sol de justicia que, encima, se reía de mi : - ¡¡¡Emergenciaaaaas!! ¡¡¡Se necesita fregona sandunguera para recoger Nena licuada y hacer sorbetes de panoli ¡¡¡Al rico helado, oigaaaaaaaaaaa!!!

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