jueves, 28 de febrero de 2019

Hay que agradecérselo a Pascualita.

La abuela está revolucionada. Gracias a Pascualita el abuelito no necesita pastillitas azules para cumplir el débito matrimonial (dice) cada quince días. - "¡Eso era antes. Ahora es un día sí y el otro también!"

Ante tamaña noticia solo se me ocurrió decir:-  ¿A su edad? - Me arrepentí al momento pero las palabras entraban ya por el oído de la abuela hasta su cerebro. La respuesta fue inmediata: - "¿Tienes algún problema con la edad de Andresito, boba de Coria?" - ¡No, no, noooooo. He tenido un lapsus! - "No eres tú la más indicada para hablar de las cosas de la entrepierna. Te recuerdo que llevo esperando un bisnieto desde los Idus de Mayo" - ¿Perdón? - "¡La intemerata! Al final tendré que comprarle uno de plástico al señor Li"

- ¿Por qué metes a Pascualita por medio? - "Porque cuando le mordió sus partes blandas a tu abuelito ella ya estaba en celo" - ¿Y? - "Que obtusa eres. Eso es como la rabia en los perros que, al morder, se transmite del mordedor al mordido" - ¿Y eso cómo lo sabes? - "Porque soy mayor que tu. ¡Y tu abuela! ¿vas a replicarme?" - ¡No lo quiera Dios!

- ¡Avemariapurísimaaaaaaaaaaa! ¡Enhorabuena, amiga mía! - La dos amigas se fundieron en un gran abrazo. - "¿Te has enterado?" - ¡Naturalmente! Noticias como ésta corren como la pólvora por las calles... ¿No está cansado de tanto ajetreo? - "Dice que no. Yo lo veo como un toro" - Cuenta, cuenta: ¿cómo fue la cosa?

En ese instante, la abuela se dio cuenta de que no podía contar nada sin involucrar a la sirena. - "Pues hija, no sé. Puede que sea a causa del cambio climático." - ¿Qué tendrá que ver la velocidad con el tocino? Dame la receta que yo todavía estoy en edad de merecer.

Los ojos se me abrieron como platos y a punto estuve de soltar la carcajada pero me abstuve a tiempo. Las dos amigas juntas son verdaderas armas de destrucción masiva.




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